Hola, soy Ana y tengo miedo


Hola soy Ana y pasado mañana cumplo 6 años. 
Os escribo para confesaros que tengo miedo, sobre todo al pasillo de mi casa… donde me esperan lobos y monstruos con la peor de las intenciones. Mis papás se han dado cuenta y, aunque el disimule es mi especialidad, me pillaron tras varios días sin moverme del salón. 
Muchas veces “engaño” a mi hermano para que venga conmigo, al fin y al cabo, el mote de niño Tractor lo tiene por algo y es que es muy bruto. Si nos encontráramos un monstruo de 6 cabezas seguro que Dani lo apartaría de un manotazo. Y, en el peor de los casos, se lo acabarían comiendo a él que tiene aún mucho de lechal.  Yo lo siento, pero en toda guerra hay daños colaterales que debemos asumir, eso es así.
Mi papá, que físicamente no es el hombre tractor, pero que mentalmente podríamos llamarle el niño melón, intentó razonar conmigo en plan padre sarcástico-ejemplarizante:
Papá:Vamos a ver Ana, ¿de qué tienes miedo?, es de día y aquí no estamos más que nosotros cuatro.
Yo: de los lobos.
Papá:Ah, ya… ¡pero si en casa no hay lobos! Vamos a ver, ¿tú crees que los lobos tienen llaves para entrar al portal?, ¿que tienen capacidad para llamar al telefonillo, para subir las escaleras o para llamar al ascensor? Obviamente no, así que no tienes por qué preocuparte.
Yo: ¡pues yo he visto señoras que enseñan a los lobos a llamar al ascensor!
No sé qué le pasó a mi padre tras mi último comentario que casi se cae al suelo de la risa; yo creo que no es consciente de lo escalofriante que es ver a una señora mayor enseñando a un grupo de lobos pulsar el 5º.
Luego por la noche me llevó a la cama y volvimos a hablar del tema… que vaya ocurrencias tiene el Muy, ponerse a hablar de mis miedos cuando la noche penetra por mi ventana a lo amenazante.
Yo: oye papi, ¿si viniera un monstruo a comernos tú me defenderías?
Papá:claro cielo, me pegaría con él y le daría un palizón que no se le iba a ocurrir nunca más venir por casa.
Yo: ¿tú puedes contra un monstruo?
Papá:¡pero si yo estoy super fuerte! Yo por ti me pego con quien haga falta, tú no te preocupes.
Durante unos instantes pensé en la conversación que acabábamos de mantener y le miré de arriba abajo… como venga un monstruo a mi padre se lo ventilan rapidito.
Yo: no me lo creo papi.
Pobrecillo, me duele que se vaya cabizbajo porque le quiero millones de trillones, pero hay que reconocer que la fortaleza física no es su punto fuerte. 
Al día siguiente el Muy se fue a correr y al regresar a casa parecía que volvía de la guerra. Yo creo que le ha afectado un poco mi comentario, pero me alegro de que haya tomado la decisión de prepararse para la batalla final que se avecina contra los monstruos-lobos. Yo no quiero que a mi papá se lo coman… porque si no, ¿quién nos iba a hacer de comer en casa?.
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Hola, soy Ana y tengo miedo


Hola soy Ana y pasado mañana cumplo 6 años. 
Os escribo para confesaros que tengo miedo, sobre todo al pasillo de mi casa… donde me esperan lobos y monstruos con la peor de las intenciones. Mis papás se han dado cuenta y, aunque el disimule es mi especialidad, me pillaron tras varios días sin moverme del salón. 
Muchas veces “engaño” a mi hermano para que venga conmigo, al fin y al cabo, el mote de niño Tractor lo tiene por algo y es que es muy bruto. Si nos encontráramos un monstruo de 6 cabezas seguro que Dani lo apartaría de un manotazo. Y, en el peor de los casos, se lo acabarían comiendo a él que tiene aún mucho de lechal.  Yo lo siento, pero en toda guerra hay daños colaterales que debemos asumir, eso es así.
Mi papá, que físicamente no es el hombre tractor, pero que mentalmente podríamos llamarle el niño melón, intentó razonar conmigo en plan padre sarcástico-ejemplarizante:
Papá:Vamos a ver Ana, ¿de qué tienes miedo?, es de día y aquí no estamos más que nosotros cuatro.
Yo: de los lobos.
Papá:Ah, ya… ¡pero si en casa no hay lobos! Vamos a ver, ¿tú crees que los lobos tienen llaves para entrar al portal?, ¿que tienen capacidad para llamar al telefonillo, para subir las escaleras o para llamar al ascensor? Obviamente no, así que no tienes por qué preocuparte.
Yo: ¡pues yo he visto señoras que enseñan a los lobos a llamar al ascensor!
No sé qué le pasó a mi padre tras mi último comentario que casi se cae al suelo de la risa; yo creo que no es consciente de lo escalofriante que es ver a una señora mayor enseñando a un grupo de lobos pulsar el 5º.
Luego por la noche me llevó a la cama y volvimos a hablar del tema… que vaya ocurrencias tiene el Muy, ponerse a hablar de mis miedos cuando la noche penetra por mi ventana a lo amenazante.
Yo: oye papi, ¿si viniera un monstruo a comernos tú me defenderías?
Papá:claro cielo, me pegaría con él y le daría un palizón que no se le iba a ocurrir nunca más venir por casa.
Yo: ¿tú puedes contra un monstruo?
Papá:¡pero si yo estoy super fuerte! Yo por ti me pego con quien haga falta, tú no te preocupes.
Durante unos instantes pensé en la conversación que acabábamos de mantener y le miré de arriba abajo… como venga un monstruo a mi padre se lo ventilan rapidito.
Yo: no me lo creo papi.
Pobrecillo, me duele que se vaya cabizbajo porque le quiero millones de trillones, pero hay que reconocer que la fortaleza física no es su punto fuerte. 
Al día siguiente el Muy se fue a correr y al regresar a casa parecía que volvía de la guerra. Yo creo que le ha afectado un poco mi comentario, pero me alegro de que haya tomado la decisión de prepararse para la batalla final que se avecina contra los monstruos-lobos. Yo no quiero que a mi papá se lo coman… porque si no, ¿quién nos iba a hacer de comer en casa?.
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Un papá moderno…

   La liberación femenina definitivamente marcó un hito en la historia; las mujeres del mundo decidieron alzar la voz en pro de su derecho a ser tratadas igual que los hombres. Sin embargo, esa misma historia se ha encargado de mostrarnos que esta acción necesaria para acabar con el machismo de la época, le daría […]

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L’anorèxia i la bulímia

No és un tema per fer-hi broma: a Catalunya, el 6% de noies d’entre 15 i 29 anys tenen anorèxia o bulímia (aproximadament una de cada setze, o una en cada aula d’institut). Per això aniré al gra i no m’entretindré amb frases més o menys enginyoses o motivadores. També hi ha nois que en pateixen, però el percentatge és significativament inferior, el 10% de les persones afectades. L’anorèxia és la disminució de la sensació de gana, i pot ser deguda a moltes causes, des de fisiològiques a infeccioses. Tanmateix, la més habitual, amb diferència, entre les adolescents i preadolescents és l’anomenada nerviosa. Pel que fa a la bulímia, és untrastorn del comportament alimentarid’origen nerviós en què la persona afectada no controla el que menja i després sent una fortaculpabilitat, motiu pel qual acostuma a provocar-se el vòmito a abusar de laxantsidiürètics. Sens dubte, els cànons de bellesa imperants, d’arrel absolutament cultural, hi tenen molt a veure. Però hi ha altres factors relacionats amb el cervell que també cal tenir en compte.

La literatura científica sobre el tema és extensíssima, amb més de 8.000 articles especialitzats publicats. Les persones afectades acostumen a presentar unes característiques similars: són molt autoexigents, mostren mancances afectives i es troben sotmeses a una forta pressió ambiental. També presenten alteracions en la manera com perceben el seu propi cos, que es reflecteixen en la manera com s’activen determinades xarxes neurals. A més a més s’ha vist que hi ha una certa predisposició genètica, en gens com per exemple els anomenats BDNF (factor neurotròfic derivat del cervell) i en el del receptor de glucocorticoides, entre altres, implicats tots ells en la manera com el cervell estableix i gestiona determinades connexions neurals. No tothom, però, que es troba en aquestes circumstàncies es veu abocat a l’anorèxia o a la bulímia. Precisament, en aquesta diferència penso que hi ha una peça clau del trencaclosques.

L’estrès

Des de la perspectiva psicològica i també per les alteracions en la manera com les neurones produeixen i gestionen determinats neurotransmissors cerebrals, l’anorèxia es pot entendre com un comportament addictiu, similar a de les substàncies estupefaents. Precisament, les substàncies estupefaents són addictives, entre altres factors, perquè contribueixen a alleujar la tensió nerviosa i l’estrès, i per això el cervell en demana més i més. Doncs bé, s’ha vist que l’anorèxia i la bulímia també contribueixen, en les persones afectades, a alleugerir els símptomes de la tensió nerviosa i de l’estrès, unes condicions que són més habituals precisament en les persones autoexigents, que mostren mancances afectives o que es troben sotmeses a una forta pressió ambiental.

On vull anar a parar amb tot això? Primer, que davant la sospita de què un fill o una filla pugui començar a mostrar símptomes d’anorèxia o bulímia cal anar a un especialista, l’únic qualificat per diagnosticar-la i tractar-la, perquè agafada de bon començament és més senzill de posar-hi remei. No confiem el seu destí en consells d’amics, veïns o coneguts. Per això tampoc en dono cap, jo, aquí; no en sóc en cap cas i de cap manera un especialista, en absolut. Però sí que hi ha una cosa que podem fer per reduir, encara que potser només sigui una mica, la possibilitat de què les nostres filles i els nostres fills en puguin tenir: estar molt amatents al seu nivell d’estrès i a la seva afectivititat, amb els amics, amb els companys i amb nosaltres.

És clar que aquest consells són absolutament generals, i serveixen per ajudar-los a créixer en tots els sentits, a què el seu cervell vagi madurant de la millor manera possible, i a enfortir les relacions familiars i socials. Tant simple i, a vegades, tant complex alhora…

El proper post:Què uneix els amics? La importància del coneixement compartit

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El ruido de un chupón en el suelo

Tengo que pedirle perdón a mi hija no por haber perdido la paciencia la noche de hace tres días, sino por el ruido violento que hizo su chupón al tocar al suelo. No porque soy humano y soy padre y me confieso capaz de perder cada vez más frecuentemente los papeles, sino, más que nada, […]

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CLND 22 Cuando nos regalan píldoras de psicología, con Alberto Soler @asolers

“AEIOU te ayuda a ser el padre y la madre que siempre has querido ser. A disfrutar de tus hijo y a saber acompañarlo para que se convierta en un adulto feliz, autónomo y con autoestima.Entra en www.coachingpadresaeiou.com puedes encontrar toda la información sobre sus cursos tanto para padres como para docentes y adolescentes” Hoy nos…

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Mi pequeño tesoro


 Una de las primeras veces que mi madre vino a ver a M. a casa, le dormí cantándole, como he hecho muchas noches en los últimos cinco años, Mi pequeño tesoro, de Presuntos Implicados. No me dijo nada, pero en sus ojos vi que se emocionaba al ver a su hijo pequeño acunando a su bebé recién nacido, usando para ello una canción de mi adolescencia.
Ya no se la canto tanto, más que nada porque nuestras rutinas para dormir han evolucionado, pero cuando vuelvo a entonarla –y él, de forma casi automática, se relaja y empieza a dormirse–, siento una profunda nostalgia y una punzada de melancolía, tanto por ver a M. tan crecido, tan lejos de aquel bebito que se dormía en mis brazos, como por mi propio tránsito hacia la madurez.
Hoy hace cinco años que M. asomó al mundo y cambió nuestras vidas para siempre. Y le dio un nuevo sentido a la canción de Presuntos Implicados.
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Mi pequeño tesoro


 Una de las primeras veces que mi madre vino a ver a M. a casa, le dormí cantándole, como he hecho muchas noches en los últimos cinco años, Mi pequeño tesoro, de Presuntos Implicados. No me dijo nada, pero en sus ojos vi que se emocionaba al ver a su hijo pequeño acunando a su bebé recién nacido, usando para ello una canción de mi adolescencia.
Ya no se la canto tanto, más que nada porque nuestras rutinas para dormir han evolucionado, pero cuando vuelvo a entonarla –y él, de forma casi automática, se relaja y empieza a dormirse–, siento una profunda nostalgia y una punzada de melancolía, tanto por ver a M. tan crecido, tan lejos de aquel bebito que se dormía en mis brazos, como por mi propio tránsito hacia la madurez.
Hoy hace cinco años que M. asomó al mundo y cambió nuestras vidas para siempre. Y le dio un nuevo sentido a la canción de Presuntos Implicados.
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Listado de papás blogueros (v.31)

Tenemos novedades en #papanoara !

Ya tenemos disponible la versión 31 del listado de papás blogueros.  #sumaysigue.  Muchos chicos, muchos hombres, se están animando a compartir sus experiencias sobre paternidad, sus aventuras y sus desventuras… sus anhelos, sus emociones, sus miedos,… La nueva versión amplia la lista de #papasblogueros a 152 páginas activas, levantadas y en funcionamiento… Estos chicos no paran de darle gas y me hacen pensar que #algosehamovido, pero tampoco quiero decirlo demasiado fuerte Número redondos para seguir soñando… pensando que los cambios reales son posibles… viendo a más varones (cada cual de su padre y de su madre, con sus ideas, con sus opiniones,…) haciendo posible…

#dalegas

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Y llegamos a casa

Después de las 48 horas correspondientes con el pequeño Padawan, nos dieron el alta. En esos días, empezamos a conocer entre todos.

Como todo comienzo es difícil, cambiar los pañales, baños, etc… hasta que llego la controversia porque el pequeño Padawan se dormía en el pecho de mi mujer.

¿Que sacaleches compramos? (os dejo un pdf adjunto para que veáis lo difícil que es elegir uno). http://www.ameda.com/docs/default-source/pdf’s/c%C3%B3mo-elegir-un-sacaleches.pdf?sfvrsn=2.

Mire a mi mujer me dijo, Medela y electrónico, mi cara fue que si me estaba insultando. Fui a la farmacia para comprar dicho sacaleches y su apellido eran 150 euros, el farmacéutico me miro y me dijo bienvenido al mundo de la paternidad, porque tú y yo seremos muy amigos.

Vuelta a casa, vi que el querido sacaleches y mi mujer se harían también muy amigos y de hecho a día de hoy son inseparables ( gracias querido sacaleches Medela, porque hasta el día de hoy has dado de comer a mi hijo y lo que queda).

Como uno es nuevo es esto de la paternidad y mi mujer había cuidado ya de varios niños, vimos un pequeño truco y os será más fácil durante el periodo de lactancia.

Comprar un sacaleches, que vuestras mujeres, compren botes para guardar la leche correspondientes o bolsas para leches y darle el biberón a vuestros hijos. Esto hará que vuestras mujeres descansen y vuestro hijo coma de verdad, ya que con el pecho la mayoría no comen y se quedan dormidos.

Después de pasar, por la fase del sacaleches, leches y etc… me encontré con el primer regalo de un hijo a su padre, una caca en el pañal.

Esta fase no es apto para estómagos sensibles. Lo primero que te viene a la cabeza es  como voy a cambiar el pañal y soportar el color, olor, etc…

Pues es fácil y tiene una simple respuesta, es tu hijo y después de 7 meses os puedo indicar de todo tipo de circunstancia pero lo haréis.

Además te das cuenta que después de mirar tanto pañales de tu hijo, ni huele tan mal como te imaginabas y mucho menos como da a intuir el sonido del desagüe de tubería que acompaña a sus deposiciones.

Simplemente una vez que tu hijo lo acompañe con otro tipo de alimentos, veréis como cambia su color y olor.

Gracias a mi mujer, por hacer de profesora durante esos días que la pobre seguía convaleciente.

En el próximo articulo, os hablare del permiso de paternidad

Saludos.
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Y llegamos a casa

Después de las 48 horas correspondientes con el pequeño Padawan, nos dieron el alta. En esos días, empezamos a conocer entre todos.

Como todo comienzo es difícil, cambiar los pañales, baños, etc… hasta que llego la controversia porque el pequeño Padawan se dormía en el pecho de mi mujer.

¿Que sacaleches compramos? (os dejo un pdf adjunto para que veáis lo difícil que es elegir uno). http://www.ameda.com/docs/default-source/pdf’s/c%C3%B3mo-elegir-un-sacaleches.pdf?sfvrsn=2.

Mire a mi mujer me dijo, Medela y electrónico, mi cara fue que si me estaba insultando. Fui a la farmacia para comprar dicho sacaleches y su apellido eran 150 euros, el farmacéutico me miro y me dijo bienvenido al mundo de la paternidad, porque tú y yo seremos muy amigos.

Vuelta a casa, vi que el querido sacaleches y mi mujer se harían también muy amigos y de hecho a día de hoy son inseparables ( gracias querido sacaleches Medela, porque hasta el día de hoy has dado de comer a mi hijo y lo que queda).

Como uno es nuevo es esto de la paternidad y mi mujer había cuidado ya de varios niños, vimos un pequeño truco y os será más fácil durante el periodo de lactancia.

Comprar un sacaleches, que vuestras mujeres, compren botes para guardar la leche correspondientes o bolsas para leches y darle el biberón a vuestros hijos. Esto hará que vuestras mujeres descansen y vuestro hijo coma de verdad, ya que con el pecho la mayoría no comen y se quedan dormidos.

Después de pasar, por la fase del sacaleches, leches y etc… me encontré con el primer regalo de un hijo a su padre, una caca en el pañal.

Esta fase no es apto para estómagos sensibles. Lo primero que te viene a la cabeza es  como voy a cambiar el pañal y soportar el color, olor, etc…

Pues es fácil y tiene una simple respuesta, es tu hijo y después de 7 meses os puedo indicar de todo tipo de circunstancia pero lo haréis.

Además te das cuenta que después de mirar tanto pañales de tu hijo, ni huele tan mal como te imaginabas y mucho menos como da a intuir el sonido del desagüe de tubería que acompaña a sus deposiciones.

Simplemente una vez que tu hijo lo acompañe con otro tipo de alimentos, veréis como cambia su color y olor.

Gracias a mi mujer, por hacer de profesora durante esos días que la pobre seguía convaleciente.

En el próximo articulo, os hablare del permiso de paternidad

Saludos.
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Papá Embarazado

#PapáGallina siempre andaba pendiente de cada detalle con mi panza, sobre todo si quería sentir los movimientos de Marce y Leo, definitivamente uno de los momentos más importantes de nuestras vidas, recuerdo que el año pasado Huggies trajo una innovación total: ¡La Faja Huggies!, con ella los papás podían sentir los movimientos del bebé en…

La entrada Papá Embarazado aparece primero en Papis por primera vez.

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¿Porque no quieres ir al nido?

Imagén de ABC.es


Nosotros estamos llevando a nuestra hija al nido guardería desde el año pasado, antes de que cumpliera los dos años. Ella era súper feliz, siempre quería ir y estar con su miss y jugar lo más que podía, nosotros aprovechábamos esa conexión que existía entre ella y su miss Karla, con ella ha aprendido muchas cosas, incluso almuerza en el nido y eso le está enseñando a que coma de todo, también habla hasta por los codos, se sabe expresas muy bien y lo bueno es que nos cuenta de todo, a su manera claro.

Pero este año es diferente, el año pasado estuvo en el salón de estimulación temprana / guardería y ahora que ya tiene dos años y va en rumbo hacia los tres, le toca estar en un nuevo salón, ya no hay  tantos juegos ni tanta libertad, ahora la cosa va en serio porque tiene que empezar a hacer caso a la profesora y a la auxiliar, en este caso es una miss diferente, este año va a empezar a hacer sus trabajos con sus materiales didácticos.

El primer mes de integración ha sido bueno, sin mayores complicaciones pero este mes de Abril la cosa se ha puesto más difícil, después de los feriados de Semana Santa la bubu tiene más resistencia a ir al nido, ya no es como antes que se moría de ganas de ir y que no quería salir de él, ahora por el contrario no quiere ir, prefiere quedarse en casa, es algo que nos ha llamado la atención, mas a mi esposa porque ella es con quien está casi todo el día. Es a Mary a quien esta vez le toco hacer de detective e investigar un poco las posibles causas.

Resulta que de entre todas las posibilidades del porque un niño no quiere ir al colegio podemos elegir dos, que son las más saltantes a primera vista y que son las que más ocurren. La primera posibilidad es que la nueva miss no conecte con nuestra hija, sea una persona más exigente y más estricta, de repente ese podría ser el problema, nuestra hija disfruta de su libertad y podría ser que ahora que están empezando a ajustar algunas cosas le esté chocando de alguna forma. Yo creo que en algún momento los niños deben empezar a darse cuenta que deben hacer las cosas que se les piden, de buena manera claro, sobre todo si están en un salón de clases, tienen que saber en qué momento se puede jugar y cuando no. Nosotros no pensamos que ese sea el problema porque, en el fondo, somos conscientes que en algún momento iba a suceder algo así y que la profesora empezaría a poner un poco de mano firme.

La otra alternativa, que también es bastante común, es que en el salón de Mara haya algún otro niño y/o niña que este siendo un poco más violento o que actué con más fuerza que los demás, que cuando mi hija este jugando con algo este otro niño y/o niña venga a quitarle lo que está usando, o que de repente la hayan empujado sin querer, y eso muchas veces deja una marca en un pequeño, ocasionando alguna incomodidad, entonces si sabes que hay alguien que te molesta y como no sabes aun como actuar, entonces prefieres no ir a ese lugar, porque ya sabes que es lo que podría suceder. Estamos pensando que de repente podría haber sucedido algo de eso, una situación que ha pasado inadvertida por la maestra o por la auxiliar, por el simple hecho que tal vez no se dan abasto con tantos niños, o tal vez si saben lo que sucede pero no interceden por alguna razón. Creemos que es momento de tener una conversación con la directora del centro educativo, no en el plan de armar una batalla pero si con la idea de que suenen las alarmas porque hay algo que está pasando y no se están dando cuenta.

Lo que no podemos hacer es cambiarla de centro de estudios cada vez que no quiera ir a clases, tal vez estamos exagerando, tal vez sea otra cosa pero lo que sí sabemos es que no quiere entrar a su salón, sabemos que prefiere estar en otro, entonces el problema está dentro de su grupo, con sus compañeritos o hay algo más que aún no nos hemos dado cuenta. Hemos pedido que por favor estén mas atentas a lo que podría estar ocurriendo y hoy al medio día Mary va a conversar con la directora a ver qué otras cosas pueden hacerse, ojala sea algo fácil de solucionar.
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La (in)necesidad de ser un padre perfecto

Los papás la cagamos, además con cierta frecuencia. 
Desde la televisión, radio, medios de comunicación y, sobre todo, desde las redes sociales nos bombardean con un modelo de paternidad en el que existen lineas que no se deben cruzar: lactancia materna, inexistencia de castigos, comunicación descendente de carácter eminentemente positivo, no forzar con la alimentación, jugar todo el tiempo que se pueda con los hijos, razonar en lugar de dar  un azote, etc…
No pretendo hacer una crítica de ese modelo, de hecho me encantaría cumplir con todo lo detallado anteriormente, os lo aseguro, pero sinceramente no me da.
El otro día mi little Dani decidió experimentar con su juguete preferido: dar patadas a la moto correpasillos. Son las 21:00, la luz de reserva del depósito de la paciencia y la energía está al rojo vivo. La primera patada la dejé pasar e hice como que no lo había visto… el niño me miró de reojo y decidió subir la apuesta: nueva patada. Me puse el disfraz de papá perfecto y le susurré que debía cuidar su juguete preferido sino quería dejar de jugar con él. Dani me miraba ojiplático, pasaron 5 segundos, bajó la cabeza, me miró de reojo y nueva patada. Me despojo del disfraz de perfect daddy y lo cuelgo en la percha del armario del que nunca debió salir. Papá eleva el tono de voz para decirle a Dani que – NO! ESO NO SE HACE DANI, YA ESTÁ BIEN! – (un mensaje lleno de connotaciones negativas por el que ya me han quitado la medalla al mejor padre del año). Dani se retrae y parece haber entendido el mensaje, adopta una postura victimista y se aleja dos metros de la moto. Ok, no me ha costado demasiado, es verdad que he levantado el tono de v… PUM! Nueva patada del niño Tractor. Me levanto, abro el armario y me pongo el disfraz de verdugo: Dani recibe un azote y la moto acaba en el altillo más alejado de la casa. Si en ese momento llaman al timbre los de asuntos sociales se llevan otro par de azotes y les tiro el maletín por la ventana.

Creo que todo padre/madre es, por encima de todo, un ser humano donde la perfección no tiene cabida, por suerte. Las personas cometemos errores, todos los días, y como padre cometo errores también todos los días. El trabajo, la casa, hacer comidas y cenas, baños, actividades extraescolares, mantener la casa en pie, hacer la compra… jugar con los hijos, educarles, llevarles al parque, cantar canciones, leer libros. Como os decía antes soy un ser humano, me cuesta creer que haga todas las cosas que he listado anteriormente y muchas veces lo hago, creedme, pero otras veces no. Y me siento mal por ello, pero lo justo, no os voy a engañar. Mis padres han cometido errores conmigo, muchos, pero han tenido 30 kilos de aciertos por cada gramo de error. Y en eso me baso para no martirizarme demasiado.
Las personas y, sobre todo, los niños, tienen una extraordinaria habilidad para borrar de la memoria los recuerdos negativos y quedarse con las cosas positivas. Tengo la conciencia tranquila de que nunca he hecho nada que pueda perjudicarles de manera consciente, también tengo claro que debo saber pedirles perdón cuando cometa un error y que todo, absolutamente todo lo que hago, es por ellos, porque les quiero.
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La (in)necesidad de ser un padre perfecto

Los papás la cagamos, además con cierta frecuencia. 
Desde la televisión, radio, medios de comunicación y, sobre todo, desde las redes sociales nos bombardean con un modelo de paternidad en el que existen lineas que no se deben cruzar: lactancia materna, inexistencia de castigos, comunicación descendente de carácter eminentemente positivo, no forzar con la alimentación, jugar todo el tiempo que se pueda con los hijos, razonar en lugar de dar  un azote, etc…
No pretendo hacer una crítica de ese modelo, de hecho me encantaría cumplir con todo lo detallado anteriormente, os lo aseguro, pero sinceramente no me da.
El otro día mi little Dani decidió experimentar con su juguete preferido: dar patadas a la moto correpasillos. Son las 21:00, la luz de reserva del depósito de la paciencia y la energía está al rojo vivo. La primera patada la dejé pasar e hice como que no lo había visto… el niño me miró de reojo y decidió subir la apuesta: nueva patada. Me puse el disfraz de papá perfecto y le susurré que debía cuidar su juguete preferido sino quería dejar de jugar con él. Dani me miraba ojiplático, pasaron 5 segundos, bajó la cabeza, me miró de reojo y nueva patada. Me despojo del disfraz de perfect daddy y lo cuelgo en la percha del armario del que nunca debió salir. Papá eleva el tono de voz para decirle a Dani que – NO! ESO NO SE HACE DANI, YA ESTÁ BIEN! – (un mensaje lleno de connotaciones negativas por el que ya me han quitado la medalla al mejor padre del año). Dani se retrae y parece haber entendido el mensaje, adopta una postura victimista y se aleja dos metros de la moto. Ok, no me ha costado demasiado, es verdad que he levantado el tono de v… PUM! Nueva patada del niño Tractor. Me levanto, abro el armario y me pongo el disfraz de verdugo: Dani recibe un azote y la moto acaba en el altillo más alejado de la casa. Si en ese momento llaman al timbre los de asuntos sociales se llevan otro par de azotes y les tiro el maletín por la ventana.

Creo que todo padre/madre es, por encima de todo, un ser humano donde la perfección no tiene cabida, por suerte. Las personas cometemos errores, todos los días, y como padre cometo errores también todos los días. El trabajo, la casa, hacer comidas y cenas, baños, actividades extraescolares, mantener la casa en pie, hacer la compra… jugar con los hijos, educarles, llevarles al parque, cantar canciones, leer libros. Como os decía antes soy un ser humano, me cuesta creer que haga todas las cosas que he listado anteriormente y muchas veces lo hago, creedme, pero otras veces no. Y me siento mal por ello, pero lo justo, no os voy a engañar. Mis padres han cometido errores conmigo, muchos, pero han tenido 30 kilos de aciertos por cada gramo de error. Y en eso me baso para no martirizarme demasiado.
Las personas y, sobre todo, los niños, tienen una extraordinaria habilidad para borrar de la memoria los recuerdos negativos y quedarse con las cosas positivas. Tengo la conciencia tranquila de que nunca he hecho nada que pueda perjudicarles de manera consciente, también tengo claro que debo saber pedirles perdón cuando cometa un error y que todo, absolutamente todo lo que hago, es por ellos, porque les quiero.
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Inicio de la carrera

Durante el mes de Marzo, se me paso la idea de hacer un blog de padres, durante mucho tiempo mi mujer siempre quiso hacer un blog y siempre me hablaba de madres blogueras. Un día, en casa de unos amigos, una amiga pregunto: ¿Si no había papas blogueros comentando sus andanzas con sus hijos?, respondí que no sabia. Durante un tiempo he estado viendo Papas blogueros y el pasado día 19 de Marzo hice este blog llamado Papa Corredor de fondo.

Simplemente es un blog para contar las andanzas de mi hijo, para nuestras familias, amigos y conocidos, para que participasen de nuestras vivencias.

La verdad, que en la familia quien pone la mayor cordura es mi mujer o la madre de mi hijo. Nunca había conocido esos maravillosos nombres como Apiretal, Pañal, crema del culito, etc …

Todavía, me acuerdo de los primeros movimientos de mi hijo en la barriga de su madre, me despertó a las una de la mañana, corriendo me dice pon la mano aquí. La verdad que es la primera impresión fuerte porque notas a “esa pequeña cosa”.

Pasaron los meses y llego el dia 25 de Agosto del 2015, ese mismo dia estuve hablando con un amigo porque al dia siguiente tenia monitores con mi mujer y mi amigo dijo: “ Uno de mis hijos nacio el dia anterior a monitores , prepárate porque ya esta aquí “, al terminar la conversaion con el por teléfono, me indica mi mujer que esta de parto.

Poco horas después o 16 horas después nacio mi hijo. Imaginaros ese primer contacto maravilloso entre tu hijo y tu, un cruce de miradas y miles de preguntas alrededor de tu cabeza pero la primera ¿ sere un buen padre ?. La primera respuesta que me vino fue, perdona hijo por todo aquello que haga mal pero siempre intentare darte lo mejor.

Creo que ser papá es un aprendizaje continuo y sin fin, eterna carrera de fondo. Por eso recibe este blog, el nombre
A partir de día de hoy, tendréis noticias de mi pequeño Padawan y artículos relacionado con la Paternidad.

Bienvenido
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Inicio de la carrera

Durante el mes de Marzo, se me paso la idea de hacer un blog de padres, durante mucho tiempo mi mujer siempre quiso hacer un blog y siempre me hablaba de madres blogueras. Un día, en casa de unos amigos, una amiga pregunto: ¿Si no había papas blogueros comentando sus andanzas con sus hijos?, respondí que no sabia. Durante un tiempo he estado viendo Papas blogueros y el pasado día 19 de Marzo hice este blog llamado Papa Corredor de fondo.

Simplemente es un blog para contar las andanzas de mi hijo, para nuestras familias, amigos y conocidos, para que participasen de nuestras vivencias.

La verdad, que en la familia quien pone la mayor cordura es mi mujer o la madre de mi hijo. Nunca había conocido esos maravillosos nombres como Apiretal, Pañal, crema del culito, etc …

Todavía, me acuerdo de los primeros movimientos de mi hijo en la barriga de su madre, me despertó a las una de la mañana, corriendo me dice pon la mano aquí. La verdad que es la primera impresión fuerte porque notas a “esa pequeña cosa”.

Pasaron los meses y llego el dia 25 de Agosto del 2015, ese mismo dia estuve hablando con un amigo porque al dia siguiente tenia monitores con mi mujer y mi amigo dijo: “ Uno de mis hijos nacio el dia anterior a monitores , prepárate porque ya esta aquí “, al terminar la conversaion con el por teléfono, me indica mi mujer que esta de parto.

Poco horas después o 16 horas después nacio mi hijo. Imaginaros ese primer contacto maravilloso entre tu hijo y tu, un cruce de miradas y miles de preguntas alrededor de tu cabeza pero la primera ¿ sere un buen padre ?. La primera respuesta que me vino fue, perdona hijo por todo aquello que haga mal pero siempre intentare darte lo mejor.

Creo que ser papá es un aprendizaje continuo y sin fin, eterna carrera de fondo. Por eso recibe este blog, el nombre
A partir de día de hoy, tendréis noticias de mi pequeño Padawan y artículos relacionado con la Paternidad.

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Silencio,se cura

El próximo día 27 de abril se celebra el día mundial sin ruido. A propósito del mismo, la iniciativa #FFPaciente (@ffpaciente en twitter) ha puesto en marcha una campaña destinada a minimizar el impacto acústico que la actividad cotidiana de los hospitales tiene sobre el confort y el bienestar de los pacientes. Esta loable iniciativa, a la cual mi hospital tiene previsto adherirse,me hizo reflexionar sobre la organización de las tareas hospitalarias en general  y sobre como influye esta en el proceso asistencial de los pacientes ingresados. 
Es evidente que, si bien la organización de un hospital es algo sumamente complejo y la mejoría clínica del paciente el objetivo principal, no debemos olvidar que a pesar de que los tratamientos farmacológicos, las intervenciones quirúrgicas y las curas de enfermería son la clave para dicha mejoría, el confort y la tranquilidad del enfermo durante su estancia en el centro son elementos determinantes para una recuperación completa y de calidad.


Si bien nos llenamos la boca acerca de que el paciente es el centro del sistema, los hechos demuestran que los hospitales no funcionan precisamente bajo esta premisa. Términos como eficiencia, gestión de camas o cambios de turno pasan ,en el mejor de los casos, por encima del verdadero protagonista, el paciente, quien se ve sometido a los efectos colaterales de nuestras prioridades organizativas y gestoras. ¿O acaso nos hemos parado a pensar si es realmente beneficioso para el paciente comer a las 12 del mediodía? ¿Y  cenar a las 7 de la tarde? ¿Nos parece lógico pasar visita antes de las 8 de la mañana o  pasadas las 10 de la noche? Creo que la respuesta a estas preguntas es obvia: no, salvo que exista una indicación médica para ello claro está. Cabe añadir que, además, horarios de atención intempestivos se conjugan con horarios de visita de familiares restrictivos y con explicaciones demasiado técnicas a acompañantes que suman incertidumbre a su ya de por si dilatada angustia.
Quizás ha llegado el momento de enfocar de una forma distinta el proceso asistencial hospitalario. El momento de poner de verdad, con herramientas y recursos, los servicios a disposición del paciente, la auténtica razón de ser del sistema. El momento de preguntarle a la enferma a qué hora estará disponible su esposo para poder darle información, el momento de hacerle saber que la dieta hospitalaria no tiene porqué ser insípida y el momento de ser flexibles en los horarios de visita en las unidades de cuidados intensivos. El momento de ser cuidadosos a la hora de hablar con los compañeros por los pasillos, de silenciar o apagar nuestros teléfonos móviles y de dejar de manejar camillas vacías como si de autos de choque se trataran.
Sí, lo sé, no se trata de una empresa fácil si no más bien lo contrario, se trata de un reto mayúsculo sobre el cual debe construirse un modelo asistencial de organización hospitalaria capaz de conjugar las necesidades del paciente con los más académicos cánones de la gestión clínica.

Algunos artículos de interés:

Impacto del ruido en los hospitales

Horarios de visita flexibles en UCI

Las expectativas de los pacientes

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