La reconstrucción de mama de mamá

Hoy es un día difícil.Es difícil para mí y mucho más difícil para Sandra, que mientras escribo estas líneas está siendo sometida a una intervención quirúrgica.Esta vez no es por enfermedad como hace un año. Esta vez es por salud y bien estar. Hoy estam…

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Viajar con niños y amigos a Oporto

Viajar con niñosEmpezaré diciendo que «viajar con niños» es una expresión un poco ambigua. No creo que sea lo mismo ser monitor en una excursión del colegio que viajar con tus hijos o, cómo en nuestro caso, viajar con tus hijos y los de otros.Eso es lo…

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Nuevo curso: nuevos compañeros ¿Es bueno cambiar de compañeros?

Acaba de comenzar el curso y en los últimos 6 años es la tercera vez que cambian a los niños de la generación de Alonso de clase. Esto me hace plantearme una pregunta: ¿Es bueno que cambien a los niños de compañeros cada cierto tiempo?

En todos estos años he escuchado muchas opiniones a favor y muchas en contra. Pero sobre todo he escuchado a papás justificarse diciendo que les «da igual», aunque no acabo de creérmelo del todo. Me parece más una postura resignada ante la imposibilidad de decidir sobre si quieren o no que cambien de compañeros a sus hijos.

En este artículo voy a mostrarte una reflexión personal sobre lo que suponen estos cambios, sus ‘pros’ y sus ‘contras’, lo que me gusta y lo que no.

¿Por qué se cambia a los niños de clase?

El de mi hijo no es el único colegio en el que se realizan estos ‘ajustes’ o cambios en la configuración de las clases de cada curso.

Hasta dónde yo he podido averiguar, y en contra de lo que algunas personas me insinuaron, parece que estos cambios son decisión de cada centro. Al menos es así en los colegios concertados y al menos en Galicia (… y si no es así te agradecería que lo justifiques en los comentarios.). No son, por lo tanto, una obligación impuesta por el gobierno o por la Xunta (como algunos parecen pensar).

De hecho han llegado hasta mi rumores de que a los más pequeños de infantil, en el mismo colegio de Alonso, ya no tienen la intención de mezclarlos en el futuro.

Cómo se llevan a cabo estos cambios

Bueno, en esto supongo que cada colegio tendrá su ‘modus operandi’. Pero nuestra experiencia es la siguiente:

5 clases de 25 alumnos por curso: 125 niños en total.

Primera configuración de la clase

En 1º de Educación Infantil los colocaron por orden alfabético. Algo que a priori parece bastante lógico y transparente.

Primer cambio de grupos

En el cambio de Educación Infantil a Educación Primaria se produce el primer cambio de configuración en las clases.

En este caso parece que los cambios ya no son tan ‘aleatorios’ como nos dicen. Mezclan las clases de una manera bastante equitativa, pero con una excepción: todos los hijos de profesores están en la misma clase.

Las casualidades no existen por lo que me imagino que los padres de estos alumnos pueden escoger la clase en la que van sus hijos… y de hecho la escogen. Van con otros niños, por supuesto. Pero TODOS los hijos de profesores, personal relacionado con el centro o parientes hasta segundo grado de alguien relacionado con la Consellería de Educación estaban en esa clase. ¿Casualidad? No lo creo.

Segundo cambio de clase en 4 de primaria

Este año han vuelto a separar a los niños de la mayoría de sus compañeros de clase.

Bueno, a todos no. Los hijos y parientes de empleados de educación se han mantenido en la misma clase.

Es más, algún padre/madre ha empezado a trabajar como profesora durante estos últimos años y ahora su hijo/hija también está en la que ya todos llamamos «La clase de los hijos de los profes».

Lo que pienso de la clase de los hijos de los profes

La verdad es que no me importa demasiado que los junten a todos en la misma clase. Pero estoy convencido de que si mi hijo fuese en esa clase no me haría ninguna gracia.

Por mucha confianza que depositemos en lo justo del sistema educativo a nadie se le escapa la posibilidad de que a un niño le cueste más destacar académicamente en esa clase que en otra cualquiera. El fantasma de posibles favoritismos existe y el miedo es libre.

Por otra parte me genera un poco de desconfianza que esa clase siempre sea la de mejor nivel académico (o eso es lo que cuentan a posteriori). ¿Casualidad? De nuevo creo que no. Me niego a pensar que los hijos de profesores estén más capacitados que el resto. Pero si me pongo en la piel de sus padres (los profesores) y puedo escoger… pues es evidente que escogeré al mejor profesor. Tampoco se nos escapa que una buena nota en esa clase puede que sea más ‘barata’ que en otra cualquiera.

Cambio de clase en el colegio: dos puntos de vista

Como para casi todo en esta vida existe más de una forma de ver el cambio de clase. Hay los que encuentran en ello cambios positivos, hay a quienes no les gusta nada y también hay los que no se lo plantean: lo asumen y punto.

Dejando de lado a estos últimos me gustaría analizar los otros dos puntos de vista y sus argumentos:

«Favorece que los niños se relacionen con otros niños»

Este suele ser el argumento más común de los que están a favor de estos cambios.
Es cierto. Pero con todo el respeto: forzar esto de esta forma me parece una solemne estupidez.
También lo hacen en campamentos, en la piscina, en la playa, en el parque, en cumpleaños.
¿De verdad hace falta romper lazos para conseguirlo?

«Los separan de sus amigos. Rompen lazos y crean inseguridad en los niños»

Este es, obviamente el argumento de los que piensan que este cambio no es beneficioso.
En parte no les falta razón. Durante 3 años, y sobre todo a ciertas edades, se forjan amistades de las de «toda la vida». Así es como lo perciben los peques. Separarlos es un golpe más o menos duro en algunos casos.
«Los amigos se verán igualmente en el patio» contra-argumentan los otros.
Es verdad, yo ya lo he visto en Alonso. Algunas grandes amistades de Educación Infantil se mantienen en el patio y siguen vivas tras lo que para ellos es «toda una vida».
Sin embargo no todos los niños son capaces de ello y a menudo se rompen vínculos.

A mi nunca me cambiaron de clase

Tal vez es  por eso por lo que no acabo de comprender muy bien el sentido de estos cambios. No veo la necesidad de que cada cierto tiempo usen a los niños como naipes y se dediquen a barajar, cortar y repartir de nuevo.
Al fin y al cabo a mi no me causo ningún problema. Al contrario. He creado lazos muy fuertes con gente que 40 años más tarde se siguen manteniendo.

Un cambio agridulce

Ayer dio comienzo el nuevo curso y no teníamos muy claro como iría el cambio ni que compañeros tendría.
Yo, desde el punto de vista académico preferiría que no le tocase con esos Grandes Amigos con los que sé que su atención dura menos que la mecha de un petardo.
Reconozco que también tenía mi lista negra de 2 o 3 niños que preferiría que no le tocasen en clase. Sé que mi lista negra coincidía con la de otros padres sin habernos puesto de acuerdo, pero creo que a mi me hubiese dado un poco más igual si le hubiesen tocado en clase.
Él, por su parte, me insistía durante el verano en el miedo a que sus mejores amigos de clase se fuesen a otra clase y también en el deseo/posibilidad de que otros amigos que había dejado en primaria volviesen a compartir aula durante los próximos años.
Al final, como cabía esperar pasó de todo. Algunos se fueron a otras clases, algunos amigos del curso pasado se quedaron con Alonso y el mejor amigo de infantil volvió a coincidir en su clase.

Un problema inesperado

Todo parecía ir genial, pero cuando íbamos a casa en el coche tras el primer día de clase miré por el retrovisor interior y percibí una cara de preocupación en su cara.
Me extrañó bastante, pues me acababa de contar ilusionadísimo lo buena que es su nueva profe y lo estupendos que son todos sus compañeros de clase.
– ¿Te preocupa algo Alonso?
Me dijo que le preocupaba su novia.
Sí, a mi también me parece pronto. Tiene nueve años y lleva dos con «su novia» Pero es así y eso siempre es bonito.
Lo malo es que este año ya no les tocó en la misma clase y por eso me dijo:
– Es que… espero que quiera seguir siendo mi novia aunque no estemos juntos en clase.

– No te preocupes por eso. Seguro que sí. Tu vales muchísimo y un cambio de clase no cambia eso. Pero si no es así, tampoco te preocupes: las buenas relaciones aguantan. Las otras hay que dejarlas ir.
Por el momento conseguí cambiar su cara, pero sé que estaba preocupado de verdad.
Es muy pequeño. La vida da muchas vueltas y soy consciente de que en los próximos años sufrirá muchos desengaños. Pero soy su padre y cuando lo pasa mal se me rompe el alma… como a cualquier padre.
En ese momento me di cuenta que estaba más de la parte de los que piensan que estos cambios rompen lazos que de los que piensan que son beneficiosos. 
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Libros de texto en Amazon – Experiencia satisfactoria.

Cuando yo era el que estudiaba el colegio todo esto de comprar los libros me parecía más fácil. Por una parte por el hecho de que no era yo el que los compraba. Pero por otra parte porque iba a un colegio en el que el primer día de clase me encontraba los libros en mi pupitre. Efectivamente, el colegio los compraba y nos los facilitaba en clase.

Ahora la cosa es más complicada en la mayoría de los colegios… aunque creo que algunos siguen con el antiguo sistema de mi colegio.

Hoy en día tenemos «libertad de elección». Respetan mucho el libre mercado y esto hace que  tengamos un montón de proveedores a los que pedir los libros del cole de los peques.

De esta forma, en teoría, podemos conseguir los mejores precios escogiendo cada libro en el sitio que más barato nos lo ofrezcan… ¿o no?

Esa es la pregunta:

¿Realmente sale más barato comprar los libros en distintos sitios?

He realizado un pequeño estudio para comprobar si realmente vale la pena comprar los libros a distintos proveedores o si vale la pena comprar a uno solo. Así que ahora te voy a contar las conclusiones que he obtenido de este pequeño estudio para que lo tengas en cuenta en la próxima compra de los libros de texto que realices.

También te voy a contar cual ha sido la mejor experiencia de compra de los libros de texto durante estos últimos 6 años.

Pero primero te voy a poner en antecedentes… para que sepas como hemos ido cambiando de parecer. (A lo mejor te ahorro el proceso de aprendizaje si tu hijo o hija está en los primeros cursos 😉 )

¿Dónde hemos comprado los libros de texto durante estos años?

Durante los primeros años nosotros comprábamos los libros en la librería del colegio. Ni siquiera se nos ocurría mirar en otro sitio.

«Que pereza tener que ir a comprar los libros a una gran superficie… y si luego ir a buscarlos… y si te has equivocado tramitar la devolución y conseguir el que correspondía»
Ese era, básicamente nuestro pensamiento.

Unos años después habíamos oído que algunos padres se ahorraban dinero comprando los libros fuera de la librería del colegio… pero no parecía que fuese mucha la diferencia.

Hace un par de años sufrimos un retraso de casi 2 meses sobre el principio de las clases en la entrega de los libros de una asignatura.

Seguramente se debió a un problema concreto que desconozco y seguramente no se volverá a repetir.
Pero después de haber realizado entregas a cuenta durante todo el verano se supone que tendríamos alguna ventaja o preferencia ¿no? Pues en vez de eso tuvimos que recibir notas de la profesora para explicarnos que necesitaba urgentemente que el niño llevase el libro de su asignatura.
Al contrario que los niños cuyos padres habían encargado los libros fuera (independientemente de la librería o gan almacén que fuese), los que habíamos adelantado el dinero no teníamos los libros.

El año pasado decidimos probar a comprar los libros en una gran superficie que no voy a nombrar… ¡¿Que?!

Pues claro que la voy a nombrar. Este es mi blog y en él nombro lo que quiero:

El año pasado compramos los libros en Carrefour.

Nuestra experiencia de compra de libros de texto en Carrefour

He de decir que a pesar de que tuvimos que desplazarnos hasta el centro comercial para realizar el pedido, la experiencia fue muy satisfactoria.

Presentamos en la mesa que tenían dedicada para ello el listado de los libros de texto que nos pedían en el colegio. Rellenaron un formulario con nuestros datos, nos dieron un resguardo del pedido y nos fuimos.

Unas semanas antes de que empezasen las clases nos llamaron para informarnos de que los libros del niño ya estaban preparados.

Fuimos a recogerlos y nos los entregaron en una especie de maletín / archivador de cartón. Bastante cómodo.

He de decir que finalmente habíamos pedido un libro de más y la devolución también fue muy sencilla y rápida.

Entonces, si todo fue bien en Carrefour

¿Por qué hemos comprado los libros de texto en Amazon este año?

«Las comparaciones son odiosas» seguramente habrás oído esta frase muchas veces. Pues serán odiosas para los que salen perdiendo en la comparación, pero para mi (que soy el que compara en esta ocasión) son estupendas.

Este año hemos comparado precios en distintos sitios.

A mediados de junio de este año pedimos el listado de libros de texto al colegio. Nos enviaron un pdf por correo electrónico con los títulos, el código ISBN y mucho más.

Copié y pegué estos datos en una hoja de cálculo para hacer una comparativa de disponibilidad y precios en los principales proveedores.

Bueno, en realidad escogí Carrefour, El Corte Inglés y Amazon.

La verdad es que las diferencias no eran muy grandes.

En esta tabla puedes ver la comparativa de precios entre Amazon y el segundo más barato, que esta vez si que no diré cual es.

En realidad las diferencias de precio eran irrelevantes. Cómo puedes ver en la tabla entre estos dos proveedores había 3,9€ de diferencia en los libros disponibles en el segundo. La diferencia era muy similar con el tercero.
La disponibilidad de los libros fue la que decantó la balanza hacia Amazon.
En ninguno de los demás proveedores había disponibilidad inmediata (o casi) de la totalidad de los libros de texto.

En Amazon tenían todos los libros en menos de una semana. La mayoría los tenían disponibles y solamente 2 tardaban unos días en estar disponibles… pero me permitían hacer le pedido desde ya.

Creé una lista de deseos de Amazon con esos códigos ISBN y la compré.
Coste total de los libros: 275,61€. Aquí está la prueba. Los dos envíos en los que me dividieron la entrega y su coste 😉

Al día siguiente tenía casi todos en casa. Una semana después el resto.
Creo que los mismos libros encargados en el colegio pasaban de los 300€ este año (…y los pagas por anticipado)
Esta ha sido mi experiencia en la compra de libros de texto y creo que puedo obtener algunas conclusiones claras de ella:

No vale la pena comprar a distintos proveedores

En vista de la mínima diferencia entre un sitio y otro no vale la pena comprar unos libros en un sitio y otros libros en otro. Me parece que es mayor la molestia y los costes de desplazamiento que el ahorro que esto supone.

Las promociones

Es cierto que cada centro comercial y página web realizan promociones durante el verano para asegurarse de que les compres a ellos la totalidad de los libros de texto (o casi).
Pero también es verdad que las ofertas son muy similares entre todos ellos y esto no supone un factor decisivo entre uno y otro.
Si es cierto que hace más atractivo decidirse por un proveedor único, pues si compras un poco en cada sitio perderás estas promociones y puede que al final estés perdiendo dinero en vez de ahorrarlo.
Estas promociones son, en mi opinión, una forma de compensar el ahorro que se conseguiría «yendo de flor en flor» para conseguir las mejores ofertas.

La comodidad de no moverte de casa

Hoy en día poder realizar un pedido online y no tener que desplazarte para recibirlo es un factor determinante para los consumidores. Cada vez pedimos todo más cómodo, más cerca y más pronto.
En este punto Amazon se lleva la palma, pero es cierto que he visto que muchos otros proveedores más «tradicionales» han empezado a ofrecer la compra online y entrega en casa gratuita.

Si estas leyendo esto y tienes que comprar libros de texto espero que te sirva de ayuda y tomes la mejor decisión.

Para mi, este año, ha sido Amazon. 
Pero puede que para ti sea otro. 
Lo que está claro es que investigar el mercado de estos productos no es difícil y vale la pena.
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Libros de texto en Amazon – Experiencia satisfactoria.

Cuando yo era el que estudiaba el colegio todo esto de comprar los libros me parecía más fácil. Por una parte por el hecho de que no era yo el que los compraba. Pero por otra parte porque iba a un colegio en el que el primer día de clase me encontraba los libros en mi pupitre. Efectivamente, el colegio los compraba y nos los facilitaba en clase.

Ahora la cosa es más complicada en la mayoría de los colegios… aunque creo que algunos siguen con el antiguo sistema de mi colegio.

Hoy en día tenemos «libertad de elección». Respetan mucho el libre mercado y esto hace que  tengamos un montón de proveedores a los que pedir los libros del cole de los peques.

De esta forma, en teoría, podemos conseguir los mejores precios escogiendo cada libro en el sitio que más barato nos lo ofrezcan… ¿o no?

Esa es la pregunta:

¿Realmente sale más barato comprar los libros en distintos sitios?

He realizado un pequeño estudio para comprobar si realmente vale la pena comprar los libros a distintos proveedores o si vale la pena comprar a uno solo. Así que ahora te voy a contar las conclusiones que he obtenido de este pequeño estudio para que lo tengas en cuenta en la próxima compra de los libros de texto que realices.

También te voy a contar cual ha sido la mejor experiencia de compra de los libros de texto durante estos últimos 6 años.

Pero primero te voy a poner en antecedentes… para que sepas como hemos ido cambiando de parecer. (A lo mejor te ahorro el proceso de aprendizaje si tu hijo o hija está en los primeros cursos 😉 )

¿Dónde hemos comprado los libros de texto durante estos años?

Durante los primeros años nosotros comprábamos los libros en la librería del colegio. Ni siquiera se nos ocurría mirar en otro sitio.

«Que pereza tener que ir a comprar los libros a una gran superficie… y si luego ir a buscarlos… y si te has equivocado tramitar la devolución y conseguir el que correspondía»
Ese era, básicamente nuestro pensamiento.

Unos años después habíamos oído que algunos padres se ahorraban dinero comprando los libros fuera de la librería del colegio… pero no parecía que fuese mucha la diferencia.

Hace un par de años sufrimos un retraso de casi 2 meses sobre el principio de las clases en la entrega de los libros de una asignatura.

Seguramente se debió a un problema concreto que desconozco y seguramente no se volverá a repetir.
Pero después de haber realizado entregas a cuenta durante todo el verano se supone que tendríamos alguna ventaja o preferencia ¿no? Pues en vez de eso tuvimos que recibir notas de la profesora para explicarnos que necesitaba urgentemente que el niño llevase el libro de su asignatura.
Al contrario que los niños cuyos padres habían encargado los libros fuera (independientemente de la librería o gan almacén que fuese), los que habíamos adelantado el dinero no teníamos los libros.

El año pasado decidimos probar a comprar los libros en una gran superficie que no voy a nombrar… ¡¿Que?!

Pues claro que la voy a nombrar. Este es mi blog y en él nombro lo que quiero:

El año pasado compramos los libros en Carrefour.

Nuestra experiencia de compra de libros de texto en Carrefour

He de decir que a pesar de que tuvimos que desplazarnos hasta el centro comercial para realizar el pedido, la experiencia fue muy satisfactoria.

Presentamos en la mesa que tenían dedicada para ello el listado de los libros de texto que nos pedían en el colegio. Rellenaron un formulario con nuestros datos, nos dieron un resguardo del pedido y nos fuimos.

Unas semanas antes de que empezasen las clases nos llamaron para informarnos de que los libros del niño ya estaban preparados.

Fuimos a recogerlos y nos los entregaron en una especie de maletín / archivador de cartón. Bastante cómodo.

He de decir que finalmente habíamos pedido un libro de más y la devolución también fue muy sencilla y rápida.

Entonces, si todo fue bien en Carrefour

¿Por qué hemos comprado los libros de texto en Amazon este año?

«Las comparaciones son odiosas» seguramente habrás oído esta frase muchas veces. Pues serán odiosas para los que salen perdiendo en la comparación, pero para mi (que soy el que compara en esta ocasión) son estupendas.

Este año hemos comparado precios en distintos sitios.

A mediados de junio de este año pedimos el listado de libros de texto al colegio. Nos enviaron un pdf por correo electrónico con los títulos, el código ISBN y mucho más.

Copié y pegué estos datos en una hoja de cálculo para hacer una comparativa de disponibilidad y precios en los principales proveedores.

Bueno, en realidad escogí Carrefour, El Corte Inglés y Amazon.

La verdad es que las diferencias no eran muy grandes.

En esta tabla puedes ver la comparativa de precios entre Amazon y el segundo más barato, que esta vez si que no diré cual es.

En realidad las diferencias de precio eran irrelevantes. Cómo puedes ver en la tabla entre estos dos proveedores había 3,9€ de diferencia en los libros disponibles en el segundo. La diferencia era muy similar con el tercero.
La disponibilidad de los libros fue la que decantó la balanza hacia Amazon.
En ninguno de los demás proveedores había disponibilidad inmediata (o casi) de la totalidad de los libros de texto.
En Amazon tenían todos los libros en menos de una semana. La mayoría los tenían disponibles y solamente 2 tardaban unos días en estar disponibles… pero me permitían hacer le pedido desde ya.
Creé una lista de deseos de Amazon con esos códigos ISBN y la compré.
Coste total de los libros: 275,61€. Aquí está la prueba. Los dos envíos en los que me dividieron la entrega y su coste 😉

Al día siguiente tenía casi todos en casa. Una semana después el resto.
Creo que los mismos libros encargados en el colegio pasaban de los 300€ este año (…y los pagas por anticipado)
Esta ha sido mi experiencia en la compra de libros de texto y creo que puedo obtener algunas conclusiones claras de ella:

No vale la pena comprar a distintos proveedores

En vista de la mínima diferencia entre un sitio y otro no vale la pena comprar unos libros en un sitio y otros libros en otro. Me parece que es mayor la molestia y los costes de desplazamiento que el ahorro que esto supone.

Las promociones

Es cierto que cada centro comercial y página web realizan promociones durante el verano para asegurarse de que les compres a ellos la totalidad de los libros de texto (o casi).
Pero también es verdad que las ofertas son muy similares entre todos ellos y esto no supone un factor decisivo entre uno y otro.
Si es cierto que hace más atractivo decidirse por un proveedor único, pues si compras un poco en cada sitio perderás estas promociones y puede que al final estés perdiendo dinero en vez de ahorrarlo.
Estas promociones son, en mi opinión, una forma de compensar el ahorro que se conseguiría «yendo de flor en flor» para conseguir las mejores ofertas.

La comodidad de no moverte de casa

Hoy en día poder realizar un pedido online y no tener que desplazarte para recibirlo es un factor determinante para los consumidores. Cada vez pedimos todo más cómodo, más cerca y más pronto.
En este punto Amazon se lleva la palma, pero es cierto que he visto que muchos otros proveedores más «tradicionales» han empezado a ofrecer la compra online y entrega en casa gratuita.

Si estas leyendo esto y tienes que comprar libros de texto espero que te sirva de ayuda y tomes la mejor decisión.

Para mi, este año, ha sido Amazon. 
Pero puede que para ti sea otro. 
Lo que está claro es que investigar el mercado de estos productos no es difícil y vale la pena.
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Santa Claus y Los Reyes Magos: ¿hasta cuándo podemos mantener la magia?

A los 8 años todavía siguen teniendo su magia los Reyes Magos y Santa Claus, aunque lo cierto es que por primera vez le hemos visto «las orejas al lobo» este año.

¿Hasta qué edad dura la magia de los Reyes Magos y Santa Claus?

Algunas preguntas ‘incómodas’ y algunos comentarios de los primeros compañeros que ya han descubierto cómo funcionan las cosas nos han despertado esa alarma que te hace plantearte algunas preguntas.

– «Papá, Javier dice que Papa Noel y los Reyes Magos no existen»

¡Y me lo suelta mientras conduzco! …así, sin previo aviso.

En ese momento no sabes muy bien qué responder y te quedas un poco frío pensando. Pero enseguida me dí cuenta de que callarme era la peor opción.

Reconocerlo no era una alternativa, así que no me quedaban muchas opciones.

– «¿…y por qué dice eso? ¡Vaya tontería! ¿no?»

– «Pues si. Eso le dije yo.» 

– «Pues yo recuerdo perfectamente que los Reyes le trajeron a Javier un montón de regalos el año pasado.»

– «Si papá. Ya le dije yo que eso era una chorrada y si decía tonterías no le van a traer nada».

Un par de días después le repitió un comentario parecido a mamá, que esta vez ya estaba más preparada.

Desde la primera charla ya habíamos tenido tiempo de comentarlo, investigar un poco y decidir cual sería nuestra postura ante lo que es inevitable: que algún día descubra que es todo una fantasía.

Después de leer un buen rato sobre el tema y tener claro cual es nuestro posicionamiento al respecto me pareció que a lo mejor, a ti, que tal vez estés en una situación personal parecida, te vendría bien que te lo resuma.

La fantasía no es eterna

Eso es lo primero que tenemos que tener claro cuando afrontamos la posibilidad de que nuestro hijo descubra que los Reyes Magos no son tan ‘magos’ como le hacemos creer.

A medida de que madure se dará cuenta de que ciertas piezas no encajan y que todo esto no puede ocurrir como se cuenta. Hará algunas preguntas. Algunas se las responderá él sólo y otras nos las planteará a los padres.

Es lo natural. De hecho, este año ya ha planteado algunas preguntas tales como:

– «¿Cómo puede Papa Noel repartir todos esos juguetes por el mundo en una sola noche?»

A esta pregunta yo le respondí con la lógica más aplastante: «¡Gracias a su trineo mágico… por supuesto! Lo que para ti dura solamente una noche para el es como un año de trabajo»

– «¿Cómo pueden estar los Reyes Magos en las cabalgatas de todas las ciudades?»

Como todos sabemos eso es gracias a los distintos husos horarios 😉 Cuando están en la cabalgata de A Coruña aquí son las 6 de la tarde, pero en Buenos Aires todavía son las 12 del mediodía 🙂

De cualquier forma llegará el día en el que todas estas respuestas imaginativas no valdrán de nada y eso tenemos que tenerlo claro desde el principio.

Pero además es lo que todos deberíamos desear: que tarde o temprano se den cuenta de que los reyes no existen. A nadie le gustaría que su hijo fuese por detrás de todos sus amigos en este ‘despertar’. Eso sería lo peor para el niño.

…y así llegamos a ese equilibrio inestable en el que queremos que evolucione y a la vez mantener la ilusión todo el tiempo que sea posible. Con lo cual me planteo la siguiente pregunta:

¿Hasta que edad creen los niños en los Reyes Magos?

Me daba hasta miedo plantear esta cuestión en el cuadro de búsqueda de Google. Eso es lo primero que suelo hacer en estas situaciones en las que, hay algo que se supone que deberíamos de saber ‘de serie’ como padres… pero no tenemos ni idea.

Por lo visto la edad en la que los niños se dan cuenta de que Santa Claus y los Reyes Magos no son tal y como se los planteamos ronda desde los tiernos 7 años hasta los 11. Esto dependerá sobre todo de 2 cuestiones: madurez e influencias.

El tema de las influencias está claro: otros niños que ya han ‘descubierto el pastel’ van corriendo a contárselo a sus amigos y/o hermanos menores. Ellos no lo saben, pero los han convertido un poco en unos Grinch.

En cuanto a la madurez conviene aclarar que hablamos de ‘madurez’ y no de ‘inteligencia’. No son lo mismo ni mucho menos.

La madurez se refiere un estado en la evolución del niño que se puede alcanzar antes o después.

La inteligencia, sin embargo, es la capacidad del niño de aprender, razonar,…

Es importante aclarar estos conceptos, pues que un niño no haya madurado no quiere decir que sea menos inteligente. Al contrario, la inmadurez es a menudo una fase necesaria para luego poder gestionar una madurez más sana y fuerte.

¿Cuándo se lo contamos?

Bueno, a este respecto he sacado algunas conclusiones bastante claras.

Hasta los 8 años

La primera es que antes de los 8 años me parece prematuro. Hasta esa edad yo negaría cualquier indicio de duda ante el niño a no ser que muestre un estado de madurez enormemente adelantado a su edad.

Entre los 8 y los 10

A partir de los 8 y hasta los 10 es sin duda la etapa más difícil. En este momento lo sencillo sería decirle que no existen, pero desde mi punto de vista es un error.

Hay padres que alcanzados los 8 años ni siquiera esperan a que el niño se plantee dudas por si mismo. Simplemente se lo cuentan.

A menudo al forzar prematuramente el descubrimiento de la verdad sobre los Reyes Magos y Santa Claus acortamos el tiempo de ilusión navideña, pero además convertimos a nuestro hijo en uno de los detonantes para que otros niños lo descubran antes de tiempo. ¡No seas Grinch! 😉
Navidad fotografía designed by Asier_relampagoestudio – Freepik.com

En parte por miedo a que otros niños se lo cuenten de cualquier manera y hasta se rían de él por mantener esa ilusión.

En parte, también, por comodidad (seamos sinceros). Cuando la cosa se pone difícil es ahora… y contárselo te quita un problema de encima. Algunos padres lo ven así.

Yo no recomiendo hacer esto, pues les acortas algunos años de ilusión navideña que sin duda es una de las partes más tiernas de la infancia y que mejores recuerdos generan. Seamos sinceros, al final la vida no es más que eso: una colección de buenos recuerdos.

Mi consejo para esta etapa es la de responder «a la gallega». Si, lo sé: no podría dar otra respuesta siendo yo gallego 🙂 Con responder a la gallega me refiero a que a sus dudas respondamos siempre que sea posible con otra pregunta. Así invertimos la carga de la respuesta y le hacemos razonar.

Ante un «existen los Reyes» no respondería ni «si» ni «no», pero tampoco un «¿tu crees que no?». Lo mejor sería algo del tipo «¿y tu qué crees? ¿no te trajeron muchos juguetes siempre?»

Le hacemos razonar, no le mentimos y le incitamos a que mantenga la ilusión mientras pueda. Solamente la madurez será tan cruel como para romper esa ilusión tan interiorizada.

A partir de los 10 años

A partir de esta edad la cosa ya cambia. Entramos en un período en el que el resto de los compañeros de clase y amigos ya saben (casi todos) toda la verdad sobre los Reyes Magos.

Puede que a nuestro peque todavía le falte algún año de madurez, pero ante la posibilidad de que los otros niños se rían de él y lo avergüencen, llega un momento en el que tendremos que valorar el riesgo.

A partir de esa edad habrá que estar más atentos a cualquier señal que indique sus dudas al respecto. Si estas no se presentan tal vez habrá que empezar a darle pistas o incluso plantearle preguntas.

Llegar a los 12 años creyéndose estas fantasías puede ser enormemente perjudicial a nivel social.

El miedo a  admitir el engaño

Hay una cuestión que supongo que siempre nos preocupa a los padres a la hora de admitir la verdad: que en realidad también estamos admitiendo una mentira… y mantenida durante el tiempo.

Es verdad que cuanto más tiempo mantengan la ilusión más bonitos recuerdos generarán, pero también es cierto que «cuanto más alto subas más fuerte es la caída».

Así, en ocasiones, el temor de los padres al admitir la verdad es más por el rencor que podemos generar en los niños por haberles mentido todo este tiempo.

Hay que tener claro y saber explicarles a los niños que esto no es una mentira nuestra. Que es una tradición y que como tal se celebra.

Versiones alternativas de Santa Claus y Los Reyes Magos

Me parece una idea excelente, para ese momento en el que el niño ya ha descubierto que la magia de estos personajes navideños no era tal, tener preparadas las historias verdaderas sobre los mismos.

Si conocemos la historia real de Los Reyes de Oriente y de San Nicolás, este será un momento excelente para contarle lo grandes que estos personajes fueron y por qué es tan importante que las navidades se celebren teniéndolos en cuenta.

En realidad sí que es magia

A veces tiene bastante más de magia de lo que parece que la base del árbol se pueda llenar de paquetes chulísimos en Navidad y en Reyes.

Con una vida como la que llevamos la mayoría de los padres y madres: trabajando todo el día, haciendo malabarismos para conciliar la vida familiar y laboral, con el tiempo justo para todo…

Seamos sinceros, los regalos de navidad no son solamente ir de compras. La fase de investigación: ir con el niño a jugueterías, recopilar catálogos, escribir la carta,… todo eso también toma su tiempo.

Para la compra en si misma te voy a dar un consejo que a mi me ha ahorrado mucho tiempo y dinero: compara precios y compra online. Los regalos navideños de este año (y muchos de años anteriores) han venido de Amazon.

He comparado precios y me he ahorrado más del 10% en el total de las compras haciéndolas online. Pero además las he recibido cómodamente en casa… bueno, en casa de mis padres o en el trabajo, para que el niño no vea al mensajero llegar con los paquetes 😉


(Fuente de la imagen principal Navidad fotografía designed by Asier_relampagoestudio – Freepik.com)

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Santa Claus y Los Reyes Magos: ¿hasta cuándo podemos mantener la magia?

A los 8 años todavía siguen teniendo su magia los Reyes Magos y Santa Claus, aunque lo cierto es que por primera vez le hemos visto «las orejas al lobo» este año.

¿Hasta qué edad dura la magia de los Reyes Magos y Santa Claus?

Algunas preguntas ‘incómodas’ y algunos comentarios de los primeros compañeros que ya han descubierto cómo funcionan las cosas nos han despertado esa alarma que te hace plantearte algunas preguntas.

– «Papá, Javier dice que Papa Noel y los Reyes Magos no existen»

¡Y me lo suelta mientras conduzco! …así, sin previo aviso.

En ese momento no sabes muy bien qué responder y te quedas un poco frío pensando. Pero enseguida me dí cuenta de que callarme era la peor opción.

Reconocerlo no era una alternativa, así que no me quedaban muchas opciones.

– «¿…y por qué dice eso? ¡Vaya tontería! ¿no?»

– «Pues si. Eso le dije yo.» 

– «Pues yo recuerdo perfectamente que los Reyes le trajeron a Javier un montón de regalos el año pasado.»

– «Si papá. Ya le dije yo que eso era una chorrada y si decía tonterías no le van a traer nada».

Un par de días después le repitió un comentario parecido a mamá, que esta vez ya estaba más preparada.

Desde la primera charla ya habíamos tenido tiempo de comentarlo, investigar un poco y decidir cual sería nuestra postura ante lo que es inevitable: que algún día descubra que es todo una fantasía.

Después de leer un buen rato sobre el tema y tener claro cual es nuestro posicionamiento al respecto me pareció que a lo mejor, a ti, que tal vez estés en una situación personal parecida, te vendría bien que te lo resuma.

La fantasía no es eterna

Eso es lo primero que tenemos que tener claro cuando afrontamos la posibilidad de que nuestro hijo descubra que los Reyes Magos no son tan ‘magos’ como le hacemos creer.

A medida de que madure se dará cuenta de que ciertas piezas no encajan y que todo esto no puede ocurrir como se cuenta. Hará algunas preguntas. Algunas se las responderá él sólo y otras nos las planteará a los padres.

Es lo natural. De hecho, este año ya ha planteado algunas preguntas tales como:

– «¿Cómo puede Papa Noel repartir todos esos juguetes por el mundo en una sola noche?»

A esta pregunta yo le respondí con la lógica más aplastante: «¡Gracias a su trineo mágico… por supuesto! Lo que para ti dura solamente una noche para el es como un año de trabajo»

– «¿Cómo pueden estar los Reyes Magos en las cabalgatas de todas las ciudades?»

Como todos sabemos eso es gracias a los distintos husos horarios 😉 Cuando están en la cabalgata de A Coruña aquí son las 6 de la tarde, pero en Buenos Aires todavía son las 12 del mediodía 🙂

De cualquier forma llegará el día en el que todas estas respuestas imaginativas no valdrán de nada y eso tenemos que tenerlo claro desde el principio.

Pero además es lo que todos deberíamos desear: que tarde o temprano se den cuenta de que los reyes no existen. A nadie le gustaría que su hijo fuese por detrás de todos sus amigos en este ‘despertar’. Eso sería lo peor para el niño.

…y así llegamos a ese equilibrio inestable en el que queremos que evolucione y a la vez mantener la ilusión todo el tiempo que sea posible. Con lo cual me planteo la siguiente pregunta:

¿Hasta que edad creen los niños en los Reyes Magos?

Me daba hasta miedo plantear esta cuestión en el cuadro de búsqueda de Google. Eso es lo primero que suelo hacer en estas situaciones en las que, hay algo que se supone que deberíamos de saber ‘de serie’ como padres… pero no tenemos ni idea.

Por lo visto la edad en la que los niños se dan cuenta de que Santa Claus y los Reyes Magos no son tal y como se los planteamos ronda desde los tiernos 7 años hasta los 11. Esto dependerá sobre todo de 2 cuestiones: madurez e influencias.

El tema de las influencias está claro: otros niños que ya han ‘descubierto el pastel’ van corriendo a contárselo a sus amigos y/o hermanos menores. Ellos no lo saben, pero los han convertido un poco en unos Grinch.

En cuanto a la madurez conviene aclarar que hablamos de ‘madurez’ y no de ‘inteligencia’. No son lo mismo ni mucho menos.

La madurez se refiere un estado en la evolución del niño que se puede alcanzar antes o después.

La inteligencia, sin embargo, es la capacidad del niño de aprender, razonar,…

Es importante aclarar estos conceptos, pues que un niño no haya madurado no quiere decir que sea menos inteligente. Al contrario, la inmadurez es a menudo una fase necesaria para luego poder gestionar una madurez más sana y fuerte.

¿Cuándo se lo contamos?

Bueno, a este respecto he sacado algunas conclusiones bastante claras.

Hasta los 8 años

La primera es que antes de los 8 años me parece prematuro. Hasta esa edad yo negaría cualquier indicio de duda ante el niño a no ser que muestre un estado de madurez enormemente adelantado a su edad.

Entre los 8 y los 10

A partir de los 8 y hasta los 10 es sin duda la etapa más difícil. En este momento lo sencillo sería decirle que no existen, pero desde mi punto de vista es un error.

Hay padres que alcanzados los 8 años ni siquiera esperan a que el niño se plantee dudas por si mismo. Simplemente se lo cuentan.

A menudo al forzar prematuramente el descubrimiento de la verdad sobre los Reyes Magos y Santa Claus acortamos el tiempo de ilusión navideña, pero además convertimos a nuestro hijo en uno de los detonantes para que otros niños lo descubran antes de tiempo. ¡No seas Grinch! 😉
Navidad fotografía designed by Asier_relampagoestudio – Freepik.com

En parte por miedo a que otros niños se lo cuenten de cualquier manera y hasta se rían de él por mantener esa ilusión.

En parte, también, por comodidad (seamos sinceros). Cuando la cosa se pone difícil es ahora… y contárselo te quita un problema de encima. Algunos padres lo ven así.

Yo no recomiendo hacer esto, pues les acortas algunos años de ilusión navideña que sin duda es una de las partes más tiernas de la infancia y que mejores recuerdos generan. Seamos sinceros, al final la vida no es más que eso: una colección de buenos recuerdos.

Mi consejo para esta etapa es la de responder «a la gallega». Si, lo sé: no podría dar otra respuesta siendo yo gallego 🙂 Con responder a la gallega me refiero a que a sus dudas respondamos siempre que sea posible con otra pregunta. Así invertimos la carga de la respuesta y le hacemos razonar.

Ante un «existen los Reyes» no respondería ni «si» ni «no», pero tampoco un «¿tu crees que no?». Lo mejor sería algo del tipo «¿y tu qué crees? ¿no te trajeron muchos juguetes siempre?»

Le hacemos razonar, no le mentimos y le incitamos a que mantenga la ilusión mientras pueda. Solamente la madurez será tan cruel como para romper esa ilusión tan interiorizada.

A partir de los 10 años

A partir de esta edad la cosa ya cambia. Entramos en un período en el que el resto de los compañeros de clase y amigos ya saben (casi todos) toda la verdad sobre los Reyes Magos.

Puede que a nuestro peque todavía le falte algún año de madurez, pero ante la posibilidad de que los otros niños se rían de él y lo avergüencen, llega un momento en el que tendremos que valorar el riesgo.

A partir de esa edad habrá que estar más atentos a cualquier señal que indique sus dudas al respecto. Si estas no se presentan tal vez habrá que empezar a darle pistas o incluso plantearle preguntas.

Llegar a los 12 años creyéndose estas fantasías puede ser enormemente perjudicial a nivel social.

El miedo a  admitir el engaño

Hay una cuestión que supongo que siempre nos preocupa a los padres a la hora de admitir la verdad: que en realidad también estamos admitiendo una mentira… y mantenida durante el tiempo.

Es verdad que cuanto más tiempo mantengan la ilusión más bonitos recuerdos generarán, pero también es cierto que «cuanto más alto subas más fuerte es la caída».

Así, en ocasiones, el temor de los padres al admitir la verdad es más por el rencor que podemos generar en los niños por haberles mentido todo este tiempo.

Hay que tener claro y saber explicarles a los niños que esto no es una mentira nuestra. Que es una tradición y que como tal se celebra.

Versiones alternativas de Santa Claus y Los Reyes Magos

Me parece una idea excelente, para ese momento en el que el niño ya ha descubierto que la magia de estos personajes navideños no era tal, tener preparadas las historias verdaderas sobre los mismos.

Si conocemos la historia real de Los Reyes de Oriente y de San Nicolás, este será un momento excelente para contarle lo grandes que estos personajes fueron y por qué es tan importante que las navidades se celebren teniéndolos en cuenta.

En realidad sí que es magia

A veces tiene bastante más de magia de lo que parece que la base del árbol se pueda llenar de paquetes chulísimos en Navidad y en Reyes.

Con una vida como la que llevamos la mayoría de los padres y madres: trabajando todo el día, haciendo malabarismos para conciliar la vida familiar y laboral, con el tiempo justo para todo…

Seamos sinceros, los regalos de navidad no son solamente ir de compras. La fase de investigación: ir con el niño a jugueterías, recopilar catálogos, escribir la carta,… todo eso también toma su tiempo.

Para la compra en si misma te voy a dar un consejo que a mi me ha ahorrado mucho tiempo y dinero: compara precios y compra online. Los regalos navideños de este año (y muchos de años anteriores) han venido de Amazon.

He comparado precios y me he ahorrado más del 10% en el total de las compras haciéndolas online. Pero además las he recibido cómodamente en casa… bueno, en casa de mis padres o en el trabajo, para que el niño no vea al mensajero llegar con los paquetes 😉


(Fuente de la imagen principal Navidad fotografía designed by Asier_relampagoestudio – Freepik.com)

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#ElTemaDeLaSemana: Cosas que odio

Nunca encuentro tiempo para escribir sobre estos temas, aunque siempre me quedo con las ganas y leo a los que participan en Papás Blogeros. Odio cuando me pasa eso.

Esta semana he decidido participar. La verdad es que podía dejar aquí el asunto y el post sería un micro-post de verdad. Pero no: hoy me voy a extender un poquito más.

A mi me enseñaron que odiar era muy feo.

Siempre me dijeron que se trataba de un sentimiento extremo y que sentir odio por alguien no era tan malo como sentir indiferencia.

Tal vez por eso hay pocas (o ninguna) cosas que odio de verdad. Pero cómo soy humano siento ese odio edulcorado que es más bien repugnancia por algunas cosas o situaciones que me rodean.

Odio que los que mandan nos hagan creer que somos libres cuando ellos saben que no es así. No tenemos libertad ni para pensar, ni para opinar, ni (mucho menos) para decidir.

Pero más acorde con la temática del blog voy a destacar 3 cosas que verdaderamente odio de cómo algunos se comportan con los niños:

De los padres frustrados

Odio a esos padres que proyectan sus frustraciones sobre los hijos. ¡Entérate ya! A ti te hubiese gustado mucho ser Hugo Sánchez. Pero eso no quiere decir que a tu hijo le tenga que gustar el futbol… y mucho menos que tenga que ser Messi algún día.

Déjale probar de todo y decidir sin prejuicios.

No lo hagas del Barça, ni del Madrid, ni del Atletico ni del Depor… no le hagas «sentir los colores», que ese argumento es el que se utiliza para que la gente se muera en las guerras (por los colores de una bandera)

Enséñale los valores del deporte: la solidaridad, la superación, la recompensa… (¡será por valores!)

Del sistema educativo

Odio que el sistema educativo trate de hacer con nuestros hijos un rebaño de ovejas preparadas para producir toda la lana que puedan el día de mañana.

Que a los buenos profesores se les encorsete en un sistema anticuado de enseñanza y no se les permita enseñar a nuestros hijos las cosas realmente valiosas de la vida.

Pero me parece que esto lo explica mucho mejor este vídeo que vi hace poco… que me parece que ha plasmado a la perfección lo que hace tiempo que muchos creemos del sistema educativo actual: que está obsoleto.

De la vida

Odio que no exista el botón «Record» y «Replay» para todos esos momentos que me hace vivir mi hijo y que temo que algún día la memoria manipule sin piedad.

…y no me alargaré más en este post (que se supone que tiene que ser «Micro»).

Solamente os dejo con otro vídeo. Uno de Revolver que me vino a la mente cuando leí el tema de la semana: Odio.

Me ha parecido muy conveniente, no sólo por el título, sino también porque recuerdo una entrevista que le hicieron hace unos años a Carlos Goñi en la que contaba como le había cambiado ser padre. Por lo visto antes componía más por la noche y ahora por la mañana. Yo creo que eso se ha notado en sus canciones… para mejor.

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#ElTemaDeLaSemana: Cosas que odio

Nunca encuentro tiempo para escribir sobre estos temas, aunque siempre me quedo con las ganas y leo a los que participan en Papás Blogeros. Odio cuando me pasa eso.

Esta semana he decidido participar. La verdad es que podía dejar aquí el asunto y el post sería un micro-post de verdad. Pero no: hoy me voy a extender un poquito más.

A mi me enseñaron que odiar era muy feo.

Siempre me dijeron que se trataba de un sentimiento extremo y que sentir odio por alguien no era tan malo como sentir indiferencia.

Tal vez por eso hay pocas (o ninguna) cosas que odio de verdad. Pero cómo soy humano siento ese odio edulcorado que es más bien repugnancia por algunas cosas o situaciones que me rodean.

Odio que los que mandan nos hagan creer que somos libres cuando ellos saben que no es así. No tenemos libertad ni para pensar, ni para opinar, ni (mucho menos) para decidir.

Pero más acorde con la temática del blog voy a destacar 3 cosas que verdaderamente odio de cómo algunos se comportan con los niños:

De los padres frustrados

Odio a esos padres que proyectan sus frustraciones sobre los hijos. ¡Entérate ya! A ti te hubiese gustado mucho ser Hugo Sánchez. Pero eso no quiere decir que a tu hijo le tenga que gustar el futbol… y mucho menos que tenga que ser Messi algún día.

Déjale probar de todo y decidir sin prejuicios.

No lo hagas del Barça, ni del Madrid, ni del Atletico ni del Depor… no le hagas «sentir los colores», que ese argumento es el que se utiliza para que la gente se muera en las guerras (por los colores de una bandera)

Enséñale los valores del deporte: la solidaridad, la superación, la recompensa… (¡será por valores!)

Del sistema educativo

Odio que el sistema educativo trate de hacer con nuestros hijos un rebaño de ovejas preparadas para producir toda la lana que puedan el día de mañana.

Que a los buenos profesores se les encorsete en un sistema anticuado de enseñanza y no se les permita enseñar a nuestros hijos las cosas realmente valiosas de la vida.

Pero me parece que esto lo explica mucho mejor este vídeo que vi hace poco… que me parece que ha plasmado a la perfección lo que hace tiempo que muchos creemos del sistema educativo actual: que está obsoleto.

De la vida

Odio que no exista el botón «Record» y «Replay» para todos esos momentos que me hace vivir mi hijo y que temo que algún día la memoria manipule sin piedad.

…y no me alargaré más en este post (que se supone que tiene que ser «Micro»).

Solamente os dejo con otro vídeo. Uno de Revolver que me vino a la mente cuando leí el tema de la semana: Odio.

Me ha parecido muy conveniente, no sólo por el título, sino también porque recuerdo una entrevista que le hicieron hace unos años a Carlos Goñi en la que contaba como le había cambiado ser padre. Por lo visto antes componía más por la noche y ahora por la mañana. Yo creo que eso se ha notado en sus canciones… para mejor.

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Trabajar a los Invizimals

Es curioso el ingenio que desarrollan los niños para conseguir lo que quieren. Y también es interesante, de vez en cuando, bajarnos de nuestra escala de valores y comprender que lo verdaderamente importante para los peques son cosas a las que nosotros no les solemos dar valor.

Todo esto viene a que ayer Alonso me devolvió a la realidad al reclamar mi atención de una manera muy imaginativa y original. Tanto que dije, esto lo tengo que contar.

Estaba yo trabajando en casa en la redacción de un artículo para un conocido blog de Marketing. El caso es que cuando yo me pongo a ello en el despacho de casa me concentro mucho y utilizo varios dispositivos. En concreto utilizo a la vez el macbook, el iMac y el teléfono… vamos, que parezco Nacho Cano tocando un montón de teclados a la vez.

Alonso estaba jugando (en un viejo iPhone sin SIM que heredo para usar algunos videojuegos) al juego de Invizimals. Si tenéis hijos entre 5 y 8 años seguro que ya sabéis de que os hablo 😉

En un momento dado Alonso entra en el despacho para pedirme ayuda con el juego. Mostrándome la pantalla del móvil desde la puerta me dice «Papaaaa…»

Yo ya ni le dejé seguir: «Alonso, ahora no. ¿No ves que estoy trabajando?»

Pasados 5 minutos vuelve: «Papaaa, por favor…»

«Alonso, que ya te dije que estoy trabajando. Anda, vete a la sala un rato y cuando acabe voy»

5 minutos después se repite la escena:

«Papaaaa…»

«¡Alonso! ¿Cómo quieres que te lo diga? Espera en la sala y en cuanto pueda voy»

Pero claro, «en cuanto pueda» es un tiempo muy relativo y yo cuando me concentro pliego el espacio y el tiempo como en Dune y ni me entero de que pasan las horas.

Así que una hora después (más o menos) volvió Alonso a abrir la puerta del despacho. Con un tono muy suave (para no molestar) y muy educadamente me dijo:

«Disculpa Papá, pero si no te importa, cuando acabes ese trabajo podemos trabajar un poco a los Invizimals»

Evidentemente hice una parada con mi tarea y me puse a «trabajar a los Invizimals» que me pareció mucho más urgente y pagan mejor: la sonrisa de Alonso mientras jugábamos no tiene precio.

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Trabajar a los Invizimals

Es curioso el ingenio que desarrollan los niños para conseguir lo que quieren. Y también es interesante, de vez en cuando, bajarnos de nuestra escala de valores y comprender que lo verdaderamente importante para los peques son cosas a las que nosotros no les solemos dar valor.

Todo esto viene a que ayer Alonso me devolvió a la realidad al reclamar mi atención de una manera muy imaginativa y original. Tanto que dije, esto lo tengo que contar.

Estaba yo trabajando en casa en la redacción de un artículo para un conocido blog de Marketing. El caso es que cuando yo me pongo a ello en el despacho de casa me concentro mucho y utilizo varios dispositivos. En concreto utilizo a la vez el macbook, el iMac y el teléfono… vamos, que parezco Nacho Cano tocando un montón de teclados a la vez.

Alonso estaba jugando (en un viejo iPhone sin SIM que heredo para usar algunos videojuegos) al juego de Invizimals. Si tenéis hijos entre 5 y 8 años seguro que ya sabéis de que os hablo 😉

En un momento dado Alonso entra en el despacho para pedirme ayuda con el juego. Mostrándome la pantalla del móvil desde la puerta me dice «Papaaaa…»

Yo ya ni le dejé seguir: «Alonso, ahora no. ¿No ves que estoy trabajando?»

Pasados 5 minutos vuelve: «Papaaa, por favor…»

«Alonso, que ya te dije que estoy trabajando. Anda, vete a la sala un rato y cuando acabe voy»

5 minutos después se repite la escena:

«Papaaaa…»

«¡Alonso! ¿Cómo quieres que te lo diga? Espera en la sala y en cuanto pueda voy»

Pero claro, «en cuanto pueda» es un tiempo muy relativo y yo cuando me concentro pliego el espacio y el tiempo como en Dune y ni me entero de que pasan las horas.

Así que una hora después (más o menos) volvió Alonso a abrir la puerta del despacho. Con un tono muy suave (para no molestar) y muy educadamente me dijo:

«Disculpa Papá, pero si no te importa, cuando acabes ese trabajo podemos trabajar un poco a los Invizimals»

Evidentemente hice una parada con mi tarea y me puse a «trabajar a los Invizimals» que me pareció mucho más urgente y pagan mejor: la sonrisa de Alonso mientras jugábamos no tiene precio.

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Mamá tiene cáncer de mama

Es verdad, no he querido ser ambiguo con el título.

Prefiero dejarlo claro desde el primer momento: Sandra tiene cáncer de mama.

Hace ‘nada’ que lo sabemos, pero ya está recibiendo tratamiento.

Todo ha sido muy rápido. Rapidísimo.

Estamos pasando por mucho, pero lo cierto es que lo estamos llevando bien… muy bien diría yo.

Pero como padres de un niño de 7 años (ya casi 8) nos enfrentamos a ciertos dilemas y ciertas preocupaciones que tal vez otros enfermos no tienen:

  • ¿cómo le explicas el cáncer a un niño?
  • ¿hasta qué punto se lo explicas?
  • ¿cómo se lo tomará cuando vea los efectos de la quimioterapia?

En este artículo te voy a contar cómo estamos viviendo esta nueva situación, pero sobre todo desde nuestro punto de vista como padres.

¿Cómo empezó esta historia del cáncer?

¿Sabes cuando te dicen «parece que fue ayer»? Bueno, pues esto es todo lo contrario.

…todo empezó el primer día de piscina

Nos habíamos cogido la semana del día 15 de agosto de vacaciones.

Al fin y al cabo el día 15 es cuando Sandra (que en realidad es Sandra María) celebra su santo, es festivo y además hacía muchos (muchísimos) años que no coincidíamos juntos de vacaciones.

Así que ese día lo pasamos en la piscina y el 16 lo reservamos para ir al parque acuático… que el niño nos ha salido medio pez y parece que es en ese medio donde mejor se lo pasa.

El caso es que al volver de la piscina Sandra se estaba poniendo crema hidratante y noto algo extraño en la parte inferior del pecho.

«Me ha picado un bicho» me dijo. «…tengo como una picadura y se ha puesto roja la piel»
Pero entonces se fijó mejor y me dijo: «Pero mira, esta como duro el grano. Hay como un bulto detrás».

No sé quién lo dijo primero. Tal vez fuimos los dos a la vez. Pero fuimos inmediatamente al ordenador a pedir cita con el médico de cabecera. La primera disponible: el miércoles 17 a las 9:00. Reservada.

El martes cumplimos con nuestros planes y fuimos al parque acuático, pero aunque no dijimos nada ya había cierta preocupación por momentos.

Pero las posibilidades de una noticia negativa en ese momento nos parecieron tan lejanas que afortunadamente no nos impidió disfrutar del día con el peque.

No voy a entrar en detalles médicos, pero te diré que desde que salimos de la consulta del médico de cabecera (directos al especialista de mama) no han parado de hacerle pruebas en uno y otro hospital. Prácticamente todos los días con pruebas distintas.

Confirmación del diagnóstico

Al final nos confirmaron que la biopsia había detectado un tumor en ese bulto del pecho y también células tumorales en el ganglio cercano en la axila.

Afortunadamente lo detectamos a tiempo y todas las pruebas confirman que el cáncer no se ha extendido a ninguna otra parte del cuerpo.

Eso es bueno… no… buenísimo. Eso significa que estamos en lo que los médicos llaman Fase II.

Poco a poco nos han ido explicando cómo va a ser el proceso al que nos enfrentamos.

Vamos a dedicar un año de nuestras vidas a esto, pero afortunadamente los tratamientos para este tipo de tumores en concreto han avanzado enormemente en esta última década y dentro de un año aproximadamente estaremos celebrándolo.

Tratamiento

Por lo visto se trata de un tumor muy concreto con el cual, hace una década no se podría hacer más que cirugía inmediata (pues es muy virulento) y quimioterapia.

Hoy en día se conoce la parte concreta del ADN de las células que provocan estos tumores y se les ataca, no sólo con una quimioterapia específica sino también con unos anticuerpos a los cuales estas células son muy sensibles.

Con este tratamiento se consigue reducir el tumor hasta hacerlo desaparecer en un 30-40%. En el resto de los casos el tumor se reduce de manera tan notable que hace mucho más llevadera cualquier cirugía posterior.

Es por eso que ahora casi siempre se decide hacer las sesiones de quimioterapia antes de la cirugía y no después. Así es cómo va a suceder en nuestro caso.

«…y luego radioterapia… sí o sí» según palabras del médico.

Empieza la quimioterapia con optimismo

Así que ayer fuimos a que le pusieran la primera sesión de quimioterapia.

No sé si estamos muy tranquilos o todavía no nos ha dado tiempo a asimilarlo. Si es así espero poder mantener esta ‘inconsciencia’ durante los primeros meses. No creo que otra actitud me ayudase en nada… al contrario.

Nos habían dicho que la primera sesión de quimioterapia era más larga… y fue agotadora.

La actitud de Sandra es de sacarse el sombrero. Dicen que no sabes lo valiente que eres hasta que te ves en una situación crítica y es verdad. Estoy muy orgulloso de mi mujer. Es muy valiente y su actitud positiva es arrolladora.

Mi padre (que ya ha superado dos cánceres distintos con éxito) dice que «una actitud positiva es tener la mitad de la batalla ganada al cáncer».
A visto en muchas ocasiones que quien ‘quiere’ salir tiene muchas posibilidades de hacerlo, pero el que se hunde y no es capaz de seguir remando al final tiene muchas más posibilidades de llegar a la costa y ahogarse.

Estoy seguro de que esta forma de enfrentarnos a este problema nos va a ayudar, no solamente a resolverlo, sino también a que tenga un menor impacto en el niño.

Los efectos de la quimioterapia

Sin duda esta es la parte más visible del cáncer y es la que más importancia tendrá a los ojos de los niños (y quizás de muchos adultos que ven el cáncer ‘desde la distancia’)

Un error común es pensar que «la quimioterapia afecta distinto a cada persona». Esto es una verdad a medias.

Por una parte hay muchos tipos de quimioterapia que son en realidad tratamientos distintos. De hecho a Sandra le van a poner un tipo de quimio durante los 3 primeros meses de tratamiento y otro distinto en el segundo trimestre de tratamiento. Cada una con sus efectos secundarios posibles conocidos.

Por otra parte es cierto que los efectos pueden variar ligeramente de una a otra persona. Pero por lo visto no es cierto que si reseca la piel en unos casos otras personas vayan a mejorar su cutis durante el tratamiento.

Sin duda la caída del pelo es lo más llamativo en estos casos. Con esta quimioterapia el pelo cae si o si. Yo sé que mucha gente le dice a Sandra «no adelantes acontecimientos, a lo mejor a ti no se te cae» y es con buena intención. Yo mismo lo dije los primeros días por desconocimiento (… que la ignorancia es muy valiente).

Pero lo cierto es que se caerá y es mejor asumirlo cuanto antes tal y como lo hace Sandra.

Esto no va a evitar que sea duro, pero te da una ventaja contra los síntomas: te anticipas a ellos y estás preparado.

Así, los efectos secundarios para los que hay que estar preparados son, básicamente:

  • Bajada de defensas (ojo con catarros, virus y fiebres)
  • Caída de pelo
  • Escamación de las uñas
  • Sequedad de la piel
  • Cansancio… a veces mucho cansancio.
  • Mayor dificultad para coagular la sangre

Que todo esto hay que saberlo. Que seguramente vendrá. Pero no hay que atenderlo ahora. Ya nos enfrentaremos a cada uno cuando ataquen. Pero por ahora tenemos que estar preparados.

«Mamá colecciona gorros»

Sandra tiene clara una cosa: las pelucas no van con ella. Piensa que ponerte peluca es como negar la enfermedad o avergonzarse de ella. Esto seguramente no le ayudará a concentrarse en lo importante: aceptarla y superarla.
Así que, como buena diseñadora de moda y estilista que es, va a aprovechar todas las posibilidades que le ofrecen los complementos.

Pañuelos y gorros de todo tipo con los que está haciéndose un armario verdaderamente chulo.

A pesar de que nunca había incluido gorros o viseras en su estilismo, pero eso es algo que se puede cambiar rápidamente.

El caso es que llevamos varios días que, cada vez que encontramos un momento nos vamos de tiendas a la caza de gorros y sombreros chulos. Afortunadamente las tiendas están llenas de estos complementos (…algo bueno tenía que tener la moda hipster XD)

Hace un par de días, en una de nuestras excursiones a centros comerciales, Alonso me dijo una cosa mientras Sandra pagaba un par de sombreros:

– Papá, mamá está coleccionando muchos gorros.
– ¡A que si! Ya tiene una colección muy chula.
– Si… pero nunca se los pone.
– No te preocupes Alonso, ya se los pondrá.

En ese momento me di cuenta de que sin darnos cuenta estábamos retrasando algo que tenía que pasar. Habíamos estado centrados en demasiadas cosas importantes, pero habíamos descuidado otra no menos importante.

Todo ha pasado muy rápido. En esta situación había sido realmente cómodo ocultarle a Alonso lo que estaba pasando… pero eso se estaba acabando.

¿Cómo explicarle el cáncer a un niño?

Esa era la gran pregunta a la que teníamos que dar respuesta ahora.

Así que ayer, mientras le ponían la quimioterapia a Sandra tuvimos tiempo de sobra para decidir el enfoque que le íbamos a dar al asunto. En concreto tuvimos 6 horas… que entre que la primera sesión es mucho más larga, esperas y demás es el tiempo que nos pasamos ayer en el hospital.

La respuesta corta a la pregunta sería: con naturalidad y sin exagerar ni dramatizar.

Así se lo expliqué yo

La verdad es que el momento casi lo tenía claro. Todas las tardes voy a recoger a Alonso a casa de los abuelos. Cuando salimos de allí tenemos siempre nuestro «momento charla padre-hijo» en el trayecto en coche.

Así que mientras yo conducía le expliqué:

– Oye, Alonso, tu sabes que mamá ha estado yendo a médicos todos estos días ¿verdad?
– Si, claro. Por eso vengo tan temprano a casa de los abuelos a veces.
– Pues si. Es que a mamá le salió un bultito pequeño en un pecho.
¿En la teta?
– Si… en la teta.

(Debí utilizar un lenguaje más claro ahí. Eso está claro XD)

– Bueno, el caso es que ya se lo están curando. Hoy fuimos a que le pusiesen medicinas.
– ¿Ya está curada?
– No, pero ya se está curando. Le va a llevar tiempo y de eso quería hablar contigo. Tenemos que ayudar a mamá a curarse y como tu ya casi tienes 8 años me parece que me puedes ayudar. ¿Me vas ayudar a cuidar a mamá para que se cure pronto?
– Si, claro
– ¡Genial!

Hasta ese momento ya le había dicho que mamá tiene un tumor, que va a tardar en curarse y ya podía contar con una buena predisposición por su parte para afrontar cualquier cosa y ayudar… y todo eso con una sonrisa en la cara.
¡Lo estaba consiguiendo!

En ese momento supe que estaba consiguiendo explicarle a mi hijo la situación de tal forma que la comprenda y no le afecte a la vez.

Pero entonces me di cuenta de que me estaba «viniendo a arriba» muy pronto. Aún me quedaba lo más difícil.
Lo que más le podría impresionar a Alonso no era que mamá esté enferma y que se esté curando… ni tampoco que le vaya a pedir ayuda.

El seguramente se estaba imaginando a sí mismo preparándose sopitas calientes o llevando un té a mamá para desayunar en la cama.

Sin embargo, lo que más le va a impresionar van a ser los efectos secundarios. Eso es lo que tenía que explicarle ahora para que sepa lo que va a pasar pero que no le de importancia.

– Bueno, pues te cuento cómo podemos ayudar y cuidar a mamá: la medicina que le están dando es buenísima y le va a curar muy bien… pero mientras la toma le va a cambiar un poco y nosotros tenemos que hacer que mamá se sienta bien.
– ¿Cómo que la va a cambiar? ¿Cómo Hulk?
– ¡Nooo! Va a tener algunos efectos. Por ejemplo, algunos días estará muy cansada. Cuando esté muy cansada hay que dejarla descansar y cuidarla… pero no darle la lata. Vamos a hacer eso para que se cure mejor ¿verdad?
– ¡Claro!
– ¡Genial! Pero además va a tener algunos cambios en el aspecto. Que no son importantes, porque en cuanto deje de tomar la medicina volverá a estar como antes. Por ejemplo, un día, de repente, se le va a caer el pelo.
– ¡¿Se va a quedar calva?!
– Bueno, si. Pero no de verdad. En cuanto el médico deje de darle la medicina le vuelve a salir el pelo y en poco tiempo volverá a tener el mismo aspecto que ahora. Si se quedase calva no le volvería a nacer.
– Pero va a estar fea
– No creo. Tu mamá es muy guapa y la gente guapa de verdad esta guapa con pelo o sin pelo. Al principio a lo mejor te cuesta acostumbrarte a verla así, pero ahí es donde voy a necesitar tu ayuda de nuevo.
– ¿Cómo puedo ayudar en eso?
– Pues muy fácil. Viendo lo guapa que es mamá y diciéndoselo… independientemente de que tenga pelo o no.
– ¡Pero yo no quiero que se le caiga el pelo!
– Ni yo… y mucho menos mamá. Pero te voy a plantear una pregunta: ¿prefieres que mamá no tenga pelo durante unos meses pero que esté sana y contenta o que mamá tenga pelo pero este triste y esté enferma para siempre?
– ¡No, no! ¡Prefiero que se cure! … aunque se le caiga el pelo.
– Claro, pues para conseguir que se cure antes y mejor te voy a pedir ese favor: ten paciencia y dile a tu madre lo guapa que esta. Además, mamá con el estilazo que tiene va a llevar los gorros y los pañuelos que se compró que le van a quedar estupendos.
– ¡Que pilla mamá! ¡Por eso estaba coleccionando gorros!
– Si que es pilla si.
– ¡Ah! y otra cosa: dentro de un año, cuando esté curada de todo vamos a hacer una fiesta. ¿Qué te parece?
– ¡Bien! ¡Fiesta! ¡Fiesta!

Yo creo que la cosa fue bastante bien ¿no?

Luego recogimos a Sandra y le dije que ya le había explicado lo de las medicinas a Alonso.

Le pedimos que se lo contase a su madre y demostró que lo entendió todo.

Bueno, lo cierto es que empezó por «El año que viene vamos a hacer una fiesta… » pero luego explicó lo demás también.

Otras formas de explicar el cáncer a un niño

Esta fue la forma en la que nosotros decidimos explicárselo, pero no tiene por que ser la correcta en otros casos.

Cada niño es diferente y cada familia tiene su forma de afrontar las cosas.

De cualquier forma creo que desdramatizar el asunto y afrontarlo con naturalidad es siempre un enfoque acertado.

Existen multitud de publicaciones y cuentos que tratan de ayudar a los padres en este momento. Nosotros vimos varias antes de contárselo, pero decidimos hacerlo así de todos modos.

Pero cómo cada uno decide qué forma se adapta mejor a su caso, aquí te dejo el enlace a tres recursos interesantes:

«Mamá se va a la guerra»

Se trata de un libro de Irene Aparici que escribió este libro para explicarle a sus hijos lo que le iba a pasar en cuanto le diagnosticaron un cáncer de mama.

Se lo enseñó a su oncólogo el cual comenzó a utilizarlo con éxito para explicar el cáncer a los niños.

Actualmente lo comercializa la editorial Cuento de Luz por 14,90€. No digo que el libro esté mal, pero el hecho de comercializarlo con ánimo de lucro me parece que le quita un poco de credibilidad al aspecto ‘generoso’ de haberlo escrito para ayudar a otros en su situación.

De cualquier forma, aquí tienes un pequeño avance en un vídeo de la misma editorial, para que te hagas una idea de cual es el contenido del libro.

«¿Qué te ocurre mamá?»

Este otro libro que trata de explicar el proceso del cáncer de mama desde el punto de vista de un niño.

Pretende así guiar a los padres en esta situación a explicar cómo pueden afrontar esta situación.

En mi sincera opinión el libro es mejorable, pero puede cumplir su función en algunos casos. Este si que es gratuito, lo cual también es de agradecer. Lo puedes descargar aquí en pdf.

«Mamá tiene un tumor»

Este libro está escrito por Carmen Cereijo, del CHUAC (que es precisamente el hospital que está tratando a Sandra). Las ilustraciones también son de una persona del hospital coruñés: la enfermera Belén Novoa.

No es porque sea un libro creado en mi ciudad (la cual además está ilustrada en él), pero en mi opinión es un libro que cumple perfectamente con su cometido. Muy bien redactado y con un enfoque muy positivo que realmente puede ayudar a afrontar la situación a un niño.

Se publicaron 7000 ejemplares que se repartieron por los hospitales gallegos, pero también te lo puedes descargar en este enlace desde cualquier lugar.

Lo cierto es que dude en leer este cuento a Alonso, pero al final me pareció que una de nuestras charlas podría ser más natural y positiva.

Espero que nunca necesites leer este artículo, pero si es así me gustaría pensar que contarte mi experiencia y compartir contigo estos recursos te ayuda al menos un poquito para contarle a tu peque la situación de una manera comprensible y poco traumática.

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Mamá tiene cáncer de mama

Es verdad, no he querido ser ambiguo con el título.

Prefiero dejarlo claro desde el primer momento: Sandra tiene cáncer de mama.

Hace ‘nada’ que lo sabemos, pero ya está recibiendo tratamiento.

Todo ha sido muy rápido. Rapidísimo.

Estamos pasando por mucho, pero lo cierto es que lo estamos llevando bien… muy bien diría yo.

Pero como padres de un niño de 7 años (ya casi 8) nos enfrentamos a ciertos dilemas y ciertas preocupaciones que tal vez otros enfermos no tienen:

  • ¿cómo le explicas el cáncer a un niño?
  • ¿hasta qué punto se lo explicas?
  • ¿cómo se lo tomará cuando vea los efectos de la quimioterapia?

En este artículo te voy a contar cómo estamos viviendo esta nueva situación, pero sobre todo desde nuestro punto de vista como padres.

¿Cómo empezó esta historia del cáncer?

¿Sabes cuando te dicen «parece que fue ayer»? Bueno, pues esto es todo lo contrario.

…todo empezó el primer día de piscina

Nos habíamos cogido la semana del día 15 de agosto de vacaciones.

Al fin y al cabo el día 15 es cuando Sandra (que en realidad es Sandra María) celebra su santo, es festivo y además hacía muchos (muchísimos) años que no coincidíamos juntos de vacaciones.

Así que ese día lo pasamos en la piscina y el 16 lo reservamos para ir al parque acuático… que el niño nos ha salido medio pez y parece que es en ese medio donde mejor se lo pasa.

El caso es que al volver de la piscina Sandra se estaba poniendo crema hidratante y noto algo extraño en la parte inferior del pecho.

«Me ha picado un bicho» me dijo. «…tengo como una picadura y se ha puesto roja la piel»
Pero entonces se fijó mejor y me dijo: «Pero mira, esta como duro el grano. Hay como un bulto detrás».

No sé quién lo dijo primero. Tal vez fuimos los dos a la vez. Pero fuimos inmediatamente al ordenador a pedir cita con el médico de cabecera. La primera disponible: el miércoles 17 a las 9:00. Reservada.

El martes cumplimos con nuestros planes y fuimos al parque acuático, pero aunque no dijimos nada ya había cierta preocupación por momentos.

Pero las posibilidades de una noticia negativa en ese momento nos parecieron tan lejanas que afortunadamente no nos impidió disfrutar del día con el peque.

No voy a entrar en detalles médicos, pero te diré que desde que salimos de la consulta del médico de cabecera (directos al especialista de mama) no han parado de hacerle pruebas en uno y otro hospital. Prácticamente todos los días con pruebas distintas.

Confirmación del diagnóstico

Al final nos confirmaron que la biopsia había detectado un tumor en ese bulto del pecho y también células tumorales en el ganglio cercano en la axila.

Afortunadamente lo detectamos a tiempo y todas las pruebas confirman que el cáncer no se ha extendido a ninguna otra parte del cuerpo.

Eso es bueno… no… buenísimo. Eso significa que estamos en lo que los médicos llaman Fase II.

Poco a poco nos han ido explicando cómo va a ser el proceso al que nos enfrentamos.

Vamos a dedicar un año de nuestras vidas a esto, pero afortunadamente los tratamientos para este tipo de tumores en concreto han avanzado enormemente en esta última década y dentro de un año aproximadamente estaremos celebrándolo.

Tratamiento

Por lo visto se trata de un tumor muy concreto con el cual, hace una década no se podría hacer más que cirugía inmediata (pues es muy virulento) y quimioterapia.

Hoy en día se conoce la parte concreta del ADN de las células que provocan estos tumores y se les ataca, no sólo con una quimioterapia específica sino también con unos anticuerpos a los cuales estas células son muy sensibles.

Con este tratamiento se consigue reducir el tumor hasta hacerlo desaparecer en un 30-40%. En el resto de los casos el tumor se reduce de manera tan notable que hace mucho más llevadera cualquier cirugía posterior.

Es por eso que ahora casi siempre se decide hacer las sesiones de quimioterapia antes de la cirugía y no después. Así es cómo va a suceder en nuestro caso.

«…y luego radioterapia… sí o sí» según palabras del médico.

Empieza la quimioterapia con optimismo

Así que ayer fuimos a que le pusieran la primera sesión de quimioterapia.

No sé si estamos muy tranquilos o todavía no nos ha dado tiempo a asimilarlo. Si es así espero poder mantener esta ‘inconsciencia’ durante los primeros meses. No creo que otra actitud me ayudase en nada… al contrario.

Nos habían dicho que la primera sesión de quimioterapia era más larga… y fue agotadora.

La actitud de Sandra es de sacarse el sombrero. Dicen que no sabes lo valiente que eres hasta que te ves en una situación crítica y es verdad. Estoy muy orgulloso de mi mujer. Es muy valiente y su actitud positiva es arrolladora.

Mi padre (que ya ha superado dos cánceres distintos con éxito) dice que «una actitud positiva es tener la mitad de la batalla ganada al cáncer».
A visto en muchas ocasiones que quien ‘quiere’ salir tiene muchas posibilidades de hacerlo, pero el que se hunde y no es capaz de seguir remando al final tiene muchas más posibilidades de llegar a la costa y ahogarse.

Estoy seguro de que esta forma de enfrentarnos a este problema nos va a ayudar, no solamente a resolverlo, sino también a que tenga un menor impacto en el niño.

Los efectos de la quimioterapia

Sin duda esta es la parte más visible del cáncer y es la que más importancia tendrá a los ojos de los niños (y quizás de muchos adultos que ven el cáncer ‘desde la distancia’)

Un error común es pensar que «la quimioterapia afecta distinto a cada persona». Esto es una verdad a medias.

Por una parte hay muchos tipos de quimioterapia que son en realidad tratamientos distintos. De hecho a Sandra le van a poner un tipo de quimio durante los 3 primeros meses de tratamiento y otro distinto en el segundo trimestre de tratamiento. Cada una con sus efectos secundarios posibles conocidos.

Por otra parte es cierto que los efectos pueden variar ligeramente de una a otra persona. Pero por lo visto no es cierto que si reseca la piel en unos casos otras personas vayan a mejorar su cutis durante el tratamiento.

Sin duda la caída del pelo es lo más llamativo en estos casos. Con esta quimioterapia el pelo cae si o si. Yo sé que mucha gente le dice a Sandra «no adelantes acontecimientos, a lo mejor a ti no se te cae» y es con buena intención. Yo mismo lo dije los primeros días por desconocimiento (… que la ignorancia es muy valiente).

Pero lo cierto es que se caerá y es mejor asumirlo cuanto antes tal y como lo hace Sandra.

Esto no va a evitar que sea duro, pero te da una ventaja contra los síntomas: te anticipas a ellos y estás preparado.

Así, los efectos secundarios para los que hay que estar preparados son, básicamente:

  • Bajada de defensas (ojo con catarros, virus y fiebres)
  • Caída de pelo
  • Escamación de las uñas
  • Sequedad de la piel
  • Cansancio… a veces mucho cansancio.
  • Mayor dificultad para coagular la sangre

Que todo esto hay que saberlo. Que seguramente vendrá. Pero no hay que atenderlo ahora. Ya nos enfrentaremos a cada uno cuando ataquen. Pero por ahora tenemos que estar preparados.

«Mamá colecciona gorros»

Sandra tiene clara una cosa: las pelucas no van con ella. Piensa que ponerte peluca es como negar la enfermedad o avergonzarse de ella. Esto seguramente no le ayudará a concentrarse en lo importante: aceptarla y superarla.
Así que, como buena diseñadora de moda y estilista que es, va a aprovechar todas las posibilidades que le ofrecen los complementos.

Pañuelos y gorros de todo tipo con los que está haciéndose un armario verdaderamente chulo.

A pesar de que nunca había incluido gorros o viseras en su estilismo, pero eso es algo que se puede cambiar rápidamente.

El caso es que llevamos varios días que, cada vez que encontramos un momento nos vamos de tiendas a la caza de gorros y sombreros chulos. Afortunadamente las tiendas están llenas de estos complementos (…algo bueno tenía que tener la moda hipster XD)

Hace un par de días, en una de nuestras excursiones a centros comerciales, Alonso me dijo una cosa mientras Sandra pagaba un par de sombreros:

– Papá, mamá está coleccionando muchos gorros.
– ¡A que si! Ya tiene una colección muy chula.
– Si… pero nunca se los pone.
– No te preocupes Alonso, ya se los pondrá.

En ese momento me di cuenta de que sin darnos cuenta estábamos retrasando algo que tenía que pasar. Habíamos estado centrados en demasiadas cosas importantes, pero habíamos descuidado otra no menos importante.

Todo ha pasado muy rápido. En esta situación había sido realmente cómodo ocultarle a Alonso lo que estaba pasando… pero eso se estaba acabando.

¿Cómo explicarle el cáncer a un niño?

Esa era la gran pregunta a la que teníamos que dar respuesta ahora.

Así que ayer, mientras le ponían la quimioterapia a Sandra tuvimos tiempo de sobra para decidir el enfoque que le íbamos a dar al asunto. En concreto tuvimos 6 horas… que entre que la primera sesión es mucho más larga, esperas y demás es el tiempo que nos pasamos ayer en el hospital.

La respuesta corta a la pregunta sería: con naturalidad y sin exagerar ni dramatizar.

Así se lo expliqué yo

La verdad es que el momento casi lo tenía claro. Todas las tardes voy a recoger a Alonso a casa de los abuelos. Cuando salimos de allí tenemos siempre nuestro «momento charla padre-hijo» en el trayecto en coche.

Así que mientras yo conducía le expliqué:

– Oye, Alonso, tu sabes que mamá ha estado yendo a médicos todos estos días ¿verdad?
– Si, claro. Por eso vengo tan temprano a casa de los abuelos a veces.
– Pues si. Es que a mamá le salió un bultito pequeño en un pecho.
¿En la teta?
– Si… en la teta.

(Debí utilizar un lenguaje más claro ahí. Eso está claro XD)

– Bueno, el caso es que ya se lo están curando. Hoy fuimos a que le pusiesen medicinas.
– ¿Ya está curada?
– No, pero ya se está curando. Le va a llevar tiempo y de eso quería hablar contigo. Tenemos que ayudar a mamá a curarse y como tu ya casi tienes 8 años me parece que me puedes ayudar. ¿Me vas ayudar a cuidar a mamá para que se cure pronto?
– Si, claro
– ¡Genial!

Hasta ese momento ya le había dicho que mamá tiene un tumor, que va a tardar en curarse y ya podía contar con una buena predisposición por su parte para afrontar cualquier cosa y ayudar… y todo eso con una sonrisa en la cara.
¡Lo estaba consiguiendo!

En ese momento supe que estaba consiguiendo explicarle a mi hijo la situación de tal forma que la comprenda y no le afecte a la vez.

Pero entonces me di cuenta de que me estaba «viniendo a arriba» muy pronto. Aún me quedaba lo más difícil.
Lo que más le podría impresionar a Alonso no era que mamá esté enferma y que se esté curando… ni tampoco que le vaya a pedir ayuda.

El seguramente se estaba imaginando a sí mismo preparándose sopitas calientes o llevando un té a mamá para desayunar en la cama.

Sin embargo, lo que más le va a impresionar van a ser los efectos secundarios. Eso es lo que tenía que explicarle ahora para que sepa lo que va a pasar pero que no le de importancia.

– Bueno, pues te cuento cómo podemos ayudar y cuidar a mamá: la medicina que le están dando es buenísima y le va a curar muy bien… pero mientras la toma le va a cambiar un poco y nosotros tenemos que hacer que mamá se sienta bien.
– ¿Cómo que la va a cambiar? ¿Cómo Hulk?
– ¡Nooo! Va a tener algunos efectos. Por ejemplo, algunos días estará muy cansada. Cuando esté muy cansada hay que dejarla descansar y cuidarla… pero no darle la lata. Vamos a hacer eso para que se cure mejor ¿verdad?
– ¡Claro!
– ¡Genial! Pero además va a tener algunos cambios en el aspecto. Que no son importantes, porque en cuanto deje de tomar la medicina volverá a estar como antes. Por ejemplo, un día, de repente, se le va a caer el pelo.
– ¡¿Se va a quedar calva?!
– Bueno, si. Pero no de verdad. En cuanto el médico deje de darle la medicina le vuelve a salir el pelo y en poco tiempo volverá a tener el mismo aspecto que ahora. Si se quedase calva no le volvería a nacer.
– Pero va a estar fea
– No creo. Tu mamá es muy guapa y la gente guapa de verdad esta guapa con pelo o sin pelo. Al principio a lo mejor te cuesta acostumbrarte a verla así, pero ahí es donde voy a necesitar tu ayuda de nuevo.
– ¿Cómo puedo ayudar en eso?
– Pues muy fácil. Viendo lo guapa que es mamá y diciéndoselo… independientemente de que tenga pelo o no.
– ¡Pero yo no quiero que se le caiga el pelo!
– Ni yo… y mucho menos mamá. Pero te voy a plantear una pregunta: ¿prefieres que mamá no tenga pelo durante unos meses pero que esté sana y contenta o que mamá tenga pelo pero este triste y esté enferma para siempre?
– ¡No, no! ¡Prefiero que se cure! … aunque se le caiga el pelo.
– Claro, pues para conseguir que se cure antes y mejor te voy a pedir ese favor: ten paciencia y dile a tu madre lo guapa que esta. Además, mamá con el estilazo que tiene va a llevar los gorros y los pañuelos que se compró que le van a quedar estupendos.
– ¡Que pilla mamá! ¡Por eso estaba coleccionando gorros!
– Si que es pilla si.
– ¡Ah! y otra cosa: dentro de un año, cuando esté curada de todo vamos a hacer una fiesta. ¿Qué te parece?
– ¡Bien! ¡Fiesta! ¡Fiesta!

Yo creo que la cosa fue bastante bien ¿no?

Luego recogimos a Sandra y le dije que ya le había explicado lo de las medicinas a Alonso.

Le pedimos que se lo contase a su madre y demostró que lo entendió todo.

Bueno, lo cierto es que empezó por «El año que viene vamos a hacer una fiesta… » pero luego explicó lo demás también.

Otras formas de explicar el cáncer a un niño

Esta fue la forma en la que nosotros decidimos explicárselo, pero no tiene por que ser la correcta en otros casos.

Cada niño es diferente y cada familia tiene su forma de afrontar las cosas.

De cualquier forma creo que desdramatizar el asunto y afrontarlo con naturalidad es siempre un enfoque acertado.

Existen multitud de publicaciones y cuentos que tratan de ayudar a los padres en este momento. Nosotros vimos varias antes de contárselo, pero decidimos hacerlo así de todos modos.

Pero cómo cada uno decide qué forma se adapta mejor a su caso, aquí te dejo el enlace a tres recursos interesantes:

«Mamá se va a la guerra»

Se trata de un libro de Irene Aparici que escribió este libro para explicarle a sus hijos lo que le iba a pasar en cuanto le diagnosticaron un cáncer de mama.

Se lo enseñó a su oncólogo el cual comenzó a utilizarlo con éxito para explicar el cáncer a los niños.

Actualmente lo comercializa la editorial Cuento de Luz por 14,90€. No digo que el libro esté mal, pero el hecho de comercializarlo con ánimo de lucro me parece que le quita un poco de credibilidad al aspecto ‘generoso’ de haberlo escrito para ayudar a otros en su situación.

De cualquier forma, aquí tienes un pequeño avance en un vídeo de la misma editorial, para que te hagas una idea de cual es el contenido del libro.

«¿Qué te ocurre mamá?»

Este otro libro que trata de explicar el proceso del cáncer de mama desde el punto de vista de un niño.

Pretende así guiar a los padres en esta situación a explicar cómo pueden afrontar esta situación.

En mi sincera opinión el libro es mejorable, pero puede cumplir su función en algunos casos. Este si que es gratuito, lo cual también es de agradecer. Lo puedes descargar aquí en pdf.

«Mamá tiene un tumor»

Este libro está escrito por Carmen Cereijo, del CHUAC (que es precisamente el hospital que está tratando a Sandra). Las ilustraciones también son de una persona del hospital coruñés: la enfermera Belén Novoa.

No es porque sea un libro creado en mi ciudad (la cual además está ilustrada en él), pero en mi opinión es un libro que cumple perfectamente con su cometido. Muy bien redactado y con un enfoque muy positivo que realmente puede ayudar a afrontar la situación a un niño.

Se publicaron 7000 ejemplares que se repartieron por los hospitales gallegos, pero también te lo puedes descargar en este enlace desde cualquier lugar.

Lo cierto es que dude en leer este cuento a Alonso, pero al final me pareció que una de nuestras charlas podría ser más natural y positiva.

Espero que nunca necesites leer este artículo, pero si es así me gustaría pensar que contarte mi experiencia y compartir contigo estos recursos te ayuda al menos un poquito para contarle a tu peque la situación de una manera comprensible y poco traumática.

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Herramientas de control parental en internet

Uno de los grandes retos de Internet y una de las mayores preocupaciones de los padres cuando los niños se acercan a este medio es su seguridad y poder filtrar los contenidos a los que estos acceden.

Y es que cada vez vivimos más ‘conectados’ a Internet y cada vez este contacto se produce más pronto.

Prohibir ya no funciona

Al principio muchos padres se planteaban una estrategia de protección basada en impedir el acceso a Internet a sus hijos.

Sin embargo, esto es cada vez más difícil y con el tiempo se ha demostrado de que este método (a pesar de basarse en la mejor de las intenciones) no funciona. De hecho es inviable.

Hace una década era fácil: le ponías contraseña al ordenador y listo. Es más, para poder navegar deberían saber escribir y leer, pero ahora ya no hace falta ni eso. Hoy en día tenemos Internet en el teléfono, en las tablets (también infantiles, aunque de eso os hablaré en otro artículo), en el blueray y en la televisión… ¡hasta en la nevera!

Con esa presencia de Internet en nuestras vidas, las viejas estrategias pierden el sentido.

La solución: educación y control

Hoy por hoy la solución no pasa por la prohibición, sino por la educación y el control.

Educación

La solución, una vez más, se basa en la educación de nuestros hijos e hijas para convertirlos en personas capaces de reconocer y evitar peligros.

En este aspecto influye, muchísimo más que lo que les digamos, todo aquello que nos vean hacer.

Los adultos somos influenciadores de los pequeños ‘por imitación’. Es decir, los niños tienden a repetir las conductas que nos vean a los adultos tanto en la familia como en el colegio.
Si… en el colegio también son unos grandes influenciadores tecnológicos.

Por más que nos empeñemos en repetir que la educación se la dan los padres y los conocimientos los aprenden en el colegio, la verdad es que en el caso de la alfabetización tecnológica ambos entornos son extremadamente influyentes.

A pesar de que en el colegio fomenten y utilicen la tecnología en el día a día suele ser en casa en dónde tendrán su primera toma de contacto con ella y aquí es dónde nos toca predicar con el ejemplo.

Así, lejos de alejar a los niños de la tecnología deberíamos animarles a usarla de forma responsable. Algunas de las acciones que podemos llevar a cabo:

Limitar las horas de uso de dispositivos de pantalla

Es vital que se haga una utilización dosificada de las ‘pantallas’. Las horas de televisión, ordenador, tablet, consolas,… todas suman, y ese total debería de ser limitado.

De esto depende, no solamente el uso inteligente de estos recursos, sino también la salud visual de los peques.

No todo son juegos

A pesar de que jugando es como mejor aprendemos todo en la vida hay que enseñarles que la tecnología no sirve exclusivamente para jugar.

Utilizar el GPS, comprender para que sirve un teléfono móvil, el concepto de Internet, la utilidad de las compras online, diferenciar entre publicidad y utilidad… todos estos conceptos deberíamos hacerselos ver en cuanto tengan la capacidad de entenderlo (…y nosotros la de explicarlo).

Proteger de la tecnología …con más tecnología

En el caso de la tecnología, al igual que ocurre con la mayoría de los venenos, en su origen encontramos el antídoto.

Afortunadamente existen hoy en día muchas herramientas que nos permiten controlar y limitar la utilización de dispositivos electrónicos de una forma más o menos»desatendida».

¿Cómo elegir la herramienta perfecta?

Hay herramientas para todo tipo de dispositivos, pero no todas ofrecen las mismas posibilidades y la elección de una herramienta u otra dependerá sobretodo de la edad del niño, el dispositivo que utilice y el uso que haga del mismo.

Entre las posibilidades que nos brindan estas herramientas están:

  • Control de sitios web visitados
  • Bloqueo de sitios web no adecuados
  • Conexión remota de los padres
  • Control de ubicación
  • Bloqueo de aplicaciones
  • Limitación de tiempos
  • Registro y auditoría de uso

Algunas herramientas de control parental

Existe una gran oferta de herramientas para el control parental. Esto es bueno, pero cuando hay mucha oferta a veces es bueno tener algunas ideas por dónde empezar a mirar. Así que yo te voy a hablar un par de ellas que, en mi opinión, tienen buena pinta y las estoy valorando seriamente para utilizarlas con Alonso dentro de nada.

Qustodio

Desde mi punto de vista el punto fuerte de esta herramienta es que es multiplataforma… pero multiplataforma de verdad. Funciona en Windows, Mac, Android, iOS, Kinddle y Nook (¡Nook! ¡Por favor! ¡¿Que es Nook?!) …bueno, en realidad me falta Linux.
Entre sus utilidades están que bloquea la pornografía, permite bloquear aplicaciones o juegos, establecer límites de tiempo de uso, hace seguimiento de redes sociales y controla mensajes de texto y llamadas.
Es una herramienta de pago, pero dispone de una versión gratuita para un solo dispositivo y un solo usuario que nos puede servir para utilizarla y comprobar sus ventajas.
Si de verdad se quiere hacer uso de todo el potencial habrá que pagar una cuenta premium para 5 dispositivos (por 34,95€/año) o para 10 dispositivos (por 60,95€/año)

Family Time

Esta es una interesante herramienta que funciona en iOS, Android y Kinddle.

Sus funciones las dividen en 3 áreas:

  • FamilyWatch: permite a los padres acceder al registro de llamadas, historial de navegación, contactos y aplicaciones instaladas en todo momento
  • FamilyTrack: permite saber dónde está y dónde ha estado en cada momento el niño… pero incluye una interesante novedad llamada «Lugares Geo-Cercados». Esto permite establecer cercos virtuales alrededor de determinados lugares de forma que se nos avise si el niño cruz uno de esos cercos.
  • FamilyCare: permite poner aplicaciones en la lista negra, bloquear el teléfono e incluso controlar el exceso de velocidad (¿para hijos que conducen?). Pero en mi opinión lo más interesante en este apartado es el botón de pánico que hará que el peque se ponga en contacto fácilmente si se encuentra en cualquier peligro.
Es una aplicación de pago que se puede obtener desde 1,15$ al mes para 5 dispositivos de niño (ilimitados para los padres)
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Herramientas de control parental en internet

Uno de los grandes retos de Internet y una de las mayores preocupaciones de los padres cuando los niños se acercan a este medio es su seguridad y poder filtrar los contenidos a los que estos acceden.

Y es que cada vez vivimos más ‘conectados’ a Internet y cada vez este contacto se produce más pronto.

Prohibir ya no funciona

Al principio muchos padres se planteaban una estrategia de protección basada en impedir el acceso a Internet a sus hijos.

Sin embargo, esto es cada vez más difícil y con el tiempo se ha demostrado de que este método (a pesar de basarse en la mejor de las intenciones) no funciona. De hecho es inviable.

Hace una década era fácil: le ponías contraseña al ordenador y listo. Es más, para poder navegar deberían saber escribir y leer, pero ahora ya no hace falta ni eso. Hoy en día tenemos Internet en el teléfono, en las tablets (también infantiles, aunque de eso os hablaré en otro artículo), en el blueray y en la televisión… ¡hasta en la nevera!

Con esa presencia de Internet en nuestras vidas, las viejas estrategias pierden el sentido.

La solución: educación y control

Hoy por hoy la solución no pasa por la prohibición, sino por la educación y el control.

Educación

La solución, una vez más, se basa en la educación de nuestros hijos e hijas para convertirlos en personas capaces de reconocer y evitar peligros.

En este aspecto influye, muchísimo más que lo que les digamos, todo aquello que nos vean hacer.

Los adultos somos influenciadores de los pequeños ‘por imitación’. Es decir, los niños tienden a repetir las conductas que nos vean a los adultos tanto en la familia como en el colegio.
Si… en el colegio también son unos grandes influenciadores tecnológicos.

Por más que nos empeñemos en repetir que la educación se la dan los padres y los conocimientos los aprenden en el colegio, la verdad es que en el caso de la alfabetización tecnológica ambos entornos son extremadamente influyentes.

A pesar de que en el colegio fomenten y utilicen la tecnología en el día a día suele ser en casa en dónde tendrán su primera toma de contacto con ella y aquí es dónde nos toca predicar con el ejemplo.

Así, lejos de alejar a los niños de la tecnología deberíamos animarles a usarla de forma responsable. Algunas de las acciones que podemos llevar a cabo:

Limitar las horas de uso de dispositivos de pantalla

Es vital que se haga una utilización dosificada de las ‘pantallas’. Las horas de televisión, ordenador, tablet, consolas,… todas suman, y ese total debería de ser limitado.

De esto depende, no solamente el uso inteligente de estos recursos, sino también la salud visual de los peques.

No todo son juegos

A pesar de que jugando es como mejor aprendemos todo en la vida hay que enseñarles que la tecnología no sirve exclusivamente para jugar.

Utilizar el GPS, comprender para que sirve un teléfono móvil, el concepto de Internet, la utilidad de las compras online, diferenciar entre publicidad y utilidad… todos estos conceptos deberíamos hacerselos ver en cuanto tengan la capacidad de entenderlo (…y nosotros la de explicarlo).

Proteger de la tecnología …con más tecnología

En el caso de la tecnología, al igual que ocurre con la mayoría de los venenos, en su origen encontramos el antídoto.

Afortunadamente existen hoy en día muchas herramientas que nos permiten controlar y limitar la utilización de dispositivos electrónicos de una forma más o menos»desatendida».

¿Cómo elegir la herramienta perfecta?

Hay herramientas para todo tipo de dispositivos, pero no todas ofrecen las mismas posibilidades y la elección de una herramienta u otra dependerá sobretodo de la edad del niño, el dispositivo que utilice y el uso que haga del mismo.

Entre las posibilidades que nos brindan estas herramientas están:

  • Control de sitios web visitados
  • Bloqueo de sitios web no adecuados
  • Conexión remota de los padres
  • Control de ubicación
  • Bloqueo de aplicaciones
  • Limitación de tiempos
  • Registro y auditoría de uso

Algunas herramientas de control parental

Existe una gran oferta de herramientas para el control parental. Esto es bueno, pero cuando hay mucha oferta a veces es bueno tener algunas ideas por dónde empezar a mirar. Así que yo te voy a hablar un par de ellas que, en mi opinión, tienen buena pinta y las estoy valorando seriamente para utilizarlas con Alonso dentro de nada.

Qustodio

Desde mi punto de vista el punto fuerte de esta herramienta es que es multiplataforma… pero multiplataforma de verdad. Funciona en Windows, Mac, Android, iOS, Kinddle y Nook (¡Nook! ¡Por favor! ¡¿Que es Nook?!) …bueno, en realidad me falta Linux.
Entre sus utilidades están que bloquea la pornografía, permite bloquear aplicaciones o juegos, establecer límites de tiempo de uso, hace seguimiento de redes sociales y controla mensajes de texto y llamadas.
Es una herramienta de pago, pero dispone de una versión gratuita para un solo dispositivo y un solo usuario que nos puede servir para utilizarla y comprobar sus ventajas.
Si de verdad se quiere hacer uso de todo el potencial habrá que pagar una cuenta premium para 5 dispositivos (por 34,95€/año) o para 10 dispositivos (por 60,95€/año)

Family Time

Esta es una interesante herramienta que funciona en iOS, Android y Kinddle.

Sus funciones las dividen en 3 áreas:

  • FamilyWatch: permite a los padres acceder al registro de llamadas, historial de navegación, contactos y aplicaciones instaladas en todo momento
  • FamilyTrack: permite saber dónde está y dónde ha estado en cada momento el niño… pero incluye una interesante novedad llamada «Lugares Geo-Cercados». Esto permite establecer cercos virtuales alrededor de determinados lugares de forma que se nos avise si el niño cruz uno de esos cercos.
  • FamilyCare: permite poner aplicaciones en la lista negra, bloquear el teléfono e incluso controlar el exceso de velocidad (¿para hijos que conducen?). Pero en mi opinión lo más interesante en este apartado es el botón de pánico que hará que el peque se ponga en contacto fácilmente si se encuentra en cualquier peligro.
Es una aplicación de pago que se puede obtener desde 1,15$ al mes para 5 dispositivos de niño (ilimitados para los padres)
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Cumpleaños infantiles: ¿se nos están yendo de las manos?

Las fiestas de cumpleaños infantiles ya no son lo que eran, de eso no cabe duda.

Lo que es más discutible es si ahora son mejores o peores que antes.

Yo no creo en el blanco y negro.

Yo soy más de grises… o si es posible de colores.

Formas de celebrar un cumpleaños infantil

Las cosas cambian y esto siempre tiene ventajas y desventajas, pero no está de más analizar de vez en cuando que estamos haciendo con las fiestas de cumpleaños, compararlo con lo que hacíamos de pequeños y, en definitiva, ser críticos con nosotros mismos para que no se nos vayan de las manos.


Los cumpleaños infantiles de antes

Todavía recuerdo como cuando los cumpleaños infantiles eran pequeñas fiestas familiares con algunos amigos.

Fiestas de gusanitos, tarta de galletas maría con chocolate (casera «of course») y piñata.

Sin duda el cóctel estrella de estas fiestas era la cocacola con fanta de naranja: nuestra primer acercamiento a la coctelería.

El placer de mojar las patatas fritas y los gusanitos en los refrescos. Eramos pioneros. Hacíamos cocina fusión antes incluso de que existiese este término.

Nuestros padres eran valientes (aunque tampoco tenían muchas más opciones la verdad). Metían a una jauría de niños en casa. En el mejor de los casos los llevaban a un chalet, pero en la mayoría de los cumpleaños se hacían en el mismo piso dónde vivía la familia.

Luego les daban una sobredosis de azúcar… así… como para encender la mecha… y los dejaban que «desbravasen» por la casa.

Visto ahora, con la perspectiva del tiempo, me parece que más que valientes nuestros padres eran unos insensatos. Pero el caso es que las cosas salían bien y casi nunca pasaba nada grave. Un mueble roto, algún lesionado leve… pero nada grave.

Recuerdo heroicidades de mis padres como la de meter a medía clase (que entonces eran de 40 alumnos) más primos e hijos de amigos en un piso de 125 metros cuadrados para celebrar un cumpleaños (piñata incluida).

…venga, lo reconócelo, tu también te estas acordando de esta canción 😉


Cumpleaños infantiles en el siglo XXI

Pues, cómo decían los Presuntos Implicados «cómo hemos cambiado». Ya nada es lo de antes y ahora los cumpleaños son… otra cosa.

Diversidad infinita en los cumpleaños… o casi

La primera palabra que me viene a la mente cuando pienso en los cumpleaños infantiles de hoy en día es «diversidad». Hay cumpleaños para todos los tipos.

Piscinas de bolas

Me refiero a los típicos parques con toboganes, piscinas de bolas, inchables… Sin duda son los que más proliferan y hace algo más de una década tuvieron su boom.

Son un modelo de negocio que, aunque puede variar sustancialmente de un local a otro, en esencia siguen la misma fórmula: juegos, animadores infantiles, merienda, tarta, regalos, juegos y golosinas al salir.

Estos son, sin duda, los favoritos de Alonso. En concreto le gustan los de la cadena Spring (muy recomendables)

Piscina de bolas


Futboleros

En España el fútbol es un deporte que levanta pasiones hasta tal punto que a menudo genera fanáticos. No voy a meterme aquí en la presión que en ocasiones se genera en los hijos por parte de los padres futboleros (…que yo he llegado a ver verdaderos «dramas» porque un niño entraba en el segundo equipo del colegio y no en el primero). Pero analizar esto merecería un artículo a parte (que lo haré)

De cualquier forma, si es el cumpleañero al que realmente le gusta el fútbol, en este tipo de cumpleaños tendrán una oportunidad para celebrar su cumpleaños disfrutando de su deporte favorito.

Fiestas de cumpleaños para los futboleros


Salón de belleza

Obviamente, al ser padre de niño, no conozco de primera mano estas fiestas. Por lo tanto no voy a opinar al respecto de si las niñas se lo pasan mejor o pero me siento obligado a dar mi opinión respecto al concepto de este tipo de celebraciones.
Me parece que este tipo de fiestas de «Princesas por un día» son en realidad un paso de gigante hacia el pasado en la lucha de las mujeres por una igualdad efectiva.
Pero además me parecen un tanto discriminatorias pues, aunque a algunos propietarios de estos locales se les llena la boca al afirmar que «aquí también admitimos niños», lo cierto es que es más fácil ver un coche eléctrico aparcado en las plazas reservadas para ellos que un niño en un salón de belleza de «princesas»
Fiesta de Princesas
En la foto (de la galería de Beauty Party en A Coruña) se ven a un grupo de niñas y niños en su «momento relax» del salón de belleza.


A caballo

Conocí esta nueva tendencia (nueva al menos en A Coruña) hace unos 6 meses y la verdad es que me sorprendió gratamente.
He de decir que por ahora solamente he ido a uno de estos sitios que celebran cumpleaños temáticos con caballos: Finca Abrigosa.
Salida a caballo en un cumpleaños infantil
Salida a caballo en un cumpleaños celebrado en Finca Abrigosa
Entre los contras diré que la parte de la celebración clásica (merienda, tarta y regalos) tiene que mejorar un poco en su organización y en sus instalaciones. Lo veo demasiado casero y escaso. Se nota claramente que su fuerte no es la celebración de fiestas, pero también es cierto que están mejorando rápidamente en este aspecto.
Esto se ve compensado con creces con la experiencia que viven los niños (…y los mayores… que a menudo también podemos montar a caballo 😉 ) 
Los niños aprenden en estas fiestas a estar en contacto con los animales, a respetarlos y a comprenderlos.
Además, aprenden las primeras nociones básicas de montar a caballo. Primero les enseñan en el interior y practican un rato. Luego, si el tiempo de Galicia lo permite, salen a dar una vuelta con los caballos por los caminos del bosque cercano.
Me ha parecido original, enriquecedor y divertido.


En el spa

Ayer, por primera vez acudí a uno de estos cumpleaños… bueno… no. Lo que hice en realidad fue dejar a Alonso en uno de estos cumpleaños e ir a buscarlo auna pizzería 4 horas más tarde.
Lo que menos me gustó de este cumpleaños fue que los padres no podemos acceder al recinto donde se encuentran los niños hasta que estos salen y van a otro local a seguir celebrando el cumpleaños. 

Pero lo cierto es que los niños se lo pasaron genial.
El cumpleaños fue en la Casa del Agua de A Coruña. Allí les hacen un circuito por distintas piscinas del spa en las cuales se divierten un montón. 
Luego los llevan a un Pizza Móvil cercano (que sinceramente no es el mejor sitio para celebrar un cumpleaños de más de 20 niños… pero hizo su función).

Como no lo puede ver directamente le pedí valoración a Alonso:

  • Spa: 10/10
  • Pizzería: 6/10
Más claro agua (… concretamente la del spa)


El cine

Aunque todavía no lo he vivido en «mis carnes» de padre (pronto me tocará) me temo que es el siguiente paso después de los cumpleaños organizados con animación y actividades.

Sinceramente: me da un poco de pereza tener que ir al cine con una cuadrilla de niños a NO ver una película.

Cuando veo a esos padres en el cine, sentados junto al pasillo y turnándose para levantarse cada 2 minutos a llevar a algún niño a hacer pis (o caca) no puedo más que admirarlos a la vez que pienso: «espero que a mi no me pillen en estos saraos».

Estas cosas creo que es mejor delegarlas en profesionales que saben lo que se hacen.

Alonso en el cine
Alonso en el cine en el verano del 2012

¿A que hay muchas formas de celebrar el cumpleaños?

…pues aún hay más. Lo que pasa es que estas son las que más de cerca me han tocado y por lo tanto las que me atrevo a comentarte.


 Cumpleaños familiar

En un punto a parte te voy a hablar de la celebración familiar del cumpleaños.

Porque seamos sinceros: la celebración en estos locales suele ser para los amigos y amigas… pero en el mundo también hay primos, tíos, abuelos… que quieren pasar un día de celebración con los peques.

En muchas ocasiones se trata de unir ambas celebraciones de forma que familia y compañeros acuden al cumpleaños en cuestión.

Pero otros valientes (como nosotros) reservan un día para la celebración con los amigos y otro para la familia (que entre primos, tíos, abuelos y demás nos acabamos juntando unos 15)


 Generar recuerdos

Para acabar me gustaría señalar lo que realmente es importante para que no perdamos el foco y que con tanta oferta no se nos vaya de las manos y acabamos haciendo de los cumpleaños las nuevas comuniones (que todo el mundo sabe que son, a su vez, las nuevas bodas).

Lo verdaderamente importante, lo que verdaderamente queda y perdura no son los regalos ni la tarta: son los recuerdos.

Ese es, en mi opinión, el verdadero sentido de celebrar un cumpleaños infantil: que el día sea agradable, especial y que al final quede un recuerdo entrañable que acompañe al niño durante mucho tiempo.

No te equivoques. Para esto no hacen falta caballos, salones de bellezas ni piscinas (de bolas o con spa). Esos recuerdos ya los tenemos los que celebrábamos el cumpleaños en casa y mezclábamos Fanta con Cocacola para mojar los gusanitos en el cóctel.

…¿y tu cómo se lo celebras? Te espero en los comentarios.

Sigue leyendo ->

Cumpleaños infantiles: ¿se nos están yendo de las manos?

Las fiestas de cumpleaños infantiles ya no son lo que eran, de eso no cabe duda.

Lo que es más discutible es si ahora son mejores o peores que antes.

Yo no creo en el blanco y negro.

Yo soy más de grises… o si es posible de colores.

Formas de celebrar un cumpleaños infantil

Las cosas cambian y esto siempre tiene ventajas y desventajas, pero no está de más analizar de vez en cuando que estamos haciendo con las fiestas de cumpleaños, compararlo con lo que hacíamos de pequeños y, en definitiva, ser críticos con nosotros mismos para que no se nos vayan de las manos.


Los cumpleaños infantiles de antes

Todavía recuerdo como cuando los cumpleaños infantiles eran pequeñas fiestas familiares con algunos amigos.

Fiestas de gusanitos, tarta de galletas maría con chocolate (casera «of course») y piñata.

Sin duda el cóctel estrella de estas fiestas era la cocacola con fanta de naranja: nuestra primer acercamiento a la coctelería.

El placer de mojar las patatas fritas y los gusanitos en los refrescos. Eramos pioneros. Hacíamos cocina fusión antes incluso de que existiese este término.

Nuestros padres eran valientes (aunque tampoco tenían muchas más opciones la verdad). Metían a una jauría de niños en casa. En el mejor de los casos los llevaban a un chalet, pero en la mayoría de los cumpleaños se hacían en el mismo piso dónde vivía la familia.

Luego les daban una sobredosis de azúcar… así… como para encender la mecha… y los dejaban que «desbravasen» por la casa.

Visto ahora, con la perspectiva del tiempo, me parece que más que valientes nuestros padres eran unos insensatos. Pero el caso es que las cosas salían bien y casi nunca pasaba nada grave. Un mueble roto, algún lesionado leve… pero nada grave.

Recuerdo heroicidades de mis padres como la de meter a medía clase (que entonces eran de 40 alumnos) más primos e hijos de amigos en un piso de 125 metros cuadrados para celebrar un cumpleaños (piñata incluida).

…venga, lo reconócelo, tu también te estas acordando de esta canción 😉


Cumpleaños infantiles en el siglo XXI

Pues, cómo decían los Presuntos Implicados «cómo hemos cambiado». Ya nada es lo de antes y ahora los cumpleaños son… otra cosa.

Diversidad infinita en los cumpleaños… o casi

La primera palabra que me viene a la mente cuando pienso en los cumpleaños infantiles de hoy en día es «diversidad». Hay cumpleaños para todos los tipos.

Piscinas de bolas

Me refiero a los típicos parques con toboganes, piscinas de bolas, inchables… Sin duda son los que más proliferan y hace algo más de una década tuvieron su boom.

Son un modelo de negocio que, aunque puede variar sustancialmente de un local a otro, en esencia siguen la misma fórmula: juegos, animadores infantiles, merienda, tarta, regalos, juegos y golosinas al salir.

Estos son, sin duda, los favoritos de Alonso. En concreto le gustan los de la cadena Spring (muy recomendables)

Piscina de bolas


Futboleros

En España el fútbol es un deporte que levanta pasiones hasta tal punto que a menudo genera fanáticos. No voy a meterme aquí en la presión que en ocasiones se genera en los hijos por parte de los padres futboleros (…que yo he llegado a ver verdaderos «dramas» porque un niño entraba en el segundo equipo del colegio y no en el primero). Pero analizar esto merecería un artículo a parte (que lo haré)

De cualquier forma, si es el cumpleañero al que realmente le gusta el fútbol, en este tipo de cumpleaños tendrán una oportunidad para celebrar su cumpleaños disfrutando de su deporte favorito.

Fiestas de cumpleaños para los futboleros


Salón de belleza

Obviamente, al ser padre de niño, no conozco de primera mano estas fiestas. Por lo tanto no voy a opinar al respecto de si las niñas se lo pasan mejor o pero me siento obligado a dar mi opinión respecto al concepto de este tipo de celebraciones.
Me parece que este tipo de fiestas de «Princesas por un día» son en realidad un paso de gigante hacia el pasado en la lucha de las mujeres por una igualdad efectiva.
Pero además me parecen un tanto discriminatorias pues, aunque a algunos propietarios de estos locales se les llena la boca al afirmar que «aquí también admitimos niños», lo cierto es que es más fácil ver un coche eléctrico aparcado en las plazas reservadas para ellos que un niño en un salón de belleza de «princesas»
Fiesta de Princesas
En la foto (de la galería de Beauty Party en A Coruña) se ven a un grupo de niñas y niños en su «momento relax» del salón de belleza.


A caballo

Conocí esta nueva tendencia (nueva al menos en A Coruña) hace unos 6 meses y la verdad es que me sorprendió gratamente.
He de decir que por ahora solamente he ido a uno de estos sitios que celebran cumpleaños temáticos con caballos: Finca Abrigosa.
Salida a caballo en un cumpleaños infantil
Salida a caballo en un cumpleaños celebrado en Finca Abrigosa
Entre los contras diré que la parte de la celebración clásica (merienda, tarta y regalos) tiene que mejorar un poco en su organización y en sus instalaciones. Lo veo demasiado casero y escaso. Se nota claramente que su fuerte no es la celebración de fiestas, pero también es cierto que están mejorando rápidamente en este aspecto.
Esto se ve compensado con creces con la experiencia que viven los niños (…y los mayores… que a menudo también podemos montar a caballo 😉 ) 
Los niños aprenden en estas fiestas a estar en contacto con los animales, a respetarlos y a comprenderlos.
Además, aprenden las primeras nociones básicas de montar a caballo. Primero les enseñan en el interior y practican un rato. Luego, si el tiempo de Galicia lo permite, salen a dar una vuelta con los caballos por los caminos del bosque cercano.
Me ha parecido original, enriquecedor y divertido.


En el spa

Ayer, por primera vez acudí a uno de estos cumpleaños… bueno… no. Lo que hice en realidad fue dejar a Alonso en uno de estos cumpleaños e ir a buscarlo auna pizzería 4 horas más tarde.
Lo que menos me gustó de este cumpleaños fue que los padres no podemos acceder al recinto donde se encuentran los niños hasta que estos salen y van a otro local a seguir celebrando el cumpleaños. 

Pero lo cierto es que los niños se lo pasaron genial.
El cumpleaños fue en la Casa del Agua de A Coruña. Allí les hacen un circuito por distintas piscinas del spa en las cuales se divierten un montón. 
Luego los llevan a un Pizza Móvil cercano (que sinceramente no es el mejor sitio para celebrar un cumpleaños de más de 20 niños… pero hizo su función).

Como no lo puede ver directamente le pedí valoración a Alonso:

  • Spa: 10/10
  • Pizzería: 6/10
Más claro agua (… concretamente la del spa)


El cine

Aunque todavía no lo he vivido en «mis carnes» de padre (pronto me tocará) me temo que es el siguiente paso después de los cumpleaños organizados con animación y actividades.

Sinceramente: me da un poco de pereza tener que ir al cine con una cuadrilla de niños a NO ver una película.

Cuando veo a esos padres en el cine, sentados junto al pasillo y turnándose para levantarse cada 2 minutos a llevar a algún niño a hacer pis (o caca) no puedo más que admirarlos a la vez que pienso: «espero que a mi no me pillen en estos saraos».

Estas cosas creo que es mejor delegarlas en profesionales que saben lo que se hacen.

Alonso en el cine
Alonso en el cine en el verano del 2012

¿A que hay muchas formas de celebrar el cumpleaños?

…pues aún hay más. Lo que pasa es que estas son las que más de cerca me han tocado y por lo tanto las que me atrevo a comentarte.


 Cumpleaños familiar

En un punto a parte te voy a hablar de la celebración familiar del cumpleaños.

Porque seamos sinceros: la celebración en estos locales suele ser para los amigos y amigas… pero en el mundo también hay primos, tíos, abuelos… que quieren pasar un día de celebración con los peques.

En muchas ocasiones se trata de unir ambas celebraciones de forma que familia y compañeros acuden al cumpleaños en cuestión.

Pero otros valientes (como nosotros) reservan un día para la celebración con los amigos y otro para la familia (que entre primos, tíos, abuelos y demás nos acabamos juntando unos 15)


 Generar recuerdos

Para acabar me gustaría señalar lo que realmente es importante para que no perdamos el foco y que con tanta oferta no se nos vaya de las manos y acabamos haciendo de los cumpleaños las nuevas comuniones (que todo el mundo sabe que son, a su vez, las nuevas bodas).

Lo verdaderamente importante, lo que verdaderamente queda y perdura no son los regalos ni la tarta: son los recuerdos.

Ese es, en mi opinión, el verdadero sentido de celebrar un cumpleaños infantil: que el día sea agradable, especial y que al final quede un recuerdo entrañable que acompañe al niño durante mucho tiempo.

No te equivoques. Para esto no hacen falta caballos, salones de bellezas ni piscinas (de bolas o con spa). Esos recuerdos ya los tenemos los que celebrábamos el cumpleaños en casa y mezclábamos Fanta con Cocacola para mojar los gusanitos en el cóctel.

…¿y tu cómo se lo celebras? Te espero en los comentarios.

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La higiene bucal infantil y todas sus fases

La importancia de escoger una pasta de dientes adecuada para la higiene dental de los niños

Todo empezó con su primer diente. En cuanto asomó por la encía (o incluso antes) surgieron las dudas sobre cómo y cuándo comenzar con la higiene dental.

¿Cuando empieza la higiene dental?

En realidad la respuesta estaba clara: la higiene dental empieza cuando hay dientes. Que si. Que digan lo que digan… si hay dientes hay que mantenerlos limpios.

Así que en cuanto el primer diente tuvo el tamaño necesario para poder ser limpiado con una gasa húmeda empezamos a generar esta rutina por las noches.

…y es que la higiene bucal es un hábito saludable… y todos los hábitos se adquieren con la práctica.

Es importante, además, empezar con estos cuidados prematuros para evitar la temida caries del biberón.

Además, a nosotros nos quedó muy clara la enorme importancia de cuidar la dentadura cuando con un año escaso le salieron manchas grises causadas por aquel complemento de hierro: glutaferro.

El primer cepillo

Al año y medio (en realidad un poco antes) empezamos a cepillarle los dientes.

El cepillo para cuando llegase este momento ya lo habíamos escogido hacía tiempo. Se trataba de un cepillo eléctrico adecuado para estos primeros momentos: con el cabezal pequeño y las cerdas blandas.

La verdad es que en esta etapa utilizábamos una pasta de dientes de la marca Licor del Polo para niños de 1 a 6 años… y es la que usamos hasta cumplir esa edad.

El primer dentífrico: hasta los 6 años

Sin embargo, al principio la cantidad de pasta que utilizábamos era ínfima. Si, ya se que es lo que recomiendan: «cómo mucho el tamaño de un guisante»… y a mi me parece que le poníamos en realidad medio guisante.

Nos gustó especialmente este dentífrico por varios motivos: primero el lagarto molón, después el sabor a fresa (que nos parecía más llevadero para una iniciación en el cepillado dental) y por último (pero no menos importantee) que contiene únicamente la cantidad mínima de flúor que asegura una protección ante la caries. Esto es importante, pues el exceso de flúor se debe evitar a toda costa en los niños.

Pero claro, a lo mejor esto te pilla un poco ‘descolocado’ y te estarás preguntando por qué tanto problema con el flúor si se supone que es bueno para evitar las caries.

El problema del flúor

En principio el flúor es bueno porque ayuda a prevenir la caries. De hecho es el método recomendado para una prevención de estos problemas que crea la placa bacteriana.

Así que, si el flúor evita la caries y nosotros queremos evitar las caries en los dientes de nuestros niños, la tentación es utilizar productos que tengan flúor… mucho flúor… contra más flúor mejor.

Pues no. ¡¡ERROR!!

Mucho flúor puede ser perjudicial para los dientes de los niños
A pesar de que el contacto del flúor con los dientes puede ser enormemente beneficioso para prevenir la caries, en los niños pequeños puede causar un grave problema llamado fluorosis

La fluorosis en los niños

En los primeros años de vida los niños todavía tienen el instinto de succión, por lo que es tremendamente fácil que ingieran la pasta que utilizan durante el cepillado.
Ingerir una cantidad mayor de la recomendada puede causar fluorosis esquelética. Esta fluorosis lo que provoca es una mayor fragilidad de los huesos.
Por otra parte, la acumulación de flúor en los dientes durante estas fases de desarrollo de los dientes pueden provocar manchas en los dientes: fluorosis dental.

El equilibrio del flúor

Así (cómo en casi todo en la vida) el secreto de una correcta utilización del flúor está en encontrar la dosis adecuada.
Según la Sociedad Española de Odontopediatría, una concentración inferior a 500ppm de flúor no está demostrado que existan beneficios en la prevención de caries.
Por otra parte, cuanto más flúor lleve la pasta más protegidos estarán los peques ante la caries, pero mayor será el riesgo de fluorisis dental.
Así, para cada edad se deberá buscar un dentífrico que adecue la concentración de flúor a la evolución del niño.
Es por eso por lo que en el mercado ya existen distintos tipos de pastas de dientes infantiles que, más allá de sabores y envases, en lo que se distinguen es en la concentración de flúor que contienen.

Higiene dental a los 3 años: aprendiendo a cepillarse

Alonso había crecido un montón en ese último año y medio. Boca más grande implica cepillo más grande. Así, que cambiamos el cepillo.
En un principio probamos con un cepillo clásico, pero en seguida nos dimos cuenta de que eso solamente complicaba conseguir una limpieza adecuada y volvimos a los cepillos eléctricos.
Además empezamos a completar la limpieza con un colutorio de LACER por recomendación del dentista.
kit de higiene dental del niño de los 3 a los 6 años
Este fue el kit de higiene dental de Alonso entre los 3 y los 6 años.

Aprendiendo la técnica

Esta edad es crucial para aprender la correcta técnica de cepillado y coger el hábito de cepillarse (2 veces al día en ese momento) durante al menos 2 minutos.
A partir de los 3 años la mejor manera de enseñarles la técnica de cepillado es por imitación: lavándonos los dientes con el peque.

Los niños aprenden a hacer las cosas viendo como se hacen, por lo tanto nuestro planteamiento fue el siguiente:

Por una parte cepillarse el solo los dientes ante el espejo …por supuesto con la posterior revisión de papá o mamá (lo que nosotros llamamos «el repaso»)
Por otra parte yo también me cepillaba los dientes con él (al menos una vez al día) ante el mismo espejo. Es increíble hasta que punto imitan nuestros gestos cuando están tratando de aprender. Así fue sencillo que recordase la forma correcta de cepillarse los dientes.

A partir de los 6 años

En cuanto a la pasta… ni nos planteamos cambiar de marca en ese primer momento. Simplemente empezamos a utilizar el siguiente nivel en la escala de pastas de dientes infantiles: a partir de 6 años (ni siquiera nos planteamos cambiar de marca en este momento).
Pasta de dientes a partir de 6 años
Sin embargo, en unos meses empezamos a ver que los dientes perdían el blanco puro que habían tenido hasta entonces desde que cambiamos de pasta de dientes.
Todavía no comprendo muy bien por qué ocurrió esto, pero fue sustituir la pasta de dientes y empezar a recuperar su blanco natural en unos días.
El problema era encontrar una pasta de dientes que nos inspirase confianza y que no fuese de menta.
«¡La menta no me gusta nada!» Decía Alonso cuando le dijimos que tenía que cambiar a otra pasta de dientes «de mayores»
Cuantas veces habremos utilizado el sufijo «de mayores» para convencer a los niños. Es… como si a nosotros nos dicen «gratis»
Hoy hemos cambiado de pasta de dientes por la Colgate Smile para más de 6 años (…pero decorada con Spiderman… claro)
Yo creo que por mucho que me preocupe por la higiene dental de Alonso nunca será suficiente… y cuando al final sonríe pienso: «Valió la pena» 
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La higiene bucal infantil y todas sus fases

La importancia de escoger una pasta de dientes adecuada para la higiene dental de los niños

Todo empezó con su primer diente. En cuanto asomó por la encía (o incluso antes) surgieron las dudas sobre cómo y cuándo comenzar con la higiene dental.

¿Cuando empieza la higiene dental?

En realidad la respuesta estaba clara: la higiene dental empieza cuando hay dientes. Que si. Que digan lo que digan… si hay dientes hay que mantenerlos limpios.

Así que en cuanto el primer diente tuvo el tamaño necesario para poder ser limpiado con una gasa húmeda empezamos a generar esta rutina por las noches.

…y es que la higiene bucal es un hábito saludable… y todos los hábitos se adquieren con la práctica.

Es importante, además, empezar con estos cuidados prematuros para evitar la temida caries del biberón.

Además, a nosotros nos quedó muy clara la enorme importancia de cuidar la dentadura cuando con un año escaso le salieron manchas grises causadas por aquel complemento de hierro: glutaferro.

El primer cepillo

Al año y medio (en realidad un poco antes) empezamos a cepillarle los dientes.

El cepillo para cuando llegase este momento ya lo habíamos escogido hacía tiempo. Se trataba de un cepillo eléctrico adecuado para estos primeros momentos: con el cabezal pequeño y las cerdas blandas.

La verdad es que en esta etapa utilizábamos una pasta de dientes de la marca Licor del Polo para niños de 1 a 6 años… y es la que usamos hasta cumplir esa edad.

El primer dentífrico: hasta los 6 años

Sin embargo, al principio la cantidad de pasta que utilizábamos era ínfima. Si, ya se que es lo que recomiendan: «cómo mucho el tamaño de un guisante»… y a mi me parece que le poníamos en realidad medio guisante.

Nos gustó especialmente este dentífrico por varios motivos: primero el lagarto molón, después el sabor a fresa (que nos parecía más llevadero para una iniciación en el cepillado dental) y por último (pero no menos importantee) que contiene únicamente la cantidad mínima de flúor que asegura una protección ante la caries. Esto es importante, pues el exceso de flúor se debe evitar a toda costa en los niños.

Pero claro, a lo mejor esto te pilla un poco ‘descolocado’ y te estarás preguntando por qué tanto problema con el flúor si se supone que es bueno para evitar las caries.

El problema del flúor

En principio el flúor es bueno porque ayuda a prevenir la caries. De hecho es el método recomendado para una prevención de estos problemas que crea la placa bacteriana.

Así que, si el flúor evita la caries y nosotros queremos evitar las caries en los dientes de nuestros niños, la tentación es utilizar productos que tengan flúor… mucho flúor… contra más flúor mejor.

Pues no. ¡¡ERROR!!

Mucho flúor puede ser perjudicial para los dientes de los niños
A pesar de que el contacto del flúor con los dientes puede ser enormemente beneficioso para prevenir la caries, en los niños pequeños puede causar un grave problema llamado fluorosis

La fluorosis en los niños

En los primeros años de vida los niños todavía tienen el instinto de succión, por lo que es tremendamente fácil que ingieran la pasta que utilizan durante el cepillado.
Ingerir una cantidad mayor de la recomendada puede causar fluorosis esquelética. Esta fluorosis lo que provoca es una mayor fragilidad de los huesos.
Por otra parte, la acumulación de flúor en los dientes durante estas fases de desarrollo de los dientes pueden provocar manchas en los dientes: fluorosis dental.

El equilibrio del flúor

Así (cómo en casi todo en la vida) el secreto de una correcta utilización del flúor está en encontrar la dosis adecuada.
Según la Sociedad Española de Odontopediatría, una concentración inferior a 500ppm de flúor no está demostrado que existan beneficios en la prevención de caries.
Por otra parte, cuanto más flúor lleve la pasta más protegidos estarán los peques ante la caries, pero mayor será el riesgo de fluorisis dental.
Así, para cada edad se deberá buscar un dentífrico que adecue la concentración de flúor a la evolución del niño.
Es por eso por lo que en el mercado ya existen distintos tipos de pastas de dientes infantiles que, más allá de sabores y envases, en lo que se distinguen es en la concentración de flúor que contienen.

Higiene dental a los 3 años: aprendiendo a cepillarse

Alonso había crecido un montón en ese último año y medio. Boca más grande implica cepillo más grande. Así, que cambiamos el cepillo.
En un principio probamos con un cepillo clásico, pero en seguida nos dimos cuenta de que eso solamente complicaba conseguir una limpieza adecuada y volvimos a los cepillos eléctricos.
Además empezamos a completar la limpieza con un colutorio de LACER por recomendación del dentista.
kit de higiene dental del niño de los 3 a los 6 años
Este fue el kit de higiene dental de Alonso entre los 3 y los 6 años.

Aprendiendo la técnica

Esta edad es crucial para aprender la correcta técnica de cepillado y coger el hábito de cepillarse (2 veces al día en ese momento) durante al menos 2 minutos.
A partir de los 3 años la mejor manera de enseñarles la técnica de cepillado es por imitación: lavándonos los dientes con el peque.

Los niños aprenden a hacer las cosas viendo como se hacen, por lo tanto nuestro planteamiento fue el siguiente:

Por una parte cepillarse el solo los dientes ante el espejo …por supuesto con la posterior revisión de papá o mamá (lo que nosotros llamamos «el repaso»)
Por otra parte yo también me cepillaba los dientes con él (al menos una vez al día) ante el mismo espejo. Es increíble hasta que punto imitan nuestros gestos cuando están tratando de aprender. Así fue sencillo que recordase la forma correcta de cepillarse los dientes.

A partir de los 6 años

En cuanto a la pasta… ni nos planteamos cambiar de marca en ese primer momento. Simplemente empezamos a utilizar el siguiente nivel en la escala de pastas de dientes infantiles: a partir de 6 años (ni siquiera nos planteamos cambiar de marca en este momento).
Pasta de dientes a partir de 6 años
Sin embargo, en unos meses empezamos a ver que los dientes perdían el blanco puro que habían tenido hasta entonces desde que cambiamos de pasta de dientes.
Todavía no comprendo muy bien por qué ocurrió esto, pero fue sustituir la pasta de dientes y empezar a recuperar su blanco natural en unos días.
El problema era encontrar una pasta de dientes que nos inspirase confianza y que no fuese de menta.
«¡La menta no me gusta nada!» Decía Alonso cuando le dijimos que tenía que cambiar a otra pasta de dientes «de mayores»
Cuantas veces habremos utilizado el sufijo «de mayores» para convencer a los niños. Es… como si a nosotros nos dicen «gratis»
Hoy hemos cambiado de pasta de dientes por la Colgate Smile para más de 6 años (…pero decorada con Spiderman… claro)
Yo creo que por mucho que me preocupe por la higiene dental de Alonso nunca será suficiente… y cuando al final sonríe pienso: «Valió la pena» 
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Ni con campañas como #padresigualitarios se enteran

Un mes de #padresigualitarios

Del 22 de febrero al 20 de marzo se ha llevado a cabo una campaña en internet que trataba de reivindicar el papel de los padres en la crianza de los niños.

Personalmente me ha parecido una campaña estupenda y muy bien llevada, que aprovechando el mes del día del padre trataron de concienciar a una parte de la sociedad que aún no se entera (o no se quiere enterar) de que hoy en día los hombres nos implicamos en la crianza de nuestros hijos… y lo hacemos básicamente por dos motivos: porque podemos y porque queremos.
Que es cierto que aún hay casos en los que a pesar de querer no se puede y también hay casos que a pesar de poder… pues no se quiere (…lástima estos últimos)
Pero en general se está viendo que los padres del siglo XXI hemos aprovechado la situación actual cada vez más igualitaria para lanzarnos a disfrutar de nuestros hijos como a nuestros padres y abuelos no les dejaron.

Somos padres implicados …aunque les pese

¿A que viene que hoy os suelte todo esto?
Bueno, pues viene a que hoy a sido uno de esos días en los que te encuentras a alguien que me ha soltado una serie de ideas rancias y despectivas hacia los padres. 
Me he contenido (porque a pesar de todo le tengo aprecio a esa persona) pero me he ido con rabia… mucha rabia y he tenido que escribir este artículo.
Pero el caso es que hoy he tenido que escuchar cosas como 
  • «los hombres no son capaces de cuidar a los niños… no están genéticamente preparados para ello… está demostrado»
  • «Las mujeres son las únicas capaces de cuidar bien a un hijo… al fin y al cabo lo llevaron 9 meses en el vientre.»
  • «El cerebro de los hombres no está capacitado para estar alerta y no son capaces de pensar en más de una cosa a la vez… por eso no son válidos para cuidar a los niños»
Estas «lindezas» y muchas más las he escuchado mientras respiraba hondo y trataba de abstraerme para disfrutar del cappuccino que me había pedido.
La fuente de tales opiniones era una mujer, aunque cierto es que aún quedan muchos hombres capaces de utilizar los mismos «argumentos» para justificar que la mujer asuma la crianza de los hijos en exclusiva y el hombre se abstenga de cualquier obligación más allá del puro suministro de recursos a la familia: ¡Que mentes más rancias!

Los hombres también tienen ese instinto paternal

Bueno, en realidad no creo que los hombres tengan ningún instinto especial… ni las mujeres.
Pero lo cierto es que a muchos hombres (al igual que a muchas mujeres) nos gusta implicarnos en el cuidado y la crianza de nuestros hijos.
También es cierto que los hombres estamos igual de capacitados que las mujeres para participar en estas tareas. 
Pero aún hay quien no se entera de que no somos una excepción… que ya somos tantas excepciones que la excepción empieza a ser la norma.
…y que nunca jamás va a ser verdad que «las mujeres son las que cuidan y dan cariño y los hombres no están preparados para eso» por más que se empeñen en repetirlo como un mantra y aunque añadan la coletilla «…está demostrado»
Es falso.
Bueno, pues ya me he desahogado.
Pero lo verdaderamente lamentable de esta actitud es que supone un retraso en los derechos de los hombres como padres y en la sociedad en general en su necesidad de conseguir la igualdad real de las mujeres.

Seguro que tu también has escuchado en más de una ocasión argumentos como los que yo he tenido que soportar hoy. Si es así te animo a que me lo cuentes en los comentarios.
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Ni con campañas como #padresigualitarios se enteran

Un mes de #padresigualitarios

Del 22 de febrero al 20 de marzo se ha llevado a cabo una campaña en internet que trataba de reivindicar el papel de los padres en la crianza de los niños.

Personalmente me ha parecido una campaña estupenda y muy bien llevada, que aprovechando el mes del día del padre trataron de concienciar a una parte de la sociedad que aún no se entera (o no se quiere enterar) de que hoy en día los hombres nos implicamos en la crianza de nuestros hijos… y lo hacemos básicamente por dos motivos: porque podemos y porque queremos.
Que es cierto que aún hay casos en los que a pesar de querer no se puede y también hay casos que a pesar de poder… pues no se quiere (…lástima estos últimos)
Pero en general se está viendo que los padres del siglo XXI hemos aprovechado la situación actual cada vez más igualitaria para lanzarnos a disfrutar de nuestros hijos como a nuestros padres y abuelos no les dejaron.

Somos padres implicados …aunque les pese

¿A que viene que hoy os suelte todo esto?
Bueno, pues viene a que hoy a sido uno de esos días en los que te encuentras a alguien que me ha soltado una serie de ideas rancias y despectivas hacia los padres. 
Me he contenido (porque a pesar de todo le tengo aprecio a esa persona) pero me he ido con rabia… mucha rabia y he tenido que escribir este artículo.
Pero el caso es que hoy he tenido que escuchar cosas como 
  • «los hombres no son capaces de cuidar a los niños… no están genéticamente preparados para ello… está demostrado»
  • «Las mujeres son las únicas capaces de cuidar bien a un hijo… al fin y al cabo lo llevaron 9 meses en el vientre.»
  • «El cerebro de los hombres no está capacitado para estar alerta y no son capaces de pensar en más de una cosa a la vez… por eso no son válidos para cuidar a los niños»
Estas «lindezas» y muchas más las he escuchado mientras respiraba hondo y trataba de abstraerme para disfrutar del cappuccino que me había pedido.
La fuente de tales opiniones era una mujer, aunque cierto es que aún quedan muchos hombres capaces de utilizar los mismos «argumentos» para justificar que la mujer asuma la crianza de los hijos en exclusiva y el hombre se abstenga de cualquier obligación más allá del puro suministro de recursos a la familia: ¡Que mentes más rancias!

Los hombres también tienen ese instinto paternal

Bueno, en realidad no creo que los hombres tengan ningún instinto especial… ni las mujeres.
Pero lo cierto es que a muchos hombres (al igual que a muchas mujeres) nos gusta implicarnos en el cuidado y la crianza de nuestros hijos.
También es cierto que los hombres estamos igual de capacitados que las mujeres para participar en estas tareas. 
Pero aún hay quien no se entera de que no somos una excepción… que ya somos tantas excepciones que la excepción empieza a ser la norma.
…y que nunca jamás va a ser verdad que «las mujeres son las que cuidan y dan cariño y los hombres no están preparados para eso» por más que se empeñen en repetirlo como un mantra y aunque añadan la coletilla «…está demostrado»
Es falso.
Bueno, pues ya me he desahogado.
Pero lo verdaderamente lamentable de esta actitud es que supone un retraso en los derechos de los hombres como padres y en la sociedad en general en su necesidad de conseguir la igualdad real de las mujeres.

Seguro que tu también has escuchado en más de una ocasión argumentos como los que yo he tenido que soportar hoy. Si es así te animo a que me lo cuentes en los comentarios.
Sigue leyendo ->

Review de tener un hijo tras 7 años de uso

Hoy hace 7 años del «unboxing» de Alonso.

¿Vas a tener un hijo? Aquí no te voy a contar el unboxing que 7 años después ya no es momento. Para eso hay otros blogs …y yo mismo ya he publicado mis artículos en septiembre de 2008.

De lo que se trata es de contarte mi experiencia durante los primeros años de uso de ese ‘producto’ que es la paternidad.

Si la paternidad fuese una mercancía sería sin duda la más valiosa del mundo… y lo mejor es que no es una mercancía que se pueda comprar. Es un DIY (Do It Yourself)… vamos, que te lo fabricas tu mismo. Tu… y tu pareja claro.

Este es el análisis de mi experiencia de la paternidad durante los 7 primeros años de uso continuado.

La preparación y las expectativas

He realizado un montón de compras e inversiones importantes en toda mi vida, he preparado exámenes y pruebas vitales para mi carrera, he planeado fiestas, viajes,… pero ni de lejos me había preparado tanto para algo como para ser padre.

..y total, ahora me pregunto ¿para qué?

 Bueno, la verdad es que no me arrepiento nada de haberlo planeado y preparado todo tanto. Lo cierto es que me lo he pasado genial y he disfrutado ese camino a pesar de los miedos y las incertidumbres.

Pero lo cierto es que ser padre te sorprende por mucho que lo hayas preparado.

Las expectativas son muchas y eso podría hacernos esperar un fracaso o una insatisfacción. Yo siempre digo que la fórmula de la satisfacción es:

Satisfacción = Resultado – Expectativas

Sin embargo, y contra todo pronóstico, no conozco a ningún padre que se haya sentido decepcionado con su hijo. (A lo mejor lo hay, pero no los conozco y seguro que son una muestra insignificante).

El «Unboxing»

Si, efectivamente, me estoy refiriendo al parto.

Cuando hablamos del parto lo evidente es una mujer dando a luz a un bebé… pero no nos equivoquemos: detrás de toda gran madre hay siempre un gran padre (o debería)

De acuerdo que en el acto físico del parto no es «imprescindible» la presencia del padre, pero cualquiera que haya podido estar «al pie del cañón» sabe que la figura del padre juega un papel importante nivel anímico y asistencial.

Además, para un padre, la primera mirada de su hijo es algo que NUNCA se olvida y marca ese Momento en el cual sabes que nunca volverás a ser el mismo.

Los comienzos siempre son duros… ¿o no?

Lo siento, me ha salido el acento gallego con este título, pero creo que representa muy bien lo que quiero decir.

Recuerdo que los meses anteriores y justo después de nacer Alonso todo el mundo me decía cosas como:

«Se te acabaron las noches tranquilas»
«A partir de ahora tu no importas»
«La que se te viene encima»

…y otras afirmaciones exageradas (por no decir «falsas» directamente)

Lo cierto es que todo cambió con el nacimiento de mi hijo, pero nunca he dormido tan feliz como desde que cada noche le doy un beso y un abrazo a mi hijo después de acostarlo en la cama.

Lo de que no soy importante me parece radicalmente equivocado. Desde el mismo momento de convertirte en padre te vuelves la persona más importante del mundo, pues de ti depende el futuro de lo que más quieres: tu hijo.

En fin,.. que todos esos mensajes catastróficos y malos augurios no sirven para más que para que después pienses: «¡Qué suerte tengo! Soy tan feliz y además no me ha pasado nada de eso»

La paternidad mejora con el tiempo

Otra mentira que te cuentan es eso de «aprovecha ahora que luego crecen y…»

…y ¿qué?

Luego crece y me sorprende cada día convirtiendo poco a poco a aquel bebé recién nacido en una persona cada vez más inteligente, autónoma y cariñosa. Veo que mi hijo es la mejor persona que podría haber deseado y que poco a poco va forjando su propia personalidad.

Es cierto, hemos pasado por momentos duros y otros muy duros, pero al final los buenos y buenísimos son infinitamente superiores en número y en intensidad… hasta tal punto que te cuesta recordar los malos momentos.

Mi experiencia como consumidor de «La Paternidad»

Así que si tengo que dar una valoración como consumidor de ese producto llamado «paternidad» no lo dudo y le doy un 5 de 5.

La paternidad no solo no ha perdido su valor como producto en estos 7 años sino que cada vez es mejor. Ha cumplido y está cumpliendo las expectativas con creces.

Si te estás planteando la paternidad ya tienes mi valoración: ¡Compra! 🙂

Con la paternidad todo ha cambiado: ahora es mejor.

Primera sonrisa de Alonso

Aún recuerdo su primera sonrisa, la dibujó la misma noche que nació y desde entonces he pasado cada minuto tratando de que no deje de sonreír.

Felicidades por tus 7 años Alonso… y gracias por estar ahí.

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Review de tener un hijo tras 7 años de uso

Hoy hace 7 años del «unboxing» de Alonso.

¿Vas a tener un hijo? Aquí no te voy a contar el unboxing que 7 años después ya no es momento. Para eso hay otros blogs …y yo mismo ya he publicado mis artículos en septiembre de 2008.

De lo que se trata es de contarte mi experiencia durante los primeros años de uso de ese ‘producto’ que es la paternidad.

Si la paternidad fuese una mercancía sería sin duda la más valiosa del mundo… y lo mejor es que no es una mercancía que se pueda comprar. Es un DIY (Do It Yourself)… vamos, que te lo fabricas tu mismo. Tu… y tu pareja claro.

Este es el análisis de mi experiencia de la paternidad durante los 7 primeros años de uso continuado.

La preparación y las expectativas

He realizado un montón de compras e inversiones importantes en toda mi vida, he preparado exámenes y pruebas vitales para mi carrera, he planeado fiestas, viajes,… pero ni de lejos me había preparado tanto para algo como para ser padre.

..y total, ahora me pregunto ¿para qué?

 Bueno, la verdad es que no me arrepiento nada de haberlo planeado y preparado todo tanto. Lo cierto es que me lo he pasado genial y he disfrutado ese camino a pesar de los miedos y las incertidumbres.

Pero lo cierto es que ser padre te sorprende por mucho que lo hayas preparado.

Las expectativas son muchas y eso podría hacernos esperar un fracaso o una insatisfacción. Yo siempre digo que la fórmula de la satisfacción es:

Satisfacción = Resultado – Expectativas

Sin embargo, y contra todo pronóstico, no conozco a ningún padre que se haya sentido decepcionado con su hijo. (A lo mejor lo hay, pero no los conozco y seguro que son una muestra insignificante).

El «Unboxing»

Si, efectivamente, me estoy refiriendo al parto.

Cuando hablamos del parto lo evidente es una mujer dando a luz a un bebé… pero no nos equivoquemos: detrás de toda gran madre hay siempre un gran padre (o debería)

De acuerdo que en el acto físico del parto no es «imprescindible» la presencia del padre, pero cualquiera que haya podido estar «al pie del cañón» sabe que la figura del padre juega un papel importante nivel anímico y asistencial.

Además, para un padre, la primera mirada de su hijo es algo que NUNCA se olvida y marca ese Momento en el cual sabes que nunca volverás a ser el mismo.

Los comienzos siempre son duros… ¿o no?

Lo siento, me ha salido el acento gallego con este título, pero creo que representa muy bien lo que quiero decir.

Recuerdo que los meses anteriores y justo después de nacer Alonso todo el mundo me decía cosas como:

«Se te acabaron las noches tranquilas»
«A partir de ahora tu no importas»
«La que se te viene encima»

…y otras afirmaciones exageradas (por no decir «falsas» directamente)

Lo cierto es que todo cambió con el nacimiento de mi hijo, pero nunca he dormido tan feliz como desde que cada noche le doy un beso y un abrazo a mi hijo después de acostarlo en la cama.

Lo de que no soy importante me parece radicalmente equivocado. Desde el mismo momento de convertirte en padre te vuelves la persona más importante del mundo, pues de ti depende el futuro de lo que más quieres: tu hijo.

En fin,.. que todos esos mensajes catastróficos y malos augurios no sirven para más que para que después pienses: «¡Qué suerte tengo! Soy tan feliz y además no me ha pasado nada de eso»

La paternidad mejora con el tiempo

Otra mentira que te cuentan es eso de «aprovecha ahora que luego crecen y…»

…y ¿qué?

Luego crece y me sorprende cada día convirtiendo poco a poco a aquel bebé recién nacido en una persona cada vez más inteligente, autónoma y cariñosa. Veo que mi hijo es la mejor persona que podría haber deseado y que poco a poco va forjando su propia personalidad.

Es cierto, hemos pasado por momentos duros y otros muy duros, pero al final los buenos y buenísimos son infinitamente superiores en número y en intensidad… hasta tal punto que te cuesta recordar los malos momentos.

Mi experiencia como consumidor de «La Paternidad»

Así que si tengo que dar una valoración como consumidor de ese producto llamado «paternidad» no lo dudo y le doy un 5 de 5.

La paternidad no solo no ha perdido su valor como producto en estos 7 años sino que cada vez es mejor. Ha cumplido y está cumpliendo las expectativas con creces.

Si te estás planteando la paternidad ya tienes mi valoración: ¡Compra! 🙂

Con la paternidad todo ha cambiado: ahora es mejor.

Primera sonrisa de Alonso

Aún recuerdo su primera sonrisa, la dibujó la misma noche que nació y desde entonces he pasado cada minuto tratando de que no deje de sonreír.

Felicidades por tus 7 años Alonso… y gracias por estar ahí.

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Cómo saber si tu hijo tiene que usar gafas

niño-necesita-gafas
Photo credit: Thomas Hawk / Foter / CC BY-NC

En esta ocasión te voy a hablar de algo por lo que todos los padres nos preocupamos en un momento u otro: la vista de nuestros hijos.

Que si al niño parece que le cuesta leer, que si ahora no se concentra, que si ve mucho la tele,… tarde o temprano hay algo que nos hace saltar la alarma y nos genera esa pregunta inevitable: ¿Será que ve mal mi hijo? ¡A ver si necesita gafas…!
Obviamente las gafas no deberían de ser un trauma para nadie. Cuando hay que usarlas es, sin duda, la mejor opción. Pero no es menos cierto que a nadie le agrada tener que usarlas y todo lo que esto conlleva (adaptarse a ellas, cuidarlas, revisiones periódicas,…)
Hace ya un mes y medio desde que acabó el curso y lo cierto es que no hemos disfrutado mucho ni de la playa ni de la piscina (papá y mamá trabajando y el tiempo aquí… en Invernalia… vamos que no ayuda nada). Pero a pesar de eso lo cierto es que el verano está siendo bastante tranquilo y llevadero. 
Sin embargo, nos habíamos propuesto como tarea conseguir que Alonso le cogiese el gusto a la lectura y, de paso, que mejorase la fluidez y comprensión en la misma. Algo, esto último, que me da la impresión de que es lo que peor llevó el año pasado (a pesar de que las notas no fueron nada malas).
Para que negarlo: no estamos teniendo mucho éxito. En julio fue al campamento del colegio y eso le dejaba menos tiempo, pero en agosto no hay disculpa. Unos días está con unos abuelos y otros días está con otros. Me consta que todos los días intentan que lea, pero también me consta que les cuesta un montón y cuando lo consiguen no es por mucho tiempo.
Así que surgió la pregunta que nos hacemos todos los padres cuando llega este momento:

¿Será que mi hijo no ve bien?

En otra ocasión hubiese corrido a pedir hora con el oculista, pero como a mediados de este mes ya tenemos la revisión anual… pues esperaremos.
De todas formas, una vez planteada la cuestión no pude evitar informarme, documentarme y como no contártelo todo a ti en este artículo.

La importancia de la vista en los niños

Obviamente la vista es uno de los sentidos más importantes en el proceso de aprendizaje y madurez de los niños.

Se estima que entre el 80% y el 90% del aprendizaje en los primeros años se realiza a través de la vista.

La lectura es básica desde el principio para el proceso de aprendizaje que los niños llevan a cabo en la etapa escolar.

Pero además, la vista tiene un papel crucial en las relaciones sociales y el desarrollo del niño como persona.

Queda claro, por lo tanto, que cuidar la vista no es un asunto menor y debe de tenerse en cuenta desde el principio.

¿Cómo se desarrolla la visión del niño?

Antes de preocuparte por la vista de tu niño o tu niña tendrás que saber que la vista no se desarrolla por completo hasta los 6 años. Antes de esa edad los niños no ven bien de todo y todavía tienen que desarrollar físicamente sus ojos y esto hace más difícil determinar si lo que le ocurre es causa de un problema en la vista o simplemente se trata de una fase más del crecimiento normal del niño.

¿Significa esto que no puede tener problemas de vista hasta los 6 años?

Categoricamente: No
Puede haber problemas con la vista mucho antes y un profesional podrá detectarlos en una revisión oftalmológica.
Es más, la mayoría de los problemas oculares será más fácil curarlos cuanto antes se detecten. Es por eso que es tan importante hacer revisiones periódicas desde los primeros años de vida.
Pero lo cierto es que muchos de loGs problemas se detectan pasados los 5 o 6 años. Esto es debido, en parte a que se completa el desarrollo ocular, pero también coincide con la época en la que los niños empiezan a leer y esto a veces hace que estos problemas afloren.

problemas ópticos en niños miopia, hipermetropia, astigmatismo y ojo vago
Photo credit: demandaj / Foter / CC BY-NC-ND

¿Cómo saber si necesita gafas?

Lo primero que has de saber es que la mejor única forma de saber si tu hijo o hija necesita gafas es hacer como nosotros: llevarlo al oculista. Es una perogrullada pero parece que a veces la gente no se entera.
Bueno… a veces una primera valoración en un centro óptico puede descartar cualquier problema. Pero como nosotros ya tenemos hora con el especialista… pues esperamos unos días.
Pero si mientras esperas a que llegue la fecha de la consulta con el oculista te pasa como a mi y no soportas la curiosidad, estas son algunas de las cuatro enfermedades oculares más comunes y los indicios a través de los cuales puede que las identifiques. (Recuerda que son solamente indicios y el que debe determinar si tu hijo o hija padece alguna enfermedad o no es el oculista o el optometrista)

Miopía

¿Qué es la miopía?

La miopía se produce cuando el globo ocular es más grande de lo que debiera. En este caso se
produce un defecto óptico que le impide al niño enfocar correctamente los objetos más lejanos.

Síntomas de una posible miopía

Que tu peque entorne los ojos para ver los objetos, se acerque mucho al papel o le cueste reconocer a las personas a cierta distancia pueden ser síntomas de que exista miopía.
También es común que el niño haya ido dejando a un lado las actividades al aire libre y prefiera quedarse en casa jugando o pintando. Es decir, que mostrará una clara preferencia por las actividades que requieran de una visión cercana ante aquellas que le obliguen a utilizar una visión lejana (en distancias a las que no será capaz de enfocar)

Tratamiento

A pesar de que los adultos tenemos la posibilidad de utilizar gafas, lentillas o eliminar la miopía por medio de cirugía láser, en el caso de los menores la cosa cambia.
La cirugía láser es una opción descartada en los niños, pues para poder practicarla el ojo debe de estar completamente desarrollado (lo cual no ocurre hasta que la adolescencia está muy avanzada).

Hipermetropía

¿Qué es la hipermetropía?

Justo al contrario que la miopía, la hipermetropía se produce cuando el globo ocular es más pequeño de lo debido. En este caso el niño no será capaz de enfocar las cosas más cercanas pero verá perfectamente todo lo que se encuentra a cierta distancia.

Síntomas de la hipermetropía


Los niños con hipermetropía suelen ser niños con más facilidad para cansarse en clase y a menudo son incapaces de concentrarse leyendo ni unos pocos minutos. Necesitan parar frecuentemente y les cuesta comprender la lectura.

El dolor de cabeza y los ojos irritados son síntomas típicos de los niños con hipermetropía

Tratamiento

El tratamiento habitual para los niños con hipermetropía suele ser la utilización de las gafas. Es frecuente que la utilización de las gafas no sea permanente, sino que se limite a aquellas actividades en las que se requiere de una visión cercana.

Además, a menudo la hipermetropía se corrige con el tiempo. Al estar causado por un globo ocular menor de lo que debería ser, es frecuente que el único problema sea un desarrollo tardío del ojo. Así, en cuanto el desarrollo se complete la hipermetropía desaparecerá.

Astigmatismo

¿Qué es el astigmatismo?

El astigmatismo es una deformación de la cornea que, en vez de tener una curvatura uniforme tiene una forma irregular. Esto hace que algunas partes del campo visual se puedan enfocar mientras otras se ven borrosas.

No se trata de una dificultad para enfocar objetos a una distancia determinada (como ocurría con la miopía y la hipermetropía). Se trata de enfocar objetos en ciertas áreas del campo visual.

¿Cómo identificar el astigmatismo?

Suele resultar muy difícil identificar el astigmatismos en un niño pequeño ya que en la mayor parte de los casos torcerán la cabeza para tratar de enfocar con otra parte de la cornea.

Si el niño se queja de que ve borroso o gira la cabeza para enfocar puede ser que sufra astigmatismo, pero esto también se puede confundir fácilmente con una miopía o una hipermetropía (que suelen padecer junto con el astigmatismo)

Tratamiento del astigmatismo

Una vez identificado el astigmatismo el tratamiento habitual son las gafas correctoras.

Ojo vago

¿Qué es el ojo vago?

El ojo vago puede estar provocado por diferentes disfunciones: falta de movilidad en un ojo, perdida de visión parcial en uno de los ojos,… y hasta cataratas.

La cuestión es que, cuando la señal que llega al cerebro de ambos ojos no es «congruente» (el cerebro no puede formar una imagen con profundidad de campo razonable) lo que hace el cerebro es «desechar» una de las dos (la del ojo que presenta el problema). Así, el niño dependerá solamente de las imágenes recogidas por uno de los ojos.

El niño perderá, no solo la visión del ojo discriminado (que puede ser total o parcial) sino también la visión espacial que proporciona la vista con dos ojos

La importancia de un diagnostico precoz

Es crítico detectar el problema lo antes posible, puesto que una vez que el cerebro deja de utilizar los nervios que llevan la información visual de uno de los ojos estas conexiones empiezan a atrofiarse y poco después serán irrecuperables.

Hasta los 3 o 4 años de edad es posible recuperar dichos nervios, pero pasada esa etapa el cerebro pierde esa plasticidad que le permite reeducar la forma en la que recibe las imágenes.

Al contrario que con las otras 3 enfermedades vistas aquí, el mejor tratamiento no lo podremos aplicar en la etapa de madurez, sino en la más precoz.

Síntomas del ojo vago

Los niños que empiezan a padecer este trastorno suelen inclinar la cabeza, cerrar un ojo o incluso torcerlo cuando tratan de enfocar.

Tratamiento del ojo vago

El tratamiento se basa en poner gafas y parche. De lo que se trata es de tapar el ojo sano para forzar al otro a trabajar y así recuperar la visión en este.

Que hacer si tu hijo tiene que usar gafas
Photo credit: Christos Tsoumplekas (Back again!) / Foter / CC BY-NC

¿Cómo reaccionar si al final tiene que usar gafas?

Pongámonos en el peor de los casos: vamos al oculista y nos dice que el niño tiene que usar gafas. Bueno, en realidad no sería el peor, pero es un caso probable y vale la pena estar preparado para saber reaccionar correctamente y plantearle el caso con un enfoque adecuado al peque. Al fin y al cabo nunca hay una segunda oportunidad para la primera reacción 😉

Tengamos claras las ventajas

Lo primero que hay que hacer es tener claro nosotros mismos que llevar gafas no es un drama. Al contrario. Haber diagnosticado el problema hará que nuestro peque lleve una vida mucho más cómoda y su desarrollo y aprendizaje sean los adecuados. Además, si es posible una recuperación solamente lo será a partir de este momento.

Explicarselo al niño

Para muchos niños el hecho de llevar gafas será percibido como un problema pues a partir de ese momento necesitará preocuparse por su cuidado, responsabilizarse y supondrán un elemento diferenciador con sus amigos y compañeros de clase que, en ocasiones puede hacer que se sienta incómodo.

Es por eso que debemos trasmitirle un mensaje positivo cuando le expliquemos que llevará gafas, haciendo hincapié en todos los beneficios:

  • Podrá ver detalles que antes no veía
  • Disfrutará mucho más de las películas y los libros
  • Le costará menos atender en clase y se lo pasará mejor
Cómo escoger gafas para niños
Photo credit: Spiterman / Foter / CC BY-ND

Escogiendo las gafas

Saber escoger las gafas más adecuadas para un peque también es importante.

Por una parte, es importante que el niño participe en la elección de las gafas. Una buena opción será permitirle que escoja la montura y nosotros decidir algo menos ‘visible’ pero más importante si cabe: la elección de los cristales. Nos arriesgamos a que quiera precisamente esas gafas tan horteras que ni Elton John las compraría, pero… somos padres… tenemos que saber negociar mejor que nadie 😉

Por otra parte, los criterios en los que nos basaremos para escoger las gafas de un niño no son exactamente los mismos que los que utilizaríamos para escoger unas gafas para nosotros mismos.

La montura

Ha de ser cómoda: eso es algo esencial. Por mucho que le dejemos escoger el modelo habrá que asegurarse de que le resulta cómoda, pues será mucho el tiempo que pase con ellas puestas.

Lo aconsejable es que no sea demasiado grande y que se adapte bien a la fisonomía del niño. Esto nos asegurará que las lentes se centrarán en su sitio.

A poder ser orientaremos a nuestro peque hacia aquellos modelos de puente nasal de silicona y varillas flexibles.

Para peques más ‘inquietos’ existen algunos modelos que permiten (o traen de serie) una banda para sujetar a la cabeza

Cristales

El consejo de casi cualquier óptico será utilizar lentes orgánicas para los niños. Esto les proporciona mayor seguridad en caso de rotura.

También deberíamos valorar la posibilidad de aplicar un tratamiento endurecedor y antireflejante a los cristales. Esto aumentará la durabilidad de los mismos y le facilitará al niño la visión en ciertas situaciones.


Si estás en esta situación espero haberte ayudado con toda la información que he recopilado al respecto para mi mismo.

Ahora te toca a ti. Te animo a que me comentes, corrijas o sugieras cosas que se me hayan podido quedar en el tintero.

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Cómo saber si tu hijo tiene que usar gafas

niño-necesita-gafas
Photo credit: Thomas Hawk / Foter / CC BY-NC

En esta ocasión te voy a hablar de algo por lo que todos los padres nos preocupamos en un momento u otro: la vista de nuestros hijos.

Que si al niño parece que le cuesta leer, que si ahora no se concentra, que si ve mucho la tele,… tarde o temprano hay algo que nos hace saltar la alarma y nos genera esa pregunta inevitable: ¿Será que ve mal mi hijo? ¡A ver si necesita gafas…!
Obviamente las gafas no deberían de ser un trauma para nadie. Cuando hay que usarlas es, sin duda, la mejor opción. Pero no es menos cierto que a nadie le agrada tener que usarlas y todo lo que esto conlleva (adaptarse a ellas, cuidarlas, revisiones periódicas,…)
Hace ya un mes y medio desde que acabó el curso y lo cierto es que no hemos disfrutado mucho ni de la playa ni de la piscina (papá y mamá trabajando y el tiempo aquí… en Invernalia… vamos que no ayuda nada). Pero a pesar de eso lo cierto es que el verano está siendo bastante tranquilo y llevadero. 
Sin embargo, nos habíamos propuesto como tarea conseguir que Alonso le cogiese el gusto a la lectura y, de paso, que mejorase la fluidez y comprensión en la misma. Algo, esto último, que me da la impresión de que es lo que peor llevó el año pasado (a pesar de que las notas no fueron nada malas).
Para que negarlo: no estamos teniendo mucho éxito. En julio fue al campamento del colegio y eso le dejaba menos tiempo, pero en agosto no hay disculpa. Unos días está con unos abuelos y otros días está con otros. Me consta que todos los días intentan que lea, pero también me consta que les cuesta un montón y cuando lo consiguen no es por mucho tiempo.
Así que surgió la pregunta que nos hacemos todos los padres cuando llega este momento:

¿Será que mi hijo no ve bien?

En otra ocasión hubiese corrido a pedir hora con el oculista, pero como a mediados de este mes ya tenemos la revisión anual… pues esperaremos.
De todas formas, una vez planteada la cuestión no pude evitar informarme, documentarme y como no contártelo todo a ti en este artículo.

La importancia de la vista en los niños

Obviamente la vista es uno de los sentidos más importantes en el proceso de aprendizaje y madurez de los niños.

Se estima que entre el 80% y el 90% del aprendizaje en los primeros años se realiza a través de la vista.

La lectura es básica desde el principio para el proceso de aprendizaje que los niños llevan a cabo en la etapa escolar.

Pero además, la vista tiene un papel crucial en las relaciones sociales y el desarrollo del niño como persona.

Queda claro, por lo tanto, que cuidar la vista no es un asunto menor y debe de tenerse en cuenta desde el principio.

¿Cómo se desarrolla la visión del niño?

Antes de preocuparte por la vista de tu niño o tu niña tendrás que saber que la vista no se desarrolla por completo hasta los 6 años. Antes de esa edad los niños no ven bien de todo y todavía tienen que desarrollar físicamente sus ojos y esto hace más difícil determinar si lo que le ocurre es causa de un problema en la vista o simplemente se trata de una fase más del crecimiento normal del niño.

¿Significa esto que no puede tener problemas de vista hasta los 6 años?

Categoricamente: No
Puede haber problemas con la vista mucho antes y un profesional podrá detectarlos en una revisión oftalmológica.
Es más, la mayoría de los problemas oculares será más fácil curarlos cuanto antes se detecten. Es por eso que es tan importante hacer revisiones periódicas desde los primeros años de vida.
Pero lo cierto es que muchos de loGs problemas se detectan pasados los 5 o 6 años. Esto es debido, en parte a que se completa el desarrollo ocular, pero también coincide con la época en la que los niños empiezan a leer y esto a veces hace que estos problemas afloren.

problemas ópticos en niños miopia, hipermetropia, astigmatismo y ojo vago
Photo credit: demandaj / Foter / CC BY-NC-ND

¿Cómo saber si necesita gafas?

Lo primero que has de saber es que la mejor única forma de saber si tu hijo o hija necesita gafas es hacer como nosotros: llevarlo al oculista. Es una perogrullada pero parece que a veces la gente no se entera.
Bueno… a veces una primera valoración en un centro óptico puede descartar cualquier problema. Pero como nosotros ya tenemos hora con el especialista… pues esperamos unos días.
Pero si mientras esperas a que llegue la fecha de la consulta con el oculista te pasa como a mi y no soportas la curiosidad, estas son algunas de las cuatro enfermedades oculares más comunes y los indicios a través de los cuales puede que las identifiques. (Recuerda que son solamente indicios y el que debe determinar si tu hijo o hija padece alguna enfermedad o no es el oculista o el optometrista)

Miopía

¿Qué es la miopía?

La miopía se produce cuando el globo ocular es más grande de lo que debiera. En este caso se
produce un defecto óptico que le impide al niño enfocar correctamente los objetos más lejanos.

Síntomas de una posible miopía

Que tu peque entorne los ojos para ver los objetos, se acerque mucho al papel o le cueste reconocer a las personas a cierta distancia pueden ser síntomas de que exista miopía.
También es común que el niño haya ido dejando a un lado las actividades al aire libre y prefiera quedarse en casa jugando o pintando. Es decir, que mostrará una clara preferencia por las actividades que requieran de una visión cercana ante aquellas que le obliguen a utilizar una visión lejana (en distancias a las que no será capaz de enfocar)

Tratamiento

A pesar de que los adultos tenemos la posibilidad de utilizar gafas, lentillas o eliminar la miopía por medio de cirugía láser, en el caso de los menores la cosa cambia.
La cirugía láser es una opción descartada en los niños, pues para poder practicarla el ojo debe de estar completamente desarrollado (lo cual no ocurre hasta que la adolescencia está muy avanzada).

Hipermetropía

¿Qué es la hipermetropía?

Justo al contrario que la miopía, la hipermetropía se produce cuando el globo ocular es más pequeño de lo debido. En este caso el niño no será capaz de enfocar las cosas más cercanas pero verá perfectamente todo lo que se encuentra a cierta distancia.

Síntomas de la hipermetropía


Los niños con hipermetropía suelen ser niños con más facilidad para cansarse en clase y a menudo son incapaces de concentrarse leyendo ni unos pocos minutos. Necesitan parar frecuentemente y les cuesta comprender la lectura.

El dolor de cabeza y los ojos irritados son síntomas típicos de los niños con hipermetropía

Tratamiento

El tratamiento habitual para los niños con hipermetropía suele ser la utilización de las gafas. Es frecuente que la utilización de las gafas no sea permanente, sino que se limite a aquellas actividades en las que se requiere de una visión cercana.

Además, a menudo la hipermetropía se corrige con el tiempo. Al estar causado por un globo ocular menor de lo que debería ser, es frecuente que el único problema sea un desarrollo tardío del ojo. Así, en cuanto el desarrollo se complete la hipermetropía desaparecerá.

Astigmatismo

¿Qué es el astigmatismo?

El astigmatismo es una deformación de la cornea que, en vez de tener una curvatura uniforme tiene una forma irregular. Esto hace que algunas partes del campo visual se puedan enfocar mientras otras se ven borrosas.

No se trata de una dificultad para enfocar objetos a una distancia determinada (como ocurría con la miopía y la hipermetropía). Se trata de enfocar objetos en ciertas áreas del campo visual.

¿Cómo identificar el astigmatismo?

Suele resultar muy difícil identificar el astigmatismos en un niño pequeño ya que en la mayor parte de los casos torcerán la cabeza para tratar de enfocar con otra parte de la cornea.

Si el niño se queja de que ve borroso o gira la cabeza para enfocar puede ser que sufra astigmatismo, pero esto también se puede confundir fácilmente con una miopía o una hipermetropía (que suelen padecer junto con el astigmatismo)

Tratamiento del astigmatismo

Una vez identificado el astigmatismo el tratamiento habitual son las gafas correctoras.

Ojo vago

¿Qué es el ojo vago?

El ojo vago puede estar provocado por diferentes disfunciones: falta de movilidad en un ojo, perdida de visión parcial en uno de los ojos,… y hasta cataratas.

La cuestión es que, cuando la señal que llega al cerebro de ambos ojos no es «congruente» (el cerebro no puede formar una imagen con profundidad de campo razonable) lo que hace el cerebro es «desechar» una de las dos (la del ojo que presenta el problema). Así, el niño dependerá solamente de las imágenes recogidas por uno de los ojos.

El niño perderá, no solo la visión del ojo discriminado (que puede ser total o parcial) sino también la visión espacial que proporciona la vista con dos ojos

La importancia de un diagnostico precoz

Es crítico detectar el problema lo antes posible, puesto que una vez que el cerebro deja de utilizar los nervios que llevan la información visual de uno de los ojos estas conexiones empiezan a atrofiarse y poco después serán irrecuperables.

Hasta los 3 o 4 años de edad es posible recuperar dichos nervios, pero pasada esa etapa el cerebro pierde esa plasticidad que le permite reeducar la forma en la que recibe las imágenes.

Al contrario que con las otras 3 enfermedades vistas aquí, el mejor tratamiento no lo podremos aplicar en la etapa de madurez, sino en la más precoz.

Síntomas del ojo vago

Los niños que empiezan a padecer este trastorno suelen inclinar la cabeza, cerrar un ojo o incluso torcerlo cuando tratan de enfocar.

Tratamiento del ojo vago

El tratamiento se basa en poner gafas y parche. De lo que se trata es de tapar el ojo sano para forzar al otro a trabajar y así recuperar la visión en este.

Que hacer si tu hijo tiene que usar gafas
Photo credit: Christos Tsoumplekas (Back again!) / Foter / CC BY-NC

¿Cómo reaccionar si al final tiene que usar gafas?

Pongámonos en el peor de los casos: vamos al oculista y nos dice que el niño tiene que usar gafas. Bueno, en realidad no sería el peor, pero es un caso probable y vale la pena estar preparado para saber reaccionar correctamente y plantearle el caso con un enfoque adecuado al peque. Al fin y al cabo nunca hay una segunda oportunidad para la primera reacción 😉

Tengamos claras las ventajas

Lo primero que hay que hacer es tener claro nosotros mismos que llevar gafas no es un drama. Al contrario. Haber diagnosticado el problema hará que nuestro peque lleve una vida mucho más cómoda y su desarrollo y aprendizaje sean los adecuados. Además, si es posible una recuperación solamente lo será a partir de este momento.

Explicarselo al niño

Para muchos niños el hecho de llevar gafas será percibido como un problema pues a partir de ese momento necesitará preocuparse por su cuidado, responsabilizarse y supondrán un elemento diferenciador con sus amigos y compañeros de clase que, en ocasiones puede hacer que se sienta incómodo.

Es por eso que debemos trasmitirle un mensaje positivo cuando le expliquemos que llevará gafas, haciendo hincapié en todos los beneficios:

  • Podrá ver detalles que antes no veía
  • Disfrutará mucho más de las películas y los libros
  • Le costará menos atender en clase y se lo pasará mejor
Cómo escoger gafas para niños
Photo credit: Spiterman / Foter / CC BY-ND

Escogiendo las gafas

Saber escoger las gafas más adecuadas para un peque también es importante.

Por una parte, es importante que el niño participe en la elección de las gafas. Una buena opción será permitirle que escoja la montura y nosotros decidir algo menos ‘visible’ pero más importante si cabe: la elección de los cristales. Nos arriesgamos a que quiera precisamente esas gafas tan horteras que ni Elton John las compraría, pero… somos padres… tenemos que saber negociar mejor que nadie 😉

Por otra parte, los criterios en los que nos basaremos para escoger las gafas de un niño no son exactamente los mismos que los que utilizaríamos para escoger unas gafas para nosotros mismos.

La montura

Ha de ser cómoda: eso es algo esencial. Por mucho que le dejemos escoger el modelo habrá que asegurarse de que le resulta cómoda, pues será mucho el tiempo que pase con ellas puestas.

Lo aconsejable es que no sea demasiado grande y que se adapte bien a la fisonomía del niño. Esto nos asegurará que las lentes se centrarán en su sitio.

A poder ser orientaremos a nuestro peque hacia aquellos modelos de puente nasal de silicona y varillas flexibles.

Para peques más ‘inquietos’ existen algunos modelos que permiten (o traen de serie) una banda para sujetar a la cabeza

Cristales

El consejo de casi cualquier óptico será utilizar lentes orgánicas para los niños. Esto les proporciona mayor seguridad en caso de rotura.

También deberíamos valorar la posibilidad de aplicar un tratamiento endurecedor y antireflejante a los cristales. Esto aumentará la durabilidad de los mismos y le facilitará al niño la visión en ciertas situaciones.


Si estás en esta situación espero haberte ayudado con toda la información que he recopilado al respecto para mi mismo.

Ahora te toca a ti. Te animo a que me comentes, corrijas o sugieras cosas que se me hayan podido quedar en el tintero.

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