Retoman la "campaña"

En su momento el Cádiz C.F. estuvo difundiendo la petición que hicimos sobre la necesidad de que la gente se hiciera donante de médula.
Esta mañana me llama Celia y me comenta que mire el fecebook del Cádiz C.F.; que ayer la llamaron para preguntar por Raúl… y la cuestión es que van a retomar la campaña de sensiblización para conseguir más donantes de médula.

De momento ya lo han colocado en el facebook oficial del equipo (aquí he puesto la imagen). Muchas gracias al Cádiz C.F. por acordarse de nosotros y por animar a los aficionados a que se solidaricen con esta causa.
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Sería como un sueño

Nuestro amigo Pepe se ha hecho las pruebas para comprobar si es el donante idóneo. Hoy ha ido a Cádiz donde le han extraído 4 tubos de sangre, que ha ido directamente a un recipiente especial. Ese recipiente salía para Jerez por mensajería para despegar a Houston (donde lo analizarán) porque sería para un hospital infantil de Texas.
Pepe está ilusionado, aunque ahora tiene que esperar si es el elegido de entre tres candidatos posibles (como le han explicado en Cádiz). También le han dicho que sería mediante aféresis, y le han indicado cómo se desarrolla todo el proceso.
Para mí sería como un sueño saber que un amigo nuestro ha donado médula y ha podido salvar la vida de una persona. Es duro decirlo, pero sería una de las cosas «positivas» que ha tenido el pasar por esta enfermedad (aunque hubiera preferido no tener que pasarla).
Así que vuelvo a animar a todos a hacerse donante de TODO lo que pueda… fijaros en mi amigo, la ilusión que tiene. Y a todos los que están esperando un donante; que no desesperen, que hay gente como Pepe por todos lados, y pronto aparecerá ese donante compatible.
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Sería como un sueño

Nuestro amigo Pepe se ha hecho las pruebas para comprobar si es el donante idóneo. Hoy ha ido a Cádiz donde le han extraído 4 tubos de sangre, que ha ido directamente a un recipiente especial. Ese recipiente salía para Jerez por mensajería para despegar a Houston (donde lo analizarán) porque sería para un hospital infantil de Texas.
Pepe está ilusionado, aunque ahora tiene que esperar si es el elegido de entre tres candidatos posibles (como le han explicado en Cádiz). También le han dicho que sería mediante aféresis, y le han indicado cómo se desarrolla todo el proceso.
Para mí sería como un sueño saber que un amigo nuestro ha donado médula y ha podido salvar la vida de una persona. Es duro decirlo, pero sería una de las cosas «positivas» que ha tenido el pasar por esta enfermedad (aunque hubiera preferido no tener que pasarla).
Así que vuelvo a animar a todos a hacerse donante de TODO lo que pueda… fijaros en mi amigo, la ilusión que tiene. Y a todos los que están esperando un donante; que no desesperen, que hay gente como Pepe por todos lados, y pronto aparecerá ese donante compatible.
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El jueves vamos a quirófano

Hoy Raúl ha ido al hospital de Cádiz para hacerse una ecocardiografía. Su explicación es que le han hecho lo mismo que le hacen a las mamás para ver si tiene un bebé en la barriga, pero en el corazón.
La cosa es que llaman a Marijose, cuando está en el hospital, y le indican que este jueves vamos a quirófano para retirarle el port-a-cath. Así que, al final, hoy le han sacado sangre y tenemos que ir a consulta el miércoles (no sabemos muy bien por qué, pero tenemos que ir).
Y el jueves a dar un gran paso; Raúl ya no tendrá nada extraño en su cuerpo, volverá a ser «un niño normal» (aunque yo creo que todos los niños son especiales). Empezamos a dejar muy atrás toda la enfermedad.
Por cierto, tiene el corazón perfecto… por lo visto algunas quimios pueden dejar unas toxinas en el corazón, y nos han dicho que si no las ha tenido ya, que pasado dos años ya no le saldrían. Lo dicho, que tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
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El jueves vamos a quirófano

Hoy Raúl ha ido al hospital de Cádiz para hacerse una ecocardiografía. Su explicación es que le han hecho lo mismo que le hacen a las mamás para ver si tiene un bebé en la barriga, pero en el corazón.
La cosa es que llaman a Marijose, cuando está en el hospital, y le indican que este jueves vamos a quirófano para retirarle el port-a-cath. Así que, al final, hoy le han sacado sangre y tenemos que ir a consulta el miércoles (no sabemos muy bien por qué, pero tenemos que ir).
Y el jueves a dar un gran paso; Raúl ya no tendrá nada extraño en su cuerpo, volverá a ser «un niño normal» (aunque yo creo que todos los niños son especiales). Empezamos a dejar muy atrás toda la enfermedad.
Por cierto, tiene el corazón perfecto… por lo visto algunas quimios pueden dejar unas toxinas en el corazón, y nos han dicho que si no las ha tenido ya, que pasado dos años ya no le saldrían. Lo dicho, que tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
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¿Más límites o más cariño?

Recientemente estuvimos con un grupo de amigos que también tenían niños pequeños, entre 2 y 4 años, y nos dio tiempo para hablar de muchas cosas. Por supuesto, salieron temas sobre la educación de los hijos e incluso el tema se desvió hacia adolescentes: uno de ellos nos contaba sobre un familiar que de pequeño había sido “un trasto”, y que llegada la adolescencia fue a peor y acabó en un reformatorio; en ese momento respondía otro con un “si es que hay que saber poner los límites a tiempo”; y yo pensaba en voz alta, sin reflexionarlo mucho: “¿hay que poner más límites o más cariño?”. Se quedaron sorprendidos, y seguido comenté que en muchos de los casos con problemas importantes de conducta (como los hijos que pegan a sus padres que vemos en “Hermano mayor”) se debe a que los chicos se han criado en un ambiente con escasez de afecto: padres separados, familias con problemas, maltrato en la pareja o hacia los hijos…


Es cierto que los niños necesitan límites para conocer el ámbito en que pueden moverse y que les da seguridad, pero también es muy importante establecer una relación de afecto, de apego, entre padres e hijos, y no sé si esto se da por supuesto o simplemente se obvia. Por eso, después de haberle dado alguna vuelta más al tema, me pregunto y os pregunto: ¿es más importante marcar unos límites claros que establecer una adecuada relación de apego?, ¿cuándo pueden surgir más problemas, cuando no se establecen los límites o cuando no se expresa suficientemente el cariño?


Mi opinión es que cuando se establece una relación muy cercana de cariño, poner límites es algo natural, no problemático; cuando la relación no es de apego seguro (ya sea que los padres no le han dado importancia o que no lo han conseguido, por causas propias o ajenas) establecer límites adecuados será una tarea compleja. Volviendo al principio, ante un problema de conducta en un chico adolescente o más mayor yo me preguntaría: ¿recibió el cariño suficiente? Entendiendo el cariño en un concepto amplio de recibir cuidados, atención, pasar tiempo juntos, disfrutar en familia, ser cariñosos con el lenguaje y también expresarlo con el contacto físico.

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¿Más límites o más cariño?

Recientemente estuvimos con un grupo de amigos que también tenían niños pequeños, entre 2 y 4 años, y nos dio tiempo para hablar de muchas cosas. Por supuesto, salieron temas sobre la educación de los hijos e incluso el tema se desvió hacia adolescentes: uno de ellos nos contaba sobre un familiar que de pequeño había sido “un trasto”, y que llegada la adolescencia fue a peor y acabó en un reformatorio; en ese momento respondía otro con un “si es que hay que saber poner los límites a tiempo”; y yo pensaba en voz alta, sin reflexionarlo mucho: “¿hay que poner más límites o más cariño?”. Se quedaron sorprendidos, y seguido comenté que en muchos de los casos con problemas importantes de conducta (como los hijos que pegan a sus padres que vemos en “Hermano mayor”) se debe a que los chicos se han criado en un ambiente con escasez de afecto: padres separados, familias con problemas, maltrato en la pareja o hacia los hijos…


Es cierto que los niños necesitan límites para conocer el ámbito en que pueden moverse y que les da seguridad, pero también es muy importante establecer una relación de afecto, de apego, entre padres e hijos, y no sé si esto se da por supuesto o simplemente se obvia. Por eso, después de haberle dado alguna vuelta más al tema, me pregunto y os pregunto: ¿es más importante marcar unos límites claros que establecer una adecuada relación de apego?, ¿cuándo pueden surgir más problemas, cuando no se establecen los límites o cuando no se expresa suficientemente el cariño?


Mi opinión es que cuando se establece una relación muy cercana de cariño, poner límites es algo natural, no problemático; cuando la relación no es de apego seguro (ya sea que los padres no le han dado importancia o que no lo han conseguido, por causas propias o ajenas) establecer límites adecuados será una tarea compleja. Volviendo al principio, ante un problema de conducta en un chico adolescente o más mayor yo me preguntaría: ¿recibió el cariño suficiente? Entendiendo el cariño en un concepto amplio de recibir cuidados, atención, pasar tiempo juntos, disfrutar en familia, ser cariñosos con el lenguaje y también expresarlo con el contacto físico.

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En Ávila, en el VI Congreso IHAN de lactancia materna

Sólo paso por el blog para explicar que estoy en Ávila, donde acaba de finalizar el VI Congreso IHAN de lactancia materna. Han sido 3 días intensos, con muchas ponencias interesantes y con poco tiempo para hacer otra cosa que hablar de leches, madres, tetas y bebés.

He podido hablar con gente importante y entendida en la materia como Luis Ruiz, Carlos González y José María Paricio, he compartido tiempo y ratos con Eulàlia Torras, de los grupos de Alba Lactància Materna y he entrevistado tanto a Luis Ruiz como a Rosa Jové en vídeo, para publicarlos próximamente en Bebés y más.

Vamos, que he aprovechado el tiempo tanto como he podido. Además he conocido a gente majísima como Susana, de Amamanta o Eloísa, de Una maternidad diferente, entre otras, que no demasiadas, porque soy un tío, como dice Pedro Guerra, «bastante p’adentro».

Como curiosidad explicar que me lo he costeado yo todo, todito y que en el trabajo me ha quedado la sensación de que no me entendían… Digamos que allí acuden a los congresos si alguien se lo paga y, cuando digo alguien, me refiero a la industria de leche artificial o a las de los medicamentos. Así que, cuando dije que iba me preguntaron: «¿y quién te lo paga?». Y al responder «yo», se quedaron bastante asombradas por no haber intentado que alguien me lo costeara. En fin…

PS: Esta tarde, en un rato, llegan a Madrid Miriam y los niños. Abrazaco que les voy a meter después de 3 días sin verlos. Mañana, a la Warner, ya veis, rico que es uno que a pesar de que le bajen el 5% sigue teniendo dinero para estas cosas (en detrimento de muchas otras, ojo), que estoy cobrando sólo un poquito más que una cajera del Mercadona (sin minusvalorar el trabajo que realizan, Dios me libre).

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En Ávila, en el VI Congreso IHAN de lactancia materna

Sólo paso por el blog para explicar que estoy en Ávila, donde acaba de finalizar el VI Congreso IHAN de lactancia materna. Han sido 3 días intensos, con muchas ponencias interesantes y con poco tiempo para hacer otra cosa que hablar de leches, madres, tetas y bebés.

He podido hablar con gente importante y entendida en la materia como Luis Ruiz, Carlos González y José María Paricio, he compartido tiempo y ratos con Eulàlia Torras, de los grupos de Alba Lactància Materna y he entrevistado tanto a Luis Ruiz como a Rosa Jové en vídeo, para publicarlos próximamente en Bebés y más.

Vamos, que he aprovechado el tiempo tanto como he podido. Además he conocido a gente majísima como Susana, de Amamanta o Eloísa, de Una maternidad diferente, entre otras, que no demasiadas, porque soy un tío, como dice Pedro Guerra, «bastante p’adentro».

Como curiosidad explicar que me lo he costeado yo todo, todito y que en el trabajo me ha quedado la sensación de que no me entendían… Digamos que allí acuden a los congresos si alguien se lo paga y, cuando digo alguien, me refiero a la industria de leche artificial o a las de los medicamentos. Así que, cuando dije que iba me preguntaron: «¿y quién te lo paga?». Y al responder «yo», se quedaron bastante asombradas por no haber intentado que alguien me lo costeara. En fin…

PS: Esta tarde, en un rato, llegan a Madrid Miriam y los niños. Abrazaco que les voy a meter después de 3 días sin verlos. Mañana, a la Warner, ya veis, rico que es uno que a pesar de que le bajen el 5% sigue teniendo dinero para estas cosas (en detrimento de muchas otras, ojo), que estoy cobrando sólo un poquito más que una cajera del Mercadona (sin minusvalorar el trabajo que realizan, Dios me libre).

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Hoy es mi día

Hoy hace dos años que le transfundieron a Raúl su nueva médula. Ya han pasado dos años. Cuando se ha levantado su madre le dice: «¡felicidades Raúl!, ¡hoy es tu cumple!»; y él ni corto ni perezoso, le dice si le puede comprar el reloj de Ben 10.
Le explicamos que es que hace dos años de su nueva médula, y se nos queda mirando como pensando… ¿qué le pasa a esta gente?. El solo piensa en quitarse el port-a-cath. Es su única relación con la enfermedad.
Hoy también la Fundación Carreras inaugura una sección en su página web; y tenemos el placer y el honor de haber sido elegidos para inaugurarla (cuando nos llamó Raissa no dudamos en decir que si). Se trata de un espacio para felicitar, contar una experiencia importante, dar una sorpresa… y además siendo solidario; ya que para que aparezca en la web habría que hacer un pequeño donativo. Nosotros no hemos tenido que aportar nada, pero seguro que encontramos días para celebrar y compartirlos en la web de la Fundación.
De momento vamos a seguir disfrutando del día de hoy. Porque hoy es el día de Raúl.

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Hoy es mi día

Hoy hace dos años que le transfundieron a Raúl su nueva médula. Ya han pasado dos años. Cuando se ha levantado su madre le dice: «¡felicidades Raúl!, ¡hoy es tu cumple!»; y él ni corto ni perezoso, le dice si le puede comprar el reloj de Ben 10.
Le explicamos que es que hace dos años de su nueva médula, y se nos queda mirando como pensando… ¿qué le pasa a esta gente?. El solo piensa en quitarse el port-a-cath. Es su única relación con la enfermedad.
Hoy también la Fundación Carreras inaugura una sección en su página web; y tenemos el placer y el honor de haber sido elegidos para inaugurarla (cuando nos llamó Raissa no dudamos en decir que si). Se trata de un espacio para felicitar, contar una experiencia importante, dar una sorpresa… y además siendo solidario; ya que para que aparezca en la web habría que hacer un pequeño donativo. Nosotros no hemos tenido que aportar nada, pero seguro que encontramos días para celebrar y compartirlos en la web de la Fundación.
De momento vamos a seguir disfrutando del día de hoy. Porque hoy es el día de Raúl.

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Un posible donante

Acabo de llegar a casa, Marijose me cuenta que Ani, una amiga suya, ha llamado por teléfono porque su marido quería hablar con ella. Cuando se pone Pepe, el marido de esta amiga, le dice que tiene que darle una noticia. Marijose se alerta y le pregunta ¿buena o mala?… Buena.
Le dice que el lunes tiene que estar en el hospital de Cádiz para realizarle pruebas, porque es un posible donante. Le comentaba a Marijose que sentía ilusión; que eso era como si le hubiese tocado la lotería, que sabía que era muy difícil ser compatible con alguien.
Es una gran noticia; muchos de nuestros amigos se hicieron donante a raíz de que Raúl enfermara; y quiera que no, esto es fruto de eso. Como siempre, hay que intentar ver el lado positivo de todo.
Quizás, indirectamente, Raúl está ayudando a salvar una vida. Y, por supuesto, Pepe es un afortunado… ahora mismo te aseguro que te envidio amigo.
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Un posible donante

Acabo de llegar a casa, Marijose me cuenta que Ani, una amiga suya, ha llamado por teléfono porque su marido quería hablar con ella. Cuando se pone Pepe, el marido de esta amiga, le dice que tiene que darle una noticia. Marijose se alerta y le pregunta ¿buena o mala?… Buena.
Le dice que el lunes tiene que estar en el hospital de Cádiz para realizarle pruebas, porque es un posible donante. Le comentaba a Marijose que sentía ilusión; que eso era como si le hubiese tocado la lotería, que sabía que era muy difícil ser compatible con alguien.
Es una gran noticia; muchos de nuestros amigos se hicieron donante a raíz de que Raúl enfermara; y quiera que no, esto es fruto de eso. Como siempre, hay que intentar ver el lado positivo de todo.
Quizás, indirectamente, Raúl está ayudando a salvar una vida. Y, por supuesto, Pepe es un afortunado… ahora mismo te aseguro que te envidio amigo.
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Nuestro primer cumpleblog

Hoy queremos celebrar con todos que hace ya un año que comenzamos con este blog, así que he vuelto a leer nuestra presentación de entonces y puedo decir que suscribo todo lo que decíamos: también este segundo año de Sara lo hemos disfrutado mucho y hemos seguido creciendo juntos.


Entre el primer y el segundo año de un niño se producen importantes cambios, entre los que podemos destacar dos logros: aprender a andar, lo que les da libertad de movimientos, y aprender a hablar, lo que les permite comunicarse. Y junto al desarrollo de Sara, pensamos que también nosotros hemos seguido aprendiendo con ella.


Por eso tenemos muchas ganas de compartir los sentimientos, a veces tan extremos, que se experimentan con la paternidad: ilusión, cariño, dudas, miedo, sorpresa, expectación, paciencia…


También queremos sumarnos a la revolución, romper tópicos, buscar nuestros instintos, escuchar nuestros sentimientos y vivir, compartir y dar a conocer otra forma de crianza a la “formalmente establecida”, a la que vemos en la televisión: ¡otra crianza es posible!

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Nuestro primer cumpleblog

Hoy queremos celebrar con todos que hace ya un año que comenzamos con este blog, así que he vuelto a leer nuestra presentación de entonces y puedo decir que suscribo todo lo que decíamos: también este segundo año de Sara lo hemos disfrutado mucho y hemos seguido creciendo juntos.


Entre el primer y el segundo año de un niño se producen importantes cambios, entre los que podemos destacar dos logros: aprender a andar, lo que les da libertad de movimientos, y aprender a hablar, lo que les permite comunicarse. Y junto al desarrollo de Sara, pensamos que también nosotros hemos seguido aprendiendo con ella.


Por eso tenemos muchas ganas de compartir los sentimientos, a veces tan extremos, que se experimentan con la paternidad: ilusión, cariño, dudas, miedo, sorpresa, expectación, paciencia…


También queremos sumarnos a la revolución, romper tópicos, buscar nuestros instintos, escuchar nuestros sentimientos y vivir, compartir y dar a conocer otra forma de crianza a la “formalmente establecida”, a la que vemos en la televisión: ¡otra crianza es posible!

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Las infusiones pueden ser peligrosas para los bebés (I)

La típica frase que dice que el cuerpo humano es una máquina perfecta hace tiempo que pasó a la historia. Estamos asistiendo en la actualidad a un fenómeno de “hipermedicación” en que cualquier variante de la normalidad se considera como un error o enfermedad a subsanar y este problema está afectando también a los niños (ya que son medicados por los padres).

En la intención de dar a los pequeños un tratamiento lo más sano posible muchas madres y padres ofrecen a sus hijos infusiones o preparados que muchas veces se venden con la garantía de ser un producto natural, como si la coletilla “natural” significara “exento de efectos secundarios”.

La realidad es que las infusiones de hierbas son más peligrosas de lo que parece y por tanto no deberían darse a los niños enfermos, y mucho menos a los sanos (la mayoría de los que las reciben).

Los bebés son más pequeños

Los bebés son más vulnerables que los adultos ante la toma de cualquier medicación dado su menor tamaño y las dosis deben ser calculadas en base a su peso, para evitar intoxicaciones.

Las infusiones de hierbas no dejan de ser tratamientos que pueden tener efectos secundarios ya que la mayoría contienen principios farmacológicamente activos y por lo tanto pueden provocar intoxicaciones según la cantidad administrada.

Si tenemos en cuenta también que la composición de las infusiones o preparados no está estandarizada, el peligro aumenta, pues un sobre de la infusión A puede provocar mayor efecto que un sobre de la infusión B.

No hay datos sobre su seguridad

Se calcula que alrededor del 80% de los medicamentos que actualmente se administran a los niños no han sido estudiados con ellos(básicamente por una cuestión ética… ¿quién dejaría que se hicieran pruebas médicas con su hijo?).

Si no se han realizado pruebas con la mayoría de medicamentos y por lo tanto se administran en base a suposiciones, con el riesgo que ello conlleva, menos seguridad hay todavía en los posibles efectos que puedan provocar las infusiones, que tampoco han sido estudiadas y cuya dosificación no está descrita.

Pueden ser tóxicas

Algunas plantas contienen productos tóxicos y si se toman en cantidad o tiempo suficiente podrían dañar al bebé.

Estamos hablando de alfalfa, amapola, anís estrellado (retirado del mercado español), anís verde, artemisa, boj, boldo, caulofilo, cornezuelo, efedra, eucalipto, fucus, hinojo, hisopo, kava (retirado del mercado español), nuez moscada o salvia.

Muchas infusiones contienen taninos y otros compuestos que ligan el hierro y otros minerales, disminuyendo su biodisponibilidad (o sea, evitando que el bebé lo absorba correctamente). Es el caso, por ejemplo, de la manzanilla, el té verde y otros tipos de tes.

El anís, el hinojo y el comino actúan según su principio activo anetol, un depresor neurológico que produce, según la dosis, somnolencia, convulsiones y coma. Por desgracia existen muchos casos de niños intoxicados con estas hierbas (sobretodo por el anís estrellado).

Azúcar y agua: mejor no

Otro factor a tener en cuenta es el azúcar con que se suelen preparar. El azúcar aumenta el riesgo de obesidad y caries y predispone a los niños al sabor dulce, dificultando más adelante la aceptación de otros sabores.

Las infusiones, además, no tienen ningún valor alimenticio, por lo que no sustituye nutricionalmente a ningún otro alimento. Si el que la toma es un bebé lactante la sustitución de leche por una infusión (agua+hierbas) es todavía más grave, pues estará llenando el estómago de líquido cuando podría haber recibido una toma de leche, mucho más nutritiva.

Un punto y aparte merecen las infusiones instantáneas para bebés, que vienen en latas para ser preparadas con agua. En unos días os hablo de ellas.

Más información: Guía de Lactancia Materna para profesionales de la AEP (pág. 402), IHAN (pág. 21), Lactancia y Pediatría La Plata

Publicado originalmente en Bebés y más.

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Las infusiones pueden ser peligrosas para los bebés (I)

La típica frase que dice que el cuerpo humano es una máquina perfecta hace tiempo que pasó a la historia. Estamos asistiendo en la actualidad a un fenómeno de “hipermedicación” en que cualquier variante de la normalidad se considera como un error o enfermedad a subsanar y este problema está afectando también a los niños (ya que son medicados por los padres).

En la intención de dar a los pequeños un tratamiento lo más sano posible muchas madres y padres ofrecen a sus hijos infusiones o preparados que muchas veces se venden con la garantía de ser un producto natural, como si la coletilla “natural” significara “exento de efectos secundarios”.

La realidad es que las infusiones de hierbas son más peligrosas de lo que parece y por tanto no deberían darse a los niños enfermos, y mucho menos a los sanos (la mayoría de los que las reciben).

Los bebés son más pequeños

Los bebés son más vulnerables que los adultos ante la toma de cualquier medicación dado su menor tamaño y las dosis deben ser calculadas en base a su peso, para evitar intoxicaciones.

Las infusiones de hierbas no dejan de ser tratamientos que pueden tener efectos secundarios ya que la mayoría contienen principios farmacológicamente activos y por lo tanto pueden provocar intoxicaciones según la cantidad administrada.

Si tenemos en cuenta también que la composición de las infusiones o preparados no está estandarizada, el peligro aumenta, pues un sobre de la infusión A puede provocar mayor efecto que un sobre de la infusión B.

No hay datos sobre su seguridad

Se calcula que alrededor del 80% de los medicamentos que actualmente se administran a los niños no han sido estudiados con ellos(básicamente por una cuestión ética… ¿quién dejaría que se hicieran pruebas médicas con su hijo?).

Si no se han realizado pruebas con la mayoría de medicamentos y por lo tanto se administran en base a suposiciones, con el riesgo que ello conlleva, menos seguridad hay todavía en los posibles efectos que puedan provocar las infusiones, que tampoco han sido estudiadas y cuya dosificación no está descrita.

Pueden ser tóxicas

Algunas plantas contienen productos tóxicos y si se toman en cantidad o tiempo suficiente podrían dañar al bebé.

Estamos hablando de alfalfa, amapola, anís estrellado (retirado del mercado español), anís verde, artemisa, boj, boldo, caulofilo, cornezuelo, efedra, eucalipto, fucus, hinojo, hisopo, kava (retirado del mercado español), nuez moscada o salvia.

Muchas infusiones contienen taninos y otros compuestos que ligan el hierro y otros minerales, disminuyendo su biodisponibilidad (o sea, evitando que el bebé lo absorba correctamente). Es el caso, por ejemplo, de la manzanilla, el té verde y otros tipos de tes.

El anís, el hinojo y el comino actúan según su principio activo anetol, un depresor neurológico que produce, según la dosis, somnolencia, convulsiones y coma. Por desgracia existen muchos casos de niños intoxicados con estas hierbas (sobretodo por el anís estrellado).

Azúcar y agua: mejor no

Otro factor a tener en cuenta es el azúcar con que se suelen preparar. El azúcar aumenta el riesgo de obesidad y caries y predispone a los niños al sabor dulce, dificultando más adelante la aceptación de otros sabores.

Las infusiones, además, no tienen ningún valor alimenticio, por lo que no sustituye nutricionalmente a ningún otro alimento. Si el que la toma es un bebé lactante la sustitución de leche por una infusión (agua+hierbas) es todavía más grave, pues estará llenando el estómago de líquido cuando podría haber recibido una toma de leche, mucho más nutritiva.

Un punto y aparte merecen las infusiones instantáneas para bebés, que vienen en latas para ser preparadas con agua. En unos días os hablo de ellas.

Más información: Guía de Lactancia Materna para profesionales de la AEP (pág. 402), IHAN (pág. 21), Lactancia y Pediatría La Plata

Publicado originalmente en Bebés y más.

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10 cosas que hemos aprendido de nuestra hija

«10 cosas que he aprendido de mi hijo es un carnaval de blogs cuyo propósito es hacernos reflexionar, compartir, reír, emocionarnos y facilitarnos una mirada en retrospectiva acerca de cuánto hemos aprendido desde que emprendimos el camino de la maternidad/paternidad.»


10 cosas que he aprendido de mi hijo

Con 2 años que tiene ya Sara, son muchos los cambios que hemos visto en nuestra vida y en nosotros, y ha sido muy intenso el aprendizaje. Ya que mi mujer y yo compartimos el blog, hemos querido también pensar la lista entre los dos, y este es el resultado. Hemos aprendido:


  1. A valorar más a nuestros padres y a quererlos más. Ahora entendemos mejor todo el tiempo, trabajo y cariño que se dedica a un hijo, y nos hace más dichosos y agradecidos de lo que hicieron nuestros padres por nosotros.

  2. A confiar más en nuestras posibilidades, habilidades e instintos. Hemos descubierto que somos capaces de hacer muchas cosas que antes nos parecían muy difíciles, casi inalcanzables. Ahora nos sentimos más válidos, y nos atrevemos a hacer lo que sentimos, aunque no sea lo que haga la mayoría.

  3. Que la vida comienza mucho antes del nacimiento, y que a los niños se les quiere y se les cuida desde el momento de su concepción.

  4. A entregarnos en cuerpo y alma sin esperar nada a cambio. Aunque el amor de pareja también conlleva la entrega, la relación de dependencia con un hijo le da un sentido distinto.

  5. Que los bebés son mucho más fuertes de lo que nos creemos y el instinto de supervivencia es muy grande desde el primer momento.

  6. A expresar lo bien que lo hacen los demás con más frecuencia. A decir te quiero más veces.

  7. A querer más a mi pareja por el regalo que me ha hecho de ser padres juntos.

  8. A tener más cuidado con el lenguaje: hablando en positivo, expresando los sentimientos, profundizando con lo que decimos…

  9. A entender mejor a los niños, a conocer sus sentimientos, a comprender sus necesidades y sus quejas. A darles afecto y mostrarlo con el contacto.

  10. A dejarla crecer, acompañarla en su desarrollo, en sus descubrimientos, en sus pequeños logros y, con todo esto, a crecer en familia y como familia.

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10 cosas que hemos aprendido de nuestra hija

«10 cosas que he aprendido de mi hijo es un carnaval de blogs cuyo propósito es hacernos reflexionar, compartir, reír, emocionarnos y facilitarnos una mirada en retrospectiva acerca de cuánto hemos aprendido desde que emprendimos el camino de la maternidad/paternidad.»


10 cosas que he aprendido de mi hijo

Con 2 años que tiene ya Sara, son muchos los cambios que hemos visto en nuestra vida y en nosotros, y ha sido muy intenso el aprendizaje. Ya que mi mujer y yo compartimos el blog, hemos querido también pensar la lista entre los dos, y este es el resultado. Hemos aprendido:


  1. A valorar más a nuestros padres y a quererlos más. Ahora entendemos mejor todo el tiempo, trabajo y cariño que se dedica a un hijo, y nos hace más dichosos y agradecidos de lo que hicieron nuestros padres por nosotros.

  2. A confiar más en nuestras posibilidades, habilidades e instintos. Hemos descubierto que somos capaces de hacer muchas cosas que antes nos parecían muy difíciles, casi inalcanzables. Ahora nos sentimos más válidos, y nos atrevemos a hacer lo que sentimos, aunque no sea lo que haga la mayoría.

  3. Que la vida comienza mucho antes del nacimiento, y que a los niños se les quiere y se les cuida desde el momento de su concepción.

  4. A entregarnos en cuerpo y alma sin esperar nada a cambio. Aunque el amor de pareja también conlleva la entrega, la relación de dependencia con un hijo le da un sentido distinto.

  5. Que los bebés son mucho más fuertes de lo que nos creemos y el instinto de supervivencia es muy grande desde el primer momento.

  6. A expresar lo bien que lo hacen los demás con más frecuencia. A decir te quiero más veces.

  7. A querer más a mi pareja por el regalo que me ha hecho de ser padres juntos.

  8. A tener más cuidado con el lenguaje: hablando en positivo, expresando los sentimientos, profundizando con lo que decimos…

  9. A entender mejor a los niños, a conocer sus sentimientos, a comprender sus necesidades y sus quejas. A darles afecto y mostrarlo con el contacto.

  10. A dejarla crecer, acompañarla en su desarrollo, en sus descubrimientos, en sus pequeños logros y, con todo esto, a crecer en familia y como familia.

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Para la primavera

Hoy queremos compartir públicamente una noticia que los que nos conocéis seguro ya sabéis: ¡ESTAMOS EMBARAZADOS! Vale, ya sé que no es novedad, porque nos quedan sólo un par de meses, pero es que ahora lo vemos muy cercano y nos apetecía ponerlo en el blog. Estamos encantados esperando a la que “parece” una hermanita para Sara, aunque también un poco asustados, porque ya conocemos lo que nos espera en los próximos meses.


Con la noticia, me venía a la memoria el comentario que me hizo mi tío, que ha vivido en el campo y ha criado caballos y otros animales, cuando les anunciábamos que esperábamos en bebé para mayo: “¡qué bien, para la primavera, como los animales!” Y como me quedé un poco perplejo y le pregunté algo más, me explicaba que es el tiempo más favorable para la supervivencia, y que muchos animales parían en esa estación.

Después lo estuve pensando, es verdad que es un tiempo favorable, pero actualmente las parejas planifican (o lo intentan) el periodo o el mes de nacimiento de sus hijos, así que no sabemos si pasaría lo mismo con la especie humana.


Y esta reflexión la quería traer aquí, por una parte porque veo que efectivamente los bebés que nacen en invierno lo tienen más difícil para salir a la calle (menos vitamina D) y pasan peor la temporada de mocos, pero tampoco veo fácil elegir el mes (o la estación) de nacimiento de nuestros hijos, ni tengo claro si “lo natural” sería de verdad que nacieran la mayoría en primavera.


¿Qué os parece? ¿Se está exagerando con la “elección” de las fechas de los nacimientos? ¿Hay factores sociales que presionan para que esto se produzca? ¿Y se acierta? ¿Es ir contra la naturaleza o es parte de nuestra naturaleza?


Nosotros conocemos ahora varios casos de parejas que están teniendo problemas para embarazarse, una vez que han tomado una opción clara, así que opino que la opción de retrasar o programar los nacimientos hay que tenerla también muy clara. Esto nos debe servir para ser conscientes de que tener hijos es un gran motivo de alegría, y como tal lo vivimos nosotros.

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Para la primavera

Hoy queremos compartir públicamente una noticia que los que nos conocéis seguro ya sabéis: ¡ESTAMOS EMBARAZADOS! Vale, ya sé que no es novedad, porque nos quedan sólo un par de meses, pero es que ahora lo vemos muy cercano y nos apetecía ponerlo en el blog. Estamos encantados esperando a la que “parece” una hermanita para Sara, aunque también un poco asustados, porque ya conocemos lo que nos espera en los próximos meses.


Con la noticia, me venía a la memoria el comentario que me hizo mi tío, que ha vivido en el campo y ha criado caballos y otros animales, cuando les anunciábamos que esperábamos en bebé para mayo: “¡qué bien, para la primavera, como los animales!” Y como me quedé un poco perplejo y le pregunté algo más, me explicaba que es el tiempo más favorable para la supervivencia, y que muchos animales parían en esa estación.

Después lo estuve pensando, es verdad que es un tiempo favorable, pero actualmente las parejas planifican (o lo intentan) el periodo o el mes de nacimiento de sus hijos, así que no sabemos si pasaría lo mismo con la especie humana.


Y esta reflexión la quería traer aquí, por una parte porque veo que efectivamente los bebés que nacen en invierno lo tienen más difícil para salir a la calle (menos vitamina D) y pasan peor la temporada de mocos, pero tampoco veo fácil elegir el mes (o la estación) de nacimiento de nuestros hijos, ni tengo claro si “lo natural” sería de verdad que nacieran la mayoría en primavera.


¿Qué os parece? ¿Se está exagerando con la “elección” de las fechas de los nacimientos? ¿Hay factores sociales que presionan para que esto se produzca? ¿Y se acierta? ¿Es ir contra la naturaleza o es parte de nuestra naturaleza?


Nosotros conocemos ahora varios casos de parejas que están teniendo problemas para embarazarse, una vez que han tomado una opción clara, así que opino que la opción de retrasar o programar los nacimientos hay que tenerla también muy clara. Esto nos debe servir para ser conscientes de que tener hijos es un gran motivo de alegría, y como tal lo vivimos nosotros.

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Al ir al médico hay que decir siempre la verdad

Las visitas al pediatra o a la enfermera suelen ser motivo de angustia y de rechazo por parte de los niños. Para que lo lleven lo mejor posible se recomienda decirles siempre la verdad.

Cuando son bebés no hay mucho problema, pues van donde les lleven sin rechistar, pero a la que empiezan a entendernos aparecen las primeras reticencias a la hora de acudir al médico.

Sobre la actuación de los profesionales con los niños hay mucho que debatir y probablemente mucho a mejorar (el trato, las miradas, el tacto,…), quizás otro día hable de ello, si a alguien le interesa.

Sin embargo hay otras cosas que pasan en la consulta que no se pueden cambiar demasiado, es lo que hay:

  • No se puede ver la garganta sin el depresor o “palito” que tantas arcadas provoca (a menos que el niño esté entrenado y sepa abrir la boca y bajar la garganta, pero esto sólo lo saben hacer algunos niños mayorcitos).
  • No se puede poner una vacuna sin pinchar.
  • No se puede sacar sangre sin una aguja.
  • No se puede suturar una herida sin una aguja y un hilo.

Ante estos eventos y dado que los padres solemos estar siempre informados de lo que les van a hacer a nuestros pequeños debemos decirles siempre la verdad: dónde vamos y a qué vamos (con un poco de tacto, claro).

Muchas madres y padres engañan a sus hijos diciéndoles que van a otro sitio, que van al médico pero que a ellos no les visitará, que van al médico pero que no les pinchará, etc.

Sin ir más lejos, hace unos días entraba una mamá con su hija de 4 años para hacerle una extracción de sangre y ante el llanto de la pequeña la madre le dijo: “No llores, tranquila, que no te van a pinchar”. Un minuto después la niña tenía clavada una aguja sacándole sangre.

¿Qué sentido puede tener para una niña que su madre le diga y le repita que puede estar tranquila, que no le van a pinchar, si acto seguido se lo van a hacer? ¿A qué nivel puede quedar la confianza de la pequeña hacia las palabras de su madre?

Lo más lógico es que cada vez que acuda al médico, aunque su madre le diga que no le van a pinchar, la niña crea que sí le van a pinchar, desconfiando de su madre y temiendo a las personas vestidas de blanco.

Quizás por esto mismo hay tantos adultos hoy en día con fobia a las agujas y jeringas (quizás no).

Lo ideal es decirles siempre la verdad. No hace falta entrar en demasiados detalles, sino adaptar lo que sucederá a su capacidad de entendimiento.

Si un día toca un pinchazo o algo desagradable y se lo comunicamos así, el niño va avisado y se dará cuenta, al confirmarse las palabras de la madre, de que ha sido sincera.

Si un día la visita es más bien de rutina y no va a haber ningún procedimiento doloroso, les decimos que no le van a hacer ningún daño y se dan cuenta que es cierto, el círculo se cierra y acaban comprendiendo que pueden confiar en mamá.

Publicado originalmente en Bebés y más.

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Al ir al médico hay que decir siempre la verdad

Las visitas al pediatra o a la enfermera suelen ser motivo de angustia y de rechazo por parte de los niños. Para que lo lleven lo mejor posible se recomienda decirles siempre la verdad.

Cuando son bebés no hay mucho problema, pues van donde les lleven sin rechistar, pero a la que empiezan a entendernos aparecen las primeras reticencias a la hora de acudir al médico.

Sobre la actuación de los profesionales con los niños hay mucho que debatir y probablemente mucho a mejorar (el trato, las miradas, el tacto,…), quizás otro día hable de ello, si a alguien le interesa.

Sin embargo hay otras cosas que pasan en la consulta que no se pueden cambiar demasiado, es lo que hay:

  • No se puede ver la garganta sin el depresor o “palito” que tantas arcadas provoca (a menos que el niño esté entrenado y sepa abrir la boca y bajar la garganta, pero esto sólo lo saben hacer algunos niños mayorcitos).
  • No se puede poner una vacuna sin pinchar.
  • No se puede sacar sangre sin una aguja.
  • No se puede suturar una herida sin una aguja y un hilo.

Ante estos eventos y dado que los padres solemos estar siempre informados de lo que les van a hacer a nuestros pequeños debemos decirles siempre la verdad: dónde vamos y a qué vamos (con un poco de tacto, claro).

Muchas madres y padres engañan a sus hijos diciéndoles que van a otro sitio, que van al médico pero que a ellos no les visitará, que van al médico pero que no les pinchará, etc.

Sin ir más lejos, hace unos días entraba una mamá con su hija de 4 años para hacerle una extracción de sangre y ante el llanto de la pequeña la madre le dijo: “No llores, tranquila, que no te van a pinchar”. Un minuto después la niña tenía clavada una aguja sacándole sangre.

¿Qué sentido puede tener para una niña que su madre le diga y le repita que puede estar tranquila, que no le van a pinchar, si acto seguido se lo van a hacer? ¿A qué nivel puede quedar la confianza de la pequeña hacia las palabras de su madre?

Lo más lógico es que cada vez que acuda al médico, aunque su madre le diga que no le van a pinchar, la niña crea que sí le van a pinchar, desconfiando de su madre y temiendo a las personas vestidas de blanco.

Quizás por esto mismo hay tantos adultos hoy en día con fobia a las agujas y jeringas (quizás no).

Lo ideal es decirles siempre la verdad. No hace falta entrar en demasiados detalles, sino adaptar lo que sucederá a su capacidad de entendimiento.

Si un día toca un pinchazo o algo desagradable y se lo comunicamos así, el niño va avisado y se dará cuenta, al confirmarse las palabras de la madre, de que ha sido sincera.

Si un día la visita es más bien de rutina y no va a haber ningún procedimiento doloroso, les decimos que no le van a hacer ningún daño y se dan cuenta que es cierto, el círculo se cierra y acaban comprendiendo que pueden confiar en mamá.

Publicado originalmente en Bebés y más.

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Propuestas de juegos de mesa para niños pequeños

(continuación de Listas de juegos de mesa)

Por último, quería proponer y comentar juegos apropiados para cada edad, algunos por haber jugado y otros simplemente de oídas. Entre paréntesis indico la posición que ocupa actualmente en el ranking de la categoría “Juegos de niños”, más como curiosidad que por el valor que quiera darle:

A partir de 2 años: Memory (347)
Número de jugadores: 2-6
Tiempo de partida: 30 minutos

Es el clásico juego de encontrar las parejas entre las fichas que están boca acabo, muy interesante para el desarrollo de la atención y la memoria. Quizás alguien piense que es un poco pronto para jugar en serio a este juego, pero creo que los 2 años es un buen momento para ir descubriéndolo y familiarizándose con él, sin llegar a competir. De momento a Sara, con 23 meses, le gusta reconocer las figuras de las fichas, le gusta el tacto de madera y el ruido al chocarlas, y empieza a entender la mecánica con una pequeña variación: le coloco 4 parejas vueltas hacia arriba y les voy dando la vuelta una a una mostrándole donde están; cuando todas quedan cubiertas, le pregunto dónde están los … y ella intenta recordarlos y va volviendo las fichas hasta encontrar la pareja. Cuando sólo queda una pareja, le pregunto cuál es la que falta, y muchas veces la acierta.

A partir de 3 años: Cocoricó-cocorocó (Chicken Cha Cha Cha) (14)
Número de jugadores: 2-4
Tiempo de partida: 20 minutos

A este no he tenido el gusto de jugar, pero por lo que cuentan es una evolución del juego anterior. En realidad, sigue siendo una edad en la que los juegos les tienen que entrar por los ojos, y este parece suficientemente atractivo para ir desarrollando la afición por estos.

A partir de 4 años: Viva topo! (8)
Número de jugadores: 2-4
Tiempo de partida: 20 minutos

Para jugar con niños de 4 años, e incluso más pequeños, podemos encontrar ya juegos muy interesantes. De nuevo este juego llama la atención por su colorido y sus cuidadas figuras; además, este juego introduce la estrategia dentro de su dinámica (los ratones, huyendo del gato, tienen que decidir si conformarse con un queso pequeño o arriesgar por conseguir uno más grande). Mi sobrino de 5 años y medio nos ganó una de las dos partidas que jugamos recientemente, y os aseguro que no me dejé, sino que me confié después de haberle ganado la primera.

A partir de 4 años y medio: Monza (49)
Número de jugadores: 2-6
Tiempo de partida: 10 minutos

He querido incluir este juego tras haber leído buenas reseñas sobre él. Es un juego de carreras cuya sencilla mecánica son los dados y la estrategia elegida para el movimiento; además, es una versión para niños del conocido juego Formula Dé. Dicen que por la temática es más atractivo para los chicos (y sus padres :-D).

A partir de 5 años: Caballeros del castillo (Castle Knights) (22)
Número de jugadores: 2-4
Tiempo de partida: 10 minutos

Me llamó mucho la atención cuando conocido este particular juego. Es un juego cooperativo de destreza que requiere que los jugadores del mismo equipo hagan por entenderse, dado que utilizarán una goma que se estira con 4 correas, manejadas por 2, 3 ó 4 jugadores. Lejos de ser el clásico juego para echar la tarde, es más bien un juego pensado para tiempos cortos.
Y vosotros, ¿a qué jugáis con vuestros hijos? ¿tenéis algún juego interesante que queráis comentar?
Pues nada más, ¡a jugaaaaaaaaar!
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Propuestas de juegos de mesa para niños pequeños

(continuación de Listas de juegos de mesa)

Por último, quería proponer y comentar juegos apropiados para cada edad, algunos por haber jugado y otros simplemente de oídas. Entre paréntesis indico la posición que ocupa actualmente en el ranking de la categoría “Juegos de niños”, más como curiosidad que por el valor que quiera darle:

A partir de 2 años: Memory (347)
Número de jugadores: 2-6
Tiempo de partida: 30 minutos

Es el clásico juego de encontrar las parejas entre las fichas que están boca acabo, muy interesante para el desarrollo de la atención y la memoria. Quizás alguien piense que es un poco pronto para jugar en serio a este juego, pero creo que los 2 años es un buen momento para ir descubriéndolo y familiarizándose con él, sin llegar a competir. De momento a Sara, con 23 meses, le gusta reconocer las figuras de las fichas, le gusta el tacto de madera y el ruido al chocarlas, y empieza a entender la mecánica con una pequeña variación: le coloco 4 parejas vueltas hacia arriba y les voy dando la vuelta una a una mostrándole donde están; cuando todas quedan cubiertas, le pregunto dónde están los … y ella intenta recordarlos y va volviendo las fichas hasta encontrar la pareja. Cuando sólo queda una pareja, le pregunto cuál es la que falta, y muchas veces la acierta.

A partir de 3 años: Cocoricó-cocorocó (Chicken Cha Cha Cha) (14)
Número de jugadores: 2-4
Tiempo de partida: 20 minutos

A este no he tenido el gusto de jugar, pero por lo que cuentan es una evolución del juego anterior. En realidad, sigue siendo una edad en la que los juegos les tienen que entrar por los ojos, y este parece suficientemente atractivo para ir desarrollando la afición por estos.

A partir de 4 años: Viva topo! (8)
Número de jugadores: 2-4
Tiempo de partida: 20 minutos

Para jugar con niños de 4 años, e incluso más pequeños, podemos encontrar ya juegos muy interesantes. De nuevo este juego llama la atención por su colorido y sus cuidadas figuras; además, este juego introduce la estrategia dentro de su dinámica (los ratones, huyendo del gato, tienen que decidir si conformarse con un queso pequeño o arriesgar por conseguir uno más grande). Mi sobrino de 5 años y medio nos ganó una de las dos partidas que jugamos recientemente, y os aseguro que no me dejé, sino que me confié después de haberle ganado la primera.

A partir de 4 años y medio: Monza (49)
Número de jugadores: 2-6
Tiempo de partida: 10 minutos

He querido incluir este juego tras haber leído buenas reseñas sobre él. Es un juego de carreras cuya sencilla mecánica son los dados y la estrategia elegida para el movimiento; además, es una versión para niños del conocido juego Formula Dé. Dicen que por la temática es más atractivo para los chicos (y sus padres :-D).

A partir de 5 años: Caballeros del castillo (Castle Knights) (22)
Número de jugadores: 2-4
Tiempo de partida: 10 minutos

Me llamó mucho la atención cuando conocido este particular juego. Es un juego cooperativo de destreza que requiere que los jugadores del mismo equipo hagan por entenderse, dado que utilizarán una goma que se estira con 4 correas, manejadas por 2, 3 ó 4 jugadores. Lejos de ser el clásico juego para echar la tarde, es más bien un juego pensado para tiempos cortos.
Y vosotros, ¿a qué jugáis con vuestros hijos? ¿tenéis algún juego interesante que queráis comentar?
Pues nada más, ¡a jugaaaaaaaaar!
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Presentación del libro "Maternidad adaptada"


Mañana a las 20:30, en el Cau Ple de Lletres de Terrassa, presentaré el libro Maternidad Adaptada junto a Estrella Gil, su autora.

Os dejo información acerca del libro a continuación:

Tener un hijo es una vivencia que supone un cambio radical para la mayoría de padres y madres. De repente aparece en tu monótona pero controlada vida una criatura que desmonta tus horarios y que agota a diario tus energías hasta el punto que hay días que no acabas de ver la luz al final del túnel.

Si esto sucede con muchas de las personas que tenemos de nacimiento todo nuestro cuerpo y nuestros sentidos al cien por cien de nuestras capacidades, imaginad cómo puede ser tener un hijo cuando eres Estrella Gil, una mujer que tiene una parálisis cerebral por una mala praxis en el nacimiento que le produjo una discapacidad del noventa por ciento y que necesita un andador o una silla de ruedas para desplazarse.

Esto mismo es lo que Estrella explica en su libro Maternidad adaptada, un libro en el que muestra una manera diferente, pero igual, de ser madre, y digo igual porque esta mujer tiene un hijo de 22 meses llamado Miquel que crece, engorda, habla y sonríe feliz como pudiera hacerlo cualquier niño de su edad.

No es que lo haya tenido fácil en ningún sentido, ni ahora que es madre, por su evidente discapacidad, ni antes de serlo, por la mayoritaria incomprensión. Según comenta en un pasaje de su libro:

El miércoles, siguiendo las instrucciones del médico de urgencias, llevé mi orina a la enfermera y ella hizo la prueba. Al cabo de un minuto la miró y dijo sin mirarme a la cara: «Sí, estás preñada. ¿Qué piensas hacer con el niño?»

Ahora que es madre tiene que demostrar casi a diario que es capaz de serlo y con este libro lo muestra, tanto a las personas que al verla dudan de ello, como a aquellas personas que, con alguna discapacidad, piensan que debe ser imposible cuidar de un bebé.

Esta es la magia de este libro, que sirve como muestra de que pueden cumplirse los deseos de ser madre, casi contra viento y marea e incluso como muestra de que una lactancia difícil y complicada (Estrella ha tenido siempre problemas para poner al pecho a Miquel), que ella misma llegó a dar por perdida, puede salvarse con paciencia y constancia, pues aún ahora da el pecho.

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Presentación del libro "Maternidad adaptada"


Mañana a las 20:30, en el Cau Ple de Lletres de Terrassa, presentaré el libro Maternidad Adaptada junto a Estrella Gil, su autora.

Os dejo información acerca del libro a continuación:

Tener un hijo es una vivencia que supone un cambio radical para la mayoría de padres y madres. De repente aparece en tu monótona pero controlada vida una criatura que desmonta tus horarios y que agota a diario tus energías hasta el punto que hay días que no acabas de ver la luz al final del túnel.

Si esto sucede con muchas de las personas que tenemos de nacimiento todo nuestro cuerpo y nuestros sentidos al cien por cien de nuestras capacidades, imaginad cómo puede ser tener un hijo cuando eres Estrella Gil, una mujer que tiene una parálisis cerebral por una mala praxis en el nacimiento que le produjo una discapacidad del noventa por ciento y que necesita un andador o una silla de ruedas para desplazarse.

Esto mismo es lo que Estrella explica en su libro Maternidad adaptada, un libro en el que muestra una manera diferente, pero igual, de ser madre, y digo igual porque esta mujer tiene un hijo de 22 meses llamado Miquel que crece, engorda, habla y sonríe feliz como pudiera hacerlo cualquier niño de su edad.

No es que lo haya tenido fácil en ningún sentido, ni ahora que es madre, por su evidente discapacidad, ni antes de serlo, por la mayoritaria incomprensión. Según comenta en un pasaje de su libro:

El miércoles, siguiendo las instrucciones del médico de urgencias, llevé mi orina a la enfermera y ella hizo la prueba. Al cabo de un minuto la miró y dijo sin mirarme a la cara: «Sí, estás preñada. ¿Qué piensas hacer con el niño?»

Ahora que es madre tiene que demostrar casi a diario que es capaz de serlo y con este libro lo muestra, tanto a las personas que al verla dudan de ello, como a aquellas personas que, con alguna discapacidad, piensan que debe ser imposible cuidar de un bebé.

Esta es la magia de este libro, que sirve como muestra de que pueden cumplirse los deseos de ser madre, casi contra viento y marea e incluso como muestra de que una lactancia difícil y complicada (Estrella ha tenido siempre problemas para poner al pecho a Miquel), que ella misma llegó a dar por perdida, puede salvarse con paciencia y constancia, pues aún ahora da el pecho.

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El día D

“We like to watch you laughing, You pick the insects off plants No time to think of consequences” ‘Kids’, de MGMT Si no actualizo el blog el día de su cumpleaños este blog pierde su sentido. Este fin de semana ha sido el fin de semana del desfase y el descontrol. Como en nuestro salón […]

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