Padre ausente, padre tóxico!!!

Este no es un post cualquiera, ni siquiera es una historia o una anécdota, es una DECLARACIÓN!No estuve, estoy, ni jamás estaré de acuerdo con los padres ausentes, y entiéndase por ausente a aquel padre que no reconoce a sus hijos, al que no participa de su crianza, al que no interactúa con ellos, al no los acompaña en sus momentos más especiales, al que no moldea su ser ni afianza su seguridad y autoestima, al que no cumple con sus responsabilidades económicas plenamente, o al que sólo cumple

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¡Nos vamos a Canadá! – Detalles previos al viaje.

Antes de comenzar debo advertiros que el contenido de los próximos post del blog no van a seguir la linea argumental habitual. Lo descrito tiene más que ver con aquellos detalles de un gran viaje que me hubiera gustado leer previamente a nuestra escapada y van a contener muchos datos prácticos por si alguien se quiere lanzar a la aventura de cruzar el charco.

Desde que nacieron los little nunca habíamos «escapado» de la península ibérica y, teniendo en cuenta que Ana tiene 7 años, se hacía un poco cuesta arriba esta cuestión dado nuestro carácter viajero prepaternal.

Para darle más encanto a la historia no sólo nos fuimos los 4, también embarcamos a esta aventura a los abuelos y al tío… total, que nos marcamos un family road trip como Dios manda.

A la hora de elegir destino siempre tuvimos clara una cuestión: para ser el primer viaje transoceánico de los chicos, íbamos a optar por un destino con vuelo directo desde España. Y dentro de las posibilidades que se abrieron había que intentar satisfacer los gustos de cada uno de los integrantes del viaje: urbanitas, aventureros, amantes de la naturaleza y, por supuesto, niños. Habiendo metido todos estos factores en la coctelera el destino parecía claro: Canadá.

Air Transat fue la compañía que elegimos por ser la que mejores precios ofrecía… si bien, eso de que es una compañía low cost transoceánica creo que no deja de ser un reclamo publicitario más que una realidad, al menos en comparación con los precios de las compañías low cost europeas.

El vuelo de ida lo hicimos desde Madrid a Montreal y dura aproximadamente 7 horas y media. El avión en si era bastante básico… tanto en hechuras como en entretenimiento: no había pantallas individuales (algo fundamental en un vuelo de tantas horas). Dado que era un hecho con el que contábamos de antemano, llevábamos tablets, libros y juguetes para los más peques y podemos decir que no se nos hizo más pesado que un viaje a Galicia en coche.

Por cierto, en esta compañía las familias con niños tienen embarque prioritario y sinceramente me parece un puntazo no tener que esperar de pie más de una hora las colas para subir al avión.

Entre Madrid y Montreal hay una diferencia horaria de 6 horas, y claro saliendo de Madrid a las 13:30 llegas a Montreal a las 21:30, hora española, siendo las 15:30 en Canadá… vamos que llegas con el culo torcío. Debo decir que los días previos empezamos a cambiar los hábitos poco a poco a los chicos: retrasamos una hora cada día los horarios habituales de desayunos, comidas, cenas y hora de acostarse. ¡Funciona!, fueron los que mejor llevaron eso del jet lag.

Tras recoger las maletas hay que tomar la decisión de cómo trasladarte al hotel entre dos únicas alternativas: autobús o taxi. El 747 es el autobús municipal que deja en el centro de Montreal en 45 minutos y cuesta 10 dólares (si no me equivoco el billete es válido para las próximas 24 horas) y el taxi sale en torno a 40 dólares + tip (propina del 15% aprox). Con estas, y siendo 7 personas las que viajábamos, elegimos el taxi por la comodidad y por la escasa diferencia de precio en nuestro caso.

Antes de detallaros cómo es Montreal querría hablaros de un tema que todo el mundo se plantea cuando viaja fuera de Europa: ¿dónde cambio la divisa?. En otros países no sabría deciros pero en Canadá lo que sale más rentable es llevar los euros a Montreal y cambiarlos en una oficina de cambio de divisas del centro. Os paso cómo estaban los tipos de cambio en el momento de nuestro viaje y con esas tomáis vuestra propia decisión:

– Oficina CECA de las cajas de ahorros: por 1.000 € nos daban 1.310 dólares canadienses.
– Oficina de cambio de divisas de El Corte Inglés en Barajas: 1.000 € = 1.200 CAD.
– Oficina de cambio de divisas de ICE Currency en Montreal Airport: 1.000 € = 1.300 CAD.
– Oficina de cambio de divisas Globex 2000 en el 455 de Saint Catherine Street: 1.000 € = 1.455 CAD.

Y hasta aqui los preparativos del viaje, en los próximos días subiré el primer post relacionado con nuestro primer destino en Canadá: Montreal.
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A Mickey Mouse Cartoon, una de ida de olla fina ¿dónde ha quedado “La Casa de Mickey Mouse”? 

Haciendo zapping, pasando por el Disney Channel, descubro esta serie de cortos animados de Mickey Mouse. Lo primero que me llama la atención es el dibujo en sí, algo más moderno que lo estamos habituados a ver. Pero eso es lo de menos. Lo que me tiene loco son las propias historias, los gags y … Sigue leyendo A Mickey Mouse Cartoon, una de ida de olla fina ¿dónde ha quedado “La Casa de Mickey Mouse”? 

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Operación Dejar de Fumar II

He decidido actualizar mi aventura de dejar de fumar cada domingo y aquí viene la revisión semanal. ¿He recaído? ¿Volví a probar el tabaco? Recapitulando os contaré, para el que no haya leído Operación Dejar de Fumar I, que el pasado sábado 2 de Septiembre al ir a tirar la basura (sobre las 20:00-20:30) me fumé el que sería el último cigarro de mi vida. Si quieres saber cómo me ha ido desde entonces, sigue leyendo.

La verdad que el día siguiente, el domingo, fue bastante bien y no tuve ninguna ansiedad por no fumar. Tengo que decir que normalmente los domingos son los días que menos fumo en general, así que puede que influyera en algo. Llegó el lunes y con ello la hora de ir a trabajar, cabe decir que mi compañero fuma y tendría que aguantarlo a mi lado con el cigarrito. El peor momento es el de después de ir a desayunar, siempre echábamos el cigarro antes de volver a subir a la oficina y en esta ocasión me tocaba mirarle como fumaba. La verdad que no fue tan mal del todo, lo soporté y volvimos a nuestras tareas. Sobre la 12:30 también salíamos a fumar pero en esta ocasión se fue el solo, así que ojos que no ven corazón que no siente. Otra hora clave es la de después de comer, cuando he estado todo el verano a jornada me he acostumbrado a no fumármelo ya que en casa no se fuma. Pero no es lo mismo cuando tienes que salir y hacer el camino que siempre hacías fumando sin fumar. El caso que también lo esquivé bien y en la pausa de la tarde también bajé (masoquista de mi) con mi compañero a que se fumara el cigarro. Puedo decir que ese lunes aguanté como un campeón todas las pruebas del día. 
El martes fue un mal día desde las 5.30 de la madrugada. Como os cuento en el post de Urgencia Pediátrica y Sanidad Pública estuvimos con la pequeña desde bien temprano en el médico por una fuerte infección de orina. Allí las ganas de fumar fueron horribles, tanta espera, tantos nervios… De forma que al llegar mi suegra al hospital estuve a un tris de pedirle un cigarro e ir fuera a fumar. La idea se fue desvaneciendo y finalmente nos llamaron para entrar al médico por última vez y que nos dieran el alta. Estuve toda la mañana sin ir a trabajar pero a la tarde sí que acudí y ahí fue donde el ansia de todo el día se hizo fuerte y acabó venciéndome la batalla. Sí, me fumé un cigarro con mi compañero hastiado de todo el día de mierda que llevaba. Así que solo dos días después tuve un tropiezo y me sentía mal después, pero la verdad que el cigarro me sentó estupendamente. 
Miércoles y jueves fui enmendando mi error y no volví a probar un cigarrito, aunque las ganas cada vez iban siendo mayores. Días muy rutinarios en los que todo se resume en lo mismo que os he contado del lunes. La verdad que antes iba a bajar la basura solo por fumarme el cigarro y ahora me da muchísima pereza sino es para fumar. Así que salvo en momentos puntuales seguí sin ganas de fumar, salvo cuando salimos a la calle o tenemos que esperar en algún lado, momentos que aprovechaba para fumar siempre.
El viernes siempre es especial, se acaba la semana, se acaba el trabajar y viene el fin de semana. Mi compañero y yo nos llevamos todo el día recordando que es viernes y nos alentamos a dar el último tirón que «ya no queda ná». Así que con ese ambiente de fiesta y felicidad de viernes acabé volviendo a fumar en la pausa de la tarde. Parece que tengo por norma estar 2 días sin fumar y al 3º caer en la tentación, es un misterio digno de estudio. 
Desde el viernes hasta hoy sigo sin fumar porque, aunque he tenido un par de tropiezos, no quiero dejar atrás mi intención de dejar de fumar del todo. Soy consciente que esta última semana que me queda de trabajo estaré igualmente con la tentación al lado e incluso me he planteado aparcar la Operación Dejar de Fumar hasta que me quede en el paro. Es algo que me ronda en la cabeza pero que no quiero llevar a cabo porque sería un gran paso atrás el ir a un estanco, comprar tabaco para una semana. Al final excusa a excusa todo se irá posponiendo y el dejar de fumar quedará en el olvido. 
Así que volveré a pasar la semana como pueda, intentaré no caer en la tentación mucho más en esta semana y seguir con mi reto de dejar de fumar que va avanzando, lentamente y con tropiezos pero avanza.  Ya sabéis que en comentarios me podéis dar vuestros ánimos, dejarme algún tip para combatir la ansiedad y todo lo que queráis. Recuerda que si quieres estar al tanto de todo lo que pasa en este desafío puedes seguirme en mi cuenta de Twitter, @papagadesblog, donde comento mis avances y tropiezos en tiempo real. He dicho.
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