Uno de los momentos más especiales de todo el embarazo gemelar, es cuando te informan del sexo de lo que está por venir (aunque no todas las parejas optan por saberlo).
¡Dos niñas! se puede sustituir por ¡Dos niños! o ¡Niña y niño! según los casos… |
#papasblogueros reunidos
Uno de los momentos más especiales de todo el embarazo gemelar, es cuando te informan del sexo de lo que está por venir (aunque no todas las parejas optan por saberlo).
¡Dos niñas! se puede sustituir por ¡Dos niños! o ¡Niña y niño! según los casos… |
Uno de los momentos más especiales de todo el embarazo gemelar, es cuando te informan del sexo de lo que está por venir (aunque no todas las parejas optan por saberlo).
¡Dos niñas! se puede sustituir por ¡Dos niños! o ¡Niña y niño! según los casos… |
La verdad es que durante las primeras semanas no hubo ni mareos, ni vómitos, ni problemas para dormir, ni siquiera pequeños dolores de cabeza. Quizás algún pequeño antojo, pero nada llamativo ni extravagante. Puede que en esto influyera que soy el padre, pero esto no está científicamente demostrado y hay muy pocos estudios al respecto.
Me pasaba horas mirando la barriga de mi pareja y además podía hacerlo sin que se sintiera incómoda ni me dijera inquisitivamente: – «¿Qué pasa? ¿He engordado?»
Físicamente no se notaba nada pero me embargaba la curiosidad,…¿notará algo?…¿se encontrará bien?…¿qué sentirá?…Aquello era para mí como los motivos que llevan a una mujer a casarse (enamorarse es ya más complicado) con Donald Trump: un misterio.
Melania Trump. Actual esposa de Donal Trump (2016) |
Por otra parte, uno de los grandes clásicos que se plantea en ese momento es….¿cuándo lo decimos?
En este sentido hay varias doctrinas al respecto y yo creo que esto es como cuando le preguntan a Falete si prefiere comer un arroz con bovagante o un lechazo asado: ambas son correctas.
Por un lado están los que consideran oportuno contarlo desde el primer momento y por otra aquellos que esperan hasta la semana doce de embarazo.
¡Ah! ¡Otra cosa nueva para mí! ¡Los embarazos son de cuarenta semanas y no de nueve meses! Los meses tienen cuatro semanas en vez de treinta días, en fin…¡una movida!.
(Además, en el caso de un embarazo gemelar vivirás con un comentario constante durante todo el tiempo: «¡Lo normal es que se te adelante!»)
Los que defienden contarlo en la semana doce, argumentan que el embarazo está más consolidado y existen menos riesgos. Parece que hay menos probabilidades de que pase nada y así, en el caso de que surgiera cualquier imprevisto no deseado, no habría que dar explicaciones.
Los que defienden contarlo desde el principio argumentan que en el caso de que ese imprevisto surgiera, las personas a las que se lo han contado serían un gran apoyo en esos momentos.
¿Qué hacer entonces? En mi opinión, lo que parezca oportuno a la pareja.
(Con esta respuesta los usuarios pueden seleccionarla, hacer Ctrl +C y posteriormente Ctrl + V y responder a la práctica totalidad de preguntas que se les planteen)
Una cosa está clara….si unos amigos te comentan que van a tener hijo cuando ya tiene 2 añitos, asimila que estás bastante lejos de su círculo confianza, otra, es que durante las primeras semanas de embarazo parece que inconscientemente se establece un primer objetivo: ¡llegar perfectamente a la semana doce!
Sigue leyendo ->La verdad es que durante las primeras semanas no hubo ni mareos, ni vómitos, ni problemas para dormir, ni siquiera pequeños dolores de cabeza. Quizás algún pequeño antojo, pero nada llamativo ni extravagante. Puede que en esto influyera que soy el padre, pero esto no está científicamente demostrado y hay muy pocos estudios al respecto.
Me pasaba horas mirando la barriga de mi pareja y además podía hacerlo sin que se sintiera incómoda ni me dijera inquisitivamente: – «¿Qué pasa? ¿He engordado?»
Físicamente no se notaba nada pero me embargaba la curiosidad,…¿notará algo?…¿se encontrará bien?…¿qué sentirá?…Aquello era para mí como los motivos que llevan a una mujer a casarse (enamorarse es ya más complicado) con Donald Trump: un misterio.
Melania Trump. Actual esposa de Donal Trump (2016) |
Por otra parte, uno de los grandes clásicos que se plantea en ese momento es….¿cuándo lo decimos?
En este sentido hay varias doctrinas al respecto y yo creo que esto es como cuando le preguntan a Falete si prefiere comer un arroz con bovagante o un lechazo asado: ambas son correctas.
Por un lado están los que consideran oportuno contarlo desde el primer momento y por otra aquellos que esperan hasta la semana doce de embarazo.
¡Ah! ¡Otra cosa nueva para mí! ¡Los embarazos son de cuarenta semanas y no de nueve meses! Los meses tienen cuatro semanas en vez de treinta días, en fin…¡una movida!.
(Además, en el caso de un embarazo gemelar vivirás con un comentario constante durante todo el tiempo: «¡Lo normal es que se te adelante!»)
Los que defienden contarlo en la semana doce, argumentan que el embarazo está más consolidado y existen menos riesgos. Parece que hay menos probabilidades de que pase nada y así, en el caso de que surgiera cualquier imprevisto no deseado, no habría que dar explicaciones.
Los que defienden contarlo desde el principio argumentan que en el caso de que ese imprevisto surgiera, las personas a las que se lo han contado serían un gran apoyo en esos momentos.
¿Qué hacer entonces? En mi opinión, lo que parezca oportuno a la pareja.
(Con esta respuesta los usuarios pueden seleccionarla, hacer Ctrl +C y posteriormente Ctrl + V y responder a la práctica totalidad de preguntas que se les planteen)
Una cosa está clara….si unos amigos te comentan que van a tener hijo cuando ya tiene 2 añitos, asimila que estás bastante lejos de su círculo confianza, otra, es que durante las primeras semanas de embarazo parece que inconscientemente se establece un primer objetivo: ¡llegar perfectamente a la semana doce!
Sigue leyendo ->Una vez que fui asimilando la noticia de que iba a tener gemelos, lo primero que pensé es que iba a tener dos hijos iguales. Una vez más, mi ignorancia quedaba de manifiesto.
Fotografías de Martin Schoeller.
Lo primero que aprendí es que todo embarazo en el que haya dos fetos, es gemelar. Podía tener sentido, la verdad que nunca había oído embarazo «mellizar» ni nada que se le pareciese.
Eso sí, quedaban muchos conceptos por aprender…
Una vez aclarado este punto, lo segundo que aprendí era que el embarazo pasaba a ser de alto riesgo. No había nada por lo que preocuparse, simplemente había que tener unos mayores cuidados y controles porque se gestaban dos personitas a la vez.
Pero la cosa no acaba ahí…Empecé a escuchar que el índice de riesgo venía determinado por otra serie de factores: si el embarazo era monocigótico o no, si había uno o dos sacos amnióticos, una o dos placentas…
La verdad que en esos momentos lo único que me sonaba con total claridad era lo de la placenta. Tenía clara su existencia, pero el resto de conceptos, o los había olvidado, o nunca los había sabido….
El menor riesgo lo tenía el embarazo bicorial biamniótico, es decir dos placentas y dos sacos amnióticos. Cada uno tiene lo suyo y por tanto las posibilidades de discutir disminuyen.
Como en todo, existen diferentes tipos de combinaciones:
Para profundizar más en el tema, os recomiendo la lectura de Coks Feenstra
Esto es como todo en la vida…¡no te interesa una cosa hasta que la vives en primera persona!
Posteriormente llegarían otras palabras también desconocidas para mí como moisés, muselina, pasta al agua, capazo …pero esas forman parte de otro capítulo.
|
Una vez que fui asimilando la noticia de que iba a tener gemelos, lo primero que pensé es que iba a tener dos hijos iguales. Una vez más, mi ignorancia quedaba de manifiesto.
Fotografías de Martin Schoeller.
Lo primero que aprendí es que todo embarazo en el que haya dos fetos, es gemelar. Podía tener sentido, la verdad que nunca había oído embarazo «mellizar» ni nada que se le pareciese.
Eso sí, quedaban muchos conceptos por aprender…
Una vez aclarado este punto, lo segundo que aprendí era que el embarazo pasaba a ser de alto riesgo. No había nada por lo que preocuparse, simplemente había que tener unos mayores cuidados y controles porque se gestaban dos personitas a la vez.
Pero la cosa no acaba ahí…Empecé a escuchar que el índice de riesgo venía determinado por otra serie de factores: si el embarazo era monocigótico o no, si había uno o dos sacos amnióticos, una o dos placentas…
La verdad que en esos momentos lo único que me sonaba con total claridad era lo de la placenta. Tenía clara su existencia, pero el resto de conceptos, o los había olvidado, o nunca los había sabido….
El menor riesgo lo tenía el embarazo bicorial biamniótico, es decir dos placentas y dos sacos amnióticos. Cada uno tiene lo suyo y por tanto las posibilidades de discutir disminuyen.
Como en todo, existen diferentes tipos de combinaciones:
Para profundizar más en el tema, os recomiendo la lectura de Coks Feenstra
Esto es como todo en la vida…¡no te interesa una cosa hasta que la vives en primera persona!
Posteriormente llegarían otras palabras también desconocidas para mí como moisés, muselina, pasta al agua, capazo …pero esas forman parte de otro capítulo.
|
Foto | thinkstock |
Foto | thinkstock |
En este blog podrás ver las vivencias, paranoias y reflexiones de un padre de mellizas…
Sigue leyendo ->En este blog podrás ver las vivencias, paranoias y reflexiones de un padre de mellizas…
Sigue leyendo ->