Lecturas infantiles: Pepe y Mila

En casa nos gusta mucho la lectura, ya lo sabéis. Hace no mucho os hablaba de lo encantados que estamos con Las princesas Dragón y lo que nos gustan sus historias. Hoy, sin embargo, me voy a centrar más en el sector más juvenil de la casa: el de los 2 – 3 años.
Por supuesto, aquí los cuentos juegan un papel muy importante y los usamos a menudo. De hecho, después de cenar el Hermanomenor siempre sale disparado hacia la librería a coger un cuento… mientras los mayores acabamos de cenar, lo miramos una y otra vez.
El más reciente que ha llegado a casa para el rango de edad del pequeño es Pepe y Mila tienen mucha prisa de Editorial SM. A Pepe y Mila ya los conocíamos de hace tiempo… y fue más por capricho mío que por gusto del pequeño de la casa: Cuando vi los dibujos me encantaron; son diferentes a muchos de los que se ven por ahí y los libros tienen multitud de solapas. El visto bueno, sin embargo, no lo tenía que dar yo… y no defraudó. 
El cuento del que os hablo hoy es un poco escatológico, no nos vamos a engañar. Pero si ya de por si los cuentos de Pepe y Mila son atractivos por todo lo que os comentaba antes, el que acaba de llegar a nuestras manos además es muy divertido… Al pequeño (y a la Hermanamayor también) le da mucha risa ver determinadas situaciones que se reproducen en el libro e interactuar con los elementos móviles.
Este tipo de cuentos son ideales a partir del año y medio: Tamaño manejable, muy resistente (aunque alguno del estilo no goce de muy buena salud) y con muchos elementos móviles de todo tipo.
De Pepe y Mila hay multitud de historias y se pueden encontrar tanto en castellano como en catalán. Ahora que se acerca el día del libro os puedo asegurar que es un buen cuento para regalar :D.
En el siguiente enlace podréis haceros con él: 
Castellano: Amazon.
Catalán: Amazon
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Viaje a Noruega: Glaciares Bøyabreen y Supphellebreen con niños

Durante años, el formidable jostedalsbreen, el glaciar más extenso de la Europa continental se desplazaba a contracorriente, porque mientras los glaciares del resto del mundo retrocedían, él avanzaba despacio. En la actualidad también ha sucumbido y está en retroceso. Con una superficie de 487 km2 y un espesor de hasta 600 m preside las tierras altas de Sogn on Fjordane. Al igual que en su día visitamos uno de sus brazos más conocidos (Nigardsbreen), hoy íbamos a intentar tocar hielo en otros dos de fácil acceso: Boyabreen y Suppellebreen.

Estos dos glaciares se ubican muy cerca del pueblo de Fjaerland, que recibe la nada despreciable cifra de más de 300.000 visitantes al año; muchos de ellos con visitar estos glaciares.

Bøyabreen
Fue el primero que visitamos camino a Fjaerland. En este caso no es posible acceder a la zona de hielo porque hay un lago que separa de la zona del restaurante y del aparcamiento (gratuito), pero si se tiene suerte es posible ver desprenderse algún bloque de hielo que acabará cayendo al agua. Es muy fácil de acceder desde la carretera principal y es totalmente recomendable disfrutar de las vistas desde las ventanas panorámicas que hay en la cafetería que hay a los pies. Aprovechamos para comer allí mismo viendo que los precios eran razonables y las hamburguesas tenían buena pinta. Pasamos un buen rato jugando con las piedras en el lago y haciendo algunas fotos.
Supphellebreen
Es menos espectacular pero a priori más accesible que el anterior. Como curiosidad, destacar que el hielo de los podios de los JJOO de Lillehammer de 1994 se sacó de este glaciar. Se encuentra en la parte inferior del valle Supphelledalen y es el que se encuentra a una altitud más baja de todos los glaciares del sur de Noruega; se mantiene vivo por el hielo que cae del glaciar Flatbreen ubicado sobre él.
Nuestro objetivo, y en este lo teníamos que conseguir, era que los peques pudieran llegar hasta la zona del glaciar y jugar un rato con el hielo. Nuestros planes, sin embargo, parecía que no se iban a cumplir: Al llegar llovía bastante, así que nos quedamos en el coche a la espera que amainara; cuando por fin amainó, nos equipamos y emprendimos la marcha hacia el glaciar… Lamentablemente después de tanta lluvia de la base del glaciar bajaba un río que hacía impracticable el ‘camino’ que pudiera llevar hasta la base. Intentamos acercarnos por alguno de los bordes, pero nada, no fue posible porque estaba todo impracticable. Al menos los peques pudieron jugar un rato con bloques de hielo que la corriente había arrastrado hasta donde estábamos… no tengo ninguna duda de que en otras épocas habríamos podido llegar sin problemas. Es un recorrido muy sencillo.
Acabamos el día en un camping ubicado muy cerca del Museo Noruego del Glaciar, que tampoco pudimos visitar porque ya estaba cerrado al llegar.
Nos instalamos en nuestra cabaña y estuvimos jugando un rato en familia, que tampoco vino mal 😀

Diario de viaje a Noruega: Inicio
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Viaje a Noruega: Glaciares Bøyabreen y Supphellebreen con niños

Durante años, el formidable Jostedalsbreen, el glaciar más extenso de la Europa continental se desplazaba a contracorriente porque mientras los glaciares del resto del mundo retrocedían, él avanzaba despacio. Sin embargo, en la actualidad también ha sucumbido y está en retroceso (como la gran mayoría de glaciares en el mundo). Con una superficie de 487 km2 y un espesor de hasta 600 metros preside las tierras altas de Sogn on Fjordane.

Tal y como hicimos días atrás visitando uno de los brazos más conocidos (el Glaciar Nigardsbreen) de esa imponente masa de hielo, en esta ocasión íbamos a intentar tocar el hielo en otros dos glaciares de fácil acceso: Bøyabreen y Supphellebreen.

Llegar a ellos es muy sencillo: Se encuentran ubicados muy cerca del pueblo de Fjaerland, que pese a su pequeño tamaño recibe la nada despreciable cifra de más de 300.000 visitantes al año; muchos de ellos con la intención de visitar estos glaciares.

El glaciar Bøyabreen

Bøyabreen
Fue el primero que visitamos camino a Fjaerland. En este caso no es posible acceder a la zona de hielo porque hay un lago que separa de la zona del restaurante y del aparcamiento (gratuito), pero si se tiene suerte es posible ver desprenderse algún bloque de hielo que acabará cayendo al agua. Con este espectacular paisaje pasamos un buen rato jugando con las piedras en el lago y haciendo algunas fotos.

Es totalmente recomendable disfrutar de las vistas que ofrecen las ventanas panorámicas que hay en la cafetería a la orilla del lago. Nosotros aprovechamos para comer allí mismo viendo que los precios eran razonables, las hamburguesas tenían buena pinta y tampoco teníamos claro que pudiéramos encontrar un lugar por los alrededores. 

Supphellebreen
En otro desvío de la carretera se encontraba nuestro segunda parada del día. Es menos espectacular que Bøyabreen pero a priori más accesible para llegar a la base. Se encuentra en la parte inferior del valle Supphelledalen y es el que se encuentra a una altitud más baja de todos los glaciares del sur de Noruega; se mantiene vivo por el hielo que cae del glaciar Flatbreen ubicado sobre él. Como curiosidad, destacar que el hielo de los podios de los JJOO de Lillehammer de 1994 se sacó de este glaciar.
Nuestro objetivo, como en la mayoría de glaciares que visitamos, era que los peques pudieran llegar hasta la base del glaciar y jugar un rato con el hielo. Estos planes, sin embargo, parecía que de nuevo no se iban a cumplir: Al llegar llovía bastante, así que nos quedamos en el coche a la espera que amainara; cuando por fin lo hizo, nos equipamos y emprendimos la marcha hacia el glaciar…

Lamentablemente después de tanta lluvia, de la ladera de la montaña bajaba un río que hacía impracticable el camino que pudiera llevar hasta la base del glaciar. Intentamos acercarnos por alguno de los bordes pero nada, no fue posible. Al menos los peques pudieron jugar un rato con algunos trozos de hielo que la corriente había arrastrado hasta donde estábamos…

Pese a que no pudimos llegar a tocarlo en vivo, no tengo ninguna duda de que en otras épocas habríamos podido llegar sin problemas. Aparentemente es un recorrido sencillo y no muy largo.

Jugando con hielo
Acabamos el día en un camping de Fjaerland ubicado muy cerca del Museo Noruego del Glaciar, que tampoco pudimos visitar porque ya estaba cerrado al llegar. Nos instalamos en nuestra cabaña y estuvimos jugando un rato en familia, que tampoco vino mal 😀

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Las ruedas

Ya os hablé hace algún tiempo que nuestros hijos (y no creo que sea una exclusiva de ellos) son de ideas fijas. En él os comentaba que el HermanoMenor siempre tiene que ir con algo de ruedas a cualquier sitio que vamos…

Lo cierto es que tiene un buen repertorio de cosas rodantes y, aunque tiene algunos preferidos, algunos de ellos tienen más éxito que otros. Últimamente el que triunfa es un carrito de Play Doh, similar a los de la compra, que le regalaron para navidad… Dentro hay plastilina, pero eso es lo de menos porque nunca lo abre; de hecho, podría ir vacío o con piedras en su interior… a él lo que le gusta es llevarlo de paseo. Porque eso es otra cosa que va asociado al llevarse cosas con ruedas a la calle: Le encanta caminar. Y eso nos genera muchos algún problemilla cuando al abrir la puerta del ascensor ve que estamos en el párking en lugar de la planta baja; problemas hasta el punto de que no quiere subirse al coche o dice que quiere ir, por a casa de los abuelos maternos andando… cuando hay 40 kilómetros.
Otros grandes candidatos a salir a la calle son: Cochecitos de bebé (con bebé o sin él), un correpasillos (sí, es rosa), una bicicleta sin pedales o, la última y flamante adquisición: un patinete (que el pobre pedía insistentemente de camino al cole cada día…).
Pero bueno, que me desvío; otras veces os he comentado que en casa intentamos no ser sexistas, así que vemos genial que el niño juegue con muñecas y la niña con coches, párkings y demás. No obstante, desde que es un poco independiente, siempre se ha decantado por aquellos juguetes -çque tiene su hermana que van con su mayor obsesión: los que tienen ruedas; Desde coches, motos, camiones grandes y pequeños hasta uno de sus preferidos: los trenes.
Llega a tal extremo que incluso los cuentos que tienen vehículos son de sus preferidos, usa los que no los tienen para hacer rampas para los coches y disfruta viendo Chuggington, Thomas y sus amigos o Bob el Constructor (aunque aquí somos algo más flexibles y a veces se cuelan cosas más estandars…).
En fin, que algo innato debe haber en eso que dicen que a los niños les gustan más los coches que a las niñas… al menos en nuestro caso es así: La grande ha tenido coches y nunca les ha hecho demasiado caso… en cambio, el peque disfruta como un loco con ellos y puede estarse horas sin destrozar nada hacer ruido.
Los cochecitos tampoco se libran…
Vuestros hijos tienen obsesiones hobbies de este tipo?
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Las ruedas

Ya os hablé hace algún tiempo que nuestros hijos (y no creo que sea una exclusiva de ellos) son de ideas fijas. En él os comentaba que el HermanoMenor siempre tiene que ir con algo de ruedas a cualquier sitio que vamos…

Lo cierto es que tiene un buen repertorio de cosas rodantes y aunque tiene algunos preferidos evidentemente unos tienen más éxito que otros. Últimamente el que triunfa es un carrito de Play Doh, similar a los de la compra que le regalaron para navidad… Dentro hay plastilina, pero eso es lo de menos porque nunca lo abre; de hecho, podría ir vacío o con piedras en su interior… a él lo que le gusta es llevarlo de paseo. Porque eso es otra cosa que va asociado al llevarse cosas con ruedas a la calle: Le encanta caminar. Y eso nos genera muchos algún problemilla cuando al abrir la puerta del ascensor ve que estamos en el párking en lugar de la planta baja; problemas hasta el punto de que no quiere subirse al coche o dice que quiere ir a casa de los abuelos maternos andando… cuando hay 40 kilómetros.
Otros grandes candidatos para salir a la calle son: Cochecitos de bebé (con bebé o sin él), un correpasillos (sí, es rosa), una bicicleta sin pedales o, la última y flamante adquisición: un patinete (que el pobre pedía insistentemente de camino al cole cada día…).
Pero bueno, que me desvío; otras veces os he comentado que en casa intentamos no ser sexistas, así que vemos genial que el niño juegue con muñecas y la niña con coches, párkings y demás. No obstante, desde que es un poco independiente, siempre se ha decantado por aquellos juguetes que tiene su hermana que van con su mayor afición: los que tienen ruedas; Desde coches, motos, camiones grandes y pequeños hasta uno de sus preferidos: los trenes.
Llega a tal extremo la predilección que tiene por las ruedas que incluso los cuentos que tienen vehículos son de sus preferidos, usa los que no los tienen para hacer rampas para los coches y disfruta viendo Chuggington, Thomas y sus amigos o Bob el Constructor (por supuesto, tampoco dice que no a Pocoyó, PJ Masks u otros…).
En fin, que algo innato debe haber en eso que dicen que a los niños les gustan más los coches que a las niñas… al menos en nuestro caso es así: La grande ha tenido coches y nunca les ha hecho demasiado caso… en cambio, el peque disfruta como un loco con ellos y puede estarse horas sin destrozar nada hacer ruido.
Los cochecitos tampoco se libran…
Vuestros hijos tienen obsesiones hobbies de este tipo?
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Las ruedas

Ya os hablé hace algún tiempo que nuestros hijos (y no creo que sea una exclusiva de ellos) son de ideas fijas. En él os comentaba que el HermanoMenor siempre tiene que ir con algo de ruedas a cualquier sitio que vamos…

Lo cierto es que tiene un buen repertorio de cosas rodantes y aunque tiene algunos preferidos evidentemente unos tienen más éxito que otros. Últimamente el que triunfa es un carrito de Play Doh, similar a los de la compra que le regalaron para navidad… Dentro hay plastilina, pero eso es lo de menos porque nunca lo abre; de hecho, podría ir vacío o con piedras en su interior… a él lo que le gusta es llevarlo de paseo. Porque eso es otra cosa que va asociado al llevarse cosas con ruedas a la calle: Le encanta caminar. Y eso nos genera muchos algún problemilla cuando al abrir la puerta del ascensor ve que estamos en el párking en lugar de la planta baja; problemas hasta el punto de que no quiere subirse al coche o dice que quiere ir a casa de los abuelos maternos andando… cuando hay 40 kilómetros.
Otros grandes candidatos para salir a la calle son: Cochecitos de bebé (con bebé o sin él), un correpasillos (sí, es rosa), una bicicleta sin pedales o, la última y flamante adquisición: un patinete (que el pobre pedía insistentemente de camino al cole cada día…).
Pero bueno, que me desvío; otras veces os he comentado que en casa intentamos no ser sexistas, así que vemos genial que el niño juegue con muñecas y la niña con coches, párkings y demás. No obstante, desde que es un poco independiente, siempre se ha decantado por aquellos juguetes que tiene su hermana que van con su mayor afición: los que tienen ruedas; Desde coches, motos, camiones grandes y pequeños hasta uno de sus preferidos: los trenes.
Llega a tal extremo la predilección que tiene por las ruedas que incluso los cuentos que tienen vehículos son de sus preferidos, usa los que no los tienen para hacer rampas para los coches y disfruta viendo Chuggington, Thomas y sus amigos o Bob el Constructor (por supuesto, tampoco dice que no a Pocoyó, PJ Masks u otros…).
En fin, que algo innato debe haber en eso que dicen que a los niños les gustan más los coches que a las niñas… al menos en nuestro caso es así: La grande ha tenido coches y nunca les ha hecho demasiado caso… en cambio, el peque disfruta como un loco con ellos y puede estarse horas sin destrozar nada hacer ruido.
Los cochecitos tampoco se libran…
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Disney on Ice: Frozen – La crónica

Son las 08.00 y la HermanaMayor acaba de aparecer en nuestra habitación. Llevamos una semana con la cuenta atrás y, por fin, ha llegado el día. Casi 3 meses después de haber abierto el sobre que nos dejó Papá Noel en el árbol, hoy podremos disfrutar de nuestro regalo todos juntos. Esta tarde vamos a Disney on ice: Frozen!!

Tenemos el día planificado desde hace unas semanas: después de arreglarnos haremos unos bocatas y nos iremos a Barcelona (la sesión empieza a las 16.00). El HermanoMenor también está emocionado por el acontecimiento y no pierde la ocasión: de buena mañana ya lleva su disfraz de Mickey Mouse.
Salimos de casa pasadas las 13.00 y a eso de las 14.00 ya estamos por los alrededores del Palau Sant Jordi, justo en el momento en el que los espectadores de la sesión anterior (la de las 12.00) se están yendo… Gracias a esto conseguimos aparcar a pocos pasos de la entrada al Palau.
Comemos por la zona y una vez estamos listos la HermanaMayor se pone su fantástico disfraz de Elsa… Todas las niñas van emocionadas imitando a sus princesas preferidas; sin embargo para mi, mi niña es la más guapa, con esos grandes ojos que me miran expectantes mientras le voy contando que en poco rato estaremos viendo a Elsa y a Anna.
Entramos en el recinto y se nos ponen los pelos de punta: el merchandising nos deja sin sentido; todo es atractivo y llamativo para esas niñas que empiezan a pedir varitas luminosas giratorias, muñecos, peluches, bebidas de colores o palomitas…
Son las 15.30; en poco rato empieza el espectáculo y ya estamos todos nerviosos, así que nos vamos a buscar nuestros asientos. Tras cruzar la cortina nos quedamos boquiabiertos: aparece ante nosotros esa pista de hielo iluminada de azul, preciosa, perfecta y con la banda sonora de Frozen de fondo.
El HermanoMenor también está nervioso; no hace más que preguntar si ya empieza, aunque no tiene del todo claro qué es lo que va a ver…
Poco a poco el Palau se va llenando, cada vez más Elsas y Annas inundan las gradas. Y todas con un sentimiento común: nervios porque empiece ya Disney on Ice… Y de repente se escucha: «Señoras y señores, en 10 minutos empieza el espectáculo»… Qué nervios! Tras esos 10 minutos interminables se apagan las luces del Sant Jordi y únicamente queda iluminada la pista: Aparecen Mickey y Minnie y el público enloquece. Mi pequeño príncipe adora a Mickey y casi ni pestañea cuando lo ve. Le siguen Goofy y Donald y entre todos nos presentan lo que vamos a ver: Una historia de amor… Aparecen Blancanieves y el príncipe azul, Cenicienta y el príncipe, Aurora y Felipe, Ariel y Eric, Rapunzel y Eugene, Timón y Pumba, Dory y Nemo, Buzz LightYear y Buddy… Y por último nos presentan la historia principal: Frozen.
Aparece Cristoff con Sven cuando eran pequeños y comienza la historia que todos conocemos. La puesta en escena es magnífica: Cada detalle, cada movimiento; el staff cambiando el decorado sutilmente… Todo está calculado al milímetro para que salga bien. Nadie aparta la vista de esos personajes que tantas veces hemos visto en la televisión y hoy son de carne y hueso.
El espectáculo recrea la película Frozen en patinaje sobre hielo. Es todo tan bonito, tan especial y tan divertido… Mi hija se parte de risa con Olaf, la chispa graciosa que, como en la película, en cualquier momento te arranca una carcajada. 
Hacen una pausa de unos 10-15 minutos y la aprovechamos para comprar unas palomitas (básicamente para calmar el ansia consumista de la HermanaMayor).
Empieza la segunda parte y continuamos con las vivencias de estas dos hermanas y acabamos cantando “Libre soy” al mismo tiempo que Elsa. Seguimos encandilados con el juego de luces y efectos; incluso Anna se convierte en estatua de hielo!! Menos mal que el acto de amor verdadero la convierte de nuevo en humana.
El espectáculo está llegando a su fin, aunque en realidad no queremos que sea así… Ya para acabar vuelven a salir Mickey, Minnie y el resto de personajes a despedirse. Los saludamos a todos efusivamente intentando retener en nuestra mente cada minuto de lo que hemos visto durante estas casi dos horas.
La valoración de mi Princesa ha sido: «Mama, no m’ha agradat. M’ha encantat (Mama, no me ha gustado. Me ha encantado)». En realidad, los 4 hemos salido encantados y emocionados sabiendo que estas navidades volveremos a pedirle a Papá Noel las entradas para el año que viene: Disney on ice – Un mundo mágico.
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Disney on Ice: Frozen – La crónica

Son las 08.00 y la HermanaMayor acaba de aparecer en nuestra habitación. Llevamos una semana con la cuenta atrás y, por fin, ha llegado el día. Casi 3 meses después de haber abierto el sobre que nos dejó Papá Noel en el árbol, hoy podremos disfrutar de nuestro regalo todos juntos. Esta tarde vamos a Disney on ice: Frozen!!

Tenemos el día planificado desde hace unas semanas: después de arreglarnos haremos unos bocatas y nos iremos a Barcelona (la sesión empieza a las 16.00). El HermanoMenor también está emocionado por el acontecimiento y no pierde la ocasión: de buena mañana ya lleva su disfraz de Mickey Mouse.
Salimos de casa pasadas las 13.00 y a eso de las 14.00 ya estamos por los alrededores del Palau Sant Jordi, justo en el momento en el que los espectadores de la sesión anterior (la de las 12.00) se están yendo… Gracias a esto conseguimos aparcar a pocos pasos de la entrada al Palau.
Comemos por la zona y una vez estamos listos la HermanaMayor se pone su fantástico disfraz de Elsa… Todas las niñas van emocionadas imitando a sus princesas preferidas; sin embargo para mi, mi niña es la más guapa, con esos grandes ojos que me miran expectantes mientras le voy contando que en poco rato estaremos viendo a Elsa y a Anna.
Entramos en el recinto y se nos ponen los pelos de punta: el merchandising nos deja sin sentido; todo es atractivo y llamativo para esas niñas que empiezan a pedir varitas luminosas giratorias, muñecos, peluches, bebidas de colores o palomitas…
Son las 15.30; en poco rato empieza el espectáculo y ya estamos todos nerviosos, así que nos vamos a buscar nuestros asientos. Tras cruzar la cortina nos quedamos boquiabiertos: aparece ante nosotros esa pista de hielo iluminada de azul, preciosa, perfecta y con la banda sonora de Frozen de fondo.
El HermanoMenor también está nervioso; no hace más que preguntar si ya empieza, aunque no tiene del todo claro qué es lo que va a ver…
Poco a poco el Palau se va llenando, cada vez más Elsas y Annas inundan las gradas. Y todas con un sentimiento común: nervios porque empiece ya Disney on Ice… Y de repente se escucha: «Señoras y señores, en 10 minutos empieza el espectáculo»… Qué nervios! Tras esos 10 minutos interminables se apagan las luces del Sant Jordi y únicamente queda iluminada la pista: Aparecen Mickey y Minnie y el público enloquece. Mi pequeño príncipe adora a Mickey y casi ni pestañea cuando lo ve. Le siguen Goofy y Donald y entre todos nos presentan lo que vamos a ver: Una historia de amor… Aparecen Blancanieves y el príncipe azul, Cenicienta y el príncipe, Aurora y Felipe, Ariel y Eric, Rapunzel y Eugene, Timón y Pumba, Dory y Nemo, Buzz LightYear y Buddy… Y por último nos presentan la historia principal: Frozen.
Aparece Cristoff con Sven cuando eran pequeños y comienza la historia que todos conocemos. La puesta en escena es magnífica: Cada detalle, cada movimiento; el staff cambiando el decorado sutilmente… Todo está calculado al milímetro para que salga bien. Nadie aparta la vista de esos personajes que tantas veces hemos visto en la televisión y hoy son de carne y hueso.
El espectáculo recrea la película Frozen en patinaje sobre hielo. Es todo tan bonito, tan especial y tan divertido… Mi hija se parte de risa con Olaf, la chispa graciosa que, como en la película, en cualquier momento te arranca una carcajada. 
Hacen una pausa de unos 10-15 minutos y la aprovechamos para comprar unas palomitas (básicamente para calmar el ansia consumista de la HermanaMayor).
Empieza la segunda parte y continuamos con las vivencias de estas dos hermanas y acabamos cantando “Libre soy” al mismo tiempo que Elsa. Seguimos encandilados con el juego de luces y efectos; incluso Anna se convierte en estatua de hielo!! Menos mal que el acto de amor verdadero la convierte de nuevo en humana.
El espectáculo está llegando a su fin, aunque en realidad no queremos que sea así… Ya para acabar vuelven a salir Mickey, Minnie y el resto de personajes a despedirse. Los saludamos a todos efusivamente intentando retener en nuestra mente cada minuto de lo que hemos visto durante estas casi dos horas.
La valoración de mi Princesa ha sido: «Mama, no m’ha agradat. M’ha encantat (Mama, no me ha gustado. Me ha encantado)». En realidad, los 4 hemos salido encantados y emocionados sabiendo que estas navidades volveremos a pedirle a Papá Noel las entradas para el año que viene: Disney on ice – Un mundo mágico.
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Viaje a Noruega: Visitando cascadas

En Noruega hay agua… mucha agua. Buena muestra de ello son las muchísimas cascadas que existen, de todos los tamaños, de todas las alturas… y por todos sitios.
Algunas aparecen de forma inesperada mientras circulas por la carretera, casi sin saber cómo se llaman. Otras son puntos de parada obligada. Hoy os voy a hablar de algunas de las que hemos visto y que nos han llamado la atención especialmente:

Låtefossen
La primera de las grandes cascadas nos la encontramos en la carretera. Apareció sin avisar mientras íbamos camino a otra al poco de dejar atrás Odda (conocido por ser base para visitar Trolltunga). Ahí, en medio de la carretera es una de las más importantes de Noruega; tiene 165 metros y su peculiaridad es la de tener dos corrientes que se acaban uniendo justo antes de pasar por debajo de la Ruta 13. Lo cierto es que al ser la primera que vimos, nos dejó con la boca abierta.
Vøringfossen
Esta cascada es la que íbamos buscando cuando nos encontramos la anterior. Se encuentra en plena meseta de Hardangervidda y tiene una altura de 182 metros. Las mejores vistas se obtienen desde el mirador que hay junto al aparcamiento del Hotel Fossli. En un principio hay que pagar, pero en algunas situaciones te puedes encontrar la caseta cerrada; en nuestro caso llovía, así que pudimos verla de forma gratuita (aunque no sé si habríamos preferido que no lloviera y pagar…) Os podéis imaginar la cantidad de agua que bajaba al llover intensamente.
Tvindefossen
Para mi, la visita a esta cascada fue una de las mejores experiencias de nuestro viaje; la visitamos tras un intenso día de lluvia y bajaba una cantidad de agua impresionante… si a eso le unimos el hecho de que te puedes acercar mucho, las sensaciones que vivimos al estar algo cerca fue impresionante (y la bronca que me pegó mi hija mayor también fue épica por haber hecho que se mojara :P).
Está ubicada cerca de Voss, justo al lado de un cámping; de muy fácil acceso y con aparcamiento gratuito. Al día siguiente volvimos a pasar por delante y no caía tantísima agua…
Esos del fondo somos mi hija mayor y yo 😛

Kjosfossen
Es uno de los atractivos más visitados del país. Se encuentra a medio camino del recorrido del famosísimo tren de Flam y cuenta incluso con una pequeña central eléctrica que alimenta la famosa línea ferroviaria. Tiene una caída impresionante de 225 metros y, durante la temporada alta, una actriz vestida como una Huldra (criatura seductora del bosque en el folclore escandinavo) baila y canta frente a la cascada.
Gudbrandsjuvet
Tras pasar Valldan y de camino a Trollstigen está el desvío a Gudbrandsjuvet. Es un curioso conjunto de pasarelas y miradores sobre la garganta que se forma en el río Valldola. Es un lugar de muy fácil acceso en la ruta 43 y una agradable parada antes de llegar a la espectacular carretera de los Trolls.



Stigfossen & Tverrdalsfossen
Si la visita a Trollstigen ya es espectacular en si misma, aún lo es más si le añadimos dos cascadas; una de 189m y otra que cae unos 320m por la ladera de la montaña. Sin duda, esta carretera, sus vistas y sus cascadas son una visita obligada en un viaje a Noruega.


Cascada de las 7 Hermanas y el pretendiente
Muy conocidas por su ubicación: El fiordo de Geiranger (patrimonio de la Humanidad); son 7 corrientes de agua separadas que caen por la ladera del fiordo, la más alta de las cuales tiene 250 metros. Justo delante se encuentra la cascada del Pretendiente, que tiene una peculiar forma de botella. Cuenta la leyenda que el protagonista de la historia se dio a la bebida tras ser rechazado por las 7 hermanas. Se disfrutan cómodamente realizando otra visita obligada: Un crucero por el precioso fiordo.

Stalheimfossen y Sivlefossen
Se encuentran durante el espectacular descenso de la carretera de Stalheimskleiva, conocida por ser una de las más empinadas del mundo con un 18% de desnivel. Se trata de una carretera únicamente de un sentido (bajada).
Bordalsgjelet Gorge – Voss
No se trata de una cascada propiamente dicha, pero bien merece ser nombrado ya que permite disfrutar de las vistas que proporciona la garganta a muy corta distancia. Está muy cerca del centro de Voss y está completamente adaptado para ser visitado en familia.
Por supuesto hay muchas más, conocidas y otras no tanto; con tanta lluvia que tuvimos durante el viaje, lo cierto es que caía agua por todos sitios… alguna ventaja tenía que haber! Los peques (y nosotros, claro) disfrutamos muchísimo con estas fantásticas vistas.
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Viaje a Noruega: Visitando cascadas

En Noruega hay agua… mucha agua. Buena muestra de ello son las muchísimas cascadas que existen, de todos los tamaños, de todas las alturas… y por todos sitios.
Algunas aparecen de forma inesperada mientras circulas por la carretera, casi sin saber cómo se llaman. Otras son puntos de parada obligada. Hoy os voy a hablar de algunas de las que hemos visto y que nos han llamado la atención especialmente:

Låtefossen
La primera de las grandes cascadas nos la encontramos en la carretera. Apareció sin avisar mientras íbamos camino a otra al poco de dejar atrás Odda (conocido por ser base para visitar Trolltunga). Ahí, en medio de la carretera es una de las más importantes de Noruega; tiene 165 metros y su peculiaridad es la de tener dos corrientes que se acaban uniendo justo antes de pasar por debajo de la Ruta 13. Lo cierto es que al ser la primera que vimos, nos dejó con la boca abierta.
Vøringfossen
Esta cascada es la que íbamos buscando cuando nos encontramos la anterior. Se encuentra en plena meseta de Hardangervidda y tiene una altura de 182 metros. Las mejores vistas se obtienen desde el mirador que hay junto al aparcamiento del Hotel Fossli. En un principio hay que pagar, pero en algunas situaciones te puedes encontrar la caseta cerrada; en nuestro caso llovía, así que pudimos verla de forma gratuita (aunque no sé si habríamos preferido que no lloviera y pagar…) Os podéis imaginar la cantidad de agua que bajaba al llover intensamente.
Tvindefossen
Para mi, la visita a esta cascada fue una de las mejores experiencias de nuestro viaje; la visitamos tras un intenso día de lluvia y bajaba una cantidad de agua impresionante… si a eso le unimos el hecho de que te puedes acercar mucho, las sensaciones que vivimos al estar algo cerca fue impresionante (y la bronca que me pegó mi hija mayor también fue épica por haber hecho que se mojara :P).
Está ubicada cerca de Voss, justo al lado de un cámping; de muy fácil acceso y con aparcamiento gratuito. Al día siguiente volvimos a pasar por delante y no caía tantísima agua…
Esos del fondo somos mi hija mayor y yo 😛

Kjosfossen
Es uno de los atractivos más visitados del país. Se encuentra a medio camino del recorrido del famosísimo tren de Flam y cuenta incluso con una pequeña central eléctrica que alimenta la famosa línea ferroviaria. Tiene una caída impresionante de 225 metros y, durante la temporada alta, una actriz vestida como una Huldra (criatura seductora del bosque en el folclore escandinavo) baila y canta frente a la cascada.
Gudbrandsjuvet
Tras pasar Valldan y de camino a Trollstigen está el desvío a Gudbrandsjuvet. Es un curioso conjunto de pasarelas y miradores sobre la garganta que se forma en el río Valldola. Es un lugar de muy fácil acceso en la ruta 43 y una agradable parada antes de llegar a la espectacular carretera de los Trolls.



Stigfossen & Tverrdalsfossen
Si la visita a Trollstigen ya es espectacular en si misma, aún lo es más si le añadimos dos cascadas; una de 189m y otra que cae unos 320m por la ladera de la montaña. Sin duda, esta carretera, sus vistas y sus cascadas son una visita obligada en un viaje a Noruega.


Cascada de las 7 Hermanas y el pretendiente
Muy conocidas por su ubicación: El fiordo de Geiranger (patrimonio de la Humanidad); son 7 corrientes de agua separadas que caen por la ladera del fiordo, la más alta de las cuales tiene 250 metros. Justo delante se encuentra la cascada del Pretendiente, que tiene una peculiar forma de botella. Cuenta la leyenda que el protagonista de la historia se dio a la bebida tras ser rechazado por las 7 hermanas. Se disfrutan cómodamente realizando otra visita obligada: Un crucero por el precioso fiordo.

Stalheimfossen y Sivlefossen
Se encuentran durante el espectacular descenso de la carretera de Stalheimskleiva, conocida por ser una de las más empinadas del mundo con un 18% de desnivel. Se trata de una carretera únicamente de un sentido (bajada).
Bordalsgjelet Gorge – Voss
No se trata de una cascada propiamente dicha, pero bien merece ser nombrado ya que permite disfrutar de las vistas que proporciona la garganta a muy corta distancia. Está muy cerca del centro de Voss y está completamente adaptado para ser visitado en familia.
Por supuesto hay muchas más, conocidas y otras no tanto; con tanta lluvia que tuvimos durante el viaje, lo cierto es que caía agua por todos sitios… alguna ventaja tenía que haber! Los peques (y nosotros, claro) disfrutamos muchísimo con estas fantásticas vistas.
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Lecturas Infantiles: Las princesas Dragón (y II)

Hace algunas semanas os hablé de un nuevo libro que había llegado a casa: Las princesas Dragón. En la reseña ya vaticinaba que seguramente acabaríamos teniendo más en casa… Pues ya tenemos los 3 que completan la colección (y espero y deseo que la continúen!).

Os puedo asegurar sin ninguna duda que son los libros infantiles que más gustan en casa (para los que leen, el HermanoMenor se contenta con otros cuentos de los que ya hablaré otro día): Sus espectaculares portadas, los dibujos que acompañan a la historia y su lenguaje desenfadado y a veces algo irreverente nos hacen pasar ratos de tensión, alegría, suspense…
Tres princesas, tres libros (espero que haya más!): Bamba, Nuna y Koko son las narradoras de cada uno de ellos; cada una en su estilo, cada una en una aventura diferente.
Ahora mismo estamos con el tercer libro, Su majestad la bruja. No os voy a explicar nada de la historia porque vale mucho la pena vivirla a ciegas desde el principio. Lo único que os voy a decir es que la protagonista es la inconformista Koko.
El formato del libro es muy similar al de los dos anteriores (y que, pese a ser historias separadas, están enlazadas entre ellas): Capítulos cortos, mucho humor, lenguaje muy coloquial y desenfadado, fantásticos dibujos por todos sitios y, en ocasiones, partes de la historia explicada en formato cómic.
La edad recomendada la pondría a partir de los 5 años (es lo que tiene la HermanaMayor), de momento como oyente. Más pequeños no lo veo, a veces se usa la ironía y el sarcasmo y si son más pequeñas les costará pillar lo que están pretendiendo decir.
De verdad, son fantásticos… y sus cliffhangers (esos finales de capítulo que a veces te obligan a seguir leyendo) son espectaculares. Y nada de que sean ‘para niñas’… cualquiera se divertirá con ellos!
Si os interesa, los podéis conseguir a continuación:
1. El misterio del huevo dorado – Amazon
2. El pantano de las sirenas – Amazon
3. Su majestad la bruja – Amazon
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Lecturas Infantiles: Las princesas Dragón (y II)

Hace algunas semanas os hablé de un nuevo libro que había llegado a casa: Las princesas Dragón. En la reseña ya vaticinaba que seguramente acabaríamos teniendo más en casa… Pues ya tenemos los 3 que completan la colección (y espero y deseo que la continúen!).

Os puedo asegurar sin ninguna duda que son los libros infantiles que más gustan en casa (para los que leen, el HermanoMenor se contenta con otros cuentos de los que ya hablaré otro día): Sus espectaculares portadas, los dibujos que acompañan a la historia y su lenguaje desenfadado y a veces algo irreverente nos hacen pasar ratos de tensión, alegría, suspense…
Tres princesas, tres libros (espero que haya más!): Bamba, Nuna y Koko son las narradoras de cada uno de ellos; cada una en su estilo, cada una en una aventura diferente.
Ahora mismo estamos con el tercer libro, Su majestad la bruja. No os voy a explicar nada de la historia porque vale mucho la pena vivirla a ciegas desde el principio. Lo único que os voy a decir es que la protagonista es la inconformista Koko.
El formato del libro es muy similar al de los dos anteriores (y que, pese a ser historias separadas, están enlazadas entre ellas): Capítulos cortos, mucho humor, lenguaje muy coloquial y desenfadado, fantásticos dibujos por todos sitios y, en ocasiones, partes de la historia explicada en formato cómic.
La edad recomendada la pondría a partir de los 5 años (es lo que tiene la HermanaMayor), de momento como oyente. Más pequeños no lo veo, a veces se usa la ironía y el sarcasmo y si son más pequeñas les costará pillar lo que están pretendiendo decir.
De verdad, son fantásticos… y sus cliffhangers (esos finales de capítulo que a veces te obligan a seguir leyendo) son espectaculares. Y nada de que sean ‘para niñas’… cualquiera se divertirá con ellos!
Si os interesa, los podéis conseguir a continuación:
1. El misterio del huevo dorado – Amazon
2. El pantano de las sirenas – Amazon
3. Su majestad la bruja – Amazon
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Con peques se puede: Segundo aniversario!

Parece que fue ayer cuando escribía el primer post de este blog… sin embargo, el pasado domingo hizo dos años de aquel día. Justo hace un año os explicaba lo que habían dado de si los primeros doce meses del blog. Creo que voy a hacer de ese resumen una tradición y os voy a resumir brevemente qué ha pasado en el último año…
El tema estrella, sin duda, ha sido explicaros (y aún estoy en ello) nuestra fantástica experiencia en los fiordos de Noruega; en cuestión de viajes también os conté cuáles fueron nuestras rutas (sin niños) en Escocia, República Checa o Egipto.
República Checa: Un país sorprendente!
Visitamos el Festival de titelles de Barcelona en el Poble Español, volvimos a visitar el Festival El més petit de tots y visitamos los mundos de Peppa Pig y Ben y Holly (e hicimos un sorteo).
También os conté que no hace falta irse muy lejos para conocer lugares interesantes y os expliqué algunas de las visitas imprescindibles en mi ciudad: Terrassa.
Uno de los iconos de Terrassa
Y alguna cosa más queda por ahí… entre las más recientes, cómo disfrutamos un día en la nieve en Rasos de Peguera.
25000 páginas vistas durante el año, más de 820 seguidores en Twitter, 720 en Facebook, y cerca de 400 en Instagram.
Este año ha empezado durillo; cambios familiares y laborales me dejan menos tiempo para dedicarme a esto que tanto me gusta; tengo muchas cosas pendientes y creo que va siendo hora que alguien me ayude… así que estoy intentando convencer a mi querida mujer de que se incorpore al proyecto y le demos un impulso para darle algo más de velocidad…
Seguimos! Gracias por estar ahí!
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Con peques se puede: Segundo aniversario!

Parece que fue ayer cuando escribía el primer post de este blog… sin embargo, el pasado domingo hizo dos años de aquel día. Justo hace un año os explicaba lo que habían dado de si los primeros doce meses del blog. Creo que voy a hacer de ese resumen una tradición y os voy a resumir brevemente qué ha pasado en el último año…
El tema estrella, sin duda, ha sido explicaros (y aún estoy en ello) nuestra fantástica experiencia en los fiordos de Noruega; en cuestión de viajes también os conté cuáles fueron nuestras rutas (sin niños) en Escocia, República Checa o Egipto.
República Checa: Un país sorprendente!
Visitamos el Festival de titelles de Barcelona en el Poble Español, volvimos a visitar el Festival El més petit de tots y visitamos los mundos de Peppa Pig y Ben y Holly (e hicimos un sorteo).
También os conté que no hace falta irse muy lejos para conocer lugares interesantes y os expliqué algunas de las visitas imprescindibles en mi ciudad: Terrassa.
Uno de los iconos de Terrassa
Y alguna cosa más queda por ahí… entre las más recientes, cómo disfrutamos un día en la nieve en Rasos de Peguera.
25000 páginas vistas durante el año, más de 820 seguidores en Twitter, 720 en Facebook, y cerca de 400 en Instagram.
Este año ha empezado durillo; cambios familiares y laborales me dejan menos tiempo para dedicarme a esto que tanto me gusta; tengo muchas cosas pendientes y creo que va siendo hora que alguien me ayude… así que estoy intentando convencer a mi querida mujer de que se incorpore al proyecto y le demos un impulso para darle algo más de velocidad…
Seguimos! Gracias por estar ahí!
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Copiando comportamientos

Hace algunas semanas (meses, creo) que os hablaba de predicar con el ejemplo porque al final los padres somos la referencia para nuestros hijos… Hoy os voy a hablar de algo que vengo observando hace algún tiempo y que va bastante relacionado con esto: Copiar comportamientos.
A veces es como verse reflejado…
No falla, cuando la HermanaMayor le suelta la bronca a su hermano suena irremediablemente familiar a cuando ella las recibe. Lo mismo pasa cuando intenta negociar con él y lo hace de la misma forma que nosotros aplicamos con ella (Si a nosotros no nos funciona siempre a ella menos porque es un cabezón muy pequeño).
Por su parte, el pequeñajo tiene como principal referente a su hermana para lo bueno y para lo malo. No sé por qué, pero tenemos la sensación de que las cosas no-tan-buenas son aquellas que más impacto tienen en él. Será porque son más atractivas, porque llaman más la atención o es todo una cuestión de poca objetividad por nuestra parte? Es igual, sea lo que sea, repite ab-so-lu-ta-men-te todo lo que hace su hermana.
Está claro que es algo inevitable y que hay que pasarlo, pero qué chungo es en determinadas situaciones… Esos momentos en la cena cuando el HermanoMenor está devorando comiendo tan tranquilamente y de repente su hermana dice: ‘No me gusta la lechuga’ (que sí que le gusta, es una manipulación que nos intenta hacer a menudo). Si el pequeñajo se entera, no es raro que él diga exactamente lo mismo, y ya la tenemos liada… Como es un cabezón muy persistente, no hay manera de hacerlo cambiar de opinión y lo más probable es que no se coma la lechuga (muchas veces incluso aunque su hermana se la acabe comiendo!).
En determinadas situaciones nos da igual que el HermanoMenor haga exactamente lo mismo que su hermana, como por ejemplo cuando la grande nos está explicando qué ha hecho en el colegio o en la piscina y él, como no iba a ser menos, también lo hace… a su manera y con sus simpáticos recursos parlantes.
Como en todo, hay momentos muy divertidos en esto de ver reflejados los comportamientos de uno en uno de esos pequeños individuos pero hay otros (como esos que pasan durante la cena o cuando hay prisa) que hacen que tengas que lidiar solventar dos problemas en lugar de uno…
En fin, cosas buenas y otras no tanto de que sean dos (no quiero ni pensar si fueran más!).
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Copiando comportamientos

Hace algunas semanas (meses, creo) que os hablaba de predicar con el ejemplo porque al final los padres somos la referencia para nuestros hijos… Hoy os voy a hablar de algo que vengo observando hace algún tiempo y que va bastante relacionado con esto: Copiar comportamientos.
A veces es como verse reflejado…
No falla, cuando la HermanaMayor le suelta la bronca a su hermano suena irremediablemente familiar a cuando ella las recibe. Lo mismo pasa cuando intenta negociar con él y lo hace de la misma forma que nosotros aplicamos con ella (Si a nosotros no nos funciona siempre a ella menos porque es un cabezón muy pequeño).
Por su parte, el pequeñajo tiene como principal referente a su hermana para lo bueno y para lo malo. No sé por qué, pero tenemos la sensación de que las cosas no-tan-buenas son aquellas que más impacto tienen en él. Será porque son más atractivas, porque llaman más la atención o es todo una cuestión de poca objetividad por nuestra parte? Es igual, sea lo que sea, repite ab-so-lu-ta-men-te todo lo que hace su hermana.
Está claro que es algo inevitable y que hay que pasarlo, pero qué chungo es en determinadas situaciones… Esos momentos en la cena cuando el HermanoMenor está devorando comiendo tan tranquilamente y de repente su hermana dice: ‘No me gusta la lechuga’ (que sí que le gusta, es una manipulación que nos intenta hacer a menudo). Si el pequeñajo se entera, no es raro que él diga exactamente lo mismo, y ya la tenemos liada… Como es un cabezón muy persistente, no hay manera de hacerlo cambiar de opinión y lo más probable es que no se coma la lechuga (muchas veces incluso aunque su hermana se la acabe comiendo!).
En determinadas situaciones nos da igual que el HermanoMenor haga exactamente lo mismo que su hermana, como por ejemplo cuando la grande nos está explicando qué ha hecho en el colegio o en la piscina y él, como no iba a ser menos, también lo hace… a su manera y con sus simpáticos recursos parlantes.
Como en todo, hay momentos muy divertidos en esto de ver reflejados los comportamientos de uno en uno de esos pequeños individuos pero hay otros (como esos que pasan durante la cena o cuando hay prisa) que hacen que tengas que lidiar solventar dos problemas en lugar de uno…
En fin, cosas buenas y otras no tanto de que sean dos (no quiero ni pensar si fueran más!).
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Copiando comportamientos

Hace algunas semanas (meses, creo) que os hablaba de predicar con el ejemplo porque al final los padres somos la referencia para nuestros hijos… Hoy os voy a hablar de algo que vengo observando hace algún tiempo y que va bastante relacionado con esto: Copiar comportamientos.
A veces es como verse reflejado…
No falla, cuando la HermanaMayor le suelta la bronca a su hermano suena irremediablemente familiar a cuando ella las recibe. Lo mismo pasa cuando intenta negociar con él y lo hace de la misma forma que nosotros aplicamos con ella (Si a nosotros no nos funciona siempre a ella menos porque es un cabezón muy pequeño).
Por su parte, el pequeñajo tiene como principal referente a su hermana para lo bueno y para lo malo. No sé por qué, pero tenemos la sensación de que las cosas no-tan-buenas son aquellas que más impacto tienen en él. Será porque son más atractivas, porque llaman más la atención o es todo una cuestión de poca objetividad por nuestra parte? Es igual, sea lo que sea, repite ab-so-lu-ta-men-te todo lo que hace su hermana.
Está claro que es algo inevitable y que hay que pasarlo, pero qué chungo es en determinadas situaciones… Esos momentos en la cena cuando el HermanoMenor está devorando comiendo tan tranquilamente y de repente su hermana dice: ‘No me gusta la lechuga’ (que sí que le gusta, es una manipulación que nos intenta hacer a menudo). Si el pequeñajo se entera, no es raro que él diga exactamente lo mismo, y ya la tenemos liada… Como es un cabezón muy persistente, no hay manera de hacerlo cambiar de opinión y lo más probable es que no se coma la lechuga (muchas veces incluso aunque su hermana se la acabe comiendo!).
En determinadas situaciones nos da igual que el HermanoMenor haga exactamente lo mismo que su hermana, como por ejemplo cuando la grande nos está explicando qué ha hecho en el colegio o en la piscina y él, como no iba a ser menos, también lo hace… a su manera y con sus simpáticos recursos parlantes.
Como en todo, hay momentos muy divertidos en esto de ver reflejados los comportamientos de uno en uno de esos pequeños individuos pero hay otros (como esos que pasan durante la cena o cuando hay prisa) que hacen que tengas que lidiar solventar dos problemas en lugar de uno…
En fin, cosas buenas y otras no tanto de que sean dos (no quiero ni pensar si fueran más!).
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Viaje a Noruega: La bella Ålesund

Ålesund es una de esas ciudades con encanto. Tiene un tamaño perfecto para conocerla a pie y cualquiera de sus rincones bien merece un tranquilo paseo. Está ubicada a algo más de 230 kilómetros al norte de Bergen en la provincia de Møre og Romsdal y es muy conocida por su arquitectura Art Nouveau y muy utilizada como base por su cercanía al conocidísimo fiordo de Geiranger.

Como ya he comentado otras veces, lo primero que hacemos al llegar a un lugar es visitar la oficina de turismo; nos gusta que nos aconsejen y, además en esta ocasión no llevábamos ningún plan preconcebido. Sí sabíamos algunas de las atracciones importantes de la ciudad, pero no teníamos claro qué íbamos a hacer. El personal de la oficina nos aconsejo sin dudarlo un momento que, si íbamos con niños, no dejáramos de visitar uno de los mejores acuarios del Norte de Europa: El ATLANTERHAVSPARKEN – ÅLESUND AQUARIUM. Así que allí nos dirigimos rápidamente. Os hablé de nuestra experiencia aquí.

Al salir del acuario, ya por la tarde, nos dirigimos de nuevo al centro de la ciudad; nos quedaban aún unas horas para conocer tan bella ciudad. La peculiaridad de Ålesund es que prácticamente la totalidad de su centro fue reconstruido en estilo Art Nouveau tras uno de los incendios más importantes ocurridos nunca en una ciudad noruega a principios del Siglo XX. Mientras callejeábamos tranquilamente por sus calles nos fuimos dirigiendo hacia otro de los iconos de la ciudad: El mirador de Aksla.

Visitar Ålesund y no subir los 418 escalones que llevan hasta la cima de este mirador es como no haber visitado la ciudad (no os asustéis, parecen muchos escalones, pero en unos 15 minutos a paso normal con niños se llega fácil arriba). Además, el punto de inicio de las escaleras es el parque de la ciudad, por el que podremos dar un agradable paseo antes y/o después de nuestra visita al mirador.

Como es de imaginar, las vistas desde él son espectaculares y uno se puede estar horas y horas observando la espectacular distribución de la ciudad por algunas islas. Arriba, además de una zona de picnic y un bar, parten multitud de caminos por los que hacer trekking… Como curiosidad, no dejéis de haceros un selfie en Byrampen, un pequeño saliente de las escaleras a medio subida que se ha hecho popular por ser un lugar fantástico para este tipo de fotos 😛
De nuevo abajo continuamos con otro agradable paseo por el centro de la ciudad hasta llegar a la iglesia de la ciudad (a la que no entramos) y nos quedamos descansando por los alrededores. Con esto finalizaba nuestro completo día en esta pequeña y acogedora ciudad.

Al día siguiente continuaba nuestra ruta por el país… ya de vuelta hacia Bergen.

Diario de viaje a Noruega: Inicio

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Viaje a Noruega: La bella Ålesund

Ålesund es una de esas ciudades con encanto. Tiene un tamaño perfecto para conocerla a pie y cualquiera de sus rincones bien merece un tranquilo paseo. Está ubicada a algo más de 230 kilómetros al norte de Bergen en la provincia de Møre og Romsdal y es muy conocida por su arquitectura Art Nouveau y muy utilizada como base por su cercanía al conocidísimo fiordo de Geiranger.

Como ya he comentado otras veces, lo primero que hacemos al llegar a un lugar es visitar la oficina de turismo; nos gusta que nos aconsejen y, además en esta ocasión no llevábamos ningún plan preconcebido. Sí sabíamos algunas de las atracciones importantes de la ciudad, pero no teníamos claro qué íbamos a hacer. El personal de la oficina nos aconsejo sin dudarlo un momento que, si íbamos con niños, no dejáramos de visitar uno de los mejores acuarios del Norte de Europa: El ATLANTERHAVSPARKEN – ÅLESUND AQUARIUM. Así que allí nos dirigimos rápidamente. Os hablé de nuestra experiencia aquí.

Al salir del acuario, ya por la tarde, nos dirigimos de nuevo al centro de la ciudad; nos quedaban aún unas horas para conocer tan bella ciudad. La peculiaridad de Ålesund es que prácticamente la totalidad de su centro fue reconstruido en estilo Art Nouveau tras uno de los incendios más importantes ocurridos nunca en una ciudad noruega a principios del Siglo XX. Mientras callejeábamos tranquilamente por sus calles nos fuimos dirigiendo hacia otro de los iconos de la ciudad: El mirador de Aksla.

Visitar Ålesund y no subir los 418 escalones que llevan hasta la cima de este mirador es como no haber visitado la ciudad (no os asustéis, parecen muchos escalones, pero en unos 15 minutos a paso normal con niños se llega fácil arriba). Además, el punto de inicio de las escaleras es el parque de la ciudad, por el que podremos dar un agradable paseo antes y/o después de nuestra visita al mirador.

Como es de imaginar, las vistas desde él son espectaculares y uno se puede estar horas y horas observando la espectacular distribución de la ciudad por algunas islas. Arriba, además de una zona de picnic y un bar, parten multitud de caminos por los que hacer trekking… Como curiosidad, no dejéis de haceros un selfie en Byrampen, un pequeño saliente de las escaleras a medio subida que se ha hecho popular por ser un lugar fantástico para este tipo de fotos 😛
De nuevo abajo continuamos con otro agradable paseo por el centro de la ciudad hasta llegar a la iglesia de la ciudad (a la que no entramos) y nos quedamos descansando por los alrededores. Con esto finalizaba nuestro completo día en esta pequeña y acogedora ciudad.

Al día siguiente continuaba nuestra ruta por el país… ya de vuelta hacia Bergen.

Diario de viaje a Noruega: Inicio

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Los padres del secador

Los jueves es día de piscina de la HermanaMayor y por cuestiones de organización familiar la acompaño yo. Como no podía ser menos, el HermanoMenor también se quiere venir (no sea que se pierda una oportunidad de jugar en la piscina), así que acabamos yendo los 3.
Hay momentos delicados cuando uno se encuentra en inferioridad numérica respecto a sus hijos, sobretodo cuando ésta se da en un vestuario pero bueno, hoy no es ese el motivo de este post. Con más o menos fluidez acabamos todos en bañador, cada uno en la piscina que le corresponde y, un rato después, nos reencontramos en la ducha. Una vez estamos los 3 limpios y relucientes, toca pelearse poner crema al pequeño, discutir animar a la grande a que se vista lo antes posible y vestirse uno mismo sin que se le escape alguno de los niños…
Bien, de una manera u otra (a veces es incluso sorprendente darse cuenta de que hemos llegado hasta ahí) alcanzamos a la última fase antes de salir a la calle: Peinar y secar el pelo a la HermanaMayor.
¿Parece algo de lo más tranquilo e inspirador, no? Pues deja de serlo cuando cada dos por tres tienes que ir a buscar al pequeñajo porque se escapa (lo que, a su parecer, es altamente divertido). Tras varios viajes, normalmente consigo sobornarlo convencerlo dándole algo que comer. En fin, ahí sigo, intentando con toda mi fuerza mental que se seque el pelo de forma instantánea… En esas que la exclusiva clienta de tan particular peluquería comienza a hablar con otras niñas que se encuentran en la misma situación que ella: esperando pacientemente a que sus padres acaben de secar el pelo para ir a casa a cenar.
Un momento, es entonces cuando me doy cuenta: no estoy solo haciendo de peluquero. Y no es que seamos uno o dos… a veces hemos llegado a coincidir unos cuantos. Nos he autodenominado “Los padres del secador”.  Quizás sea una señal.
Después de que mis poderes mentales fallaran y tuviera que estar una eternidad el tiempo necesario para que el pelo estuviera medianamente seco nos vamos rumbo a casa. Esta vez me voy satisfecho al ver que cada vez para más hombres ya no es raro estar en un vestuario masculino secándole el pelo a sus hijas y que otros hombres que quizás piensan que sí lo es acaben planteándose un cambio de opinión al vernos de esa guisa… 
Yo creo que sí, es una señal que Los padres del secador existamos. Y sí, aún queda mucho por hacer. Sigamos avanzando, paso a paso, por una sociedad más igualitaria.
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Los padres del secador

Los jueves es día de piscina de la HermanaMayor y por cuestiones de organización familiar la acompaño yo. Como no podía ser menos, el HermanoMenor también se quiere venir (no sea que se pierda una oportunidad de jugar en la piscina), así que acabamos yendo los 3.
Hay momentos delicados cuando uno se encuentra en inferioridad numérica respecto a sus hijos, sobretodo cuando ésta se da en un vestuario pero bueno, hoy no es ese el motivo de este post. Con más o menos fluidez acabamos todos en bañador, cada uno en la piscina que le corresponde y, un rato después, nos reencontramos en la ducha. Una vez estamos los 3 limpios y relucientes, toca pelearse poner crema al pequeño, discutir animar a la grande a que se vista lo antes posible y vestirse uno mismo sin que se le escape alguno de los niños…
Bien, de una manera u otra (a veces es incluso sorprendente darse cuenta de que hemos llegado hasta ahí) alcanzamos a la última fase antes de salir a la calle: Peinar y secar el pelo a la HermanaMayor.
¿Parece algo de lo más tranquilo e inspirador, no? Pues deja de serlo cuando cada dos por tres tienes que ir a buscar al pequeñajo porque se escapa (lo que, a su parecer, es altamente divertido). Tras varios viajes, normalmente consigo sobornarlo convencerlo dándole algo que comer. En fin, ahí sigo, intentando con toda mi fuerza mental que se seque el pelo de forma instantánea… En esas que la exclusiva clienta de tan particular peluquería comienza a hablar con otras niñas que se encuentran en la misma situación que ella: esperando pacientemente a que sus padres acaben de secar el pelo para ir a casa a cenar.
Un momento, es entonces cuando me doy cuenta: no estoy solo haciendo de peluquero. Y no es que seamos uno o dos… a veces hemos llegado a coincidir unos cuantos. Nos he autodenominado “Los padres del secador”.  Quizás sea una señal.
Después de que mis poderes mentales fallaran y tuviera que estar una eternidad el tiempo necesario para que el pelo estuviera medianamente seco nos vamos rumbo a casa. Esta vez me voy satisfecho al ver que cada vez para más hombres ya no es raro estar en un vestuario masculino secándole el pelo a sus hijas y que otros hombres que quizás piensan que sí lo es acaben planteándose un cambio de opinión al vernos de esa guisa… 
Yo creo que sí, es una señal que Los padres del secador existamos. Y sí, aún queda mucho por hacer. Sigamos avanzando, paso a paso, por una sociedad más igualitaria.
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Los padres del secador

Los jueves es día de piscina de la HermanaMayor y por cuestiones de organización familiar la acompaño yo. Como no podía ser menos, el HermanoMenor también se quiere venir (no sea que se pierda una oportunidad de jugar en la piscina), así que acabamos yendo los 3.
Hay momentos delicados cuando uno se encuentra en inferioridad numérica respecto a sus hijos, sobretodo cuando ésta se da en un vestuario pero bueno, hoy no es ese el motivo de este post. Con más o menos fluidez acabamos todos en bañador, cada uno en la piscina que le corresponde y, un rato después, nos reencontramos en la ducha. Una vez estamos los 3 limpios y relucientes, toca pelearse poner crema al pequeño, discutir animar a la grande a que se vista lo antes posible y vestirse uno mismo sin que se le escape alguno de los niños…
Bien, de una manera u otra (a veces es incluso sorprendente darse cuenta de que hemos llegado hasta ahí) alcanzamos a la última fase antes de salir a la calle: Peinar y secar el pelo a la HermanaMayor.
¿Parece algo de lo más tranquilo e inspirador, no? Pues deja de serlo cuando cada dos por tres tienes que ir a buscar al pequeñajo porque se escapa (lo que, a su parecer, es altamente divertido). Tras varios viajes, normalmente consigo sobornarlo convencerlo dándole algo que comer. En fin, ahí sigo, intentando con toda mi fuerza mental que se seque el pelo de forma instantánea… En esas que la exclusiva clienta de tan particular peluquería comienza a hablar con otras niñas que se encuentran en la misma situación que ella: esperando pacientemente a que sus padres acaben de secar el pelo para ir a casa a cenar.
Un momento, es entonces cuando me doy cuenta: no estoy solo haciendo de peluquero. Y no es que seamos uno o dos… a veces hemos llegado a coincidir unos cuantos. Nos he autodenominado “Los padres del secador”.  Quizás sea una señal.
Después de que mis poderes mentales fallaran y tuviera que estar una eternidad el tiempo necesario para que el pelo estuviera medianamente seco nos vamos rumbo a casa. Esta vez me voy satisfecho al ver que cada vez para más hombres ya no es raro estar en un vestuario masculino secándole el pelo a sus hijas y que otros hombres que quizás piensan que sí lo es acaben planteándose un cambio de opinión al vernos de esa guisa… 
Yo creo que sí, es una señal que Los padres del secador existamos. Y sí, aún queda mucho por hacer. Sigamos avanzando, paso a paso, por una sociedad más igualitaria.
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Un día en la nieve: Rasos de Peguera

Estos últimos días ha nevado bastante así que hemos aprovechado para ir a estrenar algunos de los regalos que nos trajeron los Reyes Magos y el Tió: Un trineo y ropa para la nieve!
¿Y dónde fuimos? Pues al lugar más cercano en el que podemos hacer uso de ellos: Rasos de Peguera.
Ubicación
Rasos de Peguera es una antigua estación de esquí, cerrada desde el 2004, ubicada a unos 15 kilómetros de Berga a una cota de 1850 metros. Llegar desde Barcelona es muy sencillo y no se tarda más de una hora y media. Siempre hay que ir dirección Berga y al llegar a la ciudad ya está indicado (es dirección Berga Nord). Después únicamente hay que seguir los carteles, no tiene pérdida. Un poco antes de llegar a la zona de aparcamiento de La Creu (como bien se indica, en él hay una gran cruz), la carretera se vuelve de un único sentido (subida) para dejar el carril de la derecha como aparcamiento. Según nuestra experiencia, no es difícil aparcar por la zona (a excepción de la última vez que la visitamos).
No os asustéis… esto es de cuando funcionaban las pistas
Servicios
Como es una estación de esquí que está cerrada, servicios prácticamente no hay ninguno. Los pocos edificios que hay están cerrados y no son accesibles así que no contéis con nada. Con un poco de suerte os encontraréis con un food truck en el que poder tomar algo calentito… Por supuesto, también hay lugares en los que comer o tomarse algo en la carretera de acceso a la estación. Nuestra recomendación: Llevad bebida y comida de casa.
Un antiguo tele-arrastre
Nieve
Una de las razones que empujó a la estación a su no continuidad (aunque siempre se oyen rumores de que se intentará abrir de nuevo) es la ausencia de cañones de nieve así que hay nieve en función de las condiciones meteorológicas. De las veces que hemos ido siempre ha habido nieve suficiente para pasar un buen rato en familia. De hecho, la última vez había tantísima nieve que en algunos lugares era realmente difícil caminar e incluso, que el trineo deslizara… Otra cosa que también es habitual que pase es que la nieve se congele; como es de suponer, nadie pasa una máquina para dejarla como uno se espera en una estación de esquí.
Espectacular paisaje, no creéis?
Gente
Durante los fines de semana tiene bastante afluencia de gente; si las noticias informan de que ha nevado en abundancia puede haber muchísima. Esto en la estación misma no es un problema ya que es lo suficientemente grande como para que haya sitio para todos; en realidad se trata más bien de un problema en los accesos: El párking de La Creu y el espacio habilitado para aparcar en la carretera puede no dar para absorber un volumen de gente importante.
Nosotros siempre hemos llegado entre las 11 y las 12 de la mañana; nos llevamos un bocata y nos volvemos después de comer. Lo bueno de ir a esas horas es que, a partir de la 1 o incluso algo antes, mucha gente ya se empieza a ir, así que a mediodía la afluencia de gente baja bastante. Eso sí, tened en cuenta que en la estación no hay electricidad y que, tanto a primera hora de la mañana como por la tarde puede hacer bastante frío.
Los fines de semana va gente, sí…
Pistas
Estas son las pistas que había en la estación
No se trataba de una gran estación de ski, así que no hay muchísimas pistas, pero con las que hay es más que suficiente para pasar un día con un trineo, plásticos o jugando con la nieve con cualquier utensilio que se deslice.
Por supuesto, donde más se queda la gente es en la zona que está al lado de la entrada; conforme os retiréis para la izquierda o para la derecha hay mucha menos. El lugar donde tirarse… a gusto del consumidor. En función de donde uno se ponga las bajadas serán más fuertes o menos… y costará más o menos subir (recordad, hay que subir andando).
Hazme un muñeco de nieveeee
Si no ando muy equivocado no todas las estaciones de ski tienen zona para trineos (y si la tienen normalmente es pagando), así que es una opción económica en la que pasar un buen día en la nieve. Si conocéis más lugares, dejadlos en los comentarios!
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Un día en la nieve: Rasos de Peguera

Estos últimos días ha nevado bastante así que hemos aprovechado para ir a estrenar algunos de los regalos que nos trajeron los Reyes Magos y el Tió: Un trineo y ropa para la nieve!
¿Y dónde fuimos? Pues al lugar más cercano en el que podemos hacer uso de ellos: Rasos de Peguera.
Ubicación
Rasos de Peguera es una antigua estación de esquí, cerrada desde el 2004, ubicada a unos 15 kilómetros de Berga a una cota de 1850 metros. Llegar desde Barcelona es muy sencillo y no se tarda más de una hora y media. Siempre hay que ir dirección Berga y al llegar a la ciudad ya está indicado (es dirección Berga Nord). Después únicamente hay que seguir los carteles, no tiene pérdida. Un poco antes de llegar a la zona de aparcamiento de La Creu (como bien se indica, en él hay una gran cruz), la carretera se vuelve de un único sentido (subida) para dejar el carril de la derecha como aparcamiento. Según nuestra experiencia, no es difícil aparcar por la zona (a excepción de la última vez que la visitamos).
No os asustéis… esto es de cuando funcionaban las pistas
Servicios
Como es una estación de esquí que está cerrada, servicios prácticamente no hay ninguno. Los pocos edificios que hay están cerrados y no son accesibles así que no contéis con nada. Con un poco de suerte os encontraréis con un food truck en el que poder tomar algo calentito… Por supuesto, también hay lugares en los que comer o tomarse algo en la carretera de acceso a la estación. Nuestra recomendación: Llevad bebida y comida de casa.
Un antiguo tele-arrastre
Nieve
Una de las razones que empujó a la estación a su no continuidad (aunque siempre se oyen rumores de que se intentará abrir de nuevo) es la ausencia de cañones de nieve así que hay nieve en función de las condiciones meteorológicas. De las veces que hemos ido siempre ha habido nieve suficiente para pasar un buen rato en familia. De hecho, la última vez había tantísima nieve que en algunos lugares era realmente difícil caminar e incluso, que el trineo deslizara… Otra cosa que también es habitual que pase es que la nieve se congele; como es de suponer, nadie pasa una máquina para dejarla como uno se espera en una estación de esquí.
Espectacular paisaje, no creéis?
Gente
Durante los fines de semana tiene bastante afluencia de gente; si las noticias informan de que ha nevado en abundancia puede haber muchísima. Esto en la estación misma no es un problema ya que es lo suficientemente grande como para que haya sitio para todos; en realidad se trata más bien de un problema en los accesos: El párking de La Creu y el espacio habilitado para aparcar en la carretera puede no dar para absorber un volumen de gente importante.
Nosotros siempre hemos llegado entre las 11 y las 12 de la mañana; nos llevamos un bocata y nos volvemos después de comer. Lo bueno de ir a esas horas es que, a partir de la 1 o incluso algo antes, mucha gente ya se empieza a ir, así que a mediodía la afluencia de gente baja bastante. Eso sí, tened en cuenta que en la estación no hay electricidad y que, tanto a primera hora de la mañana como por la tarde puede hacer bastante frío.
Los fines de semana va gente, sí…
Pistas
Estas son las pistas que había en la estación
No se trataba de una gran estación de ski, así que no hay muchísimas pistas, pero con las que hay es más que suficiente para pasar un día con un trineo, plásticos o jugando con la nieve con cualquier utensilio que se deslice.
Por supuesto, donde más se queda la gente es en la zona que está al lado de la entrada; conforme os retiréis para la izquierda o para la derecha hay mucha menos. El lugar donde tirarse… a gusto del consumidor. En función de donde uno se ponga las bajadas serán más fuertes o menos… y costará más o menos subir (recordad, hay que subir andando).
Hazme un muñeco de nieveeee
Si no ando muy equivocado no todas las estaciones de ski tienen zona para trineos (y si la tienen normalmente es pagando), así que es una opción económica en la que pasar un buen día en la nieve. Si conocéis más lugares, dejadlos en los comentarios!
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Lecturas infantiles: El pollo Pepe

Desde hace unos días tenemos un nuevo amigo en casa… El Pollo Pepe.
Supongo que muchos de vosotros ya lo conoceréis; de hecho, hasta yo mismo había oído hablar de él, sin embargo nunca habíamos tenido el gusto de coincidir.


A mi me ha gustado, pero lo que yo piense realmente no es lo más importante. ¿Qué opina el público al que va dirigido (niños y niñas entre 1 y 5 años)? Pues tras un arduo y concienzudo estudio, para el pequeñajo de la casa (2 años) el pollo Pepe es uno de esos cuentos que le han encantado (es fácil identificarlo si cuesta mucho que lo suelte :P).

Y lo cierto es que su reacción no es para nada extraña porque estamos hablando de un auténtico súper ventas que lleva más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. Y no nos olvidemos, que estamos hablando de un cuento que apenas tiene 10 páginas! Si ha cosechado tal éxito habrá sido por algo…

Que quede clara una cosa: estamos ante un cuento muy sencillito (y esa es parte de su grandeza), con unas pocas frases, algunos pop-ups y un desplegable. Todo ello de lo más colorido y con grandes letras.

Yo el único riesgo que le veo es al tema de los pop-ups… este tipo de cuentos ‘desprotegido’ en las manos de un niño de corta edad puede acabar mutilado, así que mejor que lo vea con alguien más mayor que pueda controlar un poco la situación (o que al menos impida el despiece).

Si aún no tenéis en vuestra biblioteca infantil este clásico (y luego lo completáis con alguno de sus amigos y/o sus aventuras), ya estáis tardando en haceros con él. Además, lo podéis conseguir de varias formas:

En fomato clásico, aquí

Con un peluche, aquí

En gran formato, aquí

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Lecturas infantiles: El pollo Pepe

Desde hace unos días tenemos un nuevo amigo en casa… El Pollo Pepe.
Supongo que muchos de vosotros ya lo conoceréis; de hecho, hasta yo mismo había oído hablar de él, sin embargo nunca habíamos tenido el gusto de coincidir.


A mi me ha gustado, pero lo que yo piense realmente no es lo más importante. ¿Qué opina el público al que va dirigido (niños y niñas entre 1 y 5 años)? Pues tras un arduo y concienzudo estudio, para el pequeñajo de la casa (2 años) el pollo Pepe es uno de esos cuentos que le han encantado (es fácil identificarlo si cuesta mucho que lo suelte :P).

Y lo cierto es que su reacción no es para nada extraña porque estamos hablando de un auténtico súper ventas que lleva más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. Y no nos olvidemos, que estamos hablando de un cuento que apenas tiene 10 páginas! Si ha cosechado tal éxito habrá sido por algo…

Que quede clara una cosa: estamos ante un cuento muy sencillito (y esa es parte de su grandeza), con unas pocas frases, algunos pop-ups y un desplegable. Todo ello de lo más colorido y con grandes letras.

Yo el único riesgo que le veo es al tema de los pop-ups… este tipo de cuentos ‘desprotegido’ en las manos de un niño de corta edad puede acabar mutilado, así que mejor que lo vea con alguien más mayor que pueda controlar un poco la situación (o que al menos impida el despiece).

Si aún no tenéis en vuestra biblioteca infantil este clásico (y luego lo completáis con alguno de sus amigos y/o sus aventuras), ya estáis tardando en haceros con él. Además, lo podéis conseguir de varias formas:

En fomato clásico, aquí

Con un peluche, aquí

En gran formato, aquí

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Lecturas infantiles: El pollo Pepe

Desde hace unos días tenemos un nuevo amigo en casa… El Pollo Pepe.
Supongo que muchos de vosotros ya lo conoceréis; de hecho, hasta yo mismo había oído hablar de él, sin embargo nunca habíamos tenido el gusto de coincidir.


A mi me ha gustado, pero lo que yo piense realmente no es lo más importante. ¿Qué opina el público al que va dirigido (niños y niñas entre 1 y 5 años)? Pues tras un arduo y concienzudo estudio, para el pequeñajo de la casa (2 años) el pollo Pepe es uno de esos cuentos que le han encantado (es fácil identificarlo si cuesta mucho que lo suelte :P).

Y lo cierto es que su reacción no es para nada extraña porque estamos hablando de un auténtico súper ventas que lleva más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. Y no nos olvidemos, que estamos hablando de un cuento que apenas tiene 10 páginas! Si ha cosechado tal éxito habrá sido por algo…

Que quede clara una cosa: estamos ante un cuento muy sencillito (y esa es parte de su grandeza), con unas pocas frases, algunos pop-ups y un desplegable. Todo ello de lo más colorido y con grandes letras.

Yo el único riesgo que le veo es al tema de los pop-ups… este tipo de cuentos ‘desprotegido’ en las manos de un niño de corta edad puede acabar mutilado, así que mejor que lo vea con alguien más mayor que pueda controlar un poco la situación (o que al menos impida el despiece).

Si aún no tenéis en vuestra biblioteca infantil este clásico (y luego lo completáis con alguno de sus amigos y/o sus aventuras), ya estáis tardando en haceros con él. Además, lo podéis conseguir de varias formas:

En fomato clásico, aquí

Con un peluche, aquí

En gran formato, aquí

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Viaje a Noruega: Norway in a Nutshell… por libre

Hace algunas semanas os explicaba tanto nuestra experiencia tanto en el conocidísimo Tren de Flåm como el crucero por el conocidísimo y patrimonio de la humanidad fiordo de Nærøyfjord.
Estas dos visitas forman parte de una de las excursiones más conocidas durante un viaje a Noruega: Norway in a Nutshell.
Norway in a Nutshell es una excursión de día completo que puede comenzar en varios puntos de Noruega (los más habituales son Oslo, Bergen o Voss) y que combina algunas de las atracciones más espectaculares de la zona de los fiordos. A las dos visitas estelares normalmente se le añaden, en función del lugar de inicio, un viaje en tren y un trayecto en bus.
Esperando el tren en Myrdal
Nosotros en principio no nos planteamos hacer la excursión. Fue durante la preparación del viaje cuando nos acabamos dando cuenta que estábamos haciendo algo parecido a la famosísima excursión pero por libre.
Siendo nuestro campo base Gudvangen ese sería nuestro punto de inicio; empezamos con el fantástico crucero por el fiordo Nærøyfjord (post aquí) y continuamos con el espectacular Tren de Flåm (post aquí). Una vez en Myrdal esperamos nuestro siguiente transporte: el tren hasta Voss.
Curiosamente, el tren llegó con retraso (algo que nos sorprendió bastante); una vez en él, nos sentamos en la parte izquierda del mismo (mirando en la dirección del tren) y, pese a haber leído en más de una ocasión que es un recorrido bellísimo, nos quedamos alucinados. Realmente, no nos arrepentimos nada en hacerlo… Nieve, cascadas espectaculares, paisajes preciosos… y, casi sin darnos cuenta, llegamos a Voss.
Paisajes espectaculares en la línea Oslo – Bergen
Nos bajamos del tren y esperamos al que tenía que ser nuestro último desplazamiento del día: Un autobús de línea entre Voss y Gudvangen; un autobús (con wifi) en el que disfrutar de otro tipo de paisajes: granjas, pueblos minúsculos… y la famosa cascada Tvindefossen (a la izquierda del vehículo, unos minutos después de haber salido de Voss).
Nuestro día, que había empezado a las 10.00 en un barco acabó a las 20.00 en la puerta del cámping en el que nos alojábamos. Todo fue como habíamos previsto: las conexiones funcionaron a la perfección y no hubo ningún contratiempo, pese a que la señora del camping nos puso un poco de ‘el miedo en el cuerpo’ porque el bus que cogíamos hasta Gudvangen era el último del día, así que si se nos perdía nos veríamos obligados a coger un taxi.
Tvidenfossen estaba espectacular con la lluvia
Conclusión: en forma de pack o por libre, no dejéis de hacer esta combinación de experiencias. En un día da tiempo a hacerlo todo de forma relajada y no es cansado. Nuestros peques se lo pasaron en grande subiendo en tantos medios de transporte en un mismo día, jeje.
Por supuesto, hacerlo por libre sale considerablemente más económico que hacerlo en el pack contratado; sin embargo, si no queréis complicaros la vida (que no es para nada complicado), no perdáis la oportunidad de disfrutar de esta excursión.
Diario de viaje a Noruega: Inicio
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Viaje a Noruega: Norway in a Nutshell… por libre

Hace algunas semanas os explicaba tanto nuestra experiencia tanto en el conocidísimo Tren de Flåm como el crucero por el conocidísimo y patrimonio de la humanidad fiordo de Nærøyfjord.
Estas dos visitas forman parte de una de las excursiones más conocidas durante un viaje a Noruega: Norway in a Nutshell.
Norway in a Nutshell es una excursión de día completo que puede comenzar en varios puntos de Noruega (los más habituales son Oslo, Bergen o Voss) y que combina algunas de las atracciones más espectaculares de la zona de los fiordos. A las dos visitas estelares normalmente se le añaden, en función del lugar de inicio, un viaje en tren y un trayecto en bus.
Esperando el tren en Myrdal
Nosotros en principio no nos planteamos hacer la excursión. Fue durante la preparación del viaje cuando nos acabamos dando cuenta que estábamos haciendo algo parecido a la famosísima excursión pero por libre.
Siendo nuestro campo base Gudvangen ese sería nuestro punto de inicio; empezamos con el fantástico crucero por el fiordo Nærøyfjord (post aquí) y continuamos con el espectacular Tren de Flåm (post aquí). Una vez en Myrdal esperamos nuestro siguiente transporte: el tren hasta Voss.
Curiosamente, el tren llegó con retraso (algo que nos sorprendió bastante); una vez en él, nos sentamos en la parte izquierda del mismo (mirando en la dirección del tren) y, pese a haber leído en más de una ocasión que es un recorrido bellísimo, nos quedamos alucinados. Realmente, no nos arrepentimos nada en hacerlo… Nieve, cascadas espectaculares, paisajes preciosos… y, casi sin darnos cuenta, llegamos a Voss.
Paisajes espectaculares en la línea Oslo – Bergen
Nos bajamos del tren y esperamos al que tenía que ser nuestro último desplazamiento del día: Un autobús de línea entre Voss y Gudvangen; un autobús (con wifi) en el que disfrutar de otro tipo de paisajes: granjas, pueblos minúsculos… y la famosa cascada Tvindefossen (a la izquierda del vehículo, unos minutos después de haber salido de Voss).
Nuestro día, que había empezado a las 10.00 en un barco acabó a las 20.00 en la puerta del cámping en el que nos alojábamos. Todo fue como habíamos previsto: las conexiones funcionaron a la perfección y no hubo ningún contratiempo, pese a que la señora del camping nos puso un poco de ‘el miedo en el cuerpo’ porque el bus que cogíamos hasta Gudvangen era el último del día, así que si se nos perdía nos veríamos obligados a coger un taxi.
Tvidenfossen estaba espectacular con la lluvia
Conclusión: en forma de pack o por libre, no dejéis de hacer esta combinación de experiencias. En un día da tiempo a hacerlo todo de forma relajada y no es cansado. Nuestros peques se lo pasaron en grande subiendo en tantos medios de transporte en un mismo día, jeje.
Por supuesto, hacerlo por libre sale considerablemente más económico que hacerlo en el pack contratado; sin embargo, si no queréis complicaros la vida (que no es para nada complicado), no perdáis la oportunidad de disfrutar de esta excursión.
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Luchando contra los tópicos… de forma desigual

“No lo cojas que se acostumbra”

“Cómetelo todo que te pondrás grande”

“Si duerme con vosotros no os lo podréis sacar de la cama”

“Dale el pecho (o el bibe) cada 3 horas”
Y no tengo dudas de que se os ocurrirán muchas más por el estilo: frases estereotipadas que cuestan horrores de quitar del pensamiento común de mucha gente pese a estar demostrado que no son correctas. 
Afortunadamente, cada vez somos más los que abogamos por pensamientos más racionales y realistas, pero aún es muy común que en ciertos ámbitos más de uno muerda la lengua por no generar un conflicto. No es difícil de imaginar una situación de este tipo: Comida familiar con los abuelos, tíos y padres en la que se habla de algunos de los típicos tópicos que he comentado al principio del post: Que si le consientes mucho, que si lo estás malacostumbrando, que si no come nada, bla bla bla…



¿Cómo defiendes tus argumentos -por muy justificados que estén- cuando estás Solo ante el peligro? En cuanto abras la boca diciendo algo contrario a lo que se ha puesto sobre la mesa lo más probable es que te echen a los leones… Muchas veces, entonces, optarás por dejar pasar el tema y, los más cabezones osados, intentarán defender sus argumentos con hechos contrastados… es difícil salir victorioso y se tiene que hacer con muuuucho tacto; tampoco es necesario una guerra interna.
Qué difícil, ¿verdad? ¿Cómo desterrar esos pensamientos enquistados para que generaciones futuras dejen de transmitirlos? Pues básicamente exponiendo los hechos tal y como son y no callarse: No pasa nada porque cojas a tu hijo cuando quieras; no hay que comérselo todo, hay que comer lo que toca; no pasa nada si se hace colecho; los bebés comen a demanda, sea teta o biberón… 
Personalmente tengo la esperanza que, de la misma manera que se instauraron en su día a fuerza de repetirlos, desaparezcan. Yo por mi parte, así hago, y os animo a todos a que lo hagáis. Cansa, sí, pero si somos muchos será más fácil menos difícil. No sé a vosotros, pero a mi me chirría mucho, muchísimo, escuchar algunos de estos comentarios entre padres jóvenes; no porque algo se haya hecho de cierta manera durante los últimos 30, 40 ó 50 años significa que esté bien hecho. Siempre se puede mejorar cosas y actitudes… Estoy convencido de que conseguiremos mejorar. 
¿Cómo gestionáis vosotros estas situaciones ‘incómodas’? ¿Os ‘atreveis’ a discutir o lo consideráis una batalla perdida?
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