El corazón en cada rugido

Una parte hermosa de la vida es que cuando uno aprende algo, casi de forma inmediata se da cuenta que al menos un par de cosas más son las que se requieren aprender para así dar sentido a la primera y con ello reforzar nuestra experiencia para tratar de dar verdadero significado  y poner en práctica lo aprendido.

“E” nos había dado una verdadera lección de vida pero ya ilusionados con su llegada y convencidos de que todo iría bien era momento de entrar en un proceso de transición el cual nos permitiera llegar lo mejor preparados para el nacimiento de nuestro cachorro.

Jackie y yo tuvimos mucha inquietud en saber que era lo que cómo papás debíamos hacer, varios años antes de conocernos cada uno experimentó cierto acercamiento a la “maternidad/paternidad”, ella con su adorado sobrino y yo con mi amada sobrina. Sin embargo eso no debía bastarnos  ya que  teníamos muy en cuenta  la gran responsabilidad que estaba en “nuestra” pancita y en nuestras manos, era preciso dar pasos seguros y acompañar a éstos de cierta certeza, y esta última creo que sólo se puede dar cuando se tiene  algo de experiencia y más aún cuando se está informado.

Como ya mencioné antes tuve la fortuna de estar trabajando en una modalidad que me permitió estar en casi todo momento junto a mi leona, y pude asistir a todas y cada una de las consultas de control prenatal, los ultrasonidos,  y aparte de esto,  muchos de los momentos que compartimos fueron de largas charlas, de externar nuestras dudas (y dudas de las dudas eh!) e inquietudes y sobre todo de generar nuevas ideas o apreciaciones. La verdad es que no dejo  de sentirme afortunado pero a la vez me cuestiono si las circunstancias hubiesen o en un futuro fueran distintas, (como las que tantos futuros papás y mamás enfrentan) a qué alternativas recurriríamos para tratar de cubrir no sólo en tiempo, sino en calidad de compañía durante ese camino llamado embarazo.

Hoy día sé que tanto Jackie como su felino servidor nos podemos sentir satisfechos de la forma como vivimos y disfrutamos  cada día que compartimos durante el tiempo que estuvimos «E»-mbaraza-DOS, pero no por
ello podemos dejar  de reconocer que si tuviésemos en otro momento la ilusión de la llegada de un segundo leoncit@ tendríamos muchas cosas más nos hubiese gustado hacer, disfrutar, aprender y  mejorar.

Ambos sabemos hoy día que decisiones volveríamos a tomar, que cosas no dejaríamos que ocurrieran o se repitieran  y para cuales otras quizá podríamos tener un
poco más de flexibilidad, sin embargo (y esta es trascendental) las dudas que hoy día aún tenemos ya como padres de un hermoso bebé y aquellas que llegasen a venir con un segundo embarazo son las que nos motivan a tratar de ser mejores, a insistir en aprender cada vez más de nuestros errores y por encima de todo a compartir cada paso lleno de amor y entregar el corazón en cada rugido.




«V»

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El corazón en cada rugido

Una parte hermosa de la vida es que cuando uno aprende algo, casi de forma inmediata se da cuenta que al menos un par de cosas más son las que se requieren aprender para así dar sentido a la primera y con ello reforzar nuestra experiencia para tratar de dar verdadero significado  y poner en práctica lo aprendido.

“E” nos había dado una verdadera lección de vida pero ya ilusionados con su llegada y convencidos de que todo iría bien era momento de entrar en un proceso de transición el cual nos permitiera llegar lo mejor preparados para el nacimiento de nuestro cachorro.

Jackie y yo tuvimos mucha inquietud en saber que era lo que cómo papás debíamos hacer, varios años antes de conocernos cada uno experimentó cierto acercamiento a la “maternidad/paternidad”, ella con su adorado sobrino y yo con mi amada sobrina. Sin embargo eso no debía bastarnos  ya que  teníamos muy en cuenta  la gran responsabilidad que estaba en “nuestra” pancita y en nuestras manos, era preciso dar pasos seguros y acompañar a éstos de cierta certeza, y esta última creo que sólo se puede dar cuando se tiene  algo de experiencia y más aún cuando se está informado.

Como ya mencioné antes tuve la fortuna de estar trabajando en una modalidad que me permitió estar en casi todo momento junto a mi leona, y pude asistir a todas y cada una de las consultas de control prenatal, los ultrasonidos,  y aparte de esto,  muchos de los momentos que compartimos fueron de largas charlas, de externar nuestras dudas (y dudas de las dudas eh!) e inquietudes y sobre todo de generar nuevas ideas o apreciaciones. La verdad es que no dejo  de sentirme afortunado pero a la vez me cuestiono si las circunstancias hubiesen o en un futuro fueran distintas, (como las que tantos futuros papás y mamás enfrentan) a qué alternativas recurriríamos para tratar de cubrir no sólo en tiempo, sino en calidad de compañía durante ese camino llamado embarazo.

Hoy día sé que tanto Jackie como su felino servidor nos podemos sentir satisfechos de la forma como vivimos y disfrutamos  cada día que compartimos durante el tiempo que estuvimos «E»-mbaraza-DOS, pero no por
ello podemos dejar  de reconocer que si tuviésemos en otro momento la ilusión de la llegada de un segundo leoncit@ tendríamos muchas cosas más nos hubiese gustado hacer, disfrutar, aprender y  mejorar.

Ambos sabemos hoy día que decisiones volveríamos a tomar, que cosas no dejaríamos que ocurrieran o se repitieran  y para cuales otras quizá podríamos tener un
poco más de flexibilidad, sin embargo (y esta es trascendental) las dudas que hoy día aún tenemos ya como padres de un hermoso bebé y aquellas que llegasen a venir con un segundo embarazo son las que nos motivan a tratar de ser mejores, a insistir en aprender cada vez más de nuestros errores y por encima de todo a compartir cada paso lleno de amor y entregar el corazón en cada rugido.




«V»

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“E”: la primer enseñanza (2da parte)

Contábamos con 2 meses de embarazo, sabiendo que el primer trimestre era el de más riesgo y sumando las circunstancias en las que  nos encontrábamos desde la desafortunada caída  el panorama era algo desalentador.
Los días comenzaron a pasar a un ritmo raro y cada uno tuvo que verse reflejado en el otro para dar otro sentido a sus pasos.
“J”  se vio forzada  contener su ímpetu y su naturaleza: siempre tan activa y tan ordenada en todas sus actividades tuvo que adquirir esa paciencia y calma que de algún modo me caracterizan para  dejar en mis manos nuestra casa  y conformarse con atiborrarse de libros, revistas, artículos de internet y todo aquello que pudiera representar una distracción para tantos días de sentencia, perdón de reposo.

Por mi parte, yo trabajaba desde casa y todo lo hacía mediante una computadora con internet  de forma virtual, dicho empleo me permitió  enfrentar la situación desde una mejor posición y en algunos casos (lo confieso) mezclar mis tareas del trabajo con las de esposo y futuro papá; y teniendo como distracción los ratos que salía a hacer compras o realizar algún pendiente fuera de casa. Tuve que  poner un poco el orden y el cuidado   característico de mi leona en mis distintas actividades,  de otra manera no sólo  yo me volvería loco, sino ella también.
Estábamos  como “leones enjaulados” nuestra sensibilidad a flor de piel, algo irritables y desesperados por  saber que ocurría con nuestro bebé, cuando él mismo nos ofreció nuestra primera enseñanza, a los 20 días de la caída, Jackie no retuvo alimentos durante un día entero lo que hizo que acudiéramos nuevamente a ver que sucedía.

Viendo el cansancio, la desesperación, la tristeza  e incluso depresión de Jackie, sugerí a la ginecóloga que todo fuera producto de la carga emocional propia del encierro y el reposo, y ella tomándolo como una posibilidad, nos propuso hacer a la brevedad  el ultrasonido planeado para 10 días después  y saber la evolución del
embarazo.  A primera hora del siguiente día acudimos a realizarlo, después de unas horas y ya con el resultado en la mano la doctora sonrió y nos dijo que los cuidados habían dado resultados y que de algún modo debían seguir, pero que podíamos estar tranquilos porque la lesión
en la placenta había sanado, que todo valió la pena.

Hoy día la lección más grande que tenemos de todo lo anterior, es que nada se le comparará nunca a la lucha de nuestro leoncito, quien  siempre de alguna forma, (quizá con vómitos y náuseas) nos trató de decir  desde
adentro que estaba creciendo, que aun siendo tan diminuto libraría tal batalla,  que veríamos su sonrisa, que lo acompañaríamos en sus gateos  y escucharíamos sus rugidos,  porque desde entonces, con todo y su fragilidad ya era una pequeña gran fiera,  quien sin  conocernos aún nos enseñó  que en la vida  siempre hay que luchar por nuestros sueños e ilusiones con el corazón  y por amor, tal y como él lo hizo.

GRRROOOAAARRR!!



«V»


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“E”: la primer enseñanza (2da parte)

Contábamos con 2 meses de embarazo, sabiendo que el primer trimestre era el de más riesgo y sumando las circunstancias en las que  nos encontrábamos desde la desafortunada caída  el panorama era algo desalentador.
Los días comenzaron a pasar a un ritmo raro y cada uno tuvo que verse reflejado en el otro para dar otro sentido a sus pasos.
“J”  se vio forzada  contener su ímpetu y su naturaleza: siempre tan activa y tan ordenada en todas sus actividades tuvo que adquirir esa paciencia y calma que de algún modo me caracterizan para  dejar en mis manos nuestra casa  y conformarse con atiborrarse de libros, revistas, artículos de internet y todo aquello que pudiera representar una distracción para tantos días de sentencia, perdón de reposo.

Por mi parte, yo trabajaba desde casa y todo lo hacía mediante una computadora con internet  de forma virtual, dicho empleo me permitió  enfrentar la situación desde una mejor posición y en algunos casos (lo confieso) mezclar mis tareas del trabajo con las de esposo y futuro papá; y teniendo como distracción los ratos que salía a hacer compras o realizar algún pendiente fuera de casa. Tuve que  poner un poco el orden y el cuidado   característico de mi leona en mis distintas actividades,  de otra manera no sólo  yo me volvería loco, sino ella también.
Estábamos  como “leones enjaulados” nuestra sensibilidad a flor de piel, algo irritables y desesperados por  saber que ocurría con nuestro bebé, cuando él mismo nos ofreció nuestra primera enseñanza, a los 20 días de la caída, Jackie no retuvo alimentos durante un día entero lo que hizo que acudiéramos nuevamente a ver que sucedía.

Viendo el cansancio, la desesperación, la tristeza  e incluso depresión de Jackie, sugerí a la ginecóloga que todo fuera producto de la carga emocional propia del encierro y el reposo, y ella tomándolo como una posibilidad, nos propuso hacer a la brevedad  el ultrasonido planeado para 10 días después  y saber la evolución del
embarazo.  A primera hora del siguiente día acudimos a realizarlo, después de unas horas y ya con el resultado en la mano la doctora sonrió y nos dijo que los cuidados habían dado resultados y que de algún modo debían seguir, pero que podíamos estar tranquilos porque la lesión
en la placenta había sanado, que todo valió la pena.

Hoy día la lección más grande que tenemos de todo lo anterior, es que nada se le comparará nunca a la lucha de nuestro leoncito, quien  siempre de alguna forma, (quizá con vómitos y náuseas) nos trató de decir  desde
adentro que estaba creciendo, que aun siendo tan diminuto libraría tal batalla,  que veríamos su sonrisa, que lo acompañaríamos en sus gateos  y escucharíamos sus rugidos,  porque desde entonces, con todo y su fragilidad ya era una pequeña gran fiera,  quien sin  conocernos aún nos enseñó  que en la vida  siempre hay que luchar por nuestros sueños e ilusiones con el corazón  y por amor, tal y como él lo hizo.

GRRROOOAAARRR!!



«V»


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“E”: la primer enseñanza (1ra parte)

Estando “E”-mbaraza-DOS comíamos ansias (aparte de los antojos) de que “E” naciera para
comenzar a enseñarle cada detalle de como rugir y gatear, además de ello parecíamos tener muy en claro que debíamos estar 
dispuestos por encima de todo a aprender de nuestro leoncito, sin embargo la vida nos tenía preparada junto con «E» nuestra primera gran lección si queríamos llegar a ser unos auténtico papás leones.

Junio  15, 2012
 – Eran ya casi 2 semanas de estar instalados en nuestro nuevo hogar, todo era armonía y alegría; y nada parecía ser lo suficientemente grande como para cambiarlo. Era viernes en la madrugada, yo había pedido permiso para ausentarme algunas horas en mi trabajo (del cual hablaré más adelante) para acompañar a mi adorada sobrina “MaFe”,  quien me invitó al rally que con motivo del día del padre habría en su escuela;  sentí que Jackie se levantó al baño, en algunas ocasiones cuando esto sucedía solía acompañarla pero ese día estaba somnoliento y no lo hice, casi para volver a conciliar el sueño escuché un golpe y el grito de Jackie, no supe cómo  salté de la cama y corrí al baño, al llegar encontré a Jackie en el suelo, había resbalado  con un poco de agua que había en él, estaba  muy adolorida aún por el golpe y a la par lloraba muy  agitada y preocupada porque le pudiese ocurrir algo a nuestro bebé ya que cayó de sentón, la revisé y tenía un piquete en un codo que se hizo al caer con un cactus que estaba cerca y bastante dolor en la cadera, tratando de consolarla y tranquilizarla la llevé a la cama, ya no pudimos dormir y en cuanto amaneció salimos hacia el consultorio de la doctora que días antes nos atendió. Al llegar y enterarla de lo sucedido nos mandó a practicarle un ultrasonido urgente para poder darnos un diagnóstico preciso, lo realizaron, pero los resultados/interpretación tardarían varias horas por lo que Jackie me convenció de irme con Mafe y así lo hice, mientras ella se quedaba al cuidado de mi mamá y mi hermana muy cerca de ahí.

Mientras jugaba  y reía con mi sobrina me parecía irónico que al mismo tiempo que festejaba el día del padre mi hijo pudiera correr riesgo, terminó el evento y por fin nos dieron los resultados de los cuales la ginecóloga hizo el siguiente diagnóstico: 

-Desprendimiento de placenta, peligro inminente de aborto; al escuchar esto quedamos helados y el miedo nos invadió, mi semblante debía ser tan desdibujado como el de Jackie pero no podía dejar que el miedo se hiciera pánico y sólo pude abrazarla, no dije nada y escuchamos las indicaciones de la doctora: 
Un mes de tranquilidad y absoluto reposo para Jackie, incluso recomendó que no e bañara diario para  evitar levantarse;  como era también obvio, nada de relaciones sexuales;  analgésicos, inyecciones de “cuerpo amarillo” y la esperanza de que en ese mes no se presentara algún síntoma de riesgo… (continuará) 
“V”
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“E”: la primer enseñanza (1ra parte)

Estando “E”-mbaraza-DOS comíamos ansias (aparte de los antojos) de que “E” naciera para
comenzar a enseñarle cada detalle de como rugir y gatear, además de ello parecíamos tener muy en claro que debíamos estar 
dispuestos por encima de todo a aprender de nuestro leoncito, sin embargo la vida nos tenía preparada junto con «E» nuestra primera gran lección si queríamos llegar a ser unos auténtico papás leones.

Junio  15, 2012
 – Eran ya casi 2 semanas de estar instalados en nuestro nuevo hogar, todo era armonía y alegría; y nada parecía ser lo suficientemente grande como para cambiarlo. Era viernes en la madrugada, yo había pedido permiso para ausentarme algunas horas en mi trabajo (del cual hablaré más adelante) para acompañar a mi adorada sobrina “MaFe”,  quien me invitó al rally que con motivo del día del padre habría en su escuela;  sentí que Jackie se levantó al baño, en algunas ocasiones cuando esto sucedía solía acompañarla pero ese día estaba somnoliento y no lo hice, casi para volver a conciliar el sueño escuché un golpe y el grito de Jackie, no supe cómo  salté de la cama y corrí al baño, al llegar encontré a Jackie en el suelo, había resbalado  con un poco de agua que había en él, estaba  muy adolorida aún por el golpe y a la par lloraba muy  agitada y preocupada porque le pudiese ocurrir algo a nuestro bebé ya que cayó de sentón, la revisé y tenía un piquete en un codo que se hizo al caer con un cactus que estaba cerca y bastante dolor en la cadera, tratando de consolarla y tranquilizarla la llevé a la cama, ya no pudimos dormir y en cuanto amaneció salimos hacia el consultorio de la doctora que días antes nos atendió. Al llegar y enterarla de lo sucedido nos mandó a practicarle un ultrasonido urgente para poder darnos un diagnóstico preciso, lo realizaron, pero los resultados/interpretación tardarían varias horas por lo que Jackie me convenció de irme con Mafe y así lo hice, mientras ella se quedaba al cuidado de mi mamá y mi hermana muy cerca de ahí.

Mientras jugaba  y reía con mi sobrina me parecía irónico que al mismo tiempo que festejaba el día del padre mi hijo pudiera correr riesgo, terminó el evento y por fin nos dieron los resultados de los cuales la ginecóloga hizo el siguiente diagnóstico: 

-Desprendimiento de placenta, peligro inminente de aborto; al escuchar esto quedamos helados y el miedo nos invadió, mi semblante debía ser tan desdibujado como el de Jackie pero no podía dejar que el miedo se hiciera pánico y sólo pude abrazarla, no dije nada y escuchamos las indicaciones de la doctora: 
Un mes de tranquilidad y absoluto reposo para Jackie, incluso recomendó que no e bañara diario para  evitar levantarse;  como era también obvio, nada de relaciones sexuales;  analgésicos, inyecciones de “cuerpo amarillo” y la esperanza de que en ese mes no se presentara algún síntoma de riesgo… (continuará) 
“V”
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"E"-mbaraza-DOS

Dice una canción que me encanta:  “…a veces hay desencuentro, pero cuando hay un encuentro de dos almas trae luz…” y justamente después de haber extraviado un poco nuestras ilusiones, la noticia de la llegada de nuestro “leoncito” fue la  luz  que  hizo que nos reencontráramos  con todo lo que movía  nuestras almas.

Entendimos que los grandes proyectos siempre vienen acompañados de grandes decisiones y por ello aunque los planes de boda continuarían con renovada alegría,  antes teníamos que atender algo  que se había
hecho aún más prioritario, buscar pronto “nuestro lugar”, y al decir nuestro implicaba que dos fueran los que tomaran decisiones, pero siempre pensando en  lo mejor para tres.

Poco a poco comenzamos a comunicar la noticia a algunos de nuestros familiares y seres queridos; el apoyo por parte de varios de ellos no se hizo esperar, así como las muestras de cariño y también muchas preguntas acerca del  bebé que venía en camino,  y de lo que haríamos durante la espera de su llegada.

Fue aquí cuando “J” y yo acordamos algo que es trascendental en nuestra vida como papás: ambos, Jackie y Vicko estaríamos “E”-mbaraza-DOS, descabellado para algunos, chistoso para otros, para nosotros   simplemente implicó  algunas de las siguientes cosas:

– El nombre de la o el bebé sería “Elisa” en el primer caso o “Emilio” en el segundo  ( fueron algunas horas de búsqueda y negociación, sobre todo para el nombre de niña)

– Decidimos no saber el sexo del bebé hasta su nacimiento y con ello tratar de prepararnos de la mejor forma posible para que  “E” pudiera desarrollarse en un ambiente apto para ambos casos.

– En cuestión de antojos y para que Jackie no se preocupara por subir mucho de peso, acordamos cumplir todos y cada uno con la condición de que VicKo le ayudaría siempre con la mitad, el resultado: dos pancitas felices una con bebé y otra sin. 
– Consentirnos y mimarnos mutuamente, disfrutar de nuestra sexualidad hasta donde la pancita de Jackie nos lo permitiera y tratar de comunicarnos cualquier tipo de inquietud o preocupación.
– Durante y después del embarazo las  decisiones siempre van a ser de ambos, conservando apertura hacia las opiniones/consejos  de algunas personas pero al final tomando acuerdos siempre y únicamente los DOS.
Dicho tal cual es simple pero llevarlo a la práctica no siempre resulta sencillo,  este sólo fue el inicio de nuestra gran aventura como papás leones  y si me preguntaran si hay algún secreto les diría que  quizá son muchos, pero por el momento les comparto 2:
– Encontrar un lugar y hacerlo suyo, donde todo lo que ocurra se quede dentro  de él, y sólo si algo no deja de
inquietar o incomodar y si así lo deciden, busquen ayuda fuera de él.

– Se vale rugir, desmelenarse, llorar, pero siempre anteponiendo el amor por  el otro y sabiendo que…

 “Tristeza compartida
es la mitad de la tristeza; alegría compartida es alegría al doble”

Grrrrrooaarrr!!


“V”

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"E"-mbaraza-DOS

Dice una canción que me encanta:  “…a veces hay desencuentro, pero cuando hay un encuentro de dos almas trae luz…” y justamente después de haber extraviado un poco nuestras ilusiones, la noticia de la llegada de nuestro “leoncito” fue la  luz  que  hizo que nos reencontráramos  con todo lo que movía  nuestras almas.

Entendimos que los grandes proyectos siempre vienen acompañados de grandes decisiones y por ello aunque los planes de boda continuarían con renovada alegría,  antes teníamos que atender algo  que se había
hecho aún más prioritario, buscar pronto “nuestro lugar”, y al decir nuestro implicaba que dos fueran los que tomaran decisiones, pero siempre pensando en  lo mejor para tres.

Poco a poco comenzamos a comunicar la noticia a algunos de nuestros familiares y seres queridos; el apoyo por parte de varios de ellos no se hizo esperar, así como las muestras de cariño y también muchas preguntas acerca del  bebé que venía en camino,  y de lo que haríamos durante la espera de su llegada.

Fue aquí cuando “J” y yo acordamos algo que es trascendental en nuestra vida como papás: ambos, Jackie y Vicko estaríamos “E”-mbaraza-DOS, descabellado para algunos, chistoso para otros, para nosotros   simplemente implicó  algunas de las siguientes cosas:

– El nombre de la o el bebé sería “Elisa” en el primer caso o “Emilio” en el segundo  ( fueron algunas horas de búsqueda y negociación, sobre todo para el nombre de niña)

– Decidimos no saber el sexo del bebé hasta su nacimiento y con ello tratar de prepararnos de la mejor forma posible para que  “E” pudiera desarrollarse en un ambiente apto para ambos casos.

– En cuestión de antojos y para que Jackie no se preocupara por subir mucho de peso, acordamos cumplir todos y cada uno con la condición de que VicKo le ayudaría siempre con la mitad, el resultado: dos pancitas felices una con bebé y otra sin. 
– Consentirnos y mimarnos mutuamente, disfrutar de nuestra sexualidad hasta donde la pancita de Jackie nos lo permitiera y tratar de comunicarnos cualquier tipo de inquietud o preocupación.
– Durante y después del embarazo las  decisiones siempre van a ser de ambos, conservando apertura hacia las opiniones/consejos  de algunas personas pero al final tomando acuerdos siempre y únicamente los DOS.
Dicho tal cual es simple pero llevarlo a la práctica no siempre resulta sencillo,  este sólo fue el inicio de nuestra gran aventura como papás leones  y si me preguntaran si hay algún secreto les diría que  quizá son muchos, pero por el momento les comparto 2:
– Encontrar un lugar y hacerlo suyo, donde todo lo que ocurra se quede dentro  de él, y sólo si algo no deja de
inquietar o incomodar y si así lo deciden, busquen ayuda fuera de él.

– Se vale rugir, desmelenarse, llorar, pero siempre anteponiendo el amor por  el otro y sabiendo que…

 “Tristeza compartida
es la mitad de la tristeza; alegría compartida es alegría al doble”

Grrrrrooaarrr!!


“V”

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Rugir y gatear


Soy  VicKo un león  que tuvo la dicha de encontrar en su camino a Jackie, una hermosa leona (eso lo dice el zodiaco)  con quien aparte de nuestro signo  y mes de nacimiento y  entre muchas cosas más, comparto una fascinación por estos hermosos mamíferos.

Siempre tan distintos pero tan complementarios, primero como amigos y luego ya como novios  gozamos de una relación plena y llena de amor, por ello  decidimos formar nuestra propia “manada” y  planear una boda que fuera recordada por mucho tiempo en la jungla,  pero sin esperarlo  ciertas situaciones negativas nos hicieron presa del estrés y la presión;  y con ello nuestros sueños, ilusiones y planes se vieron un poco empañados.

Fue entonces cuando de forma por demás inesperada nuestras vidas tomaron un nuevo rumbo: después de ciertas sospechas e incluso miedos de que Jack pudiese estar enferma  por tanto estrés y emociones negativas fuimos llenos de inquietud a salir de dudas con una médico de la selva; explicamos sus malestares y le aclaramos que parte de nuestra preocupación era porque nos cuidábamos para no tener «leoncitos» por el momento, y nos inquietaba que descartando lo anterior pudieran ser complicaciones de salud, nos preguntó si siempre lo habíamos hecho así, y tuvimos que confesar que en una ocasión (sí, una sola) no resistimos y dejamos de lado nuestras precauciones.

Ahora mismo me vienen muchos recuerdos pero los resumiré en la siguiente
frase:
“¡Pues que puntería ‘mijo’, le atinaste…  van a ser papás, muchas felicidades!”

“J” y yo nos abrazamos acompañados de una sensación de bienestar  y  calma momentánea, enseguida  vino  la alegría por saber que se trataba de la bendición de ser papás; después de las indicaciones de la ginecóloga salimos y  ya con lágrimas en los ojos nos besamos y reímos.

Recuerdo también como los planes cambiaron de inmediato, nuestra boda increíblemente pasó a segundo término y todo lo negativo tuvo cada vez menos relevancia, comenzaron nuevos planes (¡y cómo no!),  la emoción nos
invadió  y junto a ella el nerviosismo y por qué no decirlo, también ciertos miedos.

Como leones supimos que algunas cosas iban a tener que esperar, pero en su lugar vendrían otras para las cuales nos teníamos que comenzar a preparar a la de ya,  no era secreto que algunos de esos momentos que comenzaríamos a compartir quizá nos harían “desmelenarnos” pero nuestro amor y esa gran ilusión nos hizo pensar también en que  hasta nosotros llegaba la mejor oportunidad de aprender  un universo de nuevas cosas. Desde entonces la vida tiene un nuevo sentido, el aire de la jungla se respira distinto, nuestros  corazones palpitan a otro ritmo y nuestros pasos desde ese preciso momento comenzaron  a tener una nueva cadencia, el palpitar del  corazón de nuestro primer cachorro…“E”
Por ello teníamos que permanecer en constante evolución, para reaprender a RUGIR y caminar, y para esto último era indudable que teníamos que  comenzar por recuperar la destreza de  GATEAR con la felicidad de cuando nosotros éramos cachorros.

SALUDOS!

“V”


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Rugir y gatear


Soy  VicKo un león  que tuvo la dicha de encontrar en su camino a Jackie, una hermosa leona (eso lo dice el zodiaco)  con quien aparte de nuestro signo  y mes de nacimiento y  entre muchas cosas más, comparto una fascinación por estos hermosos mamíferos.

Siempre tan distintos pero tan complementarios, primero como amigos y luego ya como novios  gozamos de una relación plena y llena de amor, por ello  decidimos formar nuestra propia “manada” y  planear una boda que fuera recordada por mucho tiempo en la jungla,  pero sin esperarlo  ciertas situaciones negativas nos hicieron presa del estrés y la presión;  y con ello nuestros sueños, ilusiones y planes se vieron un poco empañados.

Fue entonces cuando de forma por demás inesperada nuestras vidas tomaron un nuevo rumbo: después de ciertas sospechas e incluso miedos de que Jack pudiese estar enferma  por tanto estrés y emociones negativas fuimos llenos de inquietud a salir de dudas con una médico de la selva; explicamos sus malestares y le aclaramos que parte de nuestra preocupación era porque nos cuidábamos para no tener «leoncitos» por el momento, y nos inquietaba que descartando lo anterior pudieran ser complicaciones de salud, nos preguntó si siempre lo habíamos hecho así, y tuvimos que confesar que en una ocasión (sí, una sola) no resistimos y dejamos de lado nuestras precauciones.

Ahora mismo me vienen muchos recuerdos pero los resumiré en la siguiente
frase:
“¡Pues que puntería ‘mijo’, le atinaste…  van a ser papás, muchas felicidades!”

“J” y yo nos abrazamos acompañados de una sensación de bienestar  y  calma momentánea, enseguida  vino  la alegría por saber que se trataba de la bendición de ser papás; después de las indicaciones de la ginecóloga salimos y  ya con lágrimas en los ojos nos besamos y reímos.

Recuerdo también como los planes cambiaron de inmediato, nuestra boda increíblemente pasó a segundo término y todo lo negativo tuvo cada vez menos relevancia, comenzaron nuevos planes (¡y cómo no!),  la emoción nos
invadió  y junto a ella el nerviosismo y por qué no decirlo, también ciertos miedos.

Como leones supimos que algunas cosas iban a tener que esperar, pero en su lugar vendrían otras para las cuales nos teníamos que comenzar a preparar a la de ya,  no era secreto que algunos de esos momentos que comenzaríamos a compartir quizá nos harían “desmelenarnos” pero nuestro amor y esa gran ilusión nos hizo pensar también en que  hasta nosotros llegaba la mejor oportunidad de aprender  un universo de nuevas cosas. Desde entonces la vida tiene un nuevo sentido, el aire de la jungla se respira distinto, nuestros  corazones palpitan a otro ritmo y nuestros pasos desde ese preciso momento comenzaron  a tener una nueva cadencia, el palpitar del  corazón de nuestro primer cachorro…“E”
Por ello teníamos que permanecer en constante evolución, para reaprender a RUGIR y caminar, y para esto último era indudable que teníamos que  comenzar por recuperar la destreza de  GATEAR con la felicidad de cuando nosotros éramos cachorros.

SALUDOS!

“V”


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PANERO

Por azares de la vida opositora acabé viviendo en Las Palmas compensado por un exiguo plus de desarraigo y las bondades climatológicas de Gran Canaria.No me esperaba mucho de mi estancia, ni esperaba vivir gran tiempo allí aunque cuatro años de mi vida…

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Las guerras y su efecto en los pequeños

Cualquier padre lo entenderá, pero yo cada vez que veo países guerra en las noticias pienso en el miedo que deben de estar pasando todos los padres que viven allí. Y es que el peor miedo no es lo que te pueda pasar; lo peor es lo que les puede pasar a tus hijos.

Me vais a permitir que, con motivo del vídeo que acaba de publicar la organización sin ánimo de lucro Save the Children, cambie hoy un poco el tono de mi artículo.

El instinto protector natural

Cada día velamos por que nuestros pequeños vivan felices y casi les fabricamos una burbuja protectora en la que no permitimos entrar penas ni desesperaciones.

Es instintivo. Es natural. Sabemos que tarde o temprano la vida busca el equilibrio y le irá mostrando como otra parte de la vida. Y si las cosas ocurren en su justa medida y a su tiempo, solemos saber reaccionar y ayudarles a superar esas dificultades.

De repente algo cambia

Sin embargo, en ocasiones, las estrategias políticas, las luchas de poder (frecuentemente basadas en disculpas religioso-ideológicas) o simplemente la avaricia económica de algunos, hace que nuestro mundo se rompa en mil pedazos.

No nos engañemos, las guerras son provocadas , pues poca (o ninguna diferencia) hay entre hacer que algo ocurra o evitarlo cuando se puede.

El miedo de los padres

Los padres somos así. Estoy seguro de que todos los padres y madres estarán de acuerdo conmigo en que el peor miedo no es lo que me pueda pasar a mi. En realidad, lo que nos aterroriza es lo que les podrá pasar a nuestros pequeños.

No es un acto de heroísmo. Es lo natural. Es instintivo. Los queremos y nos preocupa más lo que les pueda pasar a ellos que nuestra propia integridad. Algunos lo llamarán instinto de perpetuación de la especie. Yo lo llamo amor de padre.

Save the Children y la vida de los niños en una guerra.

Save the Children acaba de lanzar un video para mostrar como los conflictos de los mayores destrozan la vida de los más pequeños.

En el vídeo se muestra un segundo diario de la vida de una niña durante un año. Empieza en su cumpleaños y termina en el siguiente cumpleaños.

Durante ese año estalla la guerra y se ve como una niña normal pasa a ser una víctima de la guerra de los mayores y su vida cambia radicalmente a peor.

Save the Children trata de concienciar a la gente de que los conflictos tienen estas consecuencias y, «aunque ahora mismo no esté pasando aquí mismo no significa que no esté pasando en muchos sitios en este mismo momento». En concreto tratan de llamar la atención sobre lo que está pasando con la población Siria (que cumple ya tres años de conflicto), pero podría aplicarse a cualquier situación bélica.

El vídeo no tiene desperdicio

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Las guerras y su efecto en los pequeños

Cualquier padre lo entenderá, pero yo cada vez que veo países guerra en las noticias pienso en el miedo que deben de estar pasando todos los padres que viven allí. Y es que el peor miedo no es lo que te pueda pasar; lo peor es lo que les puede pasar a tus hijos.

Me vais a permitir que, con motivo del vídeo que acaba de publicar la organización sin ánimo de lucro Save the Children, cambie hoy un poco el tono de mi artículo.

El instinto protector natural

Cada día velamos por que nuestros pequeños vivan felices y casi les fabricamos una burbuja protectora en la que no permitimos entrar penas ni desesperaciones.

Es instintivo. Es natural. Sabemos que tarde o temprano la vida busca el equilibrio y le irá mostrando como otra parte de la vida. Y si las cosas ocurren en su justa medida y a su tiempo, solemos saber reaccionar y ayudarles a superar esas dificultades.

De repente algo cambia

Sin embargo, en ocasiones, las estrategias políticas, las luchas de poder (frecuentemente basadas en disculpas religioso-ideológicas) o simplemente la avaricia económica de algunos, hace que nuestro mundo se rompa en mil pedazos.

No nos engañemos, las guerras son provocadas , pues poca (o ninguna diferencia) hay entre hacer que algo ocurra o evitarlo cuando se puede.

El miedo de los padres

Los padres somos así. Estoy seguro de que todos los padres y madres estarán de acuerdo conmigo en que el peor miedo no es lo que me pueda pasar a mi. En realidad, lo que nos aterroriza es lo que les podrá pasar a nuestros pequeños.

No es un acto de heroísmo. Es lo natural. Es instintivo. Los queremos y nos preocupa más lo que les pueda pasar a ellos que nuestra propia integridad. Algunos lo llamarán instinto de perpetuación de la especie. Yo lo llamo amor de padre.

Save the Children y la vida de los niños en una guerra.

Save the Children acaba de lanzar un video para mostrar como los conflictos de los mayores destrozan la vida de los más pequeños.

En el vídeo se muestra un segundo diario de la vida de una niña durante un año. Empieza en su cumpleaños y termina en el siguiente cumpleaños.

Durante ese año estalla la guerra y se ve como una niña normal pasa a ser una víctima de la guerra de los mayores y su vida cambia radicalmente a peor.

Save the Children trata de concienciar a la gente de que los conflictos tienen estas consecuencias y, «aunque ahora mismo no esté pasando aquí mismo no significa que no esté pasando en muchos sitios en este mismo momento». En concreto tratan de llamar la atención sobre lo que está pasando con la población Siria (que cumple ya tres años de conflicto), pero podría aplicarse a cualquier situación bélica.

El vídeo no tiene desperdicio

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Papi de rosa

Yo, que no soy de fijarse en detalles, cuando entré en una tienda y vi el carrito en cuestión pensé que esas cuatro ruedas acabarían siendo movidas por mis manos.

Pocos días después llegó mi sufridora, la que es capaz de aguantarme día tras día hablando de un tal Bugaboo, y yo, ese que no se fija en el más nimio detalle, recordé que esa combinación fonética no era la primera vez que llegaba

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Papi de rosa

Yo, que no soy de fijarse en detalles, cuando entré en una tienda y vi el carrito en cuestión pensé que esas cuatro ruedas acabarían siendo movidas por mis manos.

Pocos días después llegó mi sufridora, la que es capaz de aguantarme día tras día hablando de un tal Bugaboo, y yo, ese que no se fija en el más nimio detalle, recordé que esa combinación fonética no era la primera vez que llegaba

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Turismo politizado

No sé si el título es el que mejor define estas líneas, pero es verdad que ya hace tiempo  tenía ganas de hacer esta reflexión, que por otra parte seguro muchos habrán podido comprobar.
La división administrativa a la que nos vemos sometidos por voluntad popular, hace que en muchos casos los servicios lleguen con calidad y eficacia a los lugares más distantes de los centros administrativos, pero por otra parte provoca una división en estamentos dominados por una u otra formación política que hace al final perdamos algunos de los objetivos primordiales para los que fueron creados.
Todo esto para introducir como afecta esta división administrativa acompañada de la consiguiente división política a un tema tan de actualidad como el turismo que parece nos ha sacado las castañas del fuego en esta ya dilatada crisis.
El turista y el viajero(a este último apenas lo cuidamos), cuando llega a un emplazamiento concreto sufre muchas veces esa fuerte división que hace le oferten en muchos casos infinidad de folletos concretísimos de zonas que en muchas ocasiones distan apenas algunos kilómetros pero que gestionan entidades diferentes e incluso muchas veces enfrentadas políticamente según el color que las gobierna. Esto no produce más que desconcierto y desinformación para ese visitante que se ha desplazado a un lugar concreto y quiere conocerlo sin importarle esas fronteras administrativas.
Algo parecido ocurre en las ferias donde se promocionan sin ningún tipo de coordinación Comunidades, Diputaciones, Ayuntamientos, Comarcas y asociaciones de todo tipo con mensajes en muchos casos similares que crean una sensación de caos en el usuario obligado a recorrer un sinfín de lugares para obtener la información que busca. Todo ello sin hablar del coste que nos supone a todos el mantener ese sistema.

En mi humilde opinión no podemos permitirnos tales despropósitos y debemos mostrar una imagen y una realidad mucho más unificada y coordinada.
Por supuesto no todo está tan mal y se están haciendo muchas cosas bien principalmente en los últimos tiempos. En muchos casos son las propias empresas las que se ponen de acuerdo con la competencia para sacar proyectos interesantes que no entienden de límites administrativos. Pero aún queda muchísimo por hacer desde la administración para coordinar actividades que no se solapen y de este modo promocionar de manera organizada y conjunta, superando esos límites locales.
Y vosotros ¿como lo veis?

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Turismo politizado

No sé si el título es el que mejor define estas líneas, pero es verdad que ya hace tiempo  tenía ganas de hacer esta reflexión, que por otra parte seguro muchos habrán podido comprobar.
La división administrativa a la que nos vemos sometidos por voluntad popular, hace que en muchos casos los servicios lleguen con calidad y eficacia a los lugares más distantes de los centros administrativos, pero por otra parte provoca una división en estamentos dominados por una u otra formación política que hace al final perdamos algunos de los objetivos primordiales para los que fueron creados.
Todo esto para introducir como afecta esta división administrativa acompañada de la consiguiente división política a un tema tan de actualidad como el turismo que parece nos ha sacado las castañas del fuego en esta ya dilatada crisis.
El turista y el viajero(a este último apenas lo cuidamos), cuando llega a un emplazamiento concreto sufre muchas veces esa fuerte división que hace le oferten en muchos casos infinidad de folletos concretísimos de zonas que en muchas ocasiones distan apenas algunos kilómetros pero que gestionan entidades diferentes e incluso muchas veces enfrentadas políticamente según el color que las gobierna. Esto no produce más que desconcierto y desinformación para ese visitante que se ha desplazado a un lugar concreto y quiere conocerlo sin importarle esas fronteras administrativas.
Algo parecido ocurre en las ferias donde se promocionan sin ningún tipo de coordinación Comunidades, Diputaciones, Ayuntamientos, Comarcas y asociaciones de todo tipo con mensajes en muchos casos similares que crean una sensación de caos en el usuario obligado a recorrer un sinfín de lugares para obtener la información que busca. Todo ello sin hablar del coste que nos supone a todos el mantener ese sistema.

En mi humilde opinión no podemos permitirnos tales despropósitos y debemos mostrar una imagen y una realidad mucho más unificada y coordinada.
Por supuesto no todo está tan mal y se están haciendo muchas cosas bien principalmente en los últimos tiempos. En muchos casos son las propias empresas las que se ponen de acuerdo con la competencia para sacar proyectos interesantes que no entienden de límites administrativos. Pero aún queda muchísimo por hacer desde la administración para coordinar actividades que no se solapen y de este modo promocionar de manera organizada y conjunta, superando esos límites locales.
Y vosotros ¿como lo veis?

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El Arte de lo Posible

 

Siempre he sentido que la docencia es un don con el que se nace, que por supuesto se va puliendo y enriqueciendo con la experiencia, pero que sin duda tiene un fuerte componente innato. Me gusta llamarlo, porque así lo vivo y lo experimento, el Arte de lo Posible. Arte porque brota de dentro y no puede refrenarse, porque en su expresión más refinada y cuidadosa está reservado a artistas, a artesanos/as que necesitan entregarse en cuerpo y alma a una labor tan pertinaz y precisa como es tratar de inspirar a personas, de influirles positivamente hasta que sean capaces de descubrir y aportar al mundo lo mejor (y mucho) que llevan dentro. De lo Posible (en mayúsculas) porque estos/as artistas siempre ven posibilidades donde otros ven defectos, escudriñan tesoros donde otros ven ruínas, porque no dan nada por perdido, todo lo contrario, siempre tienen un recurso, una nueva pincelada, para llegar al corazón de las personas y que éstas no se sientan solas, abandonadas en la cuneta (a veces académica, a veces de autoestima).

 
Artistas de lo Posible que hacen lo imposible por motivar, por tender su mano, por orientar, por facilitar, por impulsar, por alegrar y sobre todo por apoyar sin condiciones a las personas que más lo necesitan y a las que sólo con el hecho de arrancarles una sonrisa o que hagan suya alguna de sus enseñanzas ya se les ilumina la cara y tienen genio suficiente para seguir adelante.
 
Artistas de lo Posible como María, la protagonista de este precioso vídeo y que me ha llegado al corazón, como docente y como persona. No os lo perdáis.
 
 
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El Arte de lo Posible

 

Siempre he sentido que la docencia es un don con el que se nace, que por supuesto se va puliendo y enriqueciendo con la experiencia, pero que sin duda tiene un fuerte componente innato. Me gusta llamarlo, porque así lo vivo y lo experimento, el Arte de lo Posible. Arte porque brota de dentro y no puede refrenarse, porque en su expresión más refinada y cuidadosa está reservado a artistas, a artesanos/as que necesitan entregarse en cuerpo y alma a una labor tan pertinaz y precisa como es tratar de inspirar a personas, de influirles positivamente hasta que sean capaces de descubrir y aportar al mundo lo mejor (y mucho) que llevan dentro. De lo Posible (en mayúsculas) porque estos/as artistas siempre ven posibilidades donde otros ven defectos, escudriñan tesoros donde otros ven ruínas, porque no dan nada por perdido, todo lo contrario, siempre tienen un recurso, una nueva pincelada, para llegar al corazón de las personas y que éstas no se sientan solas, abandonadas en la cuneta (a veces académica, a veces de autoestima).

 
Artistas de lo Posible que hacen lo imposible por motivar, por tender su mano, por orientar, por facilitar, por impulsar, por alegrar y sobre todo por apoyar sin condiciones a las personas que más lo necesitan y a las que sólo con el hecho de arrancarles una sonrisa o que hagan suya alguna de sus enseñanzas ya se les ilumina la cara y tienen genio suficiente para seguir adelante.
 
Artistas de lo Posible como María, la protagonista de este precioso vídeo y que me ha llegado al corazón, como docente y como persona. No os lo perdáis.
 
 
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Revisión del estado y contenido de la lobocueva. Yes this blog is still alive, manquenoloparezca



Voy a dejar de mirar cuando fue la última vez que pasé por aquí porque ya tengo bastantes motivos para agobiarme y no necesito ninguno más. Es más, el gobierno ya se encarga de ello.

Así que parafraseando a alguien más sabio que yo y aprovechando que polvo es y en polvo se convirtió empezaré con un socorrido: Como decíamos ayer.

Dejamos este blog con una amenaza en ciernes sobre el reinado de las tierras del norte por parte de los rubios. Pues esa amenaza, como muchos twitteros saben, se ha consumado en la forma de «el moreno», que no Jose Luís queconste, y que se ha tomado esto de vivir en el mundo exterior con una calma similar a la que trajo el pequeñoM y así lleva un mes completo y pasado en un sin vivir entre una teta, los brazos del primero que pase cerca, más teta, más siesta y así en un ciclo sin fin, todo un suplicio oiga.

Y para suplicio el del rubio menor o pequeñoJ que se ha tomado eso de pasar de ser el pequeño a ser el mediano de la misma forma que media docena de chupitos de aceite de ricino. Amos, que no es que le haya sentado mal, es que ni una patada en los cojones hubiera salido peor. Y así le tenemos desde hace un més con una afásia galopante, tartamudo perdido para los futuros discípulos de Wert y teniendo en cuenta que comienza a hacer sus pinitos en el maravilloso mundo de pregúntale por qué a papá pues hay
tardes que parece que me está interrogando Arévalo.


No crean que se ha quedado ahí la cosa y el peque ha interiorizado toda esta nueva situación y punto, que va. Desde hace un més ha desplegado todos los sistemas bélicos y cada vez que su primo anda cerca se coloca al lado de su madre cual miembro del Regimiento de Cosacos Reales de Buckinghan y no se separa de ella así caigan chuzos de punta. Que una cosa es que no pase nada porque su madre tenga en brazos al moreno, pero desde luego a casa no se trae.

Y que conste que tiene las ideas muy claras sobre este tema y así cuando se le pregunta qué le parece a él que nos traigamos a uno igual pero en rubio a casa, el contesta con un NO que normalmente suena a «por mis cojones».

¿Y qué pasa con el mayor? ¿Con el que estaba el primero? Pues podemos decir que poco a poco se está dando cuenta de que eso de la edad tiene sus ventajas y que por muchos primos que lleguen, el va a seguir siendo el mayor, el que les va a enseñar de todo, a comer, a caminar, a correr, a jugar a la tablet (bueno, eso habría que matizarlo pero ya se verá), así que mientras no adoptemos a un primo o hermano de 18 años, él está más contento que unas castañuelas con su nuevo primo.

Fin de la operación pañal II parte


Pues podemos dar por finalizada la segunda fase de maniobras de la operación pañal, desde hace una semana el pequeñoJ no usa pañal para nada, ni de día, ni de noche. Sigue habiendo algún que otro escape, pero son producidos por la falta de experiencia a la hora de controlar el tercer estadío Zen en el que entra el peque de vez en cuando y que hace que se olvide de todo aquello que tiene a su alrededor.
Y podemos respirar tranquilos, porque la técnica de «vamos a regar el árbol» funciona a la perfección y no tenemos que salir pitando a buscar un servicio cada vez que suena el «me hago piiiiiiiiiis». 

Como contrapartida hemos desarrollado la técnica de dar por saco con el pis, hasta límites de maestro Shaolin . Y así nos hacemos pis a los 5 minutos de entrar en el coche, cuando el carro de la compra está casi lleno, cuando vas con el tiempo justo, a las cuatro de la madrugada y todo eso.

Un broncas que se ríe a carcajada limpia

Así es el pequeñoJ, el prototipo de hermano menor, picajoso hasta más no poder, liante como el que más, movido como si le hubieran metido un supositorio de capsicina, capaz de descojonarse hasta de su propia sombra y siempre dispuesto para la juerga. Con todo estas cualidades sigue teniendo todas las papeletas para ser un verdadero dolor de cabeza en el futuro.

No obstante, sigue conservando esa capacidad de hacerte bajar a los infiernos para un par de segundos más tarde devolverte al paraíso con un simple cambio en su mirada, mimoso como un gato persa, sabe muy bien qué funciona y qué no con cada uno de nosotros. 

Y a pesar de lo mucho que hace rabiar a su hermano, tengo muy claro que es con diferencia a quien más quiere de todos lo que le rodean, es su modelo y su igual, su compañero de juegos, su capitán, su montura. Todo lo que haga su hermano está bien hecho y punto, (salvo que toque picarle claro, ahí la cosa cambia) Si su hermano pide hamburguesa para cenar, el quiere hamburguesa, si a su hermano no le gusta el postre a él tampoco (el hecho de que lleve devorado medio plato no es impedimento para que de repente nos deje de gustar) y más vale que no riñas a su hermano delante de él, porque vas a desatar al pitbull.

pequeñoM la sensibilidad hecha un rizo


Siempre ha sido un niño de los mal llamados «de lágrima fácil», pero a medida que vamos creciendo esto se va acentuando, hasta el punto en que este último mes parezca que tenga a la Magdalena en casa. Si le riñes, llora, si algo no le sale, llora, si su hermano le toca, llora, si le dices cómo debe hacer las cosas, llora, si le dices que no, llora y yo ya no se como gestionar eso. Me desespera, sobre todo cuando empieza con eso de «mira lo que has hecho. Me has hecho llorar».

Y si a todo lo anterior, le añadimos su archifamosa nacionalidad sueca, podemos decir que nos pasamos el día viajando entre valles de lágrimas y los mundos de yupi y 15 galaxias más allá.

Pero la misma sensibilidad que le hace llorar a la mínima, también le hace fijarse en todo lo que le rodea y querer ir mucho más allá, saber cómo funciona todo, que hay detrás de las cosas, cómo funciona nuestro cuerpo (que es en lo que andamos ultimamente y ya se conoce la serie de erase una vez el cuerpo humano de memoria). Cualquier conversación que se realice cerca de él queda grabada automáticamente para poder ser examinada en un mejor momento. Y así te puede sorprender tres semanas más tarde con una pregunta acerca de algo que dijiste ayer. Teniendo en cuenta que para él conceptos como «ayer» y «esta mañana» siguen siendo las únicas medidas de tiempo universales y sirven para expresar pasado, presente y futuro en cualquier dimensión (ayer abarca desde -24h hasta varios meses). A veces creo que estoy viviendo con el guionista de Fringe. 
Y ya cuando tiene claro que hay algo que pasó hace mucho tiempo usa la medida de «cuando era de dos años».

Un ejemplo claro sería: 
– «¿A que cuando era de dos años había dinosaurios que comían hierba y otros que se comían a los dinosaurios más pequeños?» 
– Si hijo, si. Y cuando eras de uno surgió el Big Bang.

En definitiva podemos decir que seguimos adaptándonos, que hay días mejores y otros que no lo son tanto. Por mi parte diré que sigue siendo muy complicado controlar los gritos y calmarme, a veces se consigue y otras no tanto. Y cuanto más me cabreo más me ofusco conmigo mismo por no ser capaz de salir de ese círculo, de no poder ver las cosas desde otra perspectiva.

Seguimos aprendiendo

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Revisión del estado y contenido de la lobocueva. Yes this blog is still alive, manquenoloparezca



Voy a dejar de mirar cuando fue la última vez que pasé por aquí porque ya tengo bastantes motivos para agobiarme y no necesito ninguno más. Es más, el gobierno ya se encarga de ello.

Así que parafraseando a alguien más sabio que yo y aprovechando que polvo es y en polvo se convirtió empezaré con un socorrido: Como decíamos ayer.

Dejamos este blog con una amenaza en ciernes sobre el reinado de las tierras del norte por parte de los rubios. Pues esa amenaza, como muchos twitteros saben, se ha consumado en la forma de «el moreno», que no Jose Luís queconste, y que se ha tomado esto de vivir en el mundo exterior con una calma similar a la que trajo el pequeñoM y así lleva un mes completo y pasado en un sin vivir entre una teta, los brazos del primero que pase cerca, más teta, más siesta y así en un ciclo sin fin, todo un suplicio oiga.

Y para suplicio el del rubio menor o pequeñoJ que se ha tomado eso de pasar de ser el pequeño a ser el mediano de la misma forma que media docena de chupitos de aceite de ricino. Amos, que no es que le haya sentado mal, es que ni una patada en los cojones hubiera salido peor. Y así le tenemos desde hace un més con una afásia galopante, tartamudo perdido para los futuros discípulos de Wert y teniendo en cuenta que comienza a hacer sus pinitos en el maravilloso mundo de pregúntale por qué a papá pues hay
tardes que parece que me está interrogando Arévalo.


No crean que se ha quedado ahí la cosa y el peque ha interiorizado toda esta nueva situación y punto, que va. Desde hace un més ha desplegado todos los sistemas bélicos y cada vez que su primo anda cerca se coloca al lado de su madre cual miembro del Regimiento de Cosacos Reales de Buckinghan y no se separa de ella así caigan chuzos de punta. Que una cosa es que no pase nada porque su madre tenga en brazos al moreno, pero desde luego a casa no se trae.

Y que conste que tiene las ideas muy claras sobre este tema y así cuando se le pregunta qué le parece a él que nos traigamos a uno igual pero en rubio a casa, el contesta con un NO que normalmente suena a «por mis cojones».

¿Y qué pasa con el mayor? ¿Con el que estaba el primero? Pues podemos decir que poco a poco se está dando cuenta de que eso de la edad tiene sus ventajas y que por muchos primos que lleguen, el va a seguir siendo el mayor, el que les va a enseñar de todo, a comer, a caminar, a correr, a jugar a la tablet (bueno, eso habría que matizarlo pero ya se verá), así que mientras no adoptemos a un primo o hermano de 18 años, él está más contento que unas castañuelas con su nuevo primo.

Fin de la operación pañal II parte


Pues podemos dar por finalizada la segunda fase de maniobras de la operación pañal, desde hace una semana el pequeñoJ no usa pañal para nada, ni de día, ni de noche. Sigue habiendo algún que otro escape, pero son producidos por la falta de experiencia a la hora de controlar el tercer estadío Zen en el que entra el peque de vez en cuando y que hace que se olvide de todo aquello que tiene a su alrededor.
Y podemos respirar tranquilos, porque la técnica de «vamos a regar el árbol» funciona a la perfección y no tenemos que salir pitando a buscar un servicio cada vez que suena el «me hago piiiiiiiiiis». 

Como contrapartida hemos desarrollado la técnica de dar por saco con el pis, hasta límites de maestro Shaolin . Y así nos hacemos pis a los 5 minutos de entrar en el coche, cuando el carro de la compra está casi lleno, cuando vas con el tiempo justo, a las cuatro de la madrugada y todo eso.

Un broncas que se ríe a carcajada limpia

Así es el pequeñoJ, el prototipo de hermano menor, picajoso hasta más no poder, liante como el que más, movido como si le hubieran metido un supositorio de capsicina, capaz de descojonarse hasta de su propia sombra y siempre dispuesto para la juerga. Con todo estas cualidades sigue teniendo todas las papeletas para ser un verdadero dolor de cabeza en el futuro.

No obstante, sigue conservando esa capacidad de hacerte bajar a los infiernos para un par de segundos más tarde devolverte al paraíso con un simple cambio en su mirada, mimoso como un gato persa, sabe muy bien qué funciona y qué no con cada uno de nosotros. 

Y a pesar de lo mucho que hace rabiar a su hermano, tengo muy claro que es con diferencia a quien más quiere de todos lo que le rodean, es su modelo y su igual, su compañero de juegos, su capitán, su montura. Todo lo que haga su hermano está bien hecho y punto, (salvo que toque picarle claro, ahí la cosa cambia) Si su hermano pide hamburguesa para cenar, el quiere hamburguesa, si a su hermano no le gusta el postre a él tampoco (el hecho de que lleve devorado medio plato no es impedimento para que de repente nos deje de gustar) y más vale que no riñas a su hermano delante de él, porque vas a desatar al pitbull.

pequeñoM la sensibilidad hecha un rizo


Siempre ha sido un niño de los mal llamados «de lágrima fácil», pero a medida que vamos creciendo esto se va acentuando, hasta el punto en que este último mes parezca que tenga a la Magdalena en casa. Si le riñes, llora, si algo no le sale, llora, si su hermano le toca, llora, si le dices cómo debe hacer las cosas, llora, si le dices que no, llora y yo ya no se como gestionar eso. Me desespera, sobre todo cuando empieza con eso de «mira lo que has hecho. Me has hecho llorar».

Y si a todo lo anterior, le añadimos su archifamosa nacionalidad sueca, podemos decir que nos pasamos el día viajando entre valles de lágrimas y los mundos de yupi y 15 galaxias más allá.

Pero la misma sensibilidad que le hace llorar a la mínima, también le hace fijarse en todo lo que le rodea y querer ir mucho más allá, saber cómo funciona todo, que hay detrás de las cosas, cómo funciona nuestro cuerpo (que es en lo que andamos ultimamente y ya se conoce la serie de erase una vez el cuerpo humano de memoria). Cualquier conversación que se realice cerca de él queda grabada automáticamente para poder ser examinada en un mejor momento. Y así te puede sorprender tres semanas más tarde con una pregunta acerca de algo que dijiste ayer. Teniendo en cuenta que para él conceptos como «ayer» y «esta mañana» siguen siendo las únicas medidas de tiempo universales y sirven para expresar pasado, presente y futuro en cualquier dimensión (ayer abarca desde -24h hasta varios meses). A veces creo que estoy viviendo con el guionista de Fringe. 
Y ya cuando tiene claro que hay algo que pasó hace mucho tiempo usa la medida de «cuando era de dos años».

Un ejemplo claro sería: 
– «¿A que cuando era de dos años había dinosaurios que comían hierba y otros que se comían a los dinosaurios más pequeños?» 
– Si hijo, si. Y cuando eras de uno surgió el Big Bang.

En definitiva podemos decir que seguimos adaptándonos, que hay días mejores y otros que no lo son tanto. Por mi parte diré que sigue siendo muy complicado controlar los gritos y calmarme, a veces se consigue y otras no tanto. Y cuanto más me cabreo más me ofusco conmigo mismo por no ser capaz de salir de ese círculo, de no poder ver las cosas desde otra perspectiva.

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Stand by

Llevo mucho tiempo con ganas de escribir, es mas, hace un par de semanas, escribí un post bastante largo, muy ocurrente, con mis bromas y todo, pero al releerlo, me di cuenta de que estaba completamente vacío, no contaba nada, hablar por hablar, como algunos políticos vaya, lo guarde en la nevera, en el congelador mejor dicho.
Y esto me lleva a una reflexión, realmente no tengo nada que contar, la vida son cuestas arriba y cuestas abajo, una especie de gráfico de la cotización en Bolsa, pero a veces, como ahora, es una raya recta, como las que aparecen en los monitores en las pelis, cuando quieren que entendamos que el individuo en cuestión la ha palmado, y no es que la hallamos palmado, ¡lagarto, lagarto! es que estamos en un stand by un tanto monótono y aburrido, como ese hueco que hay en las pelis entre la primera parte y la segunda, que empieza diciendo » dos años mas tarde…», y no sabes que ha pasado en ese tiempo… tanto es así, que me plantee seriamente cerrar el blog, escribir un post de despedida, y bye bye, pero luego entendí esto de que, el gráfico nunca se mantiene igual, y que en cualquier momento empezara a bajar, o a, esperemos, subir.

Mi bloggerlife está en stand by también, pero no ha muerto, en cuanto disponga de algo de tiempo, me gustaría volver, no solo a escribir, sino también a leer blogs, detrás de cada blog hay una persona, y me intriga saber que os va pasando por vuestras vidas.
Así que, como dijo Terminator, «volveré…»

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Stand by

Llevo mucho tiempo con ganas de escribir, es mas, hace un par de semanas, escribí un post bastante largo, muy ocurrente, con mis bromas y todo, pero al releerlo, me di cuenta de que estaba completamente vacío, no contaba nada, hablar por hablar, como algunos políticos vaya, lo guarde en la nevera, en el congelador mejor dicho.
Y esto me lleva a una reflexión, realmente no tengo nada que contar, la vida son cuestas arriba y cuestas abajo, una especie de gráfico de la cotización en Bolsa, pero a veces, como ahora, es una raya recta, como las que aparecen en los monitores en las pelis, cuando quieren que entendamos que el individuo en cuestión la ha palmado, y no es que la hallamos palmado, ¡lagarto, lagarto! es que estamos en un stand by un tanto monótono y aburrido, como ese hueco que hay en las pelis entre la primera parte y la segunda, que empieza diciendo » dos años mas tarde…», y no sabes que ha pasado en ese tiempo… tanto es así, que me plantee seriamente cerrar el blog, escribir un post de despedida, y bye bye, pero luego entendí esto de que, el gráfico nunca se mantiene igual, y que en cualquier momento empezara a bajar, o a, esperemos, subir.

Mi bloggerlife está en stand by también, pero no ha muerto, en cuanto disponga de algo de tiempo, me gustaría volver, no solo a escribir, sino también a leer blogs, detrás de cada blog hay una persona, y me intriga saber que os va pasando por vuestras vidas.
Así que, como dijo Terminator, «volveré…»

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2 rayitas

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2 rayitas, ese es el comienzo de la aventura, porque en cualquier blog, todos comienzan con un hola mundo, pero en este el primer post deben ser 2 rayitas, así de simple y así de complejo, porque en la inmensidad de esa segunda rayita se esconde una maravilla.

Aparece y te cambia la vida, y eso que aún era eso, dos rayas en un aparatito.

Esas dos rayitas te hacen llorar de

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2 rayitas

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2 rayitas, ese es el comienzo de la aventura, porque en cualquier blog, todos comienzan con un hola mundo, pero en este el primer post deben ser 2 rayitas, así de simple y así de complejo, porque en la inmensidad de esa segunda rayita se esconde una maravilla.

Aparece y te cambia la vida, y eso que aún era eso, dos rayas en un aparatito.

Esas dos rayitas te hacen llorar de

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