¿Sanidad pública o sanidad privada? !Las dos¡

Es sábado por la mañana y me encuentro en uno de los pocos momentos de tranquilidad de la semana. De hecho,de cualquiera de las últimas semanas en general. Mis hijos están también a sus cosas (milagro) y aprovecho para revisar el timeline de mi cuenta de twitter (@fkacha). Observo que el gran @jmlloreda ha vuelto a perpetrar uno de sus legendarios e incisivos posts y lo leo con fruición. Esta vez, arremete contra la obsesión de la sociedad por la inmediatez de las cosas, una obsesión que no escapa al sector de la sanidad tanto desde la óptica del paciente como la del médico. La verdad es que no puedo estar más de acuerdo con él: la inmediatez ha desvirtuado nuestra profesión, que se ha convertido en una especie de supermercado deshumanizado donde solicitamos (y nos solicitan,cuando no exigen) análisis y escàners antes de hacer algo tan ancestral como escuchar, pensar, conversar y aplicar nuestros conocimientos. Una profesión donde,en definitiva, mandan los protocolos antes que el sentido común. Sin embargo, la pretensión de este post no es abundar en esta circunstancia, pues para ello ya están colegas como José María que lo explican como los ángeles. 
Lo cierto es que el post en cuestión hace una breve referencia a la sanidad privada, sector en el cual desarrollo mi actividad asistencial y gestora desde hace bastantes años. Como en la mayoría de los escritos elaborados por profesionales del sector público, la parte privada de la medicina no sale especialmente bien parada, aunque sea de refilón, como sucede en esta ocasión.
Históricamente, siempre ha habido un cierto enfrentamiento entre la sanidad pública y la sanidad privada, más desde la óptica de la primera que desde la segunda. Un enfrentamiento que se ha visto minimizado o se ha recrudecido según oscilaba la economía en general y el color político del momento en particular 

He trabajado en el sector público, donde me he formado, y he conocido profesionales excepcionales que me han enseñado todo lo que sé en pediatría. He trabajado en centros de salud donde también he mirado con ojos inquisidores a aquellos pacientes que venían en busca de recetas financiadas para tratamientos pautados por sus pediatras «privados». 
Sin embargo,como he comentado al principio, hace ya bastantes años que ejerzo de pediatra en el sector privado y puedo garantizar que mi manera de trabajar no se ha modificado un ápice respecto a lo que hacía cuando ejercía en «la pública». Si he tenido que saltarme un protocolo porque el paciente y el caso lo requerían, me lo he saltado, y en ninguno de los casos, he prescrito de forma voluntaria pruebas o tratamientos innecesarios con el objetivo de generar volumen de negocio para la empresa.
Lo cierto es que, entre unos y otros,quizás hemos perdido de vista el verdadero objetivo del sector sanitario , que no es otro que proporcionar el máximo grado de bienestar y salud de nuestros pacientes, de la población en general, para acabar entrando en una guerra cuyo argumento principal se sustenta en el ánimo de lucro de la parte privada.
Desde mi punto de vista,lo más sensato sería percibir a la sanidad privada como un aliado , como un elemento capaz de complementar aquello que la excepcional red pública no puede garantizar por la limitación de recursos a los cuales se ha visto y se ve sometida. Porque carece de sentido construir nuevas instalaciones o comprar nuevos y caros equipamientos cuando a pocos cientos de metros existen centros con capacidad de aplicar los mismos tratamientos o pruebas diagnósticas con idéntica fiabilidad y precisión.Porque parece absurdo desconcertar prestaciones  a hospitales cuando en pocos años, incluso meses,nos veremos incapaces de dar resuesta a las necesidades de los ciudadanos y las listas de espera volverán a crecer y crecer. Y será entonces cuando deberemos, una vez más, cambiar el modelo para dar respuesta a las necesidades de la población y ello volverá ser un elemento de lucha política e ideológica sin cuartel.
Las instituciones deberían trabajar para hallar un modelo que permitiera encajar estas dos piezas, complementarias, un modelo sometido a un estricto control sobre la praxis médica y el uso adecuado de recursos que ayudaría asegurar la sostenibilidad del sistema
Mientras la sanidad privada sea percibida como el enemigo y no seamos capaces de aunar esfuerzos y recursos, no podremos ofrecer a los ciudadanos una atención global de su salud, unos ciudadanos que, una vez más, se verán sometidos a los vaivenes de decisiones más ideológicas que pragmáticas.

Algunos datos

Según el informe 2015 del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (@idisalud), el sector privado aporta el 53% de los hospitales del estado y el 33% del total de camas hospitalarias.
El ahorro generado por el aseguramiento privado suspuso en el año 2015 una liberación de recursos de la sanidad pública superior a los 12.000 millones de €.

  



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¿Sanidad pública o sanidad privada? !Las dos¡

Es sábado por la mañana y me encuentro en uno de los pocos momentos de tranquilidad de la semana. De hecho,de cualquiera de las últimas semanas en general. Mis hijos están también a sus cosas (milagro) y aprovecho para revisar el timeline de mi cuenta de twitter (@fkacha). Observo que el gran @jmlloreda ha vuelto a perpetrar uno de sus legendarios e incisivos posts y lo leo con fruición. Esta vez, arremete contra la obsesión de la sociedad por la inmediatez de las cosas, una obsesión que no escapa al sector de la sanidad tanto desde la óptica del paciente como la del médico. La verdad es que no puedo estar más de acuerdo con él: la inmediatez ha desvirtuado nuestra profesión, que se ha convertido en una especie de supermercado deshumanizado donde solicitamos (y nos solicitan,cuando no exigen) análisis y escàners antes de hacer algo tan ancestral como escuchar, pensar, conversar y aplicar nuestros conocimientos. Una profesión donde,en definitiva, mandan los protocolos antes que el sentido común. Sin embargo, la pretensión de este post no es abundar en esta circunstancia, pues para ello ya están colegas como José María que lo explican como los ángeles. 
Lo cierto es que el post en cuestión hace una breve referencia a la sanidad privada, sector en el cual desarrollo mi actividad asistencial y gestora desde hace bastantes años. Como en la mayoría de los escritos elaborados por profesionales del sector público, la parte privada de la medicina no sale especialmente bien parada, aunque sea de refilón, como sucede en esta ocasión.
Históricamente, siempre ha habido un cierto enfrentamiento entre la sanidad pública y la sanidad privada, más desde la óptica de la primera que desde la segunda. Un enfrentamiento que se ha visto minimizado o se ha recrudecido según oscilaba la economía en general y el color político del momento en particular 

He trabajado en el sector público, donde me he formado, y he conocido profesionales excepcionales que me han enseñado todo lo que sé en pediatría. He trabajado en centros de salud donde también he mirado con ojos inquisidores a aquellos pacientes que venían en busca de recetas financiadas para tratamientos pautados por sus pediatras «privados». 
Sin embargo,como he comentado al principio, hace ya bastantes años que ejerzo de pediatra en el sector privado y puedo garantizar que mi manera de trabajar no se ha modificado un ápice respecto a lo que hacía cuando ejercía en «la pública». Si he tenido que saltarme un protocolo porque el paciente y el caso lo requerían, me lo he saltado, y en ninguno de los casos, he prescrito de forma voluntaria pruebas o tratamientos innecesarios con el objetivo de generar volumen de negocio para la empresa.
Lo cierto es que, entre unos y otros,quizás hemos perdido de vista el verdadero objetivo del sector sanitario , que no es otro que proporcionar el máximo grado de bienestar y salud de nuestros pacientes, de la población en general, para acabar entrando en una guerra cuyo argumento principal se sustenta en el ánimo de lucro de la parte privada.
Desde mi punto de vista,lo más sensato sería percibir a la sanidad privada como un aliado , como un elemento capaz de complementar aquello que la excepcional red pública no puede garantizar por la limitación de recursos a los cuales se ha visto y se ve sometida. Porque carece de sentido construir nuevas instalaciones o comprar nuevos y caros equipamientos cuando a pocos cientos de metros existen centros con capacidad de aplicar los mismos tratamientos o pruebas diagnósticas con idéntica fiabilidad y precisión.Porque parece absurdo desconcertar prestaciones  a hospitales cuando en pocos años, incluso meses,nos veremos incapaces de dar resuesta a las necesidades de los ciudadanos y las listas de espera volverán a crecer y crecer. Y será entonces cuando deberemos, una vez más, cambiar el modelo para dar respuesta a las necesidades de la población y ello volverá ser un elemento de lucha política e ideológica sin cuartel.
Las instituciones deberían trabajar para hallar un modelo que permitiera encajar estas dos piezas, complementarias, un modelo sometido a un estricto control sobre la praxis médica y el uso adecuado de recursos que ayudaría asegurar la sostenibilidad del sistema
Mientras la sanidad privada sea percibida como el enemigo y no seamos capaces de aunar esfuerzos y recursos, no podremos ofrecer a los ciudadanos una atención global de su salud, unos ciudadanos que, una vez más, se verán sometidos a los vaivenes de decisiones más ideológicas que pragmáticas.

Algunos datos

Según el informe 2015 del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (@idisalud), el sector privado aporta el 53% de los hospitales del estado y el 33% del total de camas hospitalarias.
El ahorro generado por el aseguramiento privado suspuso en el año 2015 una liberación de recursos de la sanidad pública superior a los 12.000 millones de €.

  



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Los trabajos de mamá y papá

Hola a todos, soy Ana Alcolea y tengo 5 años. Últimamente me asaltan dudas sobre qué voy a ser de mayor y les he preguntado a mis papás en qué pierden el tiempo mientras paso las horas con mis amigos del cole.

El trabajo de mamá mola, ¡le pagan por pintar y colorear en el ordenador!. Yo creo que ha engañado a su jefe porque eso no es ni medio normal, a mi Merce me riñe cuando me pongo a pintar en clase mientras ella nos habla de la prehistoria. Dice que ella pinta y colorea cosas que se imagina, o sea que ni siquiera tiene que copiar un dibujo o calcarlo, lo hace a lo loco y sin ningún criterio. Yo de mayor quiero tener un trabajo como el suyo y que me paguen dinero para comprarme gominolas de coca cola y cromos de Pokemon (que aún no sé para qué sirven pero algunos son monísimos).

El trabajo de papá es mejorable, mejor dicho una caca, que si digo mierda luego el Muy riñe como si hubiera dicho una blasfemia terrible. Dice que trabaja en una oficina y que hace sumas y restas en el ordenador, que se reúne con personas que no conoce para ponerlas a trabajar (yo creo que es un castigador o algo así) y que imprime muchos papeles con números y letras… yo de mayor no quiero ser como él ni aunque tenga a Nobita Nobi de compañero.


De pequeña quería trabajar de princesa y de bailarina, pero eran sueños de niña inmadura. Ahora que mi cerebro se ha formado para siempre quiero ser paleontóloga (que me ha dicho Merce que ser paleontóloga es guay porque haces descubrimientos). También quiero ser profe, como la mía, pero con niños obedientes que no me vuelvan loca.

Dani es muy pequeño pero por lo bestia que es seguro que de mayor será un pegón, aunque de esos cariñosos y educados que si el rival se pone a llorar le da un abrazo para consolarle y le da un beso en la cabeza.

Y vosotros, ¿de qué trabajáis?


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Los trabajos de mamá y papá

Hola a todos, soy Ana Alcolea y tengo 5 años. Últimamente me asaltan dudas sobre qué voy a ser de mayor y les he preguntado a mis papás en qué pierden el tiempo mientras paso las horas con mis amigos del cole.

El trabajo de mamá mola, ¡le pagan por pintar y colorear en el ordenador!. Yo creo que ha engañado a su jefe porque eso no es ni medio normal, a mi Merce me riñe cuando me pongo a pintar en clase mientras ella nos habla de la prehistoria. Dice que ella pinta y colorea cosas que se imagina, o sea que ni siquiera tiene que copiar un dibujo o calcarlo, lo hace a lo loco y sin ningún criterio. Yo de mayor quiero tener un trabajo como el suyo y que me paguen dinero para comprarme gominolas de coca cola y cromos de Pokemon (que aún no sé para qué sirven pero algunos son monísimos).

El trabajo de papá es mejorable, mejor dicho una caca, que si digo mierda luego el Muy riñe como si hubiera dicho una blasfemia terrible. Dice que trabaja en una oficina y que hace sumas y restas en el ordenador, que se reúne con personas que no conoce para ponerlas a trabajar (yo creo que es un castigador o algo así) y que imprime muchos papeles con números y letras… yo de mayor no quiero ser como él ni aunque tenga a Nobita Nobi de compañero.


De pequeña quería trabajar de princesa y de bailarina, pero eran sueños de niña inmadura. Ahora que mi cerebro se ha formado para siempre quiero ser paleontóloga (que me ha dicho Merce que ser paleontóloga es guay porque haces descubrimientos). También quiero ser profe, como la mía, pero con niños obedientes que no me vuelvan loca.

Dani es muy pequeño pero por lo bestia que es seguro que de mayor será un pegón, aunque de esos cariñosos y educados que si el rival se pone a llorar le da un abrazo para consolarle y le da un beso en la cabeza.

Y vosotros, ¿de qué trabajáis?


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Su primer viaje al mar

Hoy dejaré de lado el desarrollo del bebé y les compartiré
el primer viaje de mi hija a la playa. Nos levantamos inevitablemente temprano.
Habíamos dejado listo casi todo desde la noche anterior para evitar correr la
mañana siguiente, especialmente para no estresar a la nena. Luego de terminar
de prepararnos salimos alrededor de las 8:30. El viaje fue bastante tranquilo
con la excepción del momento en que necesitó del pecho y calor de su mami, pero
una vez satisfecha, todo siguió tranquilamente. Al llegar al hotel, había
pasado por poco su hora de desayuno así que fuimos al restaurante en donde
comió hash-brown (primera vez que lo probaba y le gustó mucho), huevito
revuelto, frijoles, algo de plátano frito, jugo de frutas, pancake, etc. Al
terminar fuimos a los cambiadores, su primera vez en calzoneta. Su mamá se tomó
el tiempo de buscarle una que le gustara y terminó comprando dos, creyendo que
nos decidiríamos por una y devolveríamos la otra, cosa que no sucedió ya que
las dos fueron muy útiles pensando en la diferente intensidad del sol a
distintas horas. Nos dirigimos a la playa, mi emoción de padre se me desbordaba
y ella iba loca viendo toda esa agua junta. Fue muy lindo llevarla mar adentro
y dejar que las olas llegaran a sus piernitas, a veces venían un poco más
fuertes y salpicaban su cara, sólo pude imaginarme cómo mi viejito se sintió
cuando era yo quien iba por primera vez al mar. Luego de un rato en éstas, ya
estaba llena de arena. Mi esposa también participó de una forma más delicada,
sentándola en la arena, explicándole qué era esa cosa negra y rasposa y
dejándola que las olas llegaran hasta ella. Al cabo de un rato de juegos nos decidimos
a cambiar de locación y meternos a la piscina, por lo que pasamos desaguándonos
a las regaderas. Buscamos la parte bajita, que tuviera algo de sombra y nos
metimos los tres, fue instantánea su sonrisa y por supuesto la de sus papás.
Ahí jugó, tragó agua, saludó a todo aquel que la volteaba a ver y chapoteó a
sus anchas, recorrió la piscina en los brazos de su mamita y recibió una buena
dosis de rayos de sol. Al rato nos fuimos por unos “snacks” y comió nachos con
salsa y disfrutó de su primer “helado de hielo”, podrán imaginarse la
chorreadera. Era el momento apropiado para un cambio de pañal, lo que dio paso
al cambio de calzoneta a una más apropiada para esas horas de sol más fuerte.
Almorzamos y volvimos a la piscina, seguía inquieta y feliz, jugó con el
flotador de otras niñas y con su tata. Unos minutos más tarde llegó el momento
de partir, pensando en el tráfico que se hace de vuelta y para evitar llegar a
la hora de frío en la ciudad. Luego del respectivo regaderazo comenzamos el
viaje de vuelta, bendita ella que pudo dormir todo el camino y seguir soñando
con esos momentos en el sol, seguro yo lo haré cuando me toque descansar.

EscritorDeEscritorio

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Su primer viaje al mar

Hoy dejaré de lado el desarrollo del bebé y les compartiré
el primer viaje de mi hija a la playa. Nos levantamos inevitablemente temprano.
Habíamos dejado listo casi todo desde la noche anterior para evitar correr la
mañana siguiente, especialmente para no estresar a la nena. Luego de terminar
de prepararnos salimos alrededor de las 8:30. El viaje fue bastante tranquilo
con la excepción del momento en que necesitó del pecho y calor de su mami, pero
una vez satisfecha, todo siguió tranquilamente. Al llegar al hotel, había
pasado por poco su hora de desayuno así que fuimos al restaurante en donde
comió hash-brown (primera vez que lo probaba y le gustó mucho), huevito
revuelto, frijoles, algo de plátano frito, jugo de frutas, pancake, etc. Al
terminar fuimos a los cambiadores, su primera vez en calzoneta. Su mamá se tomó
el tiempo de buscarle una que le gustara y terminó comprando dos, creyendo que
nos decidiríamos por una y devolveríamos la otra, cosa que no sucedió ya que
las dos fueron muy útiles pensando en la diferente intensidad del sol a
distintas horas. Nos dirigimos a la playa, mi emoción de padre se me desbordaba
y ella iba loca viendo toda esa agua junta. Fue muy lindo llevarla mar adentro
y dejar que las olas llegaran a sus piernitas, a veces venían un poco más
fuertes y salpicaban su cara, sólo pude imaginarme cómo mi viejito se sintió
cuando era yo quien iba por primera vez al mar. Luego de un rato en éstas, ya
estaba llena de arena. Mi esposa también participó de una forma más delicada,
sentándola en la arena, explicándole qué era esa cosa negra y rasposa y
dejándola que las olas llegaran hasta ella. Al cabo de un rato de juegos nos decidimos
a cambiar de locación y meternos a la piscina, por lo que pasamos desaguándonos
a las regaderas. Buscamos la parte bajita, que tuviera algo de sombra y nos
metimos los tres, fue instantánea su sonrisa y por supuesto la de sus papás.
Ahí jugó, tragó agua, saludó a todo aquel que la volteaba a ver y chapoteó a
sus anchas, recorrió la piscina en los brazos de su mamita y recibió una buena
dosis de rayos de sol. Al rato nos fuimos por unos “snacks” y comió nachos con
salsa y disfrutó de su primer “helado de hielo”, podrán imaginarse la
chorreadera. Era el momento apropiado para un cambio de pañal, lo que dio paso
al cambio de calzoneta a una más apropiada para esas horas de sol más fuerte.
Almorzamos y volvimos a la piscina, seguía inquieta y feliz, jugó con el
flotador de otras niñas y con su tata. Unos minutos más tarde llegó el momento
de partir, pensando en el tráfico que se hace de vuelta y para evitar llegar a
la hora de frío en la ciudad. Luego del respectivo regaderazo comenzamos el
viaje de vuelta, bendita ella que pudo dormir todo el camino y seguir soñando
con esos momentos en el sol, seguro yo lo haré cuando me toque descansar.

EscritorDeEscritorio

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Ampliando el listado de papás blogueros (v.30)

Tenemos novedades en #papanoara !

¡¡ #dalegas –> ha llegado la versión 30!! Mi querido listado de papás blogueros no para de crecer. La nueva versión amplia la lista de #papasblogueros a 147 páginas activas, levantadas y en funcionamiento… #algosemueve? o #algosehamovido ya?? Número redondos para seguir soñando… pensando que los cambios reales son posibles… viendo a más varones (cada cual de su padre y de su madre, con sus ideas, con sus opiniones,…) haciendo posible un cambio en la sociedad, día a día, que vivirán nuestras criaturas 🙂   Y sin enrollarme más… vamos que nos vamos: Nuevas incorporaciones al listado de papás blogueros Quiero ser papá…

#dalegas

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Chute de saque de centro en F7. ¡Atento portero!

Hace unos días, en un partido de Pau, el equipo contrario utilizó en varias ocasiones el chute directo en el saque de medio campo. Es un recurso no muy habitual, pero plenamente legal. Algunos podéis pensar que ese tipo de jugada no es la ideal en los primeros años de fútbol formativo, pero es una herramienta como cualquier otra para hacer gol.
A continuación os dejamos un corte del partido que comentamos: 

Recursos diferentes y legales hay muchos en el fútbol. Hace unos días, Messi decidió ejecutar un penalty de forma indirecta, realizando un pase a Suárez que acabo haciendo entrar el balón. Unos lo catalogaron de genialidad, otros de falta de respeto al contrario. Yo creo que simplemente fue el uso de un recurso totalmente legal que consiguió su finalidad, el gol. Os dejamos el penalty relatado, por si no lo habéis visto, cosa que me extrañaría:

Queda claro que en ocasiones te encuentras con jugadas que salen de lo habitual pero que son totalmente legales. El portero debe tenerlas presentes y no bajar la guardia.

En el caso del saque directo muchos defenderían que es una herramienta que no aporta nada a la formación del niño. Simplemente es buscar el gol aprovechando la fuerza de un chutador y la habitual falta de altura del portero. A medida que pasen los años, los porteros crecerán y esta herramienta ya no será útil, más cuando pasen a fútbol 11. Pero en chicos benjamines de 1er año puede ser una forma de hacer subir un gol al marcador. No es una lección de nada, pero sirve para el propósito final, el gol.

Como éste hay muchos recursos similares en estas edades que quieren aprovechar la falta de estatura y fuerza de los porteros. Por ejemplo, un córner directo buscando el gol olímpico es algo que podemos ver habitualmente en los partidos de la categoría que juega Pau. Recuerdo en categoría prebenjamín que el equipo de Pau jugo contra el RCD Espanyol. Fue un partido muy interesante, con opciones por ambos lados, y al final todo lo decidió un magistral lanzamiento de esquina del equipo blanqui-azul. A mí, como padre del portero, me dio un poco de rabia, no lo negaré, pero fue un golazo en el que mi hijo no pudo hacer nada por su físico. Os dejo el enlace del partido por si os interesa echarle un vistazo: https://youtu.be/-XNTsJJfbR4

Supongo que se ha de buscar un equilibrio entre la formación y la búsqueda del resultado, pero al final esto es fútbol y los dos equipos quieren ganar y cada uno usa las herramientas que están a su alcance.

Nosotros, como padres de portero, al observar que se va a producir el chute directo de saque sólo nos queda gritar: «¡Ojo portero, que chutan!»

¿Que opináis vosotros? ¿Lo consideráis un recurso válido? ¿Creéis que usar esta jugada en edades tempranas está justificado?

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Los tres solos, en casa…

Bienvenidos a casa 👨‍👩‍👧 Salimos de la clínica y nos vamos a casa… SOLOS LOS TRES 😰. Miles de dudas e inseguridades se apoderan de tu mente, y comienza el autoflagelo: “¿Seré capaz de cuidar a este pedacito de gente correctamente?, ¿podré descifrar bien lo que quiere?, ¿lo que necesita?, ¿cómo voy a hacer para […]

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Seamos más lesbianas

Seamos más lesbianas.

Es mi propuesta inspirada por las idas y venidas de celebrar, conmemorar, señalar y cómo o como no, el día de la mujer trabajadora, lo que a mi juicio es una redundancia insultante. 
Mujer y trabajadora son sinónimos, aunque no aparezca así en el diccionario. Lo son, en todas las culturas y en todos los tiempos. Y además de eso, tenemos todo en común. Estoy más que convencida de que el machismo ha calado aprovechando las grietas, inmensas, entre nosotras: la otra está gorda o demasiado delgada, es ligera de cascos, se arregla mucho, se arregla poco, es mala madre,  no se cuida, calienta pollas, putón… la otra es una amenaza a la que hay que vigilar no sea que quiera quitarnos al macho de turno, la otra

La otra es una figura en sí misma con significado y personalidad propia.

Y mientras no entendamos que la otra no existe, porque la otra soy yo, con malestares de regla, con contradicciones, con inseguridad, con una autoestima de mierda, tratando de quererse y de crecer un poco, entonces, seguimos profundizando una grieta por donde caben todos los machismos del mundo.

Seamos más lesbianas. Propongo una mirada empática y amable hacia nosotras, las mujeres. Una mirada en la que seamos capaces de reconocernos en lugar de aislarnos, una mirada cómplice y respetuosa.

Propongo que eduquemos a nuestras hijas en el respeto hacia la amiga, no en la crítica. Que sean capaces de construirse un mundo lleno de mujeres red, mujeres fuertes, mujeres protagonistas de su propia historia.

Seamos más lesbianas. 

Olga Carmona

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Seamos más lesbianas

Seamos más lesbianas.

Es mi propuesta inspirada por las idas y venidas de celebrar, conmemorar, señalar y cómo o como no, el día de la mujer trabajadora, lo que a mi juicio es una redundancia insultante. 
Mujer y trabajadora son sinónimos, aunque no aparezca así en el diccionario. Lo son, en todas las culturas y en todos los tiempos. Y además de eso, tenemos todo en común. Estoy más que convencida de que el machismo ha calado aprovechando las grietas, inmensas, entre nosotras: la otra está gorda o demasiado delgada, es ligera de cascos, se arregla mucho, se arregla poco, es mala madre,  no se cuida, calienta pollas, putón… la otra es una amenaza a la que hay que vigilar no sea que quiera quitarnos al macho de turno, la otra

La otra es una figura en sí misma con significado y personalidad propia.

Y mientras no entendamos que la otra no existe, porque la otra soy yo, con malestares de regla, con contradicciones, con inseguridad, con una autoestima de mierda, tratando de quererse y de crecer un poco, entonces, seguimos profundizando una grieta por donde caben todos los machismos del mundo.

Seamos más lesbianas. Propongo una mirada empática y amable hacia nosotras, las mujeres. Una mirada en la que seamos capaces de reconocernos en lugar de aislarnos, una mirada cómplice y respetuosa.

Propongo que eduquemos a nuestras hijas en el respeto hacia la amiga, no en la crítica. Que sean capaces de construirse un mundo lleno de mujeres red, mujeres fuertes, mujeres protagonistas de su propia historia.

Seamos más lesbianas. 

Olga Carmona

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YO MATÉ A DICEN QUE SOY PAPÁ.

Queridos amigos. Ya estamos en marzo, el mes donde dejamos atrás el ¿duro? invierno para dar paso a la floreciente primavera. Estamos sumergidos en plana Cuaresma, centrados en lo que debemos hacer y ofrecer. Algo así ha pasado con el blog. Para los que vais siguiendo estas andanzas, habréis podido comprobar que desde la editorial…

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Volver…

Pues aquí estamos de nuevo, donde empezó todo, en casa, donde uno quizás no tenga todos los lujos del mundo pero si todo aquello que añora. 

No se si lo sabréis pero la semana pasada fue mi última semana como editor en Bebés y Más . Han sido más de dos años, -se dice pronto-, como editor en su revista/blog, llámenlo como quieran, para mí fue mi casa durante todo este tiempo. 

Pero toda etapa en la vida termina y tarde o temprano y uno debe reconocer que ha llegado al final para dar un giro en la siguiente encrucijada. También sería justo reconocer que ha habido factores externos y nuevas necesidades que han propiciado este cambio. 

Pero ahora tendré más tiempo para mis hijos, esos que muchas tardes tenían que volver corriendo a casa porque su padre tenía que trabajar, esos que llevan demasiado tiempo viendo demasiada tele, esos que reciben demasiados gritos y que llevan un ritmo frenético. 

Habrá más tiempo #laquemesoporta comienza también una nueva etapa en lo personal-laboral (es gracias a ella por la que se ha sido posible este cambio) una etapa en la que estamos seguros seguirá brillando y para la que tiene el apoyo de los lobeznos y el mio. 

Habrá más tiempo para esta pequeña ventana que me vio nacer y crecer poco a poco, a la que un día abandoné sin más y por la que hace meses que no pasaba ni para limpiar los cristales. 

Habrá más tiempo para nuevos proyectos de la mano de los PapasBlogueros Estad atentos porque vamos a hacer mucho ruido y no vais a encontrar hasta en la sopa. 

En breve llegarán más entradas pendientes, pero hoy quería hacer dos cosas (ya que por fin me he decidido a volver no lo vamos a dejar en un mero «hola»)

Dar las gracias a todo el equipo de Bebés y Más por todo este tiempo que han aguantado a alguien como yo en el salón de su casa, creanme cuando les digo que no es algo ta sencillo, yo me hubiera sacado a patadas a partir del tercer mes. Pero son un gran equipo que espero sigan siendo durante mucho tiempo un sitio de referencia para toda madre y padre. 

También dar las gracias a todos aquellos que un buen día decidieron gastar unos minutos de su tiempo leyéndome, pata aquellos que les gustó y a los que no (a ellos solo decirles que no siempre llueve a gusto de todos) Pero a todos millones de gracias por haber estado ahí detrás de la pantalla. 

Y solo me queda declarar re-inagurado este bar…digo, este blog, sean bienvenidos a esta su casa de nuevo. Yo ahora me voy a descansar, pero les dejo con el tito Carlos. ¿No pega conmigo? Bueno algún día les contaré la historia de mi abuela, algún día…

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Volver…

Pues aquí estamos de nuevo, donde empezó todo, en casa, donde uno quizás no tenga todos los lujos del mundo pero si todo aquello que añora. 

No se si lo sabréis pero la semana pasada fue mi última semana como editor en Bebés y Más . Han sido más de dos años, -se dice pronto-, como editor en su revista/blog, llámenlo como quieran, para mí fue mi casa durante todo este tiempo. 

Pero toda etapa en la vida termina y tarde o temprano y uno debe reconocer que ha llegado al final para dar un giro en la siguiente encrucijada. También sería justo reconocer que ha habido factores externos y nuevas necesidades que han propiciado este cambio. 

Pero ahora tendré más tiempo para mis hijos, esos que muchas tardes tenían que volver corriendo a casa porque su padre tenía que trabajar, esos que llevan demasiado tiempo viendo demasiada tele, esos que reciben demasiados gritos y que llevan un ritmo frenético. 

Habrá más tiempo #laquemesoporta comienza también una nueva etapa en lo personal-laboral (es gracias a ella por la que se ha sido posible este cambio) una etapa en la que estamos seguros seguirá brillando y para la que tiene el apoyo de los lobeznos y el mio. 

Habrá más tiempo para esta pequeña ventana que me vio nacer y crecer poco a poco, a la que un día abandoné sin más y por la que hace meses que no pasaba ni para limpiar los cristales. 

Habrá más tiempo para nuevos proyectos de la mano de los PapasBlogueros Estad atentos porque vamos a hacer mucho ruido y no vais a encontrar hasta en la sopa. 

En breve llegarán más entradas pendientes, pero hoy quería hacer dos cosas (ya que por fin me he decidido a volver no lo vamos a dejar en un mero «hola»)

Dar las gracias a todo el equipo de Bebés y Más por todo este tiempo que han aguantado a alguien como yo en el salón de su casa, creanme cuando les digo que no es algo ta sencillo, yo me hubiera sacado a patadas a partir del tercer mes. Pero son un gran equipo que espero sigan siendo durante mucho tiempo un sitio de referencia para toda madre y padre. 

También dar las gracias a todos aquellos que un buen día decidieron gastar unos minutos de su tiempo leyéndome, pata aquellos que les gustó y a los que no (a ellos solo decirles que no siempre llueve a gusto de todos) Pero a todos millones de gracias por haber estado ahí detrás de la pantalla. 

Y solo me queda declarar re-inagurado este bar…digo, este blog, sean bienvenidos a esta su casa de nuevo. Yo ahora me voy a descansar, pero les dejo con el tito Carlos. ¿No pega conmigo? Bueno algún día les contaré la historia de mi abuela, algún día…

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Gràcies

Aquesta entrada d’avui és per vosaltres. Gràcies per ser-hi (en persona o virtualment), gràcies per llegir-nos (escoltar-nos), ens hem estalviat moltes visites al psicòleg. Saber que hi ha gent que et llegeix, que t’escolta, que simplement hi sou, ajuda, reconforta que que carai, fa molta il·lusió. Tots vosaltres d’alguna manera formeu part del nostre petit…
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Fantàstic embús de diumenge tarda

cabres ramat retrovisorUna imatge de mil ovelles –o cent cabres- val més que mil paraules. Ja ho veieu: aquesta tarda, anant a fer un encàrrec, ens hem topat amb aquest ramat ocupant impunement la carretera. Quina delícia, i quina sort. I la mainada, treient el cap per la finestra, xalant: no ens en cansem mai.

Quin privilegi, viure en un racó de món on aquest és l’embús més gran que podem trobar. I encara que no hi visquéssim: que bé, que existeixin encara, aquests embussos, al país. Ramats que surten, que pasturen, que ocupen l’espai públic on circular normalment amb cotxe no és, necessàriament, la prioritat per a tothom.

cabres can Silet detall

Bestiar que pastura, que aprofita tanta energia verda que el còctel de sol i fotosíntesi ens regala i que fa de bon aprofitar, enlloc d’esdevenir “brutícia”, “malesa”, combustible. Ramats que mantenen els boscos, les vores i els marges nets –de debó: ni morts a base de verí, d’herbicida, ni arrasats a cop de desbrossada sense mesura-, de forma constant i realment sostenible. I pastors que els menen, també: gent amb una feina important, més o menys rudes, savis, bons o dolents, gent normal que fa una feina cada cop més excepcional.

No és només que sigui una visió deliciosa, d’un bucolisme quasi infantil. No és només memòria de la Heidi, o d’un camp vist amb visió romàntica, amb ulls rurbans. No és només que poguem mirar al retrovisor i veure encara en directe un passat mil·lenari. És, també, i sobretot, una cosa molt seriosa: que els ramats i els pastors segueixin formant part del batec d’un paisatge realment viu.

cabres can Silet ramat general

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Hoy me da igual la prematuridad

Hoy es un día cualquiera. Hoy me da igual la prematuridad.

Como muchas otras, la noche de hoy también ha sido regular. Se han despertado tantas veces que hemos perdido la cuenta. Aún tengo tres dedos del pie dormidos del golpe que me he dado con el borde de la cama cuando Lucía se ha despertado asustada y, por consiguiente, nos ha asustado a los demás. Por lo menos alguien duerme en esta casa, aunque sean dedos.

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Paternidades que transforman: 17/19 de marzo

Tenemos novedades en #papanoara !

Queda menos para la cita: Jornadas Paternidades que Transforman. En menos de dos semanas tendrá lugar en Euskadi el mayor evento sobre paternidades que se haya hecho nunca en el estado. Es realmente emocionante. Quiero compartir este vídeo que han preparado dando voz a mujeres y a criaturas sobre lo que opinan sobre ser papá. Es un gran privilegio para mi que la organización haya contado con la iniciativa @papasblogueros (www.papasblogueros.com) como buena práctica y que debe contar con un espacio en estas Jornadas. Esto me produce una enorme satisfacción personal y, por supuesto, colectiva. Como siempre recordar que @papasblogueros no…

#dalegas

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Padres proyectándose: Y si lo pienso al revés?

                                           

                                                  QUINO, MAFALDA Y SUS CRIATURAS

Encuentren Uds.  Las razones del porque algunos artistas trascienden el tiempo y el alma y quedan instalados representando las aristas de la humanidad.

Joaquin Salvador Lavado Tejón, ilustrador, dibujante, pensador argentino, Quino para el mundo, supo esbozar esto. En especial a los argentinos.

Mafalda fue su obra cumbre entre 1964 y 1973 pero quedó para siempre.

Muchas cosas están al revés en ésta vida.

Lo sabemos como personas, como padres, como hijos o como lo que nos toque en suerte.

Por eso, pienso que las siguientes palabras de Quino lo dicen todo.


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Padres proyectándose: Y si lo pienso al revés?

                                           

                                                  QUINO, MAFALDA Y SUS CRIATURAS

Encuentren Uds.  Las razones del porque algunos artistas trascienden el tiempo y el alma y quedan instalados representando las aristas de la humanidad.

Joaquin Salvador Lavado Tejón, ilustrador, dibujante, pensador argentino, Quino para el mundo, supo esbozar esto. En especial a los argentinos.

Mafalda fue su obra cumbre entre 1964 y 1973 pero quedó para siempre.

Muchas cosas están al revés en ésta vida.

Lo sabemos como personas, como padres, como hijos o como lo que nos toque en suerte.

Por eso, pienso que las siguientes palabras de Quino lo dicen todo.


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Toca escoger cole Vol. II

Pronto tuve claro que mi hija iba a ir a un colegio público: educación basada en la igualdad, con profesorado cualificado que ha accedido bajo criterios equitativos a su puesto, libre de cualquier atadura político-religiosa y lo más importante: a lo gratis (*)!!! 

Así pues toca elegir cuál de los colegios públicos del barrio es el más adecuado para tu prole. Los centros educativos organizan jornadas de puertas abiertas y te enseñan su modelo educativo, sus instalaciones, te hablan del AMPA y de las actividades extraescolares y luego abren un tiempo extra para ruegos y preguntas que, si fuese por nosotros, los padres, se extendería hasta bien entrada la noche. Una vez tuvieron que venir los antidisturbios con mangueras y fusiles lanza bolas para desalojar un colegio lleno de padres con muchas inquietudes.

Total, que te pones a valorar todos los pros y contras, analizas la nota media del examen de la comunidad, la valoración que da Tripadvisor del colegio y al final lo tienes claro: el que está más cerca de casa. 

En realidad, nuestro caso fue mucho más complejo y estuvimos cerca de mandar a mi hija a mi antiguo colegio por el simple hecho de que nos daban puntos de antiguo alumno… fijaos si estaba lejos de mi actual vivienda que a la niña le pedían el pasaporte. 

 Rellenamos dos solicitudes con la única distinción del colegio que elegíamos como primera opción: 

– Opción 1: Antiguo colegio transoceánico de admisión segura.
– Opción 2: Colegio público a estrenar a 15 minutos de casa, con todas las comodidades y de admisión dudosa.

En el último momento nos decantamos por la opción 2 y tras una primera vuelta en que no estuvo admitida, pudo entrar finalmente al cambiar la línea del colegio: de línea 3 a 4. Uff, suspiras, tomas aire y el color vuelve a tus mejillas… compré a mi mujer el billete de regreso de Fátima y todo volvió a la normalidad.

El verano transcurre plácidamente y sonries al pensar que ya no te gastarás los 400 euros de la guardería, va a ir al cole de mayores y gratis… espera, espera:

– Ruta ida y vuelta: 80 euros.
– Comedor escolar: 95 euros.
– Actividad extraescolar: 29 euros.

Tomaaaa, tomaaa liada (*)! ¡Que nos la han colado! 204 euros todos los meses: más el uniforme escolar (que aunque sea público van en uniforme), más el material y el dalsy a cubos (que te dicen: cuando vaya al cole su sistema inmunitario ya está maduro por todo lo que ha pasado en la guardería: pues no!).

Él otro día me encontré a Gretzky en el ascensor:

 – Qué hay Sr. Gre, ¿cómo va la cosa? 
– Aquí ando Alcolea, disfrutando de los aconteceres cotidianos de una vida anodina y sin sobresaltos.
– Qué suerte tienes Gret, yo con los hijos no acabo de encontrar una etapa relajada, cuando crees que has llegado al final de una época especialmente difícil otros problemas te esperan a la vuelta de la esquina.
– Tienes toda la razón, los hijos no tienen etapas valle, cada época tiene momentos especiales y únicos que hacen que cada minuto pasado con ellos haya merecido la pena.

(*) Un servidor es fiel seguidor de la serie Qué vida más triste y de un modo u otro tenía que acabar por salir.

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Toca escoger cole Vol. II

Pronto tuve claro que mi hija iba a ir a un colegio público: educación basada en la igualdad, con profesorado cualificado que ha accedido bajo criterios equitativos a su puesto, libre de cualquier atadura político-religiosa y lo más importante: a lo gratis (*)!!! 

Así pues toca elegir cuál de los colegios públicos del barrio es el más adecuado para tu prole. Los centros educativos organizan jornadas de puertas abiertas y te enseñan su modelo educativo, sus instalaciones, te hablan del AMPA y de las actividades extraescolares y luego abren un tiempo extra para ruegos y preguntas que, si fuese por nosotros, los padres, se extendería hasta bien entrada la noche. Una vez tuvieron que venir los antidisturbios con mangueras y fusiles lanza bolas para desalojar un colegio lleno de padres con muchas inquietudes.

Total, que te pones a valorar todos los pros y contras, analizas la nota media del examen de la comunidad, la valoración que da Tripadvisor del colegio y al final lo tienes claro: el que está más cerca de casa. 

En realidad, nuestro caso fue mucho más complejo y estuvimos cerca de mandar a mi hija a mi antiguo colegio por el simple hecho de que nos daban puntos de antiguo alumno… fijaos si estaba lejos de mi actual vivienda que a la niña le pedían el pasaporte. 

 Rellenamos dos solicitudes con la única distinción del colegio que elegíamos como primera opción: 

– Opción 1: Antiguo colegio transoceánico de admisión segura.
– Opción 2: Colegio público a estrenar a 15 minutos de casa, con todas las comodidades y de admisión dudosa.

En el último momento nos decantamos por la opción 2 y tras una primera vuelta en que no estuvo admitida, pudo entrar finalmente al cambiar la línea del colegio: de línea 3 a 4. Uff, suspiras, tomas aire y el color vuelve a tus mejillas… compré a mi mujer el billete de regreso de Fátima y todo volvió a la normalidad.

El verano transcurre plácidamente y sonries al pensar que ya no te gastarás los 400 euros de la guardería, va a ir al cole de mayores y gratis… espera, espera:

– Ruta ida y vuelta: 80 euros.
– Comedor escolar: 95 euros.
– Actividad extraescolar: 29 euros.

Tomaaaa, tomaaa liada (*)! ¡Que nos la han colado! 204 euros todos los meses: más el uniforme escolar (que aunque sea público van en uniforme), más el material y el dalsy a cubos (que te dicen: cuando vaya al cole su sistema inmunitario ya está maduro por todo lo que ha pasado en la guardería: pues no!).

Él otro día me encontré a Gretzky en el ascensor:

 – Qué hay Sr. Gre, ¿cómo va la cosa? 
– Aquí ando Alcolea, disfrutando de los aconteceres cotidianos de una vida anodina y sin sobresaltos.
– Qué suerte tienes Gret, yo con los hijos no acabo de encontrar una etapa relajada, cuando crees que has llegado al final de una época especialmente difícil otros problemas te esperan a la vuelta de la esquina.
– Tienes toda la razón, los hijos no tienen etapas valle, cada época tiene momentos especiales y únicos que hacen que cada minuto pasado con ellos haya merecido la pena.

(*) Un servidor es fiel seguidor de la serie Qué vida más triste y de un modo u otro tenía que acabar por salir.

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Razones para tener un tercer hijo

Vaya por delante que por nada del mundo se lo recomendaría a ningún padre que se atreviese a preguntarme. Un hijo es necesario, dos es una temeridad y tres… No quiero ni imaginarlo. O sí. Hagamos un ejercicio de abstracción y reflexionemos sobre lo que puede suponer la llegada de un tercer vástago a la unidad familiar.

1- Para empezar habría que reorganizar el espacio en casa. Esto, en una vivienda con tres habitaciones como es el caso que nos ocupa, puede gestionarse de forma sencilla. Lo más lógico sería que los dos hermanos mayores compartieran habitación y que el recién llegado tuviese su propio espacio, mientras los padres mantienen una distancia prudencial que les permita… bah, pamplinas. Lo que ocurrirá será que cada hermano mayor mantendrá su habitación, el recién llegado dormirá en la cama de matrimonio con mamá y papá pasará a ocupar un digno lugar en el sofá, con el gato.

2- Los traslados de cualquier índole se convierten en un verdadero galimatías. La monovolumen, otrora cómoda y espaciosa, se convierte en la furgoneta de un gitano. Cinco en un coche, tres de ellos niños, aboca irremediablemente al suicidio. Para salir de casa necesitas una media de dos horas o la ayuda del vecino. Cuando la mayor esté vestida y peinada, se pondrá a jugar mientras vistes y peinas al mediano, que hará lo propio mientras vistes y ‘peinas’ al pequeño, lo que supondrá que cuando hayas acabado por el pequeño tengas que volver a empezar porque la mayor y el mediano se habrán despeinado y desvestido de motu proprio.

3- La gestión de las finanzas es otro elemento a tener en cuenta. Las ayudas a familias numerosas están bien, pero no son suficientes. Dos sueldos para mantener a cinco humanos y un gato, dos coches, una hipoteca y los juegos de la play no dan, ya os digo que no dan. Los Magikis y los Pin&Pon se llevarán una parte importante del jornal. Hay opciones de financiación paralela como coser balones en casa o pintar soldaditos de plomo, pero que no se entere Montoro.

4- Normalmente la llegada del tercer descendiente, en los tiempos que corren, os pillará mucho más viejos. Si rondáis la cuarentena en el momento en el que venga a este mundo os ahorraréis de un plumazo la crisis de los 40, porque no vais a tener tiempo de plantearos el sentido de la vida ni vuestro lugar en el mundo. Las crisis identitarias solo se las puede permitir quien tiene tiempo para pensar, quien duerme más de 5 horas al día y quien puede incluso plantearse la opción de apuntarse al gimnasio para intentar frenar el inexorable paso del tiempo. No va a ser vuestro caso.

5-  Por descontado, la vida de pareja quedará reducida a cenizas, que no se reavivarán hasta que estéis en edad de solicitar los viajes del Imserso. Y para entonces harán falta ayudas extra en forma de píldora azul. No volveréis a salir a cenar, no pisaréis un cine, no tomaréis una copa, no veréis un partido del Atleti, no quedaréis con los pocos amigos que os quedan, no intercambiaréis impresiones con personas del sexo opuesto a excepción de las dependientas del DIA y, por supuesto, no volverás a tener un momento de intimidad en ninguna de sus versiones.

Si aun así os quedan ganas, adelante, pero no digáis que no os advertí.

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Razones para tener un tercer hijo

Vaya por delante que por nada del mundo se lo recomendaría a ningún padre que se atreviese a preguntarme. Un hijo es necesario, dos es una temeridad y tres… No quiero ni imaginarlo. O sí. Hagamos un ejercicio de abstracción y reflexionemos sobre lo que puede suponer la llegada de un tercer vástago a la unidad familiar.

1- Para empezar habría que reorganizar el espacio en casa. Esto, en una vivienda con tres habitaciones como es el caso que nos ocupa, puede gestionarse de forma sencilla. Lo más lógico sería que los dos hermanos mayores compartieran habitación y que el recién llegado tuviese su propio espacio, mientras los padres mantienen una distancia prudencial que les permita… bah, pamplinas. Lo que ocurrirá será que cada hermano mayor mantendrá su habitación, el recién llegado dormirá en la cama de matrimonio con mamá y papá pasará a ocupar un digno lugar en el sofá, con el gato.

2- Los traslados de cualquier índole se convierten en un verdadero galimatías. La monovolumen, otrora cómoda y espaciosa, se convierte en la furgoneta de un gitano. Cinco en un coche, tres de ellos niños, aboca irremediablemente al suicidio. Para salir de casa necesitas una media de dos horas o la ayuda del vecino. Cuando la mayor esté vestida y peinada, se pondrá a jugar mientras vistes y peinas al mediano, que hará lo propio mientras vistes y ‘peinas’ al pequeño, lo que supondrá que cuando hayas acabado por el pequeño tengas que volver a empezar porque la mayor y el mediano se habrán despeinado y desvestido de motu proprio.

3- La gestión de las finanzas es otro elemento a tener en cuenta. Las ayudas a familias numerosas están bien, pero no son suficientes. Dos sueldos para mantener a cinco humanos y un gato, dos coches, una hipoteca y los juegos de la play no dan, ya os digo que no dan. Los Magikis y los Pin&Pon se llevarán una parte importante del jornal. Hay opciones de financiación paralela como coser balones en casa o pintar soldaditos de plomo, pero que no se entere Montoro.

4- Normalmente la llegada del tercer descendiente, en los tiempos que corren, os pillará mucho más viejos. Si rondáis la cuarentena en el momento en el que venga a este mundo os ahorraréis de un plumazo la crisis de los 40, porque no vais a tener tiempo de plantearos el sentido de la vida ni vuestro lugar en el mundo. Las crisis identitarias solo se las puede permitir quien tiene tiempo para pensar, quien duerme más de 5 horas al día y quien puede incluso plantearse la opción de apuntarse al gimnasio para intentar frenar el inexorable paso del tiempo. No va a ser vuestro caso.

5-  Por descontado, la vida de pareja quedará reducida a cenizas, que no se reavivarán hasta que estéis en edad de solicitar los viajes del Imserso. Y para entonces harán falta ayudas extra en forma de píldora azul. No volveréis a salir a cenar, no pisaréis un cine, no tomaréis una copa, no veréis un partido del Atleti, no quedaréis con los pocos amigos que os quedan, no intercambiaréis impresiones con personas del sexo opuesto a excepción de las dependientas del DIA y, por supuesto, no volverás a tener un momento de intimidad en ninguna de sus versiones.

Si aun así os quedan ganas, adelante, pero no digáis que no os advertí.

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