Pokemon Go y la idiocracia

Esta entrada es casi personal.

¿Saben ustedes lo que es Pokemon
Go? ¿Sí? Bien. ¿No? Bien.

Ciertamente admito que es difícil hoy día no saber absolutamente nada sobre este nuevo juego de Pokemon en forma de app
para móvil, pero si por el motivo que sea usted no sabe nada ni de Pokemon ni
de la madre que los parió, sigue usted siendo una persona normal.

Que si es un fenómeno de masas,
que

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Cambiemos de tercio

Hay una cosa que M. todavía no sabe, y es que no volverá a estudiar en la misma escuela en la que pasó los dos cursos anteriores.
Hace tiempo que su madre y yo decidimos matricularlo en otro centro porque ni compartimos el proyecto educativo del actual (si es que realmente tienen uno, algo que todavía a día de hoy sigo preguntándome) ni su forma de afrontar determinados conflictos de convivencia.
Nosotros, mejor que nadie, sabemos lo que necesita M. Y no es adquirir conocimientos como un autómata (de hecho, él de por sí ya es una esponja, no necesita que le machaquen con bits de información), sino que le cuiden a nivel emocional. Que sepan percibir y valorar su sensibilidad, su fragilidad, y se encarguen de reforzar su personalidad y su autonomía tal y como lo intentamos nosotros.
No necesito que saque sobresalientes, ni que tenga un expediente impecable. Lo que me interesa es que aprenda a ser una persona crítica, reflexiva e intuitiva (si, entre todos, lo logramos, los conocimientos llegarán solos, a su ritmo natural), pero sobre todo, que se sienta realizado, seguro de sí mismo… Feliz, al fin y al cabo.
Eso no nos lo daba el colegio en el que estaba inscrito. Así que hemos buscado (y requetebuscado) uno que realmente se ajustara a ese perfil. Y creemos haberlo encontrado.
La cuestión es que, en algún momento, tendremos que decirle que dejará de ver a sus amiguitos y a sus profesores, y que se va a ver obligado a aclimatarse a un entorno nuevo en el que, esperamos, le pongan las cosas fáciles. No voy a negar que temo su reacción frente a la noticia.
Y es que, cuando le trajimos a este colegio que ahora deja atrás (a regañadientes: es el que nos asignó Ensenyament al no entrar en el que de verdad queríamos) era un niñito de tres años que todavía se resistía a separarse de nosotros. Y ahora sale convertido en un niño de cinco, con una actitud muy distinta, y que allí ha vivido muchas cosas (algunas buenas, otras no tan buenas), ha hecho amigos y, sobre todo, ha descubierto qué significa ir a la escuela y, lo más importante, lo mucho que le gusta aprender.
Más allá de esas dudas que le asaltan a uno cuando toma una decisión que sabe que afectará tan profundamente a su hijo, no puedo evitar cierta melancolía al pensar que nunca más volveré a acompañarlo hasta la puerta de la que ha sido su clase a lo largo de dos cursos. Que no lo veré jugar en el parque juntos a sus compañeros. Y que esa etapa, fundamentalmente, ha quedado cerrada.
Poco a poco, estos recuerdos, que ahora son tan vívidos, se irán difuminando a medida que otros nuevos se vayan sedimentando encima de aquéllos.

Y eso significará que M. se nos hace mayor.

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Cambiemos de tercio

Hay una cosa que M. todavía no sabe, y es que no volverá a estudiar en la misma escuela en la que pasó los dos cursos anteriores.
Hace tiempo que su madre y yo decidimos matricularlo en otro centro porque ni compartimos el proyecto educativo del actual (si es que realmente tienen uno, algo que todavía a día de hoy sigo preguntándome) ni su forma de afrontar determinados conflictos de convivencia.
Nosotros, mejor que nadie, sabemos lo que necesita M. Y no es adquirir conocimientos como un autómata (de hecho, él de por sí ya es una esponja, no necesita que le machaquen con bits de información), sino que le cuiden a nivel emocional. Que sepan percibir y valorar su sensibilidad, su fragilidad, y se encarguen de reforzar su personalidad y su autonomía tal y como lo intentamos nosotros.
No necesito que saque sobresalientes, ni que tenga un expediente impecable. Lo que me interesa es que aprenda a ser una persona crítica, reflexiva e intuitiva (si, entre todos, lo logramos, los conocimientos llegarán solos, a su ritmo natural), pero sobre todo, que se sienta realizado, seguro de sí mismo… Feliz, al fin y al cabo.
Eso no nos lo daba el colegio en el que estaba inscrito. Así que hemos buscado (y requetebuscado) uno que realmente se ajustara a ese perfil. Y creemos haberlo encontrado.
La cuestión es que, en algún momento, tendremos que decirle que dejará de ver a sus amiguitos y a sus profesores, y que se va a ver obligado a aclimatarse a un entorno nuevo en el que, esperamos, le pongan las cosas fáciles. No voy a negar que temo su reacción frente a la noticia.
Y es que, cuando le trajimos a este colegio que ahora deja atrás (a regañadientes: es el que nos asignó Ensenyament al no entrar en el que de verdad queríamos) era un niñito de tres años que todavía se resistía a separarse de nosotros. Y ahora sale convertido en un niño de cinco, con una actitud muy distinta, y que allí ha vivido muchas cosas (algunas buenas, otras no tan buenas), ha hecho amigos y, sobre todo, ha descubierto qué significa ir a la escuela y, lo más importante, lo mucho que le gusta aprender.
Más allá de esas dudas que le asaltan a uno cuando toma una decisión que sabe que afectará tan profundamente a su hijo, no puedo evitar cierta melancolía al pensar que nunca más volveré a acompañarlo hasta la puerta de la que ha sido su clase a lo largo de dos cursos. Que no lo veré jugar en el parque juntos a sus compañeros. Y que esa etapa, fundamentalmente, ha quedado cerrada.
Poco a poco, estos recuerdos, que ahora son tan vívidos, se irán difuminando a medida que otros nuevos se vayan sedimentando encima de aquéllos.

Y eso significará que M. se nos hace mayor.

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Las primeras semanas del embarazo gemelar.

La verdad es que durante las primeras semanas no hubo ni mareos, ni vómitos, ni problemas para dormir, ni siquiera pequeños dolores de cabeza. Quizás algún pequeño antojo, pero nada llamativo ni extravagante. Puede que en esto influyera que soy el padre, pero esto no está científicamente demostrado y hay muy pocos estudios al respecto.

Me pasaba horas mirando la barriga de mi pareja y además podía hacerlo sin que se sintiera incómoda ni me dijera inquisitivamente: – «¿Qué pasa? ¿He engordado?»

Físicamente no se notaba nada pero me embargaba la curiosidad,…¿notará algo?…¿se encontrará bien?…¿qué sentirá?…Aquello era para mí como los motivos que llevan a una mujer a casarse (enamorarse es ya más complicado) con Donald Trump: un misterio.

Melania Trump. Actual esposa de Donal Trump (2016)

Iba obteniendo respuestas a todas las preguntas que satisfacían mi curiosidad, pero eso es como cuando hablas de las fiestas de tu pueblo, por mucho que te las cuenten, para saber lo que son, hay que vivirlas…¿no?
Puede que algún día vaya a las fiestas de tu pueblo, pero veo más difícil quedarme embarazado…

Por otra parte, uno de los grandes clásicos que se plantea en ese momento es….¿cuándo lo decimos?
En este sentido hay varias doctrinas al respecto y yo creo que esto es como cuando le preguntan a Falete si prefiere comer un arroz con bovagante o un lechazo asado: ambas son correctas.

Por un lado están los que consideran oportuno contarlo desde el primer momento y por otra aquellos que esperan hasta la semana doce de embarazo.

¡Ah! ¡Otra cosa nueva para mí! ¡Los embarazos son de cuarenta semanas y no de nueve meses! Los meses tienen cuatro semanas en vez de treinta días, en fin…¡una movida!.
(Además, en el caso de un embarazo gemelar vivirás con un comentario constante durante todo el tiempo: «¡Lo normal es que se te adelante!»)

Los que defienden contarlo en la semana doce, argumentan que el embarazo está más consolidado y existen menos riesgos. Parece que hay menos probabilidades de que pase nada y así, en el caso de que surgiera cualquier imprevisto no deseado, no habría que dar explicaciones.

Los que defienden contarlo desde el principio argumentan que en el caso de que ese imprevisto surgiera, las personas a las que se lo han contado serían un gran apoyo en esos momentos.

¿Qué hacer entonces? En mi opinión, lo que parezca oportuno a la pareja.
(Con esta respuesta los usuarios pueden seleccionarla,  hacer  Ctrl +C y posteriormente Ctrl + V y responder a la práctica totalidad de preguntas que se les planteen)

Una cosa está clara….si unos amigos te comentan que van a tener hijo cuando ya tiene 2 añitos, asimila que estás bastante lejos de su círculo confianza, otra, es que durante las primeras semanas de embarazo parece que inconscientemente se establece un primer objetivo: ¡llegar perfectamente a la semana doce!

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Las primeras semanas del embarazo gemelar.

La verdad es que durante las primeras semanas no hubo ni mareos, ni vómitos, ni problemas para dormir, ni siquiera pequeños dolores de cabeza. Quizás algún pequeño antojo, pero nada llamativo ni extravagante. Puede que en esto influyera que soy el padre, pero esto no está científicamente demostrado y hay muy pocos estudios al respecto.

Me pasaba horas mirando la barriga de mi pareja y además podía hacerlo sin que se sintiera incómoda ni me dijera inquisitivamente: – «¿Qué pasa? ¿He engordado?»

Físicamente no se notaba nada pero me embargaba la curiosidad,…¿notará algo?…¿se encontrará bien?…¿qué sentirá?…Aquello era para mí como los motivos que llevan a una mujer a casarse (enamorarse es ya más complicado) con Donald Trump: un misterio.

Melania Trump. Actual esposa de Donal Trump (2016)

Iba obteniendo respuestas a todas las preguntas que satisfacían mi curiosidad, pero eso es como cuando hablas de las fiestas de tu pueblo, por mucho que te las cuenten, para saber lo que son, hay que vivirlas…¿no?
Puede que algún día vaya a las fiestas de tu pueblo, pero veo más difícil quedarme embarazado…

Por otra parte, uno de los grandes clásicos que se plantea en ese momento es….¿cuándo lo decimos?
En este sentido hay varias doctrinas al respecto y yo creo que esto es como cuando le preguntan a Falete si prefiere comer un arroz con bovagante o un lechazo asado: ambas son correctas.

Por un lado están los que consideran oportuno contarlo desde el primer momento y por otra aquellos que esperan hasta la semana doce de embarazo.

¡Ah! ¡Otra cosa nueva para mí! ¡Los embarazos son de cuarenta semanas y no de nueve meses! Los meses tienen cuatro semanas en vez de treinta días, en fin…¡una movida!.
(Además, en el caso de un embarazo gemelar vivirás con un comentario constante durante todo el tiempo: «¡Lo normal es que se te adelante!»)

Los que defienden contarlo en la semana doce, argumentan que el embarazo está más consolidado y existen menos riesgos. Parece que hay menos probabilidades de que pase nada y así, en el caso de que surgiera cualquier imprevisto no deseado, no habría que dar explicaciones.

Los que defienden contarlo desde el principio argumentan que en el caso de que ese imprevisto surgiera, las personas a las que se lo han contado serían un gran apoyo en esos momentos.

¿Qué hacer entonces? En mi opinión, lo que parezca oportuno a la pareja.
(Con esta respuesta los usuarios pueden seleccionarla,  hacer  Ctrl +C y posteriormente Ctrl + V y responder a la práctica totalidad de preguntas que se les planteen)

Una cosa está clara….si unos amigos te comentan que van a tener hijo cuando ya tiene 2 añitos, asimila que estás bastante lejos de su círculo confianza, otra, es que durante las primeras semanas de embarazo parece que inconscientemente se establece un primer objetivo: ¡llegar perfectamente a la semana doce!

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Los 5 perfiles para una Startup

Ya os habíamos hablado sobre cosas que os pueden hacer fracasar en vuestra Startup. Encontrar la confianza para empezar un negocio es una tarea ardua. Encontrar la gente correcta para unirse a esa Startup es incluso mas difícil y mas importante, y contratar de manera errónea también nos puede hacer caer. Según la revista Forbes son […]

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CLND 26 Bienvenida Madresfera

Bienvenida Madresfera Hoy estamos MUY contentos porque tenemos algo MUY especial que deciros, en este Cuando los niños duermen episodio 26 os damos una excelente noticia que nos tiene la mar de contentos. ¡Madresfera se une a nuestro podcast para colaborar en él habitualmente! En este podcast podrás escuchar como MADRESFERA se creó, Mónica de la…

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Bivitelino, monoamniótico y otras movidas raras…

Una vez que fui asimilando la noticia de que iba a tener gemelos, lo primero que pensé es que iba a tener dos hijos iguales. Una vez más, mi ignorancia quedaba de manifiesto.

Tener gemelos era tener dos hijos prácticamente iguales y tener mellizos era tener dos hijos que podían ser parecidos o totalmente diferentes. Hasta ahí habían llegado mis pensamientos sobre este asunto y poco más ya que no era algo que me planteara que me pudiera pasar a mí.
Fotografías de Martin Schoeller.


Lo primero que aprendí es que todo embarazo en el que haya dos fetos, es gemelar. Podía tener sentido, la verdad que nunca había oído embarazo «mellizar» ni nada que se le pareciese.
Eso sí, quedaban muchos conceptos por aprender…
Una vez aclarado este punto, lo segundo que aprendí era que el embarazo pasaba a ser de alto riesgo. No había nada por lo que preocuparse, simplemente había que tener unos mayores cuidados y controles porque se gestaban dos personitas a la vez.

 Embarazo Alto Riesgo. Tengo Pares.

Pero la cosa no acaba ahí…Empecé a escuchar que el índice de riesgo venía determinado por otra serie de factores: si el embarazo era monocigótico o no, si había uno o dos sacos amnióticos, una o dos placentas…
La verdad que en esos momentos lo único que me sonaba con total claridad era lo de la placenta. Tenía clara su existencia, pero el resto de conceptos, o los había olvidado, o nunca los había sabido….


El menor riesgo lo tenía el embarazo bicorial biamniótico, es decir dos placentas y dos sacos amnióticos. Cada uno tiene lo suyo y por tanto las posibilidades de discutir disminuyen.
Como en todo, existen diferentes tipos de combinaciones:

Para profundizar más en el tema, os recomiendo la lectura de Coks Feenstra
Esto es como todo en la vida…¡no te interesa una cosa hasta que la vives en primera persona!

Posteriormente llegarían otras palabras también desconocidas para mí como moisés, muselina, pasta al agua, capazo …pero esas forman parte de otro capítulo.
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Bivitelino, monoamniótico y otras movidas raras…

Una vez que fui asimilando la noticia de que iba a tener gemelos, lo primero que pensé es que iba a tener dos hijos iguales. Una vez más, mi ignorancia quedaba de manifiesto.

Tener gemelos era tener dos hijos prácticamente iguales y tener mellizos era tener dos hijos que podían ser parecidos o totalmente diferentes. Hasta ahí habían llegado mis pensamientos sobre este asunto y poco más ya que no era algo que me planteara que me pudiera pasar a mí.
Fotografías de Martin Schoeller.


Lo primero que aprendí es que todo embarazo en el que haya dos fetos, es gemelar. Podía tener sentido, la verdad que nunca había oído embarazo «mellizar» ni nada que se le pareciese.
Eso sí, quedaban muchos conceptos por aprender…
Una vez aclarado este punto, lo segundo que aprendí era que el embarazo pasaba a ser de alto riesgo. No había nada por lo que preocuparse, simplemente había que tener unos mayores cuidados y controles porque se gestaban dos personitas a la vez.

 Embarazo Alto Riesgo. Tengo Pares.

Pero la cosa no acaba ahí…Empecé a escuchar que el índice de riesgo venía determinado por otra serie de factores: si el embarazo era monocigótico o no, si había uno o dos sacos amnióticos, una o dos placentas…
La verdad que en esos momentos lo único que me sonaba con total claridad era lo de la placenta. Tenía clara su existencia, pero el resto de conceptos, o los había olvidado, o nunca los había sabido….


El menor riesgo lo tenía el embarazo bicorial biamniótico, es decir dos placentas y dos sacos amnióticos. Cada uno tiene lo suyo y por tanto las posibilidades de discutir disminuyen.
Como en todo, existen diferentes tipos de combinaciones:

Para profundizar más en el tema, os recomiendo la lectura de Coks Feenstra
Esto es como todo en la vida…¡no te interesa una cosa hasta que la vives en primera persona!

Posteriormente llegarían otras palabras también desconocidas para mí como moisés, muselina, pasta al agua, capazo …pero esas forman parte de otro capítulo.
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Mis hijos

¿Qué son los hijos si no una maravillosa extensión de uno mismo? Una extensión de nuestros sueños, de nuestro carácter, de nuestra fortaleza, virtudes y también quizás defectos. ¿Qué son los hijos si no una forma preciosa de volver real … Sigue leyendo

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Cooking Vader

La alimentación es crucial. Sobre todo si queremos llevar a nuestra Piedra a una convención de Star Wars como un pequeño Jabba el Hut sin necesidad de disfrazarle. El problema es que el asunto no es tan sencillo como parece. Piedra Pómez no es Mario, que se come una seta y ya es capaz de […]

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Descuentos y ventajas en IBERIA para adopciones internacionales

Hola Familias:

Hace tiempo escuche que algunas compañías aéreas realizaban descuentos y tenían una serie de ventajas muy atractivas para aquellas familias que tenían que desplazarse por motivos de adopción internacional.
De manera que me puse en contacto con una de estas compañías y el resultado es el que os muestro a través de dos volcados de pantalla. En el primero os indico la publicidad que aparece en la página de la compañía, y en la segunda la conversación mantenida durante la consulta.

 Tras comprobar que la publicidad aún seguía vigente a fecha actual inicié la consulta:

A la vista de la respuesta, si tenéis que realizar el viaje próximamente, os aconsejo que consultéis en vuestra compañía de viajes ya que si uno lo contrata por internet a nivel individual no tendrá derecho a estos descuentos, mientras que si lo hace por medio de una agencia de viajes, si.

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Descuentos y ventajas en IBERIA para adopciones internacionales

Hola Familias:

Hace tiempo escuche que algunas compañías aéreas realizaban descuentos y tenían una serie de ventajas muy atractivas para aquellas familias que tenían que desplazarse por motivos de adopción internacional.
De manera que me puse en contacto con una de estas compañías y el resultado es el que os muestro a través de dos volcados de pantalla. En el primero os indico la publicidad que aparece en la página de la compañía, y en la segunda la conversación mantenida durante la consulta.

 Tras comprobar que la publicidad aún seguía vigente a fecha actual inicié la consulta:

A la vista de la respuesta, si tenéis que realizar el viaje próximamente, os aconsejo que consultéis en vuestra compañía de viajes ya que si uno lo contrata por internet a nivel individual no tendrá derecho a estos descuentos, mientras que si lo hace por medio de una agencia de viajes, si.

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Voy a ser padre…múltiple

Hay eventos o situaciones que sin duda recordaremos toda la vida. Aquella medalla que ganaste en el colegio que te llevó a pensar que algún día serías olímpico, ese gran ridículo que te hizo grande y que tus amigos se encargan de recordarte, en dos de cada cuatro reuniones, por mucho que hayan pasado los años, cuándo y cómo le pediste a tu mujer que se casara contigo y por supuesto, el día que te enteras de que vas a ser padre.
Por muy pronto que sea, la verdad es que no me suele costar mucho levantarme, pero recuerdo perfectamente el respingo que di en la cama cuando mi mujer salió del baño y me dijo: «Pues parece ser que sí», con un test de embarazo de la mano.
Después de pasar dos minutos de completo semi shock, hice algo muy habitual en mí cuando me dan una noticia que me descoloca, sobre todo si es algo positivo: cuestionar su veracidad.
Tras escuchar que este tipo de pruebas tenía una fiabilidad bastante grande, empecé a tener una sensación de felicidad nerviosa. La verdad es que tampoco tenía que sorprenderme tanto ya que era algo que realmente quería que pasara. 
Luego llegaron los abrazos y palabras propias del momento, que no voy a reproducir aquí porque creo que pertenecen a otro tipo de blogs más del estilo de seguidoras del Diario de Noa y acto seguido me empezaron a surgir un montón de preguntas por la cabeza: ¿será verdad?, ¿en qué mes va a nacer?, ¿estará todo bien?, ¿decimos algo?, ¿y ahora qué hacemos?…
Curiosamente en esos momentos no me planteaba si sería niño o niña. De manera absurda y completamente irracional mi cabeza pensaba que iba a tener un hijo, y al decir hijo lo asociaba de manera inherente con un niño pese a que toda mi vida había querido tener una niña.  En mi familia hemos sido siempre mayoría de varones y una niña era el deseo todos. Lo que no sabíamos era que todos estábamos equivocados…¡pero que muy equivocados!…

Pasamos dos días con un montón de proyectos e ilusiones en la cabeza y fuimos a un ginecólogo de confianza para comprobar que efectivamente todo lo que estaba pasando era cierto.
Lo dicho, las buenas noticias te las tienen que confirmar al cien por cien.Y así era. Allí había un pequeño punto negro que así lo indicaba. Hubo un momento en el que nos dijeron que parecían dos embriones en vez de uno pero todo quedó en una falsa alarma…El ginecólogo era de confianza pero el ecógrafo parece que era de poco después de la posguerra… «¡Nada! ¡Es un pliegue que ha hecho ver que pareciesen dos pero parece que sólo es uno!»
Así nos fuimos a casa. La verdad que en un momento dado me hacía gracia y hasta ilusión el hecho de pensar que hubieran podido ser dos, pero nada, era sólo uno…
En esos momentos recordé un anuncio de la tele sobre un producto para evitar la caída de cabello. Era sobre un señor que iba al ginecólogo y le decían que iba a ser padre de gemelos y con el susto se le empezaba a caer el pelo de manera irremediable. Pensé que era muy exagerado, tampoco era para tanto ¿no? ¡a mí me hubiera molado que fueran dos!
Foto | thinkstock
Al poco tiempo, pasadas unas semanas, tuvimos que ira a una revisión médica para comprobar que todo estaba correcto. La verdad que no sé porqué pero iba especialmente nervioso. Siempre me han inquietado los hospitales y durante el embarazo, sobre todo al principio, mi nivel de tensión era muy alto. Y así llegamos a la situación en la que el ginecólogo encargado dijo: «Está todo bien. Todo correcto. Es claramente un embarazo gemelar,…bla bla bla….»
Mi nivel de nervios en esos momentos era tal que entendí nuclear en vez de gemelar. 
– ¿Nuclear? 
Pregunté con cara de no entender nada.
– GE-ME-LAR 
Me contestó con cara de estar hablando con un completo idiota.
– ¡Aaaah! ¡Gemelar!
Y en ese momento me quedé tan tranquilo porque todo estaba bien.
Tardé bastante en asimilar el concepto y lo que eso suponía. 
Ya se me había olvidado aquella posibilidad, ¡era claramente un pliegue!…además no teníamos indicios que favoreciesen esa posibilidad, pero no, lo vimos claros, dos puntitos negros latiendo a una velocidad endiablada que indicaban que sí…iba a ser padre…¡múltiple!
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Voy a ser padre…múltiple

Hay eventos o situaciones que sin duda recordaremos toda la vida. Aquella medalla que ganaste en el colegio que te llevó a pensar que algún día serías olímpico, ese gran ridículo que te hizo grande y que tus amigos se encargan de recordarte, en dos de cada cuatro reuniones, por mucho que hayan pasado los años, cuándo y cómo le pediste a tu mujer que se casara contigo y por supuesto, el día que te enteras de que vas a ser padre.
Por muy pronto que sea, la verdad es que no me suele costar mucho levantarme, pero recuerdo perfectamente el respingo que di en la cama cuando mi mujer salió del baño y me dijo: «Pues parece ser que sí», con un test de embarazo de la mano.
Después de pasar dos minutos de completo semi shock, hice algo muy habitual en mí cuando me dan una noticia que me descoloca, sobre todo si es algo positivo: cuestionar su veracidad.
Tras escuchar que este tipo de pruebas tenía una fiabilidad bastante grande, empecé a tener una sensación de felicidad nerviosa. La verdad es que tampoco tenía que sorprenderme tanto ya que era algo que realmente quería que pasara. 
Luego llegaron los abrazos y palabras propias del momento, que no voy a reproducir aquí porque creo que pertenecen a otro tipo de blogs más del estilo de seguidoras del Diario de Noa y acto seguido me empezaron a surgir un montón de preguntas por la cabeza: ¿será verdad?, ¿en qué mes va a nacer?, ¿estará todo bien?, ¿decimos algo?, ¿y ahora qué hacemos?…
Curiosamente en esos momentos no me planteaba si sería niño o niña. De manera absurda y completamente irracional mi cabeza pensaba que iba a tener un hijo, y al decir hijo lo asociaba de manera inherente con un niño pese a que toda mi vida había querido tener una niña.  En mi familia hemos sido siempre mayoría de varones y una niña era el deseo todos. Lo que no sabíamos era que todos estábamos equivocados…¡pero que muy equivocados!…

Pasamos dos días con un montón de proyectos e ilusiones en la cabeza y fuimos a un ginecólogo de confianza para comprobar que efectivamente todo lo que estaba pasando era cierto.
Lo dicho, las buenas noticias te las tienen que confirmar al cien por cien.Y así era. Allí había un pequeño punto negro que así lo indicaba. Hubo un momento en el que nos dijeron que parecían dos embriones en vez de uno pero todo quedó en una falsa alarma…El ginecólogo era de confianza pero el ecógrafo parece que era de poco después de la posguerra… «¡Nada! ¡Es un pliegue que ha hecho ver que pareciesen dos pero parece que sólo es uno!»
Así nos fuimos a casa. La verdad que en un momento dado me hacía gracia y hasta ilusión el hecho de pensar que hubieran podido ser dos, pero nada, era sólo uno…
En esos momentos recordé un anuncio de la tele sobre un producto para evitar la caída de cabello. Era sobre un señor que iba al ginecólogo y le decían que iba a ser padre de gemelos y con el susto se le empezaba a caer el pelo de manera irremediable. Pensé que era muy exagerado, tampoco era para tanto ¿no? ¡a mí me hubiera molado que fueran dos!
Foto | thinkstock
Al poco tiempo, pasadas unas semanas, tuvimos que ira a una revisión médica para comprobar que todo estaba correcto. La verdad que no sé porqué pero iba especialmente nervioso. Siempre me han inquietado los hospitales y durante el embarazo, sobre todo al principio, mi nivel de tensión era muy alto. Y así llegamos a la situación en la que el ginecólogo encargado dijo: «Está todo bien. Todo correcto. Es claramente un embarazo gemelar,…bla bla bla….»
Mi nivel de nervios en esos momentos era tal que entendí nuclear en vez de gemelar. 
– ¿Nuclear? 
Pregunté con cara de no entender nada.
– GE-ME-LAR 
Me contestó con cara de estar hablando con un completo idiota.
– ¡Aaaah! ¡Gemelar!
Y en ese momento me quedé tan tranquilo porque todo estaba bien.
Tardé bastante en asimilar el concepto y lo que eso suponía. 
Ya se me había olvidado aquella posibilidad, ¡era claramente un pliegue!…además no teníamos indicios que favoreciesen esa posibilidad, pero no, lo vimos claros, dos puntitos negros latiendo a una velocidad endiablada que indicaban que sí…iba a ser padre…¡múltiple!
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Home Souls 3

¡Piedra Pómez ha evolucionado! Hace unos meses era un gracioso Caterpie que luchaba contra todo pronóstico contra la fuerza de la gravedad. Se arrastraba por el suelo unos centímetros, te sonreía y volvía a comenzar el ritual. Poco después, se transformó en un poderoso Metapod. Con un atlético movimiento de aerobic giraba sobre sí mismo […]

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Qué ver en Terrassa

Siempre ando hablando de lugares lejanos y hoy ha llegado el momento de hablaros un poco de la ciudad que me vio nacer y en la que vivo junto a mi familia… Barcelona es una sombra muy larga que parece que lo eclipsa todo, pero nuestra ciudad tiene muchas cosas para ver y disfrutar y en este post os voy a explicar las más interesantes (bajo mi punto de vista):

Masia Freixa

Sin duda alguna, el icono de la ciudad y sede de la oficina de turismo; una de las representaciones más espectaculares del modernismo de Lluis Muncunill rodeado por unos jardines que hoy en día forman el Parc de Sant Jordi.
Tenéis más información aquí.


Casa Alegre de Sagrera

Siempre me ha llamado la atención esta casa; ubicada en pleno centro es fácil que pase desapercibida. Sin embargo, en su interior es posible ver cómo vivía una familia burguesa a principios del siglo XX y pasear por sus espléndidos jardines.
Puedes ampliar la información aquí.

Museu de la Ciència i la Tècnica de Catalunya (Mnactec)

Fantástico museo emplazado en el vapor Aymerich, Amat i Jové; ya solo por el edificio en el que se encuentra merece la pena una visita (y si tenéis la suerte de poder subir a su tejado, aún más). En su interior, multitud de exposiciones, unas temporales y otras permanentes, como por ejemplo La fábrica Textil, enérgia, Homo Faber o el Cuerpo Humano. Cómo soy yo. Es ideal para una visita en familia.

Centro de documentación y museo textil

Otro de los ‘grandes’ museos de la ciudad; la historia de Terrassa va muy ligada al mundo textil y este hecho dejó una huella importante que aún hoy perdura en multitud de lugares de la ciudad; en este museo es posible encontrar todo lo relacionado con el mundo de los tejidos con exposiciones temporales.

Seu d’Egara

Si la Masia Freixa es el icono de la ciudad, la Seu d’Ègara es la joya de la corona. Se trata de un conjunto monumental único en Europa formado por 3 iglesias románicas de los siglos V a VIII excelentemente conservado. Desde hace algunos meses se está trabajando para presentar candidatura a la Unesco para que lo incluya en su lista de patrimonio de la humanidad.

Castell Cartoixa de Vallparadís

Sede central del Museu de Terrassa, en este pequeño castillo al pie de uno de los parques urbanos más grandes de Catalunya (el parc de Vallparadís) es posible visitar sus estancias mientras se conoce un poco más la historia de la ciudad.
Más información aquí.

Torre del Palau

Esta torre es el último vestigio en pie de la que antiguamente fue el Castell-Palau de Terrassa que fue mandado derruir en el año 1891 por el último propietario del mismo. Situada en pleno centro de la ciudad es posible visitarla (de forma guiada) y disfrutar de unas vistas privilegiadas de la ciudad.
Más información aquí

Bòbila Almirall


La mayor escalera de caracol exterior del mundo según el libro Guiness de los récords es una buena carta de presentación; esta chimenea de 63,5 metros de altitud y 217 escalones construida en el año 1956 es otro de los emblemas de la ciudad, haciendo recordar el pasado industrial de la ciudad.
No están todos los que son pero sí que son todos los que están.
Si tenéis la oportunidad, no dudéis en venir a visitar Terrassa; pasaréis un día diferente y, seguramente, os sorprenderá gratamente.
Más información en:
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Mi rastro en ella

Una parte de mí se niega a aceptar que nuestros hijos llevan consigo el rastro de sus padres. Lo bueno, lo malo. Algo. Mi terapeuta lo niega, pero yo me niego a aceptarlo. Hace unos meses, en esas tardes de verano en las que el viento es tibio, me quedé unos buenos minutos observando a […]

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Visitando San Siro (estadio Gioseppe Meazza)

Hace una semana que hemos pasado unos días de vacaciones conociendo Milán. Como buenos futboleros, no podíamos dejar pasar la ocasión para conocer uno de los campos europeos con más fama, San Siro, o como se denomina ahora el estadio Gioseppe Meazza.

Llegando al estadio

Allí, como bien sabéis, juegan como locales Inter de Milán y el AC Milán. Personalmente me llama la atención que dos equipos rivales compartan de forma natural un estadio. Es difícil pensar que eso puede pasar en Madrid con el Real y el Athletic o en la capital andaluza con Sevilla y Betis, por poner 2 ejemplos. Pero supongo que es una forma de sacarle más partido a unas instalaciones deportivas de esa magnitud. 

Estoy seguro que al hablar de este campo, a merengues y colchoneros se os debe venir a la mente, con mejor o peor recuerdo, la final de la Champions que se ha jugado ahí hace poco. Algo de «merchandising» en la tienda del estadio, nos recordaba esta cita cumbre del fútbol europeo.

San Siro Museum

Pues bien os explicaré un poco como fue nuestra visita. Tras abonar la entrada para museo y recorrido al estadio (algo elevada bajo mi parecer) nos dirigimos a una especie de nave pre-fabricada dónde en sus 2 plantas podíamos ver camisetas, trofeos y recuerdos de los 2 clubs de la ciudad. Réplicas de los jugadores a tamaño real estaban colocadas por todo el recorrido. Encontramos un tanto humilde el museo. Poca cosa para toda la historia que tienen estos 2 clubs. En unos 30 minutos habíamos visto todo, con bastante calma.

No tengo mucha experiencia en museo futbolísticos, pero me pareció muy pequeño. Por proximidad a nuestro domicilio hemos visitado el museo del FC Barcelona, que es inmenso, con gran cantidad de objetos y informació. También hemos podido visitar con el club de Pau las instalaciones del RCD Espanyol. Ambas visitas nos parecieron muy interesantes. Nos han comentado que el museo del Real Madrid también es muy completo, pero ese aún lo tenemos pendiente, al igual que muchos otros.

Comparados con ellos, el de San Siro creo que aun debe crecer para igualarse al de los 2 equipos españoles con más renombre.

Vestuarios AC Milán

Después del museo tocaba visita al estadio. Empezaríamos por la zona de prensa y tras seguir un pasillos nos adentraremos en los vestuarios de Milán y Inter. Personalmente esta fue la zona que más me gustó. 2 estilos muy diferentes. El del Milán muy llamativo, con un gran escudo en el techo y unos asientos que parecían más los sillones de un coche deportivo que los de un vestuario de fútbol. El de Inter más sobrio, pero elegante, con bancos de madera blanca como la pared, un blanco sólo roto por las imágenes de ilustres jugadores del inter.

Vestuario Inter
Y tras los vestuarios, salimos a ver las gradas. Aquí un nuevo «inconveniente». En 3 días Rihanna daba un concierto y el verde del campo estaba tapado por unas placas. Los operarios con su respectiva maquinaria preparaban el escenario. El estadio impresionaba, pero un campo sin el verde del césped pierde su encanto. Una cosa que me llama la atención en San Siro, son las 4 torres que coronan las esquinas dando una forma exterior rectangular. Al verlo por televisión siempre sabes que es el Gioseppe Meazza por ellas.

Ahí acababa la visita, con paso a la tienda oficial. No me preguntéis porque, pero Pau se decantó por el Milán y de recuerdo escogió la camiseta de entreno del equipo «rossoneri».

¿Vale la pena la visita? A mi personalmente me gustó estar ahí, ver los vestuarios y resto de instalaciones, pero creo que el precio es algo excesivo para lo que luego puedes ver. Aún así  he de reconocer que para alguien que no le guste el fútbol, la visita no le aportará mucho, pero para los que seguimos el fútbol profesional es un lujo estar en un estadio con la historia de San Siro. 
Así que ya sabéis, si pasáis por Milán y lo vuestro es el fútbol, tenéis una cita en San Siro. Llegar es muy fácil, tanto el metro (Parada «San Siro» de la línea M5) como el tranvía (linea 16) te dejan en la misma puesta del estadio.

Si queréis más información en: http://www.sansiro.net/?page_id=3958

Y para acabar un pequeño vídeo que grabamos en las puertas de San Siro 😉 :

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Visitando San Siro (estadio Gioseppe Meazza)

Hace una semana que hemos pasado unos días de vacaciones conociendo Milán. Como buenos futboleros, no podíamos dejar pasar la ocasión para conocer uno de los campos europeos con más fama, San Siro, o como se denomina ahora el estadio Gioseppe Meazza.

Llegando al estadio

Allí, como bien sabéis, juegan como locales Inter de Milán y el AC Milán. Personalmente me llama la atención que dos equipos rivales compartan de forma natural un estadio. Es difícil pensar que eso puede pasar en Madrid con el Real y el Athletic o en la capital andaluza con Sevilla y Betis, por poner 2 ejemplos. Pero supongo que es una forma de sacarle más partido a unas instalaciones deportivas de esa magnitud. 

Estoy seguro que al hablar de este campo, a merengues y colchoneros se os debe venir a la mente, con mejor o peor recuerdo, la final de la Champions que se ha jugado ahí hace poco. Algo de «merchandising» en la tienda del estadio, nos recordaba esta cita cumbre del fútbol europeo.

San Siro Museum

Pues bien os explicaré un poco como fue nuestra visita. Tras abonar la entrada para museo y recorrido al estadio (algo elevada bajo mi parecer) nos dirigimos a una especie de nave pre-fabricada dónde en sus 2 plantas podíamos ver camisetas, trofeos y recuerdos de los 2 clubs de la ciudad. Réplicas de los jugadores a tamaño real estaban colocadas por todo el recorrido. Encontramos un tanto humilde el museo. Poca cosa para toda la historia que tienen estos 2 clubs. En unos 30 minutos habíamos visto todo, con bastante calma.

No tengo mucha experiencia en museo futbolísticos, pero me pareció muy pequeño. Por proximidad a nuestro domicilio hemos visitado el museo del FC Barcelona, que es inmenso, con gran cantidad de objetos y informació. También hemos podido visitar con el club de Pau las instalaciones del RCD Espanyol. Ambas visitas nos parecieron muy interesantes. Nos han comentado que el museo del Real Madrid también es muy completo, pero ese aún lo tenemos pendiente, al igual que muchos otros.

Comparados con ellos, el de San Siro creo que aun debe crecer para igualarse al de los 2 equipos españoles con más renombre.

Vestuarios AC Milán

Después del museo tocaba visita al estadio. Empezaríamos por la zona de prensa y tras seguir un pasillos nos adentraremos en los vestuarios de Milán y Inter. Personalmente esta fue la zona que más me gustó. 2 estilos muy diferentes. El del Milán muy llamativo, con un gran escudo en el techo y unos asientos que parecían más los sillones de un coche deportivo que los de un vestuario de fútbol. El de Inter más sobrio, pero elegante, con bancos de madera blanca como la pared, un blanco sólo roto por las imágenes de ilustres jugadores del inter.

Vestuario Inter
Y tras los vestuarios, salimos a ver las gradas. Aquí un nuevo «inconveniente». En 3 días Rihanna daba un concierto y el verde del campo estaba tapado por unas placas. Los operarios con su respectiva maquinaria preparaban el escenario. El estadio impresionaba, pero un campo sin el verde del césped pierde su encanto. Una cosa que me llama la atención en San Siro, son las 4 torres que coronan las esquinas dando una forma exterior rectangular. Al verlo por televisión siempre sabes que es el Gioseppe Meazza por ellas.

Ahí acababa la visita, con paso a la tienda oficial. No me preguntéis porque, pero Pau se decantó por el Milán y de recuerdo escogió la camiseta de entreno del equipo «rossoneri».

¿Vale la pena la visita? A mi personalmente me gustó estar ahí, ver los vestuarios y resto de instalaciones, pero creo que el precio es algo excesivo para lo que luego puedes ver. Aún así  he de reconocer que para alguien que no le guste el fútbol, la visita no le aportará mucho, pero para los que seguimos el fútbol profesional es un lujo estar en un estadio con la historia de San Siro. 
Así que ya sabéis, si pasáis por Milán y lo vuestro es el fútbol, tenéis una cita en San Siro. Llegar es muy fácil, tanto el metro (Parada «San Siro» de la línea M5) como el tranvía (linea 16) te dejan en la misma puesta del estadio.

Si queréis más información en: http://www.sansiro.net/?page_id=3958

Y para acabar un pequeño vídeo que grabamos en las puertas de San Siro 😉 :

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