Antes de aterrizar en Móvilandia, me acuerdo de Marta.
Bienvenidos a Móvilandia.
Bienvenidos a Móvilandia.
Clickpadres en 8TV
Hoy en ClickPadres estamos supercontentos! No todos los días salimos por la tele! Hace unas semanas, navegando por la red, descubrí un anuncio publicado por Initec, el centro dónde realicé un curso intensivo Community Manager. En él buscaban a personas que se hubiesen reciclado con alguno de sus cursos y que en la actualidad trabajasen en Internet. Pues bien, respondí y el resultado es la aparición de ClickPadres en la tele.
Clickpadres en 8TV
Hoy en ClickPadres estamos supercontentos! No todos los días salimos por la tele! Hace unas semanas, navegando por la red, descubrí un anuncio publicado por Initec, el centro dónde realicé un curso intensivo Community Manager. En él buscaban a personas que se hubiesen reciclado con alguno de sus cursos y que en la actualidad trabajasen en Internet. Pues bien, respondí y el resultado es la aparición de ClickPadres en la tele.
Fabricamos una colina, unos árboles, un tren y una playa.
¿Cómo os imagináis la vista de la playa desde el tren mágico de ClickPadres? Nosotros empezamos imaginando una colina, una playa y mar salpicado de velas blancas.
Para haber la colina utilizamos una cartulina azul (Reciclada de una foto anterior), le damos forma de colina doblando uno de los lados repetidas veces. Tras comprobar que no se aguanta, buscamos unos trocitos de cartón un poquito más duro y lo grapamos por debajo de la cartulina para fijar la forma curva de la colina.
Pero, claro es de color azul. tenemos que darle aspecto de colina. Para eso hemos utilizado unos retales de papel Crepe que hemos encontrado en el laboratorio de ClickPadres. Este tipo de papel es fácilmente localizable en cualquier papelería y al comprobar la etiqueta del precio vemos que es bastante económico. El rollo de 0.50 x 2.5 mts cuesta 0.80 céntimos. Pegamos el papel Crepe verde a la parte curva de la cartulina y fabricamos un tren con cartulina marrón y unas vías con cartulina negra.
Bueno, así es como nos imaginamos en ClickPadres la vista de la playa desde el tren mágico. Y vosotros/as?
Ya de vuelta en nuestra cabina, después de una revitalizante ducha, me siento en la butaca y oh!, los barcos, los árboles, las personas, todo! se va haciendo cada vez más pequeño. Sin notarlo nuestro tren mágico se ha despegado de sus vías y ahora mismo surca el cielo veloz como un rayo. ¿Cuál será la próxima parada?
Dubidubidubi, dubidubidubi!- Se escucha un teléfono móvil desde el otro lado de la pared. Una voz infantil responde a la llamada. Y aquí es dónde ya nos imaginamos (más o menos) nuestra próxima parada.
Chu-Chu!- Próxima parada: Smartphones y niños.
Sigue leyendo ->Fabricamos una colina, unos árboles, un tren y una playa.
¿Cómo os imagináis la vista de la playa desde el tren mágico de ClickPadres? Nosotros empezamos imaginando una colina, una playa y mar salpicado de velas blancas.
Para haber la colina utilizamos una cartulina azul (Reciclada de una foto anterior), le damos forma de colina doblando uno de los lados repetidas veces. Tras comprobar que no se aguanta, buscamos unos trocitos de cartón un poquito más duro y lo grapamos por debajo de la cartulina para fijar la forma curva de la colina.
Pero, claro es de color azul. tenemos que darle aspecto de colina. Para eso hemos utilizado unos retales de papel Crepe que hemos encontrado en el laboratorio de ClickPadres. Este tipo de papel es fácilmente localizable en cualquier papelería y al comprobar la etiqueta del precio vemos que es bastante económico. El rollo de 0.50 x 2.5 mts cuesta 0.80 céntimos. Pegamos el papel Crepe verde a la parte curva de la cartulina y fabricamos un tren con cartulina marrón y unas vías con cartulina negra.
Bueno, así es como nos imaginamos en ClickPadres la vista de la playa desde el tren mágico. Y vosotros/as?
Ya de vuelta en nuestra cabina, después de una revitalizante ducha, me siento en la butaca y oh!, los barcos, los árboles, las personas, todo! se va haciendo cada vez más pequeño. Sin notarlo nuestro tren mágico se ha despegado de sus vías y ahora mismo surca el cielo veloz como un rayo. ¿Cuál será la próxima parada?
Dubidubidubi, dubidubidubi!- Se escucha un teléfono móvil desde el otro lado de la pared. Una voz infantil responde a la llamada. Y aquí es dónde ya nos imaginamos (más o menos) nuestra próxima parada.
Chu-Chu!- Próxima parada: Smartphones y niños.
Sigue leyendo ->El tren mágico de ClickPadres. Fin de la primera jornada de nuestro viaje.
El tren mágico de ClickPadres. Fin de la primera jornada de nuestro viaje.
Tolerancia, Amistad y Respeto.
El tren se detiene, bajamos nerviosos y emocionados como los niños al descubrir algo nuevo. “Respeto” es un típico pueblo mediterráneo que se encuentra situado entre el mar y la montaña. Es un pueblo realmente precioso. La construcción de las casas con el paso del tiempo se ha integrando en el paisaje de tal forma que es difícil distinguir entre viviendas, parcelas, verjas, árboles y rocas.
Todos los lugareños dividen su jornada de trabajo entre el mar y los campos que rodean el pueblo. Hoy en día, “Respeto” funciona de una forma bastante autosuficiente. La agricultura, la ganadería y la pesca son el motor que mueve el día a día del pueblo.
Tolerancia, Amistad y Respeto.
El tren se detiene, bajamos nerviosos y emocionados como los niños al descubrir algo nuevo. “Respeto” es un típico pueblo mediterráneo que se encuentra situado entre el mar y la montaña. Es un pueblo realmente precioso. La construcción de las casas con el paso del tiempo se ha integrando en el paisaje de tal forma que es difícil distinguir entre viviendas, parcelas, verjas, árboles y rocas.
Todos los lugareños dividen su jornada de trabajo entre el mar y los campos que rodean el pueblo. Hoy en día, “Respeto” funciona de una forma bastante autosuficiente. La agricultura, la ganadería y la pesca son el motor que mueve el día a día del pueblo.
Aceptando «Realidades Virtuales».
– Coge la cámara y la chaqueta que bajaremos a visitarlo…
Aceptando «Realidades Virtuales».
– Coge la cámara y la chaqueta que bajaremos a visitarlo…
El tren de ClickPadres está a punto de efectuar su salida.
El tren de ClickPadres está a punto de efectuar su salida.
Blas, el Dragón.
Blas era un dragón. Pero no os penséis que era un dragón pequeñito, de esos que se enganchan a las paredes en Verano, no, no; Se podía decir que Blas era un dragón gigante. A pesar de su terrible y fiero aspecto, era el dragón más noble y bueno que jamás había existido, pero prefería evitar problemas con los demás viviendo alejado del resto del mundo. Su día a día transcurría en las cumbres de las montañas. Vivía en soledad y esto le había agriado el carácter hasta el punto de no querer ver a nadie. Sin darse cuenta se había convertido en un dragón uraño. Habían pasado ya tres años de la última vez que habló con alguien. Hace tres inviernos conoció a Pandora, un águila que pasó una temporada con él después de tener un pequeño accidente en la puerta de la cueva. Pandora era un poco corta de vista y de vez en cuando tenía algún problemilla de aterrizaje. Pasaron juntos un par de semanas. Una vez estuvo recuperada, antes de marcharse, le dijo a Blas:
Blas, el Dragón. |
Los humanos siempre le habían causado problemas. Se escondió entre la maleza tratando de pasar inadvertido, pero su tremendo volumen era muy difícil de camuflar entre la escasa vegetación de la alta montaña. Aún así, su escondite le permitió, sin ser visto, escuchar la conversación de los niños y su profesora:
Blas, el Dragón.
Blas era un dragón. Pero no os penséis que era un dragón pequeñito, de esos que se enganchan a las paredes en Verano, no, no; Se podía decir que Blas era un dragón gigante. A pesar de su terrible y fiero aspecto, era el dragón más noble y bueno que jamás había existido, pero prefería evitar problemas con los demás viviendo alejado del resto del mundo. Su día a día transcurría en las cumbres de las montañas. Vivía en soledad y esto le había agriado el carácter hasta el punto de no querer ver a nadie. Sin darse cuenta se había convertido en un dragón uraño. Habían pasado ya tres años de la última vez que habló con alguien. Hace tres inviernos conoció a Pandora, un águila que pasó una temporada con él después de tener un pequeño accidente en la puerta de la cueva. Pandora era un poco corta de vista y de vez en cuando tenía algún problemilla de aterrizaje. Pasaron juntos un par de semanas. Una vez estuvo recuperada, antes de marcharse, le dijo a Blas:
Blas, el Dragón. |
Los humanos siempre le habían causado problemas. Se escondió entre la maleza tratando de pasar inadvertido, pero su tremendo volumen era muy difícil de camuflar entre la escasa vegetación de la alta montaña. Aún así, su escondite le permitió, sin ser visto, escuchar la conversación de los niños y su profesora:
Un tren hacia los Nativos Digitales.
Un tren hacia los Nativos Digitales.