Un verano de juegos I

El verano da para mucho. Hemos tenido tiempo para muchas cosas, incluso para aburrirnos como ostras. Pero estoy seguro que algunos de los juegos con los que nos divertimos los recordaremos siempre.

La actividad principal de este verano ha sido el piscineo. Piscina por la mañana, por la tarde y algunos días por la noche. Indescriptible la sensación de flotar en la piscina a la luz de la luna con las estrellas como techo. Esos baños nocturnos han sido muy reconfortantes y relajantes.

Además del piscineo, estoy seguro que, al menos mamacangreja y yo, recordaremos el día que se nos ocurrió comprar una caja para ordenar los juguetes en la villa. ¿Los veis ordenados? … nosotros tampoco, porque la caja para almacenarlos se convirtió inmediatamente en un carruaje con el que pasear a cangrejín por la terraza. Con lo movido que es pensé que aguantaría poco dentro, pero no, el tío iba todo contento y no había manera de bajarlo.

Como no, el hermano cansado de dar vueltas, reclamo su momento rey y también quería que lo lleváramos. Aunque como imagináis era imposible en esa caja, por lo que tuvimos que improvisar, así a lo rural.


Ahora estaban los dos contentos, y al final hasta Linda tuvo su momento de reina y mientras  mamacangreja tiraba de cangrejín, yo hacía lo mismo con cangrejito y su carretilla. Después cambiábamos y continuábamos con nuestro juego al más puro estilo pony de feria.


Cangrejín también quiso que Linda montara en su carroza, así que hicimos un traspaso temporal, aunque creo que ella prefería la carretilla.


Así que, como veis, y ya sabéis, a veces cualquier cosa puede transformarse en un juguete o en un juego que te deja grandes recuerdos.


                                             continuará…

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La lectura comienza desde la infancia

Los niños que leen y tienen contacto con la literatura a temprana edad, principalmente si son acompañados por los papás, se benefician en diversos sentidos: su aprendizaje se da de manera más fácil, una pronunciación más clara de las palabras, un vocabulario más amplio, se comunican mejor con los de su entorno, entre otras.   […]

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Reglas básicas de la comunicación online

Saber escuchar Sabes escuchar si prestas atención a los demás con seriedad e interés porque consideras que no eres omnisciente, que no lo sabes todo, y que siempre tienes algo que aprender. Sabes escuchar si callas tanto como hablas, porque de ese modo deseas mostrar tu comprensión y consideración hacia alguien. Si obras así, harás … Seguir leyendo Reglas básicas de la comunicación online

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[Reseña] Bienvenido de nuevo a la mazmorra

Este blog tiene un lema: “todo juego de mesa con la palabra Mazmorra en el título, vale la pena”. Somos muy fan de los juegos de explorar mazmorras, y Devir ha lanzado un nuevo juego con esta premisa: Bienvenido de nuevo a la mazmorra. Ya lo hemos probado y aquí va la reseña. En primer… Continue reading →

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Urgencia Pediátrica y Sanidad Pública

Ayer no hubo post nuevo y es porque estuvimos con mi pequeña en el hospital de Cádiz desde las 6 de la madrugada hasta las 14:00 (Todo esto lo narré por Twitter así que sígueme para estar al tanto de la última hora en @papagadesblog). Nosotros vivimos en Chiclana de la Frontera y normalmente acudimos al Hospital de Puerto Real pero allí no hay  urgencias pediátricas y en Cádiz sí. En este post voy a comentar mis últimas experiencias en el hospital y la indignación que causa a veces la sanidad pública.

Todo comienza el viernes de la semana pasada cuando mi niña no para de llorar y tocarse sus partes al preguntarle ¿Qué te duele hija? Cabe mencionar que días antes su pediatra de cabecera nos había mandado la bolsita para recoger la muestra de orinan, la llevamos y estaba contaminada y no volvíamos a tener cita hasta el jueves de la semana siguiente. Viendo que no podíamos tener a la niña así más tiempo fuimos para el hospital de urgencias. Esta primera vez tuvimos bastante suerte porque solo llegar nos atendió una muchachita joven que en todo momento fue muy simpática con la niña y le mandó directamente que la sondaran para no seguir con el lío de bolsitas y pruebas contaminadas. Tras la pertinente espera de los resultados nos llama a la consulta de nuevo y ahí estaba acompañada por su supervisora, una tía con cara agria que nos dijo que la niña tenía la orina perfecta, le miró el totete a la niña y dijo que lo que tenía era una vulvovaginitis muy fuerte y que normal que le doliera. No teníamos ni idea de que era eso así que nos explicó que era una irritación de sus partes y que en bebés era muy difícil saber que lo había causado. Nos mandaron un gel pediátrico para lavarle sus partes y a casa.

Pues eso hicimos, fuimos a la farmacia le compramos el gel y una crema específica para eso que nos recomendaron en la farmacia. La verdad que con el gel bien pero la crema le tenía que escocer mucho y lloraba como si la matáramos, así que decidimos no volvérsela a poner. Pese a ello la niña cada vez que quería hacer pipí seguía llorando muchísimo y no mostraba mejoría. Hasta ayer, que a las 5 de la madrugada comenzó a llorar mucho y no había Dios que la consolara. Nos fuimos todos al salón a tratar de entretenerla pero nada y nuestra primera intención fue cogerle cita para su pediatra esa misma mañana y que la viera. Tras una hora de niña llorando sin parar decidimos vestirnos y llevarla de nuevo a urgencias, no podía seguir así.

Llegaríamos sobre las 6 de la madrugada al hospital y aquello estaba vacío. Pensé que bien, nos atenderán pronto (JAAA pardillo) y la mañana no había hecho más que comenzar. Tardaron como un cuarto de hora o así en llamarnos para comentarle que le pasaba y luego volver a esperar. Lo siguiente fue llamarnos para ponerle la bolsa a ver si hacía pipí y la enfermera un encanto y muy amable. Nuestra sorpresa fue cuando al entrar nos esperaba la misma tía antipática que le diagnosticó la vulvovaginitis. Miró de muy malaganas a la niña con muy poco tacto y movimientos muy bruscos. ¿No has dormido no hija? ¿Estás de mala leche verdad? ¿Piensas qué somos los típicos padres pesados que venimos por gusto cuando tu ya has dado un diagnóstico perfecto? Pues eso es lo que demostraba esta tía y el trato que nos dio. No dijo que siguiéramos esperando a que la niña hiciese pipí para evitar sondarla de nuevo.

Pasaban las horas y la niña no hacía pis, a la hora y media le cambiaron la bolsa porque llevaba mucho tiempo puesta y nada, ni una gota. Mientras tantos ella se retorcía y aguantaba las ganas de hacer pis porque le dolía y lloraba muchísimo. Desde que le cambiaron la bolsa, a las 10 de la mañana nadie salió a preguntar si la niña había hecho pis ni nada.  Estuvimos allí como los que estaban sentados en un parque, es más la niña se echó a dormir. A las 11 y media ya tuvimos que pedir a alguien que le volviera a cambiar la bolsa o algo porque si hacía pis volvería a salir contaminado. Tras esta llamada de atención, nos vuelven a llamar a la consulta. Nuestra alegría fue que la tía antipática había terminado su turno y nos esperaba otra pediatra mucho más amable. La revisó y nos dijo que la iba a sondar porque no hacía pis y al revisarle el toto nos dijo que ella no le veía vulvovaginitis para que la niña estuviera llorando tanto.

Tras extraerle el pis con la sonda y mear a mamá, a la enfermera y toda su ropa y la sala, tuvimos que esperar 2 horas más a los resultados. ¿Conclusión? La niña sí tiene infección de orina, además muy fuerte con bacterias. Se ve que el viernes que la llevamos por los mismos motivos no tenía ni gota y ahora había pasado a tenerla muy fuerte. Nos mandó antibióticos, que eran fuertes pero para atajar en primer momento la infección íbamos a darle dos tomas en vez de una los dos primeros días. Y así fue, ayer ya se tomó sus dos primeras tomas y está muchísimo mejor.

Tras todo uno piensa en frío y le dan ganas de cruzarse con aquella pediatra tan eminente y decirle que la vulvovaginitis la tendrá su padre en el paladar porque mi niña lo que tiene es infección. Que está más que justificado que fuésemos de nuevo a urgencias porque se ve que alguien no había hecho bien su trabajo y habíamos tenido a la niña 3 días con una infección sin tratar. La verdad que no me gusta quejarme de los médicos, es más el viernes que fuimos había una señora muy airada porque pensaba que su hija por fuerzas tenía apendicitis y le habían dicho ya que no, tras eso pensó que la niña tenía otra enfermedad pero algo grave tenía que tener. Pero a veces las cosas claman al cielo y obviamente los recortes hacen mella en la sanidad pero también hay sanitarios que están cansados de su trabajo y lo hacen con desgana.

El caso que con las de adultos en Puerto Real la cosa no va mejor, mi madre el otro día se encontraba mal y mi mujer la llevó por urgencias a las 12 del medio día. Tardaron 6 horas en que la viera un médico, 4 en sacarle sangre y otras 2 en que la volviera a ver el médico. Salió a las 00.00 de la madrugada desde por la mañana que había ido. ¿Indignante? Lo siguiente.

Gracias a Dios la niña ya está bien y el tratamiento le está haciendo efecto. Muchas veces me da apuro ir a urgencias con esta niña y es que aunque esté mala no para quieta y empieza a jugar allí como la que está en el parque. Ayer también, pero en sus momentos de querer hacer pis y que le dolía no había nadie que la consolara y ahí es donde te das cuenta que la chiquituja está mal. Se siente mucha impotencia al ver a esa personita tan pequeña llorar sin consuelo y no poder hacer nada por remediarlo, imagino que a esto se referían cuando dicen la frase de: «Un hijo es lo que más duele en este mundo».

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Urgencia Pediátrica y Sanidad Pública

Ayer no hubo post nuevo y es porque estuvimos con mi pequeña en el hospital de Cádiz desde las 6 de la madrugada hasta las 14:00 (Todo esto lo narré por Twitter así que sígueme para estar al tanto de la última hora en @papagadesblog). Nosotros vivimos en Chiclana de la Frontera y normalmente acudimos al Hospital de Puerto Real pero allí no hay  urgencias pediátricas y en Cádiz sí. En este post voy a comentar mis últimas experiencias en el hospital y la indignación que causa a veces la sanidad pública.

Todo comienza el viernes de la semana pasada cuando mi niña no para de llorar y tocarse sus partes al preguntarle ¿Qué te duele hija? Cabe mencionar que días antes su pediatra de cabecera nos había mandado la bolsita para recoger la muestra de orinan, la llevamos y estaba contaminada y no volvíamos a tener cita hasta el jueves de la semana siguiente. Viendo que no podíamos tener a la niña así más tiempo fuimos para el hospital de urgencias. Esta primera vez tuvimos bastante suerte porque solo llegar nos atendió una muchachita joven que en todo momento fue muy simpática con la niña y le mandó directamente que la sondaran para no seguir con el lío de bolsitas y pruebas contaminadas. Tras la pertinente espera de los resultados nos llama a la consulta de nuevo y ahí estaba acompañada por su supervisora, una tía con cara agria que nos dijo que la niña tenía la orina perfecta, le miró el totete a la niña y dijo que lo que tenía era una vulvovaginitis muy fuerte y que normal que le doliera. No teníamos ni idea de que era eso así que nos explicó que era una irritación de sus partes y que en bebés era muy difícil saber que lo había causado. Nos mandaron un gel pediátrico para lavarle sus partes y a casa.

Pues eso hicimos, fuimos a la farmacia le compramos el gel y una crema específica para eso que nos recomendaron en la farmacia. La verdad que con el gel bien pero la crema le tenía que escocer mucho y lloraba como si la matáramos, así que decidimos no volvérsela a poner. Pese a ello la niña cada vez que quería hacer pipí seguía llorando muchísimo y no mostraba mejoría. Hasta ayer, que a las 5 de la madrugada comenzó a llorar mucho y no había Dios que la consolara. Nos fuimos todos al salón a tratar de entretenerla pero nada y nuestra primera intención fue cogerle cita para su pediatra esa misma mañana y que la viera. Tras una hora de niña llorando sin parar decidimos vestirnos y llevarla de nuevo a urgencias, no podía seguir así.

Llegaríamos sobre las 6 de la madrugada al hospital y aquello estaba vacío. Pensé que bien, nos atenderán pronto (JAAA pardillo) y la mañana no había hecho más que comenzar. Tardaron como un cuarto de hora o así en llamarnos para comentarle que le pasaba y luego volver a esperar. Lo siguiente fue llamarnos para ponerle la bolsa a ver si hacía pipí y la enfermera un encanto y muy amable. Nuestra sorpresa fue cuando al entrar nos esperaba la misma tía antipática que le diagnosticó la vulvovaginitis. Miró de muy malaganas a la niña con muy poco tacto y movimientos muy bruscos. ¿No has dormido no hija? ¿Estás de mala leche verdad? ¿Piensas qué somos los típicos padres pesados que venimos por gusto cuando tu ya has dado un diagnóstico perfecto? Pues eso es lo que demostraba esta tía y el trato que nos dio. No dijo que siguiéramos esperando a que la niña hiciese pipí para evitar sondarla de nuevo.

Pasaban las horas y la niña no hacía pis, a la hora y media le cambiaron la bolsa porque llevaba mucho tiempo puesta y nada, ni una gota. Mientras tantos ella se retorcía y aguantaba las ganas de hacer pis porque le dolía y lloraba muchísimo. Desde que le cambiaron la bolsa, a las 10 de la mañana nadie salió a preguntar si la niña había hecho pis ni nada.  Estuvimos allí como los que estaban sentados en un parque, es más la niña se echó a dormir. A las 11 y media ya tuvimos que pedir a alguien que le volviera a cambiar la bolsa o algo porque si hacía pis volvería a salir contaminado. Tras esta llamada de atención, nos vuelven a llamar a la consulta. Nuestra alegría fue que la tía antipática había terminado su turno y nos esperaba otra pediatra mucho más amable. La revisó y nos dijo que la iba a sondar porque no hacía pis y al revisarle el toto nos dijo que ella no le veía vulvovaginitis para que la niña estuviera llorando tanto.

Tras extraerle el pis con la sonda y mear a mamá, a la enfermera y toda su ropa y la sala, tuvimos que esperar 2 horas más a los resultados. ¿Conclusión? La niña sí tiene infección de orina, además muy fuerte con bacterias. Se ve que el viernes que la llevamos por los mismos motivos no tenía ni gota y ahora había pasado a tenerla muy fuerte. Nos mandó antibióticos, que eran fuertes pero para atajar en primer momento la infección íbamos a darle dos tomas en vez de una los dos primeros días. Y así fue, ayer ya se tomó sus dos primeras tomas y está muchísimo mejor.

Tras todo uno piensa en frío y le dan ganas de cruzarse con aquella pediatra tan eminente y decirle que la vulvovaginitis la tendrá su padre en el paladar porque mi niña lo que tiene es infección. Que está más que justificado que fuésemos de nuevo a urgencias porque se ve que alguien no había hecho bien su trabajo y habíamos tenido a la niña 3 días con una infección sin tratar. La verdad que no me gusta quejarme de los médicos, es más el viernes que fuimos había una señora muy airada porque pensaba que su hija por fuerzas tenía apendicitis y le habían dicho ya que no, tras eso pensó que la niña tenía otra enfermedad pero algo grave tenía que tener. Pero a veces las cosas claman al cielo y obviamente los recortes hacen mella en la sanidad pero también hay sanitarios que están cansados de su trabajo y lo hacen con desgana.

El caso que con las de adultos en Puerto Real la cosa no va mejor, mi madre el otro día se encontraba mal y mi mujer la llevó por urgencias a las 12 del medio día. Tardaron 6 horas en que la viera un médico, 4 en sacarle sangre y otras 2 en que la volviera a ver el médico. Salió a las 00.00 de la madrugada desde por la mañana que había ido. ¿Indignante? Lo siguiente.

Gracias a Dios la niña ya está bien y el tratamiento le está haciendo efecto. Muchas veces me da apuro ir a urgencias con esta niña y es que aunque esté mala no para quieta y empieza a jugar allí como la que está en el parque. Ayer también, pero en sus momentos de querer hacer pis y que le dolía no había nadie que la consolara y ahí es donde te das cuenta que la chiquituja está mal. Se siente mucha impotencia al ver a esa personita tan pequeña llorar sin consuelo y no poder hacer nada por remediarlo, imagino que a esto se referían cuando dicen la frase de: «Un hijo es lo que más duele en este mundo».

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Criando bilingüe en Sevilla

Primera quedada de familias criando bilingüe en Sevilla Que ganas tenía de poder quedar con más familias que estuviesen tan loco como yo, compartir experiencia y que los peques se conociesen para jugar entre ellos. Es algo que más de una mamá me ha pedido organizar, y si no lo he hecho no ha sido … Continue Reading about Criando bilingüe en Sevilla

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#ElClubDeLosCinco Septiembre


Volvemos a sumergirnos poco a poco en la rutina, y que mejor forma de hacerlo que con el Club de los Cinco. Cargadito de novedades.

1. SERIE: «American Gods»


Esta serie está ligada a otro de los apartados del club, pero básicamente os diré que si no sabes nada sobre ella mejor, porque así comprenderás como se siente el protagonista. No es que la serie en si me obsesione, pero cada vez que acababa un episodio estaba deseando ver el siguiente para intentar entender que pasa. 
Totalmente recomendable.

2. Lectura: Paso palabra
No, no es un libro, ni el guión del famosos concurso de TV, simplemente no he leído ni una línea. Sigo con el mismo libro a medias.

3. Descubrimiento: «Amazon Prime Vídeo»
Ha sido un descubrimiento de esos que se hacen por error. Me uní al Amazon Prime, la prueba de 30 días para hacer un pedido, pero luego no cancele la suscripción, así que me cobraron.
Un par de semanas después me llegó un mensaje diciéndome que todavía no había disfrutado de Amazon Prime Video, entonces miré lo que era y sorpresa. Series, películas y documentales para ver on line. Y el acceso es gratuito para los clientes PRIME de Amazon. 
No llega al nivel de otras como Netflix o HBO, al menos en España, porque en USA si que tienen una oferta mucho mayor. Pero para lo que cuesta esta bien, así he conocido series como American Gods, Into the Badlands o The Man in the High Castle.

4. Trailer:


5. Frase: 

Si los borrachos siempre dicen la verdad, ¿por qué dicen que no están borrachos?

Anónimo

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Dolor de cabeza

Durante este verano, estando de vacaciones fuera de España, mi nieto mayor comenzó a quejarse de dolor de cabeza. Era un dolor intenso en la sien derecha que le producía muchas molestias y que requirió en todas las ocasiones la administración de un analgésico para aliviar al pequeño ya que le impedía hacer cosas y estar …leer más

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¡Cansina rutina!

Dicen que las vacaciones son el momento ideal para cargar las pilas y afrontar con energía el nuevo curso. La vuelta a la rutina implica volver a levantarnos a la misma hora y comer de nuevo de una forma ordenada. Y es que durante las vacaciones aprovechamos para mandar a paseo las obligaciones y disfrutar…
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Las vacaciones perfectas

Lunes, 04 de septiembre de 2017 07:50 AM López, Peláez, Gómez y Benítez en la máquina de café: —Pues yo, durante las vacaciones, he estado visitando iglesias románicas y mi chiquillo, mientras buscaba un baño en una pequeña ermita del siglo XII, descubrió unas catacumbas en donde un monje templario le ofreció la última reliquia […]

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EL REY DE LAS FIESTAS

Cuando escribo estas líneas aún no se ha celebrado su proclamación, así que desconozco si el Rey de las Fiestas de Cabra entró en el acto del brazo del alcalde o de su compañera de trono. Tampoco sé si el pregonero exaltó su belleza como ha sido habitual cada 3 de septiembre en mi pueblo con respecto a las mujeres que hasta este año monopolizaban la corona. Yo mismo, hace 10 años, tuve el honor y la responsabilidad de subirme a ese escenario y me encontré en la encrucijada de ajustarme a la tradición o de jugar con ella, aún a riesgo de merecer las críticas de un vecindario tan conservador. Haciendo una pirueta aproveché para desearle a aquellas siete jovencitas que me escuchaban vestidas de princesas que hicieran en sus vidas justo lo contrario de lo que estaban haciendo aquella noche. Y permitiéndome un ejercicio de ironía pedí a las autoridades la elección de un rey y hasta de una drag queen para que así todas y todos nos pudiéramos sentir representados. Justo una década después, el gobierno municipal del PP se ha tomado en serio mi propuesta irónica y este año en Cabra los rejoneadores se verán en la tesitura de brindar el día 8 una faena también el bello rey. De esta manera pensarán algunos y algunas que se da un paso gigantesco hacia la igualdad y que mi pueblo, tan poco dado a las innovaciones, se coloca a la vanguardia de las políticas feministas.
No es casualidad que esta novedad se introduzca en un momento de tremenda confusión en la opinión pública, en los medios y en la clase política en torno a lo que implica la igualdad de género y a cómo traducir en hechos las convicciones feministas. En esta ceremonia de la confusión, que lógicamente beneficia a los de siempre, es decir, a nosotros, resulta facilón concluir que la igualdad no ha de significar otra cosa que, por ejemplo, propiciar que los hombres seamos sometidos a los mismos tratos denigrantes que durante siglos lo han sido las mujeres. De esta manera, si a ellas se las cosifica y sexualiza, nosotros también debemos ser reducidos a mero cuerpo. Si ellas han sido y son objetos de una publicidad estereotipada, también nosotros hemos de convertirnos en ganchos sexuados para el consumo. Si ellas continúan presentándose a concursos de belleza, qué menos que nosotros no seamos tratados también como perchas en las que colgar moda, cosméticos y músculos.
Es evidente que de esta manera no transformamos la realidad ni ponemos el dedo en la llaga de la desigualdad. Al contrario, le hacemos el juego a un orden, el patriarcal, que es especialista en darle sentido al dicho de que todo cambie para que todo siga igual. Se equivocan pues quienes son cómplices de este tipo de medidas y discursos. Porque el feminismo es un pensamiento, una vindicación, una ética, que persigue darle la vuelta a un estado de cosas en el que nosotros hemos sido los privilegiados y ellas las subordinadas. Ello supone un programa transformador que busca más justicia para todas y todos, mayor calidad democrática y, sobre todo, que mujeres y hombres seamos tratados como sujetos autónomos equivalentes. Lo cual no significa igualarnos en la estupidez ni mucho menos dejar intocables las reglas de juego que a ellas las continúan degradando.
Estoy seguro de que este septiembre muchas chicas y también chicos de mi pueblo disfrutarán cuando vean al apuesto Rey luciendo body en la carroza o en la procesión. No seré yo quien niegue los placeres de la belleza masculina. Pero espero que, pasados los fuegos artificiales, nadie se crea que ya somos más iguales. Simplemente habremos multiplicado el carácter rancio de una costumbre que justamente nació en un momento histórico en el que las mujeres estaban condenadas a ser ángeles del hogar o reinas de la belleza. Mucho me temo que Lampedusa bien podría haber sido egabrense.
Publicado en DIARIO CÓRDOBA, 4-9-2017:
http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/rey-fiestas_1169451.html
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