Aceptémoslo: hay diferencias fundamentales en la forma en que los padres y las madres afrontamos la crianza de un hijo, sobre todo en el caso de los primogénitos.
Ya lo comenté en el post de presentación del blog: A la hora de compartir información y experiencias, de dar y buscar consejo y apoyo o simplemente de desfogarse ante frustraciones, las mamás nos ganan por goleada. Entras en un grupo de Facebook sobre [p|m]aternidad, BLW, o cualquier tema relacionado, y el 99.9% de la participación es femenina. Y no solo es abrumador el porcentaje, también el volumen de mensajes. Estos grupos de FB acumulan decenas de nuevos hilos cada día, cada uno de ellos con centenares de respuestas. Largas conversaciones donde las mamás intercambian desde quejas por sus suegras a detalles sobre lactancia y alimentación, cambio de pañales hasta cómo han cambiado sus vidas sexuales con sus parejas. Todo está abierto a discusión, intercambio y enriquecimiento.
De hecho, en el apartado de quejas no son pocas las que van dirigidas a nosotros, los padres de las criaturas. Cuando no nos involucramos tanto como deberíamos en la crianza de nuestros hijos, cuando en ocasiones somos un tanto desastre o descuidamos nuestras obligaciones como padres.
Todo esto lo puedo ver claramente en un par de grupos de WhatsApp: Dos grupos con los asistentes a un curso de preparación a la [p|m]aternidad al que asistimos hace ya cerca de dos años. Un grupo de madres y otro de padres. A través de mi mujer sé que el grupo de mamás tiene actividad regular, hablan entre ellas comentando los avances de los peques y hasta intercambian fotos. En el grupo de los papás, el último mensaje es del 4 de julio del año pasado; una disculpa por no haber podido ir a una quedada en el pub. Quedadas en las que se hablaba de trabajo, deportes, viajes… Pero poco o nada de paternidad.
Lo cual me lleva a plantearme… ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué los hombres parecemos incapaces de hablar abiertamente de ciertos temas? Personalmente, creo que es algo cultural. De forma tradicional, la crianza de los hijos ha recaído en las mujeres. Lo cual ha hecho que nosotros hayamos dado la espalda a hablar de ello, porque simplemente La Sociedad™ no espera que lo hagamos. Queda muchísimo camino por recorrer, pero está en nuestra mano cambiar eso. Papás Blogueros ha abanderado iniciativas muy interesantes como #siloshombreshablasen o Padres Igualitarios, pero hay que seguir trabajando en ello.
Hablar abiertamente de cualquier tema relacionado con la paternidad nos ayuda a todos: padres, madres e hijos. Nos ayuda a estar mejor preparados ante las eventualidades de la paternidad, porque muy probablemente lo que le pase a nuestro hijo ya le haya pasado al de alguien más y hayamos podido leer sobre ello. Nos abre a nuevas experiencias e ideas que, de otra forma, podrían pasarnos desapercibidas. Y nos da una vía de escape para la frustración y el descontento cuando las cosas se tuercen.
Papás del mundo, hablad sin miedo. Participad en las discusiones. Compartid lo que habéis aprendido. Todos saldremos ganando. Nos leemos en la red. 🙂
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