Déjame llorar

Hace tanto tiempo que cangrejito empezó la guardería con la edad de cangrejín, que he tenido que esforzarme por recordar aquellos primeros días.

Ambos han llevado un patrón similar, los primeros días lloraban cuando se quedaban pero después se les pasaba y jugaban el resto del tiempo.

En realidad los niños se acostumbran enseguida, creo que el problema lo tenemos los padres, nos cuesta más que a ellos lo de la separación, bueno, no todos los padres o madres. Grados de dependencia hay tantos como padres y madres.

Es normal que el niño llore cuando se queda en el cole, es su forma de reclamar tu atención, de retenerte a su lado, pero se le va a pasar enseguida, en cuanto haya algo que atraiga su atención.

Estos días estoy viendo todo tipo de padres, madres e incluso abuelos. Están los que no hacen más que recalcar a los demás que su pequeño no llora, mira que mayor y que fuerte y que maravilloso que es.

Están los que no le dan tiempo al niño ni a entrar en el aula, cuando se han dado cuenta ya no están los padres, y a llorar. Están las que se van y vuelven varias veces para mirar por la ventana si su peque está llorando, lo que aún hace que lloren más.

A ningún padre le gusta ver llorar a su hijo, pero creo que porque llore un poco al principio no pasa nada, tienen que adaptarse a la nueva situación y el llanto es su forma de asimilar su frustración, sus miedos.

No lo sé, no soy psicólogo infantil ni nada de eso, pero me da la sensación de que cuanto antes se adapte el padre/madre antes se adapta el niño.

¡tomaros algo hombre ya!

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¿Alquilar o comprar una vivienda?

En este post os voy a contar mi experiencia cuando salí del hogar de mis padres y me independicé junto a mi mujer y mi hija. Como os he contado en varias ocasiones, estuvimos casi seis meses desde que naciera el bebé sin vivir juntos y era un tema que a mi me chocaba mucho. Ellas venían el fin de semana a pasarlo en casa pero el domingo era el día más triste porque sabía que se tendrían que ir y no volvería a compartir mis noches con ellas hasta la semana siguiente. Cobraba unos 470 euros y no estábamos para buscarnos nada de alquiler pero en octubre todo cambió. Me subieron la jornada, pasé a cobrar 800 euros y, aunque íbamos a estar muy apretados, empezamos la búsqueda de nuestro hogar.

La búsqueda no fue sencilla ya que buscábamos algo barato, que estuviese bien, por nuestra zona de siempre y, a poder ser, que tuviera ascensor. Buscando dimos con un piso ideal, cumplía todos nuestros requisitos y más, contaba con garaje, y llamamos. El señor nos dijo que estaba pintando la casa ahora que se había ido el anterior inquilino (se había ido al otro mundo) y que la veríamos la semana siguiente. Así fue, pero nos dijo que tenía el piso medio apalabrado ya, que la otra persona quería ver si le cabía su coche en la plaza de garaje para quedárselo. ¿Para qué me haces venir entonces hijo mío? Lo mejor es que cuando mi mujer llamó le dijo que había sido muy rápida, que acababa de poner el anuncio y había sido la primera. Obviamente se lo dijimos y nos contó que la otra persona había insistido mucho para que se lo enseñara tal y como estaba, que trabajaba cerca y le venía estupendo. Así que tras esta mala experiencia, volvimos a nuestra búsqueda.

Siempre fuimos rehuyendo a las inmobiliarias así que me metí en Milanuncios, que también está llena de inmobiliarias pero algo se puede sacar. Ahora viene el plato fuerte, vi un par de casas por el centro a buen precio y llamé. Resulta que eran de la misma chica, uno de ellos lo tenía puesto por inmobiliaria también, aparte de venderlo ella por otro lado, así que nos encajamos 2 familias viendo la misma casa. Aquello podía ser como mi actual salón, una casa totalmente comprimida en un patio de vecinos antiguo que podía caerse en cualquier momento. Un peste a humedad que tiraba para atrás, y todavía la dueña decía que ahí no había humedades (¿Qué no? Madre mía te digo yo a ti que sí). La otra familia tenía un hijo en silla de ruedas y buscaban eso, una casa baja, así que por nosotros era toda suya. Nos propuso ir a ver la otra casa que tenía que estaba una calle más al lado y allá que fuimos. Durante todo el camino esta muchacha nos fue dando una turra monumental y es que no había un Dios que la hiciera callar. Al llegar a la otra casa era lo más cutre que había visto en mi vida, tenía los muebles de mimbre, incluidos los sofás. Vimos aquella casa con caras de circunstancia preguntándonos dónde coño nos habíamos metido y con ganas de salir corriendo. Así que le dijimos que nos lo pensaríamos y tras darnos otra media hora de charla pudimos marcharnos.

Viendo tal panorama, empezamos a ampliar la búsqueda y ya nos daba igual que fueran de inmobiliarias, aunque fue un poco cansino el tema. Finalmente, mi cuñada nos dijo que su primo acababa de poner en alquiler una casa, que la tenía a 400 pero que nos la dejaba a 350 y estaba muy cerca de la casa de mis padres. Fuimos a verla y nos encantó, una casa con una terraza abajo, un patio, dos cuartos de baño, todo estupendo. Además por ser el cuñado de su prima no nos quiso coger fianza ni nada y se portó bastante bien. Estuvimos allí bien, si que había algo de humedad en la casa pero era lo mejor que habíamos encontrado y era una gran oportunidad. El caso es que casi medio sueldo se iba en pagar la casa y estábamos muy ahogados, a eso había que sumarle luz y agua y que teníamos un bebé bastante tragón.

Esto, unido a las constantes advertencias de mi jefe (ya exjefe) de que la página iba mal y que quizás tendría que bajarme otra vez la jornada nos hizo replantearnos las cosas. Yo soy del banco ING y todo lo veo y lo hago por la aplicación. Un día me da por ver que me tienen una hipoteca preconcedida de hasta 72.000 euros, que lo podía poner a pagar en 40 años y se me quedaba una cuota de algo más de 150 euros. Era el momento, lo vimos claro y nos pusimos a buscar casa. A finales del año pasado nos compramos nuestro hogar con el que estamos muy contento y que pensamos ir arreglando a nuestro gusto poco a poco, en la medida que nos deje nuestra economía.

Siempre había escuchado eso de no te compres un piso que luego eso te ata , tal y cual pero la verdad que vivo el momento y el presente. Ahora que estoy en el paro si que me planteo irme fuera si sale un trabajo, pero con dejar la casa en alquiler está todo más que solucionado. En el momento s
olo miré la diferencia que iba a pagar entre estar de alquiler y lo que pagaría en una casa propia, así que nos tiramos a la piscina. Muchos te dicen te vas a hipotecar toda la vida, 40 años son muchos, toda la vida pagando casa. Bueno, ¿Y qué? Lo puse a 40 porque a 50 no me dejaban, lo único que quería era pagar poco por mi hogar y así lo he conseguido. El resto ya es asunto nuestro, pero siempre sale algún opinólogo

Esta es mi experiencia en el alquiler y en la compra de un piso, cada uno mirará por sus intereses y de acuerdo con su situación pero si lo que buscas es pagar poco y tienes la oportunidad, siempre optaría por la compra y no por un alquiler que siempre cae en saco roto. Podéis dejarme vuestras experiencias, ¿Vivís de alquiler o estáis hipotecados? Todo lo que quieras lo puedes dejar abajo en comentarios.

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LA PUERTA VIOLETA DE ROZALÉN

En estos tiempos de Malumas y machotes que arrasan entre las adolescentes, de divas que en vez de cantar parecen gritar desesperadas al amor romántico, escuchar a Rozalén supone abrir una puerta a otra manera de mirar y entender el mundo. Estamos tan necesitados de voces femeninas que en cualquier ámbito de la cultura aporten su visión de la vida y sus compromisos que escuchar el último trabajo de esta hija de un «amor prohibido» es como si nos recargáramos con las vitaminas necesarias para afrontar un otoño en el que quien más y quien menos sueña con volver a los diecisiete.
Rozalén es de esas artistas que piano piano se ha ido metiendo en las casas y en las vidas de muchas y de muchos que buscamos letras en las que reconocernos, músicas con las que sentir que pese a todo la vida es un milagro y presencias que nos recuerden la diferencia entre lo urgente y lo importante. Sin recurrir a ninguna estridencia y haciendo del trabajo honesto y la complicidad creativa sus mejores armas, la autora de joyitas como Berlín ha sabido retomar nuestra mejor tradición de canción «de autor» (y de autora, menos mal) y le ha puesto las adecuadas gotas de su entusiasmo de mujer empoderada. Todo ello sin olvidar, como demuestra cada vez que se sube a un escenario, que ante todo es una comunicadora y que la música, al fin, no es sino una forma más, tal vez de las más inteligentes y sanadoras, de acariciar al respetable.
Esperábamos con ansia su nuevo disco y ya desde el verano llevábamos unos meses bailando ese himno al optimismo y a la rebelión contra la idiotez que son sus Girasoles (https://www.youtube.com/watch?v=0228mfBzZEk ) A muchos nos parecía que el 15 de septiembre no llegaba nunca. Y llegó finalmente, y con él otro regalo que nos demuestra que el poderío no es otra cosa que la posibilidad de desarrollar al máximo las capacidades vitales y de ponerlas en relación, enredarlas, con las de otros y otras. Porque ese es de nuevo el milagro que consigue María con Cuando el río suena: dejar en el aire los puntos suspensivos del refrán para que nosotros los llenemos con las emociones que nos provocan sus canciones. Basta con abrir la puerta violeta que nos encontramos al quitar el envoltorio del regalo, para comprobar que lo que tenemos para nuestro disfrute es una suma de jirones de piel, de memorias resucitadas y de amores que se resisten a ser tóxicos. La mejor miel para curar los resfriados que no saben de recetas.
Rozalén nos vuelve a demostrar que canta desde sus convicciones más hondas, pero sin necesidad de convertir los versos en eslóganes que riman. Es fácil detectar en sus creaciones el hilo de una bruja que se resiste a ser quemada en la hoguera, la genealogía que la une a millones de mujeres que no pudieron tener voz, la presencia activa de un feminismo que ella asume desde la normalidad que implica considerarlo inseparable de la democracia. Además, en un país tan desmemoriado como éste, la autora que nació el mismo año que triunfaba La puerta de Alcalá nos deja heridos con la historia de Justo, se atreve a meterse en los laberintos emocionales de un País Vasco en el que durante tantos años las patrias se superpusieron a los seres humanos, y hasta nos recuerda cómo ella misma es el producto de una rebelión amorosa contra el orden establecido.
Cuando el río suena es mitad biografía, mitad ventana. Una puerta que se abre para superar los miedos y los dolores, una pista de baile en la que ya no baila la mujer objeto, un poema de Violeta Parra con el que todas y todos nos hacemos enredadera. Músicas de mujeres que al fin se reconocen en el espejo y arco iris de Madre Tierra que no deja de darle tirones de oreja a un hombre que parece empeñado en prorrogar la violencia sobre sus dominios. Una fiesta de gente buena y danzarina en la que es fácil darse cuenta que necesitamos de hadas como Rozalén para darle una vuelta a este mundo que está pidiendo a gritos una revolución violeta.
Video de La puerta violeta: https://www.youtube.com/watch?v=q4oDFPakVBg

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CLND 040 Volvemos de las vacaciones!

¡Volvemos! Tras unas cuantas semanas sin tiempo para grabar, volvemos. Eso si, volvemos pero grabando en el coche porque seguimos sin tener tiempo de grabar. Este audio esta grabado con un iring y la app standard de un android de grabación de sonido, mientras los niños duermen en el camino de vuelta del camping Verneda….

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Si dejas llorar a tu bebé podrías dañar su cerebro

El llanto del bebé es la primera cosa que moviliza a cualquier padre para tomar acción, pero existen estrategias como el método Ferber que anima a dejarlo llorar para enseñarle a dormir solo. Sin embargo, especialistas de la Universidad de Munich señalan que esto podría afectar a su desarrollo cerebral y generar desordenes emocionales.
Muchos libros de crianza hablan del “llanto controlado” como pilar del aprendizaje de los infantes y seguramente más de uno, después de tantas noches sin dormir, se ha sentido tentado de ponerlo en práctica o simplemente ha probado una vez “a ver qué pasa”, pero los recientes estudios que utilizan escaneos del cerebro, demuestran que es más arriesgado de lo que creemos. Seguir leyendo
Nota publicada originalmente en BabyCenter en Español el 2 de agosto de 2017 https://espanol.babycenter.com/blog/mamas/dejar-llorar-al-bebe-dana-su-cerebro/
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Falkons&co | Planeta de Agostini

Después de todo un verano de parón en los vídeos de cangrejito en su canal de YouTube CangreUniverse, ha llegado el momento de volver.

Y que mejor forma de hacerlo que volando alto con la nueva colección de Animales&co de Planeta de Agostini, Falkons&co,

Reconozco que esta es una de las que tenía ganas de ver, ya que son animales que me atraen  mucho. La colección en sí es al más puro estilo animales&co, blanditas, realistas y con un montón de detalles.

Después del vídeo de BubbleFrogs pensé que igual cambiaba algo, pero no, de momento todo sigue igual, y ese cambio que se produjo en esa colección no sé si será puntual, ya que aquí vamos por detrás en las colecciones.

La cuestión es que hemos pasado otro buen rato abriendo sobres, espero que os guste el vídeo y le dejéis un like.


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Pequejornadas en Cinco Reinos (Zaragoza)

Cuando configuré por primera vez este blog, aún sin dominio propio, allá por finales de 2013, no esperaba hacer tantas cosas como estoy haciendo. Uno de los muchos ejemplos son las Pequejornadas Cinco Reinos. En este post contamos en qué consisten las Pequejornadas, y una crónica de las primeras ediciones. ¿Qué es eso de las… Continue reading →

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LOS PANTALONES DE JUAN Y MEDIO

Siempre que se plantean dudas sobre si una determinada situación resulta denigrante o humillante para las mujeres, propongo que hagamos la prueba de situar en ese mismo contexto a un varón. Si en ese caso la situación nos resulta chocante, o ridícula, o incluso imposible en la práctica, será porque nos encontramos ante un evidente desequilibrio desde el punto de vista del género. Es la prueba que podríamos hacer con una gran mayoría de anuncios que vemos todos los días, o con las letras de las canciones que escuchan los y las adolescentes, o con buena parte de los comportamientos con los que muchos hombres tratan de demostrar que están por encima de las mujeres. Por lo tanto, si a ustedes les ha costado imaginar que en el programa de por las tardes de Canal Sur una presentadora cogiera unas tijeras y le cortara a Juan y Medio los pantalones hasta que le viéramos los calzoncillos, tenemos la prueba irrefutable de que lo que ocurrió hace unos días ante miles de espectadores fue un vergonzoso e indecente numerito mediante el que el presentador mimado de la cadena andaluza quiso demostrarnos una vez más que él está ahí porque lo vale y, sobre todo y ante todo, porque es hombre. Lo cual implica, según machistas como él, tener la capacidad y la oportunidad de someter a tratos humillantes a sus compañeras, cosificarlas con el objetivo de hacer unas risas y, además, ante las críticas, sentirse halagado por sentirse protagonista rutilante de los espacios que siempre han sido nuestros.
La impresentable actuación de este individuo, que por cierto lleva años haciendo programas de dudoso gusto que pagamos entre todos y todas, ha provocado la apertura de un expediente por parte del Consejo Audiovisual de Andalucía y, lamentablemente, muchos silencios, no sé si cómplices, entre quienes deberían haber sido los primeros y las primeras en manifestar que un señor que se permite esos lujos no es digno de estar en una cadena pública. Espero que el expediente no quede en una mera reprimenda, lo cual no haría sino avalar a quienes piensan que estamos exagerando con el asunto. Algo que es fácil de desmontar si tenemos en cuenta que ese momento televisivo forma parte de una larga cadena de actitudes, comportamientos y manifestaciones que todos los días nos demuestran que vivimos un mundo tremendamente desigual, en el que las mujeres son fácilmente convertibles en objetos y en el que nosotros nos seguimos creyendo con el derecho a usarlas y en el mejor de los casos a mantenerlas en un lugar accesorio. Lo terrible del numerito de la falda, al que podríamos usar otras muchas barbaridades que en estos años hemos podido ver en programas que capitanea el señor Y Medio, es que nos muestra cómo incluso en una televisión pública seguimos encontrando el rastro de un machismo rancio y que tan terribles consecuencias continúa hoy provocando en la autonomía de nuestras compañeras. Es justamente la suma de todas esas pequeñas violencias y discriminaciones, humillaciones y tratos vejatorios, la que genera un caldo de cultivo que alimenta un orden, el patriarcal, y la cultura que lo sostiene.
De ahí que sea tan importante y urgente que las instituciones y la sociedad en su conjunto no dejemos pasar ni una, que estemos alerta ante cualquier actuación que nos devuelva a la caverna y que exijamos de nuestros representantes una respuesta en consecuencia. Solo así podremos ir desterrando de nuestros procesos de socialización cualquier atisbo de supremacía masculina y solo así podremos poner las bases para construir una democracia donde mujeres y hombres seamos realmente equivalentes. Algo para lo que efectivamente necesitamos leyes y políticas públicas, pero también y sobre todo un compromiso férreo con el objetivo de desmontar un modelo de sociedad en el que sobran Juanes y Medios y en el que tanto faltan todavía mujeres empoderadas. Un concepto que, por favor, no confundamos, con el poderío que cada sábado demuestra en Canal Sur la incombustible María del Monte.
PUBLICADO EN DIARIO CÓRDOBA, 18-9-2017:
http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/pantalones-juan-medio_1172287.html
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Nueve verdades y una mentira

Hace poco tiempo en redes sociales comenzó una tendencia en donde se mostraba una lista de nueve verdades y una mentira y los amigos trataban de adivinar justamente cuál de estas afirmaciones no era verdad. Usaré esta moda como una especie de confesionario de mi vida como papá. Sé que no me van a juzgar […]

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Primer día de Guardería

Esta semana es rara en general, es el primer lunes que no voy a trabajar después de un año y medio y ya empezaba el día con una extraña sensación. Por otro lado, era el momento de que mi niña fuera a la guardería por primera vez, así que íbamos a estar una hora solos como hacía 17 meses que no estábamos. Así que el día apuntaba maneras y a continuación os contaré como ha ido todo.

En cuanto a mi extraña sensación de no ir a trabajar se ha ido diluyendo poco a poco. La verdad que el que te avisen con 15 días de antelación te ayuda a hacerte a la idea y el viernes fue mi último día en el trabajo. Hoy tenía cita en el paro a las 12:30, así que como la niña solo tenía la adaptación en la guardería hemos esperado a que saliera para luego ir yo a la Oficina de Empleo. Nos hemos levantado temprano, la niña y la madre más que yo todo sea dicho, le hemos dado el desayuno y nos hemos vestido todos para el primer gran día.
Hemos llegado a la guardería sobre las 10:15 y ha venido la que será su maestra a la puerta a recibirla. Parecía que iba a salir corriendo en dirección puesta pero cuando la señorita le ha dicho que entrara a jugar con los nenes le ha echado los brazos y se ha ido con ella. Le hemos dicho adiós y ella se ha quedado tan conforme, incluso al irnos hemos pasado por una ventana en la que, al asomarnos, la hemos visto señalando a los niños mayores y contenta. Al ser solo 1 hora la adaptación hemos ido al Mercadona que está cerca para comprarle su gel de ducha, un potito y algo de carne para comer hoy. Como nos ha sobrado tiempo hemos acabado en un bar desayunando (el riquísimo desayuno lo podéis ver en el Instagram de Lidita Swan, también podéis seguirla a ella y a mi en Papá Gades) para reponer fuerzas. Mientras desayunábamos me decía mi mujer: «Ahora tienes que tener siempre el móvil con sonido por si nos llaman de la guardería». Sabe que siempre lo tengo en vibración y de ahí su advertencia.
Una vez hemos acabado, serían sobre las 11:00, hemos emprendido el camino de vuelta e íbamos a esperar ese cuarto de hora que nos quedaba cerca de la guardería. No hizo falta, a los segundos suena mi teléfono, era la maestra de la niña para comunicarme que estaba llamando a mi mujer (sí, la que minutos antes me decía que tuviera el móvil con sonido lo tenía en silencio) y no se lo cogía. La niña estaba llorando mucho y para 10 minutos que le quedaban que mejor fuésemos a recogerla ya. Así que un minuto después estábamos en la puerta de la guardería y ella venía en brazos de la señorita llorando. 
Nos comentó que entró muy bien, que ha estado viéndolo todo, señalando y que le recogía los juguetes  a los niños que están aún en el carrito y los tiraban. Todo iba bien hasta que ha echado en falta a mamá y ya no hacía más que llorar. Nos ha recomendado empezar con una adaptación más corta y que en vez de una hora vaya media y progresivamente ir subiendo. Así que mañana estará solo media horita en la guardería y esperemos que no entre llorando, que tiene toda la pinta al saber ya donde va. Hemos ido a casa de mi madre que está al lado y habíamos aparcado cerca y en el camino aún lloraba y solo quería estar en brazos de mamá. Al rato ya se le ha pasado y ha empezado a jugar con todo en casa de la abuela. Ha salido tan cansada que al dar dos vueltas en el coche para ir al paro ya se había dormido. 
Así que el primer día de guardería ha acabado un poco mal, esperemos que con el tiempo se vaya acostumbrando y quiera ir a la guarde feliz y contenta. Mi cuñada, que es profesora de infantil, siempre nos avisó de que el primer día no suelen llorar y que el segundo sí porque ya saben donde van. Así que esperemos que mañana no monte un numerito en la puerta, porque ella es de buenos pulmones y no se cansa pronto de llorar. Seguiremos informando, ¡Saludos!
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Los niños en la sociedad de consumo: ellos son el producto | Vídeo

¿Sabíais que al menos hasta los 3 años de edad los niños no distinguen realmente lo que es un anuncio del resto del contenido que ven por la tele?, ¿y que al menos hasta tener 8 años creen que los anuncios que ven son esfuerzos bienintencionados que están orientados a ayudar a los espectadores? Cuando …

El artículo Los niños en la sociedad de consumo: ellos son el producto | Vídeo se publicó originalmente en Psicólogo Valencia, Alberto Soler · Consulta y psicoterapia Online.

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Anecdotario. Más anécdotas, más graciosas.

LA PIZZA

 Hace ya unos meses íbamos a dormir en casa de la yaya y para cenar no había nada así que decidí ir a comprar una pizza de esas congeladas. Y allí que fuimos el peque y yo al súper a comprarla. Me acerco a la zona de congelados, cojo la pizza y en cuanto el Pequeño Cavernícola la ve dice "pizza, pizza, mmmm". De ahí hasta casa de la yaya fue todo el camino llevando la pizza,

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Blipreseña: VIRUS!

Mi blip-reseña del juego de cartas VIRUS!, un juego de mesa divertido y contagioso publicado por Tranjis Games. ¡ACHÚÚÚ! Cómpralo en tu tienda favorita, pero si no te pilla cerca, hazlo con este link de Amazon y colaborarás con mi plan de dominación mundial. ¡Y recuerda suscribirte a mi canal!

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¿Cuál ha sido tu mejor y peor momento durante el parto?

Hace unos meses, leí estas preguntas en una página de maternidad, donde algunas mujeres contaban su experiencia durante el parto, aquí yo comparto la mía con la intención de darles a conocer mi grata experiencia y lo bonito que fue el parto para mí. Y para las primerizas, que desconocen cómo será ese día, sea como sea les aseguro que será un momento mágico.Durante mi embarazo cambié de ginecólogo, el primero que me vio, me dijo que mi fecha probable de parto era para el 9 de febrero, mi 2do.

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Nos vamos a Canadá: Etapa 1 ¡Montreal!

Montreal mola trillones de kilates, eso es así. Si a alguien se le ocurre hablar mal de esta metrópoli lo tendría que matar tres o cuatro veces, así que no os la juguéis…

Os adelanto que, tras escribir el post completo de esta ciudad, me salió un churro infumable así que haré como Jack el Destripador, iré por partes. Así pues aquí voy con la primera de dos.

La ciudad más poblada de la región de Quebec es una urbe fascinante con multitud de posibilidades que cubrirán las necesidades de los viajeros más variopintos: Mont-Royal, que da nombre a la ciudad, saciará la necesidad de naturaleza que tengan los espíritus libres, el Downtown satisface las expectativas que puedan tener los urbanitas más fieles y Old Montreal y el puerto del río San Lorenzo ofrecen arte y entretenimiento para todas las edades.


Toda la provincia es francófona, pero si no hablas francés no te agobies… los tipos que viven por allí son gente con estudios y también hablan inglés de manera habitual.

Existen alojamientos para todos los bolsillos, si bien debo decir que hacer noche en Canadá es un poco más caro de lo que puede ser en España. Nosotros estuvimos alojados en el Courtyard Downtown Montreal de la cadena Marriott y sinceramente fue nuestro alojamiento más guapo del viaje. Se encuentra ubicado en pleno skyline de Montreal y desde allí podréis acceder al viejo Montreal y al puerto tan solo caminando 15 minutos.

En nuestro primer día, tras dejar las maletas en el hotel, y con el jet lag instalado en nuestros biorritmos, decidimos dar un paseo desde el hotel hasta el puerto, pasando por el Vieux Montreal. De camino al río pasareis por la basílica de Notre-Dame, construida imitando a la catedral parisina y de visita obligada tanto por fuera como por dentro. Siguiendo en dirección al puerto os cruzareis con la Rue Saint Paul, principal arteria del viejo Montreal llena de comercios para todos los gustos y bolsillos, restaurantes y ambiente.


En el restaurante aproveché para pedir el plato típico de Montreal: la Poutine, una bomba calórica confeccionada a base de patatas fritas, trozos de queso semifundido y salsa de carne. A prueba de los estómagos más atrevidos.

Esto es todo por hoy, no quiero saturaros, en el próximo post os contaré qué hicimos en segundo y tercer día en Montreal. 
¿No os leísteis los preparativos del viaje? Pincha aqui para pegarles un vistazo.
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VERANO 1993: LA MIRADA DE CARLA

Quienes llevamos mucho tiempo trabajando personal y profesionalmente sobre la igualdad de género, y por supuesto quienes estamos convencidos de que la revolución pendiente de esta sociedad será feminista o no será, hace tiempo que tuvimos claro que la cultura es uno de los pilares desde los que el patriarcado más se atrinchera en sus postulados. Y cuando hablo de cultura me refiero, en un sentido amplio, a todos los relatos y narraciones que desde la creatividad del o de la artista generan un imaginario colectivo, nos sirven para interpretar el mundo y a nosotros mismos, hacen que seamos conscientes de la realidad en la que vivimos. Unos relatos que todavía hoy siguen dominados mayoritariamente no solo por sujetos masculinos sino también por un lenguaje, unos códigos y unos esquemas interpretativos androcéntricos y ajustados a nuestra mirada privilegiada. Justamente por eso, si realmente queremos avanzar hacia sociedades más igualitarias, es tan necesario que haya más mujeres participando de esas narraciones y que, con ellas, seamos capaces de introducir en nuestros órdenes mental y emocional otra escala de valores, otros itinerarios, otras palabras. Y no porque ellas sean ni mejores ni peores que nosotros, sino simplemente porque su experiencia vital, sus compromisos y sus horizontes son necesariamente distintos desde el momento en que el sistema sexo/género las ha colocado social y culturalmente en una determinada posición que poco o nada tiene que ver con la nuestra.
Por todo ello, y no simplemente por una cuestión numérica (que también), necesitamos por ejemplo que cada vez haya más películas hechas por mujeres, que sean capaces de contarnos la realidad desde otra perspectiva y que nos permitan superar los esquemas de la masculinidad hegemónica. Un reto que será esencial por ejemplo en la transformación de unos varones que necesitamos urgentemente superar los lastres del macho dominante. Es justamente esa mirada alternativa, disidente incluso, la que he encontrado y disfrutado en la bellísima Verano 1993. Estoy convencido de que si hubiera habido un hombre detrás de la cámara la historia habría sido otra, no digo que ni mejor ni peor, pero sí distinta. Y como efectivamente la historia del cine está llena de historias contadas por hombres y desde nuestra perspectiva, es tan necesario y revitalizante que nos encontremos con miradas como la de Carla Simón.
Verano 1993 es una de esas películas que, frente a lo que solemos ver habitualmente en el cine, al menos en el más exitoso y comercial, nos ofrece un paseo hondo y emocionante por eso que la profesora Laura Mora denomina “el orden amoroso de la vida”.  Con lo tremendamente complejo que debe ser hacer una película sobre la infancia y mucho más trabajar con niños y niñas, la directora consigue el milagro de hacer que las dos protagonistas (inmensas Paula Robles y Laia Artigas) nos transmitan todas las tensiones emocionales que se están viviendo en un contexto donde de repente ambas tienen que reorganizar sus vidas y en el que sobre todo Frida (con esos ojos de Laia Artigas que bien podrían ser los de la Ana Torrent de El espíritu de la colmena) ha de entender, o asumir al menos, lo que significa la muerte. Verano 1993, en su aparente sencillez, es una complejísima película porque nos habla, partiendo además de propia experiencia autobiográfica de la directora, de muchísimas cosas, todas ellas cruciales en la vida de cualquier persona. La película nos habla del duelo, de la familia, de los imbricados mecanismos emocionales que se ponen en juego cuando una niña es adoptada, del papel de entorno (familiar y social) en la definición de nuestra personalidad, de la necesidad o no de creer en algo para superar los miedos. Porque también Verano 1993 nos habla de nuestros miedos – del miedo a la muerte, a la soledad, a crecer, a no tener respuesta, a no sentirte querido – y muy especialmente de los que pueblan nuestra infancia.
Con uno de los más hermosos finales que recuerdo en el reciente cine español, el largometraje de Carla Simón da voz y rostro a quienes habitualmente no lo suelen tener, al menos de manera protagonista, en las películas. Teje una compleja trama de emociones y sentimientos sin necesidad de contar grandes hazañas ni de mostrar heroísmos masculinos, y por supuesto sin caer en sentimentalismos “femeninos”. Incluso se atreve a mostrarnos a través del personaje de David Verdaguer lo que podría ser el referente de otro modelo de masculinidad, alejado de la “diligencia del buen padre de familia” y más cercano a la paternidad presente y entrañable que bien puede ser un primer paso para superar al patriarca que todos llevamos dentro. Por todo ello, y por la belleza que nos ofrecen sus imágenes, por esa Madre Naturaleza que es también parte del relato, por ese bosque que parece interpelar a nuestro corazón de urbanitas con un guiño ecofeminista, Verano 1993 se merece todos los premios. Y no solo porque sea una buena película, que lo es, sino porque nos demuestra que la ternura puede ser una herramienta de transformación política y porque hace que el espectador se reconcilie con lo que de verdad nos hace partícipes de una igual humanidad: nuestra frágil vulnerabilidad y el potencial de las emociones cuidadoras como única salida para salvarnos de los miedos.
PUBLICADO EN TRIBUNA FEMINISTA, 17-9-2017:
http://www.tribunafeminista.org/2017/09/verano-1993-la-mirada-de-carla/
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Operación Dejar de Fumar III

Es domingo y toca narrar como ha ido la semana con la Operación Dejar de Fumar. Es la tercera entrega y si aún no has leído las demás te la dejo por aquí: Operación Dejar de Fumar I y Operación Dejar de Fumar II. Como os conté la semana pasada, la cosa no fue nada bien ya que tenía la tentación en mi compi de trabajo, al cual tenía que ver fumar en nuestros habituales descansos. Esto, junto a otros motivos, me hicieron recaer en el tabaco de forma esporádica.

Si la semana pasada tuve dos pequeños resbalones, en esta directamente me resbalé y me quedé en el suelo. El domingo me lo pasé sin fumar pero el mismo lunes decidí comprar un paquete de tabaco, fumar en los momentos claves y ya volver a retomar el reto decentemente cuando dejara de trabajar. Lo que no quería hacer lo hice, la presión pudo conmigo y no fui capaz de resistirme a la tentación. La verdad que no he ido fumando mucho, pero tampoco es un logro porque habitualmente no lo hacía. Así que este será el capítulo del fracaso de la Operación Dejar de fumar.

¿Con esto se acaba todo? Pues no. Tengo decidido acabar con el tabaco y lo haré, así que ya sin excusas el lunes comenzaré de nuevo, con más ganas, más ilusión y sabiendo donde han estado mis fallos en este primer ensayo. Se viene una época dura pero estoy convencido de que lo conseguiré. Me jode más que a nadie haber recaído de esta forma, fumarte un cigarro de ve en cuando era una cosa y haber comprado tabaco ya ha sido un paso más allá. No seguiré revolcándome en la mierda, pero realmente esta semana merezco el desprecio más absoluto.

La pobre aplicación que uso para dejar de fumar estará loca porque no paro de reiniciar la fecha de mi último cigarro y ya me cuenta logros que no tengo como «5 Días sin fumar», hija será en tu tierra porque aquí no hace ni 5 minutos. El caso es que también tendré que ver como lo hago con ella, no es su culpa sino la mía por subnormal y pesado.

Así que vamos a retroceder dos capítulos, vamos a volver a los inicios y empezamos una nueva primera semana. No lo veré como unos pasos atrás, siempre recordaré estas dos semanas como la prueba inicial. Antes de todo gran invento han habido pruebas fallidas y estas son las mías. Volveremos con ganas y espero la semana que viene poder contaros mi primera semana sin nicotina, esta vez de verdad, sin cigarritos de por medio.

Como siempre os digo, no seáis muy crueles conmigo, soy un novato en esto de dejar de fumar, llevo la L. Si queréis dejarme algunos consejos, truquillos o demás lo podéis hacer en los comentarios y me seréis de gran utilidad. Sin más, os dejo con la promesa de que lo conseguiré y que vosotros lo veréis (o leeréis). He dicho.

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