Ayer le preguntaba a mi madre si mi padre había tenido días libres por nacimiento de hijos.
– Pues creo que dos, pero no estoy segura. Eso si, si nacías en viernes, el lunes a trabajar.
En 1961 los hombres no entraban a los partos, no estaban obligados a cambiar pañales ni a levantarse por las noches si lloraban los hijos… y si lo hacían, que los había que si, mejor no presumir.
Y mientras la madre estaba en el hospital, alguna abuela se ocupaba de los niños y la casa.
Pero eran los únicos que podían inscribir a los hijos en el registro, su apellido siempre iba delante y elegían el nombre del bebé si les daba la gana (por eso me llamo Luisa).
Que conste que no me quejo ni un poquito de mi padre, pero las cosas eran así.
Las madres se ocupaban de cuidarnos, darnos de comer y que la ropa estuviese limpia, y los padres de las cosas «importantes» que llegase dinero a casa y los trámites burocráticos. Mi dni y mi pasaporte dependían sola y exclusivamente de mi padre.
Me fui de viaje de fin de estudios en 1977 y no pude pasar a Portugal porque los planes del viaje se hicieron muy a la carrera y mi padre no tuvo tiempo de ir a la comisaría. Mi madre si hubiese podido.
Repito que no me quejo, nos sirvió para unas risas a la familia y a mi para pasar un día a solas en Salamanca y descubrir rincones ocultos.
Cuando nacieron mis hijos elqueduermeconmigo, funcionario, tenía 3 días libres por nacimiento de un hijo.
(María nació en viernes, sabado, domingo… y el lunes a currar) podían entrar al parto, y se podían encontrar con que les mirasen raro por comprar pañales.
Yo no fui a incribir a Pablo ni a María, no sé si podría reclamar en los tribunales un cambio de nombres si les pone algo raro, tampoco pudimos elegir el orden de los apellidos.
Eso si, a por sus dni y sus pasaportes fui yo «sin pedir permiso»
Ahora los padres teneis ¡¡¡16 semanas de permiso de paternidad!!! ¡¡¡Ohhh!!!
Falta que alguien me explique qué pasa si la salud física y mental de la recien parida no es la misma que antes del embarazo, ¿la depresión es causa de baja aunque pasen esas 16 semanas?
Teneis las mismas «»vacaciones»» que las madres, y necesitais ir juntos a inscribir hijos y decidir nombre y ¡¡¡ apellidos !!!
Y pocos os miran mal si vais porteando bebés, asistís a las reuniones del cole, o decidís qué calcetines tocan los martes.
Os habéis ganado el derecho a mirar mal a los que no lo hacen.
Como nosotras nos vamos ganando el derecho a trabajar fuera de casa o irnos de fiesta mientras nos esperáis en casa amorosamente.
¿Nos vamos igualando?
Pues un poco, o dos pocos, o tres.
Pero os queda una parcela:
¿dónde están los hijos?
¿Quién se ocupa de cuidar a las abuelas y los abuelos de la familia?
¿Quién les llama, quién sabe sus medicaciones, quien les lleva la compra, les acompaña al médico o se ocupa de que se cambien de ropa?
¿Y si de los que hay que ocuparse es de la suegra o del suegro?
Ahí, queridos, vais llegando, pero tan, tan despacito…
Marisa se describe como
Las madres nos estresamos da igual el número de hijos, lo que hagan, que crezcan, pero cuando crecen…se van de Erasmus tengo #artritisreumatoide. soy Marisa