¿Dónde están los padres? Me pregunta mi amigo Joaquín, hombre y padre activista desde hace mucho.

¿Dónde están los padres?, repito en mi cabeza varias veces para conectar con todo lo que lleva detrás esta pregunta.

Y pienso que le añadiría una palabra, con tu permiso Joaquín:

¿Dónde están los padres corresponsables? Porque los padres están. Y cada vez los vemos más. En la puerta de los colegios y hasta en los grupos de whatsapp. Pero están poco presentes, poco visibles y poco comprometidos.

En nuestro estudio sobre la corresponsabilidad en España “somos equipo” nos quedaba claro. Cada vez más hay un porcentaje mayor de padres implicados en el cuidado y en las tareas, claro que sí, sería absurdo dar la espalda a esta realidad.

Pero también sería poco sincero no reconocer que es insuficiente y que la desigualdad es marca de los hogares españoles.

Los padres asumen tareas, pero las tareas que asumen son “las tareas visibles”, aquellas que tienen un mayor reconocimiento social, que tienen un principio y un fin y que no pueden simultanearse con otras. Estas tareas visibles, que tipificamos en nuestro estudio, son por ejemplo:

• Llevar a los hijos o hijas al parque.
• Ir a hacer la compra.
• Bañarles.
• Etc.

Pero estas tareas conllevan otras invisibles que seguimos asumiendo nosotras como por ejemplo hacer la lista de la compra para ir al supermercado, estar pendiente de las necesidades de médicos, ropa, colegios… Y estas tareas no visibles son lo que llamamos CARGA MENTAL.

Por eso digo que no es suficiente, no solo porque los datos oficiales digan que las mujeres madres asumimos el doble de tiempo en el trabajo del hogar, sino porque de nada sirve que asumamos tareas a medias. Por eso, para que veamos un cambio social y sintamos que caminamos en la buena dirección necesitamos hombres corresponsables, padres referentes, que asuman el cuidado por responsabilidad y no por obligación. Que entiendan que los privilegios, que les vienen asignados de serie, perpetúan la desigualdad. Necesitamos hombres corresponsables que den un paso al frente y rompan la cadena de estereotipos de un sistema masculinizado, que deja a la mujer madre al mando del hogar, de los cuidados y de la renuncia laboral.

Y sé que hay padres así, pero muchos se ocultan por miedo al juicio social.

Y sé que hay padres así, pero muchos se consideran héroes.

Mientras les pedimos que se hagan visibles porque los necesitamos a nuestro lado como compañeros de viaje para conseguir una igualdad real, la sociedad nos sigue diciendo a las que tenemos uno al lado:

• ¡Qué suerte tienes!
• Te ayuda muchísimo.
• Es un padrazo.

Y hasta que no rompáis esas cadenas machistas en las que nos vemos atrapadas, no avanzaremos, así que por favor salid del armario para que dejen de consideraros “hombres unicornios” y sobre todo salid del armario para que otros os vean y provoquemos un movimiento cadena que fuerce el cambio social.

Nosotras estaremos aquí para caminar juntos.

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Laura Baena se define: