Las ruedas

Ya os hablé hace algún tiempo que nuestros hijos (y no creo que sea una exclusiva de ellos) son de ideas fijas. En él os comentaba que el HermanoMenor siempre tiene que ir con algo de ruedas a cualquier sitio que vamos…

Lo cierto es que tiene un buen repertorio de cosas rodantes y aunque tiene algunos preferidos evidentemente unos tienen más éxito que otros. Últimamente el que triunfa es un carrito de Play Doh, similar a los de la compra que le regalaron para navidad… Dentro hay plastilina, pero eso es lo de menos porque nunca lo abre; de hecho, podría ir vacío o con piedras en su interior… a él lo que le gusta es llevarlo de paseo. Porque eso es otra cosa que va asociado al llevarse cosas con ruedas a la calle: Le encanta caminar. Y eso nos genera muchos algún problemilla cuando al abrir la puerta del ascensor ve que estamos en el párking en lugar de la planta baja; problemas hasta el punto de que no quiere subirse al coche o dice que quiere ir a casa de los abuelos maternos andando… cuando hay 40 kilómetros.
Otros grandes candidatos para salir a la calle son: Cochecitos de bebé (con bebé o sin él), un correpasillos (sí, es rosa), una bicicleta sin pedales o, la última y flamante adquisición: un patinete (que el pobre pedía insistentemente de camino al cole cada día…).
Pero bueno, que me desvío; otras veces os he comentado que en casa intentamos no ser sexistas, así que vemos genial que el niño juegue con muñecas y la niña con coches, párkings y demás. No obstante, desde que es un poco independiente, siempre se ha decantado por aquellos juguetes que tiene su hermana que van con su mayor afición: los que tienen ruedas; Desde coches, motos, camiones grandes y pequeños hasta uno de sus preferidos: los trenes.
Llega a tal extremo la predilección que tiene por las ruedas que incluso los cuentos que tienen vehículos son de sus preferidos, usa los que no los tienen para hacer rampas para los coches y disfruta viendo Chuggington, Thomas y sus amigos o Bob el Constructor (por supuesto, tampoco dice que no a Pocoyó, PJ Masks u otros…).
En fin, que algo innato debe haber en eso que dicen que a los niños les gustan más los coches que a las niñas… al menos en nuestro caso es así: La grande ha tenido coches y nunca les ha hecho demasiado caso… en cambio, el peque disfruta como un loco con ellos y puede estarse horas sin destrozar nada hacer ruido.
Los cochecitos tampoco se libran…
Vuestros hijos tienen obsesiones hobbies de este tipo?
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Las ruedas

Ya os hablé hace algún tiempo que nuestros hijos (y no creo que sea una exclusiva de ellos) son de ideas fijas. En él os comentaba que el HermanoMenor siempre tiene que ir con algo de ruedas a cualquier sitio que vamos…

Lo cierto es que tiene un buen repertorio de cosas rodantes y aunque tiene algunos preferidos evidentemente unos tienen más éxito que otros. Últimamente el que triunfa es un carrito de Play Doh, similar a los de la compra que le regalaron para navidad… Dentro hay plastilina, pero eso es lo de menos porque nunca lo abre; de hecho, podría ir vacío o con piedras en su interior… a él lo que le gusta es llevarlo de paseo. Porque eso es otra cosa que va asociado al llevarse cosas con ruedas a la calle: Le encanta caminar. Y eso nos genera muchos algún problemilla cuando al abrir la puerta del ascensor ve que estamos en el párking en lugar de la planta baja; problemas hasta el punto de que no quiere subirse al coche o dice que quiere ir a casa de los abuelos maternos andando… cuando hay 40 kilómetros.
Otros grandes candidatos para salir a la calle son: Cochecitos de bebé (con bebé o sin él), un correpasillos (sí, es rosa), una bicicleta sin pedales o, la última y flamante adquisición: un patinete (que el pobre pedía insistentemente de camino al cole cada día…).
Pero bueno, que me desvío; otras veces os he comentado que en casa intentamos no ser sexistas, así que vemos genial que el niño juegue con muñecas y la niña con coches, párkings y demás. No obstante, desde que es un poco independiente, siempre se ha decantado por aquellos juguetes que tiene su hermana que van con su mayor afición: los que tienen ruedas; Desde coches, motos, camiones grandes y pequeños hasta uno de sus preferidos: los trenes.
Llega a tal extremo la predilección que tiene por las ruedas que incluso los cuentos que tienen vehículos son de sus preferidos, usa los que no los tienen para hacer rampas para los coches y disfruta viendo Chuggington, Thomas y sus amigos o Bob el Constructor (por supuesto, tampoco dice que no a Pocoyó, PJ Masks u otros…).
En fin, que algo innato debe haber en eso que dicen que a los niños les gustan más los coches que a las niñas… al menos en nuestro caso es así: La grande ha tenido coches y nunca les ha hecho demasiado caso… en cambio, el peque disfruta como un loco con ellos y puede estarse horas sin destrozar nada hacer ruido.
Los cochecitos tampoco se libran…
Vuestros hijos tienen obsesiones hobbies de este tipo?
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Las ruedas

Ya os hablé hace algún tiempo que nuestros hijos (y no creo que sea una exclusiva de ellos) son de ideas fijas. En él os comentaba que el HermanoMenor siempre tiene que ir con algo de ruedas a cualquier sitio que vamos…

Lo cierto es que tiene un buen repertorio de cosas rodantes y, aunque tiene algunos preferidos, algunos de ellos tienen más éxito que otros. Últimamente el que triunfa es un carrito de Play Doh, similar a los de la compra, que le regalaron para navidad… Dentro hay plastilina, pero eso es lo de menos porque nunca lo abre; de hecho, podría ir vacío o con piedras en su interior… a él lo que le gusta es llevarlo de paseo. Porque eso es otra cosa que va asociado al llevarse cosas con ruedas a la calle: Le encanta caminar. Y eso nos genera muchos algún problemilla cuando al abrir la puerta del ascensor ve que estamos en el párking en lugar de la planta baja; problemas hasta el punto de que no quiere subirse al coche o dice que quiere ir, por a casa de los abuelos maternos andando… cuando hay 40 kilómetros.
Otros grandes candidatos a salir a la calle son: Cochecitos de bebé (con bebé o sin él), un correpasillos (sí, es rosa), una bicicleta sin pedales o, la última y flamante adquisición: un patinete (que el pobre pedía insistentemente de camino al cole cada día…).
Pero bueno, que me desvío; otras veces os he comentado que en casa intentamos no ser sexistas, así que vemos genial que el niño juegue con muñecas y la niña con coches, párkings y demás. No obstante, desde que es un poco independiente, siempre se ha decantado por aquellos juguetes -çque tiene su hermana que van con su mayor obsesión: los que tienen ruedas; Desde coches, motos, camiones grandes y pequeños hasta uno de sus preferidos: los trenes.
Llega a tal extremo que incluso los cuentos que tienen vehículos son de sus preferidos, usa los que no los tienen para hacer rampas para los coches y disfruta viendo Chuggington, Thomas y sus amigos o Bob el Constructor (aunque aquí somos algo más flexibles y a veces se cuelan cosas más estandars…).
En fin, que algo innato debe haber en eso que dicen que a los niños les gustan más los coches que a las niñas… al menos en nuestro caso es así: La grande ha tenido coches y nunca les ha hecho demasiado caso… en cambio, el peque disfruta como un loco con ellos y puede estarse horas sin destrozar nada hacer ruido.
Los cochecitos tampoco se libran…
Vuestros hijos tienen obsesiones hobbies de este tipo?
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Libros para padres: ‘La uruguaya’, de Pedro Mairal

El libro narra un día, un sólo día en la vida de Lucas Pereyra, el de ese viaje entre Buenos Aires y Montevideo que la cambiará para siempre. Y es una especie de explicación que el protagonista escribe para su mujer, a la que se dirige directamente a menudo en su narración. Y quizás para él mismo.

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Consternado no, lo siguiente.

Siempre me ha gustado Dragon Ball, fui uno de esos niños que creció viéndolo en catalán en TV3, y fui uno de esos niños que se enamoró de Goku. Hoy soy un adulto y me sigue gustando y le hablo de ella a mi hijo, y es una serie pendiente para ver juntos.

Así que hace poco cuando vi que hacían una película que se llamaba Dragon Ball Evolutión, la grabé para verla con cangerjito. Pero la otra noche decidí verla solo, seguro que sería una de esas películas que ves montones de veces. O al menos, eso creía yo.

Para ser sincero no tenía ni idea de que existía esa película, es de 2009 pero desde luego después de verla me dieron ganas de matar a alguien, o por lo menos pegarle unos cuantos gritos. 

¿A quién se le ocurrió semejante blasfemia? ¿en qué estaban pensando? No pude evitar compararla con Crepúsculo, porque en ambos caso han hecho lo mismo, han cogido un mito se han cagado encima le han puesto purpurina y lo han tirado a la basura.

Si no la habéis visto, por favor no la veáis, si ya la visteis, espero que hayáis podido borrarla de vuestra mente y no os haya dejado secuelas.

Después de verla he buscado por Internet y resulta que fue la peor película de 2009, y no me extraña, sobre todo cuando el propio director de la película no sabía quien o que era Goku. Lo que demuestra que el dinero y los grandes presupuestos no garantizan el éxito.

Luego te encuentras cortos rodados por aficionados a la historia y al universo creado por Akira Toriyama sin presupuesto, que te dejan con la boca abierta. Y es que hay cosas que es mejor hacerlas con personas que respetan la historia, los personajes y a los aficionados.

Goku, perdónales porque no sabían lo que hacían.

Os dejo un ejemplo que vale la pena, seguro que lo volveréis a ver otra vez si ya lo hicisteis.

 

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Consternado no, lo siguiente.

Siempre me ha gustado Dragon Ball, fui uno de esos niños que creció viéndolo en catalán en TV3, y fui uno de esos niños que se enamoró de Goku. Hoy soy un adulto y me sigue gustando y le hablo de ella a mi hijo, y es una serie pendiente para ver juntos.

Así que hace poco cuando vi que hacían una película que se llamaba Dragon Ball Evolutión, la grabé para verla con cangerjito. Pero la otra noche decidí verla solo, seguro que sería una de esas películas que ves montones de veces. O al menos, eso creía yo.

Para ser sincero no tenía ni idea de que existía esa película, es de 2009 pero desde luego después de verla me dieron ganas de matar a alguien, o por lo menos pegarle unos cuantos gritos. 

¿A quién se le ocurrió semejante blasfemia? ¿en qué estaban pensando? No pude evitar compararla con Crepúsculo, porque en ambos caso han hecho lo mismo, han cogido un mito se han cagado encima le han puesto purpurina y lo han tirado a la basura.

Si no la habéis visto, por favor no la veáis, si ya la visteis, espero que hayáis podido borrarla de vuestra mente y no os haya dejado secuelas.

Después de verla he buscado por Internet y resulta que fue la peor película de 2009, y no me extraña, sobre todo cuando el propio director de la película no sabía quien o que era Goku. Lo que demuestra que el dinero y los grandes presupuestos no garantizan el éxito.

Luego te encuentras cortos rodados por aficionados a la historia y al universo creado por Akira Toriyama sin presupuesto, que te dejan con la boca abierta. Y es que hay cosas que es mejor hacerlas con personas que respetan la historia, los personajes y a los aficionados.

Goku, perdónales porque no sabían lo que hacían.

Os dejo un ejemplo que vale la pena, seguro que lo volveréis a ver otra vez si ya lo hicisteis.

 

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Regalos para embarazadas frikis

En este blog, hemos recomendado regalos ideales para madres y padres frikis, ya sea por los Días de la Madre y del Padre, o por cualquier otro motivo. Pero hay algo que nunca hemos recomendado: regalos para embarazadas. Para mujeres embarazadas que sean frikis, se entiende. ¡Aquí vienen algunas ideas! 1. Belly painting Este término en …continúa leyendo «Regalos para embarazadas frikis»

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Diez formas de violencia de género digital

Desde aquí nos hacemos eco de la campaña Diez formas de violencia de género digital, realizada por PantallasAmigas y apoyada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad Los estudios señalan la prevalencia creciente de la violencia contra las mujeres, especialmente entre adolescentes y ejercida en el contexto digital mediando redes sociales y programas … Seguir leyendo Diez formas de violencia de género digital

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El sueño en la infancia: apego, colecho, lactancia y despertares

El sueño de los más pequeños es uno de los temas que más preocupan a los padres. Y preocupa porque no lo entendemos. El sueño de los bebés se parece poco al de los niños, y el de éstos también es distinto al de adultos jóvenes o ancianos. Si entendemos el sueño como un proceso …

El artículo El sueño en la infancia: apego, colecho, lactancia y despertares se publicó originalmente en Psicólogo Valencia, Alberto Soler · Consulta y psicoterapia Online.

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Espectacular Mundialito de fútbol base en Cambrils

Se acerca la Semana Santa, época de procesiones religiosas, de vacaciones escolares y de torneos deportivos varios. Esta año en nuestra población, Cambrils, se celebra el Mundialito de Futbol Base, en su 24a edición. Un acontecimiento multitudinario que se ha celebrado en diversas sedes, la última en portugal, y que este año traerá a la provincia de Tarragona, miles de niños para participar en un torneo espectacular.  
Espectacular por lo que mueve, con la presencia de 4000 jugadores de 200 equipos de 50 países diferentes. A ello hay que sumar familiares y técnicos.

Espectacular por el montaje, sobre todo a nivel de infraestructuras. Transformarán el campo de atletismo de Cambrils en un estadio con capacidad para 10.000 personas, pasando a ser el segundo estadio más grande de la provincia después del campo del Nástic y por encima del del Reus Deportiu. Además contará con un museo del fútbol, fun zone, plató TV con programas en directo, zona de restauración entre otros muchos servicios. 

Espectacular por los equipos que vienen. Sólo hace falta de ver el cartel. A parte de los equipos españoles de primera línea, visitarán Cambrils equipos de las mejores ligas europeas y hasta equipos de otros continentes. 

Espectaculares por la organización con una gran ceremonia inaugural y una de clausura con premios para todos los chicos.
Y lo mejor de todo es que lo podremos disfrutar con nuestro pequeño. Pau compite en la categoría benjamín con su equipo. Jugarán contra el Fenerbahçe Turco, un equipo de Brasil, uno de USA y uno de Polonia. 

De todo sólo me fastidia una cosa, sólo una. Que sólo podré ver uno de los partidos de la fase de grupos, porque el resto se juegan entre semana y el trabajo no perdona. Así que espero que Pau como sus compañeros disfruten del torneo, por encima de si ganan o no, y que todos aquellos que vengáis de fuera os sintáis bien acogidos en nuestro pueblo. 
Nos vemos por el mundialito 😉
Web con toda la información del mundialito: http://mundialito.org/
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Espectacular Mundialito de fútbol base en Cambrils

Se acerca la Semana Santa, época de procesiones religiosas, de vacaciones escolares y de torneos deportivos varios. Esta año en nuestra población, Cambrils, se celebra el Mundialito de Futbol Base, en su 24a edición. Un acontecimiento multitudinario que se ha celebrado en diversas sedes, la última en portugal, y que este año traerá a la provincia de Tarragona, miles de niños para participar en un torneo espectacular.  
Espectacular por lo que mueve, con la presencia de 4000 jugadores de 200 equipos de 50 países diferentes. A ello hay que sumar familiares y técnicos.

Espectacular por el montaje, sobre todo a nivel de infraestructuras. Transformarán el campo de atletismo de Cambrils en un estadio con capacidad para 10.000 personas, pasando a ser el segundo estadio más grande de la provincia después del campo del Nástic y por encima del del Reus Deportiu. Además contará con un museo del fútbol, fun zone, plató TV con programas en directo, zona de restauración entre otros muchos servicios. 

Espectacular por los equipos que vienen. Sólo hace falta de ver el cartel. A parte de los equipos españoles de primera línea, visitarán Cambrils equipos de las mejores ligas europeas y hasta equipos de otros continentes. 

Espectaculares por la organización con una gran ceremonia inaugural y una de clausura con premios para todos los chicos.
Y lo mejor de todo es que lo podremos disfrutar con nuestro pequeño. Pau compite en la categoría benjamín con su equipo. Jugarán contra el Fenerbahçe Turco, un equipo de Brasil, uno de USA y uno de Polonia. 

De todo sólo me fastidia una cosa, sólo una. Que sólo podré ver uno de los partidos de la fase de grupos, porque el resto se juegan entre semana y el trabajo no perdona. Así que espero que Pau como sus compañeros disfruten del torneo, por encima de si ganan o no, y que todos aquellos que vengáis de fuera os sintáis bien acogidos en nuestro pueblo. 
Nos vemos por el mundialito 😉
Web con toda la información del mundialito: http://mundialito.org/
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El 100

Hace unas semanas fue el día 100 del curso en el cole de los pequeños padawanes. No sé qué hicieron en clase o en el patio, o qué inventó la Seño para que los peques disfrutaran de ese día. Pero sí sé que fue un día redondo, una cifra redonda.

Meses atrás, un año atrás, ver salir del cole a Luke con las manos cargadas de regalos y globos, la mochila llena de caramelos, manualidades y monigotes

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El 100

Hace unas semanas fue el día 100 del curso en el cole de los pequeños padawanes. No sé qué hicieron en clase o en el patio, o qué inventó la Seño para que los peques disfrutaran de ese día. Pero sí sé que fue un día redondo, una cifra redonda.

Meses atrás, un año atrás, ver salir del cole a Luke con las manos cargadas de regalos y globos, la mochila llena de caramelos, manualidades y monigotes de goma eva, y sobre todo, un gorro rosa en la cabeza con un ‘100’ enorme, para mí era inimaginable. Meses atrás, un año atrás, solo pensaba en el cambio de casa, cambio de cole, de Seño, de amigos… cambio de vida. Pero los padawanes me borran la mente y me pintan una sonrisa. Salimos del cole, los tres de la mano, y a Luke se le acumulan las historias y las anécdotas en la boca. Nos vamos a casa cargados de cosas y de risas, felices, riendo en el coche, hiperactivos. Mientras termino de preparar la comida, Leia lee un libro sentada en la encimera. Está leyendo a todas horas. Y el pequeño sigue riendo y bailando alrededor mía, sigue acelerado, como cuando le toca el turno de ser el encargado de la clase.

Meses atrás, un año atrás, no podía imaginar un día como ese. El día 100 fue un gran día en la Academia-Jedi. Ha habido más, pero ese fue especial. De esto hace ya unas semanas, como os dije al principio. Ayer le tocó de nuevo ser el encargado de clase, y Luna ha pasado la noche en casa. Y ahora el que se pasa el día leyendo sus fichas y libros de dinosaurios es él.

Da la casualidad de que por esas fechas descubrí en The Blue Monster, otro de los blogs que sigo, el poema del pedagogo italiano Loris Malaguzzi, ‘Los cien lenguajes del niño‘.

El niño está hecho de cien.
El niño tiene cien lenguas, cien manos, cien pensamientos,
cien maneras de pensar, de jugar y de hablar.
Cien.
Siempre cien, maneras de escuchar, de sorprenderse, de amar,
cien alegrías para cantar y entender, cien mundos que descubrir,
cien mundos que inventar, cien mundos que soñar.
El niño tiene cien lenguas (y además de cien, cien más),
pero le roban noventa y nueve.
La escuela y la cultura le separan la cabeza del cuerpo.
Le dicen:
Que debe pensar sin manos, actuar sin cabeza, escuchar y no hablar,
entender sin alegría, amar y sorprenderse sólo en Pascua y Navidad.
Le dicen:
Que descubra el mundo que ya existe y de cien le roban noventa y nueve.
Le dicen:
Que el juego y el trabajo, la realidad y la fantasía, la ciencia y la imaginación,
el cielo y la tierra, la razón y el sueño, son cosas que no van juntas.
Y le dicen:
Que el cien no existe.
El niño dice:
«¡EL CIEN EXISTE!»

(Los cien lenguajes del niño – Loris Malaguzzi)

Desde que yo soy padre, alguno de esos 100 los he ido recuperando. Pocos, muy pocos, pero lo suficiente como para disfrutar del Día 100 del cole. Para mí un día redondo.

¡Que la Fuerza os acompañe!
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Disney on Ice: Frozen – La crónica

Son las 08.00 y la HermanaMayor acaba de aparecer en nuestra habitación. Llevamos una semana con la cuenta atrás y, por fin, ha llegado el día. Casi 3 meses después de haber abierto el sobre que nos dejó Papá Noel en el árbol, hoy podremos disfrutar de nuestro regalo todos juntos. Esta tarde vamos a Disney on ice: Frozen!!

Tenemos el día planificado desde hace unas semanas: después de arreglarnos haremos unos bocatas y nos iremos a Barcelona (la sesión empieza a las 16.00). El HermanoMenor también está emocionado por el acontecimiento y no pierde la ocasión: de buena mañana ya lleva su disfraz de Mickey Mouse.
Salimos de casa pasadas las 13.00 y a eso de las 14.00 ya estamos por los alrededores del Palau Sant Jordi, justo en el momento en el que los espectadores de la sesión anterior (la de las 12.00) se están yendo… Gracias a esto conseguimos aparcar a pocos pasos de la entrada al Palau.
Comemos por la zona y una vez estamos listos la HermanaMayor se pone su fantástico disfraz de Elsa… Todas las niñas van emocionadas imitando a sus princesas preferidas; sin embargo para mi, mi niña es la más guapa, con esos grandes ojos que me miran expectantes mientras le voy contando que en poco rato estaremos viendo a Elsa y a Anna.
Entramos en el recinto y se nos ponen los pelos de punta: el merchandising nos deja sin sentido; todo es atractivo y llamativo para esas niñas que empiezan a pedir varitas luminosas giratorias, muñecos, peluches, bebidas de colores o palomitas…
Son las 15.30; en poco rato empieza el espectáculo y ya estamos todos nerviosos, así que nos vamos a buscar nuestros asientos. Tras cruzar la cortina nos quedamos boquiabiertos: aparece ante nosotros esa pista de hielo iluminada de azul, preciosa, perfecta y con la banda sonora de Frozen de fondo.
El HermanoMenor también está nervioso; no hace más que preguntar si ya empieza, aunque no tiene del todo claro qué es lo que va a ver…
Poco a poco el Palau se va llenando, cada vez más Elsas y Annas inundan las gradas. Y todas con un sentimiento común: nervios porque empiece ya Disney on Ice… Y de repente se escucha: «Señoras y señores, en 10 minutos empieza el espectáculo»… Qué nervios! Tras esos 10 minutos interminables se apagan las luces del Sant Jordi y únicamente queda iluminada la pista: Aparecen Mickey y Minnie y el público enloquece. Mi pequeño príncipe adora a Mickey y casi ni pestañea cuando lo ve. Le siguen Goofy y Donald y entre todos nos presentan lo que vamos a ver: Una historia de amor… Aparecen Blancanieves y el príncipe azul, Cenicienta y el príncipe, Aurora y Felipe, Ariel y Eric, Rapunzel y Eugene, Timón y Pumba, Dory y Nemo, Buzz LightYear y Buddy… Y por último nos presentan la historia principal: Frozen.
Aparece Cristoff con Sven cuando eran pequeños y comienza la historia que todos conocemos. La puesta en escena es magnífica: Cada detalle, cada movimiento; el staff cambiando el decorado sutilmente… Todo está calculado al milímetro para que salga bien. Nadie aparta la vista de esos personajes que tantas veces hemos visto en la televisión y hoy son de carne y hueso.
El espectáculo recrea la película Frozen en patinaje sobre hielo. Es todo tan bonito, tan especial y tan divertido… Mi hija se parte de risa con Olaf, la chispa graciosa que, como en la película, en cualquier momento te arranca una carcajada. 
Hacen una pausa de unos 10-15 minutos y la aprovechamos para comprar unas palomitas (básicamente para calmar el ansia consumista de la HermanaMayor).
Empieza la segunda parte y continuamos con las vivencias de estas dos hermanas y acabamos cantando “Libre soy” al mismo tiempo que Elsa. Seguimos encandilados con el juego de luces y efectos; incluso Anna se convierte en estatua de hielo!! Menos mal que el acto de amor verdadero la convierte de nuevo en humana.
El espectáculo está llegando a su fin, aunque en realidad no queremos que sea así… Ya para acabar vuelven a salir Mickey, Minnie y el resto de personajes a despedirse. Los saludamos a todos efusivamente intentando retener en nuestra mente cada minuto de lo que hemos visto durante estas casi dos horas.
La valoración de mi Princesa ha sido: «Mama, no m’ha agradat. M’ha encantat (Mama, no me ha gustado. Me ha encantado)». En realidad, los 4 hemos salido encantados y emocionados sabiendo que estas navidades volveremos a pedirle a Papá Noel las entradas para el año que viene: Disney on ice – Un mundo mágico.
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Disney on Ice: Frozen – La crónica

Son las 08.00 y la HermanaMayor acaba de aparecer en nuestra habitación. Llevamos una semana con la cuenta atrás y, por fin, ha llegado el día. Casi 3 meses después de haber abierto el sobre que nos dejó Papá Noel en el árbol, hoy podremos disfrutar de nuestro regalo todos juntos. Esta tarde vamos a Disney on ice: Frozen!!

Tenemos el día planificado desde hace unas semanas: después de arreglarnos haremos unos bocatas y nos iremos a Barcelona (la sesión empieza a las 16.00). El HermanoMenor también está emocionado por el acontecimiento y no pierde la ocasión: de buena mañana ya lleva su disfraz de Mickey Mouse.
Salimos de casa pasadas las 13.00 y a eso de las 14.00 ya estamos por los alrededores del Palau Sant Jordi, justo en el momento en el que los espectadores de la sesión anterior (la de las 12.00) se están yendo… Gracias a esto conseguimos aparcar a pocos pasos de la entrada al Palau.
Comemos por la zona y una vez estamos listos la HermanaMayor se pone su fantástico disfraz de Elsa… Todas las niñas van emocionadas imitando a sus princesas preferidas; sin embargo para mi, mi niña es la más guapa, con esos grandes ojos que me miran expectantes mientras le voy contando que en poco rato estaremos viendo a Elsa y a Anna.
Entramos en el recinto y se nos ponen los pelos de punta: el merchandising nos deja sin sentido; todo es atractivo y llamativo para esas niñas que empiezan a pedir varitas luminosas giratorias, muñecos, peluches, bebidas de colores o palomitas…
Son las 15.30; en poco rato empieza el espectáculo y ya estamos todos nerviosos, así que nos vamos a buscar nuestros asientos. Tras cruzar la cortina nos quedamos boquiabiertos: aparece ante nosotros esa pista de hielo iluminada de azul, preciosa, perfecta y con la banda sonora de Frozen de fondo.
El HermanoMenor también está nervioso; no hace más que preguntar si ya empieza, aunque no tiene del todo claro qué es lo que va a ver…
Poco a poco el Palau se va llenando, cada vez más Elsas y Annas inundan las gradas. Y todas con un sentimiento común: nervios porque empiece ya Disney on Ice… Y de repente se escucha: «Señoras y señores, en 10 minutos empieza el espectáculo»… Qué nervios! Tras esos 10 minutos interminables se apagan las luces del Sant Jordi y únicamente queda iluminada la pista: Aparecen Mickey y Minnie y el público enloquece. Mi pequeño príncipe adora a Mickey y casi ni pestañea cuando lo ve. Le siguen Goofy y Donald y entre todos nos presentan lo que vamos a ver: Una historia de amor… Aparecen Blancanieves y el príncipe azul, Cenicienta y el príncipe, Aurora y Felipe, Ariel y Eric, Rapunzel y Eugene, Timón y Pumba, Dory y Nemo, Buzz LightYear y Buddy… Y por último nos presentan la historia principal: Frozen.
Aparece Cristoff con Sven cuando eran pequeños y comienza la historia que todos conocemos. La puesta en escena es magnífica: Cada detalle, cada movimiento; el staff cambiando el decorado sutilmente… Todo está calculado al milímetro para que salga bien. Nadie aparta la vista de esos personajes que tantas veces hemos visto en la televisión y hoy son de carne y hueso.
El espectáculo recrea la película Frozen en patinaje sobre hielo. Es todo tan bonito, tan especial y tan divertido… Mi hija se parte de risa con Olaf, la chispa graciosa que, como en la película, en cualquier momento te arranca una carcajada. 
Hacen una pausa de unos 10-15 minutos y la aprovechamos para comprar unas palomitas (básicamente para calmar el ansia consumista de la HermanaMayor).
Empieza la segunda parte y continuamos con las vivencias de estas dos hermanas y acabamos cantando “Libre soy” al mismo tiempo que Elsa. Seguimos encandilados con el juego de luces y efectos; incluso Anna se convierte en estatua de hielo!! Menos mal que el acto de amor verdadero la convierte de nuevo en humana.
El espectáculo está llegando a su fin, aunque en realidad no queremos que sea así… Ya para acabar vuelven a salir Mickey, Minnie y el resto de personajes a despedirse. Los saludamos a todos efusivamente intentando retener en nuestra mente cada minuto de lo que hemos visto durante estas casi dos horas.
La valoración de mi Princesa ha sido: «Mama, no m’ha agradat. M’ha encantat (Mama, no me ha gustado. Me ha encantado)». En realidad, los 4 hemos salido encantados y emocionados sabiendo que estas navidades volveremos a pedirle a Papá Noel las entradas para el año que viene: Disney on ice – Un mundo mágico.
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