Hijos trofeo

Hoy en día muchos padres tienen hijos porque se supone que tienen que tener hijos. “Era hora” como muchos dicen, pero la verdad es que no deseaban ser padres, solo tener un nuevo accesorio que combinara con su “exitosa vida”. Sin embargo, ¿qué significa ser exitoso? Seguir leyendo

Ilustración: “Papás cool”, de Ángel Perez para Monólogos de papá
Nota completa publicada en BabyCenter: http://espanol.babycenter.com/blog/mamas/los-hijos-no-son-accesorios/

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Hijos trofeo

Hoy en día muchos padres tienen hijos porque se supone que tienen que tener hijos. “Era hora” como muchos dicen, pero la verdad es que no deseaban ser padres, solo tener un nuevo accesorio que combinara con su “exitosa vida”. Sin embargo, ¿qué significa ser exitoso? Seguir leyendo

Ilustración: “Papás cool”, de Ángel Perez para Monólogos de papá
Nota completa publicada en BabyCenter: http://espanol.babycenter.com/blog/mamas/los-hijos-no-son-accesorios/

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A se resiste

Aquí estamos, un año más. Y no, no ha habido ninguna novedad, seguimos esperando a que A. se decida a venir a este mundo (aunque viendo el panorama uno se explica su tardanza en abandonar ese espacio de tranquilidad). Ahora mismo, hace tres días que A. salió de cuentas, pero repasando los carnets de salud de los 3 últimos, hemos comprobado que Q. y JP se atrasaron 5 días cada uno de ellos y S. una semana. Así que ya sabemos.

Ayer fuimos a una de esas sesiones de correas en la que, tras rodear su barriga con unas correas, controlaban el ritmo cardíaco del bebé y las contracciones de la madre. Por un momento se me pasó por la cabeza la posibilidad de que nuestra hija fuera la primera catalana del año. Creo que alguna cadena de supermercados te regala un año de pañales y un lote de productos de bebé, una entidad bancaria abre una libreta a nombre de la niña con un depósito de 2.000 € y otras cosas más. Pero lo más importante, sin duda, es que, al parecer, el Presidente de la Generalitat ostenta (por supuesto de forma simbólica) el papel de padrino de la criatura. El padrino, en Cataluña, es una figura idéntica a la del resto de España, con el añadido de que en Pascua es el encargado de regalar la mona, aquel dulce típico de estas latitudes y que aquí os explicaba. Pues bien, se nos planteaban serios problemas en el caso de que fuera la primera catalana del año y el President fuera el padrino. De entrada, ¿quién sería el padrino?, ¿tendría un padrino en funciones? y, tal y como está el patio, ¿tendríamos que ir cada año a la cárcel a recoger la mona de la niña? Quita, quita, mejor que no haya decidido ser la primera del año.

La que ya no puede más es la madre. Cada día salimos a pasear porque le han dicho que eso es bueno para acelerar el parto. Sí, ya se ve que es buenísimo. Hemos andado tanto que creo que me adelantaré yo. Empiezo a notar ciertos dolores que ya no sé si son contracciones o agujetas. ¿Y los niños? Pues un poco hartos de estos paseos. Dicen que siempre hacemos lo mismo y que paseamos por los mismos sitios. Claro, solo faltaría irse de paseo por el centro de Barcelona, que se pusiera allí de parto y a correr como locos.

Ayer pasamos un fin de año atípico, en casa con los tres pequeños. En un principio lo íbamos a pasar en casa de unos amigos, pero al final se anuló el plan porque la anfitriona no se encontraba muy bien. Cenamos juntos, recordamos algunas de las cosas vividas el año 2015, vimos algo de tele y poco antes de las 12 tuvimos que despertar a los niños para que comieran las uvas. Con JP no lo conseguimos -a pesar de haberlo intentado reiteradamente- y esta mañana, enfadado, nos lo ha recordado.

En este blog no me he propuesto ningún propósito para el nuevo año. Me habría encantado poder prometerme escribir más a menudo, pero no sé si podré cumplirlo (aunque lo intentaré), así que mejor no crearme falsas expectativas.

Feliz entrada de año a todos y espero poder seguir viendoos por aquí.
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A se resiste

Aquí estamos, un año más. Y no, no ha habido ninguna novedad, seguimos esperando a que A. se decida a venir a este mundo (aunque viendo el panorama uno se explica su tardanza en abandonar ese espacio de tranquilidad). Ahora mismo, hace tres días que A. salió de cuentas, pero repasando los carnets de salud de los 3 últimos, hemos comprobado que Q. y JP se atrasaron 5 días cada uno de ellos y S. una semana. Así que ya sabemos.

Ayer fuimos a una de esas sesiones de correas en la que, tras rodear su barriga con unas correas, controlaban el ritmo cardíaco del bebé y las contracciones de la madre. Por un momento se me pasó por la cabeza la posibilidad de que nuestra hija fuera la primera catalana del año. Creo que alguna cadena de supermercados te regala un año de pañales y un lote de productos de bebé, una entidad bancaria abre una libreta a nombre de la niña con un depósito de 2.000 € y otras cosas más. Pero lo más importante, sin duda, es que, al parecer, el Presidente de la Generalitat ostenta (por supuesto de forma simbólica) el papel de padrino de la criatura. El padrino, en Cataluña, es una figura idéntica a la del resto de España, con el añadido de que en Pascua es el encargado de regalar la mona, aquel dulce típico de estas latitudes y que aquí os explicaba. Pues bien, se nos planteaban serios problemas en el caso de que fuera la primera catalana del año y el President fuera el padrino. De entrada, ¿quién sería el padrino?, ¿tendría un padrino en funciones? y, tal y como está el patio, ¿tendríamos que ir cada año a la cárcel a recoger la mona de la niña? Quita, quita, mejor que no haya decidido ser la primera del año.

La que ya no puede más es la madre. Cada día salimos a pasear porque le han dicho que eso es bueno para acelerar el parto. Sí, ya se ve que es buenísimo. Hemos andado tanto que creo que me adelantaré yo. Empiezo a notar ciertos dolores que ya no sé si son contracciones o agujetas. ¿Y los niños? Pues un poco hartos de estos paseos. Dicen que siempre hacemos lo mismo y que paseamos por los mismos sitios. Claro, solo faltaría irse de paseo por el centro de Barcelona, que se pusiera allí de parto y a correr como locos.

Ayer pasamos un fin de año atípico, en casa con los tres pequeños. En un principio lo íbamos a pasar en casa de unos amigos, pero al final se anuló el plan porque la anfitriona no se encontraba muy bien. Cenamos juntos, recordamos algunas de las cosas vividas el año 2015, vimos algo de tele y poco antes de las 12 tuvimos que despertar a los niños para que comieran las uvas. Con JP no lo conseguimos -a pesar de haberlo intentado reiteradamente- y esta mañana, enfadado, nos lo ha recordado.

En este blog no me he propuesto ningún propósito para el nuevo año. Me habría encantado poder prometerme escribir más a menudo, pero no sé si podré cumplirlo (aunque lo intentaré), así que mejor no crearme falsas expectativas.

Feliz entrada de año a todos y espero poder seguir viendoos por aquí.
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A contramarcha

Escoger una sillita para el coche no es sencillo. Hay docenas de modelos y múltiples modos de anclaje posiciones: A favor o en contra de la marcha, reversibles o no, sujetas con cinturones o con isofix, con escudo o sin él, de 0 a 18 kg, de 9 a 32 kg… Por eso, cuando consultas a un (supuesto) experto en la materia, lo que esperas es que te oriente teniendo en cuenta tus necesidades específicas. De ahí que nuestra experiencia tratando de comprar una nueva silla para la peque haya sido frustrante y esté un tanto cabreado. Sirva este post como advertencia para otros padres primerizos que anden en busca de una buena silla.

Nosotros tendremos que jubilar la sillita de grupo 0 en breve y pasar a una más grande. Después de una investigación exhaustiva* redujimos la lista de candidatas a tres: Britax MaxWay, Britax HiTech o Axkid Minikid. Todas son sillas a contramarcha, ya que varios estudios han demostrado que son las más seguras. Como en Inglaterra no tenemos coche propio y venimos a visitar a los abuelos regularmente, las tres se sujetan con los propios cinturones del coche. Y como nuestra peque está hecha una vikinga (con diez meses y medio ya ha llegado a los 10 kilos), el rango de pesos de las tres nos maximiza el tiempo de vida útil.

Aprovechando el viaje a Madrid por las fiestas de Navidad decidimos pasarnos por Todonene’S, en Villaviciosa de Odón, tienda pionera en Madrid en comercializar sillas a contramarcha. Habíamos estado hablando con ellos por Facebook y nos habían confirmado que tenían stock de nuestras tres candidatas. Queríamos ir, probar los tres modelos con la peque, que nos asesorasen y, con las mismas, llevarnos una de las tres ya puesta en el coche de mis padres.

Al llegar nos dijeron que la chica experta en sillas a contramarcha estaba ocupada y que esperásemos. A los cinco minutos apareció otra vendedora que nos dijo que podía ayudarnos, así que nos fuimos con ella y le empezamos a explicar lo que buscábamos. Sin dejarnos terminar, empezó a decirnos que las sillitas que le decíamos no eran una buena idea, que eran muy complicadas de instalar, que «los expertos» de la tienda que «hacían las demostraciones» tardaban entre 20 y 30 minutos en instalarlas, y que si eso era lo que tardaban los expertos, a nosotros nos iba a llevar casi una hora. Y que no, que mejor nos olvidásemos de esas sillas.

En vez de eso, se empeñó en que nos llevásemos una Klippan, ya fuese la Kiss2 o la TrioFix, sillitas entre 100 y 200 euros más caras que nuestras opciones. Son sillas de 0 a 18 kg que se colocan sujetando una base al asiento del coche y luego encajando la sillita ahí. Que esas eran fáciles de instalar y fabulosas, y que las que nosotros decíamos eran muy muy difíciles de instalar, y no compensaban. También quería, ya puestos, que comprásemos también un par de bases extra (a 120 euros cada una) para dejar en los coches de mis padres y mis suegros. Nuestras tres opciones no llegó ni a sacarlas de las estanterías donde las tenía.

Podéis imaginaros nuestra cara. Media hora pasó insistiendo en que nos gastásemos 400 euros más de lo que teníamos presupuestado en una silla para las que nuestra peque ya ha pasado de más de la mitad del rango de peso. Media hora que remató con un «Ah, bueno, eso sí… Ahora mismo no hay nada de stock de la Kiss2 o la TrioFix, y no lo va a haber hasta marzo. Pero podéis dejarla pagada ahora y ya os venís a recogerla cuando la traigamos». En ese momento le dimos las gracias, le dijimos que nos lo pensaríamos, y nos marchamos para no volver.

¿Qué hemos descubierto al leer las instrucciones del fabricante y ver un par de vídeos de YouTube? Que las sillas que nosotros queríamos comprar, esas «tan complicadas» de montar, no requieren más que media docena de pasos de instalación que no se tarda más de cinco minutos seguir. Y que probablemente la vendedora que nos atendió no tenía ni puñetera idea de cómo se montaban esas sillas. Pero que, en vez de decirnos que esperásemos a su compañera, trató de vendernos las únicas que conocía sin tener en cuenta nuestras necesidades ni nuestras circunstancias.

No pienso volver jamás a Todonene’S. Y mi consejo es que lo evitéis vosotros también. Si no, corréis el riesgo de volver a casa con 600 euros menos en el bolsillo, mano sobre mano, y teniendo que esperar dos o tres meses por un producto que no será lo que mejor se adapta a vuestra necesidad, sino únicamente a los limitados conocimientos de la vendedora de turno.

* Hecha principalmente por mi mujer, al César lo que es del César.

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A contramarcha

Escoger una sillita para el coche no es sencillo. Hay docenas de modelos y múltiples modos de anclaje posiciones: A favor o en contra de la marcha, reversibles o no, sujetas con cinturones o con isofix, con escudo o sin él, de 0 a 18 kg, de 9 a 32 kg… Por eso, cuando consultas a un (supuesto) experto en la materia, lo que esperas es que te oriente teniendo en cuenta tus necesidades específicas. De ahí que nuestra experiencia tratando de comprar una nueva silla para la peque haya sido frustrante y esté un tanto cabreado. Sirva este post como advertencia para otros padres primerizos que anden en busca de una buena silla.

Nosotros tendremos que jubilar la sillita de grupo 0 en breve y pasar a una más grande. Después de una investigación exhaustiva* redujimos la lista de candidatas a tres: Britax MaxWay, Britax HiTech o Axkid Minikid. Todas son sillas a contramarcha, ya que varios estudios han demostrado que son las más seguras. Como en Inglaterra no tenemos coche propio y venimos a visitar a los abuelos regularmente, las tres se sujetan con los propios cinturones del coche. Y como nuestra peque está hecha una vikinga (con diez meses y medio ya ha llegado a los 10 kilos), el rango de pesos de las tres nos maximiza el tiempo de vida útil.

Aprovechando el viaje a Madrid por las fiestas de Navidad decidimos pasarnos por Todonene’S, en Villaviciosa de Odón, tienda pionera en Madrid en comercializar sillas a contramarcha. Habíamos estado hablando con ellos por Facebook y nos habían confirmado que tenían stock de nuestras tres candidatas. Queríamos ir, probar los tres modelos con la peque, que nos asesorasen y, con las mismas, llevarnos una de las tres ya puesta en el coche de mis padres.

Al llegar nos dijeron que la chica experta en sillas a contramarcha estaba ocupada y que esperásemos. A los cinco minutos apareció otra vendedora que nos dijo que podía ayudarnos, así que nos fuimos con ella y le empezamos a explicar lo que buscábamos. Sin dejarnos terminar, empezó a decirnos que las sillitas que le decíamos no eran una buena idea, que eran muy complicadas de instalar, que «los expertos» de la tienda que «hacían las demostraciones» tardaban entre 20 y 30 minutos en instalarlas, y que si eso era lo que tardaban los expertos, a nosotros nos iba a llevar casi una hora. Y que no, que mejor nos olvidásemos de esas sillas.

En vez de eso, se empeñó en que nos llevásemos una Klippan, ya fuese la Kiss2 o la TrioFix, sillitas entre 100 y 200 euros más caras que nuestras opciones. Son sillas de 0 a 18 kg que se colocan sujetando una base al asiento del coche y luego encajando la sillita ahí. Que esas eran fáciles de instalar y fabulosas, y que las que nosotros decíamos eran muy muy difíciles de instalar, y no compensaban. También quería, ya puestos, que comprásemos también un par de bases extra (a 120 euros cada una) para dejar en los coches de mis padres y mis suegros. Nuestras tres opciones no llegó ni a sacarlas de las estanterías donde las tenía.

Podéis imaginaros nuestra cara. Media hora pasó insistiendo en que nos gastásemos 400 euros más de lo que teníamos presupuestado en una silla para las que nuestra peque ya ha pasado de más de la mitad del rango de peso. Media hora que remató con un «Ah, bueno, eso sí… Ahora mismo no hay nada de stock de la Kiss2 o la TrioFix, y no lo va a haber hasta marzo. Pero podéis dejarla pagada ahora y ya os venís a recogerla cuando la traigamos». En ese momento le dimos las gracias, le dijimos que nos lo pensaríamos, y nos marchamos para no volver.

¿Qué hemos descubierto al leer las instrucciones del fabricante y ver un par de vídeos de YouTube? Que las sillas que nosotros queríamos comprar, esas «tan complicadas» de montar, no requieren más que media docena de pasos de instalación que no se tarda más de cinco minutos seguir. Y que probablemente la vendedora que nos atendió no tenía ni puñetera idea de cómo se montaban esas sillas. Pero que, en vez de decirnos que esperásemos a su compañera, trató de vendernos las únicas que conocía sin tener en cuenta nuestras necesidades ni nuestras circunstancias.

No pienso volver jamás a Todonene’S. Y mi consejo es que lo evitéis vosotros también. Si no, corréis el riesgo de volver a casa con 600 euros menos en el bolsillo, mano sobre mano, y teniendo que esperar dos o tres meses por un producto que no será lo que mejor se adapta a vuestra necesidad, sino únicamente a los limitados conocimientos de la vendedora de turno.

* Hecha principalmente por mi mujer, al César lo que es del César.

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Infoxicación o como empatizar con el enemigo

Homeopatía,alimentación, discriminación de género,antivacunas…
Lo cierto es que no puedo estar más de acuerdo con los argumentos que refuerzan o rebaten, según sea el caso, las posturas más coherentes,éticas o científicamente probadas de cada uno de los debates que estos hechos generan. Sin embargo, llega un momento donde la avalancha informativa me lleva a la saturación. Me saturo al escuchar machaconamente que la homeopatía no sirve para nada, que no tiene ningun fundamento científico y que se trata de un engañabobos peor que el timo de la estampita. Me saturo al leer una y otra vez que la administración regatea con vacunas que se han mostrado eficaces y efectivas (lo de eficientes los dejamos para otro día) en el control de enfermedades antaño mortales. Me saturo al tener que poner una «@» para que ninguno de los dos géneros se sienta ofendido cuando escribo. Me saturo al ver fotos y más fotos de las cajas de galletas con el aval de una sociedad científica. Hasta me saturan las más que merecidas puyas a los antivacunas. Y me saturo hasta tal punto que ya no tengo fuerzas ni para discutir, argumentar, ni tan siquiera hablar, de cualquiera de los temas citados. Cualquier comentario relacionado me genera rechazo y a la mínima ocasión acabo pasando página, canal o tuit. Y eso es malo,muy malo, pues cuando algo te harta, suele dejar de importarte y hasta hace que seas capaz de ponerte por un instante en la piel del atacado (por fraudulento, antiético o antivacunas que sea…) y hasta empatizar con él, algo que interpreto como una especie de síndrome de Estocolmo informativo.

Quizás,casi seguro, sea yo mismo el máximo responsable de este hartazgo que me invade. Responsable de beber siempre de las mismas fuentes de información, de utilizar los mismos mensajeros,  fidedignos, cualificados y perfectamente documentados pero los mismos al fin y al cabo. Aunque seguramente no sea ese el corazón del problema pues las fuentes y los mensajeros son los que son y para eso son los mejores en su terreno. Sospecho que mi saturación tiene un origen endogámico, un origen donde los generadores de información y sus mensajeros cruzan (cruzamos) e intercambian (intercambiamos) los mismos contenidos una y otra vez haciendo que dicha información, con más o menos gracia o ironía, acabe llegando a nuestros dispositivos muchas más veces de las estrictamente necesarias.
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Infoxicación o como empatizar con el enemigo

Homeopatía,alimentación, discriminación de género,antivacunas…
Lo cierto es que no puedo estar más de acuerdo con los argumentos que refuerzan o rebaten, según sea el caso, las posturas más coherentes,éticas o científicamente probadas de cada uno de los debates que estos hechos generan. Sin embargo, llega un momento donde la avalancha informativa me lleva a la saturación. Me saturo al escuchar machaconamente que la homeopatía no sirve para nada, que no tiene ningun fundamento científico y que se trata de un engañabobos peor que el timo de la estampita. Me saturo al leer una y otra vez que la administración regatea con vacunas que se han mostrado eficaces y efectivas (lo de eficientes los dejamos para otro día) en el control de enfermedades antaño mortales. Me saturo al tener que poner una «@» para que ninguno de los dos géneros se sienta ofendido cuando escribo. Me saturo al ver fotos y más fotos de las cajas de galletas con el aval de una sociedad científica. Hasta me saturan las más que merecidas puyas a los antivacunas. Y me saturo hasta tal punto que ya no tengo fuerzas ni para discutir, argumentar, ni tan siquiera hablar, de cualquiera de los temas citados. Cualquier comentario relacionado me genera rechazo y a la mínima ocasión acabo pasando página, canal o tuit. Y eso es malo,muy malo, pues cuando algo te harta, suele dejar de importarte y hasta hace que seas capaz de ponerte por un instante en la piel del atacado (por fraudulento, antiético o antivacunas que sea…) y hasta empatizar con él, algo que interpreto como una especie de síndrome de Estocolmo informativo.

Quizás,casi seguro, sea yo mismo el máximo responsable de este hartazgo que me invade. Responsable de beber siempre de las mismas fuentes de información, de utilizar los mismos mensajeros,  fidedignos, cualificados y perfectamente documentados pero los mismos al fin y al cabo. Aunque seguramente no sea ese el corazón del problema pues las fuentes y los mensajeros son los que son y para eso son los mejores en su terreno. Sospecho que mi saturación tiene un origen endogámico, un origen donde los generadores de información y sus mensajeros cruzan (cruzamos) e intercambian (intercambiamos) los mismos contenidos una y otra vez haciendo que dicha información, con más o menos gracia o ironía, acabe llegando a nuestros dispositivos muchas más veces de las estrictamente necesarias.
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PD: BUEN AÑO!

                                 

                                     Las locas fotos de John Wilhelm y su papel paterno




Tiene el aroma de lo que está con concretarse, por concluir.

Se va el año queridos padres!

Balance+promesas+aciertos-errores+disfrute+espera+etc.

La vida misma.

A veces se nos escapa la dimensión de los disfrutable y lo disfrutado. Lo cotidiano es la mano del mago que indica “mira solamente aquí”

Pero la cosa pasa por otro lado.

Agradezco a la vida poder agrazar a los que amo y que ese amor regrese y me reconozca.

Inclusive agradezco al dolor porque al principio no lo entiendo y solo lo comprendo cuando deja de gritarme. Y ha pasado algún tiempo. Y algo me ha dejado.

Les deseo lo mejor para poder encontrar ese finísimo equilibrio que trae la paternidad cuando la experiencia es el camino que creamos a cada paso.

Abrazos a todos! Este es un espacio para que los hombres a los que nos toca este título le hagamos honores. Para que puedan comunicarse y contar sus experiencias.

Es una verdad cierta como el cielo que aquí leen más mujeres que hombres

Pero no es de menor masculinidad hacerse en profundidad, cargo de sus hijos y de la retribución que esto tiene.

Mi experiencia comenzó en las mañanas cuidando a mi Benjamin entre miedos, dudas, ganas, amores y descubrimientos.

Entonces, nuevamente sean bienvenidos!

Feliz año!

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PD: BUEN AÑO!

                                 

                                     Las locas fotos de John Wilhelm y su papel paterno




Tiene el aroma de lo que está con concretarse, por concluir.

Se va el año queridos padres!

Balance+promesas+aciertos-errores+disfrute+espera+etc.

La vida misma.

A veces se nos escapa la dimensión de los disfrutable y lo disfrutado. Lo cotidiano es la mano del mago que indica “mira solamente aquí”

Pero la cosa pasa por otro lado.

Agradezco a la vida poder agrazar a los que amo y que ese amor regrese y me reconozca.

Inclusive agradezco al dolor porque al principio no lo entiendo y solo lo comprendo cuando deja de gritarme. Y ha pasado algún tiempo. Y algo me ha dejado.

Les deseo lo mejor para poder encontrar ese finísimo equilibrio que trae la paternidad cuando la experiencia es el camino que creamos a cada paso.

Abrazos a todos! Este es un espacio para que los hombres a los que nos toca este título le hagamos honores. Para que puedan comunicarse y contar sus experiencias.

Es una verdad cierta como el cielo que aquí leen más mujeres que hombres

Pero no es de menor masculinidad hacerse en profundidad, cargo de sus hijos y de la retribución que esto tiene.

Mi experiencia comenzó en las mañanas cuidando a mi Benjamin entre miedos, dudas, ganas, amores y descubrimientos.

Entonces, nuevamente sean bienvenidos!

Feliz año!

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El destino manifiesto

La vida ha seguido sin mí. Lo admito. Después del dolor comunicado, sin importar cuantas noches de desvelado sufrimiento haya logrado mi capacidad de sentirme alguien en el mundo, la vida avanzó.

Incluso la mía! Avanzó mirándome sobre el hombro en espera a que resolviera que diantres hacer.

Cierta iluminación viene de la repetición, de revisar lo mil veces visto.

No está muerto quien respira.

Sencillísimo.

El resto, cariño, es todo tuyo. A hacerse cargo.

No tengo muy en claro si fui vistiéndome con los atuendos de pareja, padre, amigo, músico, amante de la ciencia ficción, admirador de Tarantino y Ridley Scott, testigo de la más hermosa naturaleza o…quedé desnudo.

A la espera. Receptor

No, todavía no lo tengo en claro.

Con todo esto he sentido al destino mucho más cerca?

Uno descubre ese dibujo particular inmediatamente?

Estoy seguro que mucho antes de dar nuestro primer aliento en éste mundo el destino se nos  acercó, hizo el ademán de ubicar tres barajas en la mesa y nos dijo:

n      Elije!

Vieron el truco?

Cada cual elegirá su respuesta a esto. Y también habrá tomado una nueva carta.

Como padre, creo tener gran parte del destino de mi hijo en mis elecciones. Y con ellas se cruzan otros destinos que tejerán vaya a saber qué.

De momento, sé que como a toda persona que le han tocado momentos de mierda, momentos difíciles, mucho tiene que ver que hagas con ellos.

Percibirse de las dos maneras relatadas por Shakespeare.

Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito…

                 Shakespeare, Hamlet, segundo acto, escena 2

Podría dar un paso y sentir que comienzo

Porque es sencillo, no está muerto quien respira.

Así que éste es mi primer paso, nuevamente.

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El destino manifiesto

La vida ha seguido sin mí. Lo admito. Después del dolor comunicado, sin importar cuantas noches de desvelado sufrimiento haya logrado mi capacidad de sentirme alguien en el mundo, la vida avanzó.

Incluso la mía! Avanzó mirándome sobre el hombro en espera a que resolviera que diantres hacer.

Cierta iluminación viene de la repetición, de revisar lo mil veces visto.

No está muerto quien respira.

Sencillísimo.

El resto, cariño, es todo tuyo. A hacerse cargo.

No tengo muy en claro si fui vistiéndome con los atuendos de pareja, padre, amigo, músico, amante de la ciencia ficción, admirador de Tarantino y Ridley Scott, testigo de la más hermosa naturaleza o…quedé desnudo.

A la espera. Receptor

No, todavía no lo tengo en claro.

Con todo esto he sentido al destino mucho más cerca?

Uno descubre ese dibujo particular inmediatamente?

Estoy seguro que mucho antes de dar nuestro primer aliento en éste mundo el destino se nos  acercó, hizo el ademán de ubicar tres barajas en la mesa y nos dijo:

n      Elije!

Vieron el truco?

Cada cual elegirá su respuesta a esto. Y también habrá tomado una nueva carta.

Como padre, creo tener gran parte del destino de mi hijo en mis elecciones. Y con ellas se cruzan otros destinos que tejerán vaya a saber qué.

De momento, sé que como a toda persona que le han tocado momentos de mierda, momentos difíciles, mucho tiene que ver que hagas con ellos.

Percibirse de las dos maneras relatadas por Shakespeare.

Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito…

                 Shakespeare, Hamlet, segundo acto, escena 2

Podría dar un paso y sentir que comienzo

Porque es sencillo, no está muerto quien respira.

Así que éste es mi primer paso, nuevamente.

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El destino manifiesto

La vida ha seguido sin mí. Lo admito. Después del dolor comunicado, sin importar cuantas noches de desvelado sufrimiento haya logrado mi capacidad de sentirme alguien en el mundo, la vida avanzó.

Incluso la mía! Avanzó mirándome sobre el hombro en espera a que resolviera que diantres hacer.

Cierta iluminación viene de la repetición, de revisar lo mil veces visto.

No está muerto quien respira.

Sencillísimo.

El resto, cariño, es todo tuyo. A hacerse cargo.

No tengo muy en claro si fui vistiéndome con los atuendos de pareja, padre, amigo, músico, amante de la ciencia ficción, admirador de Tarantino y Ridley Scott, testigo de la más hermosa naturaleza o…quedé desnudo.

A la espera. Receptor

No, todavía no lo tengo en claro.

Con todo esto he sentido al destino mucho más cerca?

Uno descubre ese dibujo particular inmediatamente?

Estoy seguro que mucho antes de dar nuestro primer aliento en éste mundo el destino se nos  acercó, hizo el ademán de ubicar tres barajas en la mesa y nos dijo:

n      Elije!

Vieron el truco?

Cada cual elegirá su respuesta a esto. Y también habrá tomado una nueva carta.

Como padre, creo tener gran parte del destino de mi hijo en mis elecciones. Y con ellas se cruzan otros destinos que tejerán vaya a saber qué.

De momento, sé que como a toda persona que le han tocado momentos de mierda, momentos difíciles, mucho tiene que ver que hagas con ellos.

Percibirse de las dos maneras relatadas por Shakespeare.

Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito…

                 Shakespeare, Hamlet, segundo acto, escena 2

Podría dar un paso y sentir que comienzo

Porque es sencillo, no está muerto quien respira.

Así que éste es mi primer paso, nuevamente.

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¿He vuelto?

Pues no lo sé. Cierto es que después de unos años sin escribir por aquí he vuelto a “postear” algo. Insomnio y necesidad de gritar sin hacer ruido me trajeron de vuelta. Pero es complicado compatibilizar la vida familiar, la vida laboral y la vida social. En mi caso escribir no es una fuente de […]

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La Fiesta de la Navidad

No hay mejor fecha en el año que está, una fecha en donde todos dejan todo por tener un momento en familia, en celebrar la unión familiar. No importa en donde nos encontramos ni cuán distantes estemos siempre encontraremos de conectarnos con los que más queremos. Desde pequeño me enseñaron que el mejor regalo de la Navidad es el estar con los…

La entrada La Fiesta de la Navidad aparece primero en Papis por primera vez.

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Garabatos

Tengo la sensación de que hace apenas unos días que M. empezó a escribir su nombre, y a preguntarnos cómo se escribían los nuestros (y los de la mayoría de sus personas cercanas: aún recuerdo cuando hizo una lista inacabable de toda la gente que quería que fuera a su cumpleaños). Y, casi sin darme cuenta, ha empezado a hacerlo solo, sin pedirnos ayuda. O más bien, a transcribir (de momento, literalmente) la forma en la que pronuncia las palabras.
Empezó, lógicamente, escribiendo palabras sueltas, más o menos al mismo ritmo que aprendió a leerlas. La mecánica que usa, en ambos casos, es la misma: traducir cada letra a su equivalente sonoro (o viceversa). Poco a poco ha ido cogiendo más agilidad, y se ha ido atreviendo a construir frases cada vez más elaboradas.
Hasta que, hace apenas unos días, su madre y yo decidimos sentarnos a escribir con él una carta a Papá Noel. Como su carta a los Reyes consiste en una serie de dibujos de los juguetes que quiere pedir, le pedí que, esta vez, lo escribiera con sus propias palabras. Que no lo tradujera gráficamente.
Cuál fue mi sorpresa cuando le vi empezar a garabatear frases completas sobre el papel. Todas seguidas, escritas fonéticamente, y por momentos sin espacios entre palabras, pero sin pedir ayuda (más que para preguntarme cómo se escribía la “ll” de “amarillo”).
Me quedé observándole, maravillado.
Hay ocasiones en las que, súbitamente, al mirar a M. me vuelvo a hacer consciente de que tengo un hijo. No porque no lo sepa, sino porque ya lo tengo normalizado, lo asumo como algo natural. Y es en esos momentos en los que mi cerebro produce un chispazo de reconocimiento cuando vuelvo a pensar: “Guau, pero si he tenido un hijo”.
Verle escribir aquella carta provocó uno de esos momentos. Como si, de pronto, me viera a mí mismo desde fuera, observando a M. con una sonrisa de orgullo en los labios.
No creo que haya nada en este mundo tan hermoso como ver crecer a tu hijo. Poder observar cómo se va convirtiendo, pasito a pasito, y con tu ayuda, en el adulto que algún día llegará a ser. Lo que no significa que, durante la crianza, no haya malos momentos, conflictos, dudas, temores, malhumores.. Pero siempre, por amargos que sean, quedan plenamente compensados por esos instantes mágicos, de conexión natural, puramente instintiva.
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Garabatos

Tengo la sensación de que hace apenas unos días que M. empezó a escribir su nombre, y a preguntarnos cómo se escribían los nuestros (y los de la mayoría de sus personas cercanas: aún recuerdo cuando hizo una lista inacabable de toda la gente que quería que fuera a su cumpleaños). Y, casi sin darme cuenta, ha empezado a hacerlo solo, sin pedirnos ayuda. O más bien, a transcribir (de momento, literalmente) la forma en la que pronuncia las palabras.
Empezó, lógicamente, escribiendo palabras sueltas, más o menos al mismo ritmo que aprendió a leerlas. La mecánica que usa, en ambos casos, es la misma: traducir cada letra a su equivalente sonoro (o viceversa). Poco a poco ha ido cogiendo más agilidad, y se ha ido atreviendo a construir frases cada vez más elaboradas.
Hasta que, hace apenas unos días, su madre y yo decidimos sentarnos a escribir con él una carta a Papá Noel. Como su carta a los Reyes consiste en una serie de dibujos de los juguetes que quiere pedir, le pedí que, esta vez, lo escribiera con sus propias palabras. Que no lo tradujera gráficamente.
Cuál fue mi sorpresa cuando le vi empezar a garabatear frases completas sobre el papel. Todas seguidas, escritas fonéticamente, y por momentos sin espacios entre palabras, pero sin pedir ayuda (más que para preguntarme cómo se escribía la “ll” de “amarillo”).
Me quedé observándole, maravillado.
Hay ocasiones en las que, súbitamente, al mirar a M. me vuelvo a hacer consciente de que tengo un hijo. No porque no lo sepa, sino porque ya lo tengo normalizado, lo asumo como algo natural. Y es en esos momentos en los que mi cerebro produce un chispazo de reconocimiento cuando vuelvo a pensar: “Guau, pero si he tenido un hijo”.
Verle escribir aquella carta provocó uno de esos momentos. Como si, de pronto, me viera a mí mismo desde fuera, observando a M. con una sonrisa de orgullo en los labios.
No creo que haya nada en este mundo tan hermoso como ver crecer a tu hijo. Poder observar cómo se va convirtiendo, pasito a pasito, y con tu ayuda, en el adulto que algún día llegará a ser. Lo que no significa que, durante la crianza, no haya malos momentos, conflictos, dudas, temores, malhumores.. Pero siempre, por amargos que sean, quedan plenamente compensados por esos instantes mágicos, de conexión natural, puramente instintiva.
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Un tablero Kanban para las tareas familiares

Un tablero Kanban es una herramienta tan sencilla como útil y eficaz para gestionar tareas. Básicamente se trata de un tablero dividido en columnas, donde cada columna representa uno de los estados en los que puede estar una tarea. Y en ellas se van colocando tarjetas con las descripciones de las tareas, que irán pasando de una columna a otra siguiendo el flujo de trabajo hasta estar completadas. Una de las grandes ventajas es que es una herramienta muy visual, y de un vistazo nos permite obtener mucha información, como por ejemplo, si se están acumulando las tareas.

La configuración básica tiene tres columnas: en la primera están las tareas pendientes de ejecutar, en la segunda las tareas que se están ejecutando y en la última las que ya se han finalizado. Pero realmente se pueden tener tantas columnas como se necesite. Por ejemplo, en casa usamos esas tres, pero en el trabajo añadimos una columna extra antes de la última, que contiene las tareas en aceptación (tras haber sido realizadas, pasan a un estado en el que alguien debe validar que se ha hecho lo que se esperaba para luego pasarlas a finalizadas). Al buscar en Google Kanban Board o Tablero Kanban se ve que no son parecidos a la imagen que he puesto al principio. Suelen ser pizarras divididas y se usan posits para representar las tareas.

El «problema» de los tableros típicos es que si los posits no son de calidad se acaban cayendo. Además, nosotros solemos reutilizar todo el papel que podemos, así que hacemos tarjetas con papel usado y luego las pegábamos con cinta adhesiva, que no era muy práctico. Por eso, decidimos hacer nuestra propia versión: algo así como un tendedero de tareas.

En vez de trabajar en columnas trabajamos en filas (también nos permite leer las tareas de izquierda a derecha y de arriba a bajo, que es la forma natural de lectura). Y para hacerlo simplemente pusimos unos clavos e hilos de lana, usando un color distinto para cada posible estado, como se ve en esta foto, que está algo más ampliada. Y las tareas las sujetamos con mini pinzas de tender la ropa. Esto hace que no se caigan con tanta facilidad y nos permite usar cualquier papel, no tienen que ser posits o no tenemos que estar pegándolos.

Lo bueno de la herramienta, es que si la queremos probar podemos empezar sin esfuerzo. Por ejemplo, cuando nos mudamos hace un par de meses, para poder empezar a usarlo de forma inmediata, convertimos el mueble de uno de las habitaciones en un tablero Kanban. Lo normal es que cada columna lleve en la cabecera el nombre, para saber qué estado representa. Pero en casa llevamos tiempo usando este sistema, así que sabemos perfectamente qué significa cada columna. Así que el tiempo invertido para tener nuestro tablero fue CERO. 

Algunos «trucos» que nos van bien:

  • Tener un calendario cerca del tablero Ayuda mucho a planificar.
  • Estamos empezando a añadir una imagen que represente la tarea. Para que cuando Milagritos empiece a participar, que esperamos que sea antes de que empiece a leer, podrá asimilarlo mejor sin depender de que nosotros le leamos las tareas cada vez.
  • Quitamos las tareas de la última columna con cierta frecuencia, pero tampoco conviene tenerla siempre limpia. Puede dar la sensación de que no se avanza…
  • En el formato que propongo, en el que usamos un «tendedero de tareas», se puede poner al principio de cada estado una foto de la familia que represente dicho estado. 
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Un tablero Kanban para las tareas familiares

Un tablero Kanban es una herramienta tan sencilla como útil y eficaz para gestionar tareas. Básicamente se trata de un tablero dividido en columnas, donde cada columna representa uno de los estados en los que puede estar una tarea. Y en ellas se van colocando tarjetas con las descripciones de las tareas, que irán pasando de una columna a otra siguiendo el flujo de trabajo hasta estar completadas. Una de las grandes ventajas es que es una herramienta muy visual, y de un vistazo nos permite obtener mucha información, como por ejemplo, si se están acumulando las tareas.

La configuración básica tiene tres columnas: en la primera están las tareas pendientes de ejecutar, en la segunda las tareas que se están ejecutando y en la última las que ya se han finalizado. Pero realmente se pueden tener tantas columnas como se necesite. Por ejemplo, en casa usamos esas tres, pero en el trabajo añadimos una columna extra antes de la última, que contiene las tareas en aceptación (tras haber sido realizadas, pasan a un estado en el que alguien debe validar que se ha hecho lo que se esperaba para luego pasarlas a finalizadas). Al buscar en Google Kanban Board o Tablero Kanban se ve que no son parecidos a la imagen que he puesto al principio. Suelen ser pizarras divididas y se usan posits para representar las tareas.

El «problema» de los tableros típicos es que si los posits no son de calidad se acaban cayendo. Además, nosotros solemos reutilizar todo el papel que podemos, así que hacemos tarjetas con papel usado y luego las pegábamos con cinta adhesiva, que no era muy práctico. Por eso, decidimos hacer nuestra propia versión: algo así como un tendedero de tareas.

En vez de trabajar en columnas trabajamos en filas (también nos permite leer las tareas de izquierda a derecha y de arriba a bajo, que es la forma natural de lectura). Y para hacerlo simplemente pusimos unos clavos e hilos de lana, usando un color distinto para cada posible estado, como se ve en esta foto, que está algo más ampliada. Y las tareas las sujetamos con mini pinzas de tender la ropa. Esto hace que no se caigan con tanta facilidad y nos permite usar cualquier papel, no tienen que ser posits o no tenemos que estar pegándolos.

Lo bueno de la herramienta, es que si la queremos probar podemos empezar sin esfuerzo. Por ejemplo, cuando nos mudamos hace un par de meses, para poder empezar a usarlo de forma inmediata, convertimos el mueble de uno de las habitaciones en un tablero Kanban. Lo normal es que cada columna lleve en la cabecera el nombre, para saber qué estado representa. Pero en casa llevamos tiempo usando este sistema, así que sabemos perfectamente qué significa cada columna. Así que el tiempo invertido para tener nuestro tablero fue CERO. 

Algunos «trucos» que nos van bien:

  • Tener un calendario cerca del tablero Ayuda mucho a planificar.
  • Estamos empezando a añadir una imagen que represente la tarea. Para que cuando Milagritos empiece a participar, que esperamos que sea antes de que empiece a leer, podrá asimilarlo mejor sin depender de que nosotros le leamos las tareas cada vez.
  • Quitamos las tareas de la última columna con cierta frecuencia, pero tampoco conviene tenerla siempre limpia. Puede dar la sensación de que no se avanza…
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El poder de les mirades

De ben segur que tots hem viscut situacions en la nostra vida en què ens ha quedat gravada la mirada d’una persona, ja fos una mirada d’alegria, de ràbia, de por, d’enveja, de súplica, de satisfacció… Les mirades tenen un gran poder sobre les persones, i això és especialment important durant la infantesa i l’adolescència. Possiblement tots els que teniu o heu tingut fills o filles menuts o adolescents, o el que hi treballeu o hi heu treballat, coincidireu a dir que amb una sola mirada és possible fer-los callar, o engrescar-los, o fer que se sentin importants. I també, si ens ho proposéssim, els podríem fer sentir menystinguts, de la mateixa manera que segurament tots recordem la mirada d’alguna persona que en algun moment ens va menystenir. Les mirades són un dels elements més importants de la comunicació no verbal, i el seu efecte sobre el nostre comportament pot ser aclaparador, atès que activen zones molt diverses del nostre cervell. Sense voler, amb una simple mirada podem condicionar negativament el futur d’un infant o un adolescents. I, de la mateixa manera, també les podem utilitzar com una eina per ajudar-los a créixer i potenciar la seva dignitat com a persones.

Tot comença amb el naixement

La primera cosa en què es fixen els nadons quan poden començar a mantenir estable la seva mirada, és el rostre de les altres persones. Si ens acostem a un nadó amb un sonall a la mà i el belluguem, possiblement miri un moment el sonall, però ràpidament el que més li cridarà l’atenció serà la nostra cara. Per això també els nadons els agrada tant tocar la cara de les persones, masegar-la amb els seus petits ditets i esgarrapar-la amb les seves aparentment inofensives però altrament esmolades ungletes. A través de la cara de les altres persones, fan la seva primera socialització. Aprenen els seus propis sentiments, i a interpretar els dels altres. I també a respondre en conseqüència. Per això, una mirada de menysteniment pot generar fàcilment sentiment d’inferioritat, en funció de què estigués fent aquell infant o adolescent en aquell moment, o de quin fos el seu estat mental. O de ràbia, o d’impotència. O pot afavorir que també menystingui altres persones. De la mateixa manera, una mirada ferma de confiança pot augmentar fàcilment la seva autoestima, i també el respecte que sent cap els altres, per imitació.

Ja ho sé, possiblement hi hagi qui pensi que amb una sola mirada no n’hi ha prou per fer tot això, i en la majoria de casos és cert. Els efectes a llarg termini de les mirades solen ser acumulatius. Una mirada entre un mar d’altres marides és només com una gota d’aigua. Però mirar de manera sistemàtica una persona amb menyspreu pot acabar fent que ens menyspreï a ella mateixa o que aprengui a menysprear els altres. Generalment amb una sola mirada no n’hi ha prou. Però hi ha excepcions, que depenen de l’estat emocional de la persona i, també, de qui dirigeixi la mirada concreta. Si una persona no té un estat emocional suficientment estable, l’efecte de les mirades és molt més intens –i per tant, durador–. I precisament una de les facetes que caracteritza els adolescents és la seva relativa i variable inestabilitat emocional (en vaig parlat al Post del 13/2/2014). I si la persona que dirigeix aquella mirada concreta està emocionalment vinculada al receptor, com pot ser el cas dels pares, amics, professors o qualsevol persona de qui es valori la opinió, l’efecte també és més intens i durador.

Potser no n’hem estat mai massa conscients, però la responsabilitat que tenim quan mirem les altres persones, de la mirada concreta que els dirigim, especialment als nostres fills i alumnes, és més gran del que pensem.

Tot comença també amb els homínids

Només com a curiositat, no som els únics animals que ens comuniquem amb la mirada i, en conjunt, amb l’expressió facial. Tots els primats hominoides –bonobos, ximpanzés, goril·les i orangutans– també ho fan. Però la seva mirada és molt menys expressiva que la nostra. Sabeu per què? Per un motiu molt senzill: la pell que envolta els ulls dels altres primats cobreix completament l’escleròtica, que és la capa més externa del globus ocular. És una capa molt dura que confereix resistència a l’ull, i es caracteritza pel seu color blanc. Per això els ulls dels altres primats els veiem sempre foscos: només ens mostren l’iris i la nineta.

En canvi, en la nostra espècie la pell del voltant dels ulls està retreta, i això deixa al descobert la part més anterior de l’escleròtica. La nostra pupil·la està emmarcada en blanc, la qual cosa li dóna un ventall molt més ampli d’expressions, i una finesa expressivitat exponencialment superior. No sabem com eren els ulls dels homínids ancessors nostres, perquè no deixen cap empremta en els fòssils, però sens dubte la selecció natural ha afavorit aquesta característica en el nostre llinatge pels avantatges que suposa pel que fa a la comunicació i a la socialització, i en conseqüència a la possibilitat de viure en grups culturalment i socialment molt complexos.

I també tot comença –i continua– dins el cervell

La posició anatòmica de l’escorça visual és ben curiosa. L’escorça visual és la zona del cervell que rep el senyal transmès pels nervis òptics, i és l’encarregada de reconstruir les imatges i donar-los significat. Deia que la seva posició és ben curiosa perquè es troba al clatell, mentre els ulls es troben a l’altre extrem del crani, a la cara. Això fa que el senyal neural hagi de recórrer un camí més llarg que si l’escorça visual es localitzés, per exemple just darrera el front. Tanmateix, això permet un circuit molt interessant. Abans d’arribar a l’escorça visual, el senyal que transporten els nervis òptics passa pel tàlem, una zona del cervell implicada en regular el nivell d’atenció i la consciència. Per poder fer aquesta regulació, el tàlem està en contacte directe amb l’hipocamp, que és la zona del cervell que gestiona la memòria, i l’amígdala, que gestiona les emocions. Per això, al mateix moment que l’escorça visual reconstrueix la imatge, ja la pot dotar de significat. D’una banda, permet fer-nos conscients de si allò que estem veien és una cosa o una cara coneguda o desconeguda, una situació nova que ens exigeix una resposta diferent a l’habitual, o una situació habitual a la qual podem respondre de manera automatitzada, com sempre fem davant aquella mateixa situació, perquè sabem que la resposta que hi donem, sigui quina sigui, funciona prou bé.

D’altra banda, dota les imatges de càrrega emocional. Cal recordar aquí que les emocions són patrons de conducta predeterminats que es desencadenen inicialment de manera preconscient davant qualsevol situació que exigeixi una resposta immediata. En són exemples l’alegria, la por, la ira, el fàstic, etcètera. Si sumem a aquests fets la capacitat d’empatia que podem tenir cap a les altres persones i l’efecte de les neurones mirall, que ens permeten viure dins nostre les emocions que manifesten o que observem en els altres, tenim ja tots els ingredients per al còctel. Això explica perquè una simple mirada, en una situació de forta càrrega emocional, pot deixar una empremta profunda a la memòria. Una empremta que, si tipus de mirada es va repetint en el temps, acabarà fixada gràcies a la plasticitat del cervell, en connexions neurals reforçades que, d’una o altra manera, influiran en les conductes posteriors d’aquella persona.

D’aquí la gran importància de les mirades, de mirar als altres, i molt especialment als nostres fills i alumnes, amb la dignitat que qualsevol persona es mereix.

El proper post: L’efecte de l’agraïment

 

 

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