Ataque biológico a 10,000 m de altura

Hace unos días, Grace, Giulia y yo fuimos de vacaciones a Punta Cana, nos divertimos mucho,Giulia conoció la playa, el mar, la piscina y la pasó muy bien. Fue muy gratificante ver su carade felicidad al estar ahí y sobretodo, con un clima estupendo.Pero llegó el tiempo de volver. Mucho calor. Giulia con body y sandalias. Llevamos su ropa a lamano porque en el avión hace frío y al llegar a Lima a las 11pm haría más frío.En el avión Giulia se portó muy bien, felizmente fuimos en los primeros

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Actualización del listado de papás blogueros (v.32).

Tenemos novedades en #papanoara !

Te presento una nueva actualización del listado de papás blogueros.  Despacio, sin ruido, con humildad y con mucho trabajo, mucha constancia y muchos cuidados acabamos de llegar a compilar más de 170 páginas levantadas y activas.  Siguen apareciendo sitios web sobre paternidad nuevos y también sigo encontrando algunos que ya tienen su camino hecho <3. Esta actualización del listado de papás blogueros consigue situar la lista en 172 sitios activos… Estos chicos no paran… ¿será algo pasajero como me decían hace dos años? ¿estarán intentando arrebatar una parcela de la vida que se piensa (erróneamente) exclusivamente femenina? ¿o por fin estamos asistiendo a una…

#dalegas

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Mi hija es un desastre

A sus dos años, mi hija es una ruleta rusa emocional. Por estos días es difícil estar a su lado sin tener que sortear, uno a uno, los implacables giros de su carácter. Confieso que es difícil, si no imposible, seguirle el ritmo sin que caigamos rendidos apenas se duerme o a veces, incluso, mientras lo […]

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Silly Monkey Stories #283 – Yes, she got her iPod back

(En español más abajo)
 
CanadaMarch 2016 – Florencia (12)
 
A little gem I found… and there are more for the upcoming weeks!
 
20160301_iPod_taken_away
 
 
Argentina Marzo 2016 – Florencia (12)
 
Una joyita que encontré hoy… y tengo más para las próximas semanas! Traté de traducir lo mejor posible…
 

Mami,

Puedo tener mi iPod de nuevo, por favor, por favor, por favor?

Yo entiendo que lo que hice fue realmente estúpido, tonto, idiota e infantil y ahora, mirando hacia atrás, me doy cuenta de ello. Pero ahora que también entiendo lo que hice me he vuelto más madura y he sabido reconocer mis errores, comprendiendo dónde fue que me equivoqué. He pasado todo este tiempo sin mi iPod pensando en lo que hice y ahora ya lo se. Seguro, he cometido un error, pero todos lo hacemos. Además, nadie es perfecto, no es verdad? Por eso es que te pido que me puedas perdonar y devolverme mi iPod si no es mucho pedir.

Puedo por favor tener mi iPod de vuelta?

–Flor

 
 
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Ideas fijas

Nuestros hijos son muy pesados bastante exigentes con ciertas rutinas que hay que cumplir siempre de la misma manera. Pese a llevarse 3 años lo vivimos con los dos… en unas cosas con la HermanaMayor se puede gestionar de una forma y en otras el HermanoMenor lo lleva de otra, aunque en esencia es lo mismo: las manías costumbres de cada uno se mantienen.
Cuando aún éramos unipadres nos pensábamos que todo esto venía en la mochila de Alta Demanda de nuestra hija y no le dimos mayor importancia… en algunas cosas cedíamos para evitar el conflicto y listo; sin embargo, tras realizar el fichaje del enano de la casa hemos visto que los patrones se vuelven a repetir. No con las mismas cosas pero sí que tienen comportamientos similares y, en algunos casos, incluso más intensos.
Paciencia, sobretodo paciencia…
El patrón de estas situaciones siempre es el mismo: Una situación cotidiana y habitual en la que hay que realizar las cosas siempre de la misma manera; si no se hace así empieza la insistencia, una y otra vez, sin parar, sin fin. Hemos probado a ignorar dejar pasar esa repetición incesante a ver si disminuía la intensidad y/o la frecuencia, pero tras habernos hecho viejos y habernos vuelto locos con tanta tortura mental, hemos visto que esta batalla, por el momento y sobretodo con el pequeño, está perdida. 
Las obsesiones costumbres son de lo más variopinto: La HermanaMayor siempre tiene que sentarse en el mismo sitio del sofá (será un Sheldon Cooper en potencia?), lavarse los dientes siguiendo los mismos pasos (y no los cambies, que se lía!) o comer determinados alimentos de una forma concreta. Por su parte, el pequeñajo siempre tiene que llevarse algo con ruedas a la calle (no importa si es un carrito de la compra, un cochecito o una moto); siempre tiene que salir a ver el perro de los vecinos (aunque luego nunca está en el patio) o llamar al timbre cuando llegamos de la calle, entre otros… Con la HermanaMayor el saltarse esa manía ‘costumbre’ normalmente normalmente no es traumático, aunqueen el desenlace influyen  factores como el cansancio. Sin embargo, el pequeño, que no es capaz de gestionar las emociones de una manera tan eficaz entra en un círculo vicioso en el que acabamos entrando todos por su insistencia interminable; comienza a repetir insaciablemente lo que quiere hacer (perro, calle, teta, lo que sea) una y otra vez. Sin descanso. Sin pausa. Cada vez más intenso. Al final, en algunas ocasiones, conseguimos distraerlo disuadirlo, pero otras veces lo más sencillo es ceder a sus peticiones para no llegar a más.
A veces conseguimos llegar a un acuerdo
Sabemos que es una época, que todo va tomando su forma, que está definiendo su potente personalidad, pero realmente son situaciones mentalmente agotadoras y algo complicadas de gestionar… pero ahí andamos, p’alante!
¿Qué costumbres tienen vuestros hijos?
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Ideas fijas

Nuestros hijos son muy pesados bastante exigentes con ciertas rutinas que hay que cumplir siempre de la misma manera. Pese a llevarse 3 años lo vivimos con los dos… en unas cosas con la HermanaMayor se puede gestionar de una forma y en otras el HermanoMenor lo lleva de otra, aunque en esencia es lo mismo: las manías costumbres de cada uno se mantienen.
Cuando aún éramos unipadres nos pensábamos que todo esto venía en la mochila de Alta Demanda de nuestra hija y no le dimos mayor importancia… en algunas cosas cedíamos para evitar el conflicto y listo; sin embargo, tras realizar el fichaje del enano de la casa hemos visto que los patrones se vuelven a repetir. No con las mismas cosas pero sí que tienen comportamientos similares y, en algunos casos, incluso más intensos.
Paciencia, sobretodo paciencia…
El patrón de estas situaciones siempre es el mismo: Una situación cotidiana y habitual en la que hay que realizar las cosas siempre de la misma manera; si no se hace así empieza la insistencia, una y otra vez, sin parar, sin fin. Hemos probado a ignorar dejar pasar esa repetición incesante a ver si disminuía la intensidad y/o la frecuencia, pero tras habernos hecho viejos y habernos vuelto locos con tanta tortura mental, hemos visto que esta batalla, por el momento y sobretodo con el pequeño, está perdida. 
Las obsesiones costumbres son de lo más variopinto: La HermanaMayor siempre tiene que sentarse en el mismo sitio del sofá (será un Sheldon Cooper en potencia?), lavarse los dientes siguiendo los mismos pasos (y no los cambies, que se lía!) o comer determinados alimentos de una forma concreta. Por su parte, el pequeñajo siempre tiene que llevarse algo con ruedas a la calle (no importa si es un carrito de la compra, un cochecito o una moto); siempre tiene que salir a ver el perro de los vecinos (aunque luego nunca está en el patio) o llamar al timbre cuando llegamos de la calle, entre otros… Con la HermanaMayor el saltarse esa manía ‘costumbre’ normalmente normalmente no es traumático, aunqueen el desenlace influyen  factores como el cansancio. Sin embargo, el pequeño, que no es capaz de gestionar las emociones de una manera tan eficaz entra en un círculo vicioso en el que acabamos entrando todos por su insistencia interminable; comienza a repetir insaciablemente lo que quiere hacer (perro, calle, teta, lo que sea) una y otra vez. Sin descanso. Sin pausa. Cada vez más intenso. Al final, en algunas ocasiones, conseguimos distraerlo disuadirlo, pero otras veces lo más sencillo es ceder a sus peticiones para no llegar a más.
A veces conseguimos llegar a un acuerdo
Sabemos que es una época, que todo va tomando su forma, que está definiendo su potente personalidad, pero realmente son situaciones mentalmente agotadoras y algo complicadas de gestionar… pero ahí andamos, p’alante!
¿Qué costumbres tienen vuestros hijos?
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Ideas fijas

Nuestros hijos son muy pesados bastante exigentes con ciertas rutinas que hay que cumplir siempre de la misma manera. Pese a llevarse 3 años lo vivimos con los dos… en unas cosas con la HermanaMayor se puede gestionar de una forma y en otras el HermanoMenor lo lleva de otra, aunque en esencia es lo mismo: las manías costumbres de cada uno se mantienen.
Cuando aún éramos unipadres nos pensábamos que todo esto venía en la mochila de Alta Demanda de nuestra hija y no le dimos mayor importancia… en algunas cosas cedíamos para evitar el conflicto y listo; sin embargo, tras realizar el fichaje del enano de la casa hemos visto que los patrones se vuelven a repetir. No con las mismas cosas pero sí que tienen comportamientos similares y, en algunos casos, incluso más intensos.
Paciencia, sobretodo paciencia…
El patrón de estas situaciones siempre es el mismo: Una situación cotidiana y habitual en la que hay que realizar las cosas siempre de la misma manera; si no se hace así empieza la insistencia, una y otra vez, sin parar, sin fin. Hemos probado a ignorar dejar pasar esa repetición incesante a ver si disminuía la intensidad y/o la frecuencia, pero tras habernos hecho viejos y habernos vuelto locos con tanta tortura mental, hemos visto que esta batalla, por el momento y sobretodo con el pequeño, está perdida. 
Las obsesiones costumbres son de lo más variopinto: La HermanaMayor siempre tiene que sentarse en el mismo sitio del sofá (será un Sheldon Cooper en potencia?), lavarse los dientes siguiendo los mismos pasos (y no los cambies, que se lía!) o comer determinados alimentos de una forma concreta. Por su parte, el pequeñajo siempre tiene que llevarse algo con ruedas a la calle (no importa si es un carrito de la compra, un cochecito o una moto); siempre tiene que salir a ver el perro de los vecinos (aunque luego nunca está en el patio) o llamar al timbre cuando llegamos de la calle, entre otros… Con la HermanaMayor el saltarse esa manía ‘costumbre’ normalmente normalmente no es traumático, aunqueen el desenlace influyen  factores como el cansancio. Sin embargo, el pequeño, que no es capaz de gestionar las emociones de una manera tan eficaz entra en un círculo vicioso en el que acabamos entrando todos por su insistencia interminable; comienza a repetir insaciablemente lo que quiere hacer (perro, calle, teta, lo que sea) una y otra vez. Sin descanso. Sin pausa. Cada vez más intenso. Al final, en algunas ocasiones, conseguimos distraerlo disuadirlo, pero otras veces lo más sencillo es ceder a sus peticiones para no llegar a más.
A veces conseguimos llegar a un acuerdo
Sabemos que es una época, que todo va tomando su forma, que está definiendo su potente personalidad, pero realmente son situaciones mentalmente agotadoras y algo complicadas de gestionar… pero ahí andamos, p’alante!
¿Qué costumbres tienen vuestros hijos?
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Errores

No siempre lo sabemos todo, no tenemos cursos sobre crianza, educación, apego, colecho, medicina, lactancia y demás hierbas, cuando llega un hijo a tu vida tienes que aprender sobre la marcha y muchas veces aprender cuesta, duele, te hace perder la paciencia y llorar de la impotencia. A mí me está costando mucho más que Mary, incluso yo cometo más errores que ella, por desconocimiento, por no escuchar bien las cosas o por simplemente creer que estoy haciéndolo bien y es ahí cuando salen las chispas por la fricción entre nosotros, yo no lo sé todo y ella tampoco, hago el mejor esfuerzo, pero no siempre obtengo el resultado esperado.

Imagino que no soy el único papá sin una maestría de especialización en cómo hacer las cosas con una hija, que trata y muestra interés pero que termina peor que trapeador de piso, que no tiene los genes preparados y que simplemente trata de hacer la diferencia. Sé que muchas veces he tratado de quitar cintura, de hacerme el loco, peor, aunque esté desecho después de un asqueroso día de trabajo, tengo que llegar a casa a seguir haciendo más cosas, esperar que mi hija se duerma para poder hacer otros trabajos, tareas de los cursos que estoy estudiando o corregir exámenes, es la de terminar a las dos de la madrugada y dormir solo seis horas o menos. Esa es la vida del artista que he decidido llevar desde el momento en que decidimos tener un hijo, y eso que recién tengo algo menos de tres años de experiencia en estos menesteres y se muy en el fondo que tengo para unos 15 años más, con suerte, para jubilarme y vivir de mis logros como padre abnegado y agotado.

Es horrible cuando te llaman la atención por hacer algo mal, o por no hacer nada, a veces prefiero mantenerme al margen, preguntar más de una vez para estar seguro de no malograr nada, aunque exista el riesgo de sufrir alguna consecuencia parecida a una bomba nuclear contenida entre cuatro paredes. Desaparecer no es una opción viable, porque macho que se respeta aguanta de todo y aprende de las experiencias, se lame las heridas y se prepara para la siguiente jornada.

Últimamente sólo quiero dormir y descansar, pero no se puede, el agotamiento me está pasando factura, pero yo sé que Mary está más cansada que yo y hay que darle una mano, o las dos, o todo el cuerpo, hay que compartir el peso juntos, por algo somos pareja, por algo decidimos formar una familia. Yo elegí este camino y no lo elegí solo, somos dos los actores principales en este largometraje llamado vida, con muchos más actores secundarios y de reparto, ¿sin ellos que sería de nosotros?, tal vez estaríamos peor, sin embargo, aquí andamos dando lo mejor que podemos, sólo con la consigna de lograr que nuestra pequeña tenga lo mejor que podemos brindarle.

En resumidas cuentas, todos nos podemos equivocar, no somos perfectos, sólo debemos aprender de los golpes y de las caídas, pararnos y continuar por nuestro camino juntos.

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Errores

No siempre lo sabemos todo, no tenemos cursos sobre crianza, educación, apego, colecho, medicina, lactancia y demás hierbas, cuando llega un hijo a tu vida tienes que aprender sobre la marcha y muchas veces aprender cuesta, duele, te hace perder la paciencia y llorar de la impotencia. A mí me está costando mucho más que Mary, incluso yo cometo más errores que ella, por desconocimiento, por no escuchar bien las cosas o por simplemente creer que estoy haciéndolo bien y es ahí cuando salen las chispas por la fricción entre nosotros, yo no lo sé todo y ella tampoco, hago el mejor esfuerzo, pero no siempre obtengo el resultado esperado.

Imagino que no soy el único papá sin una maestría de especialización en cómo hacer las cosas con una hija, que trata y muestra interés pero que termina peor que trapeador de piso, que no tiene los genes preparados y que simplemente trata de hacer la diferencia. Sé que muchas veces he tratado de quitar cintura, de hacerme el loco, peor, aunque esté desecho después de un asqueroso día de trabajo, tengo que llegar a casa a seguir haciendo más cosas, esperar que mi hija se duerma para poder hacer otros trabajos, tareas de los cursos que estoy estudiando o corregir exámenes, es la de terminar a las dos de la madrugada y dormir solo seis horas o menos. Esa es la vida del artista que he decidido llevar desde el momento en que decidimos tener un hijo, y eso que recién tengo algo menos de tres años de experiencia en estos menesteres y se muy en el fondo que tengo para unos 15 años más, con suerte, para jubilarme y vivir de mis logros como padre abnegado y agotado.

Es horrible cuando te llaman la atención por hacer algo mal, o por no hacer nada, a veces prefiero mantenerme al margen, preguntar más de una vez para estar seguro de no malograr nada, aunque exista el riesgo de sufrir alguna consecuencia parecida a una bomba nuclear contenida entre cuatro paredes. Desaparecer no es una opción viable, porque macho que se respeta aguanta de todo y aprende de las experiencias, se lame las heridas y se prepara para la siguiente jornada.

Últimamente sólo quiero dormir y descansar, pero no se puede, el agotamiento me está pasando factura, pero yo sé que Mary está más cansada que yo y hay que darle una mano, o las dos, o todo el cuerpo, hay que compartir el peso juntos, por algo somos pareja, por algo decidimos formar una familia. Yo elegí este camino y no lo elegí solo, somos dos los actores principales en este largometraje llamado vida, con muchos más actores secundarios y de reparto, ¿sin ellos que sería de nosotros?, tal vez estaríamos peor, sin embargo, aquí andamos dando lo mejor que podemos, sólo con la consigna de lograr que nuestra pequeña tenga lo mejor que podemos brindarle.

En resumidas cuentas, todos nos podemos equivocar, no somos perfectos, sólo debemos aprender de los golpes y de las caídas, pararnos y continuar por nuestro camino juntos.

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Pokémon Go, lo que debes de saber para no quedarte

Pokémon Go llegó con toda la fuerza con la que se esperaba, al menos para los que esperábamos no fue una sorpresa, sin embargo todos los que no tenían idea de la existencia de su desarrollo han quedado sorprendidos. Por esto es que el día de hoy te hablaré un poco de esta aplicación para … LEER MÁS…

La entrada Pokémon Go, lo que debes de saber para no quedarte aparece primero en Papá Moderno.

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Fin de vacaciones

Hoy es un día importante: es el fin de vacaciones de medio año. Ese día en que padres y madres del Perú regresamos a rastras a nuestros hijos a sus rutinas habituales y despedimos a nuestros hijos con lágrimas en los ojos.

Lágrimas de felicidad, obvio.

Hoy al fin somos

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Fin de vacaciones

Hoy es un día importante: es el fin de vacaciones de medio año. Ese día en que padres y madres del Perú regresamos a rastras a nuestros hijos a sus rutinas habituales y despedimos a nuestros hijos con lágrimas en los ojos.

Lágrimas de felicidad, obvio.

Hoy al fin somos

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18 meses Giu!

El tiempo ha pasado muy rápido. Giulia este 9 de agosto cumplirá 18 meses. Año y medio con nosotros. Me da mucha alegría ver a mi hija crecer saludable, feliz, muy sonriente, comelona, divertida, bailarina, juguetona, etc. A veces le pregunto si le gusta vivir con nosotros y me responde moviendo la cabeza y con un sonido que sabemos que significa SÍ. A estas alturas ya sabe decir NO (a veces ÑO) y lo dice claramente cuando no quiere algo. Pero cuando le pregunto si es feliz, si se divierte, si

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#ElTemaDeLaSemana: Un viaje pendiente que hacer con los peques

¡Woah! ¿El Tema de la Semana ya va por su tema número 15? ¿Cuándo ha pasado todo este tiempo? ¡La última vez que contribuí a la iniciativa fue con el #3! Bueno, desde luego hay que ponerse las pilas…

¡Hola qué tal! ¿Cómo estáis? Aprovechemos que la peque está dormida para actualizar el blog con #ElTemaDeLaSemana de @PapásBlogueros. El tema de esta semana es: Un viaje pendiente que hacer con los peques.

En nuestro caso, ¿viajes pendientes? ¡Todos los del mundo! La peque todavía no tiene año y medio y, viviendo en Reino Unido, todos los viajes que hemos hecho hasta el momento han sido a España a visitar a los abuelos y resto de familia, ya sea a Madrid o a Tenerife. Pero todavía no hemos tenido la oportunidad de marcarnos un viaje familiar en plan vacaciones para nosotros solos. Y lo vamos echando en falta, la verdad.

Pero hay que escoger uno, ¿no? Elegir un único viaje de entre todos los que queremos hacer… Hay uno que queremos hacer sí o sí cuando los peques sean un poco más mayores (¡lo que para el segundo significa también nacer, así que tiene trabajo por delante!) y es irnos de acampada. Donde sea, ya sea al sur de Inglaterra, al norte de Francia, o en algún sitio por España. Puede que nosotros, ya como adultos, prefiramos la comodidad de un hotel, con sus camas blanditas, su baño con taza del váter y bañera, y un restaurante con buffet en la planta de abajo. Pero para unos niños de entre 4 y 8 años una acampada tiene que ser una experiencia mágica y plagada de emoción y aventuras. Nosotros lo experimentamos en su momento, y queremos que nuestros peques tenga la oportunidad de disfrutar de ello también.

Todavía faltan años para que podamos hacer el viaje, pero estamos convencidos de que los peques se lo pasarán en grande.

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#ElTemaDeLaSemana: Un viaje pendiente que hacer con los peques

¡Woah! ¿El Tema de la Semana ya va por su tema número 15? ¿Cuándo ha pasado todo este tiempo? ¡La última vez que contribuí a la iniciativa fue con el #3! Bueno, desde luego hay que ponerse las pilas…

¡Hola qué tal! ¿Cómo estáis? Aprovechemos que la peque está dormida para actualizar el blog con #ElTemaDeLaSemana de @PapásBlogueros. El tema de esta semana es: Un viaje pendiente que hacer con los peques.

En nuestro caso, ¿viajes pendientes? ¡Todos los del mundo! La peque todavía no tiene año y medio y, viviendo en Reino Unido, todos los viajes que hemos hecho hasta el momento han sido a España a visitar a los abuelos y resto de familia, ya sea a Madrid o a Tenerife. Pero todavía no hemos tenido la oportunidad de marcarnos un viaje familiar en plan vacaciones para nosotros solos. Y lo vamos echando en falta, la verdad.

Pero hay que escoger uno, ¿no? Elegir un único viaje de entre todos los que queremos hacer… Hay uno que queremos hacer sí o sí cuando los peques sean un poco más mayores (¡lo que para el segundo significa también nacer, así que tiene trabajo por delante!) y es irnos de acampada. Donde sea, ya sea al sur de Inglaterra, al norte de Francia, o en algún sitio por España. Puede que nosotros, ya como adultos, prefiramos la comodidad de un hotel, con sus camas blanditas, su baño con taza del váter y bañera, y un restaurante con buffet en la planta de abajo. Pero para unos niños de entre 4 y 8 años una acampada tiene que ser una experiencia mágica y plagada de emoción y aventuras. Nosotros lo experimentamos en su momento, y queremos que nuestros peques tenga la oportunidad de disfrutar de ello también.

Todavía faltan años para que podamos hacer el viaje, pero estamos convencidos de que los peques se lo pasarán en grande.

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¿Y tú cómo te llamas?

Cuando te enteras que vas a tener una hija, se te vienen a la cabeza muchas cosas y unade ellas es qué nombre le vas a poner. Seguro alguna vez pensaste «cuando tenga unhij@ se llamará…» pero créanme cuando llega la hora, tienes que considerar más delsimplemente el «me gusta».A mí siempre me gustó Laetitia (Leticia), como suena, como se escribe y lo quesignifica: alegría en latín y si tenía un hijo, quería que se llame Pipino. Grace nuncaestuvo de acuerdo, sobre todo con el nombre del hijo

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Dos niños, dos niñas, la parejita…¿qué prefieres?

Uno de los momentos más especiales de todo el embarazo gemelar, es cuando te informan del sexo de lo que está por venir (aunque no todas las parejas optan por saberlo).

En las fechas previas a conocer la noticia, tu vida se convierte en ocasiones en una auténtica casa de apuestas, con afirmaciones y opiniones de todos los colores: «lo ideal es la parejita, así ya lo tenéis hecho», «yo creo que van a ser dos niñas», «en tu familia predominan los niños así que vais a tener dos chicos», y un larguísimo etcétera…
Está claro que hay tres combinaciones posibles, pero sólo hay una apuesta ganadora: apostar a pares.
Y luego viene la inevitable pregunta: Y tú…¿qué prefieres?
En mi caso concreto no tenía ninguna preferencia en especial. Bueno…, miento,…Sí que me apetecía especialmente que al menos uno de los dos fuera niña. Había un exceso de masculinidad en mi familia y un toque de ternura femenino sería más que bienvenido. 
Los planteamientos por mi cabeza eran de la siguiente manera:
Según iban pasando los días, cada vez tenía una cosa más clara: ¡Fuera lo que fuera iba a ser algo muy bueno!
La parejita aportaba variedad y en el caso de que los dos fueran del mismo sexo, más facilidad para conectar en juegos, compartir cosas, etc… Todo tenía su parte buena y la verdad que a ninguna le encontraba la parte mala. 
Aunque en muchas ocasiones es bastante antes, normalmente en la revisión de la semana 20 es probable tener noticias. Depende de varios factores, pero es fundamental que haya transcurrido el tiempo mínimo de desarrollo y que haya una correcta colocación para que dejen ver su cosita, y esto…, no siempre es fácil. Hablamos de bebés, no de políticos en busca de la foto.
Llega la semana 20 y estás mirando la pantalla según van haciendo la ecografía, esperando nervioso que todo vaya bien. Por cierto, en mi caso la mayor parte de las veces las ecografías han sido como las catas de vinos. Los especialistas ven cosas que el común de los normales no alcanzamos…Igual que el catador ve tintes violetas y obtiene sabores afrutados, el ginecólogo muestra claramente partes del cuerpo que yo nunca llegué a descifrar. Pero eso da igual, lo único que quieres oír es…bien…y eso también está bien…y lo otro también…y de repente…¿queréis saber lo que es?,…¡una niña! 
Como tengo pares, había que repetir de nuevo el proceso y esperar el resultado y…¡otra niña!
En esos momentos la gran mayoría de padres actuamos como políticos después de las elecciones: todos estamos contentísimos con el resultado y en el fondo era lo que queríamos (la diferencia es que los padres tenemos motivos reales para estarlo y los políticos muchas veces no). 
¡Dos niñas! se puede sustituir por ¡Dos niños! o ¡Niña y niño! según los casos…
En los casos en los que eso no es así, sólo hay que esperar a verles el día que nacen para pensar que lo hemos tenido es lo mejor que nos podía pasar. Ya no les cambiarías por nada del mundo.
¡Al menos eso siento yo con mis mellizas!
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Dos niños, dos niñas, la parejita…¿qué prefieres?

Uno de los momentos más especiales de todo el embarazo gemelar, es cuando te informan del sexo de lo que está por venir (aunque no todas las parejas optan por saberlo).

En las fechas previas a conocer la noticia, tu vida se convierte en ocasiones en una auténtica casa de apuestas, con afirmaciones y opiniones de todos los colores: «lo ideal es la parejita, así ya lo tenéis hecho», «yo creo que van a ser dos niñas», «en tu familia predominan los niños así que vais a tener dos chicos», y un larguísimo etcétera…
Está claro que hay tres combinaciones posibles, pero sólo hay una apuesta ganadora: apostar a pares.
Y luego viene la inevitable pregunta: Y tú…¿qué prefieres?
En mi caso concreto no tenía ninguna preferencia en especial. Bueno…, miento,…Sí que me apetecía especialmente que al menos uno de los dos fuera niña. Había un exceso de masculinidad en mi familia y un toque de ternura femenino sería más que bienvenido. 
Los planteamientos por mi cabeza eran de la siguiente manera:
Según iban pasando los días, cada vez tenía una cosa más clara: ¡Fuera lo que fuera iba a ser algo muy bueno!
La parejita aportaba variedad y en el caso de que los dos fueran del mismo sexo, más facilidad para conectar en juegos, compartir cosas, etc… Todo tenía su parte buena y la verdad que a ninguna le encontraba la parte mala. 
Aunque en muchas ocasiones es bastante antes, normalmente en la revisión de la semana 20 es probable tener noticias. Depende de varios factores, pero es fundamental que haya transcurrido el tiempo mínimo de desarrollo y que haya una correcta colocación para que dejen ver su cosita, y esto…, no siempre es fácil. Hablamos de bebés, no de políticos en busca de la foto.
Llega la semana 20 y estás mirando la pantalla según van haciendo la ecografía, esperando nervioso que todo vaya bien. Por cierto, en mi caso la mayor parte de las veces las ecografías han sido como las catas de vinos. Los especialistas ven cosas que el común de los normales no alcanzamos…Igual que el catador ve tintes violetas y obtiene sabores afrutados, el ginecólogo muestra claramente partes del cuerpo que yo nunca llegué a descifrar. Pero eso da igual, lo único que quieres oír es…bien…y eso también está bien…y lo otro también…y de repente…¿queréis saber lo que es?,…¡una niña! 
Como tengo pares, había que repetir de nuevo el proceso y esperar el resultado y…¡otra niña!
En esos momentos la gran mayoría de padres actuamos como políticos después de las elecciones: todos estamos contentísimos con el resultado y en el fondo era lo que queríamos (la diferencia es que los padres tenemos motivos reales para estarlo y los políticos muchas veces no). 
¡Dos niñas! se puede sustituir por ¡Dos niños! o ¡Niña y niño! según los casos…
En los casos en los que eso no es así, sólo hay que esperar a verles el día que nacen para pensar que lo hemos tenido es lo mejor que nos podía pasar. Ya no les cambiarías por nada del mundo.
¡Al menos eso siento yo con mis mellizas!
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Semana de la lactancia materna

No puedo evitar pensar la lactancia como una obra de arte, tal vez el vínculo mayor entre dos seres que se relacionan entre sí como madre e hijo. 

Aveces no podemos evitar sentirnos incómodas con las miradas de desaprobación que recibimos cuando lactamos en público, cuando nos hacen sentir que estamos obrando mal, ¿Qué absurdo, no?


La OMS (Organización Mundial De La Salud) recomienda, durante los primeros 6 meses de vida del bebé, alimentar de manera exclusiva con leche materna, y es que no hay mejores nutrientes para nuestros hijos que los que provienen de nosotras, los que la naturaleza nos ha brindado para promover la vida.

Ahora vivimos en el mundo de los absurdos, tal vez todo lo que viene de manera natural se considera la antítesis de lo correcto hoy en día, algo que nuestros antepasados ni siquiera concebirían. Basta con salir a una plaza pública y sacar tu seno para que todas las miradas recaigan de manera desvergonzada, juzgando sin compasión alguna el hecho de querer nutrir a nuestros pequeños. 
Alimentar es nuestra responsabilidad como madres, el solo hecho de lactar ya es lo suficientemente difícil como para que a esto le surjan brotes discriminatorios por parte de algunas personas.
Yo me uno a la semana de la lactancia materna porque reivindico a las que pueden, a las que no pueden, a mí misma, a las que temen, a las que se sienten juzgadas, a las que se llenan de coraje, a todas las que aman dar alimento a sus hijos; porque algo normal en la naturaleza no puede ser anormal en la sociedad moderna.
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Semana de la lactancia materna

No puedo evitar pensar la lactancia como una obra de arte, tal vez el vínculo mayor entre dos seres que se relacionan entre sí como madre e hijo. 

Aveces no podemos evitar sentirnos incómodas con las miradas de desaprobación que recibimos cuando lactamos en público, cuando nos hacen sentir que estamos obrando mal, ¿Qué absurdo, no?


La OMS (Organización Mundial De La Salud) recomienda, durante los primeros 6 meses de vida del bebé, alimentar de manera exclusiva con leche materna, y es que no hay mejores nutrientes para nuestros hijos que los que provienen de nosotras, los que la naturaleza nos ha brindado para promover la vida.

Ahora vivimos en el mundo de los absurdos, tal vez todo lo que viene de manera natural se considera la antítesis de lo correcto hoy en día, algo que nuestros antepasados ni siquiera concebirían. Basta con salir a una plaza pública y sacar tu seno para que todas las miradas recaigan de manera desvergonzada, juzgando sin compasión alguna el hecho de querer nutrir a nuestros pequeños. 
Alimentar es nuestra responsabilidad como madres, el solo hecho de lactar ya es lo suficientemente difícil como para que a esto le surjan brotes discriminatorios por parte de algunas personas.
Yo me uno a la semana de la lactancia materna porque reivindico a las que pueden, a las que no pueden, a mí misma, a las que temen, a las que se sienten juzgadas, a las que se llenan de coraje, a todas las que aman dar alimento a sus hijos; porque algo normal en la naturaleza no puede ser anormal en la sociedad moderna.
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Cuando vamos del Nombre al ¡No’mbre!

¿Qué tal, padres en proceso? Un proceso largo pero muy
satisfactorio, lleno de altibajos y sorpresas para las cuales seguramente no
estás preparado y te llevarán a enfrentarte a vos mismo, seguro llegarás a
conocer a tu “verdadero yo” y a convertirte en un padre hecho y derecho.

Hablemos del desarrollo de esa panza hermosa que envuelve a
tu retoño y toquemos la decimoprimera semana de gestación.

Para este momento el muchachito o muchachita está casi completamente
formado y tiene un tamaño similar al de un higo, aproximadamente 4 centímetros
de cabeza a rabadilla, y pesa más o menos 7 onzas. Además, se están formando
sus dientes dentro de las encías, listos para salir cuando sea el momento.
Algunos huesos ya se han endurecido y otros están en ese proceso. Debo hacer la
aclaración que los huesos del cráneo llegarán a endurecerse pero no a unirse
del todo ya que necesitan tener cierto juego para que en el momento del parto
puedan pasar por el cuello del útero y la pelvis. Además ya ha crecido su
repertorio de movimientos como por ejemplo que ahora ya se estira y se mueve
libremente en el líquido amniótico, aunque tu pareja aun no pueda sentirlo. Una
curiosidad de los fetos en este período es que les comienza a dar hipo.

Algo que tenés que saber es que tu pareja en este momento
puede comenzar a sentir dolores en el bajo vientre, similares a los “cólicos”
que padece durante su menstruación, esto sucede por varias razones: en primer
lugar el útero va creciendo y en segundo lugar las hormonas hacen que el
sistema digestivo se vuelva más lento lo que produce, además, incomodidad y
sensación de hinchazón.

Eso es en cuanto al desarrollo del bebé, siempre conviene
saber qué es lo que está pasando y cómo la está pasando tu pareja. Ahora
hablemos de los nombres para el o la bebé.

Existe la costumbre de ponerle dos nombres, pero hay parejas
que prefieren uno sólo, además están los nombres compuestos y excepciones como
aquellos que tienen tres. Algunos padres deciden el nombre del bebé de acuerdo
a la tendencia, es por eso que hay mucha gente con nombres y edades similares.
En épocas pasadas se nombraba a los infantes en honor a algún antepasado o
según el día en que nacieron de acuerdo a un santoral. Pero, si más bien desean
elegir algún nombre diferente o en base a su significado, existen libros y
sitios en la red que pueden ser consultados para este efecto, lo importante es
que estén conscientes que esta será la forma en que su hijo amado se va a identificar
por el resto de su vida así que si realmente le desean el bien, háganle el
favor y pónganle un nombre normal, pueden por ejemplo hacerse la pregunta de
cómo se sentirían ustedes si se hubieran llamado así.

Y pues ahí les dejo la propuesta, espero que la consideren.
Por el momento me despido y espero que nos leamos pronto.

¡Feliz paternidad!

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Cuando vamos del Nombre al ¡No’mbre!

¿Qué tal, padres en proceso? Un proceso largo pero muy
satisfactorio, lleno de altibajos y sorpresas para las cuales seguramente no
estás preparado y te llevarán a enfrentarte a vos mismo, seguro llegarás a
conocer a tu “verdadero yo” y a convertirte en un padre hecho y derecho.

Hablemos del desarrollo de esa panza hermosa que envuelve a
tu retoño y toquemos la decimoprimera semana de gestación.

Para este momento el muchachito o muchachita está casi completamente
formado y tiene un tamaño similar al de un higo, aproximadamente 4 centímetros
de cabeza a rabadilla, y pesa más o menos 7 onzas. Además, se están formando
sus dientes dentro de las encías, listos para salir cuando sea el momento.
Algunos huesos ya se han endurecido y otros están en ese proceso. Debo hacer la
aclaración que los huesos del cráneo llegarán a endurecerse pero no a unirse
del todo ya que necesitan tener cierto juego para que en el momento del parto
puedan pasar por el cuello del útero y la pelvis. Además ya ha crecido su
repertorio de movimientos como por ejemplo que ahora ya se estira y se mueve
libremente en el líquido amniótico, aunque tu pareja aun no pueda sentirlo. Una
curiosidad de los fetos en este período es que les comienza a dar hipo.

Algo que tenés que saber es que tu pareja en este momento
puede comenzar a sentir dolores en el bajo vientre, similares a los “cólicos”
que padece durante su menstruación, esto sucede por varias razones: en primer
lugar el útero va creciendo y en segundo lugar las hormonas hacen que el
sistema digestivo se vuelva más lento lo que produce, además, incomodidad y
sensación de hinchazón.

Eso es en cuanto al desarrollo del bebé, siempre conviene
saber qué es lo que está pasando y cómo la está pasando tu pareja. Ahora
hablemos de los nombres para el o la bebé.

Existe la costumbre de ponerle dos nombres, pero hay parejas
que prefieren uno sólo, además están los nombres compuestos y excepciones como
aquellos que tienen tres. Algunos padres deciden el nombre del bebé de acuerdo
a la tendencia, es por eso que hay mucha gente con nombres y edades similares.
En épocas pasadas se nombraba a los infantes en honor a algún antepasado o
según el día en que nacieron de acuerdo a un santoral. Pero, si más bien desean
elegir algún nombre diferente o en base a su significado, existen libros y
sitios en la red que pueden ser consultados para este efecto, lo importante es
que estén conscientes que esta será la forma en que su hijo amado se va a identificar
por el resto de su vida así que si realmente le desean el bien, háganle el
favor y pónganle un nombre normal, pueden por ejemplo hacerse la pregunta de
cómo se sentirían ustedes si se hubieran llamado así.

Y pues ahí les dejo la propuesta, espero que la consideren.
Por el momento me despido y espero que nos leamos pronto.

¡Feliz paternidad!

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El tema de la semana 15: Un viaje pendiente con los peques

¿Un viaje? ¿Sólo uno?

Muchos de vosotros conoceréis mi otro alterego blogueril, el blog www.conpequessepuede.com, en el que hablo habitualmente de viajes y actividades en familia.
De ahí vienen mis preguntas… tenemos tantos sitios donde ir que no sé ni por donde empezar, así que simplemente diré que prácticamente cualquier viaje que tenga que hacer es un viaje pendiente con mis hijos… porque con los niños se puede ir a cualquier sitio 😛
P.D.: Ya haciendo un poco de SPAM… si no sigues mi otro blog no sé a qué esperas. Lo puedes hacer en Twitter, Facebook o Instagram… o suscribirte al feed.

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El tema de la semana 15: Un viaje pendiente con los peques

¿Un viaje? ¿Sólo uno?

Muchos de vosotros conoceréis mi otro alterego blogueril, el blog www.conpequessepuede.com, en el que hablo habitualmente de viajes y actividades en familia.
De ahí vienen mis preguntas… tenemos tantos sitios donde ir que no sé ni por donde empezar, así que simplemente diré que prácticamente cualquier viaje que tenga que hacer es un viaje pendiente con mis hijos… porque con los niños se puede ir a cualquier sitio 😛
P.D.: Ya haciendo un poco de SPAM… si no sigues mi otro blog no sé a qué esperas. Lo puedes hacer en Twitter, Facebook o Instagram… o suscribirte al feed.

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El tema de la semana 15: Un viaje pendiente con los peques

¿Un viaje? ¿Sólo uno?

Muchos de vosotros conoceréis mi otro alterego blogueril, el blog www.conpequessepuede.com, en el que hablo habitualmente de viajes y actividades en familia.
De ahí vienen mis preguntas… tenemos tantos sitios donde ir que no sé ni por donde empezar, así que simplemente diré que prácticamente cualquier viaje que tenga que hacer es un viaje pendiente con mis hijos… porque con los niños se puede ir a cualquier sitio 😛
P.D.: Ya haciendo un poco de SPAM… si no sigues mi otro blog no sé a qué esperas. Lo puedes hacer en Twitter, Facebook o Instagram… o suscribirte al feed.

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