¿Alto riesgo y criaturas?

¿Montañismo? ¿Alpinismo? ¿Salto base? Deportes y actividades de riesgo, o directamente, extremos… ¿Sería algo que haríais, teniendo ya una familia a vuestro cargo?

A raíz de uno de los últimos accidentes lamentablemente ocurridos en alta montaña, en el K2, por la expedición comandada por el alpinista chileno Juan Pablo Mohr, desaparecido desde hace ya más de una semana junto a dos compañeros (todos ellos padres), queremos hacernos eco y traer una reflexión, que aunque sabemos que no hay respuestas únicas y claras, (o quizás sí), sí vemos interesante para poner esta cuestión de nuevo sobre la mesa.

Ser felices haciendo lo que nos gusta está muy bien, pero ¿hay que poner un límite? ¿Os habéis planteado alguna vez a qué estaríais dispuestos a renunciar, a dejar, por vuestros hijos e hijas? ¿Habéis hecho ya esas renuncias? ¿Ser un hobby o una profesión, es una frontera diferencial a tener en cuenta?

Es más… ¿Hay alguna frontera, acaso? ¿Tenéis clara la vuestra? ¿Se puede culpabilizar, o siquiera juzgar a alguien, por tomar semejantes decisiones? ¿Cuánto riesgo es aceptable?

Nos encantaría conocer vuestras opiniones al respecto para ir comentándolas a lo largo de toda esta semana, y desde aquí, deseamos con todas nuestras fuerzas que este último percance finalice de la mejor de las formas posibles, aunque sea con un milagro sobre la bocina.

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