¿Cómo fue la primera noche con el bebé?

En este nuevo post toca narrar la primera noche que pasé con el bebé y cómo nos enfrentamos a esta prueba de fuego. Como os conté en Mi Experiencia en el Parto (si no la has leído puedes ir a ella pulsando en el link) estuvimos unas 32/33 horas esperando a la llegada de nuestra hija Valeria y yo a después de todo no era persona. Por ello, la primera noche la pasó mi suegra con mi mujer, ya que yo iba a ser más un estorbo que una ayuda porque no podía ni con mi alma. Así que la segunda noche de hospital fue la que primera vez que estuvimos los dos solos con la pequeña, dos primerizos ante el peligro.

Hasta bien entrada la noche continuamos recibiendo algunas visitas, entre amigos y tíos estuvimos acompañados y todo iba bien. Al fin nos quedamos solos, nuestra única compañía era la chica de la cama de al lado y su hermana que sería su acompañante de esa noche. Cambiamos a la niña, le dimos su biberón y la acostamos en el moisés donde se quedó dormida pero no todo sería tan sencillo. No había pasado ni media hora cuando la niña se despierta con un llanto tremendo y acudí a cogerla rápido e intenté calmarla pero no había manera. Mi mujer me se levantó, la cogió ella e igualmente intento tranquilizar a la pequeña, pero seguía llorando muchísimo.
En ese momento me dijo mi mujer que llamara al timbre y que viniera una de las «simpáticas» enfermeras y así lo hice. 

– ¿Si? Me contestó una voz seca por el interfono.
– ¿Puede venir alguien? La niña está llorando mucho.
– ¿Qué le pasa? Me espetó esa misma voz desagradable.
–  Pues no lo sé, que está llorando muchísimo.
– Ahora vamos.

Esperamos y esperamos hasta que ese ahora nunca llegó. Mi mujer me vuelve a insistir que llame al interfono pero harto decidí ir yo mismo y personarme en la zona de las enfermeras. Allí llame a una puerta pero en el fondo estaba escuchando como debatían en tertulia la intervención de Belén Esteban en el Sálvame Deluxe. Me hallaba flipando al saber que esas señoritas no habían acudido a la llamada porque estaban entretenidas viendo la tele y encima ni escucharon que había llamado a la puerta. Volví a llamar hasta que apareció una tipa con cara de amargada y le volví a repetir que la niña estaba llorando muchísimo y no sabíamos que le pasaba. Me acompañó hasta la habitación y mire a la niña y su sentencia fue: «Tiene hambre» y le dio uno de los biberones que nos había dejado allí para la noche. Nosotros le acabábamos de dar el biberón pero mi niña ya venía anunciando que iba a comer por 7. Tampoco le dimos más porque nos dijeron claramente que le diéramos el biberón cada 3 horas y que no el diésemos más de lo que nos habían dicho.
Creíamos que ya todo había pasado pero no, los dichosos gases hicieron acto de presencia y la niña estaba incómoda y volvía a llorar. La enfermera me dijo que la acostara en mi brazo y que su barriga cayera en mi mano para masajearla con dos dedos. Y así fue como se fue calmando y quedando dormida, quedándonos más tranquilos nosotros después de la angustiosa situación de tener a un bebé llorando como si lo estuvieran matando y no saber que le pasa. Todo sea dicho, la enfermera tenía cara de no haber cagado en un mes, pero luego con la niña fue muy cuidadosa y en la habitación nos trató bien.
Esa fue nuestra primera noche como papás primerizos en el hospital, un poco angustiosa pero con un final feliz y en la que nos dimos cuenta que acabábamos de tener a una auténtica devoradora de biberones sin control.
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¿Cómo fue la primera noche con el bebé?

En este nuevo post toca narrar la primera noche que pasé con el bebé y cómo nos enfrentamos a esta prueba de fuego. Como os conté en Mi Experiencia en el Parto (si no la has leído puedes ir a ella pulsando en el link) estuvimos unas 32/33 horas esperando a la llegada de nuestra hija Valeria y yo a después de todo no era persona. Por ello, la primera noche la pasó mi suegra con mi mujer, ya que yo iba a ser más un estorbo que una ayuda porque no podía ni con mi alma. Así que la segunda noche de hospital fue la que primera vez que estuvimos los dos solos con la pequeña, dos primerizos ante el peligro.

Hasta bien entrada la noche continuamos recibiendo algunas visitas, entre amigos y tíos estuvimos acompañados y todo iba bien. Al fin nos quedamos solos, nuestra única compañía era la chica de la cama de al lado y su hermana que sería su acompañante de esa noche. Cambiamos a la niña, le dimos su biberón y la acostamos en el moisés donde se quedó dormida pero no todo sería tan sencillo. No había pasado ni media hora cuando la niña se despierta con un llanto tremendo y acudí a cogerla rápido e intenté calmarla pero no había manera. Mi mujer me se levantó, la cogió ella e igualmente intento tranquilizar a la pequeña, pero seguía llorando muchísimo.
En ese momento me dijo mi mujer que llamara al timbre y que viniera una de las «simpáticas» enfermeras y así lo hice. 

– ¿Si? Me contestó una voz seca por el interfono.
– ¿Puede venir alguien? La niña está llorando mucho.
– ¿Qué le pasa? Me espetó esa misma voz desagradable.
–  Pues no lo sé, que está llorando muchísimo.
– Ahora vamos.

Esperamos y esperamos hasta que ese ahora nunca llegó. Mi mujer me vuelve a insistir que llame al interfono pero harto decidí ir yo mismo y personarme en la zona de las enfermeras. Allí llame a una puerta pero en el fondo estaba escuchando como debatían en tertulia la intervención de Belén Esteban en el Sálvame Deluxe. Me hallaba flipando al saber que esas señoritas no habían acudido a la llamada porque estaban entretenidas viendo la tele y encima ni escucharon que había llamado a la puerta. Volví a llamar hasta que apareció una tipa con cara de amargada y le volví a repetir que la niña estaba llorando muchísimo y no sabíamos que le pasaba. Me acompañó hasta la habitación y mire a la niña y su sentencia fue: «Tiene hambre» y le dio uno de los biberones que nos había dejado allí para la noche. Nosotros le acabábamos de dar el biberón pero mi niña ya venía anunciando que iba a comer por 7. Tampoco le dimos más porque nos dijeron claramente que le diéramos el biberón cada 3 horas y que no el diésemos más de lo que nos habían dicho.
Creíamos que ya todo había pasado pero no, los dichosos gases hicieron acto de presencia y la niña estaba incómoda y volvía a llorar. La enfermera me dijo que la acostara en mi brazo y que su barriga cayera en mi mano para masajearla con dos dedos. Y así fue como se fue calmando y quedando dormida, quedándonos más tranquilos nosotros después de la angustiosa situación de tener a un bebé llorando como si lo estuvieran matando y no saber que le pasa. Todo sea dicho, la enfermera tenía cara de no haber cagado en un mes, pero luego con la niña fue muy cuidadosa y en la habitación nos trató bien.
Esa fue nuestra primera noche como papás primerizos en el hospital, un poco angustiosa pero con un final feliz y en la que nos dimos cuenta que acabábamos de tener a una auténtica devoradora de biberones sin control.
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Fábula: El león y la gacela

En este nuevo post os quería compartir un texto que escribí hace un tiempo, de cosecha propia y usando el género literario de la fábula. La fábula es una narración corta la cual acaba con una moraleja, una enseñanza o consejo a seguir en la vida. Es un género que siempre me ha gustado y creo que este relato puede encajar muy bien en estos tiempos. Sin más preámbulos, os dejo con el relato y ya os advierto que no seáis muy malos conmigo en esta primera incursión en este tipo de relatos. Todo comentario constructivo será bienvenido para mejorar.
Era un día normal en la sabana, todo estaba en calma y en un una zona rodeada de vegetación se cruzaron los caminos de un joven león y una joven gacela. Éste último al verlo comenzó a huir pero el león le dejó petrificado con sus palabras.

          ¿Por qué corres? –le preguntó el león.

          Es evidente, eres un león y me quieres comer –respondió la gacela.

          No es verdad.

          Si que lo es, todos los leones cazan gacelas.

          No, todos no. Yo no lo hago, podemos ser amigos –le propuso el león.

          Pero eres un león –dijo la gacela.

          Y tú una gacela –contestó el león como si nada.

          Ya, pero yo no le hago daño a nadie.

          Te digo que yo tampoco. ¿Tú decidiste ser una gacela? Porque yo no decidí ser un león ni tener esta mala fama –le reprendió el león un poco cansado de la conversación.

          Pues la verdad es que estoy muy solo, perdí a mi padre hace unos meses huyendo de una manada de leones – dijo la gacela apenada.

          Vaya, lo siento mucho, yo perdí a mi mamá por culpa de un cazador y también estoy solo –le contesto el león también con voz triste-. Podemos continuar el viaje juntos si te apetece.

Y así fue, la gacela dejó atrás sus prejuicios y emprendió la marcha junto a su nuevo amigo el león. Fueron hablando de sus cosas, compartiendo anécdotas y forjando una buena amistad en muy poco tiempo. Al caer la noche, decidieron parar para acampar,  descansar y continuar el camino al día siguiente. En mitad de la noche un zumbido despertó a la gacela y vio muy cerca de su cara a una mosca.

          ¿Estás loco? ¿Qué haces viajando con un león? –preguntó alarmada la mosca.

          Es mi amigo, vamos buscando un hogar, un lugar seguro donde vivir –respondió tranquilamente la gacela.

          ¿Te fías de él? ¿Acaso no sabes que los leones cazan gacelas? –volvió a preguntar la mosca.

          Claro que lo sé, pero él es diferente –dijo la gacela muy seguro de sus palabras.

          Eso es lo que te habrá dicho, pero está esperando el momento adecuado para atacar. No eres su amigo, eres su comida.

          Mentira, estoy seguro de que no me hará daño –contestó la gacela, pero sus palabras no eran tan convincentes como al principio.

          Ven conmigo, yo te guiaré hasta un lugar seguro, te mantendré a salvo y te encontraré un hogar.

La gacela había comenzado a dudar, su instinto le decía que el león era bueno y que no le haría daño, pero por otro lado sabía que lo leones en su naturaleza son depredadores y podía no estar a salvo. La mosca le había metido el miedo en el cuerpo y cedió ante él, así que decidió hacerle caso al insecto y dejó allí a su nuevo amigo. Comenzaron a andar y, aunque la conversación con la mosca no era tan divertida como lo había sido con el león, al menos estaba convencido de que un animal de ese tamaño jamás le podría hacer daño por lo que estaba más seguro con ella. Todo cambió al llegar a un enorme pastizal donde había una partida de leones esperando a su presa.

          Buen trabajo amiga mosca, nos has traído un buen ejemplar, algo pequeño pero nos servirá como cena –dijo el que parecía ser el líder de la manada.

          Es lo único que he encontrado y me ha sido fácil traerlo hasta aquí, es una gacela muy confiada –dijo en tono burlón.

La gacela estaba triste y no era porque sabía que acabaría en las garras de esos leones, sino por desconfiar de su amigo el león y haber hecho caso a la mosca. Cuando su final se acercaba, un rugido le hizo mirar atrás y allí se encontró con la mirada de su amigo.

          Dejadle en paz, es mi amigo –dijo en tono amenazador el joven león.

          ¿Hijo? ¿Eres tú? –preguntó incrédulo el jefe de la manada.

          Sí, y quiero que dejéis en paz a mi amigo, no os ha hecho nada y seguiremos viajando juntos.

          No puedes ser amigo de una gacela, es nuestra comida –respondió muy enfadado el padre del joven león.

         Será tu comida pero no la mía, es mi amigo y nos dejaréis marchar a los dos. No quiero ser de la manada, no quiero ser como vosotros.

El líder de la manada aceptó de mala gana, lo hizo por su hijo pero le advirtió que no quería volverle a ver jamás, que era una vergüenza para la especie. El joven león y su amiga la gacela continuaron con su travesía, les llevó días de viaje pero finalmente encontraron un lugar seguro donde empezar a vivir su propia vida. 
Moraleja: Sigue tu instinto y no te guíes por los consejos de otros que pueden llevarte por mal camino. No juzgues a las personas por lo que son, sino por lo que quieren ser.
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Fábula: El león y la gacela

En este nuevo post os quería compartir un texto que escribí hace un tiempo, de cosecha propia y usando el género literario de la fábula. La fábula es una narración corta la cual acaba con una moraleja, una enseñanza o consejo a seguir en la vida. Es un género que siempre me ha gustado y creo que este relato puede encajar muy bien en estos tiempos. Sin más preámbulos, os dejo con el relato y ya os advierto que no seáis muy malos conmigo en esta primera incursión en este tipo de relatos. Todo comentario constructivo será bienvenido para mejorar.
Era un día normal en la sabana, todo estaba en calma y en un una zona rodeada de vegetación se cruzaron los caminos de un joven león y una joven gacela. Éste último al verlo comenzó a huir pero el león le dejó petrificado con sus palabras.

          ¿Por qué corres? –le preguntó el león.

          Es evidente, eres un león y me quieres comer –respondió la gacela.

          No es verdad.

          Si que lo es, todos los leones cazan gacelas.

          No, todos no. Yo no lo hago, podemos ser amigos –le propuso el león.

          Pero eres un león –dijo la gacela.

          Y tú una gacela –contestó el león como si nada.

          Ya, pero yo no le hago daño a nadie.

          Te digo que yo tampoco. ¿Tú decidiste ser una gacela? Porque yo no decidí ser un león ni tener esta mala fama –le reprendió el león un poco cansado de la conversación.

          Pues la verdad es que estoy muy solo, perdí a mi padre hace unos meses huyendo de una manada de leones – dijo la gacela apenada.

          Vaya, lo siento mucho, yo perdí a mi mamá por culpa de un cazador y también estoy solo –le contesto el león también con voz triste-. Podemos continuar el viaje juntos si te apetece.

Y así fue, la gacela dejó atrás sus prejuicios y emprendió la marcha junto a su nuevo amigo el león. Fueron hablando de sus cosas, compartiendo anécdotas y forjando una buena amistad en muy poco tiempo. Al caer la noche, decidieron parar para acampar,  descansar y continuar el camino al día siguiente. En mitad de la noche un zumbido despertó a la gacela y vio muy cerca de su cara a una mosca.

          ¿Estás loco? ¿Qué haces viajando con un león? –preguntó alarmada la mosca.

          Es mi amigo, vamos buscando un hogar, un lugar seguro donde vivir –respondió tranquilamente la gacela.

          ¿Te fías de él? ¿Acaso no sabes que los leones cazan gacelas? –volvió a preguntar la mosca.

          Claro que lo sé, pero él es diferente –dijo la gacela muy seguro de sus palabras.

          Eso es lo que te habrá dicho, pero está esperando el momento adecuado para atacar. No eres su amigo, eres su comida.

          Mentira, estoy seguro de que no me hará daño –contestó la gacela, pero sus palabras no eran tan convincentes como al principio.

          Ven conmigo, yo te guiaré hasta un lugar seguro, te mantendré a salvo y te encontraré un hogar.

La gacela había comenzado a dudar, su instinto le decía que el león era bueno y que no le haría daño, pero por otro lado sabía que lo leones en su naturaleza son depredadores y podía no estar a salvo. La mosca le había metido el miedo en el cuerpo y cedió ante él, así que decidió hacerle caso al insecto y dejó allí a su nuevo amigo. Comenzaron a andar y, aunque la conversación con la mosca no era tan divertida como lo había sido con el león, al menos estaba convencido de que un animal de ese tamaño jamás le podría hacer daño por lo que estaba más seguro con ella. Todo cambió al llegar a un enorme pastizal donde había una partida de leones esperando a su presa.

          Buen trabajo amiga mosca, nos has traído un buen ejemplar, algo pequeño pero nos servirá como cena –dijo el que parecía ser el líder de la manada.

          Es lo único que he encontrado y me ha sido fácil traerlo hasta aquí, es una gacela muy confiada –dijo en tono burlón.

La gacela estaba triste y no era porque sabía que acabaría en las garras de esos leones, sino por desconfiar de su amigo el león y haber hecho caso a la mosca. Cuando su final se acercaba, un rugido le hizo mirar atrás y allí se encontró con la mirada de su amigo.

          Dejadle en paz, es mi amigo –dijo en tono amenazador el joven león.

          ¿Hijo? ¿Eres tú? –preguntó incrédulo el jefe de la manada.

          Sí, y quiero que dejéis en paz a mi amigo, no os ha hecho nada y seguiremos viajando juntos.

          No puedes ser amigo de una gacela, es nuestra comida –respondió muy enfadado el padre del joven león.

         Será tu comida pero no la mía, es mi amigo y nos dejaréis marchar a los dos. No quiero ser de la manada, no quiero ser como vosotros.

El líder de la manada aceptó de mala gana, lo hizo por su hijo pero le advirtió que no quería volverle a ver jamás, que era una vergüenza para la especie. El joven león y su amiga la gacela continuaron con su travesía, les llevó días de viaje pero finalmente encontraron un lugar seguro donde empezar a vivir su propia vida. 
Moraleja: Sigue tu instinto y no te guíes por los consejos de otros que pueden llevarte por mal camino. No juzgues a las personas por lo que son, sino por lo que quieren ser.
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50 Cosas sobre mi

Como os he contado en varias ocasiones consumo mucho Youtube y hoy traigo uno de los tags más famosos de esta plataforma (aunque realmente no sé si surgió en ella). Creo que es una forma muy divertida de que me vayáis conociendo más y así sepáis lo que os encontraréis en este blog, una persona un poco payasa pero también seria cuando la situación lo requiere. Sin más preámbulos, aquí tenéis las 50 cosas sobre mi.

  1. Nací a principio de una década, más concretamente 1990 por lo que tengo 27 años.
  2. Tengo un hermano y yo soy el pequeño, aunque nos llevamos menos de dos años de edad.
  3. Nací y viví en Cádiz hasta los 5 años, fue entonces cuando por motivos laborales de mi padre nos mudamos a Chiclana de la Frontera.
  4. De pequeño era muy canijito (delgado) y en casa me llamaban la lagartija. 
  5. Me he mudado como 5 o 6 veces de casa, hemos vivido casi siempre de alquiler hasta que mis padres se compraron la casa. Ya independizado solo en 2 casas, así que sumamos 2 mudanzas a la colección.
  6. Mi color favorito es el verde.
  7. Siempre he sido más de Cola Cao que de Nesquik
  8. Mi comida favorita es el atún encebollado.
  9. Estudié desde 4º hasta finalizar la primaria en un colegio muy pequeñito, solo había una clase de cada curso y siempre tenía los mismos compañeros. Eramos una auténtica piña.
  10. Siempre he sido el delegado de clase y en la orla de bachillerato me representaron como a un caudillo.
  11. Se me dan muy mal las matemáticas hasta el punto de que me quedé convalidando 2º de Bachillerato solo con esa asignatura.
  12. En el instituto daban premios de lectura y cada año era uno de los ganadores de mi clase.
  13. En 2º de la ESO gané el 1º Accésit en un concurso de cuentos, mi profesora no me informó bien de la extensión y no me lo publicaron en el libro de los ganadores por ser demasiado largo.
  14. Me apunté como actividad extraescolar a la Ecoescuela, hacíamos papeleras de reciclajes para todo el instituto, se hacía una revista incluso, y me llevaron a una convención en Rascafría totalmente gratis.
  15. Cogí un avión por primera vez a los 18 años para hacer el viaje de fin de curso a Tenerife.
  16. No tengo tatuajes y nunca lo he querido hasta ahora, que algún día me quiero tatuar las reliquias de la muerte de Harry Potter y en cada punta poner la inicial de las mujeres de mi vida.
  17. No tengo carnet de conducir, ni coche ni motos. El de coche es una asignatura pendiente.
  18. Estudié bachillerato por pereza, para no pararme a pensar y buscar un módulo
  19. Una vez llamé calvo al profesor de Educación Física en su puñetera cara, en mi defensa debo decir que me llamó gordo con muy poca delicadeza así que lo merecía.
  20. El libro que más veces he leído es Harry Potter y el Prisionero de Azkaban porque me encanta.
  21. Hubo una época que me dediqué a vejar a gente por Twitcam.
  22. Me banearon de un foro por crear un troll, mi usuario real seguía intacto pero me banearon de IP y no podía acceder de manera normal, así que usaba un encriptador de IP para seguir entrando.
  23. Mido 1.89, casi siempre era el más alto de clase.
  24. He estudiado una carrera, el Grado de Historia y aunque sus salidas son nulas conocí a grandes personas y seguramente no hubiera terminado una carrera que no me gustase.
  25. Han llegado a darme las 6 de la madrugada jugando a la PlayStation.
  26. Odio el olor a coliflores, cuando llegaba a casa del instituto y mi madre las había cocinado llegaba hasta a enfadarme.
  27. Tengo muy mal despertar y todo lo que me digas a primera hora me puede sentar mal.
  28. Soy Tauro.
  29. Me encantan los juegos de mesa, sobre todo el Cluedo, el Monopoly y los Trivial.
  30. Cuando probé el alcohol por derecho fue con vodka con limón hasta que un día me sentó fatal y jamás lo he vuelto a probar.
  31. Nunca me ha gustado cortarme las uñas, ni de pequeño. Soy más de arrancármelas con los dientes.
  32. Mi bebida favorita es el Nestea, y cuando pido Nestea en un bar y me ponen Lipton es el mayor insulto del mundo. NO ES LO MISMO.
  33. Me cabrea mucho que hagan un plan conmigo y luego no se haga, ¿Para qué me lo dices?
  34. Vivo en un sitio de costa pero me gusta más la piscina que la playa.
  35. Estoy casado desde el 22 de Octubre de 2016, ya sabéis cuando felicitarme por el aniversario.
  36. Tuve a mi niña con 25 años, a solo un mes de los 26.
  37. Llevo gafas desde hace 4/5 años porque tengo miopía. Me da vergüenza usarlas por la calle y muy poca gente me ha visto con ellas puesta. Tampoco puedo usar lentillas porque tengo un mecanismo ancestral de defensa en el ojo que se cierra al verla venir, es superior a mi. Así que voy a ciegas por la vida y si algún conocido me saluda de lejos contesto por educación no porque sepa quién es. 
  38. Nunca me he roto un hueso, solo dos dedos de una mano en un accidente de moto.
  39. Fumo desde los 14/15 años, pero pienso dejarlo en breve.
  40. Con la edad he desarrollado una intolerancia al racismo, no me voy peleando con todo el mundo de mi entorno pero si que me muerdo mucho la lengua.
  41. Mi mejor amiga me hizo padrino de su hijo, a su vez esta amiga es la prima de mi mujer y ella es la madrina del niño. Estábamos predeterminados a terminar juntos.
  42. Llevo enamorado desde el 1 de Noviembre de 2011, es la mujer de mi vida y superamos cada situación y dificultad juntos. No he podido elegir mejor compañera de vida.
  43. Tengo la manía de sacar la lengua mientras escribo a mano.
  44. No he terminado de ver Breaking Bad, la aparqué tanto tiempo que no sé por donde me quedé y me da pereza continuar.
  45. Empecé a ver Juego de Tronos cuando solo tenía 2 temporadas pero la abandoné hasta hace 3 semanas que me he tragado 6 temporadas en el mes gratuito de HBO.
  46. Pago mi suscripción a Netflix porque llevo para adelante Once Upon A Time, Cómo Defender a un Asesino, Orphan Black, Orange is the New Black, Perdidos, The Walking Dead, Stranger Things y un largo etcétera.
  47. Un día viendo la Semana Santa en la Catedral de Cádiz teníamos a una chica joven y a su hija delante y fue cuando escuché el nombre de Valeria. Miré a mi actual esposa y le dije me gusta. A día de hoy mi hija se llama Valeria y siempre recordaré cuando me vino esa idea.
  48. Soy de risa fácil pero es difícil que me ría con un monólogo.
  49. Me duermo con facilidad y tiene que caerme una bomba encima para despertarme.
  50. He abierto este blog para escribir y compartir todo lo que se me venga a la mente, para dar rienda suelta a mi pasión por escribir.

Y esto es todo, ahora me conocéis un poquito más y seguro que hay alguna cosa que me he dejado en el tintero, pero puede que haga una ampliación más adelante. Vosotros ya sabéis algo más de mi, así que ahora es mi turno de conoceros un poquito más. ¿Tenemos algo en común? Déjame un comentario y hagamos esta bola aún más grande. ¡Hasta la próxima!

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50 Cosas sobre mi

Como os he contado en varias ocasiones consumo mucho Youtube y hoy traigo uno de los tags más famosos de esta plataforma (aunque realmente no sé si surgió en ella). Creo que es una forma muy divertida de que me vayáis conociendo más y así sepáis lo que os encontraréis en este blog, una persona un poco payasa pero también seria cuando la situación lo requiere. Sin más preámbulos, aquí tenéis las 50 cosas sobre mi.

  1. Nací a principio de una década, más concretamente 1990 por lo que tengo 27 años.
  2. Tengo un hermano y yo soy el pequeño, aunque nos llevamos menos de dos años de edad.
  3. Nací y viví en Cádiz hasta los 5 años, fue entonces cuando por motivos laborales de mi padre nos mudamos a Chiclana de la Frontera.
  4. De pequeño era muy canijito (delgado) y en casa me llamaban la lagartija. 
  5. Me he mudado como 5 o 6 veces de casa, hemos vivido casi siempre de alquiler hasta que mis padres se compraron la casa. Ya independizado solo en 2 casas, así que sumamos 2 mudanzas a la colección.
  6. Mi color favorito es el verde.
  7. Siempre he sido más de Cola Cao que de Nesquik
  8. Mi comida favorita es el atún encebollado.
  9. Estudié desde 4º hasta finalizar la primaria en un colegio muy pequeñito, solo había una clase de cada curso y siempre tenía los mismos compañeros. Eramos una auténtica piña.
  10. Siempre he sido el delegado de clase y en la orla de bachillerato me representaron como a un caudillo.
  11. Se me dan muy mal las matemáticas hasta el punto de que me quedé convalidando 2º de Bachillerato solo con esa asignatura.
  12. En el instituto daban premios de lectura y cada año era uno de los ganadores de mi clase.
  13. En 2º de la ESO gané el 1º Accésit en un concurso de cuentos, mi profesora no me informó bien de la extensión y no me lo publicaron en el libro de los ganadores por ser demasiado largo.
  14. Me apunté como actividad extraescolar a la Ecoescuela, hacíamos papeleras de reciclajes para todo el instituto, se hacía una revista incluso, y me llevaron a una convención en Rascafría totalmente gratis.
  15. Cogí un avión por primera vez a los 18 años para hacer el viaje de fin de curso a Tenerife.
  16. No tengo tatuajes y nunca lo he querido hasta ahora, que algún día me quiero tatuar las reliquias de la muerte de Harry Potter y en cada punta poner la inicial de las mujeres de mi vida.
  17. No tengo carnet de conducir, ni coche ni motos. El de coche es una asignatura pendiente.
  18. Estudié bachillerato por pereza, para no pararme a pensar y buscar un módulo
  19. Una vez llamé calvo al profesor de Educación Física en su puñetera cara, en mi defensa debo decir que me llamó gordo con muy poca delicadeza así que lo merecía.
  20. El libro que más veces he leído es Harry Potter y el Prisionero de Azkaban porque me encanta.
  21. Hubo una época que me dediqué a vejar a gente por Twitcam.
  22. Me banearon de un foro por crear un troll, mi usuario real seguía intacto pero me banearon de IP y no podía acceder de manera normal, así que usaba un encriptador de IP para seguir entrando.
  23. Mido 1.89, casi siempre era el más alto de clase.
  24. He estudiado una carrera, el Grado de Historia y aunque sus salidas son nulas conocí a grandes personas y seguramente no hubiera terminado una carrera que no me gustase.
  25. Han llegado a darme las 6 de la madrugada jugando a la PlayStation.
  26. Odio el olor a coliflores, cuando llegaba a casa del instituto y mi madre las había cocinado llegaba hasta a enfadarme.
  27. Tengo muy mal despertar y todo lo que me digas a primera hora me puede sentar mal.
  28. Soy Tauro.
  29. Me encantan los juegos de mesa, sobre todo el Cluedo, el Monopoly y los Trivial.
  30. Cuando probé el alcohol por derecho fue con vodka con limón hasta que un día me sentó fatal y jamás lo he vuelto a probar.
  31. Nunca me ha gustado cortarme las uñas, ni de pequeño. Soy más de arrancármelas con los dientes.
  32. Mi bebida favorita es el Nestea, y cuando pido Nestea en un bar y me ponen Lipton es el mayor insulto del mundo. NO ES LO MISMO.
  33. Me cabrea mucho que hagan un plan conmigo y luego no se haga, ¿Para qué me lo dices?
  34. Vivo en un sitio de costa pero me gusta más la piscina que la playa.
  35. Estoy casado desde el 22 de Octubre de 2016, ya sabéis cuando felicitarme por el aniversario.
  36. Tuve a mi niña con 25 años, a solo un mes de los 26.
  37. Llevo gafas desde hace 4/5 años porque tengo miopía. Me da vergüenza usarlas por la calle y muy poca gente me ha visto con ellas puesta. Tampoco puedo usar lentillas porque tengo un mecanismo ancestral de defensa en el ojo que se cierra al verla venir, es superior a mi. Así que voy a ciegas por la vida y si algún conocido me saluda de lejos contesto por educación no porque sepa quién es. 
  38. Nunca me he roto un hueso, solo dos dedos de una mano en un accidente de moto.
  39. Fumo desde los 14/15 años, pero pienso dejarlo en breve.
  40. Con la edad he desarrollado una intolerancia al racismo, no me voy peleando con todo el mundo de mi entorno pero si que me muerdo mucho la lengua.
  41. Mi mejor amiga me hizo padrino de su hijo, a su vez esta amiga es la prima de mi mujer y ella es la madrina del niño. Estábamos predeterminados a terminar juntos.
  42. Llevo enamorado desde el 1 de Noviembre de 2011, es la mujer de mi vida y superamos cada situación y dificultad juntos. No he podido elegir mejor compañera de vida.
  43. Tengo la manía de sacar la lengua mientras escribo a mano.
  44. No he terminado de ver Breaking Bad, la aparqué tanto tiempo que no sé por donde me quedé y me da pereza continuar.
  45. Empecé a ver Juego de Tronos cuando solo tenía 2 temporadas pero la abandoné hasta hace 3 semanas que me he tragado 6 temporadas en el mes gratuito de HBO.
  46. Pago mi suscripción a Netflix porque llevo para adelante Once Upon A Time, Cómo Defender a un Asesino, Orphan Black, Orange is the New Black, Perdidos, The Walking Dead, Stranger Things y un largo etcétera.
  47. Un día viendo la Semana Santa en la Catedral de Cádiz teníamos a una chica joven y a su hija delante y fue cuando escuché el nombre de Valeria. Miré a mi actual esposa y le dije me gusta. A día de hoy mi hija se llama Valeria y siempre recordaré cuando me vino esa idea.
  48. Soy de risa fácil pero es difícil que me ría con un monólogo.
  49. Me duermo con facilidad y tiene que caerme una bomba encima para despertarme.
  50. He abierto este blog para escribir y compartir todo lo que se me venga a la mente, para dar rienda suelta a mi pasión por escribir.

Y esto es todo, ahora me conocéis un poquito más y seguro que hay alguna cosa que me he dejado en el tintero, pero puede que haga una ampliación más adelante. Vosotros ya sabéis algo más de mi, así que ahora es mi turno de conoceros un poquito más. ¿Tenemos algo en común? Déjame un comentario y hagamos esta bola aún más grande. ¡Hasta la próxima!

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PS4, ¿Un juguete para niños?

El regalo estrella de las navidades, cumpleaños, comuniones o cualquier evento especial es una PlayStation, o videoconsola similar. Hoy vamos a analizar, siempre desde mi punto de vista, si una consola de estas características es un juguete adecuado par aun niño de corta edad.

Es casi inevitable, en la era tecnológica, alejar del todo a los niños de los aparatos electrónicos y cada vez piden antes tener los suyos propios. No tiene que ser algo malo si se hace un uso responsable del aparato en cuestión, el problema está cuando damos demasiada libertad al niño y no prestamos atención a lo que hacen con ellos. En el tema videoconsola, además, hay que tener muy presente lo que le estás comprando al niño y no ceder en su capricho del juego X que está de moda. Todos los juegos tienen una edad recomendada y hay que respetarla, está ahí por algo.
En el mundo de los videojuegos los hay de todos los estilos el problema está en que ellos quieren el que juega el su youtuber favorito, tipo GTA, Call of Duty, Battlefield o el que esté de moda en ese momento. Ahí es por donde deberíamos empezar, en controlar también qué ven nuestros hijos en Youtube ya que algunos usan un vocabulario no muy apto para estas edades tan tempranas, por no hablar del contenido en sí del juego. Tú puedes controlar lo que ve tu hijo pero luego en el colegio será el bicho raro porque no ve lo que todo el mundo y no juega lo que juegan todos,y más te pedirá jugar al juego del momento. 
Lo más importante a controlar en el mundo de las videoconsolas tipo PlayStation o Xbox One es el tema del juego online. Bajo ningún concepto pagaría una suscripción para dejar que mi niño con 6, 7 u 8 años estuviera hablando con desconocidos por un micrófono. Son el blanco fácil de las burlas con el típico «niño rata» o personas que ven gracioso enseñarles insultos o decirle barbaridades a estas criaturas. Si no sabes lo que te hablo toma una PS3, conecta el micrófono y entra a una partida de GTA V Online y encontrarás un panorama desolador: niños metiéndose con niños peleando por ver quién es más «niño rata» de los dos, señores con sus partes nobles bien negras insultando a críos, adolescentes graciosetes trolleando a chiquillos que se lo creen todo, etc. Hasta el juego más inofensivo como puede ser el Minecraft se puede corromper con una partida online con personas de educación nula que entran más a molestar que a divertirse.
Mi recomendación sería que si quieres dejar jugar a tu hijo a la PlayStation que sea en el modo campaña y nunca en online. Compra juegos acorde con su edad porque ya tendrá tiempo de divertirse con otros conforme vaya creciendo, todo tiene su tiempo. Si de verdad quieres una consola más acorde para un niño tira hacia Nintendo, sus juegos son más acordes para niños y para compartir en familia. Sobretodo, limita las horas de juego de tu hijo, todo en exceso es malo y una videoconsola aún más, deja que salga a la calle a respirar el aire y no pierda su tierna infancia frente a la caja tonta.
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PS4, ¿Un juguete para niños?

El regalo estrella de las navidades, cumpleaños, comuniones o cualquier evento especial es una PlayStation, o videoconsola similar. Hoy vamos a analizar, siempre desde mi punto de vista, si una consola de estas características es un juguete adecuado par aun niño de corta edad.

Es casi inevitable, en la era tecnológica, alejar del todo a los niños de los aparatos electrónicos y cada vez piden antes tener los suyos propios. No tiene que ser algo malo si se hace un uso responsable del aparato en cuestión, el problema está cuando damos demasiada libertad al niño y no prestamos atención a lo que hacen con ellos. En el tema videoconsola, además, hay que tener muy presente lo que le estás comprando al niño y no ceder en su capricho del juego X que está de moda. Todos los juegos tienen una edad recomendada y hay que respetarla, está ahí por algo.
En el mundo de los videojuegos los hay de todos los estilos el problema está en que ellos quieren el que juega el su youtuber favorito, tipo GTA, Call of Duty, Battlefield o el que esté de moda en ese momento. Ahí es por donde deberíamos empezar, en controlar también qué ven nuestros hijos en Youtube ya que algunos usan un vocabulario no muy apto para estas edades tan tempranas, por no hablar del contenido en sí del juego. Tú puedes controlar lo que ve tu hijo pero luego en el colegio será el bicho raro porque no ve lo que todo el mundo y no juega lo que juegan todos,y más te pedirá jugar al juego del momento. 
Lo más importante a controlar en el mundo de las videoconsolas tipo PlayStation o Xbox One es el tema del juego online. Bajo ningún concepto pagaría una suscripción para dejar que mi niño con 6, 7 u 8 años estuviera hablando con desconocidos por un micrófono. Son el blanco fácil de las burlas con el típico «niño rata» o personas que ven gracioso enseñarles insultos o decirle barbaridades a estas criaturas. Si no sabes lo que te hablo toma una PS3, conecta el micrófono y entra a una partida de GTA V Online y encontrarás un panorama desolador: niños metiéndose con niños peleando por ver quién es más «niño rata» de los dos, señores con sus partes nobles bien negras insultando a críos, adolescentes graciosetes trolleando a chiquillos que se lo creen todo, etc. Hasta el juego más inofensivo como puede ser el Minecraft se puede corromper con una partida online con personas de educación nula que entran más a molestar que a divertirse.
Mi recomendación sería que si quieres dejar jugar a tu hijo a la PlayStation que sea en el modo campaña y nunca en online. Compra juegos acorde con su edad porque ya tendrá tiempo de divertirse con otros conforme vaya creciendo, todo tiene su tiempo. Si de verdad quieres una consola más acorde para un niño tira hacia Nintendo, sus juegos son más acordes para niños y para compartir en familia. Sobretodo, limita las horas de juego de tu hijo, todo en exceso es malo y una videoconsola aún más, deja que salga a la calle a respirar el aire y no pierda su tierna infancia frente a la caja tonta.
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Mi Experiencia en el Parto

No os alarméis, soy chico nací con pene y aún lo conservo así que, propiamente dicho, no he tenido el «placer» de parir. Hoy día se comparte todo en la pareja, desde el primer minuto del embarazo y ya esta noticia se comunica con un «Estamos embarazados». Pues bien, seguimos compartiendo todo y el parto de mi mujer será el mío y os cuento cómo lo viví yo. Antes de nada, os dejo el enlace al blog de mi esposa porque ella ya ha escrito su post correspondiente con su experiencia .

Todo comenzó la madrugada del martes 29 al miércoles 30 de Marzo de 2016, cuando dormía plácidamente puesto que entraba a trabajar a la mañana siguiente a las 9 de la mañana. Cabe destacar que aún no vivíamos juntos así que ella estaba en su casa y yo en la mía, además que aún le faltaba una semana para cumplir. Alrededor de las 3 de la madrugada noto el teléfono vibrar y mi primera reacción es maldecir a los dioses por lo rápido que se me había pasado la noche. De repente algo irrumpe en mi habitación, ese algo era mi madre y yo con el teléfono ya en la mano vi que no era el despertador sino una llamada de mi mujer. Sí, había roto aguas y parecía que la pequeña Valeria ya había decidido salir. Rápidamente nos vestimos y fuimos hasta la casa de mi mujer, ya ahí yo compartí coche con mi suegra y mi esposa y salimos para el hospital con el coche de mis padres escoltándonos. 
Una vez en el hospital la montaron en una silla de ruedas, que no me dejaron conducir por cierto, y nos llevaron hasta maternidad donde le hicieron la primera exploración y vieron que la bolsa estaba rota, pero ella tan pancha sin dolor alguno. Nos mandan a una habitación y lo primero que vemos es a un señor tumbado en la cama, era la pareja de la mujer de al lado que con muy poca consideración había decidido usurpar la cama y usarla para su disfrute. El celador le echó un rapapolvos y le dio las sabanas para que las cambiara el mismo (cosa que me parecería bien de no ser porque si ese tipo hace la cama a mala gana la que sale perjudicada es mi señora, no el cazurro usurpador de camas).
Pues bien, pasamos toda la noche en el hospital sin que tuviera grandes contracciones y buena parte del día siguiente hasta que ya se deciden por empezar a provocarle el parto. No sé muy bien que llevan las cosas que le meten para provocar un parto pero si sé que mi mujer mutó en la niña del exorcista. Empezó a sentir contracciones muy fuerte y yo solo intentaba consolarla pero su respuesta era un gran bramido. Por ejemplo le decía: «cariño ya se va a pasar», a lo que ella me contestaba: «Qué coño se va a pasar ni se va a pasar, esto no se pasa» y yo optaba por callarme la boca (cualquiera rechistaba). Contracciones y contracciones pero ella no dilataba, el dolor en aumento y ya le iba pidiendo la epidural hasta a la limpiadora que pasaba por la habitación (100% real, no fake). 
Cuando por fin le pusieron la epidural pudo descansar un poco cosa que yo no, que soy de sueño fácil pero en una silla pues como que difícil. Así que iba a por café, fumaba, café, fumaba, iba al baño y así una noche completa más. Por allí solo pasaba la matrona de turno con alguna compañera y se comentaban una a la otra que aquello no avanzaba, con las mismas se iban y hasta la próxima. La tranquilidad duró poco ya que la epidural dejó de hacer efecto y volvieron los dolores insufribles y así hasta que ya a las 10 de la mañana del jueves 31 de Marzo, por fin, decidieron hacerle la cesárea. Fue un auténtico palo porque yo quería entrar al parto y ya se sabe que siendo cesárea no te dejan pasar. La verdad que en una situación normal me hubiera dolido más perderme el momento pero en aquellos momentos, tras más de 30 horas allí fue una bendición. Por fin iba a acabar todo, por fin iban a cesar los dolores y por fin podríamos verle la cara a mi niña. Recuerdo salir totalmente derrumbado a dar la noticia a los familiares que estaban fuera pero eran ya lágrimas de alivio, de ver el final a aquel túnel tan largo.
La intervención fue bastante rápida, no había pasado ni media hora cuando salió la matrona a llamarme y me avisó de que ella estaba bien, que había salido todo perfecto y que ya habían dejado un rato al bebé con su mamá. Me dijo que esperara dentro que en poco salía mi niña que era preciosa y me dio los detalles de cuánto había pesado y medido, cosa que ni le presté atención en aquellos momentos. Y así fue, al poco se acercó a mi una incubadora, que ya me avisaron que estaba ahí por ser cesárea no por nada malo, y allí estaba mi pequeña, el ser más bonito que había visto jamás y la que daría un vuelco total a mi vida. Me dieron mi carnet de padre con el que podía ir arriba a ver a mi niña y pasar mis primeros momentos con ella. Y así es como vino al mundo mi hija haciéndonos sufrir muchas horas antes de poder empezar a disfrutar de ella. Durante la agonía, mi mujer me decía «ni uno más, ni uno más» pero luego al pasar  todo y decirle que si tiene otro la cesárea se la programan estamos convencidos de que, más tarde que pronto, Valeria tendrá un/a hermanito/a.
Así viví nuestro parto, una experiencia dura pero a la vez gratificante y feliz porque desde entonces dejamos de ser 2 para ser 3 y formar la familia que siempre habíamos deseado. Recordad que me podéis dejar vuestras opiniones en comentarios y que os he dejado el link con el post de mi mujer en su blog para que conozcáis más datos que se me hayan podido pasar a mi. ¡Nos vemos en el siguiente post!
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Mi Experiencia en el Parto

No os alarméis, soy chico nací con pene y aún lo conservo así que, propiamente dicho, no he tenido el «placer» de parir. Hoy día se comparte todo en la pareja, desde el primer minuto del embarazo y ya esta noticia se comunica con un «Estamos embarazados». Pues bien, seguimos compartiendo todo y el parto de mi mujer será el mío y os cuento cómo lo viví yo. Antes de nada, os dejo el enlace al blog de mi esposa porque ella ya ha escrito su post correspondiente con su experiencia .

Todo comenzó la madrugada del martes 29 al miércoles 30 de Marzo de 2016, cuando dormía plácidamente puesto que entraba a trabajar a la mañana siguiente a las 9 de la mañana. Cabe destacar que aún no vivíamos juntos así que ella estaba en su casa y yo en la mía, además que aún le faltaba una semana para cumplir. Alrededor de las 3 de la madrugada noto el teléfono vibrar y mi primera reacción es maldecir a los dioses por lo rápido que se me había pasado la noche. De repente algo irrumpe en mi habitación, ese algo era mi madre y yo con el teléfono ya en la mano vi que no era el despertador sino una llamada de mi mujer. Sí, había roto aguas y parecía que la pequeña Valeria ya había decidido salir. Rápidamente nos vestimos y fuimos hasta la casa de mi mujer, ya ahí yo compartí coche con mi suegra y mi esposa y salimos para el hospital con el coche de mis padres escoltándonos. 
Una vez en el hospital la montaron en una silla de ruedas, que no me dejaron conducir por cierto, y nos llevaron hasta maternidad donde le hicieron la primera exploración y vieron que la bolsa estaba rota, pero ella tan pancha sin dolor alguno. Nos mandan a una habitación y lo primero que vemos es a un señor tumbado en la cama, era la pareja de la mujer de al lado que con muy poca consideración había decidido usurpar la cama y usarla para su disfrute. El celador le echó un rapapolvos y le dio las sabanas para que las cambiara el mismo (cosa que me parecería bien de no ser porque si ese tipo hace la cama a mala gana la que sale perjudicada es mi señora, no el cazurro usurpador de camas).
Pues bien, pasamos toda la noche en el hospital sin que tuviera grandes contracciones y buena parte del día siguiente hasta que ya se deciden por empezar a provocarle el parto. No sé muy bien que llevan las cosas que le meten para provocar un parto pero si sé que mi mujer mutó en la niña del exorcista. Empezó a sentir contracciones muy fuerte y yo solo intentaba consolarla pero su respuesta era un gran bramido. Por ejemplo le decía: «cariño ya se va a pasar», a lo que ella me contestaba: «Qué coño se va a pasar ni se va a pasar, esto no se pasa» y yo optaba por callarme la boca (cualquiera rechistaba). Contracciones y contracciones pero ella no dilataba, el dolor en aumento y ya le iba pidiendo la epidural hasta a la limpiadora que pasaba por la habitación (100% real, no fake). 
Cuando por fin le pusieron la epidural pudo descansar un poco cosa que yo no, que soy de sueño fácil pero en una silla pues como que difícil. Así que iba a por café, fumaba, café, fumaba, iba al baño y así una noche completa más. Por allí solo pasaba la matrona de turno con alguna compañera y se comentaban una a la otra que aquello no avanzaba, con las mismas se iban y hasta la próxima. La tranquilidad duró poco ya que la epidural dejó de hacer efecto y volvieron los dolores insufribles y así hasta que ya a las 10 de la mañana del jueves 31 de Marzo, por fin, decidieron hacerle la cesárea. Fue un auténtico palo porque yo quería entrar al parto y ya se sabe que siendo cesárea no te dejan pasar. La verdad que en una situación normal me hubiera dolido más perderme el momento pero en aquellos momentos, tras más de 30 horas allí fue una bendición. Por fin iba a acabar todo, por fin iban a cesar los dolores y por fin podríamos verle la cara a mi niña. Recuerdo salir totalmente derrumbado a dar la noticia a los familiares que estaban fuera pero eran ya lágrimas de alivio, de ver el final a aquel túnel tan largo.
La intervención fue bastante rápida, no había pasado ni media hora cuando salió la matrona a llamarme y me avisó de que ella estaba bien, que había salido todo perfecto y que ya habían dejado un rato al bebé con su mamá. Me dijo que esperara dentro que en poco salía mi niña que era preciosa y me dio los detalles de cuánto había pesado y medido, cosa que ni le presté atención en aquellos momentos. Y así fue, al poco se acercó a mi una incubadora, que ya me avisaron que estaba ahí por ser cesárea no por nada malo, y allí estaba mi pequeña, el ser más bonito que había visto jamás y la que daría un vuelco total a mi vida. Me dieron mi carnet de padre con el que podía ir arriba a ver a mi niña y pasar mis primeros momentos con ella. Y así es como vino al mundo mi hija haciéndonos sufrir muchas horas antes de poder empezar a disfrutar de ella. Durante la agonía, mi mujer me decía «ni uno más, ni uno más» pero luego al pasar  todo y decirle que si tiene otro la cesárea se la programan estamos convencidos de que, más tarde que pronto, Valeria tendrá un/a hermanito/a.
Así viví nuestro parto, una experiencia dura pero a la vez gratificante y feliz porque desde entonces dejamos de ser 2 para ser 3 y formar la familia que siempre habíamos deseado. Recordad que me podéis dejar vuestras opiniones en comentarios y que os he dejado el link con el post de mi mujer en su blog para que conozcáis más datos que se me hayan podido pasar a mi. ¡Nos vemos en el siguiente post!
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Soy hombre y no me gusta el fútbol

Ahora que ha dado comienzo La Liga de fútbol española (Liga Santander, Liga BBVA y no sé cuántos nombres más de patrocinadores) voy a tratar el insólito caso del hombre al que no le gustaba el fútbol y los múltiples tópicos que acompañan al deporte rey de nuestro país y de buena parte del mundo.

Partamos de la base de que en mi familia siempre ha gustado mucho el fútbol, hasta mi madre es una gran fanática, y yo pues me dejaba arrastrar aunque nunca presté una gran atención, me gustaban otros deportes como el baloncesto, pero sobre todo los Juegos Olímpicos. Me es más admirable y me interesa más ver a la grande de Mireia Belmonte haciendo historia en la natación mundial, consiguiendo medallas para España. Me gusta más ver a Ruth Beitia, Saul Craviotto, Javier Gómez Noya, Lidia Valentín, Joel González, y un gran etcétera para todos aquellos que compiten a nivel mundial en deportes «de segunda» y consiguen grandes éxitos.

Lo más raro es que llegué a sacarme el carnet de socio del Cádiz C.F. e iba a todos los partidos, más para el cachondeo que por ver el partido, e incluso llegué a hacerme un viaje en autobús hasta Valencia, ida y vuelta en el mismo día, para ver un partido de Copa del Rey que enfrentaba al Valencia contra el Cádiz. ¿Conocéis el famoso cántico «Hemos venido a emborracharnos el resultado nos da igual»? Pues lo hice totalmente mío en ese viaje. Como ya os digo, a mi el fútbol me aburre y rara vez se pone un partido en mi casa (salvo cuando lo pone mi mujer porque a ella si que le gusta) y la mayoría son cuando se enfrentan el Real Madrid y el Barcelona o el Real Madrid contra el Atlético de Madrid, por eso de que es un Clásico y hay que verlo.

Esto de ser hombre y que no te guste el fútbol te pone en más de una situación incómoda ya que parece que un hombre debe entender de fútbol y tiene que ser la conversación estrella entre dos chicos que se acaban de conocer. Típica situación en la que tu amigo trae a otro amigo que tu no conoces de nada y llega el momento de quedaros solos. Si no eres una persona muy extrovertida puede que haya un tiempo de silencio incómodo, silencio que tu compañero querrá acabar sacando el tema del fútbol porque como sois hombres seguro que triunfa y os hacéis colegas para toda la vida.

– Qué partidazo ayer el del Madrid

– Uy si, partidazo…

– Qué gran pase de Isco a Benzema para el segundo gol.

– La verdad que no vi el partido, a mi el fútbol no…

– Ah, pues fue un buen partido

Ese es el momento en el que te conviertes en el bicho raro porque no viste un partido crucial para el mundo, el partido que salvaría a la humanidad del hambre y la pobreza mundial.  Es por eso que ya he optado por disimular al máximo y es que no es tan difícil meterte en una conversación de estas. Puedes usar coletillas como: «el cabrón que partidazo», «qué golazo el hijo puta», «al jugador X lo vi flojito yo lo hubiera cambiado en la segunda parte», «vaya árbitro más malo, se cargó el partido», etc.

El mundo del fútbol está lleno de tópicos como el de que una mujer no entiende de fútbol. Yo he vivido con una loca del fútbol que seguro le echa la pierna encima a más de un machirulo y esa es mi madre. Mientras yo jugaba a mi videoconsola en la habitación ella radiaba los partidos a gritos y yo sabía si iba ganando o no el Madrid por sus berridos. Ahora ya soy un chico independizado pero me he traído conmigo a una mujer a la que también le pirra el fútbol y me pone los partidos que le van interesando, aunque es más comedida en cuanto a las celebraciones. El otro gran tópico es el de que si no te gusta el fútbol eres gay porque en qué cabeza cabe que a un hetero no le guste el fútbol o que a un gay le pueda gustar este deporte. Según los más machos, si eres gay debes tener un gen que te impide ser aficionado al fútbol y todo el que no lo ve, es porque debe ser homosexual

Pues sí machos de España, soy hombre y no me gusta el fútbol, prefiero comerme una buena mierda a tragarme un partido entero y gritar como un poseso porque a un chavalito se le ha escapado un balón fuera o no consiguió marcar gol. No me voy a a cagar en la madre del árbitro por ser humano y equivocarse viendo una falta que no es o pitando un penalti inexistente. No me voy a pelear con mi mejor amigo porque sea del Barcelona y yo del Madrid, ni
tampoco voy a indignarme, como si la vida me fuese en ello, porque Neymar se vaya a otro equipo por dinero (¿Acaso tú no te irías de un trabajo a otro por cobrar más?).

Y hasta aquí el post de hoy, si te ha gustado estaría muy bien que lo compartieras y que me dejaras algún comentario para que podamos debatir. ¿Te gusta el fútbol o no? ¿Qué opinas acerca de los tópicos? ¿Conoces algún otro tópico que se me haya olvidado mencionar? ¡Comparte tu opinión!

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Soy hombre y no me gusta el fútbol

Ahora que ha dado comienzo La Liga de fútbol española (Liga Santander, Liga BBVA y no sé cuántos nombres más de patrocinadores) voy a tratar el insólito caso del hombre al que no le gustaba el fútbol y los múltiples tópicos que acompañan al deporte rey de nuestro país y de buena parte del mundo.

Partamos de la base de que en mi familia siempre ha gustado mucho el fútbol, hasta mi madre es una gran fanática, y yo pues me dejaba arrastrar aunque nunca presté una gran atención, me gustaban otros deportes como el baloncesto, pero sobre todo los Juegos Olímpicos. Me es más admirable y me interesa más ver a la grande de Mireia Belmonte haciendo historia en la natación mundial, consiguiendo medallas para España. Me gusta más ver a Ruth Beitia, Saul Craviotto, Javier Gómez Noya, Lidia Valentín, Joel González, y un gran etcétera para todos aquellos que compiten a nivel mundial en deportes «de segunda» y consiguen grandes éxitos.

Lo más raro es que llegué a sacarme el carnet de socio del Cádiz C.F. e iba a todos los partidos, más para el cachondeo que por ver el partido, e incluso llegué a hacerme un viaje en autobús hasta Valencia, ida y vuelta en el mismo día, para ver un partido de Copa del Rey que enfrentaba al Valencia contra el Cádiz. ¿Conocéis el famoso cántico «Hemos venido a emborracharnos el resultado nos da igual»? Pues lo hice totalmente mío en ese viaje. Como ya os digo, a mi el fútbol me aburre y rara vez se pone un partido en mi casa (salvo cuando lo pone mi mujer porque a ella si que le gusta) y la mayoría son cuando se enfrentan el Real Madrid y el Barcelona o el Real Madrid contra el Atlético de Madrid, por eso de que es un Clásico y hay que verlo.

Esto de ser hombre y que no te guste el fútbol te pone en más de una situación incómoda ya que parece que un hombre debe entender de fútbol y tiene que ser la conversación estrella entre dos chicos que se acaban de conocer. Típica situación en la que tu amigo trae a otro amigo que tu no conoces de nada y llega el momento de quedaros solos. Si no eres una persona muy extrovertida puede que haya un tiempo de silencio incómodo, silencio que tu compañero querrá acabar sacando el tema del fútbol porque como sois hombres seguro que triunfa y os hacéis colegas para toda la vida.

– Qué partidazo ayer el del Madrid

– Uy si, partidazo…

– Qué gran pase de Isco a Benzema para el segundo gol.

– La verdad que no vi el partido, a mi el fútbol no…

– Ah, pues fue un buen partido

Ese es el momento en el que te conviertes en el bicho raro porque no viste un partido crucial para el mundo, el partido que salvaría a la humanidad del hambre y la pobreza mundial.  Es por eso que ya he optado por disimular al máximo y es que no es tan difícil meterte en una conversación de estas. Puedes usar coletillas como: «el cabrón que partidazo», «qué golazo el hijo puta», «al jugador X lo vi flojito yo lo hubiera cambiado en la segunda parte», «vaya árbitro más malo, se cargó el partido», etc.

El mundo del fútbol está lleno de tópicos como el de que una mujer no entiende de fútbol. Yo he vivido con una loca del fútbol que seguro le echa la pierna encima a más de un machirulo y esa es mi madre. Mientras yo jugaba a mi videoconsola en la habitación ella radiaba los partidos a gritos y yo sabía si iba ganando o no el Madrid por sus berridos. Ahora ya soy un chico independizado pero me he traído conmigo a una mujer a la que también le pirra el fútbol y me pone los partidos que le van interesando, aunque es más comedida en cuanto a las celebraciones. El otro gran tópico es el de que si no te gusta el fútbol eres gay porque en qué cabeza cabe que a un hetero no le guste el fútbol o que a un gay le pueda gustar este deporte. Según los más machos, si eres gay debes tener un gen que te impide ser aficionado al fútbol y todo el que no lo ve, es porque debe ser homosexual

Pues sí machos de España, soy hombre y no me gusta el fútbol, prefiero comerme una buena mierda a tragarme un partido entero y gritar como un poseso porque a un chavalito se le ha escapado un balón fuera o no consiguió marcar gol. No me voy a a cagar en la madre del árbitro por ser humano y equivocarse viendo una falta que no es o pitando un penalti inexistente. No me voy a pelear con mi mejor amigo porque sea del Barcelona y yo del Madrid, ni
tampoco voy a indignarme, como si la vida me fuese en ello, porque Neymar se vaya a otro equipo por dinero (¿Acaso tú no te irías de un trabajo a otro por cobrar más?).

Y hasta aquí el post de hoy, si te ha gustado estaría muy bien que lo compartieras y que me dejaras algún comentario para que podamos debatir. ¿Te gusta el fútbol o no? ¿Qué opinas acerca de los tópicos? ¿Conoces algún otro tópico que se me haya olvidado mencionar? ¡Comparte tu opinión!

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Papá también cambia pañales

Iniciamos la sección Paternidad con un escabroso tema: los pañales. Es la prenda estrella por antonomasia de los bebés y también su W.C. Fue uno de mis mayores temores antes de que llegara la nena y no paraba de preguntarme si sería capaz de hacerlo, si sería muy complicada la técnica, etc. Una vez nació la pequeña temía el momento en el que mi mujer me invitara a cambiarle el pañal, ya que ,en general, me daba mucho respeto ese ser tan pequeñito y frágil. 

Pero llegó el momento y desde luego yo quería colaborar con todos los cuidados del bebé así que no me iba a escaquear. Me armé de valor, me encomendé a todos los santos y tomé mi primer pañal dispuesto a vencer en esta dura batalla. Por suerte solo fue un poquito de pipí y tuve en todo momento a 2 apuntadoras guiándome en mi tarea (la mamá y la abuela paterna, también conocida como la madre que me parió). «Dale bien en el totete, sin miedo» me decían,  y es que le estaba pasando la toallita a la niña casi desde el pasillo de la habitación del Hospital por miedo a hacerle daño. Otro tema delicado es el de saber hasta que punto apretarle el pañal a la niña y yo no tengo término medio, o le pongo el pañal «cagao» o se lo aprieto como un corsé. Las primeras experiencias, tan recientes, también son más delicadas porque el bebito tiene su cordón umbilical aún y tienes que tener cuidado con la parte superior del pañal. 
No vamos a negar que mi mujer habrá cambiado como tres y cuatro veces más pañales que yo pero puedo decir orgullosamente: Papá también cambia pañales. Ya al llegar a casa una de las mejores anécdotas es cuando le cambiábamos el pañal a la niña en la cama. Yo me confíe, creí que al no tener colita no meaba a chorros y pudimos comprobar de primera mano que sí. Mi reacción era apartarme y mi mujer gritaba porque no se me ocurrió taparle el conejillo con el pañal de nuevo en vez de esquivar el chorro.  No hay una madre o padre en el mundo que no se haya visto envuelta/o en los orines de su bebé, una sensación que puede parecer asquerosa pero que se convierte en divertida porque hasta que te mee tu peque te parece adorable.
Con el tiempo el mundo pañal va a peor y es que llegará el momento en que tu bebé empiece a comer sólitos por lo que sus heces también empezarán a serlo, además de aumentar en tamaño.  Quitar un pegote de mierda del culo de tu peque es mucho más «delicado» que la simple caquita del recién nacido. Un recién nacido casi no hueles las necesidades pero cuando este pequeño bicho que tengo de 16 meses se hace caca lo saben hasta en Poniente y los 7 Reinos. Se pasea por el salón después de andar escondida detrás del sofá e impregna el ambiente un fresco hedor a caquita de dioses y nos queda muy claro que se ha cagado. Además, un bebé es muy dócil a la hora de cambiarle pero a medida que van creciendo hay algunos que no les gusta nada que les cambien, y yo tengo una de esas. Patalea, llora, mete las manos en la caca y, en ocasiones, acaba empapada en mierda por lo que hay que meterla directamente en la ducha.
El tema pañal puede ser más o menos disgusting pero hay que tener en cuenta que lo es tanto para ti como para la mamá y por ello es una de las tareas más importantes a repartir. Más cuando la peque ha decidido hacer sus necesidades a la hora de comer o justo después de hacerlo, con el mayor peste que se recuerda en el Planeta Tierra. Padres del mundo, nosotros también cambiamos pañales y tenemos que estar orgullosos de hacerlo. 

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Papá también cambia pañales

Iniciamos la sección Paternidad con un escabroso tema: los pañales. Es la prenda estrella por antonomasia de los bebés y también su W.C. Fue uno de mis mayores temores antes de que llegara la nena y no paraba de preguntarme si sería capaz de hacerlo, si sería muy complicada la técnica, etc. Una vez nació la pequeña temía el momento en el que mi mujer me invitara a cambiarle el pañal, ya que ,en general, me daba mucho respeto ese ser tan pequeñito y frágil. 

Pero llegó el momento y desde luego yo quería colaborar con todos los cuidados del bebé así que no me iba a escaquear. Me armé de valor, me encomendé a todos los santos y tomé mi primer pañal dispuesto a vencer en esta dura batalla. Por suerte solo fue un poquito de pipí y tuve en todo momento a 2 apuntadoras guiándome en mi tarea (la mamá y la abuela paterna, también conocida como la madre que me parió). «Dale bien en el totete, sin miedo» me decían,  y es que le estaba pasando la toallita a la niña casi desde el pasillo de la habitación del Hospital por miedo a hacerle daño. Otro tema delicado es el de saber hasta que punto apretarle el pañal a la niña y yo no tengo término medio, o le pongo el pañal «cagao» o se lo aprieto como un corsé. Las primeras experiencias, tan recientes, también son más delicadas porque el bebito tiene su cordón umbilical aún y tienes que tener cuidado con la parte superior del pañal. 
No vamos a negar que mi mujer habrá cambiado como tres y cuatro veces más pañales que yo pero puedo decir orgullosamente: Papá también cambia pañales. Ya al llegar a casa una de las mejores anécdotas es cuando le cambiábamos el pañal a la niña en la cama. Yo me confíe, creí que al no tener colita no meaba a chorros y pudimos comprobar de primera mano que sí. Mi reacción era apartarme y mi mujer gritaba porque no se me ocurrió taparle el conejillo con el pañal de nuevo en vez de esquivar el chorro.  No hay una madre o padre en el mundo que no se haya visto envuelta/o en los orines de su bebé, una sensación que puede parecer asquerosa pero que se convierte en divertida porque hasta que te mee tu peque te parece adorable.
Con el tiempo el mundo pañal va a peor y es que llegará el momento en que tu bebé empiece a comer sólitos por lo que sus heces también empezarán a serlo, además de aumentar en tamaño.  Quitar un pegote de mierda del culo de tu peque es mucho más «delicado» que la simple caquita del recién nacido. Un recién nacido casi no hueles las necesidades pero cuando este pequeño bicho que tengo de 16 meses se hace caca lo saben hasta en Poniente y los 7 Reinos. Se pasea por el salón después de andar escondida detrás del sofá e impregna el ambiente un fresco hedor a caquita de dioses y nos queda muy claro que se ha cagado. Además, un bebé es muy dócil a la hora de cambiarle pero a medida que van creciendo hay algunos que no les gusta nada que les cambien, y yo tengo una de esas. Patalea, llora, mete las manos en la caca y, en ocasiones, acaba empapada en mierda por lo que hay que meterla directamente en la ducha.
El tema pañal puede ser más o menos disgusting pero hay que tener en cuenta que lo es tanto para ti como para la mamá y por ello es una de las tareas más importantes a repartir. Más cuando la peque ha decidido hacer sus necesidades a la hora de comer o justo después de hacerlo, con el mayor peste que se recuerda en el Planeta Tierra. Padres del mundo, nosotros también cambiamos pañales y tenemos que estar orgullosos de hacerlo. 

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Terrorismo, #StopIslam y las fotos de Barcelona

Hoy iba a comenzar mi sección de actualidad y tenía pensado un tema totalmente diferente, pero si hay algo de actualidad en el día de hoy es toda la noticia de los macabros atentados terroristas que sucedieron ayer a la tarde en Las Ramblas de Barcelona. De nuevo el ISIS ha usado el modus operandi del atropello masivo como ya hicieran en Francia, Reino Unido, Alemania, etc. Esta vez nos tocó de más cerca, han llegado a España y Barcelona ha sido su primer objetivo, atentando contra una de las calles más transitadas de la ciudad condal.

En este artículo, además de condenar estos actos deleznables, mandar mi más sincero pésame a los familiares de las víctimas y desear una pronta recuperación a los heridos, vamos a hablar de varios temas que han sucedido a raíz de este atentado.

El primero de ellos es el de la pronta aparición, una vez más, de la Islamofobia que se hizo notar en la red social Twitter con el hashtag #StopIslam. Al entrar a este hashtag que llegó a ser Trending Topic encuentras cada barbaridad que da miedo conocer la ignorancia que tiene un gran sector de esta población que de verdad creen que la solución es expulsar a todos los musulmanes del país. Ya de base, el TT está mal planteado porque la lucha no es contra el Islam sino contra los terroristas del ISIS que hacen una lectura radical del libro sagrado y buscan fundamentación a su odio contra el mundo Occidental. Como comenté en Twitter (si aún no me sigues puedes hacerlo en @papagadesblog), decir que estos terroristas representan al Islam es como decir que los curas pederastas representan al Cristianismo. En otras redes incluso he llegado a leer gente proponiendo que les hagamos la vida imposible a los musulmanes que viven en España, fomentando un odio irracional a toda una comunidad que pueden ser igual de victimas de estos atentados como nosotros. Tiene que quedar muy claro que no luchamos contra una religión sino contra el radicalismo islámico.

El segundo de los temas que trataré en este post será el de la poca consciencia de algunos ciudadanos y los medios de comunicación con las fotografías y vídeos que han inundado las redes sobre los atentados. Hay que poner un límite a la información y ese límite tiene que estar en el respeto a los fallecidos y a sus familias, no poniendo las imágenes de la gente inconsciente o muerta en la portada de un periódico o llenando los telediarios. Seguro que muchos habéis visto el vídeo de un viandante grabando a la gente en el suelo con una sangre fría que asusta, al final del vídeo incluso se puede ver a un policía atendiendo a un niño en el suelo. ¿Era necesario filmar esa imagen? ¿Era necesario ver a una de las víctimas desparramada en el suelo con el píe hecho trizas en el telediario? Un poco de cordura y, ante todo, de RESPETO. Mientras la policía pedía en las RR.SS. que no se difundieran estas imágenes los informativos de todo el país las estaban convirtiendo en virales para todo el mundo. ¿Incongruente verdad?.

He dudado mucho en escribir este post por no parecer que quiero «subirme al carro» pero ni me parecía correcto ni me apetecía tratar otro tema más banal, obviando la difícil situación que se está viviendo en Barcelona.. Además, los temas de islamofobia y racismo en general me pueden y me parece que solo hacen denotar la incultura del país. No caigamos en el mismo error que ellos, no condenemos a una religión por lo que hacen unos pocos (y para demostrarlo adjunto un fantástico gráfico de la página El Orden Mundial en el Siglo XXI que refleja la población musulmana y señala el porcentaje de radicales dentro de ella). En estos momentos apoyemos a los afectados, victimas y familiares, condenemos el terrorismo pero no fomentemos más odio y menos contra las personas que no lo merecen.

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Terrorismo, #StopIslam y las fotos de Barcelona

Hoy iba a comenzar mi sección de actualidad y tenía pensado un tema totalmente diferente, pero si hay algo de actualidad en el día de hoy es toda la noticia de los macabros atentados terroristas que sucedieron ayer a la tarde en Las Ramblas de Barcelona. De nuevo el ISIS ha usado el modus operandi del atropello masivo como ya hicieran en Francia, Reino Unido, Alemania, etc. Esta vez nos tocó de más cerca, han llegado a España y Barcelona ha sido su primer objetivo, atentando contra una de las calles más transitadas de la ciudad condal.

En este artículo, además de condenar estos actos deleznables, mandar mi más sincero pésame a los familiares de las víctimas y desear una pronta recuperación a los heridos, vamos a hablar de varios temas que han sucedido a raíz de este atentado.

El primero de ellos es el de la pronta aparición, una vez más, de la Islamofobia que se hizo notar en la red social Twitter con el hashtag #StopIslam. Al entrar a este hashtag que llegó a ser Trending Topic encuentras cada barbaridad que da miedo conocer la ignorancia que tiene un gran sector de esta población que de verdad creen que la solución es expulsar a todos los musulmanes del país. Ya de base, el TT está mal planteado porque la lucha no es contra el Islam sino contra los terroristas del ISIS que hacen una lectura radical del libro sagrado y buscan fundamentación a su odio contra el mundo Occidental. Como comenté en Twitter (si aún no me sigues puedes hacerlo en @papagadesblog), decir que estos terroristas representan al Islam es como decir que los curas pederastas representan al Cristianismo. En otras redes incluso he llegado a leer gente proponiendo que les hagamos la vida imposible a los musulmanes que viven en España, fomentando un odio irracional a toda una comunidad que pueden ser igual de victimas de estos atentados como nosotros. Tiene que quedar muy claro que no luchamos contra una religión sino contra el radicalismo islámico.

El segundo de los temas que trataré en este post será el de la poca consciencia de algunos ciudadanos y los medios de comunicación con las fotografías y vídeos que han inundado las redes sobre los atentados. Hay que poner un límite a la información y ese límite tiene que estar en el respeto a los fallecidos y a sus familias, no poniendo las imágenes de la gente inconsciente o muerta en la portada de un periódico o llenando los telediarios. Seguro que muchos habéis visto el vídeo de un viandante grabando a la gente en el suelo con una sangre fría que asusta, al final del vídeo incluso se puede ver a un policía atendiendo a un niño en el suelo. ¿Era necesario filmar esa imagen? ¿Era necesario ver a una de las víctimas desparramada en el suelo con el píe hecho trizas en el telediario? Un poco de cordura y, ante todo, de RESPETO. Mientras la policía pedía en las RR.SS. que no se difundieran estas imágenes los informativos de todo el país las estaban convirtiendo en virales para todo el mundo. ¿Incongruente verdad?.

He dudado mucho en escribir este post por no parecer que quiero «subirme al carro» pero ni me parecía correcto ni me apetecía tratar otro tema más banal, obviando la difícil situación que se está viviendo en Barcelona.. Además, los temas de islamofobia y racismo en general me pueden y me parece que solo hacen denotar la incultura del país. No caigamos en el mismo error que ellos, no condenemos a una religión por lo que hacen unos pocos (y para demostrarlo adjunto un fantástico gráfico de la página El Orden Mundial en el Siglo XXI que refleja la población musulmana y señala el porcentaje de radicales dentro de ella). En estos momentos apoyemos a los afectados, victimas y familiares, condenemos el terrorismo pero no fomentemos más odio y menos contra las personas que no lo merecen.

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Reseña: Escondido en las Sombras

Pues os doy la bienvenida a mi rincón de reseñas y ya os aviso que le daré un toquecito de humor a la sección porque no todo va a ser tan serio y estirado. Empezaremos con uno de mis libros favoritos: Escondido en las sombras de Mary Higgins Clark. Ya aviso que podréis ver este nombre en el blog más de una vez porque es mi escritora favorita y en mi colección tengo como 15 libros  en formato papel y otros tantos en el eBook.

Su nombre es Mary Theresa Eleanor Higgins Clark Conheeney (esta mujer debe tener el DNI en tamaño DIN A3) y es una conocidísima escritora norteamericana especialista en novelas de misterio y suspense. Su primera obra fue ¿Dónde están los niños? (la cual también recomiendo muchísimo) y desde entonces lleva a sus espaldas más de 50 libros con la misma temática, la mayoría en solitario pero también tiene otros escritos junto a su hija, Carol Higgins Clark, y con su nuera, Mary Jane Clark.

Entrando en materia os dejo a continuación la sinopsis que aparece en la novela:

<Soy el búho y vivo en un árbol.> Dependiendo del momento, las palabras tartamudeadas en la representación infantil regresaban a su cabeza como un doloroso recuerdo o desafiantes, como una muestra de su nueva fuerza y personalidad. Aquellas mujeres ya no volverían a burlarse, como habían hecho sin piedad durante los años de instituto. Las había ido cazando, una a una, y ahora se encontraría con las que quedaban en la reunión de ex alumnos de Stonecroft. Por fin, el búho podría completar su macabra tarea.

Así nos presenta la historia la escritora, y ya nos deja intuir el hilo argumentativo y las intenciones del asesino protagonista de la novela. Se trata de un chico que se sintió humillado por un grupo de compañeras del instituto (lo que hoy se llamaría bullying y es tan comentado) y que ahora busca venganza. La protagonista principal es Jean Sheridan, una afamada escritora e historiadora que ha recibido la invitación para asistir a la reunión de ex alumnos de su instituto, cosa que no le apetece un «cagao» (para ser claros y concisos). Jean recibirá la noticia de la muerte de una de sus amigas del instituto, Alison, y el hecho de rendirle homenaje en la reunión le hace dar el paso de asistir (y lo que te vas a arrepentir guapa). Para acojonar un poco más a la exitosa Jean, empieza a recibir amenazas de manera anónima y es que alguien conoce su secreto más oculto del pasado. Y para más inri, el resto de sus antiguas compañeras van a ir apareciendo muertas en extrañas circunstancias. Ante tal panorama es normal que la pobre Jean no se fíe ni de su sombra, y es normal porque el asesino la tiene como el plato fuerte final.

La novela para mi es simplemente espectacular, con muchos giros, nada es lo que parece y finalmente el asesino es quién menos te espera. Una cosa que me encanta de esta escritora es que conoces al asesino pero no sabes quién es dentro del entorno de la protagonista.  Describe todo muy bien y te hace tener una imagen clara de la escena en tu cabeza y es algo que también me hace amar a esta escritora. Es un libro que engancha, que te incita a leer más y más, sus capítulos son cortos por lo que dices: «venga uno más», y así hasta que te dan las tantas y te has zampado medio libro.

Si te gustan las novelas de misterio, la intriga y el suspense no te puedes perder Escondido en las Sombras y en general no puedes ir por la vida sin haber leído a Mary Higgins Clark.

¿Has leído el libro?¿Quieres saber más sobre él?¿Te ha gustado la reseña? Pues déjamelo en los comentarios y debatimos puntos de vista. ¡Nos vemos en el siguiente post!



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Reseña: Escondido en las Sombras

Pues os doy la bienvenida a mi rincón de reseñas y ya os aviso que le daré un toquecito de humor a la sección porque no todo va a ser tan serio y estirado. Empezaremos con uno de mis libros favoritos: Escondido en las sombras de Mary Higgins Clark. Ya aviso que podréis ver este nombre en el blog más de una vez porque es mi escritora favorita y en mi colección tengo como 15 libros  en formato papel y otros tantos en el eBook.

Su nombre es Mary Theresa Eleanor Higgins Clark Conheeney (esta mujer debe tener el DNI en tamaño DIN A3) y es una conocidísima escritora norteamericana especialista en novelas de misterio y suspense. Su primera obra fue ¿Dónde están los niños? (la cual también recomiendo muchísimo) y desde entonces lleva a sus espaldas más de 50 libros con la misma temática, la mayoría en solitario pero también tiene otros escritos junto a su hija, Carol Higgins Clark, y con su nuera, Mary Jane Clark.

Entrando en materia os dejo a continuación la sinopsis que aparece en la novela:

<Soy el búho y vivo en un árbol.> Dependiendo del momento, las palabras tartamudeadas en la representación infantil regresaban a su cabeza como un doloroso recuerdo o desafiantes, como una muestra de su nueva fuerza y personalidad. Aquellas mujeres ya no volverían a burlarse, como habían hecho sin piedad durante los años de instituto. Las había ido cazando, una a una, y ahora se encontraría con las que quedaban en la reunión de ex alumnos de Stonecroft. Por fin, el búho podría completar su macabra tarea.

Así nos presenta la historia la escritora, y ya nos deja intuir el hilo argumentativo y las intenciones del asesino protagonista de la novela. Se trata de un chico que se sintió humillado por un grupo de compañeras del instituto (lo que hoy se llamaría bullying y es tan comentado) y que ahora busca venganza. La protagonista principal es Jean Sheridan, una afamada escritora e historiadora que ha recibido la invitación para asistir a la reunión de ex alumnos de su instituto, cosa que no le apetece un «cagao» (para ser claros y concisos). Jean recibirá la noticia de la muerte de una de sus amigas del instituto, Alison, y el hecho de rendirle homenaje en la reunión le hace dar el paso de asistir (y lo que te vas a arrepentir guapa). Para acojonar un poco más a la exitosa Jean, empieza a recibir amenazas de manera anónima y es que alguien conoce su secreto más oculto del pasado. Y para más inri, el resto de sus antiguas compañeras van a ir apareciendo muertas en extrañas circunstancias. Ante tal panorama es normal que la pobre Jean no se fíe ni de su sombra, y es normal porque el asesino la tiene como el plato fuerte final.

La novela para mi es simplemente espectacular, con muchos giros, nada es lo que parece y finalmente el asesino es quién menos te espera. Una cosa que me encanta de esta escritora es que conoces al asesino pero no sabes quién es dentro del entorno de la protagonista.  Describe todo muy bien y te hace tener una imagen clara de la escena en tu cabeza y es algo que también me hace amar a esta escritora. Es un libro que engancha, que te incita a leer más y más, sus capítulos son cortos por lo que dices: «venga uno más», y así hasta que te dan las tantas y te has zampado medio libro.

Si te gustan las novelas de misterio, la intriga y el suspense no te puedes perder Escondido en las Sombras y en general no puedes ir por la vida sin haber leído a Mary Higgins Clark.

¿Has leído el libro?¿Quieres saber más sobre él?¿Te ha gustado la reseña? Pues déjamelo en los comentarios y debatimos puntos de vista. ¡Nos vemos en el siguiente post!



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Youtube y sus cambios en la monetización

Como ya os había comentado en el apartado «Sobre mi» (que si aún no lo habéis leído ya estáis tardando) uno de los temas que vamos a tratar en este blog es el de Youtube. Pese a que se tiende a pensar que Youtube es una plataforma con contenido más para chavales, también hay gente como yo que somos grandes consumidores de vídeos (sí, a mi edad sigo viendo vídeos de WillyRex y confieso que llega a parecerme hasta gracioso).

En Youtube siempre hay muchas polémicas y lejos de comentar los ya clásicos vídeos de: «Hago una broma a mi novia y sale mal» o «Le doy con un martillo en la cabeza a mi amigo (y le duele), hoy vengo a comentaros el cambio en la política de monetización lo que está causando un enorme revuelo en la plataforma. El cambio viene generado por los anunciantes que se han puesto en pie de guerra y exigen que no salgan sus anuncios en ciertos canales con contenidos inapropiados para ellos. Ahora hay tres clases de vídeos: los que se pueden monetizar normalmente, como se venía haciendo hasta ahora, y que serán representados con un simbolito verde; los que pueden ser monetizados pero con ciertas restricciones, representados con un simbolito naranja; y los que directamente no podrán ser monetizados en la plataforma y no tendrán anuncios, por tanto no tendrán ganancias.

Con esto, el famoso contenido family-friendly quedará en las mismas condiciones como al principio y serán los canales más picantones, con un humor más fuerte o un contenido más para adultos los que vean mermados sus ingresos. En pie de guerra se han levantado ya los primeros youtubers que se ven afectados por esta nueva forma de monetización como pueden ser Wismichu o Jordi Wild (del canal El Rincón de Giorgio). Muchos usuarios temen que algunos de estos youtubers dejen de subir contenido a la plataforma por la pérdida de ingresos lo que les haría menos interesante crear contenido para Youtube (pese que a la mayoría se les llena la boca en decir que lo hacen porque les gusta y no por dinero).

La polémica está servida y en unos meses veremos las consecuencias que tendrá en la plataforma esta nueva forma de monetización. En mi opinión, creo que muchos ven peligrar su zona de confort y ven como su forma de vida, muy cómoda hasta ahora, se les derrumba. A Youtube realmente si el contenido es más o menos adecuado para un niño les es indiferente, les importa que no se les vayan los anunciantes como ya venían haciendo. Sólo hay que dar un repaso por los canales de gente como la anteriormente mencionados para darte cuenta que no son canales que tengan que ver niños de 13, 14,  o 15 años (e incluso menos) como vienen haciendo y era algo que debían de regular pronto. Canales que de cada 10 palabras 4 son palabras malsonantes y que pronto calan en chavales con personalidades aún poco forjadas y que repiten como loros.

Hasta aquí mi opinión y me gustaría saber la vuestra con respecto a este tema. ¿Sois consumidores de Youtube? ¿Os parece bien limitar el ingreso a este tipo de canales? ¿Creéis que la plataforma perderá creadores de contenidos por esta medida? ¡Os leo en comentarios!

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Youtube y sus cambios en la monetización

Como ya os había comentado en el apartado «Sobre mi» (que si aún no lo habéis leído ya estáis tardando) uno de los temas que vamos a tratar en este blog es el de Youtube. Pese a que se tiende a pensar que Youtube es una plataforma con contenido más para chavales, también hay gente como yo que somos grandes consumidores de vídeos (sí, a mi edad sigo viendo vídeos de WillyRex y confieso que llega a parecerme hasta gracioso).

En Youtube siempre hay muchas polémicas y lejos de comentar los ya clásicos vídeos de: «Hago una broma a mi novia y sale mal» o «Le doy con un martillo en la cabeza a mi amigo (y le duele), hoy vengo a comentaros el cambio en la política de monetización lo que está causando un enorme revuelo en la plataforma. El cambio viene generado por los anunciantes que se han puesto en pie de guerra y exigen que no salgan sus anuncios en ciertos canales con contenidos inapropiados para ellos. Ahora hay tres clases de vídeos: los que se pueden monetizar normalmente, como se venía haciendo hasta ahora, y que serán representados con un simbolito verde; los que pueden ser monetizados pero con ciertas restricciones, representados con un simbolito naranja; y los que directamente no podrán ser monetizados en la plataforma y no tendrán anuncios, por tanto no tendrán ganancias.

Con esto, el famoso contenido family-friendly quedará en las mismas condiciones como al principio y serán los canales más picantones, con un humor más fuerte o un contenido más para adultos los que vean mermados sus ingresos. En pie de guerra se han levantado ya los primeros youtubers que se ven afectados por esta nueva forma de monetización como pueden ser Wismichu o Jordi Wild (del canal El Rincón de Giorgio). Muchos usuarios temen que algunos de estos youtubers dejen de subir contenido a la plataforma por la pérdida de ingresos lo que les haría menos interesante crear contenido para Youtube (pese que a la mayoría se les llena la boca en decir que lo hacen porque les gusta y no por dinero).

La polémica está servida y en unos meses veremos las consecuencias que tendrá en la plataforma esta nueva forma de monetización. En mi opinión, creo que muchos ven peligrar su zona de confort y ven como su forma de vida, muy cómoda hasta ahora, se les derrumba. A Youtube realmente si el contenido es más o menos adecuado para un niño les es indiferente, les importa que no se les vayan los anunciantes como ya venían haciendo. Sólo hay que dar un repaso por los canales de gente como la anteriormente mencionados para darte cuenta que no son canales que tengan que ver niños de 13, 14,  o 15 años (e incluso menos) como vienen haciendo y era algo que debían de regular pronto. Canales que de cada 10 palabras 4 son palabras malsonantes y que pronto calan en chavales con personalidades aún poco forjadas y que repiten como loros.

Hasta aquí mi opinión y me gustaría saber la vuestra con respecto a este tema. ¿Sois consumidores de Youtube? ¿Os parece bien limitar el ingreso a este tipo de canales? ¿Creéis que la plataforma perderá creadores de contenidos por esta medida? ¡Os leo en comentarios!

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¿Ver o no ver 3%? Serie Original de Netflix

Comenzamos la sección de Series del blog hablando de una no muy conocida y, por tanto, os daré mi opinión sobre ella. La serie en cuestión se llama 3% y es una serie original de Netflix Brasil por lo que ya os aviso que no tiene audio en español, tendréis que verla en VOS, escuchando las voces en portugués, o doblada al inglés y con subtítulos en español (así lo hice yo). Es una serie rápida de ver porque solo cuenta con 8 capítulos cortos pero ya se ha confirmado que tendrá una segunda temporada, la cual espero ansioso.

El argumento es sencillo, se trata de una visión de Brasil en un futuro antiutópico en el que el país se encuentra dividido en dos partes muy diferentes. En un lado están los pobres que viven en la más absoluta miseria, y, por otro lado, tenemos el lado del progreso donde habitan las élites y disfrutan de la tecnología del futuro. Solo existe una forma de pasar de un lado a otro y es pasando las pruebas de la selección cuando llegue tu momento. Los jóvenes se enfrentarán a varias pruebas para demostrar que merecen pasar al otro lado y disfrutar de los grandes avances que allí disponen, aunque eso suponga olvidarte de la familia que dejas atrás.  Hasta aquí parece un argumento sencillo pero pronto se complicará cuando aparezca en escena «La Causa» una organización clandestina que está cansada de vivir en la pobreza mientras que unos pocos disfrutan de lo mejor en el otro lado. Esta organización está intentando infiltrar a jóvenes en el proceso para que logren pasar y acabar con el sistema desde dentro.

En este universo conoceremos a los protagonistas principales: Michele, Fernando, Joana, Rafael, Marco y Ezequiel, a los que se unen muchos más pero ya con un papel más secundario. Ezequiel es el encargado de llevar a cabo el proceso de selección, así que pertenece ya al otro lado, mientras que el resto son candidatos que intentarán pasar al otro lado, haciendo lo que haga falta para conseguirlo. Traiciones, mentiras, trampas, alianzas y mucho más te esperan por descubrir en esta magnífica serie que empecé con 0 interés y acabé viéndola en 2 días.

Mi recomendación es positiva, yo sí recomendaría ver la serie y disfrutar de ella y todo lo que nos puede ofrecer con el paso al otro lado. Eso sí, ya os aviso que el final está abierto y si queréis evitaros tanta intriga mejor esperar al estreno de la 2º Temporada y la veis de corrido. Pensaba encontrarme con algo al estilo de Los Juegos del Hambre (cosa que no me hubiera disgustado porque amo esta trilogía) pero la verdad es que está muy conseguido y no termina pareciendo una copia más.

En la escala de Papá Gades (1/10) para series, 3% se llevará un 7.

Seguiremos informando sobre series conocidas y no tan conocidas para que saquéis provecho a vuestra suscripción de Netflix, o simplemente para darte ideas de series que ver en tus horas de relax. ¡Saludos!

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¿Ver o no ver 3%? Serie Original de Netflix

Comenzamos la sección de Series del blog hablando de una no muy conocida y, por tanto, os daré mi opinión sobre ella. La serie en cuestión se llama 3% y es una serie original de Netflix Brasil por lo que ya os aviso que no tiene audio en español, tendréis que verla en VOS, escuchando las voces en portugués, o doblada al inglés y con subtítulos en español (así lo hice yo). Es una serie rápida de ver porque solo cuenta con 8 capítulos cortos pero ya se ha confirmado que tendrá una segunda temporada, la cual espero ansioso.

El argumento es sencillo, se trata de una visión de Brasil en un futuro antiutópico en el que el país se encuentra dividido en dos partes muy diferentes. En un lado están los pobres que viven en la más absoluta miseria, y, por otro lado, tenemos el lado del progreso donde habitan las élites y disfrutan de la tecnología del futuro. Solo existe una forma de pasar de un lado a otro y es pasando las pruebas de la selección cuando llegue tu momento. Los jóvenes se enfrentarán a varias pruebas para demostrar que merecen pasar al otro lado y disfrutar de los grandes avances que allí disponen, aunque eso suponga olvidarte de la familia que dejas atrás.  Hasta aquí parece un argumento sencillo pero pronto se complicará cuando aparezca en escena «La Causa» una organización clandestina que está cansada de vivir en la pobreza mientras que unos pocos disfrutan de lo mejor en el otro lado. Esta organización está intentando infiltrar a jóvenes en el proceso para que logren pasar y acabar con el sistema desde dentro.

En este universo conoceremos a los protagonistas principales: Michele, Fernando, Joana, Rafael, Marco y Ezequiel, a los que se unen muchos más pero ya con un papel más secundario. Ezequiel es el encargado de llevar a cabo el proceso de selección, así que pertenece ya al otro lado, mientras que el resto son candidatos que intentarán pasar al otro lado, haciendo lo que haga falta para conseguirlo. Traiciones, mentiras, trampas, alianzas y mucho más te esperan por descubrir en esta magnífica serie que empecé con 0 interés y acabé viéndola en 2 días.

Mi recomendación es positiva, yo sí recomendaría ver la serie y disfrutar de ella y todo lo que nos puede ofrecer con el paso al otro lado. Eso sí, ya os aviso que el final está abierto y si queréis evitaros tanta intriga mejor esperar al estreno de la 2º Temporada y la veis de corrido. Pensaba encontrarme con algo al estilo de Los Juegos del Hambre (cosa que no me hubiera disgustado porque amo esta trilogía) pero la verdad es que está muy conseguido y no termina pareciendo una copia más.

En la escala de Papá Gades (1/10) para series, 3% se llevará un 7.

Seguiremos informando sobre series conocidas y no tan conocidas para que saquéis provecho a vuestra suscripción de Netflix, o simplemente para darte ideas de series que ver en tus horas de relax. ¡Saludos!

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