Aprender a leer: ¿Cómo y cuando lo deben hacer los niños?

Todos asumimos hoy en día que el aprendizaje de la lectura es un proceso necesario en el desarrollo intelectual de los niños.
Sin embargo sigue habiendo alguna controversia sobre el método que se debería de usar y el momento en el que se debería de llevar a cabo el aprendizaje de la lectura.

Como padres llega un momento en el que nos preocupa el hecho de que nuestros peques tarden más que otros en aprender a leer y nos da miedo pensar que esto les puede provocar un retraso académico que les haga empezar con ‘mal pie’ su vida como estudiante.

Pero por lo general estos miedos son solamente eso: miedos con poco o ningún fundamento.

Para comprender mejor como se produce el proceso de aprendizaje de la lectura hay que entender primero una serie de cuestiones:

Cada persona es diferente

Lo primero que deberíamos tener en cuenta es que cada niño tiene su propia forma de evolucionar (sobre todo en los primeros años de su vida) y por lo tanto los plazos de aprendizaje deben siempre ser un tanto flexibles para adaptarse a la madurez de cada niño.
Unos niños aprenderán a leer antes y otros después.
No por eso nuestros peques van a ser mejores estudiantes o peores ni más listos o más tontos.

Cada país un mundo

El aprendizaje de la lectura se lleva a cabo a distintas edades dependiendo de los programas educativos que cada uno establezca.
En este aspecto hay cierta polémica, pues países con un mal rendimiento académico y una nefasta puntuación en cuestiones como la compresión de lectura (como puede ser España) empiezan antes que otros países como Finlandía que tienen un sistema educativo de los que mejores resultados dan en el mundo.
Y es curioso que en Finlandia, empezando un año más tarde el aprendizaje de la lectura el nivel de comprensión de lectura  está por encima del resto de países y por su puesto es muchísimo más alto que en España.

Para saber leer primero hay que saber hablar

Es imposible leer y escribir si primero no se sabe hablar correctamente, y es por eso que en el último año de infantil sea tan común que los niños necesiten alguna visita al logopeda.
Si no educan el oído correctamente para saber oír todos los fonemas no podrán reproducirlos… y si reproducen mal los fonemas no serán capaces de representarlos (al escribir) o interpretarlos (al leer).
Por eso a menudo es aconsejable obtener la valoración de un logopeda si en el último año de educación infantil (de 5 a 6 años) un niño todavía tiene dificultad para pronunciar ciertos fonemas o los confunde.
De otra forma partirá en desventaja al avanzar con la lectoescritura y eso si que le puede provocar un retraso en el proceso de aprendizaje así como frustración e incluso pérdida de interés por parte del niño.

El proceso natural

Independientemente del momento en el que empiece cada fase, si que podemos distinguir ciertos momentos en el desarrollo del niño.

Proceso del habla

  1. Emitir sonidos: esta primera forma de comunicación la llevamos a cabo al poco tiempo de nacer.
  2.  Silabeos: el clasico papapapapa o mamamamama. No en vano sus primeras palabras suelen estar formadas por una repetición de la misma sílaba.
  3. Palabras: en cuanto prendemos a pronunciar las sílabas pasamos a unirlas para formar palabras de las cuales vamos conociendo su significado.
  4. Frases sencillas: La ultima fase de este pre-aprendizaje de la lectura es la construción de frases, muy sencillas al principio que según va madurando el niño serán cada vez más complejas.

Proceso de lectura

Grafemas y Fonemas:

Durante esta fase el niño aprende a asociar los grafemas (los caracteres) con sus correspondientes fonemas (sonidos), y aprenden también a interpretar las distintas combinaciones de letras para formar sílabas así como sus sonidos.

Palabras:

El siguiente paso en el aprendizaje es aprender como, combinando estos fonemas podemos representar las palabras que conocemos con un significado propio

Frases y orden sintáctico:

Un paso más allá cuando tratamos de combinar las palabras que conocemos para construir frases que sean capaces de formar mensajes en sintaxis cada vez más complejas.

Comprensión lectora:

Más allá de la capacidad del niño de poder escribir o leer está la capacidad de comprender el mensaje de un texto. Esto requiere una capacidad de abstracción que se irá adquiriendo con la práctica y el habito de la lectura.

Redacción

El siguiente paso es aprender, además de a comprender textos de otros, a ser capaces de construir correctamente frases que representen nuestras ideas.

La lectura es un hábito

Hasta aquí hemos hablado de las capacidades previas necesarias y de las habilidades que irán adquiriendo los peques en el proceso de lectura… pero leer es mucho más que eso.

Para formar a un lector de verdad y que esta capacidad les suponga una ventaja en la vida, no nos debemos de conformar con crear la capacidad… hay que crear el hábito.

Solamente cultivando el gusto por la lectura conseguiremos que esto ocurra.

Vale, pero ¿como podemos inculcar este gusto por la lectura? ¿Cómo lo convertimos en un hábito?

Existen varias cosas que podemos hacer para que a nuestros pequeños les entusiasme la lectura en vez de verla como una obligación más:

1) Padres que leen

Desde que nacemos aprendemos a hacer la mayoría de las cosas por imitación. La lectura no es distinta.
Si un niño ve que sus padres leen tendrá una mayor predisposición a la lectura.
Pero ojo, el niño tiene que ver a unos padres a los que les gusta la lectura… no unos padres que simulan que les gusta la lectura.
Si su entorno familiar no acostumbra a leer, si no tienen ese hábito, de nada servirá disimular. Los niños lo perciben y al final no funciona: o bien porque esos padres no son capaces de mantener la farsa en el tiempo o bien porque simplemente no perciben la reacción de disfrute que notarán en sus padres los hijos de lectores habituales.
Siempre será preferible utilizar otra estrategia para tratar de que nuestros hijos lean antes que fingir que somos lo que no somos.

2) Gamificación

La gamificación es una técnica de marketing que se basa en aplicar las mecánicas propias del juego en aspectos no lúdicos.
Esta técnica la están utilizando en el colegio de Alonso en primero de primaria y me parece muy acertada para conseguir fomentar el gusto por la lectura a la vez que generar un cierto hábito.
La técnica se basa en lo siguiente:
El primer día los niños se llevan a casa un libro junto con un marcapáginas con forma de animal y una ficha.
El marcapáginas tendrá forma de animal que representa el nivel de lectura alcanzado por el niño.
Cuanto más rápido sea el animal del marcapáginas, mejor lector será al niño. Así, el primer marcapáginas es el de un caracol, el segundo una ardilla,… y así hasta el dragón que es el más rápido.

Además de un libro y el marcapáginas llevarán una ficha. En cada ficha hay espacio para rellenar con los datos de 3 libros. Una vez leido un libro se rellena uno de los apartados incluyendo:

  • Título del libro
  • Fecha de inicio de lectura
  • Fecha de fin de lectura
  • ¿Te gusto? SI/NO

Cuando se completa la ficha (es decir, cuando se han leído 3 libros) se pasa de fase y se cambia el marcapáginas por uno de un animal algo más rápido.

Esta mecánca de juego crea la competitividad suficiente como para que los niños sean capaces de tomar la lectura con ganas a la par que se genera un hábito de lector.

Sigue leyendo ->

Aprender a leer: ¿Cómo y cuando lo deben hacer los niños?

Todos asumimos hoy en día que el aprendizaje de la lectura es un proceso necesario en el desarrollo intelectual de los niños.
Sin embargo sigue habiendo alguna controversia sobre el método que se debería de usar y el momento en el que se debería de llevar a cabo el aprendizaje de la lectura.

Como padres llega un momento en el que nos preocupa el hecho de que nuestros peques tarden más que otros en aprender a leer y nos da miedo pensar que esto les puede provocar un retraso académico que les haga empezar con ‘mal pie’ su vida como estudiante.

Pero por lo general estos miedos son solamente eso: miedos con poco o ningún fundamento.

Para comprender mejor como se produce el proceso de aprendizaje de la lectura hay que entender primero una serie de cuestiones:

Cada persona es diferente

Lo primero que deberíamos tener en cuenta es que cada niño tiene su propia forma de evolucionar (sobre todo en los primeros años de su vida) y por lo tanto los plazos de aprendizaje deben siempre ser un tanto flexibles para adaptarse a la madurez de cada niño.
Unos niños aprenderán a leer antes y otros después.
No por eso nuestros peques van a ser mejores estudiantes o peores ni más listos o más tontos.

Cada país un mundo

El aprendizaje de la lectura se lleva a cabo a distintas edades dependiendo de los programas educativos que cada uno establezca.
En este aspecto hay cierta polémica, pues países con un mal rendimiento académico y una nefasta puntuación en cuestiones como la compresión de lectura (como puede ser España) empiezan antes que otros países como Finlandía que tienen un sistema educativo de los que mejores resultados dan en el mundo.
Y es curioso que en Finlandia, empezando un año más tarde el aprendizaje de la lectura el nivel de comprensión de lectura  está por encima del resto de países y por su puesto es muchísimo más alto que en España.

Para saber leer primero hay que saber hablar

Es imposible leer y escribir si primero no se sabe hablar correctamente, y es por eso que en el último año de infantil sea tan común que los niños necesiten alguna visita al logopeda.
Si no educan el oído correctamente para saber oír todos los fonemas no podrán reproducirlos… y si reproducen mal los fonemas no serán capaces de representarlos (al escribir) o interpretarlos (al leer).
Por eso a menudo es aconsejable obtener la valoración de un logopeda si en el último año de educación infantil (de 5 a 6 años) un niño todavía tiene dificultad para pronunciar ciertos fonemas o los confunde.
De otra forma partirá en desventaja al avanzar con la lectoescritura y eso si que le puede provocar un retraso en el proceso de aprendizaje así como frustración e incluso pérdida de interés por parte del niño.

El proceso natural

Independientemente del momento en el que empiece cada fase, si que podemos distinguir ciertos momentos en el desarrollo del niño.

Proceso del habla

  1. Emitir sonidos: esta primera forma de comunicación la llevamos a cabo al poco tiempo de nacer.
  2.  Silabeos: el clasico papapapapa o mamamamama. No en vano sus primeras palabras suelen estar formadas por una repetición de la misma sílaba.
  3. Palabras: en cuanto prendemos a pronunciar las sílabas pasamos a unirlas para formar palabras de las cuales vamos conociendo su significado.
  4. Frases sencillas: La ultima fase de este pre-aprendizaje de la lectura es la construción de frases, muy sencillas al principio que según va madurando el niño serán cada vez más complejas.

Proceso de lectura

Grafemas y Fonemas:

Durante esta fase el niño aprende a asociar los grafemas (los caracteres) con sus correspondientes fonemas (sonidos), y aprenden también a interpretar las distintas combinaciones de letras para formar sílabas así como sus sonidos.

Palabras:

El siguiente paso en el aprendizaje es aprender como, combinando estos fonemas podemos representar las palabras que conocemos con un significado propio

Frases y orden sintáctico:

Un paso más allá cuando tratamos de combinar las palabras que conocemos para construir frases que sean capaces de formar mensajes en sintaxis cada vez más complejas.

Comprensión lectora:

Más allá de la capacidad del niño de poder escribir o leer está la capacidad de comprender el mensaje de un texto. Esto requiere una capacidad de abstracción que se irá adquiriendo con la práctica y el habito de la lectura.

Redacción

El siguiente paso es aprender, además de a comprender textos de otros, a ser capaces de construir correctamente frases que representen nuestras ideas.

La lectura es un hábito

Hasta aquí hemos hablado de las capacidades previas necesarias y de las habilidades que irán adquiriendo los peques en el proceso de lectura… pero leer es mucho más que eso.

Para formar a un lector de verdad y que esta capacidad les suponga una ventaja en la vida, no nos debemos de conformar con crear la capacidad… hay que crear el hábito.

Solamente cultivando el gusto por la lectura conseguiremos que esto ocurra.

Vale, pero ¿como podemos inculcar este gusto por la lectura? ¿Cómo lo convertimos en un hábito?

Existen varias cosas que podemos hacer para que a nuestros pequeños les entusiasme la lectura en vez de verla como una obligación más:

1) Padres que leen

Desde que nacemos aprendemos a hacer la mayoría de las cosas por imitación. La lectura no es distinta.
Si un niño ve que sus padres leen tendrá una mayor predisposición a la lectura.
Pero ojo, el niño tiene que ver a unos padres a los que les gusta la lectura… no unos padres que simulan que les gusta la lectura.
Si su entorno familiar no acostumbra a leer, si no tienen ese hábito, de nada servirá disimular. Los niños lo perciben y al final no funciona: o bien porque esos padres no son capaces de mantener la farsa en el tiempo o bien porque simplemente no perciben la reacción de disfrute que notarán en sus padres los hijos de lectores habituales.
Siempre será preferible utilizar otra estrategia para tratar de que nuestros hijos lean antes que fingir que somos lo que no somos.

2) Gamificación

La gamificación es una técnica de marketing que se basa en aplicar las mecánicas propias del juego en aspectos no lúdicos.
Esta técnica la están utilizando en el colegio de Alonso en primero de primaria y me parece muy acertada para conseguir fomentar el gusto por la lectura a la vez que generar un cierto hábito.
La técnica se basa en lo siguiente:
El primer día los niños se llevan a casa un libro junto con un marcapáginas con forma de animal y una ficha.
El marcapáginas tendrá forma de animal que representa el nivel de lectura alcanzado por el niño.
Cuanto más rápido sea el animal del marcapáginas, mejor lector será al niño. Así, el primer marcapáginas es el de un caracol, el segundo una ardilla,… y así hasta el dragón que es el más rápido.

Además de un libro y el marcapáginas llevarán una ficha. En cada ficha hay espacio para rellenar con los datos de 3 libros. Una vez leido un libro se rellena uno de los apartados incluyendo:

  • Título del libro
  • Fecha de inicio de lectura
  • Fecha de fin de lectura
  • ¿Te gusto? SI/NO

Cuando se completa la ficha (es decir, cuando se han leído 3 libros) se pasa de fase y se cambia el marcapáginas por uno de un animal algo más rápido.

Esta mecánca de juego crea la competitividad suficiente como para que los niños sean capaces de tomar la lectura con ganas a la par que se genera un hábito de lector.

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Viajes románticos para aumentar la natalidad en Dinamarca

Bueno, pues hoy os presento la última ‘locura’ (o tal vez no tanto) danesa para incentivar el crecimiento de la natalidad.

Lo cierto es que el índice de natalidad en Dinamarca está ahora más bajo que nunca en los últimos 27 años y las políticas del gobierno no encuentran la solución.

Esto está causando un importante desequilibrio generacional y empiezan a ver que no hay suficiente población joven que pueda mantener al creciente número de ancianos.

Las estadísticas de la concepción danesa

Un estudio revela que el los daneses tienen 46% más de relaciones sexuales durante las vacaciones, y el 10% de los daneses fueron concebidos en un viaje de vacaciones.

¡Hazlo por Dinamarca!

Así se titula la campaña de Spies Travel, una agencia de viajes decidida a ayudar al gobierno de Dinamarca a cambiar estos ratios.

Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica
Este es el aspecto de la página de la promoción. En ella se puede leer en danés: «Hazlo por Dinamarca. Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica. EL SEXO PUEDE SALVAR EL FUTURO NACIONAL

De lo que se trata es de incentivar el turismo romántico para concebir hijos daneses con una doble recompensa:

1) Aquellas parejas que reserven un viaje en su agencia en el momento que ella esté ovulando se beneficiarán de un descuento en el viaje.

2)  Si tienen suerte y conciben un hijo durante sus vacaciones habrán ganado otro viaje gratis… pero esta vez con hijos incluidos.

El video de la campaña

Mucho sentido del humor

No sé si la campaña conseguirá su objetivo, pero hay algo que queda demostrado: los daneses tienen muy buen sentido del humor.
…y es que la campaña de por si ya es graciosa, pero al final del vídeo se plantea la cuestión de «¿que hacer si no estás en período de ovulación…» y se muestra a una pareja de ancianos «…o si no puedes tener hijos?» mostrando a una pareja gay.

Por un momento creí que era broma

La verdad es que el vídeo se publicó el día 28 de marzo, y he tenido que mirarlo dos veces. 
Hoy es 1 de abril, lo que en muchos países es el «Aprils Fools’ Day» (que viene siendo el día de los «Santos Inocentes» que en España celebramos el 28 de diciembre). Si llegan a publicar hoy el vídeo no me lo hubiese creído.
A partir de ahora las parejas danesas ya no se preocuparán tanto en si cogen vacaciones en temporada alta o baja. Lo verdaderamente importante ahora es si ella ovula o no. 🙂
Sigue leyendo ->

Viajes románticos para aumentar la natalidad en Dinamarca

Bueno, pues hoy os presento la última ‘locura’ (o tal vez no tanto) danesa para incentivar el crecimiento de la natalidad.

Lo cierto es que el índice de natalidad en Dinamarca está ahora más bajo que nunca en los últimos 27 años y las políticas del gobierno no encuentran la solución.

Esto está causando un importante desequilibrio generacional y empiezan a ver que no hay suficiente población joven que pueda mantener al creciente número de ancianos.

Las estadísticas de la concepción danesa

Un estudio revela que el los daneses tienen 46% más de relaciones sexuales durante las vacaciones, y el 10% de los daneses fueron concebidos en un viaje de vacaciones.

¡Hazlo por Dinamarca!

Así se titula la campaña de Spies Travel, una agencia de viajes decidida a ayudar al gobierno de Dinamarca a cambiar estos ratios.

Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica
Este es el aspecto de la página de la promoción. En ella se puede leer en danés: «Hazlo por Dinamarca. Ayuda a Dinamarca con una escapada a una ciudad romántica. EL SEXO PUEDE SALVAR EL FUTURO NACIONAL

De lo que se trata es de incentivar el turismo romántico para concebir hijos daneses con una doble recompensa:

1) Aquellas parejas que reserven un viaje en su agencia en el momento que ella esté ovulando se beneficiarán de un descuento en el viaje.

2)  Si tienen suerte y conciben un hijo durante sus vacaciones habrán ganado otro viaje gratis… pero esta vez con hijos incluidos.

El video de la campaña

Mucho sentido del humor

No sé si la campaña conseguirá su objetivo, pero hay algo que queda demostrado: los daneses tienen muy buen sentido del humor.
…y es que la campaña de por si ya es graciosa, pero al final del vídeo se plantea la cuestión de «¿que hacer si no estás en período de ovulación…» y se muestra a una pareja de ancianos «…o si no puedes tener hijos?» mostrando a una pareja gay.

Por un momento creí que era broma

La verdad es que el vídeo se publicó el día 28 de marzo, y he tenido que mirarlo dos veces. 
Hoy es 1 de abril, lo que en muchos países es el «Aprils Fools’ Day» (que viene siendo el día de los «Santos Inocentes» que en España celebramos el 28 de diciembre). Si llegan a publicar hoy el vídeo no me lo hubiese creído.
A partir de ahora las parejas danesas ya no se preocuparán tanto en si cogen vacaciones en temporada alta o baja. Lo verdaderamente importante ahora es si ella ovula o no. 🙂
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Peabody y Sherman – El remake de un clásico animado

Os voy a recomendar una película que me parece especialmente interesante para disfrutar con los peques a partir de los 4 años (diría yo).

Alonso posando con los personajes de la película

Las aventuras de Peabody y Sherman

La nueva película de la factoría Dreamworks cuenta la historia de un perro que habla… bueno… que habla, estudia, trabaja como científico, inventor, gana premios novel… y llegado el momento solicita adoptar a un niño: Sherman.

«Si un niño puede adoptar a un perro… por qué un perro no iba a poder adoptar a un niño»

Con este razonamiento tan poco trabajado se da pié a la relación que guía la historia de los personajes.

Este perro-genio-padre resulta que guarda algunos inventos secretos entre los que destaca el «vueltaatrás»: una máquina del tiempo con la que viajan para conocer culturas antiguas y momentos históricos de primera mano.

La historia se complica cuando Sherman (desobedeciendo las indicaciones de su padre-perro) se lleva a una compañera de clase de viaje al antiguo Egipto y esta decide no volver.

Pero bueno, antes de seguir os dejo aquí mismo el trailer oficial de Dreamworks

Los valores de la película

En un primer momento puede parecer que la intencionalidad de película es enseñar un poco de historia a la vez que se entretiene a los más pequeños. Eso, por si solo, ya no estaría mal, pero la película va mucho más allá.

Algunos la han calificado de un «Regreso al Futuro para los más pequeños», y es comprensible, pues aborda de una manera muy sencilla las posibles paradojas que causaría la capacidad de viajar en el tiempo.

Sin embargo hay algo que a mi me ha gustado mucho más de esta película y me refiero a los valores que transmite a los más peques. Lejos de hacer apología de la violencia (como ultimamente nos tienen tan acostumbrados) esta película aborda valores como la amistad, la paternidad, y la inteligencia.

¡Inteligencia! Me encanta que se le muestren a los niños las virtudes de la inteligencia frente a la fuerza bruta (…aunque solo sea para variar)

De los creadores de…

La verdad es que a mi me daba un poco de ‘mala espina’ la película. Siempre me pasa cuando la anuncian con el típico «de los creadores de…».

La experiencia me dice que cuando usan este recurso para promocionar una película esta suele ser malísima y lo único que les queda es aprovechar el tirón de trabajos anteriores.

Sin embargo, en esta ocasión he de reconocer que la película no defrauda (y de hecho está mucho mejor de algunas de las citadas en en trailer.

¿Nuevo? …en realidad es un remake

Aunque se presenta como una novedad, lo cierto es que proviene de una serie televisiva de 90 capítulos emitida a finales de los años 50 y principios de los años 60 llamada «La improbable historia de Peabody» (Peabody’s improbable history)

Aquí tenéis, cómo prueba, un capitulo de la serie en el que viajan en el tiempo para conocer a Beethoven:

Nosotros la vimos ya hace unas semanas, pues a Alonso le fascinó el trailer y no pudo esperar ni un día desde que la estrenaron.
Personalmente os recomiendo que, si el tiempo no acompaña para salir a disfrutar del aire libre, consideréis esta opción para pasar una tarde de fin de semana agradable.

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Peabody y Sherman – El remake de un clásico animado

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Alonso posando con los personajes de la película

Las aventuras de Peabody y Sherman

La nueva película de la factoría Dreamworks cuenta la historia de un perro que habla… bueno… que habla, estudia, trabaja como científico, inventor, gana premios novel… y llegado el momento solicita adoptar a un niño: Sherman.

«Si un niño puede adoptar a un perro… por qué un perro no iba a poder adoptar a un niño»

Con este razonamiento tan poco trabajado se da pié a la relación que guía la historia de los personajes.

Este perro-genio-padre resulta que guarda algunos inventos secretos entre los que destaca el «vueltaatrás»: una máquina del tiempo con la que viajan para conocer culturas antiguas y momentos históricos de primera mano.

La historia se complica cuando Sherman (desobedeciendo las indicaciones de su padre-perro) se lleva a una compañera de clase de viaje al antiguo Egipto y esta decide no volver.

Pero bueno, antes de seguir os dejo aquí mismo el trailer oficial de Dreamworks

Los valores de la película

En un primer momento puede parecer que la intencionalidad de película es enseñar un poco de historia a la vez que se entretiene a los más pequeños. Eso, por si solo, ya no estaría mal, pero la película va mucho más allá.

Algunos la han calificado de un «Regreso al Futuro para los más pequeños», y es comprensible, pues aborda de una manera muy sencilla las posibles paradojas que causaría la capacidad de viajar en el tiempo.

Sin embargo hay algo que a mi me ha gustado mucho más de esta película y me refiero a los valores que transmite a los más peques. Lejos de hacer apología de la violencia (como ultimamente nos tienen tan acostumbrados) esta película aborda valores como la amistad, la paternidad, y la inteligencia.

¡Inteligencia! Me encanta que se le muestren a los niños las virtudes de la inteligencia frente a la fuerza bruta (…aunque solo sea para variar)

De los creadores de…

La verdad es que a mi me daba un poco de ‘mala espina’ la película. Siempre me pasa cuando la anuncian con el típico «de los creadores de…».

La experiencia me dice que cuando usan este recurso para promocionar una película esta suele ser malísima y lo único que les queda es aprovechar el tirón de trabajos anteriores.

Sin embargo, en esta ocasión he de reconocer que la película no defrauda (y de hecho está mucho mejor de algunas de las citadas en en trailer.

¿Nuevo? …en realidad es un remake

Aunque se presenta como una novedad, lo cierto es que proviene de una serie televisiva de 90 capítulos emitida a finales de los años 50 y principios de los años 60 llamada «La improbable historia de Peabody» (Peabody’s improbable history)

Aquí tenéis, cómo prueba, un capitulo de la serie en el que viajan en el tiempo para conocer a Beethoven:

Nosotros la vimos ya hace unas semanas, pues a Alonso le fascinó el trailer y no pudo esperar ni un día desde que la estrenaron.
Personalmente os recomiendo que, si el tiempo no acompaña para salir a disfrutar del aire libre, consideréis esta opción para pasar una tarde de fin de semana agradable.

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YouTube prepara una versión segura para los niños

Fuente de imagen original de Flickr

YouTube es la tercer sitio web más visitado del mundo (después de Google y Facebook) y está cada vez más presente en la vida de todos, y los más peques no son una diferencia. Es más, a ellos el contenido audiovisual es el que más les atrae con diferencia.

Antes bastaba con tener vigilado y/o con contraseña el ordenador. Después empezamos a tener que preocuparnos también por nuestros smartphones. Pero ahora ya tenemos YouTube en la mayoría de las los televisores, BlueRay… y hasta lo he visto en alguna nevera.

Por eso, esta noticia está siendo tan bien recibida por padres y madres de todo el mundo:

YouTube está preparando una versión del portal para menores de 10 años

No se trata de un filtro para los contenidos que se publican en YouTube. La idea de la empresa de Google es realizar un portal enfocado en los más peques donde todo el contenido esté controlado.

Pero no solo eso, también se cuidarán las inserciones publicitarias. A menudo este es un punto débil de los filtros que se han intentado aplicar en versiones actuales de YouTube como YouTube EDU o YouTube for Schools. A pesar de estar pensadas para consumo por parte de menores de edad a veces se ‘cuela’ contenido en los anuncios que no es el más adecuado.

Proyecto en fase inicial

Aunque parece un proyecto bastante firme de YouTube me temo que aún habrá que tener paciencia para que vea la luz, pues está en su primera fase.

De cualquier forma creo que hay que celebrar este tipo de iniciativas y que vayamos aprendiendo a enseñar a nuestros peques a convivir de manera sana con toda esa inmensa cantidad de información a la que nosotros no tuvimos que exponernos de pequeños.

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Fuente de imagen original de Flickr

YouTube es la tercer sitio web más visitado del mundo (después de Google y Facebook) y está cada vez más presente en la vida de todos, y los más peques no son una diferencia. Es más, a ellos el contenido audiovisual es el que más les atrae con diferencia.

Antes bastaba con tener vigilado y/o con contraseña el ordenador. Después empezamos a tener que preocuparnos también por nuestros smartphones. Pero ahora ya tenemos YouTube en la mayoría de las los televisores, BlueRay… y hasta lo he visto en alguna nevera.

Por eso, esta noticia está siendo tan bien recibida por padres y madres de todo el mundo:

YouTube está preparando una versión del portal para menores de 10 años

No se trata de un filtro para los contenidos que se publican en YouTube. La idea de la empresa de Google es realizar un portal enfocado en los más peques donde todo el contenido esté controlado.

Pero no solo eso, también se cuidarán las inserciones publicitarias. A menudo este es un punto débil de los filtros que se han intentado aplicar en versiones actuales de YouTube como YouTube EDU o YouTube for Schools. A pesar de estar pensadas para consumo por parte de menores de edad a veces se ‘cuela’ contenido en los anuncios que no es el más adecuado.

Proyecto en fase inicial

Aunque parece un proyecto bastante firme de YouTube me temo que aún habrá que tener paciencia para que vea la luz, pues está en su primera fase.

De cualquier forma creo que hay que celebrar este tipo de iniciativas y que vayamos aprendiendo a enseñar a nuestros peques a convivir de manera sana con toda esa inmensa cantidad de información a la que nosotros no tuvimos que exponernos de pequeños.

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Las guerras y su efecto en los pequeños

Cualquier padre lo entenderá, pero yo cada vez que veo países guerra en las noticias pienso en el miedo que deben de estar pasando todos los padres que viven allí. Y es que el peor miedo no es lo que te pueda pasar; lo peor es lo que les puede pasar a tus hijos.

Me vais a permitir que, con motivo del vídeo que acaba de publicar la organización sin ánimo de lucro Save the Children, cambie hoy un poco el tono de mi artículo.

El instinto protector natural

Cada día velamos por que nuestros pequeños vivan felices y casi les fabricamos una burbuja protectora en la que no permitimos entrar penas ni desesperaciones.

Es instintivo. Es natural. Sabemos que tarde o temprano la vida busca el equilibrio y le irá mostrando como otra parte de la vida. Y si las cosas ocurren en su justa medida y a su tiempo, solemos saber reaccionar y ayudarles a superar esas dificultades.

De repente algo cambia

Sin embargo, en ocasiones, las estrategias políticas, las luchas de poder (frecuentemente basadas en disculpas religioso-ideológicas) o simplemente la avaricia económica de algunos, hace que nuestro mundo se rompa en mil pedazos.

No nos engañemos, las guerras son provocadas , pues poca (o ninguna diferencia) hay entre hacer que algo ocurra o evitarlo cuando se puede.

El miedo de los padres

Los padres somos así. Estoy seguro de que todos los padres y madres estarán de acuerdo conmigo en que el peor miedo no es lo que me pueda pasar a mi. En realidad, lo que nos aterroriza es lo que les podrá pasar a nuestros pequeños.

No es un acto de heroísmo. Es lo natural. Es instintivo. Los queremos y nos preocupa más lo que les pueda pasar a ellos que nuestra propia integridad. Algunos lo llamarán instinto de perpetuación de la especie. Yo lo llamo amor de padre.

Save the Children y la vida de los niños en una guerra.

Save the Children acaba de lanzar un video para mostrar como los conflictos de los mayores destrozan la vida de los más pequeños.

En el vídeo se muestra un segundo diario de la vida de una niña durante un año. Empieza en su cumpleaños y termina en el siguiente cumpleaños.

Durante ese año estalla la guerra y se ve como una niña normal pasa a ser una víctima de la guerra de los mayores y su vida cambia radicalmente a peor.

Save the Children trata de concienciar a la gente de que los conflictos tienen estas consecuencias y, «aunque ahora mismo no esté pasando aquí mismo no significa que no esté pasando en muchos sitios en este mismo momento». En concreto tratan de llamar la atención sobre lo que está pasando con la población Siria (que cumple ya tres años de conflicto), pero podría aplicarse a cualquier situación bélica.

El vídeo no tiene desperdicio

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Las guerras y su efecto en los pequeños

Cualquier padre lo entenderá, pero yo cada vez que veo países guerra en las noticias pienso en el miedo que deben de estar pasando todos los padres que viven allí. Y es que el peor miedo no es lo que te pueda pasar; lo peor es lo que les puede pasar a tus hijos.

Me vais a permitir que, con motivo del vídeo que acaba de publicar la organización sin ánimo de lucro Save the Children, cambie hoy un poco el tono de mi artículo.

El instinto protector natural

Cada día velamos por que nuestros pequeños vivan felices y casi les fabricamos una burbuja protectora en la que no permitimos entrar penas ni desesperaciones.

Es instintivo. Es natural. Sabemos que tarde o temprano la vida busca el equilibrio y le irá mostrando como otra parte de la vida. Y si las cosas ocurren en su justa medida y a su tiempo, solemos saber reaccionar y ayudarles a superar esas dificultades.

De repente algo cambia

Sin embargo, en ocasiones, las estrategias políticas, las luchas de poder (frecuentemente basadas en disculpas religioso-ideológicas) o simplemente la avaricia económica de algunos, hace que nuestro mundo se rompa en mil pedazos.

No nos engañemos, las guerras son provocadas , pues poca (o ninguna diferencia) hay entre hacer que algo ocurra o evitarlo cuando se puede.

El miedo de los padres

Los padres somos así. Estoy seguro de que todos los padres y madres estarán de acuerdo conmigo en que el peor miedo no es lo que me pueda pasar a mi. En realidad, lo que nos aterroriza es lo que les podrá pasar a nuestros pequeños.

No es un acto de heroísmo. Es lo natural. Es instintivo. Los queremos y nos preocupa más lo que les pueda pasar a ellos que nuestra propia integridad. Algunos lo llamarán instinto de perpetuación de la especie. Yo lo llamo amor de padre.

Save the Children y la vida de los niños en una guerra.

Save the Children acaba de lanzar un video para mostrar como los conflictos de los mayores destrozan la vida de los más pequeños.

En el vídeo se muestra un segundo diario de la vida de una niña durante un año. Empieza en su cumpleaños y termina en el siguiente cumpleaños.

Durante ese año estalla la guerra y se ve como una niña normal pasa a ser una víctima de la guerra de los mayores y su vida cambia radicalmente a peor.

Save the Children trata de concienciar a la gente de que los conflictos tienen estas consecuencias y, «aunque ahora mismo no esté pasando aquí mismo no significa que no esté pasando en muchos sitios en este mismo momento». En concreto tratan de llamar la atención sobre lo que está pasando con la población Siria (que cumple ya tres años de conflicto), pero podría aplicarse a cualquier situación bélica.

El vídeo no tiene desperdicio

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La navidad con niños: posibles problemas y como prevenirlos

Los niños viven estas fechas con una intensidad y una inocencia que se nos contagia y nos hace sentir la necesidad de conseguir que todas expectativas se vean correspondidas por una experiencia inolvidable.

Sin duda, el momento más esperado de los niños en las fiestas navideñas es el de recibir los regalos.
Aquí se plantean dos problemas básicos: ¿Cuándo regalar? y ¿Qué regalar?

¿Cuándo regalar?

¿Viene Papa Noel, vienen los Reyes Magos o viene todo el mundo en Navidad?
Aquí tenemos opiniones y costumbres para todos los gustos. Todas son igual de válidas si se sabe como argumentar con los niños el hecho de que los regalos se reciban en una u otra ocasión.

Los que prefieren Papa Noel

El argumento preferido de los adeptos de ‘Santa’ es el tiempo libre para jugar con los regalos en vacaciones. 
Es cierto que, si los niños reciben los regalos navideños el 25 de diciembre cuentan con casi todas las vacaciones de navidad para disfrutar con los juguetes. Pero también es cierto que los niños tienen recursos más que de sobra para pasárselo de maravilla durante las vacaciones sin necesidad de recibir los últimos juguetes que han pedido.

Los monárquicos

Los hay que no quieren perder la tradición española de regalar el Día de Reyes. «Yo soy más de los Reyes» te dicen.
Yo tengo una amiga que ha llegado ha hacer una página en Facebook para boicotear a Santa Claus… en fin…
Lo cierto es que los Reyes Magos tienen este carisma especial y ciertas tradiciones como la cabalgata que los hacen entrañables.

Los que escogen todo

Por ultimo quedan los que deciden regalar un poquito al principio y un poquito al final.
Seamos sinceros: al final nunca es un poquito… la cosa se desmadra.
Decidirse por esta opción es a veces una decisión meditada, pero lo cierto es que en ocasiones viene forzada por las circunstancias. 
Responder a preguntas como «¿Por qué Papa Noel va a la casa de Julián y no viene a la nuestra?» o «A Marta le han traído un videojuego los Reyes ¿Por qué a mi no me traen nada?» a veces son comprometidas y hay padres que prefieren dividir la ‘entrega de premios’ por este motivo.
Por otra parte, los vínculos familiares también cuentan. Si a las primas las visita Papa Noel y normalmente comemos juntos en Navidad puede que la comida sea un poco más tensa si las primas llegan con sus flamantes juguetes nuevos y yo no he tenido regalos en el árbol.
Yo me confieso que soy de los que regalo en ambas ocasiones. El motivo supongo que es un poco todo lo que acabo de explicar y además, que es lo que me hacían a mi de pequeño (que eso también cuenta)
Ayer, hablando con un amigo me comentaba que el a sus hijos les había explicado que Papa Noel no venia por su casa porque vivía en la nieve y en casa no hace frío. Pero como tienen una prima en Madrid que si que recibe regalos el 24 y viene a casa el 25, les explicó que Papa Noel solo reparte regalos en las zonas de nieve o de interior (que tienen clima más frío) Bueno, pues me parece una explicación estupenda para defender su opción ‘monarquica’ y mantener la ilusión de los niños.
Reconozco que cada vez veo más gente que se decide a regalar solo uno de estos días por cuestiones económicas y es que cada vez a más familias les cuesta muchísimo poder tener regalos una vez, y dos veces sería impensable).

¿Qué regalar?

Una vez que sabemos quién le va a traer los regalos a los niños se plantea otro problema: ¿Qué regalos va a pedir?

Yo aquí doy un consejo claro: Listas cerradas y consensuadas.

Es importante que el niño participe en la elaboración de la lista de regalos que le quiere pedir a los Reyes Magos o a Papa Noel. Si no sabe escribir se puede coger el catálogo de la juguetería y, tijeras en mano, cortar y pegar en la carta a los Reyes (si es el caso)

En este proceso es cuando podremos realmente influir en sus decisiones. Es cuando sacamos a relucir nuestro carisma de padres-vendedores. Pero lo importante es que ellos crean que son los que deciden.

Si no se hace así se corre el riesgo de que, una vez comprados los regalos, el niño cambie de idea y reescriba la carta.

Yo personalmente, una vez cerrada la carta la escaneo y la envío por email a Santa o a Melchor.

No falla, en las siguientes visitas a cualquier centro comercial intentará añadir cosas a la lista. La respuesta: «Noo, eso no lo pusiste en la lista. No te preocupes lo apuntamos y te lo regalamos nosotros en tu cumple».

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La navidad con niños: posibles problemas y como prevenirlos

Los niños viven estas fechas con una intensidad y una inocencia que se nos contagia y nos hace sentir la necesidad de conseguir que todas expectativas se vean correspondidas por una experiencia inolvidable.

Sin duda, el momento más esperado de los niños en las fiestas navideñas es el de recibir los regalos.
Aquí se plantean dos problemas básicos: ¿Cuándo regalar? y ¿Qué regalar?

¿Cuándo regalar?

¿Viene Papa Noel, vienen los Reyes Magos o viene todo el mundo en Navidad?
Aquí tenemos opiniones y costumbres para todos los gustos. Todas son igual de válidas si se sabe como argumentar con los niños el hecho de que los regalos se reciban en una u otra ocasión.

Los que prefieren Papa Noel

El argumento preferido de los adeptos de ‘Santa’ es el tiempo libre para jugar con los regalos en vacaciones. 
Es cierto que, si los niños reciben los regalos navideños el 25 de diciembre cuentan con casi todas las vacaciones de navidad para disfrutar con los juguetes. Pero también es cierto que los niños tienen recursos más que de sobra para pasárselo de maravilla durante las vacaciones sin necesidad de recibir los últimos juguetes que han pedido.

Los monárquicos

Los hay que no quieren perder la tradición española de regalar el Día de Reyes. «Yo soy más de los Reyes» te dicen.
Yo tengo una amiga que ha llegado ha hacer una página en Facebook para boicotear a Santa Claus… en fin…
Lo cierto es que los Reyes Magos tienen este carisma especial y ciertas tradiciones como la cabalgata que los hacen entrañables.

Los que escogen todo

Por ultimo quedan los que deciden regalar un poquito al principio y un poquito al final.
Seamos sinceros: al final nunca es un poquito… la cosa se desmadra.
Decidirse por esta opción es a veces una decisión meditada, pero lo cierto es que en ocasiones viene forzada por las circunstancias. 
Responder a preguntas como «¿Por qué Papa Noel va a la casa de Julián y no viene a la nuestra?» o «A Marta le han traído un videojuego los Reyes ¿Por qué a mi no me traen nada?» a veces son comprometidas y hay padres que prefieren dividir la ‘entrega de premios’ por este motivo.
Por otra parte, los vínculos familiares también cuentan. Si a las primas las visita Papa Noel y normalmente comemos juntos en Navidad puede que la comida sea un poco más tensa si las primas llegan con sus flamantes juguetes nuevos y yo no he tenido regalos en el árbol.
Yo me confieso que soy de los que regalo en ambas ocasiones. El motivo supongo que es un poco todo lo que acabo de explicar y además, que es lo que me hacían a mi de pequeño (que eso también cuenta)
Ayer, hablando con un amigo me comentaba que el a sus hijos les había explicado que Papa Noel no venia por su casa porque vivía en la nieve y en casa no hace frío. Pero como tienen una prima en Madrid que si que recibe regalos el 24 y viene a casa el 25, les explicó que Papa Noel solo reparte regalos en las zonas de nieve o de interior (que tienen clima más frío) Bueno, pues me parece una explicación estupenda para defender su opción ‘monarquica’ y mantener la ilusión de los niños.
Reconozco que cada vez veo más gente que se decide a regalar solo uno de estos días por cuestiones económicas y es que cada vez a más familias les cuesta muchísimo poder tener regalos una vez, y dos veces sería impensable).

¿Qué regalar?

Una vez que sabemos quién le va a traer los regalos a los niños se plantea otro problema: ¿Qué regalos va a pedir?

Yo aquí doy un consejo claro: Listas cerradas y consensuadas.

Es importante que el niño participe en la elaboración de la lista de regalos que le quiere pedir a los Reyes Magos o a Papa Noel. Si no sabe escribir se puede coger el catálogo de la juguetería y, tijeras en mano, cortar y pegar en la carta a los Reyes (si es el caso)

En este proceso es cuando podremos realmente influir en sus decisiones. Es cuando sacamos a relucir nuestro carisma de padres-vendedores. Pero lo importante es que ellos crean que son los que deciden.

Si no se hace así se corre el riesgo de que, una vez comprados los regalos, el niño cambie de idea y reescriba la carta.

Yo personalmente, una vez cerrada la carta la escaneo y la envío por email a Santa o a Melchor.

No falla, en las siguientes visitas a cualquier centro comercial intentará añadir cosas a la lista. La respuesta: «Noo, eso no lo pusiste en la lista. No te preocupes lo apuntamos y te lo regalamos nosotros en tu cumple».

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Cuando creí que no volvería…

Hola a tod@s de nuevo.

Esta es una vuelta en toda regla. Nunca me han faltado ganas de volver a escribir, pero ahora he encontrado el motivo. En este artículo os explicaré cómo y por qué.

Así empezó todo

Este blog empezó hace mucho tiempo que escribí por primera vez en este blog. Más exactamente 7 años 6 meses y 26 días, aunque a mi me parece ya toda una vida.

«¿De qué va el blog?» Así se titulaba la primera entrada de aquel mayo del 2006. Toda una declaración de intenciones. Intención de compartir mi experiencia, mi búsqueda de la paternidad y sobre todo ayudar a otras parejas que pasen por la misma situación de querer ser padres.

Misión Cumplida

El 24 de septiembre de 2008 nació Alonso y hasta entonces había compartido TODO con vosotros: alegrías, preocupaciones, reflexiones, información… y la respuesta fue espectacular y nunca me cansaré de agradecer la fidelidad y la participación de todos los lectores del blog.

Cuidando al bebé

Con Alonso con nosotros no dudamos ni un segundo en que podíamos seguir ayudando a otro padres ‘novatos’ como nosotros y que a los que nos leían porque aún estaban en pleno proceso de ‘búsqueda’ pronto agradecerían conocer también los más y los menos de esa primera etapa como padres.

Así fue como os comenté momentos tan especiales como el primer baño, su primer amigo: Pocoyó (que aún es un imprescindible en su cama), o algunos momentos tan delicados como la neumonía a los 10 meses o alguna negligencia médica que sufrimos.

El parón

Muchos habréis pensado: «Ahora que es papá está más ocupado y ya no tiene tiempo para escribir». No voy a negar que desde que tengo a Alonso el orden de prioridades ha cambiado y que ser padre lleva tiempo. Pero soy una persona suficientemente organizada y aún así he conseguido dedicar bastante tiempo a otras publicaciones de mi ámbito profesional, a cuidar mi marca personal y a tener una vida activa en Social Media en otros ámbitos de mi vida. Así que ese no es el motivo de que no escribiese más.

El año pasado escribí un último artículo sobre como habíamos conseguido quitarle el pañal. Fue el fruto de mucho tiempo con la sensación de que me quedaban muchos cabos sueltos y cosas por contar.

Pero también tenía la sensación de que al público al que iba enfocado este blog en un principio (futuros papás y padres primerizos). Por eso dejé de escribir.

Pero no he dejado de darle vueltas y dudar.

Cambio de rumbo

No sé bien si me he autoconvencido o es que cada vez que me pasa algo me planteo aquello de que «esto podría ayudar a otros padres» que me llevó a abrir el blog.

El caso es que tengo la decidida intención de empezar a escribir de nuevo, pero esta vez con otro tipo de publicaciones más orientadas a padres que, como yo, tienen a un hijo (o hija) creciendo a toda prisa y convirtiendo a nuestros bebés en niños que nos sorprenden cada día.

Este artículo es una clara declaración de intenciones nueva. Es como renovar el compromiso con vosotros. Espero estar a la altura. Sé que vosotros lo estaréis porque he seguido recibiendo visitas y comentarios en todo este tiempo. Incluso cuando no he escrito nada en más de un año.

GRACIAS

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Cuando creí que no volvería…

Hola a tod@s de nuevo.

Esta es una vuelta en toda regla. Nunca me han faltado ganas de volver a escribir, pero ahora he encontrado el motivo. En este artículo os explicaré cómo y por qué.

Así empezó todo

Este blog empezó hace mucho tiempo que escribí por primera vez en este blog. Más exactamente 7 años 6 meses y 26 días, aunque a mi me parece ya toda una vida.

«¿De qué va el blog?» Así se titulaba la primera entrada de aquel mayo del 2006. Toda una declaración de intenciones. Intención de compartir mi experiencia, mi búsqueda de la paternidad y sobre todo ayudar a otras parejas que pasen por la misma situación de querer ser padres.

Misión Cumplida

El 24 de septiembre de 2008 nació Alonso y hasta entonces había compartido TODO con vosotros: alegrías, preocupaciones, reflexiones, información… y la respuesta fue espectacular y nunca me cansaré de agradecer la fidelidad y la participación de todos los lectores del blog.

Cuidando al bebé

Con Alonso con nosotros no dudamos ni un segundo en que podíamos seguir ayudando a otro padres ‘novatos’ como nosotros y que a los que nos leían porque aún estaban en pleno proceso de ‘búsqueda’ pronto agradecerían conocer también los más y los menos de esa primera etapa como padres.

Así fue como os comenté momentos tan especiales como el primer baño, su primer amigo: Pocoyó (que aún es un imprescindible en su cama), o algunos momentos tan delicados como la neumonía a los 10 meses o alguna negligencia médica que sufrimos.

El parón

Muchos habréis pensado: «Ahora que es papá está más ocupado y ya no tiene tiempo para escribir». No voy a negar que desde que tengo a Alonso el orden de prioridades ha cambiado y que ser padre lleva tiempo. Pero soy una persona suficientemente organizada y aún así he conseguido dedicar bastante tiempo a otras publicaciones de mi ámbito profesional, a cuidar mi marca personal y a tener una vida activa en Social Media en otros ámbitos de mi vida. Así que ese no es el motivo de que no escribiese más.

El año pasado escribí un último artículo sobre como habíamos conseguido quitarle el pañal. Fue el fruto de mucho tiempo con la sensación de que me quedaban muchos cabos sueltos y cosas por contar.

Pero también tenía la sensación de que al público al que iba enfocado este blog en un principio (futuros papás y padres primerizos). Por eso dejé de escribir.

Pero no he dejado de darle vueltas y dudar.

Cambio de rumbo

No sé bien si me he autoconvencido o es que cada vez que me pasa algo me planteo aquello de que «esto podría ayudar a otros padres» que me llevó a abrir el blog.

El caso es que tengo la decidida intención de empezar a escribir de nuevo, pero esta vez con otro tipo de publicaciones más orientadas a padres que, como yo, tienen a un hijo (o hija) creciendo a toda prisa y convirtiendo a nuestros bebés en niños que nos sorprenden cada día.

Este artículo es una clara declaración de intenciones nueva. Es como renovar el compromiso con vosotros. Espero estar a la altura. Sé que vosotros lo estaréis porque he seguido recibiendo visitas y comentarios en todo este tiempo. Incluso cuando no he escrito nada en más de un año.

GRACIAS

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Como quitar el pañal en 3 días

Revisando los antiguos artículos del blog me he dado cuenta de que nunca llegué a contaros como conseguimos quitarle el pañal a Alonso.

Ocurrió en semana santa de 2011 (el año pasado). Sí, lo sé, corro el riesgo de escribir un post un tanto ‘rancio’, pero me he encontrado a unos amigos que ahora están pasando por esto y les cuesta un montón, así que supongo que nuestra experiencia puede servirle de ayuda a alguién esta vez.

Fue una situación de esas de «ahora o nunca», puesto que Alonso estaba terminando la guardería y en el colegio ya no debería utilizar pañal. Esto es una desventaja para los niños que nacen a finales de año, que no han tenido tanto tiempo como los mayores de clase… pero es lo que hay.

Sabíamos que teníamos que empezar a utilizar algún método ya, puesto que Alonso no mostraba mucho interés y si un método fallaba necesitariamos algún tiempo de reacción para intentar otra cosa.

Al final lo conseguimos en tan solo 3 días. ¿Cómo? Pues la verdad es que fue duro y además necesitamos ‘invertir’ en el proceso los días libres de Semana Santa. (Lo que en nuestro caso es especialmente duro, pues suelen ser los únicos que tenemos Sandra y yo de vacaciones a la vez).

El método no es nuestro, lo encontramos Googleando por internet. Así que creo que será mejor dejaros el enlace de la página www.babycenter.es donde lo encontré. Tan sólo os diré que funciona, pero necesita la colaboración de papá y mamá, un par de orinales, reductores de retrete (de esos acolchados) y paciencia… mucha paciencia durante esos días. Eso sí, cuando hace caca en el orinal por su cuenta la primera vez… vamos, que me toca la lotería y me alegro, pero no sé yo si mucho más.

El orinal de la foto fue el primero que le compramos a Alonso, pero al final no resultó. A pesar de ser muy chulo, tener música, forma de coche y costar un pastón, Alonso lo consideraba un juguete y hacía de todo menos lo que esperabamos.  Nos dimos cuenta el primer día y compramos un par de esos de IKEA (simples pero efectivos).

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Como quitar el pañal en 3 días

Revisando los antiguos artículos del blog me he dado cuenta de que nunca llegué a contaros como conseguimos quitarle el pañal a Alonso.

Ocurrió en semana santa de 2011 (el año pasado). Sí, lo sé, corro el riesgo de escribir un post un tanto ‘rancio’, pero me he encontrado a unos amigos que ahora están pasando por esto y les cuesta un montón, así que supongo que nuestra experiencia puede servirle de ayuda a alguién esta vez.

Fue una situación de esas de «ahora o nunca», puesto que Alonso estaba terminando la guardería y en el colegio ya no debería utilizar pañal. Esto es una desventaja para los niños que nacen a finales de año, que no han tenido tanto tiempo como los mayores de clase… pero es lo que hay.

Sabíamos que teníamos que empezar a utilizar algún método ya, puesto que Alonso no mostraba mucho interés y si un método fallaba necesitariamos algún tiempo de reacción para intentar otra cosa.

Al final lo conseguimos en tan solo 3 días. ¿Cómo? Pues la verdad es que fue duro y además necesitamos ‘invertir’ en el proceso los días libres de Semana Santa. (Lo que en nuestro caso es especialmente duro, pues suelen ser los únicos que tenemos Sandra y yo de vacaciones a la vez).

El método no es nuestro, lo encontramos Googleando por internet. Así que creo que será mejor dejaros el enlace de la página www.babycenter.es donde lo encontré. Tan sólo os diré que funciona, pero necesita la colaboración de papá y mamá, un par de orinales, reductores de retrete (de esos acolchados) y paciencia… mucha paciencia durante esos días. Eso sí, cuando hace caca en el orinal por su cuenta la primera vez… vamos, que me toca la lotería y me alegro, pero no sé yo si mucho más.

El orinal de la foto fue el primero que le compramos a Alonso, pero al final no resultó. A pesar de ser muy chulo, tener música, forma de coche y costar un pastón, Alonso lo consideraba un juguete y hacía de todo menos lo que esperabamos.  Nos dimos cuenta el primer día y compramos un par de esos de IKEA (simples pero efectivos).

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La «Frutería»

Hace unas semanas me di cuenta de que el pelo lo empezaba a tener demasiado largo. Se lo comenté a Alonso y le dije que le iba a pedir hora para cortar el pelo en la peluquería. Era jueves y me dieron hora para ese sábado.

El día siguiente se lo pasó diciendome una y otra vez que quería «ir a la frutería».

-¿Tienes hambre Alonso?
-Noooo… yo sólo quiero ir a la frutería
-Pero… entonces… quieres fruta?
-Noooo… lo que quiero es ir a la ¡¡FRUTERÍA!!

Venga… tómate un plátano, ya verás como…

-¡¡Papá!! ¡¡Que no te enterás!! ¡¡¡QUIERO IR A LA FRUTERÍA!!!

Vaya disgusto se cogió.

Al día siguiente, después de desayunar nos arreglamos y nos fuimos a cortar el pelo. Cuando entramos en la peluquería Alonso se alegró muchísimo, y delante de la peluquera soltó:

-¡¡¡Bien!!! Esto es lo que yo quería: venir a la FRUTERÍA a cortar el pelo.
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La «Frutería»

Hace unas semanas me di cuenta de que el pelo lo empezaba a tener demasiado largo. Se lo comenté a Alonso y le dije que le iba a pedir hora para cortar el pelo en la peluquería. Era jueves y me dieron hora para ese sábado.

El día siguiente se lo pasó diciendome una y otra vez que quería «ir a la frutería».

-¿Tienes hambre Alonso?
-Noooo… yo sólo quiero ir a la frutería
-Pero… entonces… quieres fruta?
-Noooo… lo que quiero es ir a la ¡¡FRUTERÍA!!

Venga… tómate un plátano, ya verás como…

-¡¡Papá!! ¡¡Que no te enterás!! ¡¡¡QUIERO IR A LA FRUTERÍA!!!

Vaya disgusto se cogió.

Al día siguiente, después de desayunar nos arreglamos y nos fuimos a cortar el pelo. Cuando entramos en la peluquería Alonso se alegró muchísimo, y delante de la peluquera soltó:

-¡¡¡Bien!!! Esto es lo que yo quería: venir a la FRUTERÍA a cortar el pelo.
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Nadar en verano

Alonso en la piscina
Alonso en la piscina

El primer curso escolar ya terminó, y a decir verdad ha resultado ser un gran curso en el que mi bebé a pasado a ser un niño.

Lo cierto es que ha sido divertido, y la evolución de Alonso ha sido espectacular en muchos aspectos. Entre los ‘peros’, si he de poner alguno, me quedaría con que todavía no vocaliza todo lo bien que debiera y que lo hemos visto mucho más ‘verde’ en natación que otros compañeros y compañeras de clase.

El tema de la pronunciación nos ha preocupado todo el curso, así que se lo hemos hecho saber a su tutora y esta ha llevado a Alonso al gabinete psicopedagógico (creo que se dice así ¿no?). El caso es que en ambos casos han realizado una valoración del estado del niño y llegaron a la conclusión de que Alonso es un niño muy maduro para su edad que, aunque un poco por detrás de la media, evoluciona correctamente en el aspecto del habla. Si el año que viene no evolucionase correctamente se volvería a valorar por si necesitase apoyo de un logopeda.

En cuanto al tema de la piscina… bueno, el día que acabó el colé nos propusimos seriamente llevar al niño a la piscina muchísimas veces y acompañarle para que fuese cogiendo más ‘soltura’ en el agua.

… pero la realidad es otra. Vivimos en Galicia. Eso significa que casi nunca hace día de playa o piscina. Y si alguno nos viene con buena temperatura suele ser siempre en días laborables. Así, tan solo hemos podido ir un día a la piscina y otro a la playa.

Sin embargo, hemos conseguido que nade todos los días 1 hora de lunes a jueves. ¿Qué cómo? Pues en el campamento de verano.

El propio colegio de Alonso ha organizado un campamento de verano en el cual tienen, entre otras actividades: informática, inglés y piscina, todos los días de lunes a jueves. Y el viernes una excursión.

Asi que, por lo que cuenta cuando viene a casa parece que la hora de nadar sigue siendo uno de sus momentos preferidos del día.

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Nadar en verano

Alonso en la piscina
Alonso en la piscina

El primer curso escolar ya terminó, y a decir verdad ha resultado ser un gran curso en el que mi bebé a pasado a ser un niño.

Lo cierto es que ha sido divertido, y la evolución de Alonso ha sido espectacular en muchos aspectos. Entre los ‘peros’, si he de poner alguno, me quedaría con que todavía no vocaliza todo lo bien que debiera y que lo hemos visto mucho más ‘verde’ en natación que otros compañeros y compañeras de clase.

El tema de la pronunciación nos ha preocupado todo el curso, así que se lo hemos hecho saber a su tutora y esta ha llevado a Alonso al gabinete psicopedagógico (creo que se dice así ¿no?). El caso es que en ambos casos han realizado una valoración del estado del niño y llegaron a la conclusión de que Alonso es un niño muy maduro para su edad que, aunque un poco por detrás de la media, evoluciona correctamente en el aspecto del habla. Si el año que viene no evolucionase correctamente se volvería a valorar por si necesitase apoyo de un logopeda.

En cuanto al tema de la piscina… bueno, el día que acabó el colé nos propusimos seriamente llevar al niño a la piscina muchísimas veces y acompañarle para que fuese cogiendo más ‘soltura’ en el agua.

… pero la realidad es otra. Vivimos en Galicia. Eso significa que casi nunca hace día de playa o piscina. Y si alguno nos viene con buena temperatura suele ser siempre en días laborables. Así, tan solo hemos podido ir un día a la piscina y otro a la playa.

Sin embargo, hemos conseguido que nade todos los días 1 hora de lunes a jueves. ¿Qué cómo? Pues en el campamento de verano.

El propio colegio de Alonso ha organizado un campamento de verano en el cual tienen, entre otras actividades: informática, inglés y piscina, todos los días de lunes a jueves. Y el viernes una excursión.

Asi que, por lo que cuenta cuando viene a casa parece que la hora de nadar sigue siendo uno de sus momentos preferidos del día.

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Cronología de un proceso vírico en un niño de 3 años


Las primeras señales de infección

El viernes no supimos ver las señales: tenía muchísimo sueño demasiado pronto, no quería comer, no quería caminar.

El sábado por la mañana creímos que simplemente tenía el día vago y quería quedarse en casa.
A media tarde, con la tos, nos dimos cuenta por fin. Alonso había estado incubando ‘algo’.
A última hora de la tarde empezó la fiebre. Por otra parte es la hora típica para que esto ocurra. 
38,1ºC
Optamos por el Dalsy. La dosis: 5ml es la que marca el prospecto para la edad de Alonso: 3 años
La tos fue a peor el domingo y la fiebre siguió haciendo aparición cada 4 o 5 horas. Así, que decidimos pedir hora para ver a la pediatra. Conseguimos hora el martes 24 a las 8:10am.
El lunes nos hubiera gustado quedarnos con Alonso, pero también nos gusta comprarle cosas (comida, juguetes, medicinas,…). Así que nos vimos obligados a acudir al trabajo. Alonso se quedo con sus abuelos (los padres de Sandra).
Se pasó durmiendo casi todo el día. Cuando llegué a buscarlo por la tarde estaba tiritando, con ojeras y tenía las manos heladas y la frente hirviendo. La fiebre estaba subiendo vertiginosamente. 37,8ºC, 37,9ºC, 38,0ºC,… y así hasta los 39,2ºC
Le intenté dar el Dalsy (que a esa hora ya le tocaba) pero no hubo manera. Nunca antes había rechazado una medicina y ahora era imposible que tomase esa.
Nos vamos a urgencias.
En urgencias

En urgencias nos atendió una pediatra muy amable y con mucha paciencia con Alonso. Al final, cuando ya lo había chantajeado con galletas, juguetes y regalándole material médico para que tomase el Dalsy, la doctora se rindió y dijo que le pondría un supositorio.
En el último momento y utilizando una estrategia combinada entre «si no haces esto es que eres un bebé» y un soborno tipo «venga, si lo tomas luego te doy…» (ya no recuerdo lo que le prometí), conseguí que se lo tomase el solito y se librase del supositorio.
De cualquier forma, la doctora nos dijo que podía ser un proceso vírico, en cuyo caso el tiempo mínimo de incubación debe ser 4 o 5 días. Nos pidió que cambiasemos la cita con la pediatra para el miércoles (en vez del martes) para cumplir así el tiempo mínimo de incubación.
Mientras tanto «Dalsy o Apiretal cada 8 horas. Si la fiebre persiste podeís alternar cada 4 horas el Dalsy y el Apiretal.»


La noche del lunes


Esa misma noche, aproximadamente a las 1:30am, le tomamos la temperatura, pues le notábamos la frente muy caliente. 39,4ºC

Todos los intentos de darle Dalsy o Apiretal fueron inútiles. Otra vez se negaba a tomar medicinas.

Llamamos al teléfono de Atención Sanitaria No Urgente (902400116) del SERGAS. He de decir que este servicio funciona bastante bien y además son rápidos y amables. Decir esto viniendo de mi, que no soy precisamente un simpatizante de como está montada la sanidad pública creo que es bastante.

A las 2:30 el dependiente de la única farmacia de guardia en la ciudad esa noche me despachaba supositorios que nos habían indicado en el teléfono de asistencia. Estos supositorios harían de sustitutos de Dalsy y Apiretal.

Al final conseguimos bajar la fiebre y dormir el resto de la noche, es decir, una hora y media, antes de ir a trabajar.

Martes con mocos

El martes fue bastante más llevadero que el lunes.

A primera hora, los mocos acumulados durante la noche le hicieron vomitar el desayuno justo cuando Sandra iba a llevarlo a casa de mis padres.

Hubo fiebre a última hora de la noche (38,4ºC), pero la mayor parte del día lo pasó con ánimo y sin fiebre. Además, empezó a toser menos.

Lo más incómodo: los mocos. Durante el martes los mocos aumentaron inversamente proporcional a la tos.

Miercoles: visita a la pediatra

Por fin llegó la cita. Aunque la verdad es que el estado de Alonso era tan bueno esta mañana que costaba recordar como había pasado los dos días anteriores con temblores por la fiebre, ojeras,…

La pediatra, lo primero que hizo fue preguntarnos que le ocurría. Cuando empecé a contarle y llegué a lo de la fiebre me interrumpió y nos echó un pequeño sermón:

«Eso no es fiebre. La fiebre en los niños pequeños es mucho más alta.»

 «A veces me vienen padres a los que les pregunto si ha tenido fiebre y me dicen que muy poca: 39,8 o 40ºC…»

 «…Si se le da antitérmicos antes de los 39ºC estás provocando hipotermia y castigando el hígado…»

«…hay que traerlo al médico cuando pasa de 40ºC o cuando la fiebre persiste un par de días sin bajar…»

 «…La fiebre es buena, igual que el dolor. Son un síntoma para curar la enfermedad…»

…y nos dío un tríptico ilustrado con un Pinguino y un termómetro que se titula Fiebre y Dolor.

Aún no he tenido tiempo de leerlo con detenimiento, pero en un primer vistazo mientras le respondía leí un par de frases que me reafirmaron en que lo había hecho bien a pesar del sermón. El folleto decía:

«…Si la temperatura es igual o inferior a 38ºC, el niño no tiene fiebre, sino «febrícula»…»
«…Si la temperatura es superior a 38ºC, el niño tienen fiebre y hay que llevarlo al pediatra…»

Mientras leía esto le respondí que

«…me parece muy bien todo eso que dice, pero cuando fui a buscar al niño el lunes lo vi temblando, tiritando, con ojeras, quejándose de que le dolía todo y tenía frio, y además tenía 39,2ºC de fiebre con las manos frías y la frente hirviendo (lo que me hizo pensar que aún seguía subiendo). Usted dirá lo que quiere, pero si yo vuelvo a vera mi hijo así, vuelvo a urgencias sin perder un minuto. Cualquiera lo haría ¿no?»

No lo sé con certeza, pero juraría que la pediatra también es gallega, porque ni me dio la razón ni me la quitó.

Ahora, con un poco más de perspectiva pienso que, si le hiciese razón y no llevase al niño al médico salvo en los casos que ella menciona (con más de 40ºC o con más de 39ºC mantenida en el tiempo), cuando al final me atienda el médico (seguramente 2 días después) ¿como estaría el niño? ¿habría sobrevivido por sus medios o no? Seguramente habríamos acabado en urgencias en un estado más grave y con alguna enfermera echándome en cara por qué no lo habíamos llevado antes, como otra veces ha pasado.

Al final le tomó la temperatura, le obscultó, le miró los oídos,… Después volvió a insistir en su discurso inicial.

Esta vez añadió algo más. Dijo que en los teléfonos de atención sanitaria y en urgencias recetan dosis demasiado altas de medicamentos y si se le dan mucho antitérmico a un niño con poca fiebre le pueden producir hipotermia… y eso es peor que la fiebre.

Hay que reconocer que esta mujer tira contra todos y no deja títere con cabeza, pero ahí si que no le puedo quitar la razón. Yo ya había notado que las dosis de medicamentos que administran en urgencias sobrepasan con mucho las recomendadas en los prospectos, pero yo siempre supuse que sería por dos razones: la primera, para un efecto de choque en una sola toma y luego continuar con las dosis normales. Y la segunda, por que quizás el medicamento genérico que le daban no era el mismo que el que tomamos en casa y quizás la concentración de principio activo tampoco.

Para terminar os dejo el folleto escaneado. Creo que la pediatra debería de leerlo antes de decir lo que dijo y añadir «estoy muy de acuerdo con lo que dice aquí». Realmente aquí dice lo que yo hice no lo que ella dice que debería hacer.

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Cronología de un proceso vírico en un niño de 3 años


Las primeras señales de infección

El viernes no supimos ver las señales: tenía muchísimo sueño demasiado pronto, no quería comer, no quería caminar.

El sábado por la mañana creímos que simplemente tenía el día vago y quería quedarse en casa.
A media tarde, con la tos, nos dimos cuenta por fin. Alonso había estado incubando ‘algo’.
A última hora de la tarde empezó la fiebre. Por otra parte es la hora típica para que esto ocurra. 
38,1ºC
Optamos por el Dalsy. La dosis: 5ml es la que marca el prospecto para la edad de Alonso: 3 años
La tos fue a peor el domingo y la fiebre siguió haciendo aparición cada 4 o 5 horas. Así, que decidimos pedir hora para ver a la pediatra. Conseguimos hora el martes 24 a las 8:10am.
El lunes nos hubiera gustado quedarnos con Alonso, pero también nos gusta comprarle cosas (comida, juguetes, medicinas,…). Así que nos vimos obligados a acudir al trabajo. Alonso se quedo con sus abuelos (los padres de Sandra).
Se pasó durmiendo casi todo el día. Cuando llegué a buscarlo por la tarde estaba tiritando, con ojeras y tenía las manos heladas y la frente hirviendo. La fiebre estaba subiendo vertiginosamente. 37,8ºC, 37,9ºC, 38,0ºC,… y así hasta los 39,2ºC
Le intenté dar el Dalsy (que a esa hora ya le tocaba) pero no hubo manera. Nunca antes había rechazado una medicina y ahora era imposible que tomase esa.
Nos vamos a urgencias.
En urgencias

En urgencias nos atendió una pediatra muy amable y con mucha paciencia con Alonso. Al final, cuando ya lo había chantajeado con galletas, juguetes y regalándole material médico para que tomase el Dalsy, la doctora se rindió y dijo que le pondría un supositorio.
En el último momento y utilizando una estrategia combinada entre «si no haces esto es que eres un bebé» y un soborno tipo «venga, si lo tomas luego te doy…» (ya no recuerdo lo que le prometí), conseguí que se lo tomase el solito y se librase del supositorio.
De cualquier forma, la doctora nos dijo que podía ser un proceso vírico, en cuyo caso el tiempo mínimo de incubación debe ser 4 o 5 días. Nos pidió que cambiasemos la cita con la pediatra para el miércoles (en vez del martes) para cumplir así el tiempo mínimo de incubación.
Mientras tanto «Dalsy o Apiretal cada 8 horas. Si la fiebre persiste podeís alternar cada 4 horas el Dalsy y el Apiretal.»


La noche del lunes


Esa misma noche, aproximadamente a las 1:30am, le tomamos la temperatura, pues le notábamos la frente muy caliente. 39,4ºC

Todos los intentos de darle Dalsy o Apiretal fueron inútiles. Otra vez se negaba a tomar medicinas.

Llamamos al teléfono de Atención Sanitaria No Urgente (902400116) del SERGAS. He de decir que este servicio funciona bastante bien y además son rápidos y amables. Decir esto viniendo de mi, que no soy precisamente un simpatizante de como está montada la sanidad pública creo que es bastante.

A las 2:30 el dependiente de la única farmacia de guardia en la ciudad esa noche me despachaba supositorios que nos habían indicado en el teléfono de asistencia. Estos supositorios harían de sustitutos de Dalsy y Apiretal.

Al final conseguimos bajar la fiebre y dormir el resto de la noche, es decir, una hora y media, antes de ir a trabajar.

Martes con mocos

El martes fue bastante más llevadero que el lunes.

A primera hora, los mocos acumulados durante la noche le hicieron vomitar el desayuno justo cuando Sandra iba a llevarlo a casa de mis padres.

Hubo fiebre a última hora de la noche (38,4ºC), pero la mayor parte del día lo pasó con ánimo y sin fiebre. Además, empezó a toser menos.

Lo más incómodo: los mocos. Durante el martes los mocos aumentaron inversamente proporcional a la tos.

Miercoles: visita a la pediatra

Por fin llegó la cita. Aunque la verdad es que el estado de Alonso era tan bueno esta mañana que costaba recordar como había pasado los dos días anteriores con temblores por la fiebre, ojeras,…

La pediatra, lo primero que hizo fue preguntarnos que le ocurría. Cuando empecé a contarle y llegué a lo de la fiebre me interrumpió y nos echó un pequeño sermón:

«Eso no es fiebre. La fiebre en los niños pequeños es mucho más alta.»

 «A veces me vienen padres a los que les pregunto si ha tenido fiebre y me dicen que muy poca: 39,8 o 40ºC…»

 «…Si se le da antitérmicos antes de los 39ºC estás provocando hipotermia y castigando el hígado…»

«…hay que traerlo al médico cuando pasa de 40ºC o cuando la fiebre persiste un par de días sin bajar…»

 «…La fiebre es buena, igual que el dolor. Son un síntoma para curar la enfermedad…»

…y nos dío un tríptico ilustrado con un Pinguino y un termómetro que se titula Fiebre y Dolor.

Aún no he tenido tiempo de leerlo con detenimiento, pero en un primer vistazo mientras le respondía leí un par de frases que me reafirmaron en que lo había hecho bien a pesar del sermón. El folleto decía:

«…Si la temperatura es igual o inferior a 38ºC, el niño no tiene fiebre, sino «febrícula»…»
«…Si la temperatura es superior a 38ºC, el niño tienen fiebre y hay que llevarlo al pediatra…»

Mientras leía esto le respondí que

«…me parece muy bien todo eso que dice, pero cuando fui a buscar al niño el lunes lo vi temblando, tiritando, con ojeras, quejándose de que le dolía todo y tenía frio, y además tenía 39,2ºC de fiebre con las manos frías y la frente hirviendo (lo que me hizo pensar que aún seguía subiendo). Usted dirá lo que quiere, pero si yo vuelvo a vera mi hijo así, vuelvo a urgencias sin perder un minuto. Cualquiera lo haría ¿no?»

No lo sé con certeza, pero juraría que la pediatra también es gallega, porque ni me dio la razón ni me la quitó.

Ahora, con un poco más de perspectiva pienso que, si le hiciese razón y no llevase al niño al médico salvo en los casos que ella menciona (con más de 40ºC o con más de 39ºC mantenida en el tiempo), cuando al final me atienda el médico (seguramente 2 días después) ¿como estaría el niño? ¿habría sobrevivido por sus medios o no? Seguramente habríamos acabado en urgencias en un estado más grave y con alguna enfermera echándome en cara por qué no lo habíamos llevado antes, como otra veces ha pasado.

Al final le tomó la temperatura, le obscultó, le miró los oídos,… Después volvió a insistir en su discurso inicial.

Esta vez añadió algo más. Dijo que en los teléfonos de atención sanitaria y en urgencias recetan dosis demasiado altas de medicamentos y si se le dan mucho antitérmico a un niño con poca fiebre le pueden producir hipotermia… y eso es peor que la fiebre.

Hay que reconocer que esta mujer tira contra todos y no deja títere con cabeza, pero ahí si que no le puedo quitar la razón. Yo ya había notado que las dosis de medicamentos que administran en urgencias sobrepasan con mucho las recomendadas en los prospectos, pero yo siempre supuse que sería por dos razones: la primera, para un efecto de choque en una sola toma y luego continuar con las dosis normales. Y la segunda, por que quizás el medicamento genérico que le daban no era el mismo que el que tomamos en casa y quizás la concentración de principio activo tampoco.

Para terminar os dejo el folleto escaneado. Creo que la pediatra debería de leerlo antes de decir lo que dijo y añadir «estoy muy de acuerdo con lo que dice aquí». Realmente aquí dice lo que yo hice no lo que ella dice que debería hacer.

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Primera reunión con la profesora

Tal y como os comentaba hace unas semanas, hoy ha tenido lugar la primera reunión padres de Alonso vs Tutora de Alonso.

A las 9:35am, con puntualidad británica, nos presentamos en el recibidor del colegio y, siguiendo las instrucciones recibidas para estas ocasiones, esperamos a que la profesora nos viniese a buscar.
Creo que no se hizo esperar ni 5 minutos antes de recibirnos con una sonrisa. Nos hizo pasar a una pequeña sala de reuniones donde solo había 3 sillas mientras nos comentaba que hacía las reuniones con los padres ese día y a esa hora aprovechando que los niños estaban en patinaje.
En seguida nos indicó como iba a transcurrir la reunión. En un primer turno de intervenciones ella nos iba a explicar como había evolucionado Alonso desde principio de curso y después nosotros daríamos nuestro punto de vista y plantearíamos cualquier cuestión.
Lo primero que destacó es que las primeras semanas era mucho más callado y tranquilo, pero a medida que fue cogiendo confianza ha ido haciéndose valer y mostrando su personalidad. Es un niño calmado y amable, que se toma su tiempo para hacer las tareas y tiene gran capacidad de concentración.
Últimamente ha sufrido avances importantes en cuanto a madurez, le gusta marcar sus tiempos, comprende muy bien las ordenes y es obediente.
El único ‘pero’ que destacó es el que ya esperábamos: la fonética. En este punto parece que le cuesta un poco más que a la media de la clase, pero está dentro de lo norma.
De todas formas, en nuestro ‘turno de replica’ le comentamos que nosotros ya estábamos algo preocupados por este punto antes de que nos lo comentase en las notas.
A pesar de que insistió en que ‘está dentro de lo normal’ la evolución de Alonso, al mostrarle nuestra preocupación nos dijo que iba a enviarnos unos ejercicios para que hagamos en casa con Alonso.
Se trata de ejercicios de pronunciación que habrá que realizar ante un espejo con el niño. Serán unos 10 minutos al día 3 días a la semana. Los primeros  minutos son una preparación de la boca y las cuerdas vocales y después la práctica de un fonema cada vez. Es importante real izarlo con él y delante del espejo para que el pueda ver como pronunciamos nosotros y el movimiento de nuestra boca (labios, lengua,…)
He de decir que se me hizo extraño estar en el colegio en hora de clase, saber que Alonso estaba al otro lado de la pared y no verlo. En fin, todo sea por no interrumpir el ritmo de la clase.
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Primera reunión con la profesora

Tal y como os comentaba hace unas semanas, hoy ha tenido lugar la primera reunión padres de Alonso vs Tutora de Alonso.

A las 9:35am, con puntualidad británica, nos presentamos en el recibidor del colegio y, siguiendo las instrucciones recibidas para estas ocasiones, esperamos a que la profesora nos viniese a buscar.
Creo que no se hizo esperar ni 5 minutos antes de recibirnos con una sonrisa. Nos hizo pasar a una pequeña sala de reuniones donde solo había 3 sillas mientras nos comentaba que hacía las reuniones con los padres ese día y a esa hora aprovechando que los niños estaban en patinaje.
En seguida nos indicó como iba a transcurrir la reunión. En un primer turno de intervenciones ella nos iba a explicar como había evolucionado Alonso desde principio de curso y después nosotros daríamos nuestro punto de vista y plantearíamos cualquier cuestión.
Lo primero que destacó es que las primeras semanas era mucho más callado y tranquilo, pero a medida que fue cogiendo confianza ha ido haciéndose valer y mostrando su personalidad. Es un niño calmado y amable, que se toma su tiempo para hacer las tareas y tiene gran capacidad de concentración.
Últimamente ha sufrido avances importantes en cuanto a madurez, le gusta marcar sus tiempos, comprende muy bien las ordenes y es obediente.
El único ‘pero’ que destacó es el que ya esperábamos: la fonética. En este punto parece que le cuesta un poco más que a la media de la clase, pero está dentro de lo norma.
De todas formas, en nuestro ‘turno de replica’ le comentamos que nosotros ya estábamos algo preocupados por este punto antes de que nos lo comentase en las notas.
A pesar de que insistió en que ‘está dentro de lo normal’ la evolución de Alonso, al mostrarle nuestra preocupación nos dijo que iba a enviarnos unos ejercicios para que hagamos en casa con Alonso.
Se trata de ejercicios de pronunciación que habrá que realizar ante un espejo con el niño. Serán unos 10 minutos al día 3 días a la semana. Los primeros  minutos son una preparación de la boca y las cuerdas vocales y después la práctica de un fonema cada vez. Es importante real izarlo con él y delante del espejo para que el pueda ver como pronunciamos nosotros y el movimiento de nuestra boca (labios, lengua,…)
He de decir que se me hizo extraño estar en el colegio en hora de clase, saber que Alonso estaba al otro lado de la pared y no verlo. En fin, todo sea por no interrumpir el ritmo de la clase.
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¿Guitarra o Batería? Elegir a los 3 años de edad.

Ese ha sido nuestro dilema estas Navidades.

En este post trataré de explicar nuestra experiencia y los porqués de nuestra decisión a la hora de elegir el regalo musical de Navidad.

La decisión estaba entre una guitarra o una batería. Por ambos instrumentos había mostrado un gran interés anteriormente.

Pues resulta que, después de estudiar las dos posibilidades he descubierto que es mucho más recomendable regalar uno que otro a los 3 años. ¿Quieres saber cual? A continuación te cuento con detalle como he tomado yo esta decisión y los argumentos que he tenido en cuenta en cada caso.

La guitarra

Parece que a Alonso le gusta tanto la música como a mi. Hace ya varios meses que dice que quiere una guitarra, por lo que he tenido el tiempo suficiente de informarme al respecto.

El pasado verano, en una de nuestras visitas de fin de semana a las jugueterías, vio una guitarra de juguete que en realidad no es una guitarra, sino simplemente un juguete. El juguete en cuestión es incapaz de emitir nota alguna. Tan solo reproduce un riff de guitarra cuando se pulsa el botón del sonido y un armónico cuando se aprieta el golpeador de la caja.

Independientemente de esto, a Alonso le hizo una ilusión tremenda a sus 2 años y medio tener una guitarra parecida a la de papá, pues (salvo en el color) imita al modelo de guitarra que yo uso.

Pasado un tiempo (creo que fue en octubre) estaba yo tocando mi guitarra y Alonso con la suya colgada imitando cada rasgueo. De pronto me interrumpe y me dice:

-«Papá, quiero una laguitara».
-«Pero tu ya tienes esta tan chula Alonso» (le contesté señalando la de juguete que tenía colgada del cuello.
-«No, pero esta no sena. ¿Ves?» y con la mano derecha rasgo las cuerdas. El sonido era de cuerdas de lata flacidas. Nada que ver con el sonido de una guitarra, la verdad.
-«Yo quero como eta» Dijo señalando la que yo estaba tocando. «Que sena mucho».


Tenía más razón que un santo. La pronunciación no sería perfecta, pero el mensaje estaba clarísimo. Así, me puse a investigar sobre el tema de guitarras para niños pequeños.

Pregunté a algunos profesores de guitarra, leí en algunos foros de expertos e incluso conseguí alguna opinión personal de un amigo que le había regalado una a sus hijas cuando tenían 3 años.

La experiencia de mi amigo fue nefasta. Compró una guitarra en Imaginarium que, según la dependienta era una guitarra real para aprender a tocar música, solo que más pequeña para adaptarla a los niños pequeños. Mi amigo (que también toca la guitarra y algo de esto sabe) se llevó una decepción cuando se dio cuenta de que esta guitarra ni era afinable ni estaba octavada

Aclaración sobre el término ‘octavada’:esto es que, entre una nota en una cuerda y una nota ‘supuestamente’ una octava más aguda en la misma cuerda no hay realmente una octava. Es decir, que cuando se supone que de un traste a otro hay un semitono, pues no es real. Y este problema, en este tipo de guitarras, simplemente no es subsanable.

En cuanto a las fuente profesionales que consulte todas me dijeron lo mismo. Hay varios productos en el mercado que se venden a partir de 3, 4 o 5 años. Algunos en jugueterías y otros en tiendas de música.

Sin embargo, todos me desaconsejaron la compra de estos. Estas guitarras no se pueden calificar de ‘instrumentos’, son simples juguetes. Bueno, no tan simples. Según me apuntó alguno, en algún caso pueden ser incluso contraproducentes para la educación musical del niño. Esto es debido a que el niño va a practicar con una guitarra que emite unas notas erróneas. Al final interpretará los intervalos que toca como reales y le impedirá reconocer fácilmente los intervalos reales. Esto es, que acabará acostumbrandose a unos sonidos que representan el do y el mi (por ejemplo) que no se corresponden realmente con do y mi. Cuando crezca y utilice instrumentos bien calibrados tal vez le cueste más identificarlos.

Es un poco como desaprender las cosas en vez de aprenderlas. (Como dirían en La Bola de Cristal)

La batería

Desde siempre ha demostrado un gran interés por los instrumentos de percusión. Supongo que cuando son más bebés es habitual esta tendencia, pues la sicomotricidad fina todavía no está tan desarrollada como la gruesa, y un golpe les genera un sonido mucho más preciso que la habilidad que se necesita para, por ejemplo, hacer una escala en un piano.

Sin embargo, durante el mes de septiembre noté que esta tendencia por este tipo de instrumentos. Me fijé que, aparte de un sentido del ritmo que no veía en sus amigos, ya no se limitaba a utilizar el tambor o el xilófono. Una de sus actividades favoritas consistía en coger el tambor, el bongo, los dos xilófonos,… cajas de cartón, cubos,… cualquier cosa susceptible de producir ruido al ser golpeada… y las colocaba todas juntas, en linea o en semicírculo a su alrededor. Con las baquetas del tambor, las de los xilófonos o incluso con dos piezas largas de construcción se dedicaba a hacer ritmos con los distintos ‘tambores’ y ‘bombos’ que había construido.

Lo primero que noté es que no era simplemente ruido. Inventaba un patrón y lo repetía una y otra vez. Al principio con poca precisión, pero según aumentaba la práctica se iba pareciendo más a un ritmo. La mayoría de las veces acababa bailando con el resto del cuerpo y la cabeza al ritmo que tocaba.

Otra detalle que me llamó la atención es que no solo tocaba esas baterías improvisadas, sino que con la voz ‘cantaba’ el sonido que el imaginaba que debía de emitir cada instrumento. Así cantaba «pum pum pa, pum pum pa, pum pum pa,…»

Hasta que un día comprendí que se había fijado en los baterías que había visto en la tele (supongo). Fue cuando estaba tocando una de estas ‘baterías’ caseras y tarareaba «pum pum pum pa!, pum pum pum pa!, pum pum pum pa!…» y de repente, con una baqueta da un golpe en el aire y dice «¡Pssshh!».

¡Acababa de tocar un plato imaginario!. Realmente se estaba imaginando que tocaba una batería real. Seguramente la había visto en algún video de los Cantajuego, o en algún programa de la tele. Pero estaba jugando ha repetir los movimientos de algún batería.

Le pregunté si quería tener una batería y el me dijo que quería «muchos tambores». «¿Con un plato que haga Pshhh?» le pregunte. «¡Siiii! ¡Bieeen!» me contestó.

Así fue como decidimos que el regalo musical de estas navidades sería una batería y no una guitarra.

Después de buscar vimos que las mejores opciones estaban en un modelo que comercializa Toys’r’Us y otro de la cadena Imaginarium. Aunque parecían bastante similares en precio y calidad nos decidimos por el de Imaginarium por sus acabados en metal en vez de plástico (a pesar de ser un poquito más cara).

La guitarra también vendrá, pero prefiero esperar a que sus manos sean un poco más grandes y tal vez el año que viene o el siguiente comprarle unas guitarras eléctricas ‘de verdad’ que lo único que tienen son menos trastes. Electrica: porque hace falta hacer menos fuerza para presionar las cuerdas y con menos trastes por que esto hace que sea más pequeña, manejable y menos pesada (entre otras cosas).

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¿Guitarra o Batería? Elegir a los 3 años de edad.

Ese ha sido nuestro dilema estas Navidades.

En este post trataré de explicar nuestra experiencia y los porqués de nuestra decisión a la hora de elegir el regalo musical de Navidad.

La decisión estaba entre una guitarra o una batería. Por ambos instrumentos había mostrado un gran interés anteriormente.

Pues resulta que, después de estudiar las dos posibilidades he descubierto que es mucho más recomendable regalar uno que otro a los 3 años. ¿Quieres saber cual? A continuación te cuento con detalle como he tomado yo esta decisión y los argumentos que he tenido en cuenta en cada caso.

La guitarra

Parece que a Alonso le gusta tanto la música como a mi. Hace ya varios meses que dice que quiere una guitarra, por lo que he tenido el tiempo suficiente de informarme al respecto.

El pasado verano, en una de nuestras visitas de fin de semana a las jugueterías, vio una guitarra de juguete que en realidad no es una guitarra, sino simplemente un juguete. El juguete en cuestión es incapaz de emitir nota alguna. Tan solo reproduce un riff de guitarra cuando se pulsa el botón del sonido y un armónico cuando se aprieta el golpeador de la caja.

Independientemente de esto, a Alonso le hizo una ilusión tremenda a sus 2 años y medio tener una guitarra parecida a la de papá, pues (salvo en el color) imita al modelo de guitarra que yo uso.

Pasado un tiempo (creo que fue en octubre) estaba yo tocando mi guitarra y Alonso con la suya colgada imitando cada rasgueo. De pronto me interrumpe y me dice:

-«Papá, quiero una laguitara».
-«Pero tu ya tienes esta tan chula Alonso» (le contesté señalando la de juguete que tenía colgada del cuello.
-«No, pero esta no sena. ¿Ves?» y con la mano derecha rasgo las cuerdas. El sonido era de cuerdas de lata flacidas. Nada que ver con el sonido de una guitarra, la verdad.
-«Yo quero como eta» Dijo señalando la que yo estaba tocando. «Que sena mucho».


Tenía más razón que un santo. La pronunciación no sería perfecta, pero el mensaje estaba clarísimo. Así, me puse a investigar sobre el tema de guitarras para niños pequeños.

Pregunté a algunos profesores de guitarra, leí en algunos foros de expertos e incluso conseguí alguna opinión personal de un amigo que le había regalado una a sus hijas cuando tenían 3 años.

La experiencia de mi amigo fue nefasta. Compró una guitarra en Imaginarium que, según la dependienta era una guitarra real para aprender a tocar música, solo que más pequeña para adaptarla a los niños pequeños. Mi amigo (que también toca la guitarra y algo de esto sabe) se llevó una decepción cuando se dio cuenta de que esta guitarra ni era afinable ni estaba octavada

Aclaración sobre el término ‘octavada’:esto es que, entre una nota en una cuerda y una nota ‘supuestamente’ una octava más aguda en la misma cuerda no hay realmente una octava. Es decir, que cuando se supone que de un traste a otro hay un semitono, pues no es real. Y este problema, en este tipo de guitarras, simplemente no es subsanable.

En cuanto a las fuente profesionales que consulte todas me dijeron lo mismo. Hay varios productos en el mercado que se venden a partir de 3, 4 o 5 años. Algunos en jugueterías y otros en tiendas de música.

Sin embargo, todos me desaconsejaron la compra de estos. Estas guitarras no se pueden calificar de ‘instrumentos’, son simples juguetes. Bueno, no tan simples. Según me apuntó alguno, en algún caso pueden ser incluso contraproducentes para la educación musical del niño. Esto es debido a que el niño va a practicar con una guitarra que emite unas notas erróneas. Al final interpretará los intervalos que toca como reales y le impedirá reconocer fácilmente los intervalos reales. Esto es, que acabará acostumbrandose a unos sonidos que representan el do y el mi (por ejemplo) que no se corresponden realmente con do y mi. Cuando crezca y utilice instrumentos bien calibrados tal vez le cueste más identificarlos.

Es un poco como desaprender las cosas en vez de aprenderlas. (Como dirían en La Bola de Cristal)

La batería

Desde siempre ha demostrado un gran interés por los instrumentos de percusión. Supongo que cuando son más bebés es habitual esta tendencia, pues la sicomotricidad fina todavía no está tan desarrollada como la gruesa, y un golpe les genera un sonido mucho más preciso que la habilidad que se necesita para, por ejemplo, hacer una escala en un piano.

Sin embargo, durante el mes de septiembre noté que esta tendencia por este tipo de instrumentos. Me fijé que, aparte de un sentido del ritmo que no veía en sus amigos, ya no se limitaba a utilizar el tambor o el xilófono. Una de sus actividades favoritas consistía en coger el tambor, el bongo, los dos xilófonos,… cajas de cartón, cubos,… cualquier cosa susceptible de producir ruido al ser golpeada… y las colocaba todas juntas, en linea o en semicírculo a su alrededor. Con las baquetas del tambor, las de los xilófonos o incluso con dos piezas largas de construcción se dedicaba a hacer ritmos con los distintos ‘tambores’ y ‘bombos’ que había construido.

Lo primero que noté es que no era simplemente ruido. Inventaba un patrón y lo repetía una y otra vez. Al principio con poca precisión, pero según aumentaba la práctica se iba pareciendo más a un ritmo. La mayoría de las veces acababa bailando con el resto del cuerpo y la cabeza al ritmo que tocaba.

Otra detalle que me llamó la atención es que no solo tocaba esas baterías improvisadas, sino que con la voz ‘cantaba’ el sonido que el imaginaba que debía de emitir cada instrumento. Así cantaba «pum pum pa, pum pum pa, pum pum pa,…»

Hasta que un día comprendí que se había fijado en los baterías que había visto en la tele (supongo). Fue cuando estaba tocando una de estas ‘baterías’ caseras y tarareaba «pum pum pum pa!, pum pum pum pa!, pum pum pum pa!…» y de repente, con una baqueta da un golpe en el aire y dice «¡Pssshh!».

¡Acababa de tocar un plato imaginario!. Realmente se estaba imaginando que tocaba una batería real. Seguramente la había visto en algún video de los Cantajuego, o en algún programa de la tele. Pero estaba jugando ha repetir los movimientos de algún batería.

Le pregunté si quería tener una batería y el me dijo que quería «muchos tambores». «¿Con un plato que haga Pshhh?» le pregunte. «¡Siiii! ¡Bieeen!» me contestó.

Así fue como decidimos que el regalo musical de estas navidades sería una batería y no una guitarra.

Después de buscar vimos que las mejores opciones estaban en un modelo que comercializa Toys’r’Us y otro de la cadena Imaginarium. Aunque parecían bastante similares en precio y calidad nos decidimos por el de Imaginarium por sus acabados en metal en vez de plástico (a pesar de ser un poquito más cara).

La guitarra también vendrá, pero prefiero esperar a que sus manos sean un poco más grandes y tal vez el año que viene o el siguiente comprarle unas guitarras eléctricas ‘de verdad’ que lo único que tienen son menos trastes. Electrica: porque hace falta hacer menos fuerza para presionar las cuerdas y con menos trastes por que esto hace que sea más pequeña, manejable y menos pesada (entre otras cosas).

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Notas excelentes

Hasta el año que viene no habrá más cole, así que hoy Alonso ha traido sus primeras notas del cole.

Las notas incluyen infinidad de puntos en los cuales Alonso ha sacado una nota excelente o muy buena en todos. Bueno, en todos menos uno.

Como ya comentaba el otro día, nos preocupa un poco su pronunciación. Pues bien, las notas confirman nuestas sospechas. Necesita mejorar este punto. Lo consultaremos en la reunión del día 11 de enero.

Por lo demás parece que no habrá sorpresas en la reunión.

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Notas excelentes

Hasta el año que viene no habrá más cole, así que hoy Alonso ha traido sus primeras notas del cole.

Las notas incluyen infinidad de puntos en los cuales Alonso ha sacado una nota excelente o muy buena en todos. Bueno, en todos menos uno.

Como ya comentaba el otro día, nos preocupa un poco su pronunciación. Pues bien, las notas confirman nuestas sospechas. Necesita mejorar este punto. Lo consultaremos en la reunión del día 11 de enero.

Por lo demás parece que no habrá sorpresas en la reunión.

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Versionando los Clásicos

Cada vez más a menudo, a la hora de dormir Alonso nos pide que le contemos cuentos. Pero no le vale un cuento cualquiera. Tiene que ser el que el pide en cada momento y en la «versión adaptada» para él.

Tal vez sea algo más común de lo que me parece, pero lo cierto es que yo no recuerdo que mis padres hiciesen esto conmigo.

Se trata de versionar los cuentos clásicos para adaptarlos al entorno actual que el niño conoce. Así, los tres cerditos ya no son los que conocíamos. Ahora son Alonso, «Santi-Ago» e Iván (estos últimos son los niños que, por lo visto, se sientan con el en clase).

Con los siete henanitos creí que casi tenía que llamar al colegio, pero al final tire de lista de invitados en el pasado cumpleaños y alguno que fue aportando él mismo.

El otro día, en casa de mis padres, le pidió al abuelo que le contase «Los Tres Cerditos». Mi padre, que todavía se lo sabe de memoria se lo empezó acontar. Pero Alonso no conocía a esos cerditos que no tenían nombre. Así que interrumpió al abuelo y le dijo «Abú, tu no sabes el pento. No es así».

El caso es que me estoy volviendo un artista de la improvisación sobre la marcha en lo que a cuentos se refiere.

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Versionando los Clásicos

Cada vez más a menudo, a la hora de dormir Alonso nos pide que le contemos cuentos. Pero no le vale un cuento cualquiera. Tiene que ser el que el pide en cada momento y en la «versión adaptada» para él.

Tal vez sea algo más común de lo que me parece, pero lo cierto es que yo no recuerdo que mis padres hiciesen esto conmigo.

Se trata de versionar los cuentos clásicos para adaptarlos al entorno actual que el niño conoce. Así, los tres cerditos ya no son los que conocíamos. Ahora son Alonso, «Santi-Ago» e Iván (estos últimos son los niños que, por lo visto, se sientan con el en clase).

Con los siete henanitos creí que casi tenía que llamar al colegio, pero al final tire de lista de invitados en el pasado cumpleaños y alguno que fue aportando él mismo.

El otro día, en casa de mis padres, le pidió al abuelo que le contase «Los Tres Cerditos». Mi padre, que todavía se lo sabe de memoria se lo empezó acontar. Pero Alonso no conocía a esos cerditos que no tenían nombre. Así que interrumpió al abuelo y le dijo «Abú, tu no sabes el pento. No es así».

El caso es que me estoy volviendo un artista de la improvisación sobre la marcha en lo que a cuentos se refiere.

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