Hola, soy el Señor Lobo. Soluciono problemas.
¿Tu problema es que no puedes conciliar la vida laboral con la familiar? Todo es conciliable en esta vida. Sólo hay que conciliar al lado brillante de la vida.
«Conciliando, me paso el día conciliando. Y los jefes mientras tanto, no paran de molestar.»
Sr. Lobaska y los concilioides.
Hace poco me retaron a preparar un texto para #papiconcilia explicando como trato de conciliar mi vida profesional y personal. Ésta es la historia que les envié (siento repetir algunas historias):
Como sabéis, mi vida cambió hace 21 meses, pero más radicalmente hace 5 meses. Aún así, Dory y yo, parece que hemos conseguido encontrar una fórmula para sobrevivir: «Un padre, un niño» (Esta fórmula funciona con dos, a partir del tercero creo que deberíamos subcontratar padres).
Trataré de explicaros cómo CONCILIO mi vida laboral y familiar para poder ejercer de padre y colaborar con la crianza de Le Petit Terrorist y Penny. Esto es lo que sería un día «estándar»:
– 6:25: Suena el despertador. Me levanto Con-Ciliueño, con mucho conciliueño. Pero por no despertar a laTroupey yhe desarrollado una técnica ninja con la que moverme por la casa alumbrando ligeramente con la pantalla del móvil. Desde que soy padre soy el primero en llegar a trabajar. Esto supone varias ventajas: Desayuno solo y tranquilo, me voy cuando todavía todos duermen y la anarquía no ha invadido el hogar (cual rata cobarde). Y, obviamente, salgo antes para poder ayudar a Dory por las tardes cuando llegan las hordas de enanos sedientas de batalla de la Guardherejía.
– 7:42: Llego al trabajo y me tomo un café ConCiLieche con mis compañeras madres. Valoramos el nivel de Ojerismo de cada uno y nos pasamos parte de como ha ido la noche cada uno con sus respectivos Lö-Båby.
– 9:03: Pido parte a Dory antes de entrar a la reunión del Concilio Vaticano II de cómo ha ido el momento «Release the Kraken» de Le Petit Terrorist en la Guardherejía y foto de Penny.
– 10:52: Pausa para desayunar un yogur ConCiliales. Aquí tiene lugar un ritual: nos sentamos en el office, ponemos los móviles sobre la mesa y empezamos a hacer pase de fotos de todos los Lö-Båby explicando:
A) Lunes-Miercóles: Actividades realizada el fin de semana anterior.
B) Jueves-Viernes: Planes de actividades para el siguiente fin de semana.
C) Cualquier día: Rituales sectarios de las Guardherejías
D) Cualquier día: Rutinas de a diario con los Lö-Båby.
– 12:17: Mientras reviso unos contratos de Conciliencialidad de unos clientes, pido nuevo parte a Dory de cómo va la mañana de las Single Ladies con Penny. Me envía el selfie diario de Dorysacando la lengua y Penny o durmiendo encima suyo la siesta mañanera o sacando aún más lengua que su madre.
– 13:47: Los habitantes de la galaxia Padremeda vamos a comer con los de la Galaxia Soltearus. Durante la comida los habitantes de ambas Galaxias debemos hacer un esfuerzo para poder mantener una conversación porque normalmente nos encontramos ConCilios problemas para encontrar un tema que sea mínimo denominador común para todos: nueva colección de ropa de Lö-Båby de Mango (nop), inauguración nuevo pub musical (nop), cereales naturales buenos (nop), el último estreno de… (nop), el partido de fútbol (pse), la nueva del departamento de al lado (¡Ese, ese!).
– 16:47: Empiezo a cerrar temas para irme. El Comité Concilindical Paternal marca que aquellos asuntos que no han sido Concilisos, pueden esperar a mañana. Aunque recordad que es un consejo, no una norma, tampoco hace falta negarse al jefe a hacer una reunión a las 16:30 (de esas que te alegran tanto cuando ves la hora…). Sólo hay que ir recordándole muy Sui Generis que… ¡ERES PADRE! ¡Eres FATHERHOLIC, no WORKHOLIC!
[FIN DEL PRIMER ACTO: JORNADA LABORAL]
Momento para hacer un pipí y volvemos en 5 minutos.
[INICIO DEL SEGUNDO ACTO: JORNADA FAMILIAR]
– 17:32: Llego a casa, por suerte voy/ vbtengo una moto Con(650)Ciliondros y llego rápido al Parkelarre donde se reúnen los acólitos de la Guardherejía. Después de perseguir un rato a Le Petit Terrorist montado en su moto SinCiliondros, nos vamos para casa.
– 18:02: Es el momento Retociliando por el suelo. Por un lado tengo a Penny en su manta de actividades con quien me dedico a investigar todos los sonidos guturales que mi garganta es capaz de emitir tratando de arrancarle una sonrisa. Por el otro está Le Petit Terrorist quien orgulloso saca su Agenda de la mochila para destrozarla, pero antes conseguimos ver el parte del día:
“Se lo ha comido √ todo; ha cagado [2] veces bien; ha dormido 1,30h. Comentarios: Ha estado contento y bien”
Esta bella tradición se pierde con el tiempo. Así que yo decidí establecer mi agenda diaria, y cuando llego a casa le paso a Dory mi parte del día:
“El Sr. Lobo se lo ha comido casi todo (Nota: Ha vuelto a apartar las habas del arroz), ha cagado [3] veces (al ritmo cafetero) un poco suelto; ha dormido 10 minutos durante la reunión de las 15h. Comentarios: Ha estado bien, pero se ha peleado un poco con los compis de facturación por un tema de es tuya/es mía”
– 18:57: Hora de preparar el baño Conciliabón para hacer mucha espuma. Cuando tienes dos Lö-Båby, un plato de ducha y una bañerita-palangana la coreografía debe ser milimetrada:
Aparcar a Penny en la hamaquita. Meter a Le Petit Terrorist en la bañera. Enjabonarle con una mano mientras meces con la otra la hamaca porque gruñe. Dejar a Le Petit Terrorist jugando con los muñecos. Desnudar a Penny. Cerrar la puerta de la ducha porque Le Petit Terroristlo está poniendo todo perdido. Acabar de desnudar a Penny. Hacerle carantoñas para que no se enfade por el frío (a pesar de tener la estufa en modo Infierno). Abrir la ducha. Apartar a Le Petit Terrorist. Meter a Penny. Enjabonar a Penny. Evitar que Le Petit Terrorist le dé un sopapo. Aclarar a Penny. Sujetar a Penny con una mano para que no se ahoge y coger la toalla con la otra. Cubrir a Penny. Calmar a Le Petit Terrorist porque le has dejado sólo. Hacer el triple mortal con Penny: Crema-Pañal-Pijama. Sacar/Secar a Le Petit Terrorist. Mecer a Penny en la hamaca porque tiene calor. Apagar la estufa. Respirar aire frío. Triple mortal con Le Petit Terrorist. Recolocar el tanga-pañal bien para evitar sorpresas. Coger a Penny en brazos. Secar el (poco) pelo de Le Petit Terrorist. Salir del baño con Penny llorando y Le Petit Terrorist peinado a lo Punset.
Baño superado.
– 19:17: Mientras los baño, Dory Concilia la cena de Le Petit Terrorist para que se enfríe un poco y se la pueda comer. Dory se sienta con él para darle la cena, de mientras yo, con Penny colgando en un brazo y en modo El Langi, empiezo a preparar nuestra cena. Pero siempre llega un momento en que necesito las dos manos, así que la aparco de nuevo en la hamaca. Entonces aparece el insurrecto de su hermano croqueta en mano por la cocina. Dory detrás gritándole que vuelva a su mesa para cenar. Pero éste va cual horda vikinga al grito de «Nennna, nennnna» directo a ver a su hermana. Penny le oye, y se hace la Zarigüeya para pasar desapercibida y evitar el Tete-Quizás, es decir el: Kiss-Kiss-Zas-Zas (la proporción de besos y bofetadas puede variar).
– 19:23: Penny se arranca a llorar. Repaso mentalmente el Teorema de Mogwai:
1) NO LES PUEDE DAR EL SOL (tiene sueño)
2) NO SE LES PUEDE MOJAR (toca cambio de Repositorio de Datos)
3) NO SE LES PUEDE DAR DE COMER DESPUÉS DE L@S 12 (segundos desde que dan el primer aviso que tienen hambre).
Viendo la hora deduzco que se trata de un combo 1+3. Como todavía no se agarra a las Biberhinas, hago un Conciliasapalabra y hacemos intercambio de Lö-Båby.
–19:24: Me pongo con Le Petit Terrorist a acabar de darle la cena. Como ya está del segundo, estampa los guisantes contra la pared de un manotazo. Respiro. 1,2,3… Yo me Conciliamaré, 4,5,6… todos lo veréis.
Le Petit Terrorist cual estatua de Colón, alza su dedo señalando el infinito y dice: «¡ohú, ohú!» que en Soltearus quiere decir: «¡Yogur, Yogur!«. Le doy uno, y como es un pre-adolescente independiente se lo come él sólo. Tras distrubuir el Ohú en:
– 30% de acierto en la boca,
– 7% en la cortina de la ventana y
– el restante 13% distribuido sobre el muñeco de Pocoyó, el peluche de Mic y servidor.
Decide que ya ha terminado.
–20:07: Dulces conciliueños. Penny ya ha caido de un tetazo y yo me llevo a a dormir. Así que empieza la juerga nocturna dividida en las siguientes fases:
1) Ingesta de Biberinhas.
2) Exaltación de la amistad: “Como te quiero”, “Que suerte haberte conocido”, “Eres el mejor del mundo mundial”, etc.
3) Cantos alegóricos “Nanas” y bailes regionales (de acunamiento).
4) A altas horas de la madrugada, la fase broncas: “Cállate la boca pedazo de cabr*$%·&”, “Vas a salir volando por la ventana”, etc.
5) Acabar desayunando en la churrería a las 5:30 de la mañana
6) Resaca y dolor de cabeza (probad a que os despierten a las 6:25 a.m. al rítmico son bachatero de DJ Bam Bam Mármol picando sartenes).
Pero a estas horas sólo llevamos a cabo del 1 al 3, y tras una selección de temazos de baladas heavies, cae.
– 20:47: No hay Lö-Båby. Solo personas adultas, o por lo menos algo que en su momento habían sido personas. Animados por la paz del hogar cenamos e INTENTAMOS mirar un capítulo de alguna Concilierie:
– 21:03: Minuto 16 del capítulo, Penny llora. Va Dory.
– 21:21: Dory vuelve. Le damos al Play.
– 21:27: Minuto 22 del capítulo. Penny vuelve a protestar. Va Dory.
– 21:38: Dory vuelve. Dice: «Ahora sí. Dale«.
– 21:57: Minuto 31 del capítulo. Penny gruñe. Dory me mira y dice: «Te toca«. Voy. La cojo en brazos, le pongo el chupete. Se calma. La meto de nuevo en la cuna ejerciendo la maniobra de Indiana Jones y el Templo Maldito. Vuelvo al comedor. Le doy al play.
– 22:07: Minuto 41 del capítulo. Penny gime. Dory se levanta y dice: «Es igual. Acabalo de ver tú y me cuentas«.
– 22:08: Acaba el capítulo. Me voy a la cama.
– 22:53: Concilio «el sueño».
– 00:00: De repente suena el despertador. «Alguien» ha estado toquiteándolo y lo ha reprogramarlo. Cuando consigues bajar de 200 a 70 pulsaciones/minuto, te relajas y te vuelves a quedar dormido.
– 1:17: Me despiertan una voces en el baño. Me tapo con la sábana blindada anti-asesinos, pero recuerdo que soy padre y debo sacrificarme por el bien de mi descendencia. Armado de valor, voy al baño y me encuentras a la Ballena de juguete cantando y expulsando burbujas. Repaso mentalmente si nuestra casa ha sido construída sobre un cementerio indio, y como no me suena demasiado, descarto a priori un efecto Poltergeist. Intento apagar a la Ballena y como si del mismísimo Chucky se tratara no consigo desconectarla. Así que con la media neurona que tengo operativa no encuentro el destornillador para sacar las pilas. Miro a los ojos a la Ballena y ésta me dice algo que me eriza la piel: «Tralaralarí, tralaralarito, nos vamos a dar un bañito» (Lo sé, lo sé. La métrica de este bellísimo ballenísimo verso alejandrino pone los pelillos de punta). Valoro la opción de reventarla contra la pared del baño, pero ante la perspectiva del escándalo que puedo armar y que tampoco me apetece que después venga a hacerme Voodoo para poseer mi cuerpo al haberme explicado su secreto, opto por taparla con una toalla. No son horas de que la Ballena me esté contando su vida.
– 3:17: De repente empiezo a oír un Ssshrup-ssshrup-glup-flup-groop-oink (es una Oh-no!M’atopeia altamente difícil de definir) para los que no hayáis tenido el placer de oír nunca ese sonido que describo es como si una piara de cerdos resfriados estuviese dándose un festín de sorber spaghetti. Y ese hermoso cántico de sirenas tiene lugar a escasos centímetros de donde dormía tan plácidamente. Es Penny mamando.
– 4:40: Alguien/algo me agarra del pie. Ahogo un grito en la almohada. Es Le Petit Terrorist que viene a acoplarse. Lo llevo de nuevo a su cama.
– 4:42: Me dan unas palmaditas en la espalda. Le Petit Terrorist quiere subir a la cama de nuevo. Claudico y lo meto en nuestra cama.
– 5:17: Me despierta un pie que me patea la cara. Pongo a Le Petit Terrorist de nuevo en posición paralela a mí.
– 5:28: Me pegan una bofetada en toda la boca.
– 5:29: En un giro sonámbulo cual luchador de Wrestling, Le Petit Terrorist me da un cabezazo en la barriga.
– 5:46: Me falta el aire. El Lö-Båby bufanda me impide respirar.
– 5:53: Me empujan hasta quedar colgando del borde de la cama. Le Petit Terrorist ha adoptado la posición del Hombre de vitruvio.
– 6:17: Le Petit Terrorist se despierta llorando de hambre. Le preparo una Biberhina matinal.
– 6:23: Dejo la Biberhina en la mesita y me acuesto.
– 6:25: Suena el despertador. Volvemos a empezar
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