Horóscopo infantíl

   Aries.Tiene una energía y una curiosidad que lo impulsarán a hablar y caminar muy pronto, así que no se le podrá quitar ojo en ningún momento. Les gusta ser el centro de atención y necesitan demostración de cariño constante. No es rencoroso aunque tiene mal genio. Es un líder nato y amigo de sus amigos.

   Tauro.Cariñoso, dulce y mimoso. De carácter sereno, no necesita ser el centro de atención y es posible que no se sienta cómodo bajo la mirada de un gran grupo de gente. Les encantan los dulces. Como buen tauro son testarudos y muy trabajadores. Le interesan las disciplinas artísticas y posee una gran sensibilidad.

    Géminis.Es uno de los signos más inteligentes del zodíaco. Su curiosidad le hará empezar a caminar muy pronto y buscará los espacios abiertos que le aporten muchos estímulos y alimenten sus ansias de saber. Necesita actividad y exige mucha atención. Le encanta aprender. Es alegre y amigo de sus amigos.

    Cáncer.Son niños muy sensibles y alegres, aunque con frecuentes cambios de humor. Necesitan mucho cariño, tanto darlo como recibirlo. Tienen el instinto protector muy desarrollado. Posee una personalidad independiente e individualista, además de una gran imaginación. Siente mucho apego por su familia, sus amigos y sus juguetes.

     Leo.Alegre y divertido, siempre buscará ser el centro de atención. Es un niño muy carismático, con tendencia al liderazgo. Necesita la aprobación en todo lo que hace y no acepta muy bien las críticas. Es independiente y  necesita mucha libertad. Es sociable, valiente y decidido.

      Virgo.Los niños Virgo son sensibles e inteligentes. Ordenados y con tendencia a la racionalidad. Pese a estas cualidades son niños de naturaleza tímida. Son disciplinados y perfeccionistas, aptitudes que le irán muy bien en la escuela. Es de carácter apacible y amigo de sus amigos.

      Libra.Son dulces y sociables. Con su sonrisa conquistará a grandes y pequeños. Tiende a buscar el equilibrio y no le gustan los conflictos. Destacan en la escuela por su inteligencia y capacidad lógica. Es muy curioso y su deseo de saber no tiene límites. Es imaginativo y divertido. Buen amigo de sus amigos.

      Escorpio.Escorpio todo pasión. Desde pequeño mostrará inclinación por las peleas y las actividades donde descargar toda su fuerza y conseguir salir victorioso. Su personalidad es fuerte y su mente brillante. Posee un gran magnetismo. Es sincero y transparente. Puede parecer distante, pero es un amigo leal y fiel.

     Sagitario. Su alegría se contagia todos. Tiene un gran sentido del humor. Es inquieto y aventurero. Es el preguntón del zodiaco, juntan su energía y su curiosidad y pueden llegar a ser agotadores. En los estudios se distrae con facilidad y no es muy constante, pero le salva su inteligencia. Necesita una manera dinámica de aprender.

horoscopo niños capricornio 
    Capricornio.Es un niño muy maduro. Tiene claro lo que quiere desde pequeño y no se le ve dudar. Intentará siempre lograr sus objetivos. Son organizados y con rutinas muy marcadas. Sabe cuidar a sus amigos. En la escuela será trabajador y buen estudiante. Tímido pero decidido.

 

    Acuario.Es el rebelde del zodiaco. Inteligente y de una curiosidad insaciable, aprende a gran velocidad. Necesitas nuevos estímulos para no caer en el aburrimiento. Es de carácter variable e inconstante. Es original y creativo tanto en el arte como en las ciencias. Son lógicos y prácticos. Es independiente, sociable, divertido y alegre.

    Piscis.Viven en su mundo de fantasía, pero a la vez son sensatos. Siguen su propia lógica y comoen y duermen cuando quieren. Son intuitivos y sensibles. Se sienten cómodos en la naturaleza. Tienen grandes aptitudes para las artes, música, pintura… Son originales divertidos y grandes amigos.
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Horóscopo infantíl

   Aries.Tiene una energía y una curiosidad que lo impulsarán a hablar y caminar muy pronto, así que no se le podrá quitar ojo en ningún momento. Les gusta ser el centro de atención y necesitan demostración de cariño constante. No es rencoroso aunque tiene mal genio. Es un líder nato y amigo de sus amigos.

   Tauro.Cariñoso, dulce y mimoso. De carácter sereno, no necesita ser el centro de atención y es posible que no se sienta cómodo bajo la mirada de un gran grupo de gente. Les encantan los dulces. Como buen tauro son testarudos y muy trabajadores. Le interesan las disciplinas artísticas y posee una gran sensibilidad.

    Géminis.Es uno de los signos más inteligentes del zodíaco. Su curiosidad le hará empezar a caminar muy pronto y buscará los espacios abiertos que le aporten muchos estímulos y alimenten sus ansias de saber. Necesita actividad y exige mucha atención. Le encanta aprender. Es alegre y amigo de sus amigos.

    Cáncer.Son niños muy sensibles y alegres, aunque con frecuentes cambios de humor. Necesitan mucho cariño, tanto darlo como recibirlo. Tienen el instinto protector muy desarrollado. Posee una personalidad independiente e individualista, además de una gran imaginación. Siente mucho apego por su familia, sus amigos y sus juguetes.

     Leo.Alegre y divertido, siempre buscará ser el centro de atención. Es un niño muy carismático, con tendencia al liderazgo. Necesita la aprobación en todo lo que hace y no acepta muy bien las críticas. Es independiente y  necesita mucha libertad. Es sociable, valiente y decidido.

      Virgo.Los niños Virgo son sensibles e inteligentes. Ordenados y con tendencia a la racionalidad. Pese a estas cualidades son niños de naturaleza tímida. Son disciplinados y perfeccionistas, aptitudes que le irán muy bien en la escuela. Es de carácter apacible y amigo de sus amigos.

      Libra.Son dulces y sociables. Con su sonrisa conquistará a grandes y pequeños. Tiende a buscar el equilibrio y no le gustan los conflictos. Destacan en la escuela por su inteligencia y capacidad lógica. Es muy curioso y su deseo de saber no tiene límites. Es imaginativo y divertido. Buen amigo de sus amigos.

      Escorpio.Escorpio todo pasión. Desde pequeño mostrará inclinación por las peleas y las actividades donde descargar toda su fuerza y conseguir salir victorioso. Su personalidad es fuerte y su mente brillante. Posee un gran magnetismo. Es sincero y transparente. Puede parecer distante, pero es un amigo leal y fiel.

     Sagitario. Su alegría se contagia todos. Tiene un gran sentido del humor. Es inquieto y aventurero. Es el preguntón del zodiaco, juntan su energía y su curiosidad y pueden llegar a ser agotadores. En los estudios se distrae con facilidad y no es muy constante, pero le salva su inteligencia. Necesita una manera dinámica de aprender.

horoscopo niños capricornio 
    Capricornio.Es un niño muy maduro. Tiene claro lo que quiere desde pequeño y no se le ve dudar. Intentará siempre lograr sus objetivos. Son organizados y con rutinas muy marcadas. Sabe cuidar a sus amigos. En la escuela será trabajador y buen estudiante. Tímido pero decidido.

 

    Acuario.Es el rebelde del zodiaco. Inteligente y de una curiosidad insaciable, aprende a gran velocidad. Necesitas nuevos estímulos para no caer en el aburrimiento. Es de carácter variable e inconstante. Es original y creativo tanto en el arte como en las ciencias. Son lógicos y prácticos. Es independiente, sociable, divertido y alegre.

    Piscis.Viven en su mundo de fantasía, pero a la vez son sensatos. Siguen su propia lógica y comoen y duermen cuando quieren. Son intuitivos y sensibles. Se sienten cómodos en la naturaleza. Tienen grandes aptitudes para las artes, música, pintura… Son originales divertidos y grandes amigos.
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Ningún oso es mimoso y no olvides que soy un niño

Resulta que cuando nos ponemos a hablar de niños, se nos cruzan tres cables en la cabeza y comenzamos a imaginar cosas que no son. Por ejemplo, los niños dejan de serlo para ser llamados peques, pitufinos, o cualquier otra tontería… pero con cariño, claro
Navegando por internet me encuentro un cd para niños que fue producido por Fito Páez, Carlos Villavicencio y Daniel Grinbank en 1991 que se llama “Piojos y Piojitos”. Muy listos en elegir el nombre. Seguramente la versión para adultos se llamará “Ladilla y Ladillones”. Musicalmente debe ser buenisimo, pero han sido muy bobos al elegir el nombre. Ningún niño es un piojo. Ni con cariño.
Disculpen pero tuve que hacer una pausa. En búsqueda de inspiración veo que en un foro de yahoo hay una persona que pide ayuda para ponerle un nombre a un jardín de infantes. Lean las propuestas de la primer respuesta del foro:  «Patito Coleton», «Rayito de Sol», «Mil Rayitas», «Castillito», «Pimpollito», «Pulgarcito». No se puede ser más bobo.
La segunda respuesta fue más atrevida. “Oso mimoso” dijo una persona que en su vida se ha encontrado con un oso frente a frente. En caso de una escuela para adultos, se podría proponer “el oso peligroso”, por lo menos también rima. 
Porque nos ponemos asi? es que los niños no se merecen un nombre de jardín de infantes que entiendan, que les represente. Qué es eso de “pimpollito”? si me vas a decir una metáfora, mejor te lo ahorras. Y eso de mil rayitas? que es? un traje de preso acaso. Dejense de… crear.
Nombres de flores, de árboles o de  animales de su propio entorno natural, pueden ser una opción. Nombres propios que representen personas o lugares con un legado histórico o cultural. Es que los niños merecen ser tratados como niños. No es tan difícil.
No se, me da cosa que la “tortuga viajera” se moleste con esto. Es a favor de la fantasía de los niños. No la nuestra.
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Ningún oso es mimoso y no olvides que soy un niño

Resulta que cuando nos ponemos a hablar de niños, se nos cruzan tres cables en la cabeza y comenzamos a imaginar cosas que no son. Por ejemplo, los niños dejan de serlo para ser llamados peques, pitufinos, o cualquier otra tontería… pero con cariño, claro
Navegando por internet me encuentro un cd para niños que fue producido por Fito Páez, Carlos Villavicencio y Daniel Grinbank en 1991 que se llama “Piojos y Piojitos”. Muy listos en elegir el nombre. Seguramente la versión para adultos se llamará “Ladilla y Ladillones”. Musicalmente debe ser buenisimo, pero han sido muy bobos al elegir el nombre. Ningún niño es un piojo. Ni con cariño.
Disculpen pero tuve que hacer una pausa. En búsqueda de inspiración veo que en un foro de yahoo hay una persona que pide ayuda para ponerle un nombre a un jardín de infantes. Lean las propuestas de la primer respuesta del foro:  «Patito Coleton», «Rayito de Sol», «Mil Rayitas», «Castillito», «Pimpollito», «Pulgarcito». No se puede ser más bobo.
La segunda respuesta fue más atrevida. “Oso mimoso” dijo una persona que en su vida se ha encontrado con un oso frente a frente. En caso de una escuela para adultos, se podría proponer “el oso peligroso”, por lo menos también rima. 
Porque nos ponemos asi? es que los niños no se merecen un nombre de jardín de infantes que entiendan, que les represente. Qué es eso de “pimpollito”? si me vas a decir una metáfora, mejor te lo ahorras. Y eso de mil rayitas? que es? un traje de preso acaso. Dejense de… crear.
Nombres de flores, de árboles o de  animales de su propio entorno natural, pueden ser una opción. Nombres propios que representen personas o lugares con un legado histórico o cultural. Es que los niños merecen ser tratados como niños. No es tan difícil.
No se, me da cosa que la “tortuga viajera” se moleste con esto. Es a favor de la fantasía de los niños. No la nuestra.
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Aprende a jugar con tu hijo

Aprende a jugar con tu hijo

Para el desarrollo de tu hijo es muy importante que aprendas a jugar con él. Te explicamos cuáles son las distintas etapas del juego y cómo interaccionar con él en cada una de ellas.

En las charlas pedagógicas «Juguetes para jugar y educar», organizadas por Imaginarium el pasado 27 de octubre en Madrid, un equipo de pedagogas explicó cómo seleccionar los juguetes ideales para cada niño según su edad. Te resumimos las recomendaciones de las expertas en educación infantil Elizabeth Fodor y Montserrat Morán y la colaboradora de Educación Sin Fronteras, Imma Marín.

Debes tener presente que el trabajo del niño consiste en jugar y que no importa tanto el juguete en sí, como el modo que tiene el niño de jugar con él. Por ese motivo, es importante explicarle al pequeño cómo debe jugar con cada juguete. Éste tiene una misión muy significativa: enseñar al niño lo que es la vida (sentir, pensar y hacer).

Los padres debéis ser conscientes de que los juguetes sirven para educar y divertir, no para distraer. No dejes a tu pequeño sólo con los juguetes; interviene y juega con él. Según los expertos, los padres deberían dedicar media hora al día a jugar con sus hijos.

EXPERIMENTACIÓN SENSORIOMOTORA (desde los 3 años)

El conocimiento del niño se desarrolla a través de los sentidos. Eso ya no cambia con la edad. El niño aprende a conocer y amar las cosas. La curiosidad se fundamente como motor del aprendizaje. Con la ayuda de un adulto, el niño aprende más porque se da respuesta a sus inquietudes. El papel del adulto también es muy importante para reconocer los logros del pequeño, que asocia el reconocimiento a la culminación del aprendizaje.

EL JUEGO SIMBÓLICO (a partir de los 3 años)

A partir de los 3 años, el niño toma consciencia de ser un ser autónomo y único. Es la época de los porqués, de la cabezonería y de la repetición de gestos. En ese momento aparece el juego simbólico, que permite al niño expresar sus sentimientos, sus vivencias y sus miedos. Es también cuando el pequeño desarroll​a la capacidad de transformación: cualquier cosa puede ser lo que imagina.

CONSTRUCCIONES (de 3 a 5 años)

Es el gran momento para los juegos que implican movimiento y para las construcciones. En este período, el límite del juego está en la imaginación y no en el juguete. Incluso es posible jugar sin juguetes.

JUEGOS DE REGLAS (hasta los 8 años)

Los niños quieren jugar con los padres. Si se han creado hábitos de juego desde la infancia, eso podrá proseguir como una vía abierta de diálogo familiar porque el juego crea complicidad y rompe jerarquías. No olvides que el juego es una capacidad y necesidad de la persona a cualquier edad.
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Aprende a jugar con tu hijo

Aprende a jugar con tu hijo

Para el desarrollo de tu hijo es muy importante que aprendas a jugar con él. Te explicamos cuáles son las distintas etapas del juego y cómo interaccionar con él en cada una de ellas.

En las charlas pedagógicas «Juguetes para jugar y educar», organizadas por Imaginarium el pasado 27 de octubre en Madrid, un equipo de pedagogas explicó cómo seleccionar los juguetes ideales para cada niño según su edad. Te resumimos las recomendaciones de las expertas en educación infantil Elizabeth Fodor y Montserrat Morán y la colaboradora de Educación Sin Fronteras, Imma Marín.

Debes tener presente que el trabajo del niño consiste en jugar y que no importa tanto el juguete en sí, como el modo que tiene el niño de jugar con él. Por ese motivo, es importante explicarle al pequeño cómo debe jugar con cada juguete. Éste tiene una misión muy significativa: enseñar al niño lo que es la vida (sentir, pensar y hacer).

Los padres debéis ser conscientes de que los juguetes sirven para educar y divertir, no para distraer. No dejes a tu pequeño sólo con los juguetes; interviene y juega con él. Según los expertos, los padres deberían dedicar media hora al día a jugar con sus hijos.

EXPERIMENTACIÓN SENSORIOMOTORA (desde los 3 años)

El conocimiento del niño se desarrolla a través de los sentidos. Eso ya no cambia con la edad. El niño aprende a conocer y amar las cosas. La curiosidad se fundamente como motor del aprendizaje. Con la ayuda de un adulto, el niño aprende más porque se da respuesta a sus inquietudes. El papel del adulto también es muy importante para reconocer los logros del pequeño, que asocia el reconocimiento a la culminación del aprendizaje.

EL JUEGO SIMBÓLICO (a partir de los 3 años)

A partir de los 3 años, el niño toma consciencia de ser un ser autónomo y único. Es la época de los porqués, de la cabezonería y de la repetición de gestos. En ese momento aparece el juego simbólico, que permite al niño expresar sus sentimientos, sus vivencias y sus miedos. Es también cuando el pequeño desarroll​a la capacidad de transformación: cualquier cosa puede ser lo que imagina.

CONSTRUCCIONES (de 3 a 5 años)

Es el gran momento para los juegos que implican movimiento y para las construcciones. En este período, el límite del juego está en la imaginación y no en el juguete. Incluso es posible jugar sin juguetes.

JUEGOS DE REGLAS (hasta los 8 años)

Los niños quieren jugar con los padres. Si se han creado hábitos de juego desde la infancia, eso podrá proseguir como una vía abierta de diálogo familiar porque el juego crea complicidad y rompe jerarquías. No olvides que el juego es una capacidad y necesidad de la persona a cualquier edad.
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Yo antes tenía un blog

¿Os acordais cuando tenía un blog que se llamaba paparracho y mamanatas y unas veces escribía yo y otras mamanatas y otras entre los dos? Ay, qué tiempos aquellos… cómo lo disfrutaba. ¿Y por qué ahora aparecemos menos por aquí que Rouco Varela en las manifestaciones contra los recortes? Vosotros, sufridos y pacientes lectores, os […]

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Ojos que no ven…

Tal y como leí hace poco en la web de una importante institución educativa, muy posiblemente, una de las principales virtudes que debe tener un/a docente sea su capacidad para creer en sus alumnos/as, ser capaz de confiar en que cada persona encarna un talento y que ese talento puede llenar de vida y de pasión toda su existencia. Para ello «sólo» se necesita que alguien se acerque con fe y le brinde oportunidades para desarrollarse.

La clave, en mi opinión, está en ese acercamiento, que debe producirse con tal sutileza y tal empatía que, por desgracia, seguramente serán pocas las ocasiones en las que se propicia que el/la alumno/a brinde todas sus capacidades para que su profesor/a pueda potenciarlas. Siguiendo lo que nos dicta el sentido común, antes de acercarnos para tratar de ayudar a alguien lo primero que deberíamos hacer es observar, con suma curiosidad y sin cuitas de tiempo, dedicándonos con esmero a ver y analizar cuál o cuáles son sus inquietudes, sus necesidades, sus áreas de interés, sus dificultades… Sólo a través de un análisis concienzudo y respetuoso de todos estos aspectos podremos plantear oportunidades de mejora y tratar de guiar a esa persona para que saque de sí mismo/a todo su potencial y su talento. Pienso, por ello, que lo primero en la labor docente es tener los ojos muy abiertos, sólo a partir de esa disposición a observar podrá creer, confiar y ayudar a aquellas personas que tiene la responsabilidad de hacer crecer.
 
Hace algunas semanas, mientras asistía a una tutoría grupal del curso de mi hijo mayor (tiene 6 años y está en primer curso de Educación Primaria Obligatoria) una de sus maestras relató al grupo de madres y padres, como si de una anécdota simpática y jocosa se tratase, la cierta dificultad que están teniendo algunos/as de sus alumnos/as para «sumar con llevada». Ella escenificó como a estos/as pequeños/as «les faltan dedos en las manos para contar, por ejemplo, 9 más 8». Según nos contaba, cuando estos chicos o chicas llegan a 10 (tantos números como dedos tienen en sus manitas) se bloquean y no son capaces de seguir contando con precisión, algo que ella intenta soslayar diciéndoles que esos 10 se «los guarden en un bolsillo» y sigan contando de 1 en adelante hasta finalizar con la suma.
 
En mi modesta opinión, la solución aportada, que puede parecer a primera vista original y apropiada, refleja por sí misma una más que posible falta de compresión por parte de esta señora de cómo opera y evoluciona el pensamiento y se produce el desarrollo cognitivo a estas edades. Tal y como sugiriese al mundo, a mediados del pasado siglo XX, Jean Piaget, entre los 6-7 años de edad el cerebro de los niños y las niñas se encuentra en una fase muy sensible y delicada (preoperacional) en la que sólo pueden pensar en concreto, es decir, a través de aquellas cosas que pueden percibir, teniendo gran dificultad -e incluso incapacidad en ocasiones- para poder pensar en abstracto, ya que el asentamiento de conceptos etéreos y no concretos se consolida a partir de los 7 años en adelante y no se adquiere hasta los 12 años.
 
O sea, que mi hijo y sus compañeros/as se hayan en esa frontera, en esa etapa decisiva, en la que sus cerebros aún pensando en concreto estan siendo instruidos para que piensen en abstracto (una suma con llevada requiere de pensamiento abstracto) con lo que es más que esperable que muchos/as de ellos/as estén presentando dificultades que para nada se salen de la «normalidad». Suponer que guardando en el bolsillo lo que hemos sumado hasta 10 les ayudará, es suponer que ellos son capaces de guardar en su mente algo que ya no ven (pensar en abstracto), y aunque es una idea que puede llegar a servir, a muchos/as de ellos/as no les ayudará porque cuando saquen de su bolsillo lo que tenían y lo pretendan sumar con lo que sus dedos señalan ahora (7) volverán a empezar a contar desde el principio ya que precisamente lo que NO son capaces de hacer es sumar en abstracto; y así en un ciclo pernicioso que puede acabar con la autoestima y la motivación del chiquillo o la chiquilla.
 
En contra de lo que se prevé de cara a esta evaluación, me gustaría pensar que esta maestra no tendrá la tentación de calificar de insuficiente (suspender), por este motivo, el progreso en matemáticas de algunos/as de sus pupilos/as más rezagados, algo que, de producirse, no sería capaz de adjetivar, ni siquiera de valorar. En el supuesto caso, pienso que la nota irá dirigida más como advertencia a los padres y madres que a su propio/a alumno/a, porque si va encaminada a «castigar» a éste/a último/a, me atrevería a sentenciar que esta señora no debería seguir ejerciendo la docencia por mucho más tiempo. Suspender a un niño o niña que biológicamente no está preparado para asumir los retos cognitivos que se le presentan es una tremenda injusticia, y quiero entender que se puede llegar a cometer porque sus ojos no están lo suficientemente abiertos como para ejercer con respeto y delicadeza su labor docente. Como dice el viejo y sabio refranero, ojos que no ven…
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Ojos que no ven…

Tal y como leí hace poco en la web de una importante institución educativa, muy posiblemente, una de las principales virtudes que debe tener un/a docente sea su capacidad para creer en sus alumnos/as, ser capaz de confiar en que cada persona encarna un talento y que ese talento puede llenar de vida y de pasión toda su existencia. Para ello «sólo» se necesita que alguien se acerque con fe y le brinde oportunidades para desarrollarse.

La clave, en mi opinión, está en ese acercamiento, que debe producirse con tal sutileza y tal empatía que, por desgracia, seguramente serán pocas las ocasiones en las que se propicia que el/la alumno/a brinde todas sus capacidades para que su profesor/a pueda potenciarlas. Siguiendo lo que nos dicta el sentido común, antes de acercarnos para tratar de ayudar a alguien lo primero que deberíamos hacer es observar, con suma curiosidad y sin cuitas de tiempo, dedicándonos con esmero a ver y analizar cuál o cuáles son sus inquietudes, sus necesidades, sus áreas de interés, sus dificultades… Sólo a través de un análisis concienzudo y respetuoso de todos estos aspectos podremos plantear oportunidades de mejora y tratar de guiar a esa persona para que saque de sí mismo/a todo su potencial y su talento. Pienso, por ello, que lo primero en la labor docente es tener los ojos muy abiertos, sólo a partir de esa disposición a observar podrá creer, confiar y ayudar a aquellas personas que tiene la responsabilidad de hacer crecer.
 
Hace algunas semanas, mientras asistía a una tutoría grupal del curso de mi hijo mayor (tiene 6 años y está en primer curso de Educación Primaria Obligatoria) una de sus maestras relató al grupo de madres y padres, como si de una anécdota simpática y jocosa se tratase, la cierta dificultad que están teniendo algunos/as de sus alumnos/as para «sumar con llevada». Ella escenificó como a estos/as pequeños/as «les faltan dedos en las manos para contar, por ejemplo, 9 más 8». Según nos contaba, cuando estos chicos o chicas llegan a 10 (tantos números como dedos tienen en sus manitas) se bloquean y no son capaces de seguir contando con precisión, algo que ella intenta soslayar diciéndoles que esos 10 se «los guarden en un bolsillo» y sigan contando de 1 en adelante hasta finalizar con la suma.
 
En mi modesta opinión, la solución aportada, que puede parecer a primera vista original y apropiada, refleja por sí misma una más que posible falta de compresión por parte de esta señora de cómo opera y evoluciona el pensamiento y se produce el desarrollo cognitivo a estas edades. Tal y como sugiriese al mundo, a mediados del pasado siglo XX, Jean Piaget, entre los 6-7 años de edad el cerebro de los niños y las niñas se encuentra en una fase muy sensible y delicada (preoperacional) en la que sólo pueden pensar en concreto, es decir, a través de aquellas cosas que pueden percibir, teniendo gran dificultad -e incluso incapacidad en ocasiones- para poder pensar en abstracto, ya que el asentamiento de conceptos etéreos y no concretos se consolida a partir de los 7 años en adelante y no se adquiere hasta los 12 años.
 
O sea, que mi hijo y sus compañeros/as se hayan en esa frontera, en esa etapa decisiva, en la que sus cerebros aún pensando en concreto estan siendo instruidos para que piensen en abstracto (una suma con llevada requiere de pensamiento abstracto) con lo que es más que esperable que muchos/as de ellos/as estén presentando dificultades que para nada se salen de la «normalidad». Suponer que guardando en el bolsillo lo que hemos sumado hasta 10 les ayudará, es suponer que ellos son capaces de guardar en su mente algo que ya no ven (pensar en abstracto), y aunque es una idea que puede llegar a servir, a muchos/as de ellos/as no les ayudará porque cuando saquen de su bolsillo lo que tenían y lo pretendan sumar con lo que sus dedos señalan ahora (7) volverán a empezar a contar desde el principio ya que precisamente lo que NO son capaces de hacer es sumar en abstracto; y así en un ciclo pernicioso que puede acabar con la autoestima y la motivación del chiquillo o la chiquilla.
 
En contra de lo que se prevé de cara a esta evaluación, me gustaría pensar que esta maestra no tendrá la tentación de calificar de insuficiente (suspender), por este motivo, el progreso en matemáticas de algunos/as de sus pupilos/as más rezagados, algo que, de producirse, no sería capaz de adjetivar, ni siquiera de valorar. En el supuesto caso, pienso que la nota irá dirigida más como advertencia a los padres y madres que a su propio/a alumno/a, porque si va encaminada a «castigar» a éste/a último/a, me atrevería a sentenciar que esta señora no debería seguir ejerciendo la docencia por mucho más tiempo. Suspender a un niño o niña que biológicamente no está preparado para asumir los retos cognitivos que se le presentan es una tremenda injusticia, y quiero entender que se puede llegar a cometer porque sus ojos no están lo suficientemente abiertos como para ejercer con respeto y delicadeza su labor docente. Como dice el viejo y sabio refranero, ojos que no ven…
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Viajes románticos para aumentar la natalidad en Dinamarca

Bueno, pues hoy os presento la última ‘locura’ (o tal vez no tanto) danesa para incentivar el crecimiento de la natalidad.

Lo cierto es que el índice de natalidad en Dinamarca está ahora más bajo que nunca en los últimos 27 años y las políticas del gobierno no encuentran la solución.

Esto está causando un importante desequilibrio generacional y empiezan a ver que no hay suficiente población joven que pueda mantener al creciente número de ancianos.

Las estadísticas de la concepción danesa

Un estudio revela que el los daneses tienen 46% más de relaciones sexuales durante las vacaciones, y el 10% de los daneses fueron concebidos en un viaje de vacaciones.

¡Hazlo por Dinamarca!

Así se titula la campaña de Spies Travel, una agencia de viajes decidida a ayudar al gobierno de Dinamarca a cambiar estos ratios.

Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica
Este es el aspecto de la página de la promoción. En ella se puede leer en danés: «Hazlo por Dinamarca. Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica. EL SEXO PUEDE SALVAR EL FUTURO NACIONAL

De lo que se trata es de incentivar el turismo romántico para concebir hijos daneses con una doble recompensa:

1) Aquellas parejas que reserven un viaje en su agencia en el momento que ella esté ovulando se beneficiarán de un descuento en el viaje.

2)  Si tienen suerte y conciben un hijo durante sus vacaciones habrán ganado otro viaje gratis… pero esta vez con hijos incluidos.

El video de la campaña

Mucho sentido del humor

No sé si la campaña conseguirá su objetivo, pero hay algo que queda demostrado: los daneses tienen muy buen sentido del humor.
…y es que la campaña de por si ya es graciosa, pero al final del vídeo se plantea la cuestión de «¿que hacer si no estás en período de ovulación…» y se muestra a una pareja de ancianos «…o si no puedes tener hijos?» mostrando a una pareja gay.

Por un momento creí que era broma

La verdad es que el vídeo se publicó el día 28 de marzo, y he tenido que mirarlo dos veces. 
Hoy es 1 de abril, lo que en muchos países es el «Aprils Fools’ Day» (que viene siendo el día de los «Santos Inocentes» que en España celebramos el 28 de diciembre). Si llegan a publicar hoy el vídeo no me lo hubiese creído.
A partir de ahora las parejas danesas ya no se preocuparán tanto en si cogen vacaciones en temporada alta o baja. Lo verdaderamente importante ahora es si ella ovula o no. 🙂
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Viajes románticos para aumentar la natalidad en Dinamarca

Bueno, pues hoy os presento la última ‘locura’ (o tal vez no tanto) danesa para incentivar el crecimiento de la natalidad.

Lo cierto es que el índice de natalidad en Dinamarca está ahora más bajo que nunca en los últimos 27 años y las políticas del gobierno no encuentran la solución.

Esto está causando un importante desequilibrio generacional y empiezan a ver que no hay suficiente población joven que pueda mantener al creciente número de ancianos.

Las estadísticas de la concepción danesa

Un estudio revela que el los daneses tienen 46% más de relaciones sexuales durante las vacaciones, y el 10% de los daneses fueron concebidos en un viaje de vacaciones.

¡Hazlo por Dinamarca!

Así se titula la campaña de Spies Travel, una agencia de viajes decidida a ayudar al gobierno de Dinamarca a cambiar estos ratios.

Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica
Este es el aspecto de la página de la promoción. En ella se puede leer en danés: «Hazlo por Dinamarca. Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica. EL SEXO PUEDE SALVAR EL FUTURO NACIONAL

De lo que se trata es de incentivar el turismo romántico para concebir hijos daneses con una doble recompensa:

1) Aquellas parejas que reserven un viaje en su agencia en el momento que ella esté ovulando se beneficiarán de un descuento en el viaje.

2)  Si tienen suerte y conciben un hijo durante sus vacaciones habrán ganado otro viaje gratis… pero esta vez con hijos incluidos.

El video de la campaña

Mucho sentido del humor

No sé si la campaña conseguirá su objetivo, pero hay algo que queda demostrado: los daneses tienen muy buen sentido del humor.
…y es que la campaña de por si ya es graciosa, pero al final del vídeo se plantea la cuestión de «¿que hacer si no estás en período de ovulación…» y se muestra a una pareja de ancianos «…o si no puedes tener hijos?» mostrando a una pareja gay.

Por un momento creí que era broma

La verdad es que el vídeo se publicó el día 28 de marzo, y he tenido que mirarlo dos veces. 
Hoy es 1 de abril, lo que en muchos países es el «Aprils Fools’ Day» (que viene siendo el día de los «Santos Inocentes» que en España celebramos el 28 de diciembre). Si llegan a publicar hoy el vídeo no me lo hubiese creído.
A partir de ahora las parejas danesas ya no se preocuparán tanto en si cogen vacaciones en temporada alta o baja. Lo verdaderamente importante ahora es si ella ovula o no. 🙂
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Tu papá según su signo del zodiaco

¿Qué dicen los astros sobre ese hombre que ha marcado tu vida?

Hay papás y papás. El modo de relacionarse con sus hijos no es el mismo entre todos los padres y en eso mucho influye el signo del zodiaco . Te contamos qué dicen los astros sobre la personalidad de tu papá.

Aries

Es multitareas pero lo que más placer le da es su rol de papá. Sus hijos nunca se aburrirán porque constantemente anda en la búsqueda de nuevas actividades . Sus enojos son pasajeros ya que siempre se dejará vencer por la sonrisa de sus hijos.

Tauro

Papá racional. Quiere tener todo planificado para no perder el control . Le es muy importante darle a sus hijos bienestar económico y una buena educación. Muy familiares: de lo que más disfrutarán este día del padre es de sentarse a comer con toda la familia reunida.

Géminis

Pasan mucho tiempo fuera de casa pero ¡sí que saben aprovechar los ratos en familia ! La llegada de papá es un jolgorio para los hijos de un geminiano que -una vez en casa- deja el trabajo afuera para disfrutar de su familia. Buenos conversadores , promoverán una comunicación abierta con los chicos. Además, disfrutan de los juegos tanto como los niños.

Cáncer

Tranquilo y pacifista. Rara vez lo escucharás gritar ya que siempre buscará la armonía mediante la palabra suave (o a veces el silencio). Recuerdan historias familiares y buscan mantener los vínculos hasta con los miembros más lejanos de la familia. Fieles a sus principios y honestos, son un modelo a seguir.

Leo

Les gusta ser la autoridad en la familia y exigen respeto de sus hijos. Son muy transparentes: sus hijos saben con facilidad cuando están enojados y cuando no, cuando pedir y conseguir lo que quieren y cuando callar y esperar. Quieren sentirse importantes (lo que muchas veces es signo de inseguridad). Tu papá de Leo necesita que le digas muchas veces que lo quieres y que lo aprecias.

Virgo

Metódicos, perfeccionistas y responsables. Se toman seriamente el rol paterno y por eso siempre dedicarán tiempo sus hijos. Es el que hace la tarea con ellos, el que cuenta cuentos y enseña cosas nuevas. Es un papá firme pero cariñoso a la vez. Sincero y de mirada transparente.

Libra

Se inclinará por la educación «social» de sus hijos . Les enseñará sobre como relacionarse, sobre la justicia, la comunicación y demás. Son los que trabajan duro para dar a su familia un pasar tranquilo.

Escorpión

Es el más severo de todos los signos del zodiaco; nunca se dejarán vencer por un capricho infantil y todos saben en casa que «papá es quien manda». Enseñarán independencia y rectitud a sus hijos.

Sagitario

Siempre de buen humor, son los que cantan en el auto y cada fin de semana recorren un lugar distinto. Para ellos se aprende mediante experiencias y los chicos deben tener la libertad para vivir y aprender de sus propios errores.

Capricornio

Tan preocupados; siempre pensando en cómo darle lo mejor a sus hijos a veces olvidan decirles que los quieren. Buscan hijos exitosos , que progresen en la vida y por eso no les permiten mucho tiempo de ocio. A veces necesitan relajarse y disfrutar más de su familia.

Acuario

Creativos y soñadores, el papá de acuario no piensa mucho en el hoy sino en qué hará junto a su familia más adelante. Nada convencionales, son papás inigualables .

Piscis

Comprensivo, sus hijos pueden tranquilamente contarle sus problemas y él sabrá entenderlos. Es un papá que se adapta a los nuevos tiempos y no juzga a los jóvenes sino que los respeta y trata de guiarlos sin intención de imponer nada.
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Tu papá según su signo del zodiaco

¿Qué dicen los astros sobre ese hombre que ha marcado tu vida?

Hay papás y papás. El modo de relacionarse con sus hijos no es el mismo entre todos los padres y en eso mucho influye el signo del zodiaco . Te contamos qué dicen los astros sobre la personalidad de tu papá.

Aries

Es multitareas pero lo que más placer le da es su rol de papá. Sus hijos nunca se aburrirán porque constantemente anda en la búsqueda de nuevas actividades . Sus enojos son pasajeros ya que siempre se dejará vencer por la sonrisa de sus hijos.

Tauro

Papá racional. Quiere tener todo planificado para no perder el control . Le es muy importante darle a sus hijos bienestar económico y una buena educación. Muy familiares: de lo que más disfrutarán este día del padre es de sentarse a comer con toda la familia reunida.

Géminis

Pasan mucho tiempo fuera de casa pero ¡sí que saben aprovechar los ratos en familia ! La llegada de papá es un jolgorio para los hijos de un geminiano que -una vez en casa- deja el trabajo afuera para disfrutar de su familia. Buenos conversadores , promoverán una comunicación abierta con los chicos. Además, disfrutan de los juegos tanto como los niños.

Cáncer

Tranquilo y pacifista. Rara vez lo escucharás gritar ya que siempre buscará la armonía mediante la palabra suave (o a veces el silencio). Recuerdan historias familiares y buscan mantener los vínculos hasta con los miembros más lejanos de la familia. Fieles a sus principios y honestos, son un modelo a seguir.

Leo

Les gusta ser la autoridad en la familia y exigen respeto de sus hijos. Son muy transparentes: sus hijos saben con facilidad cuando están enojados y cuando no, cuando pedir y conseguir lo que quieren y cuando callar y esperar. Quieren sentirse importantes (lo que muchas veces es signo de inseguridad). Tu papá de Leo necesita que le digas muchas veces que lo quieres y que lo aprecias.

Virgo

Metódicos, perfeccionistas y responsables. Se toman seriamente el rol paterno y por eso siempre dedicarán tiempo sus hijos. Es el que hace la tarea con ellos, el que cuenta cuentos y enseña cosas nuevas. Es un papá firme pero cariñoso a la vez. Sincero y de mirada transparente.

Libra

Se inclinará por la educación «social» de sus hijos . Les enseñará sobre como relacionarse, sobre la justicia, la comunicación y demás. Son los que trabajan duro para dar a su familia un pasar tranquilo.

Escorpión

Es el más severo de todos los signos del zodiaco; nunca se dejarán vencer por un capricho infantil y todos saben en casa que «papá es quien manda». Enseñarán independencia y rectitud a sus hijos.

Sagitario

Siempre de buen humor, son los que cantan en el auto y cada fin de semana recorren un lugar distinto. Para ellos se aprende mediante experiencias y los chicos deben tener la libertad para vivir y aprender de sus propios errores.

Capricornio

Tan preocupados; siempre pensando en cómo darle lo mejor a sus hijos a veces olvidan decirles que los quieren. Buscan hijos exitosos , que progresen en la vida y por eso no les permiten mucho tiempo de ocio. A veces necesitan relajarse y disfrutar más de su familia.

Acuario

Creativos y soñadores, el papá de acuario no piensa mucho en el hoy sino en qué hará junto a su familia más adelante. Nada convencionales, son papás inigualables .

Piscis

Comprensivo, sus hijos pueden tranquilamente contarle sus problemas y él sabrá entenderlos. Es un papá que se adapta a los nuevos tiempos y no juzga a los jóvenes sino que los respeta y trata de guiarlos sin intención de imponer nada.
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Peabody y Sherman – El remake de un clásico animado

Os voy a recomendar una película que me parece especialmente interesante para disfrutar con los peques a partir de los 4 años (diría yo).

Alonso posando con los personajes de la película

Las aventuras de Peabody y Sherman

La nueva película de la factoría Dreamworks cuenta la historia de un perro que habla… bueno… que habla, estudia, trabaja como científico, inventor, gana premios novel… y llegado el momento solicita adoptar a un niño: Sherman.

«Si un niño puede adoptar a un perro… por qué un perro no iba a poder adoptar a un niño»

Con este razonamiento tan poco trabajado se da pié a la relación que guía la historia de los personajes.

Este perro-genio-padre resulta que guarda algunos inventos secretos entre los que destaca el «vueltaatrás»: una máquina del tiempo con la que viajan para conocer culturas antiguas y momentos históricos de primera mano.

La historia se complica cuando Sherman (desobedeciendo las indicaciones de su padre-perro) se lleva a una compañera de clase de viaje al antiguo Egipto y esta decide no volver.

Pero bueno, antes de seguir os dejo aquí mismo el trailer oficial de Dreamworks

Los valores de la película

En un primer momento puede parecer que la intencionalidad de película es enseñar un poco de historia a la vez que se entretiene a los más pequeños. Eso, por si solo, ya no estaría mal, pero la película va mucho más allá.

Algunos la han calificado de un «Regreso al Futuro para los más pequeños», y es comprensible, pues aborda de una manera muy sencilla las posibles paradojas que causaría la capacidad de viajar en el tiempo.

Sin embargo hay algo que a mi me ha gustado mucho más de esta película y me refiero a los valores que transmite a los más peques. Lejos de hacer apología de la violencia (como ultimamente nos tienen tan acostumbrados) esta película aborda valores como la amistad, la paternidad, y la inteligencia.

¡Inteligencia! Me encanta que se le muestren a los niños las virtudes de la inteligencia frente a la fuerza bruta (…aunque solo sea para variar)

De los creadores de…

La verdad es que a mi me daba un poco de ‘mala espina’ la película. Siempre me pasa cuando la anuncian con el típico «de los creadores de…».

La experiencia me dice que cuando usan este recurso para promocionar una película esta suele ser malísima y lo único que les queda es aprovechar el tirón de trabajos anteriores.

Sin embargo, en esta ocasión he de reconocer que la película no defrauda (y de hecho está mucho mejor de algunas de las citadas en en trailer.

¿Nuevo? …en realidad es un remake

Aunque se presenta como una novedad, lo cierto es que proviene de una serie televisiva de 90 capítulos emitida a finales de los años 50 y principios de los años 60 llamada «La improbable historia de Peabody» (Peabody’s improbable history)

Aquí tenéis, cómo prueba, un capitulo de la serie en el que viajan en el tiempo para conocer a Beethoven:

Nosotros la vimos ya hace unas semanas, pues a Alonso le fascinó el trailer y no pudo esperar ni un día desde que la estrenaron.
Personalmente os recomiendo que, si el tiempo no acompaña para salir a disfrutar del aire libre, consideréis esta opción para pasar una tarde de fin de semana agradable.

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Peabody y Sherman – El remake de un clásico animado

Os voy a recomendar una película que me parece especialmente interesante para disfrutar con los peques a partir de los 4 años (diría yo).

Alonso posando con los personajes de la película

Las aventuras de Peabody y Sherman

La nueva película de la factoría Dreamworks cuenta la historia de un perro que habla… bueno… que habla, estudia, trabaja como científico, inventor, gana premios novel… y llegado el momento solicita adoptar a un niño: Sherman.

«Si un niño puede adoptar a un perro… por qué un perro no iba a poder adoptar a un niño»

Con este razonamiento tan poco trabajado se da pié a la relación que guía la historia de los personajes.

Este perro-genio-padre resulta que guarda algunos inventos secretos entre los que destaca el «vueltaatrás»: una máquina del tiempo con la que viajan para conocer culturas antiguas y momentos históricos de primera mano.

La historia se complica cuando Sherman (desobedeciendo las indicaciones de su padre-perro) se lleva a una compañera de clase de viaje al antiguo Egipto y esta decide no volver.

Pero bueno, antes de seguir os dejo aquí mismo el trailer oficial de Dreamworks

Los valores de la película

En un primer momento puede parecer que la intencionalidad de película es enseñar un poco de historia a la vez que se entretiene a los más pequeños. Eso, por si solo, ya no estaría mal, pero la película va mucho más allá.

Algunos la han calificado de un «Regreso al Futuro para los más pequeños», y es comprensible, pues aborda de una manera muy sencilla las posibles paradojas que causaría la capacidad de viajar en el tiempo.

Sin embargo hay algo que a mi me ha gustado mucho más de esta película y me refiero a los valores que transmite a los más peques. Lejos de hacer apología de la violencia (como ultimamente nos tienen tan acostumbrados) esta película aborda valores como la amistad, la paternidad, y la inteligencia.

¡Inteligencia! Me encanta que se le muestren a los niños las virtudes de la inteligencia frente a la fuerza bruta (…aunque solo sea para variar)

De los creadores de…

La verdad es que a mi me daba un poco de ‘mala espina’ la película. Siempre me pasa cuando la anuncian con el típico «de los creadores de…».

La experiencia me dice que cuando usan este recurso para promocionar una película esta suele ser malísima y lo único que les queda es aprovechar el tirón de trabajos anteriores.

Sin embargo, en esta ocasión he de reconocer que la película no defrauda (y de hecho está mucho mejor de algunas de las citadas en en trailer.

¿Nuevo? …en realidad es un remake

Aunque se presenta como una novedad, lo cierto es que proviene de una serie televisiva de 90 capítulos emitida a finales de los años 50 y principios de los años 60 llamada «La improbable historia de Peabody» (Peabody’s improbable history)

Aquí tenéis, cómo prueba, un capitulo de la serie en el que viajan en el tiempo para conocer a Beethoven:

Nosotros la vimos ya hace unas semanas, pues a Alonso le fascinó el trailer y no pudo esperar ni un día desde que la estrenaron.
Personalmente os recomiendo que, si el tiempo no acompaña para salir a disfrutar del aire libre, consideréis esta opción para pasar una tarde de fin de semana agradable.

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10 razones por las que un niño debería tener un teléfono móvil

Razones por las que los niños deberían tener móvil.

Caso todos los niños, desde el final del colegio hasta adolescentes, quieren tener su propio móvil. Esto es un dilema para los padres debido a los muchos problemas que causa el hecho de que un niño tenga si propio móvil, como elevadas facturas telefónicas y perder demasiado tiempo con el nuevo aparato. Pero hay muchas ventajas en el hecho de dejar que tus hijos tengan su propio teléfono móvil, que los padres deberían considerar antes de tomar una decisión.

Seguridad

Puedes mandar un mensaje o llamar a tus hijos siempre que quieras, de manera que sepas qué hacen o dónde están.

Alivio

También estarás aliviada después de esperar a tu hijo de noche cuando a salido con amigos. Si tu hijo llega tarde, solo tiene que llamarte y avisarte de a qué hora llegará.

Emergencias

Si algo le ocurriera, como que tu hijo se ve involucrado en un accidente de coche o atrapado en una fiesta, será capaz de contactar contigo y contarte qué ocurre.

Algo le pasa a tu hijo

También, si algo le ocurre a tu hijo que lo hace incapaz de llamar por sí mismo, alguien podría usar su teléfono para contactarte.

Muestra de confianza

Darle a tu hijo un teléfono móvil les hace saber que confías en ellos y que pueden hablar con sus amigos.

Otorgar responsabilidad

También es un método para enseñarle a tus hijos a ser responsables para aprender a controlar los minutos y los mensajes de texto que manda.

Premio

Un teléfono móvil también puede ser usado como premio, demostrándole a tus hijos que estás orgulloso de ellos. Por otra parte, puede ser usado como forma de disciplina quitándoles el móvil cuando se portan mal.

Localizador GPS

Algunos teléfonos móviles tienen un localizador GPS dentro del dispositivo. Esto permite a los padres saber dçonde se encuentran sus hijos. Un niño más mayor podría sentirse ofendido por la invasión de privacidad, pero es perfecto para un niño joven.

Coste

Muchos padres no les quieren dar un teléfono móvil a sus hijos porque temen que la factura sea muy alta cada mes. Sin embargo, si no le permites a tu hijo tener Internet en el dispositivo, evitas que puedan descargar tonos y limitas sus minutos, no será demasiado caro añadir a tu hijo a un plan existente.

Control

Muchos teléfonos de niños ofrecen a los padres un gran control, con unos pocos botones para «Mamá,» «Papá» u otros contactos de emergencia.
Sigue leyendo ->

10 razones por las que un niño debería tener un teléfono móvil

Razones por las que los niños deberían tener móvil.

Caso todos los niños, desde el final del colegio hasta adolescentes, quieren tener su propio móvil. Esto es un dilema para los padres debido a los muchos problemas que causa el hecho de que un niño tenga si propio móvil, como elevadas facturas telefónicas y perder demasiado tiempo con el nuevo aparato. Pero hay muchas ventajas en el hecho de dejar que tus hijos tengan su propio teléfono móvil, que los padres deberían considerar antes de tomar una decisión.

Seguridad

Puedes mandar un mensaje o llamar a tus hijos siempre que quieras, de manera que sepas qué hacen o dónde están.

Alivio

También estarás aliviada después de esperar a tu hijo de noche cuando a salido con amigos. Si tu hijo llega tarde, solo tiene que llamarte y avisarte de a qué hora llegará.

Emergencias

Si algo le ocurriera, como que tu hijo se ve involucrado en un accidente de coche o atrapado en una fiesta, será capaz de contactar contigo y contarte qué ocurre.

Algo le pasa a tu hijo

También, si algo le ocurre a tu hijo que lo hace incapaz de llamar por sí mismo, alguien podría usar su teléfono para contactarte.

Muestra de confianza

Darle a tu hijo un teléfono móvil les hace saber que confías en ellos y que pueden hablar con sus amigos.

Otorgar responsabilidad

También es un método para enseñarle a tus hijos a ser responsables para aprender a controlar los minutos y los mensajes de texto que manda.

Premio

Un teléfono móvil también puede ser usado como premio, demostrándole a tus hijos que estás orgulloso de ellos. Por otra parte, puede ser usado como forma de disciplina quitándoles el móvil cuando se portan mal.

Localizador GPS

Algunos teléfonos móviles tienen un localizador GPS dentro del dispositivo. Esto permite a los padres saber dçonde se encuentran sus hijos. Un niño más mayor podría sentirse ofendido por la invasión de privacidad, pero es perfecto para un niño joven.

Coste

Muchos padres no les quieren dar un teléfono móvil a sus hijos porque temen que la factura sea muy alta cada mes. Sin embargo, si no le permites a tu hijo tener Internet en el dispositivo, evitas que puedan descargar tonos y limitas sus minutos, no será demasiado caro añadir a tu hijo a un plan existente.

Control

Muchos teléfonos de niños ofrecen a los padres un gran control, con unos pocos botones para «Mamá,» «Papá» u otros contactos de emergencia.
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Permiso por paternidad, la primer oportunidad

Imagínense la siguiente situación: Son las 4 de la madrugada y el bebé comienza a llorar. Veo que mi mujer ni se mueve. Intento despertarla y al hacerlo, recibo un escueto pero directo comentario “ahora te toca a ti”. No entiendo. Me levanto a ver al niño y siento que algo me rodea. Esta claro que debo cambiarle el pañal. Cuando me dirijo al cambiador intentando no hacer más ruido que el llanto de él, me enfrento sin querer al calendario que cuelga de la pared y ahí estaba, indicado con rojo, un gran círculo alrededor del día de hoy. He comenzado mi licencia por paternidad.
Es algo que en mayor o menor medida los padres nos enfrentamos. Lamentablemente muchos no tienen prácticamente la oportunidad de hacerlo. 4, 7,14 días son algunas de las opciones que ciertos países pueden ofrecer. Es que el precio de papa en el trabajo es incalculable pensarán algunos. Sin embargo, hay otros que no piensan así y permiten al padre asumir su rol durante periodos que pueden alcanzar hasta los 3 meses. Existen diversas modalidades que en definitiva sólo expresan la importancia del derecho del niño a que también lo cuide su papá.
Afortunadamente con el nacimiento de mi hija tuve la oportunidad de gozar de esos períodos extraordinarios donde mi rol de papá tomó completa dimensión. Lamentablemente no tuve la misma chance con mi primer hijo.
Es impresionante lograr que el abrazo de papá calme un llanto. Que la confianza que se genera cree complicidad. Recuerdo esos largos paseos empujando el carrito por el parque. Ese movimiento mágico que los hace dormir en los brazos. No puedo olvidarme de los turnos de comida, y su curiosidad por conocer la textura de todos y absolutamente todos los purés y compotas y el consiguiente reguero sobre la mesa y el piso.
Es genial encontrarse en el parque con otros padres donde las conversaciones nos transportan desde el último partido del Barcelona, a la diferencia de manejo de un carrito de tres ruedas con el de 4. No sin antes tocar en profundidad el tema de las vacunas y esgrimir nuestro orgullo al contar que nuestro niño prácticamente no lloró al recibirlas. Es estupendo, no lo duden.
Recordar esos momentos es uno de los mejores ejercicios para recobrar el ánimo que he encontrado.
Esta claro que el tiempo libre de fin de jornada o los fines de semana no permiten dar continuidad y equipararse con la licencia por paternidad para crear un vínculo estrecho con nuestros bebés.
La licencia por paternidad es la primera oportunidad de establecer una relación profunda, extensa y vital con tu hijo. Significa dejar de lado ese rol que dice que cuando el bebé llora, hay que salir a buscar a la madre.

Significa que además de proveer, también sabemos amar y cuidar.
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Permiso por paternidad, la primer oportunidad

Imagínense la siguiente situación: Son las 4 de la madrugada y el bebé comienza a llorar. Veo que mi mujer ni se mueve. Intento despertarla y al hacerlo, recibo un escueto pero directo comentario “ahora te toca a ti”. No entiendo. Me levanto a ver al niño y siento que algo me rodea. Esta claro que debo cambiarle el pañal. Cuando me dirijo al cambiador intentando no hacer más ruido que el llanto de él, me enfrento sin querer al calendario que cuelga de la pared y ahí estaba, indicado con rojo, un gran círculo alrededor del día de hoy. He comenzado mi licencia por paternidad.
Es algo que en mayor o menor medida los padres nos enfrentamos. Lamentablemente muchos no tienen prácticamente la oportunidad de hacerlo. 4, 7,14 días son algunas de las opciones que ciertos países pueden ofrecer. Es que el precio de papa en el trabajo es incalculable pensarán algunos. Sin embargo, hay otros que no piensan así y permiten al padre asumir su rol durante periodos que pueden alcanzar hasta los 3 meses. Existen diversas modalidades que en definitiva sólo expresan la importancia del derecho del niño a que también lo cuide su papá.
Afortunadamente con el nacimiento de mi hija tuve la oportunidad de gozar de esos períodos extraordinarios donde mi rol de papá tomó completa dimensión. Lamentablemente no tuve la misma chance con mi primer hijo.
Es impresionante lograr que el abrazo de papá calme un llanto. Que la confianza que se genera cree complicidad. Recuerdo esos largos paseos empujando el carrito por el parque. Ese movimiento mágico que los hace dormir en los brazos. No puedo olvidarme de los turnos de comida, y su curiosidad por conocer la textura de todos y absolutamente todos los purés y compotas y el consiguiente reguero sobre la mesa y el piso.
Es genial encontrarse en el parque con otros padres donde las conversaciones nos transportan desde el último partido del Barcelona, a la diferencia de manejo de un carrito de tres ruedas con el de 4. No sin antes tocar en profundidad el tema de las vacunas y esgrimir nuestro orgullo al contar que nuestro niño prácticamente no lloró al recibirlas. Es estupendo, no lo duden.
Recordar esos momentos es uno de los mejores ejercicios para recobrar el ánimo que he encontrado.
Esta claro que el tiempo libre de fin de jornada o los fines de semana no permiten dar continuidad y equipararse con la licencia por paternidad para crear un vínculo estrecho con nuestros bebés.
La licencia por paternidad es la primera oportunidad de establecer una relación profunda, extensa y vital con tu hijo. Significa dejar de lado ese rol que dice que cuando el bebé llora, hay que salir a buscar a la madre.

Significa que además de proveer, también sabemos amar y cuidar.
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No me obedezcas

por Olga Carmona

“La libertad es la obediencia a la ley que uno mismo se ha trazado”. Jean Jacques Rousseau


El otro día recibí una amable invitación para asistir a una charla para padres con el pretendidamente simpático nombre: “La obediencia: esa gran desconocida”.


Seguramente la mente “preclara” de quien le puso ese título pensó que a los padres nos iba a hacer una gracia enorme porque nos sentiríamos rápidamente identificados con la falta de obediencia de nuestros hijos, porque a fin de cuentas, partimos de una premisa incuestionable: los hijos deben obedecer a sus padres.


¿Porqué? Porque son sus padres; tautología absurda que nuestra cultura ha heredado básicamente de la religión cristiana y que tiene como fundamento el agradecimiento a quien nos dio la vida. El resto de la creencia se sostiene en la otra premisa incuestionable: por tu propio bien.


Sin embargo, yo  afirmo lo contrario: los hijos no deben obedecer, ni a sus padres ni a nadie.

Las personas no deben obedecer. Y por tanto no deben ser entrenadas para hacerlo, ni educadas en la obediencia.


El Diccionario de la Real Academia Española, define obedecer de la siguiente manera: “Cumplir la voluntad de quien manda”.

Y buceando en el significado etimológico del término encuentro sin sorpresa que  “obedecer” viene del latín “oboedescere der. De oboedire: cumplir la voluntad de quien manda.


Ambos significados implican hacer lo que el otro (padre, madres, jefes, profesores, etc.) te digan, ser lo que otros pretendan que seas.


Obedecer significa no cuestionar, implica la  forma de ceguera más peligrosa y humillante: tu no existes, tu criterio no importa, tu sentir no importa,  sólo ejecuta lo que yo digo y así obtendrás mi permiso para existir.


Si yo quiero educar a mis hijos para que sean seres humanos con criterio propio, sólida autoestima, capacidad de elección y decisión, en definitiva LIBRES, no puedo educar en la obediencia, es una contradicción pura. Y no puedo tampoco enviar el mensaje de “obedece a tus padres, pero no a los demás”: es esquizofrénico.


Y no digo que sea fácil educar en la no obediencia, digo que es imprescindible.

Digo que es su derecho, digo que los otros caminos son atajos que nos llevan al cortoplacismo que nos facilita la vida, pero no les favorece.


Digo que cuando queremos que nuestros hijos hagan algo que es necesario que hagan, el camino corto es el la obediencia, porque arroja resultados inmediatos, pero en cada acto de obediencia, cortamos unos milímetros su sí mismo. Su capacidad para ser.


Inmersos en la una cultura bulímica y cortoplacista, donde nos damos atracones de estímulos que no podemos procesar y donde sólo perseguimos aquello que da resultados inmediatos, la forma en que educamos a nuestros hijos también queda impregnada de ella.


Propongo elegir rutas que favorezcan su capacidad para elegir y para decidir. La alternativa que construye nos habla de usar el  diálogo,  la negociación, la explicación razonada, la motivación, la educación. 

Hagámonos la pregunta de cómo pediríamos algo a otro adulto y seguro que aparecen rápidamente las razones por las que lo pido y una forma educada de hacerlo. Cuando yo dialogo, cuando yo explico, cuando yo negocio, cuando yo  escucho, cuando pido las cosas de forma amable,  estoy entregando todas esas herramientas de comunicación y de crecimiento a mi hijo. Sólo se puede educar a través del ejemplo y desde el respeto al otro. Sino, el mensaje no llega, no permanece y no sirve.


¿Y si, a pesar de hacerlo de todas esas maneras, sigue sin hacer lo que es necesario hacer?  Entonces, adulto civilizado, tendrás que aprender a respetarlo. Cambiar un paradigma que tenemos interiorizado, implica un ejercicio de aprendizaje por nuestra parte también. No vale sólo con predicar, hay que dar trigo.


Sin embargo, si ofrecemos a nuestros hijos un modelo de coherencia (donde cumplo lo que digo), de confianza (nunca miento), de honestidad (conmigo mismo, con él y con los demás) y de integridad (lo que hago, digo y siento están alineados), entonces  la autoridad llega sola. No la autoridad impuesta, sino la percibida: creerán en nosotros, nuestra opinión será tenida en cuenta, podremos influir y convencer. Sin imponer.


Habrá quien quiera hacer una lectura plana de este planteamiento y aduzca que no se puede convivir sin normas y todos esos argumentos tan simplotes y cansinos. Esa no es la idea: en un sistema familiar donde se van a sentar las bases de los primeros y más determinantes aprendizajes, hay normas. Pero son para todos, todos deberán respetarlas de igual manera. Si necesitamos crear nuevas formulas para el manejo de los conflictos, lo haremos de forma consensuada, buscando aquella con la que todos se sientan cómodos y partícipes. Los hijos no son los subalternos que vienen a un sistema ya estructurado y deben amoldarse a él. 

Son parte en igualdad de derechos y de obligaciones de un sistema que se construye día a día en función de las necesidades que el propio desarrollo va generando.


Esta forma de vivir, de educar, de amar, va modelando herramientas tan imprescindibles como el sentido de la autocompetencia, la creatividad, la responsabilidad, la empatía, el compromiso, la resolución de problemas, la pertenencia a un grupo, la comunicación:  son raíces y a la vez son alas.

Foto: By hinnamsaisuy, published on 15 December 2010 
Stock Photo – image ID: 10024428
http://www.freedigitalphotos.net/images/Human_body_g281-Hand_Sign_p24428.html

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No me obedezcas

por Olga Carmona

“La libertad es la obediencia a la ley que uno mismo se ha trazado”. Jean Jacques Rousseau


El otro día recibí una amable invitación para asistir a una charla para padres con el pretendidamente simpático nombre: “La obediencia: esa gran desconocida”.


Seguramente la mente “preclara” de quien le puso ese título pensó que a los padres nos iba a hacer una gracia enorme porque nos sentiríamos rápidamente identificados con la falta de obediencia de nuestros hijos, porque a fin de cuentas, partimos de una premisa incuestionable: los hijos deben obedecer a sus padres.


¿Porqué? Porque son sus padres; tautología absurda que nuestra cultura ha heredado básicamente de la religión cristiana y que tiene como fundamento el agradecimiento a quien nos dio la vida. El resto de la creencia se sostiene en la otra premisa incuestionable: por tu propio bien.


Sin embargo, yo  afirmo lo contrario: los hijos no deben obedecer, ni a sus padres ni a nadie.

Las personas no deben obedecer. Y por tanto no deben ser entrenadas para hacerlo, ni educadas en la obediencia.


El Diccionario de la Real Academia Española, define obedecer de la siguiente manera: “Cumplir la voluntad de quien manda”.

Y buceando en el significado etimológico del término encuentro sin sorpresa que  “obedecer” viene del latín “oboedescere der. De oboedire: cumplir la voluntad de quien manda.


Ambos significados implican hacer lo que el otro (padre, madres, jefes, profesores, etc.) te digan, ser lo que otros pretendan que seas.


Obedecer significa no cuestionar, implica la  forma de ceguera más peligrosa y humillante: tu no existes, tu criterio no importa, tu sentir no importa,  sólo ejecuta lo que yo digo y así obtendrás mi permiso para existir.


Si yo quiero educar a mis hijos para que sean seres humanos con criterio propio, sólida autoestima, capacidad de elección y decisión, en definitiva LIBRES, no puedo educar en la obediencia, es una contradicción pura. Y no puedo tampoco enviar el mensaje de “obedece a tus padres, pero no a los demás”: es esquizofrénico.


Y no digo que sea fácil educar en la no obediencia, digo que es imprescindible.

Digo que es su derecho, digo que los otros caminos son atajos que nos llevan al cortoplacismo que nos facilita la vida, pero no les favorece.


Digo que cuando queremos que nuestros hijos hagan algo que es necesario que hagan, el camino corto es el la obediencia, porque arroja resultados inmediatos, pero en cada acto de obediencia, cortamos unos milímetros su sí mismo. Su capacidad para ser.


Inmersos en la una cultura bulímica y cortoplacista, donde nos damos atracones de estímulos que no podemos procesar y donde sólo perseguimos aquello que da resultados inmediatos, la forma en que educamos a nuestros hijos también queda impregnada de ella.


Propongo elegir rutas que favorezcan su capacidad para elegir y para decidir. La alternativa que construye nos habla de usar el  diálogo,  la negociación, la explicación razonada, la motivación, la educación. 

Hagámonos la pregunta de cómo pediríamos algo a otro adulto y seguro que aparecen rápidamente las razones por las que lo pido y una forma educada de hacerlo. Cuando yo dialogo, cuando yo explico, cuando yo negocio, cuando yo  escucho, cuando pido las cosas de forma amable,  estoy entregando todas esas herramientas de comunicación y de crecimiento a mi hijo. Sólo se puede educar a través del ejemplo y desde el respeto al otro. Sino, el mensaje no llega, no permanece y no sirve.


¿Y si, a pesar de hacerlo de todas esas maneras, sigue sin hacer lo que es necesario hacer?  Entonces, adulto civilizado, tendrás que aprender a respetarlo. Cambiar un paradigma que tenemos interiorizado, implica un ejercicio de aprendizaje por nuestra parte también. No vale sólo con predicar, hay que dar trigo.


Sin embargo, si ofrecemos a nuestros hijos un modelo de coherencia (donde cumplo lo que digo), de confianza (nunca miento), de honestidad (conmigo mismo, con él y con los demás) y de integridad (lo que hago, digo y siento están alineados), entonces  la autoridad llega sola. No la autoridad impuesta, sino la percibida: creerán en nosotros, nuestra opinión será tenida en cuenta, podremos influir y convencer. Sin imponer.


Habrá quien quiera hacer una lectura plana de este planteamiento y aduzca que no se puede convivir sin normas y todos esos argumentos tan simplotes y cansinos. Esa no es la idea: en un sistema familiar donde se van a sentar las bases de los primeros y más determinantes aprendizajes, hay normas. Pero son para todos, todos deberán respetarlas de igual manera. Si necesitamos crear nuevas formulas para el manejo de los conflictos, lo haremos de forma consensuada, buscando aquella con la que todos se sientan cómodos y partícipes. Los hijos no son los subalternos que vienen a un sistema ya estructurado y deben amoldarse a él. 

Son parte en igualdad de derechos y de obligaciones de un sistema que se construye día a día en función de las necesidades que el propio desarrollo va generando.


Esta forma de vivir, de educar, de amar, va modelando herramientas tan imprescindibles como el sentido de la autocompetencia, la creatividad, la responsabilidad, la empatía, el compromiso, la resolución de problemas, la pertenencia a un grupo, la comunicación:  son raíces y a la vez son alas.

Foto: By hinnamsaisuy, published on 15 December 2010 
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No me obedezcas

por Olga Carmona

“La libertad es la obediencia a la ley que uno mismo se ha trazado”. Jean Jacques Rousseau


El otro día recibí una amable invitación para asistir a una charla para padres con el pretendidamente simpático nombre: “La obediencia: esa gran desconocida”.


Seguramente la mente “preclara” de quien le puso ese título pensó que a los padres nos iba a hacer una gracia enorme porque nos sentiríamos rápidamente identificados con la falta de obediencia de nuestros hijos, porque a fin de cuentas, partimos de una premisa incuestionable: los hijos deben obedecer a sus padres.


¿Porqué? Porque son sus padres; tautología absurda que nuestra cultura ha heredado básicamente de la religión cristiana y que tiene como fundamento el agradecimiento a quien nos dio la vida. El resto de la creencia se sostiene en la otra premisa incuestionable: por tu propio bien.


Sin embargo, yo  afirmo lo contrario: los hijos no deben obedecer, ni a sus padres ni a nadie.

Las personas no deben obedecer. Y por tanto no deben ser entrenadas para hacerlo, ni educadas en la obediencia.


El Diccionario de la Real Academia Española, define obedecer de la siguiente manera: “Cumplir la voluntad de quien manda”.

Y buceando en el significado etimológico del término encuentro sin sorpresa que  “obedecer” viene del latín “oboedescere der. De oboedire: cumplir la voluntad de quien manda.


Ambos significados implican hacer lo que el otro (padre, madres, jefes, profesores, etc.) te digan, ser lo que otros pretendan que seas.


Obedecer significa no cuestionar, implica la  forma de ceguera más peligrosa y humillante: tu no existes, tu criterio no importa, tu sentir no importa,  sólo ejecuta lo que yo digo y así obtendrás mi permiso para existir.


Si yo quiero educar a mis hijos para que sean seres humanos con criterio propio, sólida autoestima, capacidad de elección y decisión, en definitiva LIBRES, no puedo educar en la obediencia, es una contradicción pura. Y no puedo tampoco enviar el mensaje de “obedece a tus padres, pero no a los demás”: es esquizofrénico.


Y no digo que sea fácil educar en la no obediencia, digo que es imprescindible.

Digo que es su derecho, digo que los otros caminos son atajos que nos llevan al cortoplacismo que nos facilita la vida, pero no les favorece.


Digo que cuando queremos que nuestros hijos hagan algo que es necesario que hagan, el camino corto es el la obediencia, porque arroja resultados inmediatos, pero en cada acto de obediencia, cortamos unos milímetros su sí mismo. Su capacidad para ser.


Inmersos en la una cultura bulímica y cortoplacista, donde nos damos atracones de estímulos que no podemos procesar y donde sólo perseguimos aquello que da resultados inmediatos, la forma en que educamos a nuestros hijos también queda impregnada de ella.


Propongo elegir rutas que favorezcan su capacidad para elegir y para decidir. La alternativa que construye nos habla de usar el  diálogo,  la negociación, la explicación razonada, la motivación, la educación. 

Hagámonos la pregunta de cómo pediríamos algo a otro adulto y seguro que aparecen rápidamente las razones por las que lo pido y una forma educada de hacerlo. Cuando yo dialogo, cuando yo explico, cuando yo negocio, cuando yo  escucho, cuando pido las cosas de forma amable,  estoy entregando todas esas herramientas de comunicación y de crecimiento a mi hijo. Sólo se puede educar a través del ejemplo y desde el respeto al otro. Sino, el mensaje no llega, no permanece y no sirve.


¿Y si, a pesar de hacerlo de todas esas maneras, sigue sin hacer lo que es necesario hacer?  Entonces, adulto civilizado, tendrás que aprender a respetarlo. Cambiar un paradigma que tenemos interiorizado, implica un ejercicio de aprendizaje por nuestra parte también. No vale sólo con predicar, hay que dar trigo.


Sin embargo, si ofrecemos a nuestros hijos un modelo de coherencia (donde cumplo lo que digo), de confianza (nunca miento), de honestidad (conmigo mismo, con él y con los demás) y de integridad (lo que hago, digo y siento están alineados), entonces  la autoridad llega sola. No la autoridad impuesta, sino la percibida: creerán en nosotros, nuestra opinión será tenida en cuenta, podremos influir y convencer. Sin imponer.


Habrá quien quiera hacer una lectura plana de este planteamiento y aduzca que no se puede convivir sin normas y todos esos argumentos tan simplotes y cansinos. Esa no es la idea: en un sistema familiar donde se van a sentar las bases de los primeros y más determinantes aprendizajes, hay normas. Pero son para todos, todos deberán respetarlas de igual manera. Si necesitamos crear nuevas formulas para el manejo de los conflictos, lo haremos de forma consensuada, buscando aquella con la que todos se sientan cómodos y partícipes. Los hijos no son los subalternos que vienen a un sistema ya estructurado y deben amoldarse a él. 

Son parte en igualdad de derechos y de obligaciones de un sistema que se construye día a día en función de las necesidades que el propio desarrollo va generando.


Esta forma de vivir, de educar, de amar, va modelando herramientas tan imprescindibles como el sentido de la autocompetencia, la creatividad, la responsabilidad, la empatía, el compromiso, la resolución de problemas, la pertenencia a un grupo, la comunicación:  son raíces y a la vez son alas.

Foto: By hinnamsaisuy, published on 15 December 2010 
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"Razones para parecerme a mi hijo"

Recuerdo que cuando estábamos “embarazados”  aparte de estar felices, ilusionados, nerviosos, miedosos, dudosos y demás adjetivos, había ciertos días en los que llegaba hasta nuestras melenudas cabezas una interminable mezcla de ideas de cómo podría ser nuestr@ pequeñ@: si sería leoncita o leoncito, si tendría los chinos de Jackie que tanto me encantan, cómo serían sus ojitos, su tono de piel, el color de su cabello, etcétera… y bueno, la vida fue muy generosa con nosotros, pues aparte de desear con todo el corazón que nuestro cachorro llegara sano, ambos deseábamos que de uno u otro modo se pareciera a los dos y nos fue concedido.

Pues bien, ese hermoso día en el que por fin pudimos conocer a nuestro leoncito ya al verlo llegamos a la conclusión (Jackie y yo) de que tenía una melenita casi tan lacia como la mía pero en una abundante cantidad como la de ella, y eso sí, a todas luces una nariz como la de su mami a quien por cierto no le agrada tanto la idea.

Como es de esperarse, siempre que nace un pequeñín se tiene esa inclinación (me incluyo, pues antes lo hacía) a tratar de encontrarle parecido con alguien de la familia, y no basta con que éste sea con mamá y papá, pues se incluyen en las similitudes cualquier tipo rasgo incluso algunos que resultan por demás chistosos… “que si la pestaña de uno o la ceja del otro”.

En nuestro caso, al inicio la balanza estaba muy equilibrada pues se dividían opiniones entre los que aseguraban que se parecía más a ella y viceversa, pero a últimas fechas se ha cargado un poco hacia mi lado, y aunque debo de admitir con toda honestidad que en nada me incomoda y hasta me “esponjo” como pavo real orgulloso cuando alguien dice que nuestro cachorro se parece o que es igualito a mí, también he de confesar que lo tomo con algunas reservas…

Esto último lo comento porque aunque hoy  me siento orgulloso y satisfecho de lo que hasta este momento he evolucionado y/o logrado como papá, también soy consciente de esos pequeños grandes detalles que quiero “pulir”, cambiar, corregir e incluso quitar de mi felina personalidad, (basta preguntarle a Jackie sobre lo desordenado que soy) y por ello me cuesta algo de trabajo asimilar o saber hasta dónde quisiera que mi hijo se parezca  a mí, con esto quiero decir que si bien como hijo y como persona tuve la fortuna de ser criado con mucho amor y de que me fueran inculcados valores, a su vez crecí como toda persona con algunos hábitos, actitudes y una que otra manía que -ya siendo papá- no me gustaría ver reflejadas en mi espejito llamado Emilio.

Como padre hoy quiero aplicar mucho de esa forma en la que fui criado y educado, en la que siempre me fue dada toda libertad de tomar mis propias decisiones y hasta hoy no recuerdo algún tipo de presión o intención de modificar alguno de mis gustos o preferencias.

Abogaré siempre por tratar de que ese pequeño ser que hoy guía nuestras vidas cuente con los elementos que le permitan ir  más allá de esa provisión de genes con la que dotamos a nuestros hijos y la natural influencia que tenemos como padres, que conserve siempre su esencia y sea el responsable y creador de su destino como Ser humano.

Nunca me quejaré de que mi hijo se parezca a mí y siempre estaré contento de que así sea, pero para ser feliz y mejorar como persona, como ser y como papá, hoy lo único que pido es poder parecerme (al menos un poco) a mi leoncito, quien gateando no se detiene ante nada para llegar a donde quiere y se esfuerza por  agarrarse de cualquier cosa para mantenerse en pie, quien no sólo aprende con gran destreza a comer sino nos alimenta cada instante con su alegría, quien sin importar los golpes y caídas vence cada uno de sus miedos y lo intenta cada cosa una y otra vez, quien con cada siesta me enseña a respetar mi cansancio y a perseguir  mis sueños, quien encuentra en el más pequeño objeto la razón para admirar  este mundo y hallar lo simple que es divertirse y ser feliz,   y más aún, quien sin importar lo que acontece a su alrededor siempre tiene una hermosa  sonrisa (¡esa sí que la heredó de mamá!) o una caricia para los que le amamos y con ello mejora  a cada instante nuestra existencia.

Hijo de tigre, pintito; hijo de león…
…que con el tiempo decida él solito.

«V»

Foto: Michael Sharman via photopin cc

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Pues bien, ese hermoso día en el que por fin pudimos conocer a nuestro leoncito ya al verlo llegamos a la conclusión (Jackie y yo) de que tenía una melenita casi tan lacia como la mía pero en una abundante cantidad como la de ella, y eso sí, a todas luces una nariz como la de su mami a quien por cierto no le agrada tanto la idea.

Como es de esperarse, siempre que nace un pequeñín se tiene esa inclinación (me incluyo, pues antes lo hacía) a tratar de encontrarle parecido con alguien de la familia, y no basta con que éste sea con mamá y papá, pues se incluyen en las similitudes cualquier tipo rasgo incluso algunos que resultan por demás chistosos… “que si la pestaña de uno o la ceja del otro”.

En nuestro caso, al inicio la balanza estaba muy equilibrada pues se dividían opiniones entre los que aseguraban que se parecía más a ella y viceversa, pero a últimas fechas se ha cargado un poco hacia mi lado, y aunque debo de admitir con toda honestidad que en nada me incomoda y hasta me “esponjo” como pavo real orgulloso cuando alguien dice que nuestro cachorro se parece o que es igualito a mí, también he de confesar que lo tomo con algunas reservas…

Esto último lo comento porque aunque hoy  me siento orgulloso y satisfecho de lo que hasta este momento he evolucionado y/o logrado como papá, también soy consciente de esos pequeños grandes detalles que quiero “pulir”, cambiar, corregir e incluso quitar de mi felina personalidad, (basta preguntarle a Jackie sobre lo desordenado que soy) y por ello me cuesta algo de trabajo asimilar o saber hasta dónde quisiera que mi hijo se parezca  a mí, con esto quiero decir que si bien como hijo y como persona tuve la fortuna de ser criado con mucho amor y de que me fueran inculcados valores, a su vez crecí como toda persona con algunos hábitos, actitudes y una que otra manía que -ya siendo papá- no me gustaría ver reflejadas en mi espejito llamado Emilio.

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YouTube prepara una versión segura para los niños

Fuente de imagen original de Flickr

YouTube es la tercer sitio web más visitado del mundo (después de Google y Facebook) y está cada vez más presente en la vida de todos, y los más peques no son una diferencia. Es más, a ellos el contenido audiovisual es el que más les atrae con diferencia.

Antes bastaba con tener vigilado y/o con contraseña el ordenador. Después empezamos a tener que preocuparnos también por nuestros smartphones. Pero ahora ya tenemos YouTube en la mayoría de las los televisores, BlueRay… y hasta lo he visto en alguna nevera.

Por eso, esta noticia está siendo tan bien recibida por padres y madres de todo el mundo:

YouTube está preparando una versión del portal para menores de 10 años

No se trata de un filtro para los contenidos que se publican en YouTube. La idea de la empresa de Google es realizar un portal enfocado en los más peques donde todo el contenido esté controlado.

Pero no solo eso, también se cuidarán las inserciones publicitarias. A menudo este es un punto débil de los filtros que se han intentado aplicar en versiones actuales de YouTube como YouTube EDU o YouTube for Schools. A pesar de estar pensadas para consumo por parte de menores de edad a veces se ‘cuela’ contenido en los anuncios que no es el más adecuado.

Proyecto en fase inicial

Aunque parece un proyecto bastante firme de YouTube me temo que aún habrá que tener paciencia para que vea la luz, pues está en su primera fase.

De cualquier forma creo que hay que celebrar este tipo de iniciativas y que vayamos aprendiendo a enseñar a nuestros peques a convivir de manera sana con toda esa inmensa cantidad de información a la que nosotros no tuvimos que exponernos de pequeños.

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Antes bastaba con tener vigilado y/o con contraseña el ordenador. Después empezamos a tener que preocuparnos también por nuestros smartphones. Pero ahora ya tenemos YouTube en la mayoría de las los televisores, BlueRay… y hasta lo he visto en alguna nevera.

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