No la cambia por otra
¿Y ahora qué le digo yo a mis hijos?
Dicen que para afirmar algo debes creer en ello, pues si no nunca tendrás credibilidad: a ver cómo le explico yo a mis hijos que la policía está para defender a las personas buenas.
De momento, para estar en paz conmigo mismo, he firmado pidiendo la dimisión del (Sr.) Puig.
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Dicen que para afirmar algo debes creer en ello, pues si no nunca tendrás credibilidad: a ver cómo le explico yo a mis hijos que la policía está para defender a las personas buenas.
De momento, para estar en paz conmigo mismo, he firmado pidiendo la dimisión del (Sr.) Puig.
Sigue leyendo ->Las infusiones pueden ser peligrosas para los bebés (II)
Hace unos días hablamos de lo peligrosas que pueden llegar a ser las infusiones para los bebés, ya que se desconoce la dosificación e incluso los efectos que pueden llegar a tener (además de otras razones).
Para solucionar el tema de las dosis algunas casas comerciales cuentan con infusiones instantáneas para bebés que vienen preparadas para mezclarlas con agua cuya misión es la de ayudar en la digestión o el sueño de los pequeños.
Es cierto que el problema de la dosificación se resuelve, sin embargo estas infusiones no se recomiendan pues son en esencia azúcar y poco más.
Si miramos la composición de estos preparados vemos que aproximadamente el 92% de su contenido es dextrosa, que es glucosa en polvo o en otras palabras, azúcar. Es decir, que la mayor parte de los preparados es azúcar, y “a precio de oro”.
Hagamos algunos cálculos:
La recomendación para la preparación de estas infusiones es la siguiente:
- 0 a 2 meses: 2,5g en 50 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.
- 2-6 meses: 5g en 50 a 100 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.
- 6-12 meses: 10g en 100 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.
Suponiendo que al bebé se le ofrecen las 3 tomas diarias, un bebé de 0 a 2 meses estará tomando 150 ml de agua al día que contienen 7,5g de infusión, de los cuales 6,9g son azúcar.
Casi 7 gramos son prácticamente dos terrones de azúcar. ¿Qué sentido tiene que un bebé de menos de dos meses tome dos terrones de azúcar al día? Ninguno, por supuesto.
Un bebé de 2 a 6 meses tomará 13,8g al día (y entre 150 y 300 ml de agua) y uno de 6 a 12 meses estará tomando 27,6g de azúcar diario con 300 ml de agua.
Como hemos dicho más arriba, dar agua a los bebés hace que se les llene el estómago de algo que no es leche y esto va en detrimento de su nutrición.
Para que veáis la relevancia que esto puede llegar a tener pensad en lo importante que es, al preparar la leche artificial, que la cantidad de agua sea 30 ml por cazo. Ni 35, ni 50. Tienen que ser 30 para que la mezcla sea adecuada y no tomen más agua de la necesaria.
Si además estamos hablando de que la infusión se acaba convirtiendo en agua azucarada, peor que peor. El azúcar contiene calorías vacías (no aportan ningún nutriente) y provoca caries severas.
Hace años que se desterró la costumbre de mojar el chupete en cosas dulces para evitar caries y no interferir en la alimentación de los bebés, por ello cuesta creer que este tipo de infusiones sigan en el mercado.
Si una madre le diera a su hijo, durante un año, la cantidad que se recomienda en la etiqueta tomaría nada menos que 7,038 kg de azúcar. Teniendo en cuenta que no la necesitan para nada, 7 kg de azúcar en un año es “un poco demasiado”, como lo es el precio de semejante cantidad de azúcar (más de 300 euros).
Si realmente una madre quiere dar infusiones a su hijo (pese a que no las necesita y que, como dijimos en la entrada anterior, son peligrosas), mejor que compre infusiones normales y las haga sin azúcar.
Si lo que quiere es darle azúcar (que tampoco necesita), mejor que compre azúcar normal, que unos 7 kg de azúcar cuestan unos 7 euros.
Más información: Guía de Lactancia Materna para profesionales de la AEP (pág. 402), IHAN (pág. 21), Lactancia y Pediatría La Plata
Publicado originalmente en Bebés y más.
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Hace unos días hablamos de lo peligrosas que pueden llegar a ser las infusiones para los bebés, ya que se desconoce la dosificación e incluso los efectos que pueden llegar a tener (además de otras razones).
Para solucionar el tema de las dosis algunas casas comerciales cuentan con infusiones instantáneas para bebés que vienen preparadas para mezclarlas con agua cuya misión es la de ayudar en la digestión o el sueño de los pequeños.
Es cierto que el problema de la dosificación se resuelve, sin embargo estas infusiones no se recomiendan pues son en esencia azúcar y poco más.
Si miramos la composición de estos preparados vemos que aproximadamente el 92% de su contenido es dextrosa, que es glucosa en polvo o en otras palabras, azúcar. Es decir, que la mayor parte de los preparados es azúcar, y “a precio de oro”.
Hagamos algunos cálculos:
La recomendación para la preparación de estas infusiones es la siguiente:
- 0 a 2 meses: 2,5g en 50 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.
- 2-6 meses: 5g en 50 a 100 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.
- 6-12 meses: 10g en 100 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.
Suponiendo que al bebé se le ofrecen las 3 tomas diarias, un bebé de 0 a 2 meses estará tomando 150 ml de agua al día que contienen 7,5g de infusión, de los cuales 6,9g son azúcar.
Casi 7 gramos son prácticamente dos terrones de azúcar. ¿Qué sentido tiene que un bebé de menos de dos meses tome dos terrones de azúcar al día? Ninguno, por supuesto.
Un bebé de 2 a 6 meses tomará 13,8g al día (y entre 150 y 300 ml de agua) y uno de 6 a 12 meses estará tomando 27,6g de azúcar diario con 300 ml de agua.
Como hemos dicho más arriba, dar agua a los bebés hace que se les llene el estómago de algo que no es leche y esto va en detrimento de su nutrición.
Para que veáis la relevancia que esto puede llegar a tener pensad en lo importante que es, al preparar la leche artificial, que la cantidad de agua sea 30 ml por cazo. Ni 35, ni 50. Tienen que ser 30 para que la mezcla sea adecuada y no tomen más agua de la necesaria.
Si además estamos hablando de que la infusión se acaba convirtiendo en agua azucarada, peor que peor. El azúcar contiene calorías vacías (no aportan ningún nutriente) y provoca caries severas.
Hace años que se desterró la costumbre de mojar el chupete en cosas dulces para evitar caries y no interferir en la alimentación de los bebés, por ello cuesta creer que este tipo de infusiones sigan en el mercado.
Si una madre le diera a su hijo, durante un año, la cantidad que se recomienda en la etiqueta tomaría nada menos que 7,038 kg de azúcar. Teniendo en cuenta que no la necesitan para nada, 7 kg de azúcar en un año es “un poco demasiado”, como lo es el precio de semejante cantidad de azúcar (más de 300 euros).
Si realmente una madre quiere dar infusiones a su hijo (pese a que no las necesita y que, como dijimos en la entrada anterior, son peligrosas), mejor que compre infusiones normales y las haga sin azúcar.
Si lo que quiere es darle azúcar (que tampoco necesita), mejor que compre azúcar normal, que unos 7 kg de azúcar cuestan unos 7 euros.
Más información: Guía de Lactancia Materna para profesionales de la AEP (pág. 402), IHAN (pág. 21), Lactancia y Pediatría La Plata
Publicado originalmente en Bebés y más.
Sigue leyendo ->Ser papá en el siglo XXI
Este siglo que comienza nos pone de frente una serie de retos y cambios tan rápidos y drásticos que nos obliga a la adaptación.. o por lo menos a compartir el modo en que cada quien responde a esos retos y saber cómo nos va para hacer la vida más llevadera.
En este espacio busco compartir el proceso de ser padre en este nuevo siglo.. desde tomar la decisión con mi pareja de tener hijos, hasta las pequeñas grandes cosas que sucenden en medio.
Soy un padre del siglo XXI: tuvimos problemas de fertilidad y recurrimos a soluciones puestas por los avances tecnológicos (con lo que conlleva), los dos somos profesionistas y trabajamos, somos socios en una empresa de consultoría que montamos, los dos cocinamos, lo mismo ella cuelga un cuadro con taladro como yo lavo los platos, compartimos todo y seguimos siendo mejores amigos después de 7 años de matrimonio.
Hoy estamos a una semana de convertirnos en padres y este espacio pretende compartir experiencias y ayudar a otras parejas a entenderse en los diferentes procesos y problemas que surgen en estos tiempos.
(inspirado en el blog de mamas & de papas en El País)
Ser papá en el siglo XXI
Este siglo que comienza nos pone de frente una serie de retos y cambios tan rápidos y drásticos que nos obliga a la adaptación.. o por lo menos a compartir el modo en que cada quien responde a esos retos y saber cómo nos va para hacer la vida más llevadera.
En este espacio busco compartir el proceso de ser padre en este nuevo siglo.. desde tomar la decisión con mi pareja de tener hijos, hasta las pequeñas grandes cosas que sucenden en medio.
Soy un padre del siglo XXI: tuvimos problemas de fertilidad y recurrimos a soluciones puestas por los avances tecnológicos (con lo que conlleva), los dos somos profesionistas y trabajamos, somos socios en una empresa de consultoría que montamos, los dos cocinamos, lo mismo ella cuelga un cuadro con taladro como yo lavo los platos, compartimos todo y seguimos siendo mejores amigos después de 7 años de matrimonio.
Hoy estamos a una semana de convertirnos en padres y este espacio pretende compartir experiencias y ayudar a otras parejas a entenderse en los diferentes procesos y problemas que surgen en estos tiempos.
(inspirado en el blog de mamas & de papas en El País)
Ayer fue su día
Ayer fue su día
Raúl empieza a "entrenar"
Raúl empieza a "entrenar"
Fechas para el recuerdo
Fechas para el recuerdo
Aprender con el ejemplo
Una frase que utilizamos mucho los padres que tenemos niños pequeños es decir de ellos que “son esponjas”, porque se empapan de todo lo que tienen a su alcance. Aunque lo sepamos y lo veamos, día a día nos sorprendemos de su capacidad de aprendizaje e imitación, y de vernos reflejados en sus gestos, sus expresiones y su manera de comportarse.
Así que ante la pregunta “¿cómo puedo enseñar a mi hij@ a …?” la mayoría de las veces se puede responder como “Hazlo tú, hazlo delante de él y hazlo con él”, lo cuál no quiere decir que sea sencillo. El ejemplo que podemos dar a nuestros hijos es básico en el aprendizaje de valores (honradez, sinceridad, coherencia …) y en el aprendizaje de conductas (ser amable, educado, cariñoso …).
Para mi, darme cuenta de ello me ha llevado a tener más cuidado en mis comportamientos, actitudes y con el lenguaje, ayudándome a crecer y a ser mejor persona; y me siento orgulloso cuando veo como Sara incorpora de manera natural pequeños gestos que me parecen valiosos: tirar las cosas a la basura, ayudar a poner la mesa, compartir, dar un beso al que llora, dar las gracias…
Por supuesto, creo que también hay que prestar atención a lo contrario, es decir, que es difícil que NO aprendan algo que nosotros hacemos mal (con el lenguaje y con los gritos, por ejemplo), o enseñarles a hacer algo que nosotros no hacemos (algo que nos pasa mucho con las comidas).
Estos dos videos cuentan de manera muy gráfica lo que he intentado transmitir: el primero de ellos, que es un poco duro, desde la cara negativa; el segundo, con un enfoque mucho más positivo, para ilusionar a los padres en esta experiencia tan maravillosa.
Aprender con el ejemplo
Una frase que utilizamos mucho los padres que tenemos niños pequeños es decir de ellos que “son esponjas”, porque se empapan de todo lo que tienen a su alcance. Aunque lo sepamos y lo veamos, día a día nos sorprendemos de su capacidad de aprendizaje e imitación, y de vernos reflejados en sus gestos, sus expresiones y su manera de comportarse.
Así que ante la pregunta “¿cómo puedo enseñar a mi hij@ a …?” la mayoría de las veces se puede responder como “Hazlo tú, hazlo delante de él y hazlo con él”, lo cuál no quiere decir que sea sencillo. El ejemplo que podemos dar a nuestros hijos es básico en el aprendizaje de valores (honradez, sinceridad, coherencia …) y en el aprendizaje de conductas (ser amable, educado, cariñoso …).
Para mi, darme cuenta de ello me ha llevado a tener más cuidado en mis comportamientos, actitudes y con el lenguaje, ayudándome a crecer y a ser mejor persona; y me siento orgulloso cuando veo como Sara incorpora de manera natural pequeños gestos que me parecen valiosos: tirar las cosas a la basura, ayudar a poner la mesa, compartir, dar un beso al que llora, dar las gracias…
Por supuesto, creo que también hay que prestar atención a lo contrario, es decir, que es difícil que NO aprendan algo que nosotros hacemos mal (con el lenguaje y con los gritos, por ejemplo), o enseñarles a hacer algo que nosotros no hacemos (algo que nos pasa mucho con las comidas).
Estos dos videos cuentan de manera muy gráfica lo que he intentado transmitir: el primero de ellos, que es un poco duro, desde la cara negativa; el segundo, con un enfoque mucho más positivo, para ilusionar a los padres en esta experiencia tan maravillosa.
¿Puedo mamá?
¿Puedo mamá?
Entrevista a Rosa Jové sobre rabietas y conflictos
Como os dije, durante el congreso de lactancia materna de Ávila tuve el honor y el placer de compartir un ratito con Rosa Jové y entrevistarla.
Tras unos cuantos problemas solventado un pequeño problema de post-producción (Aran estuvo jugando con el micro de corbata unos días antes y al parecer dejó la pila en coma), publiqué la misma hace escasos días en Bebés y más.
Os enlazo allí para que la veáis:
«Los niños no necesitan límites, sino normas y valores» – Entrevista a Rosa Jové
Sigue leyendo ->Entrevista a Rosa Jové sobre rabietas y conflictos
Como os dije, durante el congreso de lactancia materna de Ávila tuve el honor y el placer de compartir un ratito con Rosa Jové y entrevistarla.
Tras unos cuantos problemas solventado un pequeño problema de post-producción (Aran estuvo jugando con el micro de corbata unos días antes y al parecer dejó la pila en coma), publiqué la misma hace escasos días en Bebés y más.
Os enlazo allí para que la veáis:
«Los niños no necesitan límites, sino normas y valores» – Entrevista a Rosa Jové
Sigue leyendo ->Vacunado
Vacunado
Primer día de colegio (de nuevo)
Primer día de colegio (de nuevo)
Para aprender…
Para aprender…
Recordando a "Manteka"

Recordando a "Manteka"
